Con­fe­sio­nes de un sica­rio eco­nó­mi­co – José Car­los Gar­cía Fajardo

John Per­kins, ex Jefe de Eco­no­mía de una gran trans­na­cio­nal que ope­ra en paí­ses con recur­sos natu­ra­les y mano de obra bara­ta, con­fie­sa su modo de ope­rar y sus pala­bras nave­gan por Inter­net; por eso es pre­ci­so escucharlo.“La téc­ni­ca que segui­mos”, dice “es que pri­me­ro iden­ti­fi­ca­mos un país que tie­ne recur­sos, como petró­leo. Des­pués con­cer­ta­mos un enor­me prés­ta­mo a ese país por par­te del Ban­co Mun­dial o una de sus orga­ni­za­cio­nes her­ma­nas. Pero el dine­ro nun­ca lle­ga real­men­te a ese país sino que va a parar a nues­tras gran­des cor­po­ra­cio­nes para cons­truir infra­es­truc­tu­ras, plan­tas eléc­tri­cas, par­ques indus­tria­les, puer­tos. Cosas que bene­fi­cian a una mino­ría rica de ese país y a nues­tras cor­po­ra­cio­nes.

Sin embar­go, el país ente­ro se que­da sopor­tan­do una enor­me deu­da que no pue­den devol­ver. Así que noso­tros les deci­mos, “Has per­di­do mucho dine­ro y no pue­des pagar tu deu­da, vén­de­le tu petró­leo muy bara­to a nues­tras com­pa­ñías petro­lí­fe­ras, per­mí­te­nos cons­truir bases mili­ta­res en tu país, o envía tro­pas a apo­yar a las nues­tras en algún lugar del mun­do como Irak, o vota a nues­tro favor en la pró­xi­ma deci­sión de la ONU”.

Enton­ces, pro­cu­ran pri­va­ti­zar la com­pa­ñía eléc­tri­ca del país y su sis­te­ma de aguas y alcan­ta­ri­lla­do, ven­dién­do­se­las a cor­po­ra­cio­nes mul­ti­na­cio­na­les. Como no pue­den pagar su deu­da, les ofre­cen refi­nan­ciar­la y pagar aún más intere­ses exi­gién­do­le “buen gobierno”, que con­sis­te en que ellos tie­nen que ven­der sus recur­sos, inclu­yen­do muchos de sus ser­vi­cios socia­les, sus ser­vi­cios públi­cos, sus sis­te­mas pena­les, sus sis­te­mas de segu­ros… a cor­po­ra­cio­nes extranjeras.

Per­kins pone ejem­plos com­pro­ba­bles: Ecua­dor estu­vo con­tro­la­da duran­te años por dic­ta­do­res diri­gi­dos des­de Esta­dos Uni­dos. Cuan­do se deci­dió tener elec­cio­nes demo­crá­ti­cas, Jai­me Rol­dós se pre­sen­tó como can­di­da­to en 1979 y dijo que su obje­ti­vo prin­ci­pal sería garan­ti­zar que los recur­sos de Ecua­dor fue­ran usa­dos para ayu­dar al pue­blo. Ganó y empe­zó a desa­rro­llar estas polí­ti­cas apo­yán­do­se en los recur­sos del petró­leo. Y, cuen­ta Per­kins, “como eso no gus­tó en Esta­dos Uni­dos me envia­ron como uno de tan­tos sica­rios eco­nó­mi­cos a cam­biar a Rol­dós. A corrom­per­lo. A persuadirlo”.

“Está bien”, dijo al Pre­si­den­te, “pue­des vol­ver­te muy rico si tú y tu fami­lia jugáis nues­tro jue­go, pero si inten­tas con­ti­nuar con estas polí­ti­cas que has pro­me­ti­do ten­drás que irte”. No qui­so escu­char. Fue ase­si­na­do. Ape­nas su avión se estre­lló, toda el área fue acor­do­na­da. Los úni­cos auto­ri­za­dos fue­ron mili­ta­res de una base esta­dou­ni­den­se cer­ca­na, y algu­nos mili­ta­res ecuatorianos.

De esa mane­ra han crea­do un impe­rio, pero muy sutil­men­te. Los impe­rios se cons­truían mili­tar­men­te en el pasa­do y todo el mun­do sabía que era así. Los bri­tá­ni­cos sabían que esta­ban cons­tru­yen­do uno, los fran­ce­ses, los ale­ma­nes, los roma­nos, los griegos…y esta­ban orgu­llo­sos de ello.

Siem­pre tenían algu­na excu­sa para exten­der la civi­li­za­ción o algu­na reli­gión, aun­que sabían lo que esta­ban hacien­do. La mayo­ría de la gen­te de Esta­dos Uni­dos no sabe que viven de los bene­fi­cios de este impe­rio clan­des­tino. De que hoy hay más escla­vi­tud en el mun­do que nun­ca en la historia.

“De algún modo, nues­tro gobierno es invi­si­ble y son las cor­po­ra­cio­nes las que lle­van a cabo las polí­ti­cas. Es la Cor­po­ra­to­cra­cia la que for­ma las polí­ti­cas del gobierno. Esta gen­te no tie­ne que jun­tar­se a cons­pi­rar para hacer cosas. Tra­ba­jan bajo el supues­to fun­da­men­tal de maxi­mi­zar los bene­fi­cios sin impor­tar el cos­te social o medioambiental”.

El Ban­co Mun­dial y el FMI jue­gan ese papel a esca­la glo­bal. La tram­pa bási­ca es sim­ple: pro­vo­car el endeu­da­mien­to de un país, bien por su pro­pia impru­den­cia o corrom­pien­do al líder de ese país. Enton­ces impo­nen “polí­ti­cas de ajus­te estruc­tu­ral”, como deva­luar la mone­da. Cuan­do el valor de la mone­da cae, lo mis­mo ocu­rre con todo lo valo­ra­do con ella. Esto pone los recur­sos loca­les a dis­po­si­ción de los paí­ses depre­da­do­res a una frac­ción de su valor real.

Gran­des recor­tes en la finan­cia­ción de pro­gra­mas socia­les, que inclu­yen la edu­ca­ción y el sis­te­ma sani­ta­rio com­pro­me­tien­do el bien­es­tar e inte­gri­dad de la socie­dad dejan­do a los ciu­da­da­nos vul­ne­ra­bles a la explotación.

La pri­va­ti­za­ción de empre­sas públi­cas sig­ni­fi­ca que sis­te­mas social­men­te impor­tan­tes pue­den ser adqui­ri­dos y regu­la­dos por cor­po­ra­cio­nes extran­je­ras que sólo bus­can beneficios.

El Ban­co Mun­dial es de hecho un ban­co que apo­ya intere­ses esta­dou­ni­den­ses. Ya que Esta­dos Uni­dos tie­ne dere­cho a veto sobre las deci­sio­nes como máxi­mo pro­vee­dor de capital.

De ahí las pro­fé­ti­cas pala­bras de John Adams (1735−1826): “Hay dos for­mas de con­quis­tar y escla­vi­zar a una nación, una es con la espa­da, la otra es con la deuda”.

José Car­los Gar­cía Fajardo

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