Vilma Espín Guillois, combatiente clandestina, legendaria guerrillera de la Sierra, la dirigente de nuestra organización, la integrante del Consejo de Estado y del Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de Cuba será ejemplo e inspiración de las mujeres cubanas.
Este 7 de abril del 2010 cumpliría 80 años de edad y desde su juventud fue fiel a sus ideales de justicia social, de amor a la Patria y defensora de las causas justas.
Como dijera el Comandante en Jefe Fidel Castro en una de sus reflexiones: “Su ejemplo es hoy más necesario que nunca. Consagró toda su vida a luchar por la mujer cuando en Cuba la mayoría de ellas era discriminada como ser humano al igual que en el resto del mundo, con honrosas excepciones revolucionarias”.
La dirección del país tenía conciencia de que la lucha era larga, porque había que vencer muchos estereotipos arraigados de siglos de discriminación por razones de sexo y raza. En el proceso de cambios sociales, revolucionarios, la mujer debía marchar prácticamente a la vanguardia, porque era la más beneficiada en todos los órdenes.
El líder de la Revolución diría en una trascendental intervención acerca de la mujer y su papel en la sociedad y del quehacer de su organización:
“Y hoy se reúnen las mujeres y constituyen esta Federación de Mujeres Cubanas, unidas en esa palabra, “Cubanas”, unidas en esa bandera que llevan en sus manos. Y se han unido para trabajar; para trabajar y para luchar; se han unido para todas las tareas que la Revolución nos trae; se han unido para la lucha y se han unido para el trabajo; se han unido para ayudar a la Patria en cualquier circunstancia. Si mañana es el combate, mañana prestarán su esfuerzo; si hoy en el trabajo, hoy prestarán su esfuerzo».
Desde entonces, integradas a la organización femenina y dirigida por su presidenta la compañera Vilma Espín Guillois se incorporaron a la vida económica, cultural y social, a través de la Revolución con un papel cada vez más activo y un lugar más decoroso en la sociedad.
Durante la clausura del II Congreso de la Federación de Mujeres Cubanas en noviembre de 1974, Fidel declaró:
«Yo estoy absolutamente convencido de que la sociedad ganará más en la medida en que sea capaz de desarrollar y aprovechar las calidad, las capacidades morales, humanas e intelectuales de la mujer. Estoy absolutamente convencido. Y precisamente lo que diferencia una sociedad justa, una sociedad socialista de la capitalista, es esto».
«Y decía que tenemos que cuidar no retroceder ni un paso en lo que hemos alcanzado, porque trabajo que ha costado y luchas que ha costado, contra incomprensiones, contra prejuicios, para lograr un clima de igualdad, para vencer prejuicios, atrasos. Y, claro, si retrocedemos en el empleo, si retrocedemos en lo económico, vamos a empezar a retroceder en todo lo demás que hemos ganado».
Tareas esenciales desde el I Congreso constituyente realizó la FMC, en la incorporación de la mujer a la producción, a la batalla por el sexto y noveno grados, porque ya se habían alfabetizado.
En todos los congresos el tema de la defensa de la Patria ha estado latente, ya que los logros que se han obtenido durante estos 50 años hay que defenderlos a lprecio que sea necesario, así como la labor de las brigadistas sanitarias.
La Federación de Mujeres Cubanas se sustenta sobre la base de un voluntariado y esa fue la obra de la presidenta Vilma Espín Guillois, inspiradora de esta fuerza con 50 años de creada y hoy cuenta en sus filas con más de cuatro millones de federadas.
En este recuento de la obra de nuestra Presidenta por siempre y el trabajo de la organización femenina que fundó, no puede faltar la solidaridad con otros pueblos, Vietnam, Angola, Palestina, con los movimientos de liberación del continente africano a donde acudieron federadas como médicas, maestras, científicas, combatientes…
También la FMC preparó a las cubanas para enfrentar el período especial, a las amas de casa, a las trabajadoras y campesinas desde sus puestos de trabajo. Ninguna mujer fue enviada para sus hogares, pues se les ofreció vías y métodos para que pudieran enfrentar las vicisitudes de la etapa con la impresión de publicaciones y folletos con temas de orientación familiar.
La red de casas de orientación para la mujer y la familia en todo el país fue instrumento decisivo aprobado en uno de los congresos. A estas instituciones acuden profesionales de las distintas ramas y le ofrecen a la población servicios gratuitos de consejerías y cursos de diversas especialidades.
El VIII Congreso de la FMC celebrado en marzo del 2009 aprobó por acuerdo de las federadas desde las asambleas de la base que el logotipo de la organización llevara la imagen de Vilma Espín Guillois con su uniforme de miliciana como una muestra de amor y respeto a la mujer que representa una inspiración y ejemplo para todas las cubanas.