30 de abril de 1975, un pue­blo heroi­co ven­ce a la bes­tia impe­rial de los EEUU

El heroi­co pue­blo viet­na­mi­ta con­me­mo­ra­rá este vier­nes 30 de abril 35 años del fin de la gue­rra más des­igual de la his­to­ria con­tem­po­rá­nea, don­de un pue­blo heroi­co arma­do de con­cien­cia hizo huir de su patria al impe­rio mili­tar más pode­ro­so del mun­do, y hoy se encuen­tra en ple­na efer­ves­cen­cia eco­nó­mi­ca enca­mi­na­do a la cons­truc­ción del socia­lis­mo bajo la sabia direc­ción del Par­ti­do Comu­nis­ta de Viet­nam (PCV).Al sur nos encon­tra­mos con Ciu­dad HO CHI MINH, anti­gua Sai­gón y actual capi­tal eco­nó­mi­ca del pujan­te desa­rro­llo viet­na­mi­ta, en sus pre­pa­ra­ti­vos para recor­dar la glo­rio­sa vic­to­ria del Par­ti­do Comu­nis­ta Viet­na­mi­ta (PCV) en el lar­go con­flic­to béli­co con­tra las tro­pas sur viet­na­mi­tas y con­tra todo el pode­río cien­tí­fi­co y mili­tar del impe­rio nor­te­ame­ri­cano, que pla­ga­ba de bom­bas y agen­tes quí­mi­cos al peque­ño país.

Peque­ña repú­bli­ca en exten­sión geo­grá­fi­ca, pero tan gran­de en valor y heroís­mo que con el ejem­plo éti­co y moral del que­ri­do tío Ho, y bajo la férrea orga­ni­za­ción popu­lar con­du­ci­da por el Par­ti­do Comu­nis­ta de Viet­nam, puso por úni­ca vez en jaque a todo el más gran­de pode­río mili­tar, cien­tí­fi­co y tec­no­ló­gi­co, con la deses­pe­ra­da hui­da de las tro­pas de ocu­pa­ción e inva­sión gringas.

El 30 de abril de 1975, un tan­que del ejér­ci­to nor­viet­na­mi­ta logró pene­trar en la sede del pala­cio pre­si­den­cial del régi­men sur­viet­na­mi­ta en la ciu­dad de Sai­gón, ponien­do fin a una cruen­ta gue­rra que duró casi 11 años (1964−1975).

El ban­do de Viet­nam del Sur, apo­ya­do y diri­gi­do por el ejér­ci­to esta­dou­ni­den­se, acep­tó su derro­ta y sus sol­da­dos se entre­ga­ron a las fuer­zas del Viet­cong lide­ra­das por el par­ti­do Comu­nis­ta de Viet­nam (PCV). Al año siguien­te, Viet­nam se unificó.

La gue­rra había fina­li­za­do, dejan­do al menos 58 mil sol­da­dos muer­tos en las filas esta­dou­ni­den­ses y alre­de­dor de 4 millo­nes de viet­na­mi­tas, en su mayo­ría civi­les; sin con­tar con los enor­mes daños huma­nos y eco­ló­gi­cos cau­sa­dos por la gue­rra quí­mi­ca prin­ci­pal­men­te a base del NAPALM y del agen­te naran­ja, que ade­más le cau­sa­ron a la pobla­ción viet­na­mi­ta gra­ves alte­ra­cio­nes gené­ti­cas que siguen cau­sán­do­les estra­gos hoy día, ante la impo­ten­cia de saber si las fami­lias podrán tener hijos sanos y nor­ma­les, lo cual úni­ca­men­te pue­den com­pro­bar al tener su pri­mer hijo.

Horas des­pués de la heroi­ca toma de Sai­gón, los últi­mos sol­da­dos esta­dou­ni­den­ses aban­do­na­ban ver­gon­zo­sa­men­te en des­pa­vo­ri­da carre­ra la ciu­dad en heli­cóp­te­ros des­de el teja­do de su emba­ja­da, en una sin­gu­lar jor­na­da de huí­da que se pro­lon­gó des­de el 29 has­ta el 30 de abril en un puen­te aéreo duran­te más de 18 horas continuas.

Esta­dos Uni­dos capi­tu­ló así tras una cruel gue­rra len­ta que jamás logró domi­nar en el cuer­po a cuer­po den­tro de la espe­sa sel­va viet­na­mi­ta. Esta derro­ta fue uno de los hechos más rele­van­tes en toda la his­to­ria de la gue­rra fría. 

El ori­gen del con­flic­to se remon­ta al 2 de sep­tiem­bre de 1945, con la pro­cla­ma­ción de un nue­vo Esta­do, poco des­pués de la capi­tu­la­ción de Japón. El líder del Par­ti­do Comu­nis­ta de Viet­nam (PCV), Ho Chi Minh, decla­ró la inde­pen­den­cia del país de Fran­cia, en aquel enton­ces lla­ma­do Indo­chi­na. París envió sus tro­pas y comen­zó una feroz gue­rra en la que fue derro­ta­da la anti­gua poten­cia euro­pea en la famo­sa Bata­lla de Dien Bien Phú, median­te la gue­rra de todo el pue­blo con­tra el ejér­ci­to invasor.

Una con­fe­ren­cia sobre Indo­chi­na, cele­bra­da en julio de 1954, deci­dió divi­dir el país en dos esta­dos inde­pen­dien­tes, sepa­ra­dos por el para­le­lo 17, cada uno de los cua­les se con­vir­tió en tro­feo de los con­ten­dien­tes en la gue­rra fría. Esta­dos Uni­dos se fijó el obje­ti­vo de eri­gir en Viet­nam del Sur un «bas­tión con­tra el comu­nis­mo» en Asia, con el apo­yo de sus paí­ses alia­dos en Euro­pa, Asia, Áfri­ca y Amé­ri­ca. La Unión Sovié­ti­ca, y el res­to de los paí­ses socia­lis­tas del mun­do se pusie­ron de inme­dia­to del lado del her­mano pue­blo de Viet­nam, en pie de lucha por la defen­sa de su sobe­ra­nía y autodeterminación.

Poco des­pués Washing­ton ya había ins­ta­la­do en Sai­gón un equi­po de la Agen­cia Cen­tral de Inte­li­gen­cia (CIA), en su inten­to por derro­car al gobierno del cama­ra­da Ho Chi Min. En el país socia­lis­ta sur­gió la gue­rri­lla del Fren­te Nacio­nal de Libe­ra­ción de Viet­nam (el Viet­cong) para com­ba­tir cual­quier agre­sión pro­ve­nien­te de par­te de las poten­cias impe­ria­lis­tas, y de su gobierno títe­re ins­ta­la­do en Viet­nam del Sur.

A prin­ci­pios de los años 60, el Viet­cong inten­si­fi­có sus ope­ra­cio­nes a lo que el enton­ces pre­si­den­te esta­du­ni­den­se, John F. Ken­nedy, res­pon­dió envian­do a Viet­nam del Nor­te a más de 10 mil «ase­so­res» militares.

El 7 de febre­ro de 1965 bom­bas arro­ja­das des­de avio­nes esta­dou­ni­den­ses llo­vie­ron sobre Viet­nam del Nor­te en repre­sa­lia por lo que el pre­si­den­te Lyn­don John­son deno­mi­nó el «inci­den­te de la bahía de Ton­kín». Según la ver­sión de Washing­ton, dos de sus buques de gue­rra ancla­dos en el gol­fo de Ton­kin, en Viet­nam del Nor­te, fue­ron supues­ta­men­te ame­tra­lla­dos des­de lejos, aun­que la ver­sión ofi­cial nor­te­ame­ri­ca­na infor­mó que habían sido vil­men­te ata­ca­dos por fuer­zas viet­na­mi­tas a prin­ci­pios de agos­to de 1964.

Así, el 8 de mar­zo de 1965 des­em­bar­ca­ron las pri­me­ras uni­da­des esta­dou­ni­den­ses cer­ca de la ciu­dad por­tua­ria de Da Nang para comen­zar su plan de inva­sión y derro­ca­mien­to de los comu­nis­tas de Viet­nam del nor­te. Nun­ca hubo una decla­ra­ción ofi­cial de gue­rra por par­te de Washing­ton hacia Vietnam.

El Viet­cong con­ta­ba con el apo­yo de la pobla­ción rural pobre. Con el obje­ti­vo de pri­var a la gue­rri­lla de sus refu­gios, avio­nes esta­dou­ni­den­ses rocia­ron la vege­ta­ción viet­na­mi­ta con 72 millo­nes de litros del cono­ci­do des­fo­lian­te agen­te naran­ja. La con­se­cuen­cia fue un drás­ti­co aumen­to de los casos de cán­cer, mal­for­ma­cio­nes con­gé­ni­tas, abor­tos espon­tá­neos y otros tras­tor­nos que has­ta la fecha afec­tan a la pobla­ción, debi­do a que el pro­duc­to lan­za­do des­tru­ye la infor­ma­ción gené­ti­ca de las células.

Hacia fina­les de la déca­da de los 60 había más de medio millón de sol­da­dos esta­dou­ni­den­ses en sue­lo viet­na­mi­ta. Tras cin­co años de inva­sión y gue­rra asi­mé­tri­ca, se ade­lan­tó un pro­ce­so de nego­cia­cio­nes, Esta­dos Uni­dos y Viet­nam del Nor­te fir­ma­ron un armis­ti­cio el 27 de enero de 1973, en París, pero a pesar de la fir­ma del tra­ta­do que debía poner fin a la agre­sión impe­ria­lis­ta, en la prác­ti­ca esta con­ti­nuó desa­rro­llán­do­se por lo que la gue­rra con­ti­nuó por dos años más.

Washing­ton se fue reti­ran­do dis­cre­ta­men­te de la zona, dis­mi­nu­yen­do tác­ti­ca­men­te su des­co­mu­nal apo­yo a las tro­pas sur­viet­na­mi­tas. El 30 de abril de 1975, el Viet­cong lan­zó su ofen­si­va final con­tra los reduc­tos de tro­pas ame­ri­ca­nas y el ejér­ci­to sur­viet­na­mi­ta, toman­do el con­trol de la capi­tal proes­ta­dou­ni­den­se de Sai­gón, a la que des­de enton­ces se rebau­ti­zó como Ciu­dad Ho Chi Minh.

Hoy, Viet­nam es un país prós­pe­ro eco­nó­mi­ca­men­te, que man­tie­ne des­de hace varios años un rit­mo de cre­ci­mien­to que ron­da el 8 por ciento.

Ciu­dad Ho Chi Minh se eri­ge como el prin­ci­pal núcleo eco­nó­mi­co del país, des­pun­tan­do espe­cial­men­te en un sec­tor pri­va­do here­da­do de su influen­cia occi­den­tal. Viet­nam y los Esta­dos Uni­dos man­tie­nen hoy unas rela­cio­nes bila­te­ra­les prós­pe­ras, prin­ci­pal­men­te en mate­ria eco­nó­mi­ca, las cua­les alcan­zan unos 7 mil millo­nes de dóla­res en inter­cam­bio comer­cial al año.

¡¡¡PATRIA, SOCIALISMO Y VIDA!!! ¡¡¡MUERTE AL IMPERIALISMO!!! ¡¡¡VENCEREMOS!!!

Roso Gri­mau. Pre­si­den­te de la Casa de Amis­tad Vene­zue­la Vietnam.

fuen­te: Rebelión 

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