Nuevamente la derecha internacional crea dos campañas contra el gobierno del presidente Hugo Chávez, destinadas a crear una matriz de opinión. Si bien no son nuevas ahora se vinculan en un bloque, planteando que en Venezuela se sigue colaborando con las FARC y ahora con la ETA y que se violan los derechos básicos de la sociedad. Pero como el cuento del pastor mentiroso, la verdad se impone a la falsa publicidad. Cada uno de estos argumentos cae por su propio peso, por la hipocresía de sus infamias, en una nueva realidad mundial que ya no tiene miedo a los cambios, imbuidos en una nueva etapa de gobiernos populares.
Para cualquier lector objetivo, al analizar estas campañas difamatorias le parecería estar viendo una película repetida, como la moda de las televisoras de cable, que anuncian primicias y solo cambian las mismas cosas de mes o de canal. Así el gobierno de Obama, a través de distintos mecanismos, repite al mejor estilo Guebeliano una mentira repetida para que se vuelva verdad, usando el poder de los medios privados y sus trasnacionales, crea una campaña de desprestigio, buscando argumentos que en otras décadas generaron invasiones y golpes de Estado.
Un juez español abre una investigación contra Venezuela
El auto de apertura para una investigación judicial emitido en España, por el juez Eloy Velasco, plantea una vinculación de Venezuela con la organización País Vasco y Libertad (ETA) y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Esto no se condice con las políticas del gobierno venezolano, que se ha mantenido como una nación pacífica y absolutamente democrática, sin ninguna determinación o acción que pueda implicarse como actos de terrorismo.
Lo paradójico o ridículo de esta acusación es que se sustenta en una información, existente la supuesta computadora del miembro del Secretariado de las FARC, Raúl Reyes. La denominada “supercomputadora” hallada por el Ejército colombiano tras bombardear en marzo de 2008 un campamento en Ecuador, violando la soberanía de ese país, permaneciera intacta tras la acción en la que murieron varias personas y se destrozó la mayoría de los objetos encontrados. Además la misma fue abierta por autoridades colombianas, antes de entregarla a la INTERPORL. ¿Quien podría afirmar que no se agregaron archivos o falsas informaciones?
Realmente, hacer una investigación judicial sustentada en “informes nada fidedignos”, y no en base a testigos, testimonios o fuentes fiables, muestra una falta de ética profesional. Cayendo en la tentación de especular sobre el autor intelectual de este nuevo show mediático, una vez más, los paradigmas de la “prensa libre” salen a divulgar cualquier calumnia sin verificar la fuente de esta información.
Nuevamente una Comisión de OEA arma un falso informe sobre Venezuela
El Presidente de la República, Hugo Chávez, denunció que el último informe de 322 páginas donde la llamada Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) acusa falsamente a Venezuela, forma parte de un plan de ataque contra el país y de sabotaje contra la naciente Comunidad de Estados de Latinoamérica y del Caribe (CELAC), pero auguró que este nuevo intento se estrellará contra la conciencia de los pueblos y los gobiernos progresistas.
Durante una rueda de prensa con corresponsales extranjeros y nacionales, en el Palacio de Miraflores, el Jefe de Estado recordó que esta «nefasta comisión» es una institución de la Organización de Estados Americanos (OEA) cuyo secretario general, Santiago Cantón, ha apoyado a regímenes dictatoriales en el pasado y, más recientemente, reconoció ampliamente al golpista Pedro Carmona Estanga, tras derrocar al gobierno democrático de Venezuela, en abril 2002.
El documento difundido en la ciudad de Washington titulado «Democracia y Derechos Humanos en Venezuela» denuncia que el Gobierno Bolivariano restringe las garantías de los ciudadanos. Sobre este tema tomamos declaraciones del embajador ante la OEA Chaderton Mata, que señaló que “Venezuela fue notificada de manera informal sobre la existencia del informe en la tarde del martes, vía correo electrónico y a través de una llamada telefónica”.
El diplomático llamó la atención sobre la pertinencia de este tipo de informes que “curiosamente coinciden con los procesos electorales en Venezuela, ya ocurrió con Human Rights Watch (HRW) y ahora con CIDH, que es la misma institución que desestimó el tema de El Caracazo y cuyo secretario ejecutivo reconoció el gobierno de facto que derrocó al gobierno del presidente Hugo Chávez Frías”.
El embajador Chaderton ratificó que esta organización internacional persigue “crear una matriz de opinión publica basada en los intereses de una oposición subversiva y desestabilizadora como es la venezolana”. Agregando que “para nuestro pais en prioritario invertir en la primera infancia, como una estrategia segura para combatir la pobreza y promover el desarrollo social y la equidad”.
Estas declaraciones denotan la intenciones de estos sectores derechistas en la comisiones de la OEA, donde se orquestaron tantas campañas contra naciones como con el Chile de Allende, las constantes condenas y la expulsión de Cuba, o los ataques contra Nicaragua, Bolivia. Como esas mismas comisiones no realizaron ninguna condena a los golpes militares como el de Venezuela en el 2002 o el de Honduras, caracterizados como vacíos de poder o transiciones, dando un respaldo a verdaderas violaciones de derechos humanos, con muertos, torturados y desaparecidos