El kraken es un animal muy peligroso, parecido a un pulpo gigante.
Vive en las profundidades y ataca sin piedad con sus poderos tentáculos.
Desde hace unos años, hay un kraken en el salvadoreño departamento de Cabañas.
Es poderoso, está matando y padece una antigua enfermedad: la fiebre del oro.
El Salvador está ubicado en la ruta del Cinturón de Oro de Centroamérica. Este valioso cinturón, que se extiende desde el centro de El Salvador hasta el sur de Nicaragua, atesora más de 10 millones de onzas de oro.
Los depósitos de este El Dorado mesoamericano consisten en vetas que, sumadas sus reservas ‑medidas e indicadas- alcanzan un total de 1 millón 100 mil onzas de oro y 7 millones 400 mil onzas de plata. Existen todavía otras 558 mil onzas de oro y 1 millón 200 mil onzas de plata en la categoría de inferidas. Los datos los proporciona la empresa minera canadiense-estadounidense Pacific Rim en su página web.
Se trata de una empresa que desde 2004 obtuvo la licencia de exploración en la operación “El Dorado”, en el departamento norteño de Cabañas, aunque su presencia en la región, bajo otros nombres corporativos, inició en 1994.
Los tesoros escondidos
Actualmente, el precio de una onza de oro en el mercado bursátil de New York se cotiza a 1 mil 100 dólares y la onza de plata a 18 dólares con 45 centavos. Con estos precios el valor monetario del Cinturón de Oro centroamericano viene siendo de 11 mil millones de dólares. Las proyecciones mínimas para la operación minera “El Dorado” calculan 1 mil 346 millones con 530 mil dólares sin incluir la categoría de inferidas.
Las cifras no dejan ninguna duda: Pacific Rim tiene mucho en juego en Cabañas. Aunque Cabañas no alberga su único proyecto en El Salvador ‑posteriormente la minera consiguió licencias de exploración en los departamentos de Santa Ana, Chalatenango y Morazán- es en Cabañas donde, según sus propias palabras, “se centra su estrategia”. ¿Estrategia de qué? De acumulación de capital con la explotación de minerales.
Al principio nadie decía nada
“De 1994 a 2004 los mineros trabajaron en Cabañas prácticamente sin ningún tipo de resistencia social. Sin embargo, ya en 1998 la población comenzó a sentir los efectos de la exploración minera: se les secaron los pozos, les daban alergias en la piel y se les comenzaban a morir sus animales. Comenzaron a llegar a nuestras oficinas para buscar apoyo. Pero en ese momento, nosotros todavía pensamos que la minería era una buena opción para salir de la pobreza en Cabañas”, explica Antonio Pacheco, Director Ejecutivo de la Asociación de Desarrollo Económico Social (ADES) Santa Marta. Debido a la insistencia de la gente, ADES contrató un especialista para investigar y aprendió que la industria de extracción minera era altamente contaminante y que los estudios realizados por Pacific Rim no tenían ninguna validez científica.
Causantes de Una catástrofe ambiental
En el estudio de impacto ambiental de su proyecto minero El Dorado (San Isidro, Cabañas), Pacific Rim presenta datos espeluznantes, reveladores de la dimensión casi inimaginable de la tragedia ambiental, social y económica que sufriría el país si el gobierno y la población permiten la explotación minera. Por ejemplo, la empresa canadiense declara que utilizaría, sólo en la mina El Dorado, 10.4 litros de agua por segundo, casi 900 mil litros diarios, la misma cantidad que abastece a una familia promedio durante 20 años. Actualmente, en Sensuntepeque ‑cabecera departamental de Cabañas- el agua potable llega sólo una vez por semana. Obviamente, este problema se agravaría con la realización de los proyectos mineros.
El estudio “Minería metálica y su inviabilidad en El Salvador” revela que la solicitud de permiso ambiental, presentada al Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, estima el uso de 2 toneladas diarias de cianuro sólo en la mina El Dorado. Este veneno está prohibido en muchos países mineros y en varios estados de Canadá y Estados Unidos por los graves daños que causa a la salud de las personas. Sin embargo, sería cianuro lo que todas las empresas mineras utilizarían en El Salvador para separar el oro de las rocas. Durante un año, Pacific Rim usaría en El Dorado 720 toneladas de cianuro y un total de 8,640 toneladas, si la extracción del metal precioso durara diez años, lo que volvería el agua inútil para el consumo humano y para las actividades productivas, afectando casi a la mitad del país, que depende del río Lempa .Los proyectos mineros se ubican en la cuenca de este río, el más grande de El Salvador.
Mina de graves enfermedades
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la exposición a niveles altos de cianuro por períodos breves produce daños al cerebro y al corazón, estado de coma y muerte. Y la exposición a niveles bajos por varios años produce dificultad para respirar, dolor de pecho, vómitos, cambios en la sangre, dolor de cabeza, agrandamiento de la glándula tiroides y otras enfermedades que conducen finalmente a la muerte.
La contaminación del agua también tiene como causas el desprendimiento de metales pesados y la generación de drenaje ácido. Esto sucede porque en el subsuelo existe gran cantidad y variedad de metales pesados, que son removidos y traídos a la superficie con los fragmentos de roca que contienen oro y plata. Así, metales peligrosos como arsénico, plomo, selenio, talio, antimonio, cadmio y cromo, terminan contaminando ríos y aguas subterráneas, tal como sucedió con los ríos ubicados en antiguas zonas mineras en San Miguel, Morazán y La Unión.
El arsénico produce lesiones en la piel, trastornos respiratorios y cáncer gástrico, de la piel, de los pulmones y otros. El plomo produce en niños y niñas retardo físico y mental, falta de concentración e incapacidad de aprendizaje. En los adultos provoca trastornos renales, del sistema nervioso e hipertensión. El selenio causa caída de cabello, problemas circulatorios, fatiga, irritabilidad nerviosa, daños al tejido fino del riñón y al sistema nervioso. El talio provoca caída del cabello, alteración de la sangre, trastornos renales, intestinales y hepáticos. El antimonio provoca aumento del colesterol en la sangre, descenso del azúcar y náuseas.
El cadmio causa lesiones renales, cáncer de pulmón y osteoporosis. Y el cromo produce cáncer de riñón, daños al hígado y problemas en el tejido nervioso fino.
Despierta la resistencia
Ya para 2005, ADES Santa Marta comenzó a tomar cartas en el asunto, acompañando a las comunidades afectadas, realizando actividades educativas y organizando un primer Foro, que llamó “La Minería en El Salvador ¿Oportunidad o amenaza?” Nació entonces el Comité Ambiental de Cabañas y a él se unieron una serie de organizaciones comunales de distintas regiones afectadas por la minería, ONG ambientalistas y centros de investigación y defensa de los derechos humanos integrándose todos en la Mesa Nacional frente a la Minería.
A nivel nacional, las comunidades comenzaron a decir NO a la minería. En San José las Flores ‑municipio con una trayectoria de organización popular anterior a la guerra‑, la comunidad, reunida en asamblea, rechazó la presencia de la Au Martinique Gold Mining Company y prohibió a sus habitantes trabajar para la empresa o venderle sus tierras. Realizaron las primeras movilizaciones nacionales contra la minería y a partir de ahí se tejió una campaña de incidencia política con alcaldes y diputados.
Durante 2005 y 2006, la intensa campaña de sensibilización y educación realizada por las organizaciones resistentes a la minería comenzó a rendir frutos en Cabañas, a pesar del contexto, totalmente adverso, pues no sólo el aparato de la Pacific Rim las atacaba. También lo hacía todo el aparato político de ARENA y del PCN, partidos que históricamente tenían una correlación muy favorable en este departamento, marcado por un conservadurismo feroz y con escasa presencia de comunidades con la experiencia en organización popular que acumularon otras en las años 70 y 80.
La resistencia se pone en marcha
Con este respaldo, y amparadas en los estudios científicos realizados por ADES Santa Marta, las comunidades de Cabañas, expresaron dentro de un proceso establecido, al Ministro de Medio Ambiente y Recursos Naturales y entonces miembro del Comité Ejecutivo Nacional de ARENA, Hugo Barrera, su desacuerdo con la solicitud de Pacific Rim para una licencia de explotación de El Dorado. La campaña funcionó porque, aunque no esté registrada en ningún lugar público la denegación de la solicitud, tampoco se le ha otorgado. Poco después, en mayo de 2007, los obispos católicos de la Conferencia Episcopal de El Salvador se posicionaron contra la minería.
En Cabañas, los pobladores comenzaron a asumir este tema en sus manos. En el Cantón La Trinidad, Sensuntepeque, ubicación de la Santa Rita ‑otro proyecto de Pacific Rim- vecinos y vecinas obstaculizaron la entrada de los mineros para la exploración del Cerro El Limón y les obligaron a abandonar el lugar.
Ni la presencia del alcalde ni la de efectivos del ejército fue suficiente para callar a los pobladores, y después de un enfrentamiento, la empresa tuvo que negociar su salida de la zona. Estaba en marcha la Resistencia en Cabañas.
Comprar voluntades y vender “desarrollo”
Al ver el naciente poder de la Resistencia, Pacific Rim comenzó a cambiar sus estrategias. Entre otras cosas, incluyó una nueva representación legal: sustituyeron a abogados poco conocidos y poco costosos por abogados con peso político, como Fidel Chávez Mena, quien fue Secretario General del Partido Demócrata Cristiano y Canciller de la República durante los años 80. El nuevo representante legal apareció por primera vez cuando la empresa fue obligada a entrar a un proceso de negociación con la comunidad La Trinidad, mediado por la Procuraduría de Defensa de los Derechos Humanos. En este contexto, su hijo, Rodrigo Chávez, apareció visiblemente por primera vez como vicepresidente de la subsidaria de Pacific Rim en El Salvador. Quedó claro que la compañía estaba subiendo sus apuestas.
Al mismo tiempo, la Pacific Rim inició un proceso de compra de voluntades a nivel local y nacional. Antonio Pacheco recuerda: “Se acercaron a nosotros y nos decían que nos veían como una organización muy fuerte, con mucha capacidad, y que habían decidido poner en manos de ADES un fondo para el desarrollo”. Como se negaron esto causó ruido en Cabañas. No así el aumento de “donaciones para el desarrollo”, que sí aceptaron varias alcaldías de la zona. Esta campaña de aportes económicos y los aportes a las campañas políticas, a cambio de simpatías y apoyo, fue ampliándose en 2008. Ese año, Pacific Rim visitó a las 262 municipalidades de todo el país, independientemente de sus banderas políticas, explicándoles los beneficios de la minería y ofreciéndoles financiar proyectos. El ring de la batalla se amplió: ya no era el espacio local, era todo el país.
Campaña en favor de La “minería verde”
A mediados de 2007 y a lo largo de 2008 las empresas mineras lanzaron una campaña de “Minería Verde” en los canales de televisión y en la mayoría de radios comerciales. Alababan los beneficios de la minería “ecológica”. Sólo la agrupación de radios comunitarias ‑con una única excepción- boicoteó la campaña.
Varias veces al día salían en las pantallas de televisión los rostros de Fidel Castro y George Bush a la par, dando a entender que tanto comunistas como capitalistas veían en la minería verde la llave del desarrollo nacional.
La campaña de las empresas mineras para neutralizar el impacto de los mensajes de las organizaciones ambientales fue en vano. Una encuesta realizada por la encuestadora IUDOP/UCA arrojó que un 82.9% de la población no daba crédito a la campaña de minería verde. Técnicamente, lo explicó el químico ambientalista de sistemas acuáticos, Florian Erzinger, del Politécnico de Zurich: “La minería verde se basa en el proceso INCO, desarrollado en los años 80 por la empresa INCO. Entonces, no se trata de tecnología de punta. El proceso no es tecnológico: reduce el uso de cianuro al 5%. Incluyendo la recuperación física, con el carbono activo, se puede reducir 0.5% la cantidad de cianuro que se utiliza, pero si se utilizan toneladas por día ‑y no estamos hablando de años- no se puede reducir una cantidad tan inmensa”. Terminó su comentario diciendo irónicamente: “Si usted toma un lápiz verde y escribe minería, ya existe esa minería verde”.
La batalla legislativa y la soberanía nacional
Paralelamente a la lucha entre mineros y pobladores, se desarrolló la batalla legislativa. La actual ley fue aprobada en 1995, permitiendo el regreso de las transnacionales mineras, que habían abandonado el país durante los años del conflicto armado. La ley fue reformada por primera vez en 2001 para beneficiar a las transnacionales, modificando la cláusula que establecía que un 4% de la riqueza producida por la extracción del patrimonio nacional, con fuerza laboral primordialmente salvadoreña, quedaría como regalías para el Estado salvadoreño. La reforma redujo el porcentaje de regalías de 4% a 2%: 1% para el gobierno central y 1% para el gobierno municipal.
Esta reforma fue una burla al pueblo salvadoreño y no porque el 4% representara algún reconocimiento a la soberanía nacional, sino porque los diputados, de forma descarada, mostraron su absoluto desinterés por el patrimonio nacional y su total desconsideración por la expoliación de riquezas que pertenecen al pueblo.
Aún está pendiente la ley
En diciembre de 2007 la Mesa Nacional frente a la Minería presentó una propuesta de Ley de Minería. Al año, la empresa Pacific Rim, con la asesoría de Chávez Mena y la complicidad de Orlando Arévalo ‑entonces diputado del Partido de Conciliación Nacional (PCN) y actual dirigente del nuevo Partido Popular- presentó una iniciativa de ley que colocaría la facultad de otorgar licencias de explotación minera en manos de una “autoridad minera”, en la que las transnacionales mineras tendrían una participación mayoritaria.
Ni siquiera Arévalo, el proponente de la iniciativa, pudo defender bien su propuesta y señaló contradictoriamente que “con los reglamentos actuales sería mejor prohibir la minería, pero esto sería un grave error, ya que en unos veinte años esa industria y el agro podrían convertirse en los rubros más importantes de El Salvador”.
En la discusión legislativa, los intereses mineros fueron defendidos con agresividad por personajes como el ex-Ministro de Hacienda, Manuel Enrique Hinds, conocido como “el padre de la dolarización”, y por un equipo de técnicos incluyendo funcionarios chilenos y peruanos. Pero ni así se pudo defender lo indefensible y la propuesta de ley no pasó de la discusión.
Un año antes de esta discusión, la Mesa Nacional frente a la Minería introdujo otra iniciativa de ley que, en esencia, pondría fin a la explotación de minerales en El Salvador. Hasta la fecha, este proyecto de ley no ha sido discutido en el órgano legislativo.
Extorsión: les debemos 100 mil millones
En junio de 2009, Pacific Rim, amparada en el capital de inversiones del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos (Central American Free Trade Agreement, CAFTA), demandó al gobierno de El Salvador por 100 mil millones de dólares en el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI), un tribunal corporativo del Banco Mundial. En el juicio, exigen este monto de indemnización por daños y perjuicios por no haber obtenido el permiso para la explotación. “Las violaciones del CAFTA son muy claras, la violación de los acuerdos del país son muy claros. Por eso creemos que hay una oportunidad muy grande de que Pacific Rim gane el arbitraje”, señaló Alexandre de Gramont, del consorcio Crowell & Moring, que lleva el caso a favor de Pacific Rim.
“En pocas palabras: estas empresas le dicen a El Salvador “O me dejas explotar tus tierras y sacar de ellas tu oro, no importa cuán devastador sea para la población y el medio ambiente, o te demando y me pagas con dinero la ganancia que esperaba obtener, porque para eso tenemos el flamante DR-CAFTA y tribunales como el CIADI”, dice un analista del Institute for Policy Studies.
Aunque el sentido común diría que este tipo de extorsión no puede ser avalado por un tribunal que aplica justicia, sólo existen dos casos en la historia de este tribunal en que el fallo ha favorecido a un Estado sobre la empresa privada: uno en Venezuela y otro en Argentina, aunque el Estado argentino perdió en la apelación ante una empresa francesa de proyectos acuíferos. El Pacific Rim tiene razones para expresar tanto optimismo.
Represión contra quienes resisten
El primer capturado de la Resistencia de Cabañas fue José Fernando Menjívar en el cantón La Trinidad, en un enfrentamiento entre pobladores y la empresa en 2006. Fue liberado como parte de la negociación, después que 150 vecinos y vecinas protestaran frente a las oficinas de Pacific Rim y de la Fiscalía. Dos años después, Nelson Ventura, promotor de ADES Santa Marta, fue atacado en un intento de homicidio. Pero fue hasta 2009 que el terror se hizo ley en las comunidades donde la empresa minera tiene intereses.
El primer hecho sucedió el 31 de enero de 2009, cuando la casa de Héctor Berríos y Zenayda Serrano fue abierta a la fuerza. La pareja es miembro de MUFRAS-32, organización integrante de la Resistencia minera en San Isidro y además, opositora a fraude electoral en este municipio para mantener en la alcaldía a José Ignacio Bautista, candidato de ARENA, un individuo que cuenta con apoyo de Pacific Rim. Curiosamente, los delincuentes no se llevaron dinero de la casa, ni bienes valiosos, sólo evidencias del fraude electoral.
Lo peor vino seis meses después. El 18 de junio desapareció Gustavo Marcelo Rivera, dirigente de la Asociación de Desarrollo Integral de Cabañas (ADIC), otra organización integrante de la Resistencia minera en San Isidro. 22 días después, su cadáver fue encontrado en un pozo, a donde lo tiraron después de torturarlo. La fecha de muerte establecida por las autoridades distaba de la que aparecía en la información que recabaron sus compañeros del movimiento social, quienes condujeron su propia investigación. Para ellos fue evidente que ni la Fiscalía ni la Policía Nacional Civil estaban realizando las tareas que les correspondía.
Los tentáculos del kraken
Gustavo Marcelo había recibido amenazas antes de su desaparición, tanto por sus actividades contra la minería como por su participación en las actividades contra el fraude electoral que realizó ARENA. Sin embargo, hasta después de su muerte, sus familiares conocieron que en las oficinas de CONCULTURA ‑ente gubernamental encargado de las Casas de la Cultura, y Rivera fue director de la Casa de San Isidro- se encontraba un grueso expediente con su nombre y una serie de fotografías de él con otros miembros del movimiento social de Cabañas, que documentaban su actividad política. Según dicen, buena parte de la documentación en ese expediente fue elaborada en papel membretado de la alcaldía de San Isidro. Este dato facilitó al movimiento ver qué tan lejos llegaban los tentáculos del kraken.
De junio hasta fin del año 2009, la campaña de terror escaló. A finales de julio, Luis Quintanilla, sacerdote católico comprometido en la defensa y promoción de los derechos humanos, fue víctima de agresiones físicas, amenazas de muerte e intento de secuestro y asesinato, cuando se retiró de la Radio Victoria, única radio comunitaria en Cabañas, también opuesta a la minería y al evidente fraude electoral que ARENA realizó en San Isidro. Oscar Beltrán, director de la radio, denunció que otros miembros del equipo de periodistas que dieron cobertura a la desaparición y hallazgo del cuerpo sin vida de Marcelo Rivera también fueron amenazados, Beltrán reconoció que, por el carácter social del medio, desde el año 2006 se habían recibido constantes amenazas, pero que a partir del caso de Rivera, arreciaron, por lo que habían denunciado el hostigamiento ante la Policía y la Fiscalía.
Una represión creciente
A los pocos días, Ramiro Rivera Gómez, miembro del Comité Ambiental de Cabañas y luchador social contra las operaciones de Pacific Rim, recibió ocho disparos por la espalda cuando se dirigía a ordeñar sus vacas y a traer elotes para que comieran en la asamblea del comité ambiental que se celebraría esa tarde. Sobrevivió al ataque sólo para ser emboscado cinco meses después por un comando de sicarios, quienes armados con fusiles de fabricación norteamericana M‑16/A1 rafaguearon el vehículo en donde se conducía. En esta cobarde y criminal emboscada, perdió la vida Ramiro Rivera y la señora Felícita Echeverría, quedando con heridas leves una niña que les acompañaba, Eugenia Guevara, de 13 años. Curiosamente, resultaron ilesos los dos agentes de la División de Protección de la Policía Nacional Civil, que habían sido asignados para proteger la vida de Rivera.
Una semana después fue brutalmente asesinada Dora Alicia Sorto, compañera de José Santos Ramírez, directivo del Comité Ambiental de Cabañas, quien había perdido dos dedos de una mano cuando fue secuestrado y torturado el año anterior.
A inicios de enero del 2010, el equipo de la Radio Victoria denunció, a través de la Asociación Mundial de Radios Comunitarias (AMARC), que nuevamente estaban siendo objeto de amenazas con mensajes en sus teléfonos celulares y en notas escritas.
“Todo es problema de rencillas familiares”
Inmediatamente después de la muerte de Dora Alicia Sorto, Pacific Rim subió a su página web un comunicado afirmando que “ha sido el blanco de falsas acusaciones hechas por grupos contra la minería, que de manera errónea sugieren el involucramiento de Pacific Rim en una serie de asesinatos en el área de Trinidad (Sensuntepeque, Cabañas)”.
“Pacific Rim niega rotundamente estas acusaciones”, afirma la empresa en el comunicado, señalando que no tiene otro conocimiento sobre los asesinatos que lo aparecido en los medios de comunicación salvadoreños, que informan que los incidentes están aparentemente relacionados con rencillas entre dos familias.
Curiosamente, quince días después de este comunicado, “El Diario de Hoy” publicó un artículo titulado “Tragedia en Cabañas por pugna entre vecinos”, manejando la tesis de que las muertes en el cantón La Trinidad se deben a pleitos entre familias. A la lista de Ramiro y Dora Alicia, agregan la de los padres de Oscar Menjívar ‑actualmente encarcelado por el asalto a Ramiro Rivera en agosto‑, de Horacio Menjívar Sánchez y de su esposa Esperanza Velasco.
La compañía es la causa de la violencia
Este enfoque del diario, que las organizaciones en Resistencia contra las minas ven como poco original, es una ofensa a todos los que han perdido familiares en esta lucha. La Mesa Nacional frente a la Minería respondió con otro comunicado: “Reiteramos que los crímenes en Trinidad, como también la desaparición, torturas y asesinato de Gustavo Marcelo Rivera, las amenazas al personal de Radio Victoria, los atentados al padre Luis Quintanilla y demás vejámenes contra líderes comunitarios en Cabañas, se deben a la conflictividad generada por los proyectos mineros de la empresa Pacific Rim y a la impunidad que causó la inacción de las autoridades fiscales y policiales”.
“Las rencillas personales o familiares que, posiblemente existen en Trinidad, se deben a las operaciones de Pacific Rim en la zona y a las opiniones a favor o en contra que sobre la minería adoptaron los miembros de la comunidad. Cabañas ‑a pesar de su alta pobreza y exclusión- fue de los departamentos menos violentos del país, pero esto cambió con el arribo de la cuestionada compañía extractiva. Por tanto, la causa principal de la conflictividad y los crímenes resultantes de ésta, no son las disputas entre vecinos, sino la presencia de Pacific Rim”.
¿Funes vacila?
Los pobladores de Cabañas y las organizaciones sociales y ambientalistas que les acompañan esperan que el compromiso del Presidente de la República trascienda del discurso a la práctica. Ciertamente, el Presidente Mauricio Funes ha sostenido públicamente que su gobierno no apoyará proyectos mineros de forma sistemática. Ahora, el movimiento de Resistencia a la minería espera que el órgano Ejecutivo y el Legislativo concreten el discurso de oposición a la minería con una ley que prohíba la explotación minera.
Para David Pereira, uno de los líderes de la Mesa contra la minería, “el Presidente Funes vacila en el asunto. Necesitamos un amparo legal. No basta con su palabra, porque no somos un país monárquico donde la palabra del soberano es ley. Igual actitud vemos de parte de los diputados”.
Pasa lo mismo en todo el continente
La escalada de la lucha, a favor y en contra de la minería, ha ido en ascenso desde el regreso de estas empresas en El Salvador después de los Acuerdos de Paz. Hector Berríos, de MUFRAS-32, sintetiza: “En la región latinoamericana hay 337 proyectos mineros. 118 de ellos están en conflicto, con patrones de comportamiento del conflicto parecidos: criminalizar la protesta, desestabilizar las comunidades, generar conflictos intercomunales, generar campañas de terror, compra de voluntades, chantajes y sobornos a las autoridaes. “ Es muy difícil imaginar a una Pacific Rim o a una Au Martinique Gold Company o a cualquier otra empresa minera que no actuara de esta forma, pues el oro nunca ha sido un negocio caritativo y hoy no es la excepción.
Que se vayan
Las empresas mineras nos recuerdan a aquella bestia marina que llamaron el Kraken. En el siglo XVIII, el monstruo era ya conocido en las aguas profundas del norte de Noruega, famoso por su despiadada forma de atacar a sus víctimas: golpeándolas y envolviéndolas en sus tentáculos, las arrastraba a sus terribles fauces y las devoraba. La leyenda decía que los voraces krakens viajaban hasta los trópicos, donde dejaban absolutamente vacías, tanto de animales como de humanos, a islas completas.
La única solución a los conflictos es la salida definitiva de El Salvador de estas empresas, de estos voraces krakens.
- Elaine Freedman es educadora popular. Corresponsal de Envío en El Salvador.