Entre­vis­ta de ABP a Dax Toscano

Agen­cia Boli­va­ria­na de Pren­sa (ABP): Com­pa­ñe­ro Dax Tos­cano, nos intere­sa saber su pun­to de vis­ta sobre el aco­so, per­se­cu­ción y judi­cia­li­za­ción por par­te de la dere­cha ecua­to­ria­na con­tra per­so­nas y orga­ni­za­cio­nes que rei­vin­di­can el pen­sa­mien­to Boli­va­riano en su país.

Dax Tos­cano (DT): Lo pri­me­ro que hay que com­pren­der es que en Ecua­dor toda­vía no se ha pro­du­ci­do un pro­ce­so de trans­for­ma­ción revo­lu­cio­na­ria que dé al tras­te con todas esas ins­ti­tu­cio­nes que son encar­ga­das, pre­ci­sa­men­te, de repri­mir. Esas ins­ti­tu­cio­nes no sólo tie­nen que ver direc­ta­men­te con el poder judi­cial, sino con los orga­nis­mos que apli­can la repre­sión direc­ta, como la poli­cía, el ejér­ci­to y los apa­ra­tos de inteligencia.

Hay que enten­der, en ese sen­ti­do, que el Esta­do ecua­to­riano es de cor­te capi­ta­lis­ta y está al ser­vi­cio de los gru­pos de poder polí­ti­co y eco­nó­mi­co. Por ende el Esta­do ecua­to­riano no es neu­tral: vela por los intere­ses de esos gru­pos. Y esos gru­pos van a uti­li­zar a los apa­ra­tos repre­si­vos para per­se­guir a todos aque­llos que ten­gan pos­tu­ras más radi­ca­les y que expre­sen con su prác­ti­ca un deseo… y no sólo un deseo, sino accio­nes con­cre­tas que tien­den a trans­for­mar ese régi­men opro­bio­so y explotador.

Esa es una de las razo­nes para la per­se­cu­ción: el temor que tie­nen las cla­ses deten­ta­do­ras del poder y sus apa­ra­tos repre­si­vos de que las fuer­zas revo­lu­cio­na­rias avan­cen, se for­ta­lez­can y lle­ven a cabo una trans­for­ma­ción mayor en el Ecua­dor. Esos sec­to­res son retar­da­ta­rios, por­que no quie­ren que las fuer­zas radi­ca­les, pro­gre­sis­tas, las fuer­zas revo­lu­cio­na­rias, pre­sio­nen al gobierno para que gire a la izquier­da y no a la derecha.
ABP: En ese con­tex­to que nos seña­la, Dax, nos gus­ta­ría escu­char su opi­nión sobre la situa­ción eco­nó­mi­ca, polí­ti­ca y social de Ecua­dor y los cam­bios que se han dado en los últi­mos años.

DT: El pre­si­den­te Correa en varios de sus dis­cur­sos ha seña­la­do que lle­gó el fin de la oscu­ra noche neo­li­be­ral. Yo creo que el fin de la oscu­ra noche neo­li­be­ral no ha lle­ga­do. Tal vez en algu­nos momen­tos ha habi­do un poco de luz, pue­de ser. Pero en otros ha oscu­re­ci­do más, tam­bién es cierto.

Hay que ser cla­ros: se está vivien­do un pro­ce­so com­ple­jo en el Ecua­dor, que no es un pro­ce­so que nos esté lle­van­do ya al socia­lis­mo del siglo XXI. Lo que sí se ve es gran can­ti­dad de refor­mas, muchas de las cua­les pue­den bene­fi­ciar a los sec­to­res populares.
Pero asi­mis­mo, se ve que en esa lucha de con­tra­rios, en esa con­tra­dic­ción que exis­te entre unas fuer­zas y otras den­tro de los mis­mos movi­mien­tos deno­mi­na­dos trans­for­ma­do­res o pro­gre­sis­tas, impli­ca algu­nas veces que las fuer­zas retar­da­ta­rias se impon­gan. Por poner­te un ejem­plo: de la cons­ti­tu­ción del Ecua­dor no se pudo qui­tar lo que hace refe­ren­cia a dios, por­que las fuer­zas con­ser­va­do­res de la dere­cha lo impi­die­ron. Lo mis­mo suce­dió con el tema de la des­pe­na­li­za­ción del aborto.

Los ante­rio­res son ape­nas dos ejem­plos de lo que suce­de a nivel social. A nivel eco­nó­mi­co no hay un pro­ce­so que lle­ve a la afec­ta­ción de los intere­ses oli­gár­qui­cos. Más bien esos sec­to­res de poder polí­ti­co y eco­nó­mi­co han pre­sio­na­do de una u otra for­ma para man­te­ner sus intere­ses. Por ejem­plo los ban­que­ros, las trans­na­cio­na­les mine­ras y del petró­leo, los gru­pos mono­pó­li­cos vin­cu­la­dos al sec­tor de la comu­ni­ca­ción; muchos de estos gru­pos están enquis­ta­dos en el Gobierno.

Hay que enten­der este pro­ce­so en toda su dimen­sión, y hay que saber inter­re­la­cio­nar las cosas. Sí, hay cosas bene­fi­cio­sas para los sec­to­res popu­la­res. Hay una polí­ti­ca asis­ten­cia­lis­ta social que no es mala, más bien es posi­ti­vo por­que en defi­ni­ti­va ayu­da a los sec­to­res que se les ha deja­do des­pla­za­dos. Pero tam­bién es nece­sa­rio decir que esto no es sufi­cien­te para que se aca­be la explo­ta­ción en el Ecuador.
En cam­bio, los sec­to­res de la oli­gar­quía no han sido afec­ta­dos en sus intere­ses. Enton­ces, ¿de qué va a depen­der esa trans­for­ma­ción?: de la pre­sión que ejer­zan, del gra­do de movi­li­za­ción que ten­gan los sec­to­res popu­la­res para hacer girar al gobierno hacia la izquier­da, y que estos sec­to­res se man­ten­gan fuer­tes para evi­tar el emba­te de las fuer­zas de la dere­cha una vez que se sien­tan afec­ta­dos en sus intereses.

Si el gobierno no está cons­cien­te de eso, la dere­cha más recal­ci­tran­te lo segui­rá gol­pean­do, y los intere­ses de esos sec­to­res no se verán afec­ta­dos, y las cosas segui­rán prác­ti­ca­men­te igual.

Enton­ces, por todo ello, yo creo que la famo­sa noche neo­li­be­ral toda­vía no se ha aca­ba­do en el Ecuador.

ABP: ¿Qué repre­sen­ta para el Ecua­dor la pre­sen­cia de las sie­te bases nor­te­ame­ri­ca­nas ins­ta­la­das recien­te­men­te en sue­lo colombiano?

Lo que hay que com­pren­der es que eso for­ma par­te de la estra­te­gia que Esta­dos Uni­dos está dise­ñan­do para Amé­ri­ca Lati­na. Muchos dicen que EU no ha teni­do una estra­te­gia cla­ra hacia Amé­ri­ca Lati­na, por eso es que ha ido per­dien­do algu­nos espa­cios. Eso es dis­cu­ti­ble, pero en cier­ta for­ma lo que pode­mos decir es que EU está pen­dien­te de que, lo que pien­san como su patio tra­se­ro, se le está yen­do de las manos a tra­vés de vías que ante­rior­men­te no eran con­si­de­ra­das las ade­cua­das, y que hoy se están mate­ria­li­zan­do en la prác­ti­ca, tales como los pro­ce­sos electorales.

Ese patio tra­se­ro se les está yen­do de las manos por­que hay pre­si­den­tes dig­nos, pre­si­den­tes que quie­ren trans­for­ma­cio­nes, como el caso del pre­si­den­te Evo Mora­les en Boli­via o el pre­si­den­te Chá­vez aquí en Vene­zue­la y, en cier­ta for­ma aun­que eso pue­da gene­rar dis­cu­sio­nes, una polí­ti­ca cohe­ren­te en ese sen­ti­do del pre­si­den­te Correa en Ecua­dor. Estos son los tres pre­si­den­tes más cues­tio­na­dos por el impe­ria­lis­mo y las oli­gar­quías en Amé­ri­ca Lati­na. Eso ya deja mucho que pen­sar, ¿no es cierto?

Enton­ces, colo­car las sie­te bases en Colom­bia sig­ni­fi­ca para noso­tros, en pri­mer lugar, vio­lar nues­tra sobe­ra­nía, por­que es una vio­la­ción a la sobe­ra­nía de un país her­mano, y noso­tros somos tan colom­bia­nos como ecua­to­ria­nos. Ade­más cons­ti­tu­ye una ame­na­za laten­te para el pro­ce­so boli­va­riano de Vene­zue­la y de todas las fuer­zas que quie­ran bus­car una trans­for­ma­ción, por­que estas bases mili­ta­res nor­te­ame­ri­ca­nas no tie­nen, como se ha dicho, el obje­ti­vo de com­ba­tir el nar­co­trá­fi­co y a la insur­gen­cia colombiana.

Según un infor­me de la Fuer­za Aérea de Esta­dos Uni­dos, estas bases se levan­ta­ron con el obje­ti­vo de hacer vigi­lan­cia en todo el con­ti­nen­te y lan­zar ata­ques y tro­pas con avio­nes que no nece­si­tan abas­te­ci­mien­to de com­bus­ti­ble duran­te varias horas. Quie­ren man­dar estos ata­ques y tro­pas con­tra los paí­ses a los que EU con­ci­be como “enemi­gos poten­cia­les”. ¿Cuá­les son esos “enemi­gos poten­cia­les”? Aque­llos paí­ses que tie­nen regí­me­nes con­tra­rios a los intere­ses esta­dou­ni­den­ses. Eso tie­ne para noso­tros una afectación.

Ade­más hay que ver que el régi­men nar­co­pa­ra­mi­li­tar de Uri­be en Colom­bia mane­ja la mis­ma doc­tri­na de “Gue­rra Pre­ven­ti­va” de Geor­ge W. Bush, es decir, lan­zar ata­ques en cual­quier rin­cón del mun­do sin que nece­sa­ria­men­te alguien le haya ata­ca­do. Así lo demos­tró en Angos­tu­ra, en Ecua­dor, con el ata­que al cam­pa­men­to del Coman­dan­te de las FARC- EP, Raúl Reyes. Enton­ces, Colom­bia pue­de, en cual­quier momen­to, lan­zar un ata­que de esa natu­ra­le­za con el jus­ti­fi­ca­ti­vo de per­se­guir fuer­zas insur­gen­tes en terri­to­rio ecua­to­riano. Eso cons­ti­tu­ye un peligro.

Y ade­más, des­de el pun­to de vis­ta polí­ti­co y éti­co, hay que recha­zar eso por­que no es posi­ble que ven­gan poten­cias con esas nue­vas polí­ti­cas neo­co­lo­nia­les a afec­tar a nues­tros pueblos.

ABP: ¿Qué sig­ni­fi­ca­do tie­ne para el pue­blo ecua­to­riano la cons­ti­tu­ción del Movi­mien­to Con­ti­nen­tal Bolivariano?

DT: Ecua­dor es sólo un esla­bón de un gran movi­mien­to que no sólo es lati­no­ame­ri­cano, sino que ha tras­cen­di­do las fron­te­ras, y que inclu­so está pre­sen­te en Euro­pa y otros paí­ses don­de no se pen­sa­ba posi­ble, por ejem­plo en Tur­quía. Esto es fun­da­men­tal, por­que nin­gu­na lucha revo­lu­cio­na­ria pue­de redu­cir­se a los mar­cos de las fron­te­ras de un país.
El Che y otros gran­des pen­sa­do­res siem­pre dije­ron que la lucha tenía que ser de carác­ter inter­na­cio­nal. La fra­se de Bolí­var: “Uni­dad, uni­dad, uni­dad”, es el con­cep­to que nos va a per­mi­tir avan­zar con­tra el emba­te de las oli­gar­quías, quie­nes por cier­to sí se unen. Las oli­gar­quías sí for­man trans­na­cio­na­les del cri­men y del terro­ris­mo, mien­tras que noso­tros muchas veces nos man­te­ne­mos desunidos.

Por eso, la cons­ti­tu­ción del MCB es un avan­ce impor­tan­te para hacer­le fren­te a esas trans­na­cio­na­les del cri­men y del terro­ris­mo: por­que nues­tra lucha no es de un solo pue­blo, es una lucha inter­na­cio­na­lis­ta. Esa es la lucha que debe­mos profesar.

Debe­mos sen­tir­nos tan vene­zo­la­nos, tan cuba­nos, tan boli­via­nos, tan colom­bia­nos, tan hon­du­re­ños, etc. como lo son los ciu­da­da­nos nati­vos de esos paí­ses. Por lo tan­to, noso­tros debe­mos defen­der las luchas de esos pue­blos. Y esos pue­blos sabrán, en su momen­to, defen­der con el mis­mo com­pro­mi­so nues­tras luchas. Por eso es tan impor­tan­te la cons­ti­tu­ción del MCB, para lograr obje­ti­vos con­cre­tos que nos colo­quen en mejor posi­ción para hacer fren­te a nues­tros enemi­gos comunes.

ABP: Gra­cias, compañero.
DT: Gra­cias a ti. 

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