¿Y tú me lo pre­gun­tas?- Borro­ka Garaia

¿Qué es un facha? –dices mien­tras clavas
en mi espal­da tu porra negra de la ley española
¿Qué es un facha? ¿Y tú me lo preguntas?
facha… eres tú.

Ortu­zar se dis­fra­zó de sobe­ra­nis­ta esco­cés en car­na­va­les. El res­to del año va dis­fra­za­do de sobe­ra­nis­ta vas­co. Su par­ti­do es igual. Si un cama­león pasa­ría fren­te a algún acto elec­to­ral del PNV, al oír las sofla­mas pre­fa­bri­ca­das de sus labo­ra­to­rios de think tank se que­da­ría mara­vi­lla­do y qui­zás pen­sa­ti­vo si real­men­te el ape­la­ti­vo de cama­león le corres­pon­de a él o a los geri­fal­tes jelkides.

Dice Ortu­zar que hay que ser atre­vi­do para exi­gir al PNV que eli­ja entre inde­pen­den­cia y auto­no­mía. Y nadie le pue­de qui­tar la razón ni repro­char nada en ese sen­ti­do. Ya que opta­ron por la auto­no­mía espa­ño­la deci­di­da­men­te. De la que han hecho ban­de­ra. Es por ello que Ortu­zar habla de ser demó­cra­ta y res­pe­tar las reglas del jue­go demo­crá­ti­co. Las mis­mas reglas que hacen ile­gal un pro­ce­so de auto­de­ter­mi­na­ción que pue­da desem­bo­car en la inde­pen­den­cia. Si se res­pe­tan las reglas de la demo­cra­cia espa­ño­la no se res­pe­ta a la nación vas­ca ni a la libertad.
Por lo tan­to no es que solo apos­ta­ran por la auto­no­mía sino que ala­ban y legi­ti­man al sis­te­ma que impi­de por la fuer­za la independencia.

Pero es que tam­po­co se que­da ahí la cosa. A par­te de apos­tar por la auto­no­mía y legi­ti­mar un sis­te­ma que prohí­be la inde­pen­den­cia por la fuer­za, son par­tí­ci­pes de esa fuer­za. Como aca­ban de demos­trar una vez más gol­pean­do cobar­de­men­te a ami­gos y fami­lia­res de Jone Ame­za­ga para secues­trar­la, lle­var­la a Madrid y encarcelarla.

Si ahí que­da­ría la cosa sim­ple­men­te serían unos auto­no­mis­tas cola­bo­ra­cio­nis­tas del régi­men espa­ñol. Pero hay más. Mucho más. No son auto­no­mis­tas, legi­ti­man a un sis­te­ma ile­gí­ti­mo y son par­tí­ci­pes de la vio­len­cia de esta­do por prin­ci­pios polí­ti­cos. Lo cual no sería res­pe­ta­ble pero ten­dría lógi­ca polí­ti­ca. Lo son por intere­ses eco­nó­mi­cos y por el bol­si­llo. El par­ti­do del nego­cio vas­co. Muy lejano de aquel Sabino Ara­na encar­ce­la­do pues aho­ra el PNV encar­ce­la y dis­per­sa bajo la mis­ma juris­dic­ción espa­ño­la que lo hizo con Sabino.

El par­ti­do del nego­cio vas­co pien­sa que no podría pros­pe­rar, rapi­ñar y dar de comer a su ejer­ci­to cor­po­ra­ti­vo enchu­fis­ta de la mis­ma mane­ra en una Eus­kal Herria libre e inde­pen­dien­te ni jugar a ser cama­león. Pues el par­ti­do del nego­cio vas­co tie­ne mie­do a la cla­se tra­ba­ja­do­ra vas­ca y tiem­bla al pen­sar que haría sin la pro­tec­ción del esta­do espa­ñol a sus intere­ses bur­gue­ses. ¿Cómo dia­blos se va a enfren­tar la oli­gar­quía y alta bur­gue­sía autóc­to­na a la cla­se tra­ba­ja­do­ra vas­ca sin los pode­res fác­ti­cos extran­je­ros que les han defen­di­do his­tó­ri­ca­men­te ?. No tie­nen nada que hacer y lo saben. Y es que es pre­ci­sa­men­te por eso por lo que los sec­to­res capi­ta­lis­tas de este país jamás han opta­do por la inde­pen­den­cia. Y des­de que entró Sota en el PNV no ha vuel­to a salir.

Si en Nafa­rroa Garaia está UPN y PSN, en la Eus­kal Herria occi­den­tal está PNV-PSE-PP. Cum­plien­do las mis­mas fun­cio­nes de mane­ra diver­si­fi­ca­da. Con dis­tin­tos gan­chos, dife­ren­tes ban­de­ras. Pero para lo mis­mo. Tan­to en un sitio como en otro solo la cla­se tra­ba­ja­do­ra cons­cien­te pue­de rever­tir­lo y de la mis­ma mane­ra. Empo­de­rán­do­se y ejer­cien­do la auto­de­ter­mi­na­ción, has­ta la inde­pen­den­cia y el socialismo.
Una cla­se tra­ba­ja­do­ra vas­ca sobe­ra­na fren­te a los que quie­ren que deci­da la troi­ka, la UE, los pala­ce­tes de Negu­ri, los terra­te­nien­tes cune­te­ros o el impe­ria­lis­mo español.

La deci­sión por tan­to no está en manos del PNV sino en la cla­se tra­ba­ja­do­ra vas­ca. Así que no per­da­mos más tiem­po pidien­do peras al olmo sino en con­ven­cer y tra­ba­jar codo con codo con quien pue­de y debe ser el suje­to de cambio.