Tene­mos que pegar­le un zapa­ta­zo en la cara al Esta­do Español

Gabi Basa­ñez, diri­gen­te de la Orga­ni­za­ción vas­ca Aska­pe­na, a pun­to de ser juzgado.

por Car­los Aznárez

Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 8 de sep­tiem­bre 2015.- Gabi Basa­ñez es un mili­tan­te his­tó­ri­co de la cau­sa inter­na­cio­na­lis­ta que afron­ta un pedi­do de varios años de cár­cel pre­ci­sa­men­te por ejer­cer su prác­ti­ca soli­da­ria con otros pue­blos del mun­do y trans­mi­tir lo que ocu­rre en su país, Eus­kal Herria. Muy cono­ci­do en Lati­noa­mé­ri­ca por su com­pro­mi­so con todas las cau­sas jus­tas, entre ellas la de los pue­blos ori­gi­na­rios, Basa­ñez expli­ca por qué en octu­bre debe­rán pasar ‑jun­to a otros cua­tro com­pa­ñe­ros de mili­tan­cia- por ese Tri­bu­nal de excep­ción que es la Audien­cia Nacio­nal española.
RL – El 15 de octu­bre comien­za en Madrid el jui­cios a «los 5 de Aska­pe­na», ¿Qué es lo que se está juz­gan­do: a Aska­pe­na, a uste­des como mili­tan­tes o al internacionalismo?
G – Se juz­ga­rán las tres cosas, por­que somos cin­co mili­tan­tes de Aska­pe­na y las acu­sa­cio­nes son con­cre­tas con­tra noso­tros, pero es de una mag­ni­tud mayor la con­de­na que se quie­re hacer al Inter­na­cio­na­lis­mo y la con­de­na del tra­ba­jo soli­da­rio en cla­ve inde­pen­den­tis­ta que lle­va Aska­pe­na. Por un lado se cri­mi­na­li­za todo el accio­nar de las Bri­ga­das de Aska­pe­na, y de inter­cam­bio de expe­rien­cias con otros pro­ce­sos socia­les inde­pen­den­tis­tas de nume­ro­sos pue­blos, que se ha rea­li­za­do duran­te años.

RL – Detrás de este jui­cio está ‑cuan­do no- la mano del ex juez Bal­ta­sar Gar­zón, el mayor repre­sor de la cau­sa inde­pen­den­tis­ta vasca.

G – Así es. Este pro­ce­so empe­zó con la famo­sa teo­ría del ex juez Gar­zón de “todo es ETA”. En reali­dad es un inten­to de cri­mi­na­li­zar y hacer des­apa­re­cer el tra­ba­jo en dis­tin­tas áreas, tan­to a nivel popu­lar como al de los sec­to­res más orga­ni­za­dos, que apues­tan a un pro­yec­to Inde­pen­den­tis­ta de un Esta­do Socia­lis­ta para Eus­kal Herria. Así es como comien­za todo, con esa abe­rra­ción de hacer que todo el movi­mien­to popu­lar inde­pen­den­tis­ta es ETA, y por lo tan­to, según Gar­zón, «terro­ris­ta».

Enton­ces ha habi­do más fases dis­tin­tas en las que todo el movi­mien­to popu­lar, anti­rre­pre­si­vo, sin­di­cal, polí­ti­co, todos los apa­ra­tos y orga­ni­za­cio­nes que de algu­na mane­ra se sen­tían o sien­ten par­te de este pro­yec­to han esta­do ame­na­za­das y han sido una por una ata­ca­das e ile­ga­li­za­das. En esos momen­tos, el Esta­do deci­de que no exis­te vía polí­ti­ca en Eus­kal Herria des­de esa pers­pec­ti­va de levan­tar un Esta­do Inde­pen­den­tis­ta Socia­lis­ta Vasco.

RL – ¿En que aspec­tos basa­rán su defensa?

G – Vien­do cua­les son las acu­sa­cio­nes, a no ser que apa­rez­can nue­vas en el jui­cio, la defen­sa nues­tra va a ser reafir­mar­nos como mili­tan­tes de Aska­pe­na y en el tra­ba­jo orga­ni­za­ti­vo y polí­ti­co que rea­li­za­mos con Aska­pe­na. Apar­te de decir que Aska­pe­na es una estruc­tu­ra de ETA, las acu­sa­cio­nes pasan por­que nos hemos reu­ni­do, que hemos rea­li­za­do dis­tin­tas acti­vi­da­des en otros paí­ses, en otros pro­ce­sos, que tenía­mos pega­ti­nas en nues­tros domi­ci­lios, que hemos pega­do car­te­les. Esas son las “razo­nes» por­me­no­ri­za­das y noso­tros asu­mi­mos que ese tra­ba­jo lo hemos rea­li­za­do y lo vamos a seguir hacien­do en la medi­da en que haya una míni­ma posi­bi­li­dad legal de seguir con ese él.

Por un lado hay una acu­sa­ción de seis a diez años de cár­cel para los 5 de Aska­pe­na pero por otro lado tam­bién se está pidien­do la ile­ga­li­za­ción de la orga­ni­za­ción inter­na­cio­na­lis­ta. Nos pare­ce que se quie­re lim­piar de un plu­ma­zo la base inter­na­cio­na­lis­ta en Eus­kal Herria des­de esa visión de un esta­do socia­lis­ta inde­pen­dien­te y cree­mos que esa defen­sa hay que hacer­la. Hay que con­se­guir y cree­mos que lo vamos a lograr, que no ile­ga­li­cen al inter­na­cio­na­lis­mo. Para ello es fun­da­men­tal la movi­li­za­ción popu­lar y en ese sen­ti­do la lla­ma­da que se ha hecho a rea­li­zar jui­cios con­tra el Esta­do Espa­ñol en todos los sitios don­de sea posible.

RL – Den­tro de la estra­te­gia publi­ci­ta­ria que han adop­ta­do fren­te al Jui­cio, uste­des han adop­ta­do como Sím­bo­lo de apo­yo a los cin­co, el pañue­lo pales­tino color naran­ja y una zapa­ti­lla o zapa­to en la mano… ¿A qué se debe este planteo?

G – Por un lado, el pañue­lo pales­tino por­que es un sím­bo­lo de los inter­na­cio­na­lis­tas en todo el mun­do y el naran­ja es iden­ti­fi­ca­to­rio en Eus­kal Herria con el color de la rebel­día, de la insu­mi­sión fren­te a todas estas ope­ra­cio­nes con­tra las orga­ni­za­cio­nes polí­ti­cas que al final aca­ban con deten­cio­nes. Por eso tam­bién que­ría­mos que nues­tra defen­sa tam­bién sea en esa cla­ve insumisa.

El tema de la zapa­ti­lla, por­que vemos que hay que enca­rar este jui­cio con orga­ni­za­ción mili­tan­te, con ganas, con movi­li­za­ción y le tene­mos que pegar un zapa­ta­zo en la cara al Esta­do Espa­ñol, a este Esta­do fas­cis­ta que no nos deja orga­ni­zar­nos ni lograr las míni­mas liber­ta­des públi­cas polí­ti­cas. El zapa­ta­zo tam­bién, por­que se ha usa­do, sobre todo en el mun­do ára­be e islá­mi­co, cla­ra­men­te como agre­sión y defen­sa con­tra el imperialismo.

RL – ¿Qué ha cam­bia­do en Eus­kal Herria des­de que ETA aban­do­nó la lucha arma­da? ¿Se pue­de hablar de un pro­ce­so de avan­ce en la reso­lu­ción del pro­lon­ga­do con­flic­to entre el País Vas­co y el Esta­do Español?

G – Hay aspec­tos posi­ti­vos y nega­ti­vos. Los aspec­tos posi­ti­vos serian que por un lado. en las pri­me­ra elec­cio­nes des­pués del anun­cio de ETA, se incre­men­tó un poco la fuer­za de la izquier­da aber­tza­le jun­to a otras orga­ni­za­cio­nes vas­cas, algo que des­cen­dió en las últi­mas. Esto ocu­rrió tam­bién con las movi­li­za­cio­nes de masas nacio­na­les, que han esta­do más o menos poten­tes. Pero por otro lado, en un balan­ce de la par­te nega­ti­va, se nota una debi­li­dad orga­ni­za­ti­va en la base, en los pue­blos no hay un refuer­zo de ese tra­ba­jo y hay como una tran­si­ción de aque­lla pro­pues­ta de un Esta­do Inde­pen­dien­te Vas­co en don­de asu­mía­mos la auto­de­fen­sa como un eje de nues­tro pro­yec­to, y la con­cep­ción actual en la que de algu­na mane­ra eso está en cues­tio­na­do. Tam­bién hay una tran­si­ción en ese pro­yec­to de la vía polí­ti­ca, tal cual como se ha plan­tea­do has­ta aho­ra, y que vere­mos don­de aca­ba, ya que está en deba­te. Eso sería lo más posi­ti­vo y por otro lado se está man­te­nien­do el pro­yec­to de los movi­mien­tos popu­la­res que para noso­tros son la base de cual­quier pro­yec­to que pue­da enfren­tar al Esta­do Espa­ñol y al Esta­do Fran­cés, por­que sin movi­mien­to popu­lar, sólo con las ins­ti­tu­cio­nes, no vamos a lle­gar a nin­gún sitio.

RL – ¿Nota algún cam­bio en la diná­mi­ca de los Esta­dos espa­ñol y fran­cés fren­te al con­flic­to que afec­ta a Eus­kal Herria?

G – No. La reali­dad es que siguen ile­ga­li­zán­do­se mani­fes­ta­cio­nes, siguen los pro­yec­tos de pros­cri­bir orga­ni­za­cio­nes, con­ti­núa aumen­tan­do el núme­ro de pre­sas y pre­sos vas­cos. Unos pocos salen en liber­tad, pero sigue esa repre­sión que aca­ba con los mili­tan­tes en la cár­cel y no hay nin­gu­na rotu­ra. Al con­tra­rio, en el sen­ti­do de dar una posi­bi­li­dad a una res­pues­ta a la ciu­da­da­nía o a una sali­da demo­crá­ti­ca del con­flic­to, la res­pues­ta es una nega­ción con­cre­ta de la exis­ten­cia del pue­blo vas­co. Segui­mos en la mis­ma situa­ción en las sie­te pro­vin­cias, tan­to las tres que están bajo admi­nis­tra­ción fran­ce­sa como las cua­tro que están bajo la espa­ño­la. En ese sen­ti­do se da una inmo­vi­li­dad total de los Estados.

RL – En una ins­tan­cia como la que están por enfren­tar, ¿cuán­to valo­ran la soli­da­ri­dad que les lle­ga des­de Latinoamérica?

G – Qué decir a tan­tos com­pa­ñe­ros y com­pa­ñe­ras que siguen la reali­dad de la lucha de Eus­kal Herria y que com­par­ten con noso­tros las ale­grías y los sin­sa­bo­res de la bata­lla en la que esta­mos empe­ña­dos. Decir­les que es gra­cias a ellos, segu­ra­men­te tam­bién a par­te de la movi­li­za­ción que pue­de haber en Eus­kal Herria, que vamos a parar este inten­to de cri­mi­na­li­zar al inter­na­cio­na­lis­mo vas­co. Les pedi­mos que sigan con ese tra­ba­jo de cara al jui­cio y tam­bién des­pués, de hacer lle­gar a otros pro­ce­sos, otras gen­tes mili­tan­tes, a otras lati­tu­des ese pro­yec­to que exis­te en Eus­kal Herria de un Esta­do Socia­lis­ta Inde­pen­dien­te, y que sigan denun­cian­do lo que está ocu­rrien­do aquí. Para noso­tros eso es fun­da­men­tal, y sobre todo en nues­tro caso, agra­de­ce­mos a los Amig@s de Eus­kal Herria que en tan­tas par­tes del mun­do están rea­li­zan­do ese tra­ba­jo de soli­da­ri­dad militante.

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