¿Ser­vir al Pue­blo o ser­vir­se del Pue­blo?- Izquier­da Castellana

Las elec­cio­nes muni­ci­pa­les de 1979 pusie­ron de mani­fies­to que la opo­si­ción al pro­ce­so de tran­si­ción de sec­to­res impor­tan­tes de la socie­dad no sólo se expre­sa­ba en la movi­li­za­ción popu­lar en la calle y otros dife­ren­tes fren­tes de lucha, sino que las opcio­nes rup­tu­ris­tas tam­bién tenían un sig­ni­fi­ca­ti­vo apo­yo elec­to­ral en diver­sos pue­blos del Esta­do espa­ñol, espe­cial­men­te Eus­kal Herria, pero tam­bién Gali­cia, Cata­lu­ña y con algu­nos mati­ces Andalucía.
La ausen­cia de orga­ni­za­cio­nes pro­pias por aquel enton­ces en Cas­ti­lla con­di­cio­nó que en nues­tro pue­blo no hubie­ra una situa­ción similar.
Esas opcio­nes rup­tu­ris­tas tenían una defi­ni­ción y un reco­rri­do níti­do, sin ambi­güe­da­des. Y tenían ade­más una tra­yec­to­ria cuyas raí­ces esta­ban situa­das, con dife­ren­tes carac­te­rís­ti­cas, en la lucha antifranquista.

En aquel enton­ces, el pro­ce­so de tran­si­ción atra­ve­sa­ba por una pro­fun­da cri­sis de la que el pro­nun­cia­mien­to mili­tar del 23‑F fue una de sus expre­sio­nes. La UCD, el con­glo­me­ra­do polí­ti­co que había ges­tio­na­do los pri­me­ros años del pro­ce­so, comen­za­ba a estar en fran­ca des­com­po­si­ción, y su líder Adol­fo Suá­rez seria­men­te cues­tio­na­do por pro­pios y ajenos.

La nece­si­dad de arti­cu­lar algún tipo de gobierno de con­cen­tra­ción nacio­nal que encau­za­ra las cosas, el lla­ma­do “Pac­to de la Mon­cloa” fue un paso en esa direc­ción; era comen­ta­rio habi­tual de los medios y ter­tu­lia­nos de la épo­ca, y estu­vo en los orí­ge­nes del 23‑F.
Las con­ver­sa­cio­nes de Enri­que Múgi­ca, uno de los prin­ci­pa­les líde­res del PSOE de la épo­ca, con el Gene­ral Arma­da, supu­sie­ron uno de los hilos prin­ci­pa­les de ese cocinado.

La “inte­li­gen­cia” del Esta­do, que por supues­to es real­men­te exis­ten­te, es bas­tan­te más hábil de lo que algun@s con­si­de­ran. En aquel momen­to, exac­ta­men­te igual que aho­ra, era capaz de jugar en varios fren­tes a la vez, que podían apa­ren­tar ser con­tra­pues­tos ante deter­mi­na­dos sec­to­res de la opi­nión públi­ca; y esa era pre­ci­sa­men­te la esen­cia de la cuestión.

En aquel enton­ces, al mis­mo tiem­po que alen­ta­ban o deja­ban hacer en lo refe­ren­te a los pre­pa­ra­ti­vos de la inter­ven­ción polí­ti­ca-mili­tar del 23F de 1981, poten­cia­ban a toda máqui­na una alter­na­ti­va polí­ti­co-elec­to­ral y a un equi­po de líde­res que median­te una ope­ra­ción bien dise­ña­da, de mar­ke­ting comu­ni­ca­cio­nal, fue capaz de sem­brar la ilu­sión ‑de un cam­bio- que des­de lue­go la gen­te desea­ba y necesitaba.


Esa alter­na­ti­va encar­na­da en el PSOE y su máxi­mo líder Feli­pe Gon­zá­lez, al que hay que reco­no­cer­le que poseía las capa­ci­da­des para jugar el papel que se le recla­ma­ba, tenía varias misio­nes: Esta­bi­li­zar polí­ti­ca­men­te el Régi­men sali­do de la tran­si­ción, pro­por­cio­nán­do­le una legi­ti­mi­dad social que has­ta ese momen­to no tenía; afron­tar las refor­mas estruc­tu­ra­les de la eco­no­mía (pro­duc­ti­va y finan­cie­ra) que exi­gía la pers­pec­ti­va de entra­da en la UE; y ges­tio­nar la reubi­ca­ción del Esta­do espa­ñol en el esce­na­rio inter­na­cio­nal, fun­da­men­tal­men­te vía OTAN y UE.
Suá­rez tenía una visión par­cial­men­te dife­ren­te de cuál debía de ser ese papel y esa ubicación.

Las elec­cio­nes gene­ra­les de 1982 fue­ron el gran esce­na­rio en el que se sus­tan­ció esa operación.
Una bue­na par­te de las gen­tes que mili­ta­ban o cola­bo­ra­ban con la lla­ma­da izquier­da revo­lu­cio­na­ria esta­tal, se deja­ron des­lum­brar por aquel “cam­bio”, rea­li­zan­do una eva­lua­ción polí­ti­ca total­men­te erró­nea de lo que ello sig­ni­fi­ca­ba. En el caso de una de las fuer­zas que se encua­dra­ban en esa lla­ma­da izquier­da revo­lu­cio­na­ria esta­tal, el M.C., se abrió un pro­fun­do deba­te sobre el papel que iba a jugar el pri­mer gobierno de Feli­pe Gon­zá­lez y por tan­to la línea de tra­ba­jo que había que seguir ante esa nue­va reali­dad. La inmen­sa mayo­ría de la mili­tan­cia de esa orga­ni­za­ción en Cas­ti­lla asu­mió la tesis de que el Gobierno del PSOE de 1982 era en lo esen­cial un ins­tru­men­to para lle­var ade­lan­te los pla­nes eco­nó­mi­cos y polí­ti­cos del blo­que domi­nan­te espa­ñol y del capi­ta­lis­mo trans­na­cio­nal. De ahí y con esas posi­cio­nes salió el gru­po que impul­sa­ría la cons­ti­tu­ción de la U.P.C., embrión de lo que hoy es el movi­mien­to popu­lar castellano.
El PSOE, pro­me­tía “un cam­bio”, que pasa­ba por un mon­tón de cosas que la gen­te desea­ba, entre otras la hon­ra­dez, (cien años de hon­ra­dez, decían), la crea­ción de pues­tos de tra­ba­jo (pro­me­tían 800.000, pues tam­bién por aquel enton­ces está­ba­mos en cri­sis), la no incor­po­ra­ción a la OTAN («OTAN de entra­da no»)… por recor­dar sólo algu­nos ejemplos.

Final­men­te la lle­ga­da al Gobierno del PSOE de Feli­pe Gon­zá­lez, supu­so real­men­te el des­man­te­la­mien­to de una bue­na par­te de la estruc­tu­ra pro­duc­ti­va del Esta­do espa­ñol, la rati­fi­ca­ción de la incor­po­ra­ción a la OTAN rea­li­za­da en el Gobierno de Cal­vo Sote­lo; y una ofen­si­va repre­si­va bru­tal con­tra los movi­mien­tos polí­ti­cos y socia­les que no se cre­ye­ron su “cam­bio” y que siguie­ron movi­li­zán­do­se en la calle por una autén­ti­ca demo­cra­cia o sim­ple­men­te en defen­sa de los dere­chos sociales.

Los dos minis­tros del inte­rior de Feli­pe Gon­za­lez más sig­ni­fi­ca­dos, Barrio­nue­vo y Cor­cue­ra, aca­ba­ron sien­do juz­ga­dos por sus impli­ca­cio­nes en el terro­ris­mo de Esta­do tan acti­vo en aque­lla época.

Actual­men­te atra­ve­sa­mos de nue­vo por un pro­fun­da cri­sis del Régi­men que tie­ne moti­va­cio­nes socio-eco­nó­mi­cas, pero tam­bién moti­va­cio­nes polí­ti­cas de pri­mer orden, entre las que des­ta­ca el des­gas­te de la ins­ti­tu­ción monár­qui­ca; el anhe­lo de la mayo­ría de la pobla­ción de poder pro­nun­ciar­se demo­crá­ti­ca­men­te sobre la for­ma de Esta­do; así como al exi­gen­cia de ampli­si­mos sec­to­res de la socie­dad cata­la­na, pero tam­bién de otros Pue­blos, para ejer­cer el dere­cho demo­crá­ti­co a decidir.

De nue­vo el Esta­do, aun­que cier­ta­men­te en esta oca­sión sus ambi­cio­nes son mucho más limi­ta­das por­que esta­mos ante un final de ciclo, aspi­ra a com­bi­nar una ope­ra­ción de rele­gi­ti­ma­ción del Sis­te­ma ante algu­nos sec­to­res socia­les, uno de cuyos ins­tru­men­tos es “Pode­mos”, o la sus­ti­tu­ción de Juan Car­los por Feli­pe VI, con una ope­ra­ción de gran cala­do, de blin­da­je auto­ri­ta­rio ‑dic­ta­du­ra civil‑, podría­mos lla­mar­la, de las ins­ti­tu­cio­nes esen­cia­les, según su pers­pec­ti­va: espe­cial­men­te la monar­quía y las fuer­zas repre­si­vas. Todo ello acom­pa­ña­do de la pues­ta en mar­cha de un engra­na­je legis­la­ti­vo-nor­ma­ti­vo para ampa­rar “legal­men­te” la ofen­si­va repre­si­va ya pues­ta en mar­cha y que se inten­si­fi­ca­rá en los pró­xi­mos meses con­tra los movi­mien­tos popu­la­res, así como con­tra el Pue­blo Tra­ba­ja­dor en gene­ral. Por­que la ofen­si­va anti­so­cial del Gobierno para nada ha toca­do fondo.

En aquel enton­ces, en 1982, un gran núme­ro de cua­dros de la lla­ma­da izquier­da revo­lu­cio­na­ria esta­tal (P.T., M.C., L.C.R.) se pasa­ron a aquel PSOE que anda­ba fran­ca­men­te esca­so de recur­sos huma­nos, para asu­mir todas las res­pon­sa­bi­li­da­des de ges­tión que les supu­so la entra­da en el Gobierno espa­ñol y des­pués en el de nume­ro­sas comu­ni­da­des autó­no­mas. Lo mis­mo ocu­rrió con sec­to­res pro­ce­den­tes del PCE. Todas fue­ron bien com­pen­sa­das a tra­vés de los nume­ro­sos car­gos que el PSOE tenía a su disposición.

Esas muta­cio­nes se hicie­ron sin mayo­res com­ple­jos en el momen­to, aun­que el paso del tiem­po ha deja­do a cada quien en su lugar. Con Pode­mos, por supues­to a una menor esca­la, tal como corres­pon­de al alcan­ce menor de la ope­ra­ción, ya empe­za­mos a com­pro­bar fenó­me­nos simi­la­res que no hacen sino repro­du­cir el sis­te­ma de vivir a cos­ta de la par­ti­to­cra­cia, tan arrai­ga­do en la tra­di­ción polí­ti­ca española.
Aun­que qui­zás lo de mayor inte­rés en esta nue­va ope­ra­ción, en lo que afec­ta a este tipo de actua­cio­nes, es el inten­to de des­es­ta­bi­li­za­ción de la actual IU.

IzCa nun­ca ha esta­do en IU, por­que nues­tro pro­yec­to des­de que se empe­zó a con­for­mar con­si­de­ró que IU tenía unas tre­men­das limi­ta­cio­nes ideo­ló­gi­co-polí­ti­cas que la inva­li­da­ban como una pla­ta­for­ma impul­sa­do­ra de una autén­ti­ca rup­tu­ra demo­crá­ti­ca. Sin embar­go no se pue­de dejar de reco­no­cer que esa orga­ni­za­ción tie­ne un cier­to ancla­je en la his­to­ria de la resis­ten­cia anti­fas­cis­ta en el Esta­do Espa­ñol; y aun­que de for­ma muy con­tra­dic­to­ria nun­ca ha deja­do de reco­no­cer­se en esa tra­di­ción de la resis­ten­cia anti­fas­cis­ta. Cier­ta­men­te han juga­do un papel de legi­ti­ma­ción del actual Régi­men y aún ahora.
Pero a deter­mi­na­dos sec­to­res del blo­que domi­nan­te no le aca­ba de gus­tar la evo­lu­ción de algu­nas de sus corrien­tes ni tam­po­co sus orígenes.
Pre­fie­ren sin lugar a dudas una izquier­da sin his­to­ria, una izquier­da que no ten­ga cone­xión algu­na con la resis­ten­cia al geno­ci­dio franquista.
Que no rei­vin­di­quen en medi­da algu­na la recu­pe­ra­ción de esa memo­ria histórica.

Pode­mos, en las pocas actua­cio­nes públi­cas que ha teni­do en esta cues­tión la ha tra­ta­do de mini­mi­zar al máxi­mo, con el argu­men­to que esas cosas ya no le intere­san a la gen­te. Simi­lar posi­ción, des­de el pun­to de vis­ta ideo­ló­gi­co están adop­tan­do sobre el Esta­do de Israel o sobre el Dere­cho al Abor­to. Pode­mos es ese tipo de “izquier­da” que le encan­ta­ría tener a la dere­cha espa­ño­la. No sabe­mos de que tipo de aná­li­sis obje­ti­vo pue­de salir la refle­xión de que Pode­mos está a la izquier­da de IU.
Es abso­lu­ta­men­te inde­cen­te el mane­jo que se está hacien­do con los son­deos de opi­nión, des­de el Gobierno-CIS o des­de el Gru­po Pri­sa que tie­nen entre otras la fina­li­dad de pro­vo­car la des­mo­ra­li­za­ción en deter­mi­na­das corrien­tes de IU para que ésta sea entre­ga­da a sus sec­to­res más derechistas.

Des­pués de las bur­bu­jas espe­cu­la­ti­vas-finan­cie­ras que pro­vo­ca­ron tan­to entu­sias­mo ini­cial como sufri­mien­to final (hipo­te­cas, pre­fe­ren­tes…) asis­ti­mos a la pues­ta en mar­cha de una “bur­bu­ja” elec­to­ral polí­ti­ca, diri­gi­da a los de siem­pre y mane­ja­da, como no, tam­bién por los de siempre.

La obli­ga­ción de l@s revolucionari@s es la de inter­pre­tar con rigor cien­tí­fi­co lo que está ocu­rrien­do en cada momen­to, ade­más de cual es el sig­ni­fi­ca­do de las cosas que ocu­rren, inclu­yen­do las apa­ren­te­men­te nove­do­sas, y par­ti­cu­lar­men­te si estas son úti­les para el avan­ce del movi­mien­to popu­lar en la lucha por una autén­ti­ca demo­cra­cia y jus­ti­cia social, o por el con­tra­rio, al mar­gen de las apa­rien­cias, son úti­les para la rele­gi­ti­ma­ción del Sistema.

Los tiem­pos que vivi­mos son com­ple­jos, lle­nos de difi­cul­ta­des pero tam­bién de posi­bi­li­da­des para el avan­ce de los movi­mien­tos revo­lu­cio­na­rios autén­ti­ca­men­te transformadores.

Tene­mos la poten­cia­li­dad para ganar esta gue­rra que este Régi­men Monár­qui­co post-fran­quis­ta ha decla­ra­do a las cla­ses tra­ba­ja­do­ras y pue­blos del Esta­do espa­ñol; y que ade­más está enmar­ca­da en la gue­rra glo­bal del capi­ta­lis­mo con­tra la humanidad.

Tene­mos las poten­cia­li­dad y la obli­ga­ción de hacer­lo, pero para ello hemos de mejo­rar nues­tra capa­ci­dad de aná­li­sis, nues­tra capa­ci­dad de lucha, nues­tra capa­ci­dad de orga­ni­za­ción. Pero sobre todo tene­mos que tener cla­ras nues­tras posi­cio­nes ideo­ló­gi­cas. Saber poner­nos al ser­vi­cio del Pue­blo, por­que final­men­te todo se redu­ce a una cosa: “estar al ser­vi­cio del Pue­blo o pre­ten­der ser­vir­se del Pue­blo”. Aun­que esto últi­mo se haga con bue­nas pala­bras, se aca­ba notan­do siem­pre, y en los tiem­pos que vivi­mos mas fácilmente.

Cas­ti­lla a 18 de agos­to de 2014

Izquier­da Castellana

Artikulua gustoko al duzu? / ¿Te ha gustado este artículo?

Twitter
Facebook
Telegram

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *