Un hombre de nacionalidad española de 43 años ha prendido esta semana fuego a dos cajeros automáticos de Alicante, como forma de provocar su ingreso en la cárcel. Tras incendiarlos se dirigió a una comisaría y confesó a los agentes lo que había hecho, también les contó que solo tenía quince euros en el bolsillo y que era el único dinero que tenía, porque estaba en el paro y no tenía donde dormir. El hombre asegura que está desesperado y que eso le llevo a actuar de esta manera para poder ingresar en la cárcel. Después de lo ocurrido ha quedado sin embargo en libertad con cargos, aunque tiene antecedentes por hechos similares.
A los bancos no se les deja llegar a estos extremos, esto es lo que hay, la España constitucional. Sinvergüenzas!.