El pacto PSOE-PP que lleva dos años en el gobierno no ha hecho más que daño a la educación. Es suficiente con analizar el recorrido que han realizado Celaá y los sindicatos CCOO-UGT.
Hace un año el gobierno y estos dos sindicatos firmaron en minoría un acuerdo laboral del profesorado dependiente de la administración restrictivo y ambiguo. En este acuerdo había muchas reducciones y si el de hasta entonces era malo este es aún peor. Entonces lo previmos y denunciamos que este acuerdo traería consecuencias graves a la calidad de la educación y a las condiciones laborales de los y las trabajadoras. Nos consideraban catastrofistas pero por desgracia el tiempo nos ha dado la razón.
La primera consecuencia la vimos en las listas de los puestos de trabajo del curso 2010 – 2011, subieron los ratios, endurecieron los criterios a la hora de crear los grupos… y eso derivó en la desaparición de muchos puestos de trabajo dejando en la calle a mucha gente que hasta ahora conseguía plazas de curso entero. Además los nuevos mecanismos que han impuesto a la hora de repartir los puestos de comienzo de curso, es decir, las adjudicaciones telemáticas han empeorado las condiciones de trabajo de los/as que han conseguido la plaza. Los cientos de despidos que ha supuesto este acuerdo laboral, que podemos considerar como un ERE oculto, han traído el empeoramiento de las condiciones laborales de la gente que ha podido mantener la plaza, sumado al daño que han ocasionado a la calidad de la educación. El empeoramiento en las condiciones de las sustituciones (se cubren a partir del 5º día en la mayoría de los casos), ha supuesto que nuestros/as alumnos/as pierdan miles de horas dándole más importancia a la política de ahorro de la administración que a la calidad educativa de nuestros/as alumnos/as. Claro y crudo ejemplo de todo esto son las 120000 horas que han perdido nuestros alumnos y alumnas y los 1500 contratos de un mes que se han perdido.
El modo que han utilizado para firmar el nuevo acuerdo laboral, pactado e impuesto con la minoría sindical, es el mismo que ha utilizado este gobierno para imponer los tres marcos en los cuales quiere basar el sistema educativo: trilingüe, víctimas y Eskola 2.0. Sin ningún proyecto educativo, son tres proyectos con intereses partidistas, el trilingüismo sin hacer un buen análisis de la situación del Euskara y castellano, está basado en un ataque contra el Euskara, el de las víctimas para responder a sus ideas políticas y Eskola 2.0 realizado para la fotografiar en la prensa, deprisa y para mostrar que son modernos. Estos tres proyectos tienen estas características en común: falta de planificación, intereses personales, dejan de lado la calidad y los proyectos educativos, impuestos sin consultarlo con la comunidad educativa, estos proyectos no responden a la situación educativa y sociolingüística del lugar.
Con este panorama comenzamos este curso escolar, y dada la preocupación y responsabilidad que nos suponía este escenario creímos que era necesario compartir y denunciar con la opinión pública todo esto. Por ello en octubre dimos una rueda de prensa denunciando todas las repercusiones ya presentes de esta gestión desastrosa e interesada. También comenzamos a hacer contactos y acciones conjuntas con la mayoría sindical, una campaña continua de comunicación con los centros y profesores y profesoras mediante el contador de horas perdidas, hemos ido recopilando realidades del día a día de los centros, … En diciembre, la mayoría sindical pusimos en marcha una dinámica de denuncia en los centros, y en enero hicimos una huelga general en contra de la reforma de la pensiones. El malestar de los centros ha ido a más y quedando en evidencia, debido a las reducciones e imposiciones comentadas. Y este malestar tuvo su mayor reflejo en las elecciones sindicales. Los sindicatos que han apoyado la política de reducciones e imposiciones y el departamento mismo fueron castigados en las urnas, y en cambio los sindicatos que hemos denunciado una y otra vez esta vergonzosa gestión hemos recibido un amplio respaldo y apoyo.
Los resultados de las elecciones sindicales tenían y tienen un mensaje claro: la exigencia que se le hace al Departamento de Educación de que retroceda y cambie el rumbo que ha tomado. Y por si no se hubieran dado por enterados, así se lo hicimos saber al departamento que dirige Isabel Celaá, exigiéndole que suspenda este convenio laboral que se basa en la precarización del trabajo y que hace que la calidad de la educación sufra daños muy graves, y que pare los proyectos impuestos para consensuarlos con los trabajadores y las trabajadoras y diferentes agentes de la educación. Hasta la fecha, y como siempre, no hemos recibido respuesta alguna. Además, siguiendo con su política de reducciones y precarización, han puesto sobre la mesa una normativa que precarizara aun más las condiciones laborales y expectativas del colectivo de sustitutos y sustitutas.
Es evidente el enfado del profesorado. Tampoco atienden a ninguna negociación ni con los sindicatos ni con nadie. Las movilizaciones y las protestas las aplacan con represión. El último ejemplo de ello es el 26 de mayo, ese día la mayoría sindical hicimos una protesta pacífica en la Delegación de Educación de Bilbao, y su respuesta fue mandar a la Ertzaintza que nos sacó violentamente del lugar. Mientras tanto las condiciones laborales van a peor, las cargas de trabajo son cada vez mayores, cada vez hay menos recursos y la calidad de la enseñanza sufre día a día un deterioro alarmante.
Y tal como empezamos el curso lo estamos finalizando. En las elecciones sindicales se ha visto reflejado claramente que los trabajadores y las trabajadoras están en contra de la gestión de esta administración. Y la legitimidad política en la que se escudaban ha quedado en entredicho después de las elecciones políticas de este mayo. Este departamento de educación con Celaá al frente ha perdido toda legitimidad y credibilidad, pues todo lo que hace es en contra de los intereses de los trabajadores y las trabajadoras, impone sus criterios basados en la precarización y la pérdida de derechos laborales.
Basándonos en esta cruda realidad ya invitamos al departamento de educación a que dé un giro de 180º en su gestión. La respuesta del departamento ha sido frustrante, todavía estamos esperando una reunión bilateral con Isabel Celaa en la que queríamos contrastar nuestras posiciones, pero visto lo visto que no cuente con nosotros y nosotras.
LAB no esta dispuesto a resignarse ante esta situación. Queremos alumnos y alumnas euskaldunes y plurilingües, pero no plurilingües que desconozcan el idioma de su país. Queremos un sistema educativo de calidad que responda a las necesidades y los retos que le plantea la sociedad, sin caer en el juego de los titulares de prensa burdos y baratos.
Este Departamento de Educación sólo crea conflictos. Y durante éste curso se ha visto claramente reflejado esto y LAB no puede ni quiere aceptar esta desfachatez. No estamos dispuestos a dejar a merced de los cálculos e intereses partidistas a nuestros alumnos y alumnas e hijos e hijas. El respaldo recibido nos exige la responsabilidad de encontrar y conseguir cambios. La sociedad debe saber lo que está sucediendo en el Sistema Educativo. El Departamento debe de escuchar y responder el malestar que hay en la comunidad educativa. Celaá tiene razón en una cosa, el conflicto no es la mejor receta para crear un ambiente educativo idóneo, por eso El Departamento de educación si no es capaz, si no quiere ó si no tiene voluntad para afrontar los retos del Sistema Educativo una forma consensuada con la comunidad educativa, ya sabe lo que tiene que hacer.