Los CLAPs: ¿camino para la paz económica?

Todos los teó­ri­cos del aná­li­sis de polí­ti­cas públi­cas, des­de Harold Lass­well has­ta nues­tros días, coin­ci­den en que lo más impor­tan­te al momen­to de dise­ñar una polí­ti­ca es inter­ve­nir sobre la cau­sa del pro­ble­ma públi­co. Hacer­lo sobre los sín­to­mas, si bien es nece­sa­rio, no es sufi­cien­te. Reco­men­da­ción que no difie­re de otras dis­ci­pli­nas o cien­cias. Por ejem­plo, ante epi­so­dios de fie­bre por infec­ción, siem­pre se hace nece­sa­rio con­tro­lar la fie­bre, pero mien­tras no se indi­que un tra­ta­mien­to para la infec­ción, el pro­ble­ma persistirá.

Iden­ti­fi­car la ver­da­de­ra cau­sa y dar con el fac­tor deter­mi­nan­te del pro­ble­ma públi­co es una de las tareas que entra­ña mayor difi­cul­tad en el pro­ce­so de dise­ño de una polí­ti­ca. Requie­re una correc­ta defi­ni­ción del pro­ble­ma y una exhaus­ti­va estruc­tu­ra­ción que per­mi­ta iden­ti­fi­car los fac­to­res aso­cia­dos y deter­mi­nan­tes, así como cla­ri­dad en la dis­tin­ción entre los sín­to­mas y las causas.

El pro­ble­ma públi­co que nos ha ocu­pa­do des­de 2013 está defi­ni­do como la difi­cul­tad del pue­blo vene­zo­lano para acce­der a ali­men­tos, medi­ca­men­tos y pro­duc­tos de higie­ne. Par­te de la defi­ni­ción de este pro­ble­ma públi­co pasa por pre­ci­sar las carac­te­rís­ti­cas de estos bie­nes. No se tra­ta de todos los bie­nes de la eco­no­mía, son prin­ci­pal­men­te los de alto con­su­mo, aso­cia­dos a la vida y a la salud de los vene­zo­la­nos; no son todos los ali­men­tos, sino aque­llos cuya pro­duc­ción y dis­tri­bu­ción está con­cen­tra­da en pocas empre­sas agro­in­dus­tria­les las cua­les se cons­ti­tu­yen como oli­go­po­lios y cuen­tan con más del 80% de los mer­ca­dos (hari­na de maíz pre­co­ci­da, hari­na de tri­go, pas­tas ali­men­ti­cias, arroz, acei­te, mar­ga­ri­na, carao­tas, hue­vos, car­ne de res, leche, car­ne de pollo). En cam­bio, aque­llos ali­men­tos cuya pro­duc­ción y dis­tri­bu­ción no está con­cen­tra­da en pocas empre­sas no han sido difí­cil de acce­der por par­te de los hoga­res vene­zo­la­nos (hor­ta­li­zas, ver­du­ras y frutas).

Para iden­ti­fi­car la cau­sa de un pro­ble­ma públi­co es nece­sa­rio hallar el por qué, pre­gun­ta que debe­mos for­mu­lar­nos tan­tas veces has­ta que lle­gue­mos al ver­da­de­ro ori­gen del pro­ble­ma. El que sea difí­cil el acce­so a los ali­men­tos no es por­que haya colas o por­que haya pro­li­fe­ra­do un mer­ca­do para­le­lo e ile­gal (bacha­queo). Éstos son los sín­to­mas o mani­fes­ta­cio­nes del pro­ble­ma, no son las causas.

Las colas se ori­gi­nan por­que ante una situa­ción en la que los pro­duc­tos no están dis­po­ni­bles de mane­ra opor­tu­na y sufi­cien­te en los ana­que­les, los con­su­mi­do­res, con el obje­ti­vo de poder adqui­rir­los tra­tan de lle­gar lo antes posi­ble y ser los pri­me­ros a las puer­tas de los esta­ble­ci­mien­tos, el que lle­gue de segun­do se colo­ca detrás y así lo harán todos los que vayan lle­gan­do has­ta for­mar una fila. Si al esta­ble­ci­mien­to lle­ga­ron 100 pro­duc­tos y en la cola hay 300 per­so­nas, las pri­me­ras 100 logran adqui­rir­lo, las 200 res­tan­tes esta­rán dis­pues­tas a pagar un pre­cio mayor en un mer­ca­do para­le­lo e ile­gal. La dis­po­si­ción de pagar más depen­de­rá de qué tan nece­sa­rio, impres­cin­di­ble e insus­ti­tui­ble es el bien, ade­más de la capa­ci­dad de pago de este con­su­mi­dor. De lo con­tra­rio vol­ve­rá a hacer la cola al día siguien­te has­ta que de mane­ra legal, aun­que con muchas difi­cul­ta­des logre adqui­rir el producto.

Con­tro­lar las colas, orga­ni­zar­las, dis­mi­nuir­las, evi­tar que los pri­me­ros 10 adquie­ran la tota­li­dad de los pro­duc­tos y hacer pre­sos a quie­nes incu­rren en actos ile­ga­les de ven­der a sobre­pre­cio son medi­das y accio­nes sin duda muy nece­sa­rias, pero no sufi­cien­tes. Éstas solo inter­vie­nen sobre los sín­to­mas, pero no resuel­ven el pro­ble­ma, éste sólo será resuel­to cuan­do el pue­blo vene­zo­lano acce­da sin difi­cul­tad a estos bie­nes, tal como lo hacía antes de 2013.

La inte­rro­gan­te es por qué estos pro­duc­tos no han esta­do lle­gan­do a los ana­que­les de mane­ra opor­tu­na y sufi­cien­te tal como ocu­rría antes de 2013. Aquí hay dos posi­bles res­pues­tas: 1) o los bie­nes no han esta­do en can­ti­da­des sufi­cien­tes debi­do a que dis­mi­nu­ye­ron sus nive­les de pro­duc­ción y/​o impor­ta­ción, 2) o los meca­nis­mos de dis­tri­bu­ción se han vis­to afec­ta­dos de mane­ra repen­ti­na des­de 2013, impi­dien­do que los bie­nes lle­guen sufi­cien­te y oportunamente.

Des­de 2013 y has­ta fina­les de 2015, los nive­les de pro­duc­ción e impor­ta­ción de todos los rubros de ali­men­tos antes men­cio­na­dos no han dis­mi­nui­do. La mejor mues­tra de esta afir­ma­ción es que los nive­les de con­su­mo de todos estos bie­nes se han man­te­ni­do rela­ti­va­men­te cons­tan­tes. Si bien acce­der a ellos ha sido cada vez más difí­cil, las colas más lar­gas y por lo tan­to los sobre­pre­cios en el mer­ca­do ile­gal cada vez mayo­res, al final, el vene­zo­lano los ha adqui­ri­do y con­su­mi­do. Has­ta diciem­bre de 2015 el con­su­mo pro­me­dio de ali­men­tos se ubi­có en 3092 kilo­ca­lo­rías por persona.

Tam­bién hemos obser­va­do cómo nin­gu­na de las empre­sas encar­ga­das de abas­te­cer estos pro­duc­tos ha mani­fes­ta­do haber cerra­do sus líneas de pro­duc­ción, como tam­po­co sus tra­ba­ja­do­res han sido des­pe­di­dos. Las prin­ci­pa­les y más gran­des empre­sas de ali­men­tos, de pro­duc­tos de higie­ne per­so­nal y las trans­na­cio­na­les de la indus­tria far­ma­céu­ti­ca que ope­ran en Vene­zue­la, no han repor­ta­do pér­di­das ope­ra­ti­vas duran­te estos 3 años, por el con­tra­rio, en algu­nos casos han infor­ma­do incre­men­tos de las ven­tas en el mer­ca­do vene­zo­lano. Inclu­so hemos leí­do comu­ni­ca­dos como el de la Empre­sa Procter&Gamble, median­te el cual infor­mó en agos­to de 2015 que amplió en 50% su capa­ci­dad ins­ta­la­da de pro­duc­ción en Vene­zue­la. Igual­men­te, Ali­men­tos Polar, afir­mó haber aumen­ta­do sus nive­les de pro­duc­ción duran­te todos estos años.

Ante estos hechos y repor­tes de las empre­sas, la cau­sa no está aso­cia­da a la dis­mi­nu­ción de los nive­les de pro­duc­ción o impor­ta­ción. Es por tal moti­vo, que los incre­men­tos de los pre­cios máxi­mos y el aumen­to en la asig­na­ción de divi­sas para la impor­ta­ción, ambas orien­ta­das a sol­ven­tar la supues­ta caí­da de la pro­duc­ción y de las impor­ta­cio­nes, no han resuel­to des­de 2013 nues­tro pro­ble­ma públi­co. La cau­sa de lo que des­de 2013 ha esta­do ocu­rrien­do no es el con­trol de pre­cios (el cual, hay que recor­dar que ini­ció en 2003) ni el con­trol cam­bia­rio y la fal­ta de divi­sas que el Gobierno asig­na a las empre­sas pri­va­das (polí­ti­ca tam­bién imple­men­ta­da des­de 2003).

Des­de el año 2013 se han ajus­ta­do anual­men­te los pre­cios de los ali­men­tos (el azú­car en 3 oca­sio­nes, el del arroz 4 veces, el de la car­ne de pollo, el café, la leche y el acei­te 3 veces, por su par­te, el pre­cio de la hari­na de maíz pre­co­ci­da se ha incre­men­ta­do 5 veces des­de 2013) y sin embar­go, estos bie­nes no solo siguen estan­do ausen­tes de los ana­que­les sino que cada vez es más difí­cil adqui­rir­los. Lo pro­pio ha ocu­rri­do con los pro­duc­tos de higiene.

Adi­cio­nal­men­te, los ajus­tes de los pre­cios máxi­mos, en muchos de los casos han esta­do por enci­ma de lo reque­ri­do. Recien­te­men­te fue ajus­ta­do el pre­cio de la hari­na de maíz pre­co­ci­da, aumen­to que repre­sen­tó 900% pasan­do de Bs. 19,00 a 190,00. Si toma­mos el pre­cio de la hari­na (4,06 Bs/​Kg) en 2011 (año en el que no había que hacer colas para adqui­rir­la) y lo ajus­ta­mos con los nive­les de infla­ción duran­te estos 4 años (uti­li­zan­do la infla­ción de ali­men­tos y bebi­das, la cual ha sido mayor que la gene­ral: 24,5% en 2012, 54,3% en 2013, 83,7% en 2014 y 211,8% en 2015) nos resul­ta que el pre­cio de la hari­na de maíz debe­ría ser 57,90 Bs/​Kg. La refe­ren­cia para los ajus­tes de los pre­cios máxi­mos, bajo nin­gu­na cir­cuns­tan­cia deben ser los del mer­ca­do ile­gal. Tam­bién obser­va­mos que hay rubros cuyos pre­cios no están con­tro­la­dos des­de 2010 y sin embar­go son difí­ci­les de acce­der (caro­tas, la mar­ga­ri­na, la mayo­ne­sa, la sal­sa de tomate).

Algo simi­lar ha ocu­rri­do con la asig­na­ción de divi­sas. Como la dis­po­ni­bi­li­dad de estos rubros no ha caí­do des­de 2013, mal pue­de ser la fal­ta de divi­sas la cau­sa de tal supues­ta dis­mi­nu­ción. Es por este moti­vo, que a pesar de que la asig­na­ción de divi­sas para el sec­tor ali­men­tos, medi­ca­men­tos y pro­duc­tos de higie­ne ha aumen­ta­do des­de 2013, per­sis­te el pro­ble­ma de la colo­ca­ción opor­tu­na y sufi­cien­te de estos bie­nes en los anaqueles.

Recor­da­mos que en 2011, el Gobierno asig­nó 4.454,33 millo­nes de dóla­res esta­doiu­ni­den­ses para el sec­tor ali­men­tos, en 2012 la asig­na­ción ascen­dió a 4.843,84 millo­nes de dóla­res, en 2013 el mon­to fue 4.624,10 millo­nes de dóla­res y en 2014 4.173,20 millo­nes de dóla­res. Tam­bién recor­da­mos que la asig­na­ción de estas divi­sas se reali­zó prin­ci­pal­men­te a las empre­sas más gran­des de estos sec­to­res, las que abar­can y abas­te­cen la mayo­ría de los mercados.

La cau­sa del pro­ble­ma públi­co está aso­cia­da a los meca­nis­mos de dis­tri­bu­ción que se han vis­to afec­ta­dos, alte­ra­dos, dis­tor­sio­na­dos de mane­ra repen­ti­na des­de 2013, impi­dien­do que duran­te estos 3 años y medio, los bie­nes lle­guen sufi­cien­te y opor­tu­na­men­te a los ana­que­les de los esta­ble­ci­mien­tos. En este con­tex­to, la polí­ti­ca públi­ca debe estar diri­gi­da a mejo­rar el pro­ce­so de dis­tri­bu­ción de estos bie­nes. Es de esta mane­ra que sur­gen los Comi­tés Loca­les de Abas­te­ci­mien­to y Pro­duc­ción (Clap´s).

La alte­ra­ción de los meca­nis­mos de dis­tri­bu­ción que des­de 2013 ha ori­gi­na­do la difi­cul­tad para que el pue­blo vene­zo­lano acce­da a los bie­nes de pri­me­ra nece­si­dad no se debe a situa­cio­nes logís­ti­cas, no son des­per­fec­tos en la flo­ta de trans­por­te de estas gran­des y prin­ci­pa­les empre­sas oli­go­pó­li­cas. De lo con­tra­rio, cómo expli­car que en 3 años no hayan podi­do repa­rar sus camio­nes, o más aún, cómo enten­der que los camio­nes fun­cio­nen per­fec­ta­men­te para dis­tri­buir otros de los pro­duc­tos de estas empre­sas, por ejem­plo, bebi­das gaseo­sas, pero no para los bie­nes de pri­me­ra necesidad.

Que­da la duda de por qué no ha habi­do fallas logís­ti­cas en el sis­te­ma de dis­tri­bu­ción de los peque­ños pro­duc­to­res del cam­po quie­nes han abas­te­ci­do de mane­ra opor­tu­na y sufi­cien­te de hor­ta­li­zas, ver­du­ras y fru­tas. Resul­ta incon­ce­bi­ble des­de la lógi­ca racio­nal y maxi­mi­za­do­ra de bene­fi­cio del empre­sa­ria­do, el desin­te­rés, de par­te de estas gran­des empre­sas, por cono­cer y resol­ver el hecho de que sus mar­cas y pro­duc­tos no estén lle­gan­do a sus clien­tes, más aún cuan­do estos se ven obli­ga­dos a hacer lar­gas colas para adqui­rir­los. Por últi­mo, pen­sar que ha sido el Gobierno quien ha dis­tor­sio­na­do estos meca­nis­mos de dis­tri­bu­ción y ha nega­do los per­mi­sos para la movi­li­za­ción de los pro­duc­tos y de esta mane­ra gene­rar des­con­ten­to en la pobla­ción y des­es­ta­bi­li­za­ción social, eco­nó­mi­ca y polí­ti­ca, pues no mere­ce comen­ta­rio alguno.

La alte­ra­ción de los meca­nis­mos de dis­tri­bu­ción no es téc­ni­ca, ni logís­ti­ca, es polí­ti­ca. For­ma par­te de un con­jun­to de estra­te­gias imple­men­ta­das por par­te de algu­nos sec­to­res que hacen opo­si­ción al Gobierno Nacio­nal, quie­nes con el obje­ti­vo de hacer­se del poder, han gene­ra­do males­tar y angus­tia al pue­blo vene­zo­lano pri­ván­do­le de los bie­nes de pri­me­ra nece­si­dad. Adi­cio­nal­men­te, esta meto­do­lo­gía les ha per­mi­ti­do no dis­mi­nuir su pro­duc­ción y seguir con­tan­do con ingre­sos por con­cep­to de ven­tas y/​o divi­sas adi­cio­na­les a tipo de cam­bio preferencial.

Los Clap´s han sido la res­pues­ta imple­men­ta­da por el Gobierno Nacio­nal para garan­ti­zar que, en esta situa­ción coyun­tu­ral, los ali­men­tos lle­guen a la mesa de cada hogar vene­zo­lano. Se basa en adqui­rir el 70% de los ali­men­tos des­de que salen de las líneas de pro­duc­ción y lle­var­los direc­ta­men­te a los hoga­res evi­tan­do el des­vío, la tar­dan­za e inter­mi­ten­cia pro­gra­ma­da en la entre­ga. De mane­ra indi­rec­ta, y por el hecho de inter­ve­nir sobre la cau­sa del pro­ble­ma públi­co, esta medi­da debe­ría traer tam­bién como con­se­cuen­cia, la dimi­nu­ción de las colas y del bacha­queo. Al con­tro­lar la infec­ción tam­bién debe­ría bajar y des­apa­re­cer la fiebre.

La imple­men­ta­ción de los Clap´s está con­ce­bi­da con la par­ti­ci­pa­ción y orga­ni­za­ción de las comu­ni­da­des, quie­nes son las prin­ci­pa­les encar­ga­das de la dis­tri­bu­ción casa por casa. Se tra­ta de todas las comu­ni­da­des, siem­pre y por supues­to dan­do prio­ri­dad a aque­llos sec­to­res, que inde­pen­dien­te­men­te de su posi­ción polí­ti­ca, son más vul­ne­ra­bles eco­nó­mi­ca­men­te y que por tan­to se han vis­to más afec­ta­dos con las accio­nes de gue­rra no con­ven­cio­nal ade­lan­ta­da por algu­nos sec­to­res de la opo­si­ción vene­zo­la­na des­de 2013.

El haber dise­ña­do e imple­men­ta­do los Clap´s, medi­da que inter­vie­ne sobre la cau­sa del pro­ble­ma públi­co y no sólo sobre los sín­to­mas, ha gene­ra­do reac­cio­nes por par­te de quie­nes no tie­nen inte­rés en que éste sea solu­cio­na­do. Des­de prin­ci­pios de abril de 2016, momen­to en el que fue anun­cia­da la medi­da, los voce­ros de algu­nos sec­to­res de opo­si­ción y/​o empre­sa­ria­les han ade­lan­ta­do una cam­pa­ña mediá­ti­ca en con­tra de los Clap´s.

Estas reac­cio­nes no deben sor­pren­der, ni siquie­ra preo­cu­par, cual­quier medi­da que se vis­lum­bre como solu­ción y que colo­que en el cen­tro de la polí­ti­ca al pue­blo vene­zo­lano, siem­pre ha sido y será obje­to de infun­dios por par­te de algu­nos sectores.

No obs­tan­te, anti­ci­par­se a las reac­cio­nes que por la vía de los hechos bus­quen obs­truir los Clap´s es fun­da­men­tal en estos momen­tos. Para que los Comi­tés Loca­les de Abas­te­ci­mien­to y Pro­duc­ción logren lle­var a la mesa del vene­zo­lano los ali­men­tos se requie­re por lo menos dos con­di­cio­nes: 1) la dis­po­ni­bi­li­dad y buen fun­cio­na­mien­to de los trans­por­tes de car­ga pesa­da y 2) la dis­po­ni­bi­li­dad de los alimentos.

La para­li­za­ción del trans­por­te de car­ga pesa­da pudie­se cons­ti­tuir un obs­tácu­lo para la dis­tri­bu­ción opor­tu­na de ali­men­tos por par­te de los Clap´s. Por lo que no debe enten­der­se como casual la recien­te con­vo­ca­to­ria a paro gene­ral de trans­por­te que algu­nos sec­to­res han esta­do promoviendo.

En cuan­to a la dis­po­ni­bi­li­dad de ali­men­tos, es nece­sa­rio el moni­to­reo de los nive­les de pro­duc­ción de las empre­sas. Espe­cial­men­te las empre­sas que al car­te­li­zar­se abar­can más del 80% del mer­ca­do de ali­men­tos y pro­duc­tos de higiene.

Al res­pec­to, debe lla­mar la aten­ción el com­por­ta­mien­to de los nive­les de pro­duc­ción de una de las prin­ci­pa­les empre­sas de ali­men­tos en Vene­zue­la, la cual pro­du­ce la mayo­ría de los rubros de alto con­su­mo, todos estos difí­ci­les de adqui­rir (hari­na de maíz pre­co­ci­da, arroz, pas­tas ali­men­ti­cias, acei­te, mar­ga­ri­na, mayo­ne­sa y sal­sa de toma­te) ade­más con­tro­la la dis­tri­bu­ción y cuen­ta con más de 40.000 pun­tos de ven­ta a nivel nacio­nal. Es el caso, que a par­tir de abril de 2016, esta empre­sa repor­tó una dimi­nu­ción sos­te­ni­da de 33% de su pro­duc­ción pro­me­dio quin­ce­nal (inclu­ye los rubros: hari­na de maíz pre­co­ci­da, arroz, pas­tas ali­men­ti­cias, acei­te, mar­ga­ri­na, sal­sa de toma­te, mayo­ne­sa y atún). Entre enero de 2012 y mar­zo 2016, el pro­me­dio de pro­duc­ción era 1,16 kilo­gra­mos quin­ce­na­les por per­so­na, des­de prin­ci­pios de abril has­ta el 15 de mayo de 2016 la pro­duc­ción des­cen­dió a 0,77 en pro­me­dio, his­tó­ri­ca­men­te el más bajo des­de 2012.

A pesar de los recien­tes ajus­tes de los pre­cios máxi­mos, la pro­duc­ción de hari­na de maíz pre­co­ci­da de esta empre­sa dis­mi­nu­yó 14% des­de abril, la de arroz 79%, la de pas­tas ali­men­ti­cias 15%, la de acei­te 58%, mar­ga­ri­na 75%, mayo­ne­sa y sal­sa de toma­te 100%.

Super­vi­sar even­tua­les com­por­ta­mien­tos atí­pi­cos de la pro­duc­ción e impor­ta­ción de las empre­sas que con­cen­tran la pro­duc­ción y dis­tri­bu­ción en los mer­ca­dos es una tarea fun­da­men­tal para garan­ti­zar el buen fun­cio­na­mien­to de los Clap´s. Como tam­bién es tarea impres­cin­di­ble dis­mi­nuir la depen­den­cia hacia estas empre­sas y avan­zar hacia la pro­duc­ción de estos rubros. Tam­bién se hace nece­sa­ria cual­quier labor que per­mi­ta iden­ti­fi­car accio­nes que bus­quen obs­ta­cu­li­zar la labor de los Clap´s.

Pas­qua­li­na Cur­cio C.

20 de junio de 2016

Fuen­te: Tele­Sur

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