BILBO-. Jon Enparantza, Iker Sarriegi y Arantza Zulueta abandonarán la cárcel en las próximas horas, después de abonar la fianza de 60.000 euros que les ha impuesto la Sección Tercera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional española.
Además de la fianza, el tribunal especial les impone comparecencias semanales, les prohíbe sallir del Estado español y les obliga a entregar sus pasaportes en el plazo de 24 horas desde su puesta en libertad.
Según ha informado el movimiento pro amnistía, Zulueta ya ha completado los trámites pertinentes, por lo que se espera que salga en las próximas horas de la prisión de Málaga. Sarriegi y Enparantza, presos en Puerto III y Granada, respectivamente, lo harán probablemente mañana.
Valoración de Eskubideak
La asociación de abogados Eskubideak ha señalado que la decisión de poner en libertad a su compañeros «no hace sino demostrar la arbitrariedad de la detención que estos sufrieron» y se ha ratificado en la denuncia de «la absoluta inexistencia de caso».
En la nota emitida aclaran que «no nos referimos a la palmaria falta de pruebas contra Sarriegi, Enparantza y Zulueta, sino a la imposibilidad de imputar hechos delictivos que podrían justificar la calificación penal –pertenencia a organización terrorista– que se hace contra ellos».
Por ello, subraya que «no hay nada que justifique no ya la cuantiosa fianza que se les ha impuesto, sino el mantenimiento de las graves acusaciones contra ellos».
Los tres abogados fueron detenidos en abril pasado por la Guardia Civil en una operación en la que también fueron arrestadas otras siete personas relacionadas con los presos políticos vascos.
Letrados denunciaron que sus detenciones buscaban neutralizar a «testigos incómodos» de la política penitenciaria que se aplica a los prisioneros políticos vascos y elevaron una protesta a la ONU, centrada en la situación que padecía Zulueta para que declarara arbitrario su arresto.
La semana pasada, la asociación europea de abogados ELDH, con miembros en 26 paises, hizo pública una declaración en la que solicitaba la libertad de Zulueta, Enparantza y Sarriegi.