La niña que hizo jus­ti­cia- Mai­té Campillo

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“Amaos… mas no hagáis del amor una pri­sión, per­mi­tid que haya espa­cios y dejad que los vien­tos dan­cen entre voso­tros. Can­tad y bai­lad jun­tos, sed ale­gres, pero per­mi­tid que cada uno esté solo, como lo están las cuer­das del laúd a pesar de estre­me­cer­se con la mis­ma músi­ca. ergios jun­tos mas no muy pró­xi­mos, pues las colum­nas del tem­plo se plan­tan fir­mes y sepa­ra­das y la enci­na y el ciprés no cre­cen el uno a la som­bra del otro”

“Se da uno cuen­ta de que las fron­te­ras actua­les corres­pon­den a los intere­ses de las cla­ses domi­nan­tes y no a las aspi­ra­cio­nes popu­la­res; que esa uni­dad, de las cua­les las gran­des poten­cias se sien­ten orgu­llo­sas, encu­bre la opre­sión de las etnias y el uso sola­pa­do o decla­ra­do de la vio­len­cia represiva.”

(Pala­bras de J. Paul Sar­tre, que for­ma­ron par­te del pre­fa­cio del libro de Gisé­le Hali­mi: “El pro­ce­so de Burgos”)

14 de Febre­ro, ¿día de que…?

Un rela­to estre­me­ce­dor me ha lle­va­do como en cade­na a “res­ca­tar” algu­nos tes­ti­mo­nios y notas sobre la vio­len­cia ejer­ci­da sobre el sexo feme­nino, y en con­cre­to sobre las niñas.

No voy a hablar de cifras por­que sí, habla­mos de millo­nes en todo el mun­do; tam­po­co daré datos por­que sí, por­que no son núme­ros, son vidas.

Y yo sigo sin enten­der en qué momen­to algu­nas fuer­zas de ese otro “mun­do posi­ble” comen­zó a sufrir caren­cia de sen­si­bi­li­dad, de deta­lles que infun­dan res­pe­to entre nosotr@s tan posi­ti­vo como el sur­gir de flo­res, árbo­les y mari­po­sas sin cau­ti­ve­rio, ges­tos de amor y dig­ni­dad sin días seña­la­dos mar­cas en la cara o puños sobre el pecho y con­ver­tir­se en car­na­za apli­cán­do­se de lleno en esa “cul­tu­ra” tor­tuo­sa, mez­qui­na de per­ma­nen­te aco­so y des­po­tis­mo con lo más humil­de y gene­ro­so de la huma­ni­dad, siem­pre el más débil! Lugar en el que las rela­cio­nes de poder capi­ta­lis­tas y patriar­ca­les hizo del “éxi­to” degra­da­ción, veja­ción, pros­ti­tu­ción; y del “dine­ro” lo más corrup­to de la dege­ne­ra­ción sin escrú­pu­lo; que fút­bol y sexo mue­van el mun­do de los subur­bios más deca­den­tes, sucios y mise­ra­bles por todo lo que de incul­to les ha bautizado.

No sé, a éstas altu­ras de cáte­dra don­de abun­dan los sabios siglo XXI, cómo hay marro­nes tur­bios de bien, “ver­des”, y gris moho­so por más que madu­ros que via­jan a paí­ses de Asia o de Amé­ri­ca Lati­na, o hacia bases esta­ble­ci­das con uni­for­me de la OTAN a tie­rras lla­ma­das espa­ño­las (un ejem­plo) y, des­pués, cuen­tan orgu­llo­sos que se han tira­do a no sé cuán­tas niñas a muy buen pre­cio por su cari­ta grin­ga, aria, o legio­na­ria en una sema­na de vaca­cio­nes o de guar­dia en base nor­te­ame­ri­ca­na pero, lo preo­cu­pan­te, no siem­pre es el “enemi­go”. Algo den­tro de noso­tros, aún, per­mi­te rego­ci­ján­do­se en la explo­ta­ción, sin­tien­do pla­cer como el capi­ta­lis­mo por su pre­sa; en éste caso por muje­res y niñas ven­di­das, mal­tra­ta­das, vio­la­das sin posi­bi­li­dad de un lugar de refe­ren­cia don­de recu­rrir y esca­par de la degra­da­ción a la que millo­na­rios y muer­tos de ham­bre las tie­nen some­ti­das mes­ti­zan­do ricos y pobres sobre el hedor del ver­du­go entre san­gre, men­te y pierna.

“Amaos… mas no hagáis del amor una pri­sión, per­mi­tid que haya espa­cios y dejad que los vien­tos dan­cen entre voso­tros. Can­tad y bai­lad jun­tos, sed ale­gres, pero per­mi­tid que cada uno esté solo, como lo están las cuer­das del laúd a pesar de estre­me­cer­se con la mis­ma músi­ca. ergios jun­tos mas no muy pró­xi­mos, pues las colum­nas del tem­plo se plan­tan fir­mes y sepa­ra­das y la enci­na y el ciprés no cre­cen el uno a la som­bra del otro”

<¿Se habrá “des­fa­sa­do” con tan­to cáte­dra por el camino, Gibrán Kalil?>

Niñas que son ven­di­das por sus padres con­tra­rio a abra­zar­las; enga­ña­das, lle­va­das a luga­res leja­nos sin ampa­ro don­de no cono­cen a nadie, niñas que en muchos de los casos no lle­gan ni a la ado­les­cen­cia, niñas con años de vio­la­ción sobre su cuer­po, men­te, dig­ni­dad, una y otra vez ame­na­za­das, ence­rra­das, sin espe­ran­za de hui­da, sin voz de apo­yo, sin calor de cam­bio que las haga sen­tir­se libres como per­so­nas, como gen­te y no pura mer­can­cía sin dere­cho ni al con­sue­lo, niñas a las que sus cuer­pos deja­ron de ser suyos; otros se encar­ga­ron de adue­ñar­se, amor­da­zar­les, de mar­car el terri­to­rio; niñas gol­pea­das al míni­mo ges­to de rebel­día para dejar “cla­ro” el orden de las cosas, orden de una cul­tu­ra de explo­ta­ción con sello aris­to­crá­ti­co de cla­se capi­ta­lis­ta, machis­ta, que opri­me a la mujer des­de que exis­te la explo­ta­ción del hom­bre por el hom­bre y por enci­ma de la mujer; sexo a devo­rar como ali­ma­ñas, a mal­tra­tar como bes­tia insa­cia­ble, a con­su­mir como puri­ta mer­can­cía, a des­truir como ser humano: mujer, niñ@s “sexo débil”… sobre los que el ver­du­go, una mano de bes­tia pue­de aplas­tar sus crá­neos de gol­pe mor­tal sin impor­tan­cia ni dema­sia­do esfuer­zo exhi­bien­do laten­te y demos­tra­ble a flor de piel “pla­cer y hombría”.

“Picho­nes” de rata de pala­cio y san­gui­jue­las de alta alcur­nia. La bes­tia dis­fru­ta, fru­to del orden capi­ta­lis­ta que her­ma­na al “hom­bre” e impe­ra aplas­tan­do siem­pre del lado del dego­lla­dor que derri­te la inte­li­gen­cia y reba­ja al piso, al sue­lo de su mugre la tra­ta de blan­cas, ver­des, ama­ri­llas o negras por don­de pasa el trá­fi­co niñ@s. Volun­ta­rios ser­vi­les de la cul­tu­ra de gue­rra de los pode­res féti­dos para corrom­per y divi­dir lo más her­mo­so de los pue­blos, el dere­cho sobre su dig­ni­dad; sobre el que dis­fru­tan dege­ne­ra­da­men­te a lo Calí­gu­la y enri­que­cen envian­do ado­les­cen­tes a las fie­ras cobran­do entra­da para su dis­fru­te entre babo­sos polí­ti­cos de pala­cio, ban­ca, con­gre­sos de dipu­tados y lo más tirano de la igle­sia encu­bri­do­ra de pede­ras­tas absol­vien­do y ben­di­cien­do al roe­dor de las capas des­pro­te­gi­das como sím­bo­lo “humano” de ese su alcan­ta­ri­lla­do por don­de ema­nan a dia­rio, para con­se­guir más poder den­tro de un mun­do don­de lo hones­to y humano no pre­va­lez­ca, la rebel­día es una som­bra con dema­sia­do peso para sus ava­ri­cio­sas arcas here­da­das de Isa­bel la Cató­li­ca y su chun­go mari­do Fernando.

Nues­tros hijos no son nues­tros hijos, son los hijos y las hijas de los anhe­los que la vida tie­ne de si misma.
Son los hijos de nues­tro amor de padres, viven a tra­vés de noso­tros, pero no de nosotros.
Y aun­que vivan con noso­tros, no nos pertenecen.
Per­te­ne­cen a la vida… al futuro…
y tie­nen dere­cho a for­mar su futu­ro y deci­dir su vida.
Pode­mos dar abri­go a su cuer­po, pero no a sus almas,
por­que sus almas habi­tan en la man­sión del mañana,
que ni aun en sue­ños no es per­mi­ti­do visitar.
Pero pode­mos ense­ñar­les el camino y ense­ñar­les a caminar.
Pode­mos esfor­zar­nos en ser como ellos,
pero no inten­te­mos hacer­los como nosotros,
por­que la vida no mar­cha hacía atrás, ni se detie­ne en el ayer.
Pero pode­mos mos­trar­les un buen ejem­plo de vida…

<Lite­ra­tu­ra del liba­nés Gibrán Kalil Gibrán>

Entre pecho y espal­da aguar­da un cora­zón latien­do. No lo pon­gas en ven­ta, que lo beli­co­so no le haga per­der su rit­mo humano de las cosas. Una de las más terri­bles vio­la­cio­nes a los dere­chos huma­nos es la que hoy en día ha pro­li­fe­ra­do tan­to en el mun­do que se ha con­ver­ti­do: unien­do vio­len­cia a intere­ses eco­nó­mi­cos en el segun­do “nego­cio” ilí­ci­to más ren­ta­ble, ubi­ca­do entre el trá­fi­co de dro­gas y el de armas (la explo­ta­ción sexual de muje­res, niñ@s cada año) 4.000.000 de muje­res, muchas de ellas niñas, son ven­di­das y com­pra­das, y según un estu­dio de la Orga­ni­za­ción Mun­dial de la Salud (OMS) rea­li­za­do en 2002, a esa fecha 73 millo­nes de niños y 150 millo­nes de niñas y ado­les­cen­tes meno­res de 18 años habían sido obje­to de todo tipo de explo­ta­ción y abu­so sexual en el mun­do. Es segu­ro que esas cifras se habrán incre­men­ta­do con­si­de­ra­ble­men­te diez años des­pués. Sola­men­te en la Unión Euro­pea entran anual­men­te un millón de muje­res para ser pros­ti­tui­das. Por su par­te, el sudes­te asiá­ti­co es uno de los prin­ci­pa­les abas­te­ce­do­res y recep­to­res de muje­res, niñ@s obje­to de explo­ta­ción sexual, algo en lo que influ­yen tam­bién fac­to­res eco­nó­mi­cos, ade­más de turís­ti­cos. Por ejemplo:

En ésta últi­ma región es Tai­lan­dia, jun­to con Mala­sia, el prin­ci­pal recep­tor de escla­vas sexua­les de la zona del río Mekong, debi­do a que sus pobla­cio­nes cuen­tan con una mayor ren­ta y a que las visi­tan miles de turis­tas (explo­ta­do­res del sexo) cada año. Jóve­nes de todas las eda­des, pro­ce­den­tes de Cam­bo­ya, Viet­nam, Laos, Myan­mar (ex Bir­ma­nia) e inclu­so Chi­na son ven­di­das en los bur­de­les, don­de les espe­ran las peo­res de las veja­cio­nes. Lo mejor que pue­de suce­der es que las auto­ri­da­des –si las encuen­tran y si no for­man par­te de la cade­na corrup­ta que las explo­ta- las tra­ten como indo­cu­men­ta­das, las deten­ga y las ingre­se en cen­tros de inmi­gran­tes ile­ga­les para ser repa­tria­das. Vamos a uno de los “ejem­plos”:

Tai­lan­dia es lla­ma­da, entre sec­to­res turís­ti­cos, el país de las tres eses: “sun, sand and sex”: sol, are­na y, sexo en inglés. Entre un 5 y un 12 por cien­to de su PBI pro­vie­ne del mer­ca­do de la pros­ti­tu­ción, mien­tras se esti­ma que alre­de­dor de 300.000 meno­res –pre­sa codi­cia­da, para el sue­ño mal­va­do que nadie mere­ce, son víc­ti­mas del turis­mo sexual. De hecho, se cal­cu­la en 20.000 la can­ti­dad de pede­ras­tas que la visi­tan anual­men­te. Es en éste país, en Fili­pi­nas y, en Bra­sil don­de se regis­tra el 10 por cien­to de todos los casos mun­dia­les de explo­ta­ción sexual comer­cial infan­til, pro­du­cién­do­se tam­bién por­cen­ta­jes impor­tan­tes en Méxi­co. Des­pués del Tsu­na­mi muchos turis­tas sexua­les habían cam­bia­do de des­tino. A uno de ellos, de ori­gen ita­liano, se le escu­chó decir “aho­ra sólo nos que­da Bra­sil”. Sin embar­go, pasa­do el temor que gene­ró ese desas­tre natu­ral, todo ha vuel­to a sus cau­ces habituales.

Los millo­nes de escla­vas sexua­les que exis­ten hoy en el mun­do, la mayo­ría han sido ven­di­das de muy peque­ñas, a los 6, 7, e inclu­so a los 5 años: vio­la­das y pros­ti­tui­das des­de esa edad, ade­más de ser sis­te­má­ti­ca­men­te apa­lea­das y tor­tu­ra­das. No sólo por los pro­xe­ne­tas, sino tam­bién por los clientes.

Soma, la escri­to­ra que rela­ta estos casos, cuen­ta que ante­rior­men­te las tor­tu­ras –como las que ella mis­ma sufrió- eran más burdas:

“meter­les las manos en agua hir­vien­do, o atar­las y cubrir­las con escor­pio­nes o con hor­mi­gas mor­de­do­ras.” Pero aho­ra se han copia­do los tru­cos sádi­cos de las pelí­cu­las bara­tas de vio­len­cia, y las chi­cas son some­ti­das a des­car­gas eléc­tri­cas o se les cla­van cla­vos en la cabe­za. Tam­bién las cosen en car­ne viva repe­ti­das veces, para fin­gir vir­gi­ni­dad. Peor aún, muchas de esas niñas están enfer­mas de SIDA.

Una de las niñas, Chan Ry, cuenta:

“Los occi­den­ta­les nos obli­gan a rea­li­zar todo tipo de actos, difí­ci­les de sopor­tar, y si no obe­de­ce­mos nos que­man con cigarrillos.”

Tes­ti­mo­nios vivos, un reco­rri­do por la escla­vi­tud sexual en Tur­quía (des­de 1999 has­ta la fecha, 250.000 muje­res de Azer­bai­yán, Geor­gia, Arme­nia, Rusia, Ucra­nia etc., han sido tra­fi­ca­das a tra­vés de dicho país). La tra­ta sola­pa­da en Israel y Pales­ti­na, el trá­fi­co en Japón, Cam­bo­ya, la anti­gua Bir­ma­nia, Tai­lan­dia, Argen­ti­na y Méxi­co, y todas sus rami­fi­ca­cio­nes glo­ba­les, pone ante noso­tros la diver­si­dad de redes mafio­sas, algu­nas cóm­pli­ces de la corrup­ción polí­ti­ca local. Myan­mar, la anti­gua Bir­ma­nia, se ha con­ver­ti­do ‑según la escri­to­ra Lidia Cacho, de Méxi­co- en un paraí­so del cri­men orga­ni­za­do espe­cia­li­za­do en dro­gas y escla­vi­tud huma­na. Infor­mes del Ban­co Asiá­ti­co de Desa­rro­llo indi­can que el 25% de las ado­les­cen­tes for­za­das a la pros­ti­tu­ción en Myan­mar son por­ta­do­ras del VIH y muchas han desa­rro­lla­do el sida; con defi­cien­tes ser­vi­cios sani­ta­rios, la muer­te es el des­tino pro­ba­ble de estas jóvenes.

En Tur­quía, las mafias alba­ne­sas y rusas coope­ran con las mafias nacio­na­les para el trans­por­te de muje­res, la mayo­ría de las veces enga­ña­das o com­pra­das a sus fami­lias. Para uno de los infor­man­tes de dicha escri­to­ra, la lle­ga­da de los mer­ca­de­res de la gue­rra de Iraq y Afga­nis­tán ha incre­men­ta­do el nego­cio; es un asun­to tabú, pero los terro­ris­tas y mer­ce­na­rios nor­te­ame­ri­ca­nos se han enri­que­ci­do con la tra­ta de muje­res en zonas de con­flic­to armado.

Alre­de­dor de unos “30.000.000 de escla­vos” son las cifras que se bara­jan hay en el mun­do, de los cua­les en la actua­li­dad exis­ten, entre 113 y 200 millo­nes de muje­res y niñas des­apa­re­ci­das, secues­tra­das, ase­si­na­das, sedu­ci­das con enga­ño o ven­di­das para ser pros­ti­tui­das. Cada año que pasa entre un millón y medio y tres millo­nes de muje­res y niñas pier­den la vida como con­se­cuen­cia de la vio­len­cia o aban­dono por razón de su sexo. Las niñas mue­ren de for­ma des­pro­por­cio­na­da por aban­dono, por­que ali­men­tos y asis­ten­cia médi­ca se des­ti­nan antes a sus padres, her­ma­nos, mari­dos e hijos varo­nes. En los paí­ses en los que se con­si­de­ra “a la mujer pro­pie­dad de hom­bres”: Padres, her­ma­nos y “mari­dos” las ase­si­nan por atre­ver­se a esco­ger sus pro­pios com­pa­ñe­ros: son los lla­ma­dos ase­si­na­tos “de honor”. A las novias jóve­nes cuyos padres no pagan dine­ro sufi­cien­te a los hom­bres que se han casa­do con ellas se las mata.

La vio­len­cia domes­ti­ca cau­sa la muer­te de un gran núme­ro de muje­res en todos los paí­ses del mun­do. Las muje­res entre 15 y 44 años tie­nen más pro­ba­bi­li­da­des de ser ase­si­na­das o heri­das por sus parien­tes mas­cu­li­nos que de morir debi­do al cán­cer, la mala­ria, acci­den­tes de tra­fi­co o la gue­rra, todos jun­tos. Puros ase­si­na­tos. Según la Orga­ni­za­ción Mun­dial de la Salud una de cada cin­co muje­res (creo que se ha que­da­do cor­ta) tie­ne pro­ba­bi­li­da­des de ser vic­ti­ma de vio­la­ción o inten­to de vio­la­ción a lo lar­go de su vida.

Rodha: Joven nor­te­ame­ri­ca­na con­tra­ta­da fal­sa­men­te para can­tar en Tokio y rap­ta­da por la mafia de yaku­zas japo­ne­ses para pros­ti­tuir­la (“Escla­vas del Poder”, en via­je al cora­zón de la tra­ta sexual de muje­res y niñas en el mun­do, últi­mo libro de Lidia Cacho): “Duran­te vein­ti­cua­tro horas unos 40 hom­bres me vio­la­ron de todas las for­mas posi­bles. Las cosas que me suce­die­ron duran­te los tres días siguien­tes den­tro de esa sui­te son incon­ce­bi­bles para la mayo­ría de los seres humanos”.

Ami­ta: Una dul­ce niña de 9 años de edad, un día fue secues­tra­da, lle­va­da a una ciu­dad lejos de su casa y obli­ga­da a tener sexo con doce­nas de hom­bres cada día. Des­pués de 5 años de mie­do y angus­tia, final­men­te falle­ció a los 14 años, por cau­sa del mal­tra­to y de los gol­pes recibidos.

Zana: Via­ja con quin­ce años al Yemen, tie­rra de su padre. Lo que encuen­tra allí son muje­res que tra­ba­jan has­ta el ago­ta­mien­to, no hay elec­tri­ci­dad ni agua ni gri­fos… Ella vie­ne de Lon­dres don­de escu­cha músi­ca moder­na y se pin­ta para salir… Antes de que pase una sema­na en el Yemen se ente­ra de que no va a vol­ver a su Lon­dres natal, por­que su padre la ha ven­di­do a ella y a su her­ma­na. Y la ha casa­do sin su con­sen­ti­mien­to con un niño enfer­mi­zo menor que ella. Está secues­tra­da y es sis­te­má­ti­ca­men­te vio­la­da. Duran­te ocho años tie­ne que pasar por un infierno mien­tras su madre tra­ta de recu­pe­rar­las con todos los medios posi­bles con ayu­da­da de perio­dis­tas bri­tá­ni­cos: Pero para enton­ces Zana tie­ne que renun­ciar a su pro­pio hijo y a su her­ma­na, que ya es inca­paz de salir de aquel infierno.

Nue­va York: Sie­te hom­bres y varios meno­res vio­la­ron en un apar­ta­men­to de un edi­fi­cio de Newark a una niña de 7 años, des­pués que fue­ra ven­di­da a un gru­po de per­ver­ti­dos por su her­ma­nas­tra de 15 para obli­gar­la a pros­ti­tuir­se. La pan­di­lla de per­ver­ti­dos rea­li­za­ron una «fies­ta» en la que la dro­ga­ron y la vio­la­ron repe­ti­das veces ‑expli­có la poli­cía de Newark en New Jer­sey. Entre los des­qui­cia­dos había sie­te hom­bres y algu­nos niños, infor­ma­ron fuen­tes de la inves­ti­ga­ción. Al ser inte­rro­ga­da por los detec­ti­ves, la menor de 7 años les dijo que des­pués de haber sido abu­sa­da repe­ti­das veces por los hom­bres, éstos les dije­ron a los niños que hicie­ran lo que qui­sie­ran con ella.

Esta que sigue, es la ter­ce­ra par­te del rela­to (“La jus­ti­cia por pro­pia mano”), que me ha indu­ci­do a escri­bir y res­ca­tar estos datos esca­lo­frian­tes, las dos par­tes ante­rio­res no las inclu­yo, se las pue­den ima­gi­nar: A los 15 años, Sonia, lle­va­ba 7 años de vio­la­ción cons­tan­te de par­te de su padre: 2 hijos inde­sea­dos. Vivía ais­la­da y era gol­pea­da con peor sal­va­jis­mo, sobre todo cuan­do se resis­tía a tener rela­cio­nes sexuales:

“Un día yo bajé a lavar ropa al río, y vi a lo lejos como mi papá le qui­ta­ba la ropa a mi her­ma­ni­ta de 5 años y como la empe­za­ba a mano­sear, yo sen­tí una cosa tan fea, tan fea en todo el cuer­po, una impo­ten­cia, una rabia, un eno­jo, que me jure que mi her­ma­ni­ta no pasa­ría lo mis­mo que yo” con­tó Sonia. Ese mis­mo día por la noche, Juan lle­gó direc­ta­men­te a gol­pear a Mar­ga­ri­ta (“pri­me­ra mujer”), Juan gol­pea­ba de mane­ra alter­na­da a Mar­ga­ri­ta y a Jua­na (“segun­da mujer”). Esa noche del 23 de enero de 2005, a sus 15 años de edad, Sonia no tuvo duda, fue al fogón tomó un leño y aca­bo a gol­pes con su vio­la­dor y tor­tu­ra­dor de su madre. A los pocos minu­tos, Mar­ga­ri­ta, Jua­na y Sonia sabrían que el hom­bre que las había vio­len­ta­do por años esta­ba muer­to. Lo deja­ron tal como había que­da­do en el últi­mo ins­tan­te de su vida: Las tres se fue­ron con los 14 niños.

Octu­bre del 2.004

Mar­ga­ri­ta López Gómez se pre­sen­tó ante el Minis­te­rio Públi­co de Chia­pa de Cor­zo para denun­ciar a su espo­so Juan Velas­co López por vio­len­cia intra­fa­mi­liar, las auto­ri­da­des se limi­ta­ron a tomar­la decla­ra­ción con ayu­da de un tra­duc­tor, como era mono­lin­güe, con señas la dije­ron que ya habían levan­ta­do el acta y que si “pasa­ba cual­quier cosa que­da­ría un antecedente”

*Mar­ga­ri­ta, fue “apar­ta­da” para Juan a los once años de edad por diez bote­llas de Alcohol que éste entre­gó a su padre, para obli­gar­la a casar­se con él, un año des­pués en el para­je Toj­chuc­tik, muni­ci­pio de Miton­tic, uno de los muni­ci­pios más pobres y mar­gi­na­dos de Chiapas.

NOTA

De éste lado del “pri­mer” mun­do en el que vivo, en cuan­to a explo­ta­ción no se que­da atrás. La repre­sión fran­quis­ta de la “Espa­ña” de ayer, sigue sien­do la repre­sión y mar­gi­na­ción fas­cis­ta sobre la cla­se obre­ra del Esta­do Espa­ñol de hoy, bajo la más­ca­ra demo­crá­ti­ca con eti­que­ta comer­cial “cri­sis”. Mien­tras dicha “Cri­sis” se ceba en deter­mi­na­dos sec­to­res con viru­len­cia has­ta man­dar­los al sui­ci­dio, las arcas de los man­da­ta­rios y, una bue­na por­ción de sus laca­yos a for­ma de hom­bre o mujer “los atra­pa todo de man­ga ancha” lle­nan la ban­ca euro­pea e inter­na­cio­nal, pri­va­ti­zan tie­rras y mon­ta­ñas como en épo­ca feu­dal. Repu­diar la dic­ta­du­ra fran­quis­ta, enrai­za­da en el fas­cis­mo demó­cra­ta siglo XXI, ha de estar al orden del día. Denun­ciar las colas del paro de hoy, los sui­ci­dios por fal­ta de una míni­ma pie­za don­de caer vivo o muer­to, la caren­cia de aten­ción, la fal­ta abso­lu­ta de res­pe­to humano sobre los más nece­si­ta­dos des­de el gobierno has­ta dece­nas de ofi­ci­nas del INEM y demás fun­cio­na­ria­do fríos como el már­mol de los pala­cios del amo, ha de plan­tear­se como un cla­mor en alza.

No, no debe­mos de dejar de denun­ciar el “rapa­do” humi­llan­te de ayer, ni el aco­so ideo­ló­gi­co del poder de hoy sobre sec­to­res de la pobla­ción cada vez más diez­ma­dos. La pre­sión de aco­so que pro­vo­ca el sui­ci­dio por desahu­cio fal­ta de tra­ba­jo como la inges­ta de ayer de acei­te de ricino bajo un mis­mo resul­ta­do: “pur­ga de almas”. “Almas” con con­cien­cia de cla­se, orgu­llo y dig­ni­dad de ella, hoy como ayer: Tor­tu­ra, mar­gi­na­ción, repre­sión, vio­la­ción de dere­chos huma­nos siguen en manos de las leyes del fascio.

En la lla­ma­da gue­rra civil entre miles más de ejem­plos, tan­to y más gra­ves, que se podrían enu­me­rar: A Fra­ter­ni­dad Hidal­go, las hor­das fas­cis­tas ‑con escue­la en el poder actual- la mal­tra­ta­ron con la saña mar­ca­da por el odio de cla­se impú­di­co y mor­daz que hoy lega­li­za la cons­ti­tu­ción de una monar­quía feu­dal impues­ta por una demo­cra­cia que lega­li­za la corrup­ción res­ca­ta­da del fran­quis­mo inal­te­ra­do sin Fran­co: La pro­vo­ca­ron a base de veja­cio­nes la per­di­da del hijo que espe­ra­ba, apar­te de dejar­la cie­ga, tenía 21 años, murien­do al poco tiem­po a con­se­cuen­cia de sus “ejem­pla­ri­zan­tes” torturas.

La memo­ria his­tó­ri­ca popu­lar va recu­pe­ran­do poco a poco el “fres­cor” del sal­va­jis­mo fas­cis­ta de ayer a tra­vés de sus tes­ti­gos de hoy: “A Fras­qui­ta Avi­lés, por recha­zar a un falan­gis­ta que se había “ena­mo­ra­do” de ella, la vio­la­ron en el cemen­te­rio des­pués de ase­si­nar­la” “Fue­ron tan humi­llan­tes los hechos que muchas de ellas ni se atre­ven a reco­no­cer públi­ca­men­te que fue­ron violadas…»

A la reha­bi­li­ta­ción de la his­to­ria de nues­tra Gue­rra Nacio­nal Revo­lu­cio­na­ria cuen­ta, Gar­cía Már­quez, que: Ana Line­ros, cono­ci­da como la niña de Pavón, fue ase­si­na­da cuan­do esta­ba dan­do a luz… Su ex mari­do, Andrés Díaz, falan­gis­ta sevi­llano del que se sepa­ró la sacó de la cár­cel ya rapa­da y la ase­si­nó. Hecho en el que el falan­gis­ta fue absuel­to, y la víc­ti­ma en la sen­ten­cia, «con­si­de­ra­da peli­gro­sa por roja”.

*Un lati­ga­zo gigan­te, un mons­truo de Esta­do de die­ci­sie­te cabe­zas con dos ciu­da­des autó­no­mas como áreas bal­nea­rias (Ceu­ta y Meli­lla), cas­ti­ga hom­bros y cas­ti­ga espal­das huma­nas depor­tán­do­las a “Cri­sis”. Nue­va ciu­dad terrá­quea para minar la moral y el opti­mis­mo de las capas popu­la­res. Nue­vo espa­cio mun­dial don­de rigen patro­nes pará­si­tos de des­truc­ción cul­tu­ral y eco­nó­mi­ca con­tra la igual­dad social y su evo­lu­ción colec­ti­va. “Cri­sis”, espa­cio de ámbi­to mun­dial, no regis­tra­do por el catas­tro terri­to­rial (nin­gún gobierno coti­za por él sus impues­tos). Cri­sis”, de carác­ter abso­lu­tis­ta depen­dien­te del per­ju­ra­men­to finan­cie­ro que ciñe el res­pi­rar del desa­rro­llo pro­pio y lo dese­cha al tacho como tra­po vie­jo inser­vi­ble, ahí lan­za hacien­do jiro­nes los sec­to­res inde­fen­sos, des­te­rrán­do­los a la mar­gi­na­li­dad del escom­bro de la basu­ra. “Cri­sis” eslo­gan cíni­co, eti­que­ta que revis­te los suce­sos filo­só­fi­ca­men­te de humi­llan­tes plu­mas del can­cán Sar­kozy con guan­tes ger­ma­nos de cue­ro y ace­ro del láti­go de la aria Mer­kel. “Cri­sis” tras la que abas­te­cen sus flá­ci­das impo­ten­cias que blan­quean en bur­de­les por el mun­do entre núme­ros de exor­cis­mo, “Euro­pa”, a for­ma de patio de artis­tas, “que el inge­nio ase­sor pin­ta made in USA” inten­to de encu­brir la corrup­ción como espec­tácu­lo escé­ni­co depen­dien­te de feu­da­les mer­ca­dos del FMI. Con­tra­tan­do a tiem­po par­cial a medio­cres polí­ti­cos de salón entre vie­jos y nue­vos ricos “dig­ni­fi­can” expan­dien­do cul­tu­ral­men­te a su modo gro­tes­co y mez­quino como “ánge­les de paz a Cri­sis”, for­ma de per­pe­tuar el orden del des­po­tis­mo feu­dal: Nubes negras don­de hay camas­tros de explo­ta­ción sexual; espec­tácu­lo musi­cal don­de se intro­du­cen cade­nas de escla­vi­tud más allá de talle­res y fábri­cas que ni que­dan en su, demo­crá­ti­ca eco­no­mía, de paya­sos de salón glo­ba­li­zan­do el láti­go entre bola y bola: Hom­bres duros, cue­llo duro, con cha­que­ta tres cuar­tas de sola­pa de bri­llo que res­ba­la las balas que inclus­tran sobre los pue­blos que inva­den den­tro y fue­ra del “país de ori­gen”. “Cri­sis” les sir­ve para todo…

Con ella eti­que­tan el dere­cho a la escla­vi­tud en todas sus for­mas laván­do­se las manos de todo el mal sem­bra­do. Per­mi­ten mue­ran muje­res cuan­tos ¿más ser­vi­cios a su alcan­ce?… Dece­nas, varios cien­tos al año, miles en el mun­do mue­ren a manos de sus “pare­jas” que no de medias ni de cal­ce­ti­nes, sino del hom­bre “que las ama” ampa­ra­dos por la bazo­fia a for­ma de ley del poder. “Cri­sis”, hay cri­sis… y ellas van dere­chas a la tum­ba: Amor Euro­pa. Amor Demo­cra­cia. Amor Libre, lo lla­man los “cul­tos” del sis­te­ma. Cam­bian los con­cep­tos, embo­rro­nan las pala­bras… A la des­man­te­la­ción indus­trial la lla­ma­ron “recon­ver­sión”. Y, no era sino un cas­ti­go que ensan­chó las filas de esa legión escla­va tira­da por el piso ‑calles lle­nas, nue­vos barrios de men­di­gos focos inmen­sos de mar­gi­na­ción, y de inmi­gra­ción, peri­fe­rias de gran­des ciu­da­des en des­ocu­pa­ción labo­ral y ABOLICIÓN de las gran­des con­cen­tra­cio­nes de tra­ba­ja­do­res: CAPITALISMO INTERNACIONAL, pel­da­ños que sos­tie­nen el impe­ria­lis­mo. LA MEDIA BURGUESÍA TRIUNFÓ, VIVA LA DEMOCRACIA: Res­tau­ran­tes de lujo como ser­vi­cio del entorno man­da­ta­rio demo­crá­ti­co: En cien­tos de esqui­nas no muy lejos de ellos, focos de mar­gi­na­ción hie­ren mar­ti­llan­do la dig­ni­dad ciu­da­da­na. La mujer dejó de ser impres­cin­di­ble en los fogo­nes don­de comen las nue­vas cla­ses “Chip” inso­cia­les. Aho­ra sólo es escla­va de su casa don­de es irre­me­dia­ble­men­te “impres­cin­di­ble” por su gra­tui­dad. Cien­tos de polí­ti­cos, miles de fun­cio­na­rios de pala­cio, invier­ten millo­nes en salud y edu­ca­ción. Oh, per­dón!!!, digo en hote­les, casi­tas de sexo, pros­ti­tu­ción: Bal­nea­rios con y sin agua siglo XXI, masa­je fun­da­men­tal para el estrés polí­ti­co empre­sa­rial de coc­te­le­ra sin “molo­tov” de cla­se obre­ra, ya que el joven­ci­to chef “de la nue­va coci­na” con pla­tos de músi­ca acor­de a media luz y “cie­rre de suma­rio”, no tie­ne tras él la pro­le ham­brien­ta que mar­ti­lla la sien al tra­ba­ja­dor de con­cien­cia “man­cha­da” inser­vi­ble como “chef”.

Cre­ció el Inser­so, bajó la nata­li­dad… Espe­cu­lar con todo es fun­da­men­tal para la super­vi­ven­cia del capi­tal, flo­re­cien­do nue­va peque­ña y media bur­gue­sía dise­ño “sier­vo” hace y dis­tin­gue al señor del mise­ra­ble; gra­cias a ellos, cre­ce la mise­ria huma­na, “hoy somos Euro­pa”: Pode­mos ven­der el sol, par­ce­lar tie­rras del seño­ri­to recon­vir­tién­do­las en hote­les y cha­lets para el puti­fe­rio euro­peo. “Sier­vo” hace al señor… Seguir sien­do un ser­vi­cio sin indus­tria es demo­cra­cia. Ser cria­dos de lo más corrup­to de Euro­pa es reno­var­se, la reno­va­ción per­mi­ti­rá la expor­ta­ción y explo­ta­ción de las rique­zas natu­ra­les en manos de “Pon­cio Pila­tos” y los pio­jos para el tra­ba­ja­dor. El cam­po y las tie­rras para los cam­pos de golf del “seño­ri­to extranjero”

AVISO:

No dejes nun­ca que se acer­quen a los colo­res y for­mas que hayan podi­do bro­tar de tu con­cien­cia y natu­ra­le­za huma­na. Abre puer­tas y ven­ta­nas que irra­dien de su aro­ma las casas, enton­ces sí, enton­ces for­ma­rán par­te de esa fun­ción que espe­ra luz de bam­ba­li­nas, vida, tu vida. Toma un per­so­na­je, no te dejes glo­ba­li­zar, que te trans­mi­ta fuer­za, y no te aco­bar­des, no per­mi­tas nun­ca que hagan de ti algo inse­gu­ro e uti­li­za­ble, que se rían de tu “locu­ra”, que des­in­flen tu entu­sias­mo por avan­zar siem­pre. Gri­ta, sal­ta, huye de la espe­ra en el umbral de los caí­dos. Lucha siem­pre por la Liber­tad, que no des­ti­ñen tu iden­ti­dad, rom­pe las cade­nas que te arras­tran por mar y tie­rra. No olvi­des que su “paz de paci­fi­ca­ción” es fuen­te béli­ca uti­li­za­da para accio­nes peli­gro­sas. No ven­das nun­ca tu liber­tad, la ver­da­de­ra Liber­tad, POR NADA DE NADA. Mate­ria­li­za tus inquie­tu­des enfren­tán­do­te a todo el que de tu vida quie­ra hacer algo esté­ril, abu­rri­do, “esta­ble” por muerto.

Mujer, con­cien­cia!, sigue fres­ca siem­pre como flo­res que envuel­ven tus sue­ños, no per­mi­tas que te arran­quen del camino de tu vida, afé­rra­te bien sobre él de pasión, emba­dur­na­te en él para que rege­ne­ren tus fuer­zas, o te per­se­gui­rá la som­bra terri­ble del mazo duro de la vio­len­cia, luchar con puño y ban­de­ra algo incues­tio­na­ble, un paso adelante.

Mai­té Cam­pi­llo (actriz)

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