Koba­ne: La lucha de las múje­res kur­das con­tra el esta­do islámico

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Kur­dias­tan. Kobane/​Resu­men Latinoamericano/​Open Democracia/​Por Necla Acik/​30/​10/​2014.- La comu­ni­dad inter­na­cio­nal debe apo­yar el pro­yec­to secu­lar, demo­crá­ti­co, mul­ti-reli­gio­so y mul­ti-étni­co de Roja­va. Dicho pro­yec­to cons­ti­tu­ye una gran ame­na­za para el Esta­do Islá­mi­co y para el gobierno con­ser­va­dor islá­mi­co de Tur­quía. Esto es “demo­cra­cia en acción” en Orien­te Medio.

A prin­ci­pios de Agos­to miles de per­so­nas per­te­ne­cien­tes a la mino­ría étni­ca yezi­dí, que­da­ron atra­pa­das en el Mon­te Sin­jar, en un inten­to de huir de los ata­ques del Esta­do Islá­mi­co, tras aban­do­nar deses­pe­ra­dos sus ciu­da­des y sus pue­blos en la región de Sin­jar, en el noroes­te de Iraq, cer­ca de la fron­te­ra con Siria.
Dichos ata­ques resul­ta­ron ser un movi­mien­to estra­té­gi­co para pro­por­cio­nar al Esta­do Islá­mi­co una puer­ta de entra­da libre hacia el nor­te de Siria, pero la los ata­ques per­pe­tra­dos con­tra la pobla­ción civil (eje­cu­cio­nes, secues­tro de muje­res y niñas, con­ver­sio­nes for­za­das al Islam y éxo­do masi­vo) sugie­ren un plan más siniestro.

Amnis­tía Inter­na­cio­nal docu­men­tó dichas atro­ci­da­des y acu­só al Esta­do Islá­mi­co de lle­var a cabo una lim­pie­za étni­ca de esca­la his­tó­ri­ca, diri­gi­da a las comu­ni­da­des loca­les musul­ma­nas no ára­bes y no suni­tas, como los kur­dos yezi­díes, los cris­tia­nos asi­rios, tur­co­ma­nos, chii­tas, Sha­bak Shi’una, kakais y sabeo mandeos.
Varios meses antes de que se pro­du­je­ran dichos ata­ques, los líde­res yezi­díes ya habían adver­ti­do de la ame­na­za inci­pien­te de dichos ata­ques y tra­ta­ron de ejer­cer pre­sión para pedir pro­tec­ción, rea­li­zan­do via­jes a Bag­dad y a la capi­tal kur­da de Erbil. El ejér­ci­to ira­quí ya había aban­do­na­do la región, pero el Gobierno Regio­nal del Kur­dis­tán (KRG) les ase­gu­ró pro­tec­ción por par­te de las Fuer­zas Arma­das Pesh­mer­gas, que inter­ven­drían ante un even­tual ata­que por par­te del EI.

Sin embar­go, una vez pues­ta en mar­cha la maqui­na­ria de gue­rra del EI y para sor­pre­sa de todos, las fuer­zas pesh­mer­gas se reti­ra­ron rápi­da­men­te dejan­do a la pobla­ción civil sin pro­tec­ción. Tan solo unos cuan­tos com­ba­tien­tes pesh­mer­ga, bajo su pro­pio ries­go, se que­da­ron atrás. Se las arre­gla­ron para resis­tir unos pocos días, lo que per­mi­tió huir a los civi­les a las mon­ta­ñas de Sin­jar, pero poco pudie­ron hacer con tan esca­sos recur­sos huma­nos y mili­ta­res, ante el ase­dio de una fuer­za que ata­ca­ba con mayor poder mili­tar. La masa­cre con­tra el pue­blo Yezi­dí se cuen­ta como la 73ª en su comu­ni­dad. Dicha masa­cre se sal­dó con eje­cu­cio­nes en masa, secues­tro de muje­res como botín de gue­rra, vio­la­cio­nes y tra­ta de muje­res y niñas como escla­vas sexuales.

Las muje­res com­ba­tien­tes kur­das res­ca­tan a los Yezi­díes atra­pa­dos por el Esta­do Islámico.

Mien­tras la noti­cia daba la vuel­ta al mun­do y la comu­ni­dad inter­na­cio­nal deba­tía sobre una posi­ble inter­ven­ción, la ayu­da venía de otro lugar. Las muje­res com­ba­tien­tes kur­das (Uni­da­des de Pro­tec­ción de la Mujer, YPJ) de Roja­va (la región de la auto­no­mía kur­da auto­pro­cla­ma­da en el nor­te de Siria) y las Uni­da­des de Muje­res de la Gue­rri­lla (YJA-Star) del Par­ti­do de los Tra­ba­ja­do­res del Kur­dis­tán (PKK), jun­to con sus com­pa­ñe­ros de sexo mas­cu­lino fue­ron la pri­me­ras fuer­zas en res­pon­der a las lla­ma­das de los refu­gia­dos yezi­díes atra­pa­dos. Par­tien­do de Roja­va, est@s com­ba­tien­tes des­pe­ja­ron un corre­dor de más de 100 kilo­me­tros por el nor­te de Iraq hacia el Mon­te Sin­jar y rom­pie­ron el cer­co del Esta­do Islá­mi­co. Ell@s pro­por­cio­na­ron a los refu­gia­dos un espa­cio segu­ro que les per­mi­tió empren­der una mar­cha de 24 horas hacia el nor­te de Siria (Roja­va), don­de reci­bie­ron aten­ción médi­ca inme­dia­ta, así como ali­men­tos y refugio.

La gue­rri­lla del PKK y los com­ba­tien­tes de Roja­va (YPG/​YPJ) fue­ron las úni­cas fuer­zas sobre el terreno para res­pon­der de inme­dia­to a la cri­sis huma­ni­ta­ria des­en­ca­de­na­da por las masa­cres a prin­ci­pios de agos­to. Tam­bién lla­ma la aten­ción que entre las uni­da­des de com­ba­tien­tes se encon­tra­ban uni­da­des de muje­res com­ple­tas. Estas uni­da­des de com­ba­tien­tes feme­ni­nas han des­per­ta­do mucho inte­rés, ya que para los miem­bros del Esta­do Islá­mi­co, ser ase­si­na­do por una mujer supo­ne el cie­rre auto­má­ti­co de las puer­tas del paraíso.

Si bien este tipo de his­to­rias cier­ta­men­te han incre­men­ta­do la popu­la­ri­dad de las muje­res com­ba­tien­tes kur­das en los medios inter­na­cio­na­les, la reali­dad es que estas muje­res y hom­bres que se atre­vie­ron a poner­se de pie en con­tra del Esta­do Islá­mi­co se han colo­ca­do en una posi­ción muy vul­ne­ra­ble, ya que se con­vir­tie­ron en el obje­ti­vo prin­ci­pal del EI. Y a pesar de que han demos­tra­do ser los más pre­pa­ra­dos logís­ti­ca y men­tal­men­te para com­ba­tir al gru­po yiha­dis­ta, fue­ron los pesh­mer­ga los que reci­bie­ron armas suni­mis­tra­das por la coa­li­ción lide­ra­da por EEUU para com­ba­tir al EI.

Tam­po­co fue­ron con­sul­ta­das la admi­nis­tra­ción PKK ni la de Roja­va acer­ca de las accio­nes coor­di­na­das en con­tra del EI, ni se les sumi­nis­tró armas para defen­der a la pobla­ción de más ata­ques. El fun­da­dor de Médi­cos Sin Fron­te­ras, el Dr. Jac­ques Bérès decla­ró que las muje­res kur­das solo dis­po­nían de dos armas para luchar: “su cora­je y la Kalash­ni­kov”. Inclu­so des­pués de pasa­dos dos meses tras la masa­cre en Sin­jar, siguen sien­do las fuer­zas de muje­res kur­das del PKK, las que siguen pro­te­gien­do a la pobla­ción civil. Han sido las fuer­zas de muje­res las que se han com­pro­me­ti­do en encon­trar a las miles de niñas y muje­res secues­tra­das. Algu­nos polí­ti­cos sue­cos que se han uni­do a esta cam­pa­ña han ins­ta­do a las Nacio­nes Uni­das para que inves­ti­gue e iden­ti­fi­que a las muje­res jóve­nes que pue­dan haber sido obje­to de tra­ta en otros países.

La ‘Revo­lu­ción de Roja­va‘ y los kur­dos en el nor­te de Siria 

Se desa­rro­lla­ba la gue­rra civil en Siria y tras la reti­ra­da del ejér­ci­to sirio en la zona nor­te en 2012, la pobla­ción de Roja­va tomó el con­trol de su región y se decla­ró una auto­no­mía mul­ti­ét­ni­ca y mul­ti-reli­gio­sa demo­crá­ti­ca, divi­di­da en tres can­to­nes sepa­ra­dos geo­grá­fi­ca­men­te (Koba­ne, Afrin y Cizire).

A pesar de las difi­cul­ta­des eco­nó­mi­cas y un embar­go de fac­to del comer­cio con otras par­tes de Siria, Tur­quía y Gobierno Regio­nal de Kur­dis­tán, el pue­blo de Roja­va uti­li­za­ron su recién adqui­ri­da liber­tad para expe­ri­men­tar con la demo­cra­cia más radi­cal. Ellos están apli­can­do el pro­yec­to deno­mi­na­do Con­fe­de­ra­lis­mo Demo­crá­ti­co teo­ri­za­do por el líder kur­do encar­ce­la­do del PKK, Abdu­llah Öca­lan, que tam­bién está sien­do empren­di­do por el movi­mien­to kur­do en el nor­te de Kurdistán/​Turquía.

En dos años, Roja­va ha sido tes­ti­go de impor­tan­tí­si­mos cam­bios ins­ti­tu­cio­na­les y polí­ti­cos y por pri­me­ra vez en la his­to­ria de Siria, las comu­ni­da­des se gobier­nan a sí mis­mas sin la inter­ven­ción de un gobierno cen­tral auto­ri­ta­rio. En refe­ren­cia a estos acon­te­ci­mien­tos como la ‘Revo­lu­ción de Roja­va‘, el pue­blo ha par­ti­ci­pa­do con entu­sias­mo en la orga­ni­za­ción de sus pro­pias ins­ti­tu­cio­nes, en el fun­cio­na­mien­to de las escue­las y los hos­pi­ta­les, en la gene­ra­ción de elec­tri­ci­dad e inclu­so en la crea­ción de sus pro­pias defensas.

El cam­bio más visi­ble qui­zás ha sido la inclu­sión de las muje­res en las fuer­zas de defen­sa y de la poli­cía como uni­da­des sepa­ra­das median­te el esta­ble­ci­mien­to de Uni­da­des de Pro­tec­ción de la Mujer (YPJ) y de las Fuer­zas de Segu­ri­dad de las Muje­res (HAJ). Según diver­sas esti­ma­cio­nes, entre 7000 y 10000 muje­res com­po­nen las fuer­zas com­ba­tien­tes feme­ni­nas, lo que repre­sen­ta apro­xi­ma­da­men­te un ter­cio de la Uni­dad Popu­lar de Pro­tec­ción (YPG), la fuer­za mili­tar que ha sido crea­da para defen­der Rojava.

El empo­de­ra­mien­to de las muje­res ha sido cla­ve para la revo­lu­ción de Roja­va, lo que expli­ca su popu­la­ri­dad sobre todo entre las muje­res. Un infor­me recien­te encar­ga­do por la orga­ni­za­ción con sed en Lon­dres “Roj Muje­res” mues­tra que des­de la auto­no­mía auto­de­cla­ra­da, las muje­res kur­das han esta­ble­ci­do sin­di­ca­tos, aso­cia­cio­nes y comi­tés y se han lle­va­do a cabo cam­pa­ñas de sen­si­bi­li­za­ción de géne­ro a gran esca­la en los tres cantones.

Entre las nue­vas regu­la­cio­nes que tie­nen como obje­ti­vo com­ba­tir la dis­cri­mi­na­ción de géne­ro se encuen­tran la prohi­bi­ción de la poli­ga­mia para los hom­bres y el matri­mo­nio de meno­res de edad. Tam­bién, inusual para la región, los casos de vio­len­cia domés­ti­ca se están toman­do más en serio por ser denun­cia­dos direc­ta­men­te a la poli­cía y lle­va­dos a los tri­bu­na­les, mien­tras que a las muje­res y a sus hijos se les pro­por­cio­na alo­ja­mien­to tem­po­ral segu­ro. Para ase­gu­rar­se de que las muje­res están repre­sen­ta­das en los car­gos públi­cos y en la vida cívi­ca, se toma­ron medi­das de dis­cri­mi­na­ción posi­ti­va, simi­la­res a las que se prac­ti­can den­tro del movi­mien­to kur­do en Tur­quía. Éstas inclu­yen el sis­te­ma de co-pre­si­den­cia, don­de los pues­tos de toma de deci­sio­nes cla­ves son com­par­ti­dos por hom­bres y muje­res, y el esta­ble­ci­mien­to de diver­sos órga­nos exclu­si­vos para muje­res ase­gu­rán­do­se de que las voces e intere­ses de las muje­res ya no son ignoradas.

Mode­lo de la igual­dad de géne­ro de Roja­va está ori­gi­na­do en el movi­mien­to kur­do del PKK en Turquía 

El mode­lo de empo­de­ra­mien­to de las muje­res de Roja­va se basa en la pers­pec­ti­va de la libe­ra­ción de géne­ro desa­rro­lla­do por el PKK y apli­ca­do por el movi­mien­to kur­do y por el Par­ti­do pro­kur­do de la Paz y la Demo­cra­cia (BDP) en Tur­quía, que se ha exten­di­do a los gobier­nos loca­les en una serie de pro­vin­cias kur­das en el Sur-Este de Tur­quía o el nor­te de Kurdistán.

Esta crí­ti­ca de la des­igual­dad de cla­se y de géne­ro ha supues­to una for­ta­le­za en el PKK y en el movi­mien­to kur­do en Kur­dis­tán Nor­te. La par­ti­ci­pa­ción de las muje­res en la lucha arma­da y su éxi­to como acti­vis­tas polí­ti­cas ha roto muchos tabúes en el Kur­dis­tán como movi­mien­to nacio­nal, pero ahí no aca­ba la cosa. Mien­tras que en la déca­da de 1990 las muje­res se movi­li­za­ron en el seno del movi­mien­to nacio­nal kur­do prin­ci­pal­men­te para apo­yar y legi­ti­mar la cau­sa nacio­nal, con el nue­vo cam­bio de polí­ti­ca hacia la auto­no­mía demo­crá­ti­ca, se puso mayor énfa­sis en la polí­ti­ca coti­dia­na y se pro­vo­có el cam­bio des­de aba­jo, es decir “den­tro de la socie­dad mis­ma” sin espe­rar a que suce­die­ra una “gran revo­lu­ción”. El movi­mien­to kur­do y el PKK pusie­ron tan­to énfa­sis en la libe­ra­ción de las muje­res, que las deman­das de las mis­mas y su reco­no­ci­mien­to den­tro del movi­mien­to no podía ser ignorado.

Ade­más de esto, pese a la cons­ter­na­ción de muchas femi­nis­tas, fue el líder kur­do Abdu­llah Öca­lan y muje­res de con­fian­za del movi­mien­to quie­nes empren­die­ron el camino hacia la libe­ra­ción de géne­ro. A pesar de su encar­ce­la­mien­to des­de el año 1999, fue­ron las muje­res quie­nes lo apo­ya­ron más inten­sa­men­te, duran­te los años tur­bu­len­tos tras su deten­ción. A cam­bio Öca­lan se vol­vió más radi­cal en su pro­mo­ción de la libe­ra­ción de géne­ro e ins­tó a las muje­res den­tro del par­ti­do a cues­tio­nar la domi­na­ción mas­cu­li­na den­tro de sus pro­pias filas.

Por lo tan­to, el apo­yo ideo­ló­gi­co pro­por­cio­na­do por el PKK y su líder Abdu­llah Öca­lan ha ayu­da­do a las muje­res den­tro del movi­mien­to kur­do en el nor­te de Kur­dis­tán /​Tur­quía a cues­tio­nar y desa­fiar la opre­sión y las des­igual­da­des de géne­ro de las muje­res, y muchas comen­za­ron a desa­rro­llar una con­cien­cia femi­nis­ta. For­ta­le­cie­ron su posi­ción den­tro del movi­mien­to legal kur­do y cons­tru­ye­ron orga­ni­za­cio­nes autó­no­mas y semi-autó­no­mas, inclu­yen­do las asam­bleas de muje­res den­tro de los par­ti­dos polí­ti­cos pro-kur­dos, los cen­tros de muje­res y aso­cia­cio­nes, una agen­cia de pren­sa, las coope­ra­ti­vas de muje­res, las aca­de­mias de muje­res y así sucesivamente.

Den­tro del movi­mien­to gue­rri­lle­ro, las muje­res tam­bién se orga­ni­za­ron como uni­da­des sepa­ra­das e inde­pen­dien­tes median­te la crea­ción de su pro­pio par­ti­do, el Par­ti­do de Libe­ra­ción del Kur­dis­tán Mujer (PAJK) y su pro­pia fuer­za gue­rri­lle­ra (YJA-estre­lla).

Hoy en día, las muje­res cons­ti­tu­yen una gran fuer­za den­tro de los par­ti­dos pro-kur­dos en Tur­quía. Ellas han esta­do tra­ba­jan­do ini­cial­men­te en nive­les más bajos de movi­li­za­ción popu­lar, pero tam­bién han exi­gi­do un mayor reco­no­ci­mien­to por su tra­ba­jo polí­ti­co. Esto ha lle­va­do a la intro­duc­ción de polí­ti­cas de dis­cri­mi­na­ción posi­ti­va inclu­yen­do la imple­men­ta­ción de un cupo del 40% de las muje­res den­tro de los par­ti­dos pro-kur­dos en Tur­quía. Se ase­gu­ró de que las muje­res fue­ran ele­gi­das en los gobier­nos loca­les y nacio­na­les como con­ce­ja­las, alcal­de­sas y miem­bros del parlamento.

Por ejem­plo, en las elec­cio­nes nacio­na­les de 2007, los par­ti­dos pro-kur­dos gana­ron 21 esca­ños, con una repre­sen­ta­ción feme­ni­na del 38 %. Mien­tras que la repre­sen­ta­ción de muje­res en los par­ti­dos como el gober­nan­te AKP y el repu­bli­cano CHP solo repre­sen­ta­ban el 9%. En las últi­mas elec­cio­nes loca­les de mar­zo de 2014 en Tur­quía, sólo 37 muje­res fue­ron ele­gi­das como alcal­de­sas (de un total de 1.364), de las cua­les más de la mitad eran muje­res de los par­ti­dos pro-kur­dos que han soli­ci­ta­do una mayor cuo­ta de repre­sen­ta­ción. Ade­más de la cuo­ta, los par­ti­dos pro-kur­dos han esta­do apli­can­do un sis­te­ma de repar­to de poder, pio­ne­ro des­de 2009, que per­mi­te a los pues­tos cla­ve de toma de deci­sio­nes den­tro del par­ti­do ser com­par­ti­dos por hom­bres y muje­res. Esto sig­ni­fi­ca que todos los pues­tos de alcal­día y con­ce­ja­lía están com­par­ti­dos, o copre­si­di­dos, es decir que se ha ins­tau­ra­do la figu­ra de alcalde/​alcaldesa, concejal/​concejala, cuyos repre­sen­tan­tes com­par­ten el mis­mo sala­rio, así como los debe­res y dere­chos de repre­sen­ta­ción en su dis­tri­to electoral.

Este sis­te­ma se ha amplia­do a otras orga­ni­za­cio­nes de la socie­dad civil inte­gra­dos den­tro del movi­mien­to kur­do. Éstas y otras polí­ti­cas de dis­cri­mi­na­ción posi­ti­va han sido muy efi­ca­ces en reco­ger los pro­ble­mas de las muje­res y traer­los a la agen­da de la polí­ti­ca kur­da y así ele­var el per­fil de las muje­res en la polí­ti­ca en gene­ral. Podría decir­se que la repre­sen­ta­ción de las muje­res kur­das en pues­tos polí­ti­cos y en los par­ti­dos se ha con­ver­ti­do en un pun­to de refe­ren­cia para la demo­cra­ti­za­ción que ha desa­fia­do a otras par­tes de Tur­quía para seguir su ejemplo.

Roja­va se bene­fi­ció de la expe­rien­cia polí­ti­ca del PKK y el movi­mien­to kur­do en el nor­te de Kur­dis­tán /​Tur­quía en el esta­ble­ci­mien­to de un sis­te­ma de auto­go­bierno y en la bús­que­da de ini­cia­ti­vas de igual­dad de géne­ro. La revo­lu­ción de Roja­va pue­de pare­cer muy ambi­cio­sa, dado que nin­gún poder regio­nal o inter­na­cio­nal tie­ne nin­gún inte­rés en apo­yar­lo ni en que se man­ten­ga. Sin embar­go, fue su idea­lis­mo y su creen­cia de que la diver­si­dad en el Medio Orien­te es un acti­vo en lugar de un pro­ble­ma que los lle­vó a asu­mir la res­pon­sa­bi­li­dad y acu­dir a las mon­ta­ñas de Sin­jar para res­ca­tar a la pobla­ción civil ase­dia­da. Su visión de la auto­no­mía y el éxi­to en la cons­truc­ción de polí­ti­cas capa­ces han con­ver­ti­do a la región en una zona rela­ti­va­men­te esta­ble y segu­ra, ofre­cien­do un refu­gio a dece­nas de miles de refu­gia­dos de Siria e Iraq. Sin embar­go, esto cam­bió radi­cal­men­te cuan­do Roja­va comen­zó a ser el foco de los inten­sos ata­ques del Esta­do Islámico.

El ase­dio a Kobane

Roja­va aho­ra está pagan­do el pre­cio por haber enfren­ta­do al EI y por ejer­cer su auto­go­bierno popu­lar. A pesar de os con­ti­nuos ata­ques aéreos esta­dou­ni­den­ses sobre los pun­to estra­té­gi­cos en manos de los yija­dis­tas duran­te más de tres sema­nas, el can­tón de Koba­ne con­ti­núa bajo los inten­sos ata­ques del EI des­de el 15 de sep­tiem­bre. La posi­ción geo­grá­fi­ca de Koba­ne hace que sea difí­cil reci­bir cual­quier ayu­da exter­na de los otros dos can­to­nes y de la gue­rri­lla del PKK , ya que la fron­te­ra nor­te con Tur­quía se encuen­tra fuer­te­men­te cus­to­dia­da. El res­to de Koba­ne está rodea­da por el EI. La ren­di­ción de Koba­ne tie­ne más pro­ba­bi­li­da­des de des­en­ca­de­nar otra masa­cre simi­lar a la que suce­dió en el Mon­te Sin­jar. La mayo­ría de la pobla­ción civil, alre­de­dor de 160.000 habi­tan­tes de Koba­ne han hui­do de la zona, pero para los miles de resi­den­tes que han per­ma­ne­ci­do en Koba­ne y que inten­tan defen­der­se del EI, el futu­ro se les pre­sen­ta muy sombrío.

Un memo­ran­do de Esta­dos Uni­dos no cla­si­fi­ca­dos escri­to por el ex emba­ja­dor de Esta­dos Uni­dos en Siria, Robert Ford, sugie­re que Tur­quía está pre­sio­nan­do crear un esta­do suni­ta-islá­mi­co en Siria, a pesar de las deman­das de gran par­te de la opo­si­ción que quie­ren orga­ni­zar­se en for­ma de fede­ra­ción lai­ca y mul­ti­ét­ni­ca como sugie­ren muchos sirios y en par­ti­cu­lar las mino­rías, como los cris­tia­nos, alaui­tas, dru­sos y kurdos.

Por otra par­te, en la mis­ma nota, se infor­ma que los fun­cio­na­rios tur­cos han suge­ri­do que una futu­ra Cons­ti­tu­ción siria no debe incluir ni men­cio­nar a los kur­dos y que cual­quier pro­ble­ma kur­do debe resol­ver­se a tra­vés de los muni­ci­pios loca­les”. Es exac­ta­men­te esta men­ta­li­dad de la nega­ción y las polí­ti­cas de asi­mi­la­ción pos­te­rio­res del Esta­do tur­co – y de mane­ra simi­lar al de Irak, Siria e Irán – que dio lugar solo en Tur­quía, a los levan­ta­mien­tos de los kur­dos en la región, cau­san­do la pér­di­da de más de 40.000 personas.

Por lo tan­to, a pesar de que Koba­ne sigue ase­dia­do por el Esta­do Islá­mi­co, los kur­dos en Roja­va des­con­fían pro­fun­da­men­te de cual­quier inter­ven­ción mili­tar de Tur­quía, entre otras cosas por­que acu­san a Tur­quía de apo­yar acti­va­men­te al EI, per­mi­tién­do­se­les cru­zar la fron­te­ra de ida y vuel­ta. Para Tur­quía, un Roja­va autó­no­mo diri­gi­do por los kur­dos afi­lia­dos al PKK es una ame­na­za, y sería como dar con­ce­sio­nes a su pro­pia pobla­ción kur­da. Una inter­ven­ción tur­ca en Roja­va no sólo pon­dría en peli­gro la auto­no­mía, sino que tam­bién ame­na­za el pro­ce­so de paz con sus pro­pios kur­dos en Turquía.

La demo­cra­cia en acción en Orien­te Medio

La región autó­no­ma de Roja­va y su úni­ca pobla­ción es la radio­gra­fía más evi­den­te de lo que hemos enten­di­do des­de hace tiem­po de Afga­nis­tán, Irak y otros con­flic­tos en todo el mun­do; que la demo­cra­cia tie­ne que venir de den­tro. El mode­lo de Roja­va pue­de ense­ñar a un país y a sus ciu­da­da­nos cómo con­ci­liar las dife­ren­cias y cons­truir un futu­ro juntos.

Sin embar­go, Roja­va está sien­do cas­ti­ga­da por tra­tar de man­te­ner­se sobre sus pro­pios pies y por su alian­za con el PKK lo que les ha ayu­da­do ideo­ló­gi­ca y logís­ti­ca­men­te a crear su pro­pia admi­nis­tra­ción, así como con su lucha con­tra los gru­pos afi­lia­dos a al-Qaida.

A pesar de que el PKK está cata­lo­ga­do como una orga­ni­za­ción terro­ris­ta, y de hecho ha par­ti­ci­pa­do en con­flic­tos vio­len­tos y ha sido impla­ca­ble a veces hacia la opo­si­ción inter­na, sus polí­ti­cas y estra­te­gias han cam­bia­do con los años. Su popu­la­ri­dad entre los kur­dos sigue sien­do alta, ya que han lide­ra­do la lucha por las liber­ta­des civi­les, la repre­sen­ta­ción polí­ti­ca y el reco­no­ci­mien­to de los dere­chos cul­tu­ra­les de los últi­mos 30 años o más.

El pro­yec­to de auto­no­mía demo­crá­ti­ca ha sido uno de los pro­yec­tos polí­ti­cos cla­ve del PKK idea­do como solu­ción a lar­go pla­zo para la cues­tión kur­da en el Medio Orien­te. Pro­pues­to como alter­na­ti­va a un esta­do-nación kur­do inde­pen­dien­te, se cen­tra en la amplia­ción de las for­mas demo­crá­ti­cas de par­ti­ci­pa­ción y el desa­rro­llo de for­mas alter­na­ti­vas de gobierno y eco­no­mía. Esta línea polí­ti­ca mode­ra­da del PKK, en com­pa­ra­ción con los años 1980 y 1990, ha per­mi­ti­do que el movi­mien­to kur­do en Tur­quía haya refor­za­do su lucha polí­ti­ca legal y tie­ne como obje­ti­vo abrir las nego­cia­cio­nes para una solu­ción polí­ti­ca pacífica.

El mode­lo de Roja­va secu­lar, mul­ti-reli­gio­so y mul­ti-étni­co con sus aspi­ra­cio­nes cons­ti­tu­ye una ame­na­za para el EI e igual­men­te para el gobierno con­ser­va­dor islá­mi­co de Tur­quía. En Occi­den­te, sin embar­go, que se que­jan de la fal­ta de demo­cra­cia en el Orien­te Medio, y uno se pre­gun­ta ¿qué es lo que hace que duden a la hora de dar apo­yo a un movi­mien­to pro­gre­sis­ta sin igual?

Este movi­mien­to no sólo ha logra­do fre­nar el avan­ce del EI, tam­bién ha pro­por­cio­nan­do la segu­ri­dad y la esta­bi­li­dad en las zonas admi­nis­tra­das por ell@s, se ha empo­de­ra­do a las muje­res y cons­trui­do una for­ma inclu­si­va en la gober­na­bi­li­dad, la par­ti­ci­pa­ción de todas las diver­sas pobla­cio­nes de la región, como los kur­dos, ára­bes, asi­rios y armenios.

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