Intervención de Jon Iurrebaso en nombre de todos los procesados en el juicio
que tuvo lugar entre el 31 de agosto y el 2 de septiembre en París
Todos los que han oído hablar del «problema vasco» tienen la tendencia, desgraciadamente, a reducirlo exclusivamente al Estado español, como si se tratara de una cuestión interna de España y que, en consecuencia, todo lo que el Estado francés hiciera contra los que luchan por la liberación de Euskal Herria solo sería una colaboración con el Estado español.
Nada más lejos de la verdad y de la realidad. Francia niega y rechaza la misma existencia de Euskal Herria y conduce la lengua vasca, su realidad cultural, económica y política a una muerte segura. Es por tanto evidente que Euskal Herria tiene un gran problema: dos grandes Estados, el español y el francés, que quieren hacer desaparecer Euskal Herria y continuar a repartírsela.
Hoy no vamos a hacer aquí el balance histórico de la represión de los gobiernos de la República, tanto de derecha como de izquierda. Es suficiente señalar que hoy sufrimos una situación parecida entre el gobierno socialista de José Luis Zapatero y el de Nicolas Sarkozy.
Pruebas no nos faltan: la desaparición y el asesinato del ciudadano y camarada vasco Jon Anza Ortuñez, la entrega a las autoridades españolas de numerosos militantes vascos del sur de Euskal Herria, la tentativa de arresto para la entrega a las autoridades españolas de la militante vasca del norte de Euskal Herria Aurore Martin o la grave situación que sufren los presos políticos vascos: dispersión penitenciaria, aislamiento y palizas.
Dicho esto, no hay que olvidar la relación directa que este proceso tiene con el último proceso de negociación que fue llevado a cabo durante el periodo de 2005 al 2007 entre la organización socialista revolucionaria vasca de liberación nacional ETA y el gobierno español.
Esta mesa de negociación se constituyó con el aval, la participación y los buenos oficios de dos Estados europeos y con la participación de agentes internacionales comprometidos en la resolución de conflictos políticos.
Esta mesa también se constituyó con la supuesta voluntad de negociación del gobierno español así como con la supuesta voluntad del gobierno francés en los teman que le incumbían. Por lo que respecta a la voluntad de ETA, ésta quedó demostrada una y mil veces en circunstancias negativas, extremadamente complejas, y todo ello frente a la actitud negativa e irresponsable del Estado español.
En esta mesa de negociación, en el curso del proceso de negociación, se tomaron acuerdos muy importantes entre ETA y el gobierno español. Sería demasiado extenso relatar todo ello de una manera exhaustiva. Así que me limitaré a una breve exposición para mostrarles el talante y la voluntad de cada una de las partes.
El objetivo del Proceso de Negociación fue desarrollar una dinámica de diálogo y de negociación que debía conducir a la resolución integral del conflicto político entre el sur de Euskal Herria y el Estado español y que podría ser el preludio de otro proceso entre Euskal Herria y el Estado francés. Todo ello mediante el dialogo y la negociación.
El punto de partida debía ser el alto el fuego permanente que ETA hizo efectivo en el tiempo y modalidades determinadas por los acuerdos.
En esta mesa de negociación los acuerdos también determinaron un cierto número de garantías: cese de las detenciones políticas, inmunidad para la delegación de ETA, libertad de actividades políticas para la izquierda abertzale, etc.
El aspecto político más significativo de los acuerdos era la declaración que el presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, debía hacer, basada esencialmente en dos puntos: el reconocimiento de Euskal Herria y el derecho que le asiste a la sociedad vasca para decidir sobre su futuro y el respeto que el gobierno español mantendría ante esta decisión inapelable.
El presidente del gobierno español hizo efectivamente una declaración pero ésta no respetaba los acuerdos e imponía la Constitución española, que niega los derechos nacionales fundamentales de Euskal Herria. Derechos que son reconocidos para todos los pueblos por la Organización de Naciones Unidas.
¿Por qué el proceso de negociación de 2005 a 2007 fracasó? Por una razón tan terrible y simple como indecente e indigna. Porque los poderes del Estado español, el gobierno español, no han tenido la voluntad de reconocer a Euskal Herria, el pueblo que posee la lengua más vieja de Europa. Ellos no han tenido esta voluntad y nosotros podemos constatarlo con las violaciones constantes de la parte del gobierno español de los acuerdos tomados libremente entre las dos partes. El gobierno español rompió desde el principio el proceso de negociación que nos podría haber llevado a la resolución del conflicto en el sur de Euskal Herria.
Uno de los actores de primer orden en esta situación de sabotaje ha sido el gobierno francés. La prueba es este juicio. El Estado francés no puede justificar sus actuaciones basándolos en la sola colaboración con el Estado español porque Euskal Herria se sitúa geográficamente y como realidad socio política y cultural a los dos lados de los Pirineos. Francia es tan responsable como España en la represión y negación de los derechos de Euskal Herria.
Hoy, en 2011, con la misma voluntad de llegar a la resolución del conflicto político por medio del diálogo y la negociación, conocemos una nueva situación dentro del largo camino emprendido por Euskal Herria para su emancipación. Queremos que esta nueva situación permita dar pasos hacia adelante, tanto cualitativos como cuantitativos, en vistas a la resolución del conflicto.
Efectivamente, podríamos estar a las puertas de un nuevo ciclo. Esto es lo que desea el conjunto del Movimiento de Liberación Nacional Vasco. Es con este objetivo con el que el conjunto del Movimiento de Liberación Nacional Vasco hace propuestas, esfuerzos inmensos y da pasos cualitativos importantes que desgraciadamente no tienen reciprocidad de la parte de los dos Estados. A día de hoy, la respuesta de los dos Estados es la represión.
Nosotros esperamos que nadie entienda la resolución del conflicto político como el fin de ETA. El problema no es ETA. ETA es una de las consecuencias de la negación de Euskal Herria. No nos cansaremos de decir que la cuestión vasca es bien anterior a la creación de los Estados modernos.
En otros términos, el pueblo vasco no ha sobrevivido hasta nuestros días, no ha llegado hasta el siglo XXI desde la época preindoeuropea, para ver cerrada la ventana de su futuro. Como lo dicen importantes hombres de Estado, politólogos, sociólogos, mujeres y hombres de horizontes e ideologías diversas e incluso amigos que no comparten nuestra causa: cerrar en falso el conflicto político vasco sería un error irreparable porque la cuestión vasca es un asunto político y una cuestión de derechos.
Hacemos un llamamiento en particular a los Estados implicados, a las personas que detentan el poder, a los medios de información, a los partidos políticos, que no repitan los errores del pasado. Seamos inteligentes. Seamos sensatos. Seamos valientes.
Es por esto que una vez más exigimos las condiciones que permitan comenzar y construir un proceso democrático. Este proceso deberá garantizar que todas las opiniones políticas puedan desarrollarse, comprendida la opinión política independentista, hasta la fundación del Estado vasco, por supuesto
Solo condiciones verdaderamente democráticas, el reconocimiento de la nación vasca y su derecho a decidir sobre su futuro sin injerencias permitirán la puesta en marcha de un proceso que llegue a una solución justa y definitiva.
París, 2 de septiembre de 2011
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Tous ceux qui ont entendu parler de la question basque ont malheureusement tendance à la réduire à son seul rapport avec l’Espagne, comme s’il s’agissait d’une question interne à l’Espagne et qu’en conséquence tout ce que la France entreprendrait contre ceux qui luttent pour la libération d’Euskal Herria ne serait qu’une simple collaboration avec l’Espagne.
Rien n’est plus loin de la vérité et de la réalité. La France nie et refuse l’existence même d’Euskal Herria et conduit la langue basque, sa réalité culturelle, économique et politique à une mort certaine. Donc, il est évident qu’Euskal Herria a un problème majeur : Deux grands Etats, l’espagnol et le français, veulent le faire disparaître et continuer à se le partager.
On ne va pas faire ici le bilan historique de la répression des gouvernements de la république, tant de droite que de gauche. Il suffit de signaler qu’aujourd’hui nous subissons une situation comparable, entre le gouvernement socialiste de José Luis Rodriguez Zapatero et celui de Nicolas Sarkozy.
La preuve : la disparition et l’assassinat du citoyen et camarade basque Jon Anza Ortuñez, la remise aux autorités espagnoles de nombreux militants basques de Euskal Herria sud, la tentative d’arrestation pour la remise aux autorités espagnoles de la militante basque de Euskal Herria Nord Aurore Martin ou la grave situation que les prisonniers politiques basques subissent : dispersion carcérale, isolement et passages à tabac.
Ceci étant dit, il ne faut pas oublier la relation directe de ce procès avec le dernier processus de négociation qui a été mené durant la période 2005 à 2007 entre l’organisation socialiste révolutionnaire basque de libération nationale ETA et le gouvernement espagnol.
Cette table de négociation s’est constituée avec l’aval, la participation et les bons offices de deux états européens, avec la participation d’agents internationaux engagés dans la résolution de conflits politiques.
Elle s’est également constituée avec la volonté suposée de négociation du gouvernement espagnol ainsi que la volonté suposée du gouvernement français pour les sujets qui le concernaient. Pour ce qui est de la volonté de ETA elle a été affichée mille et une fois dans des circonstances négatives extêmement complexes et extrêmes, surtout du fait de l’attitude négative et irresponsable du gouvernement espagnol.
A cette table de négociation, au cours de ce processus de négociation, des accords très importants ont été pris entre ETA et le gouvernement espagnol. Il serait ici trop long d’en faire une présentation exhaustive. Je me limiterai à un bref exposé, pour vous montrer l’ état d’esprit et la volonté de chacune des parties.
L’objectif du Processus de Négociation a été de développer une dynamique de dialogue et de négociation qui devait conduire à la résolution intégrale du conflit politique entre Euskal Herria sud et l’Etat espagnol et qui pourrait être le prélude d’un autre processus entre Euskal Herria et l’Etat français. Tout cela dans le dialogue et la négociation. Le point de départ devait être le cessez le feu permanent que ETA a rendu effectif dans les temps et les modalités déterminées par les accords.
A cette table de négociation les accords ont déterminé aussi un certain nombre de garanties dont l’arrêt des interpellations politiques, l’immunité pour la délégation de ETA, la liberté des activités politiques de la gauche abertzale, etc…
L’aspect politique le plus significatif des accords était la déclaration que le président du gouvernement espagnol, José Luis Rodríguez Zapatero devait faire, basée essentiellement sur deux points: la reconnaissance d’Euskal Herria et le droit qui revient à la société basque de décider de son avenir avec le respect du gouvernement espagnol pour cette résolution sans appel.
Le président du gouvernement espagnol a effectivement fait une déclaration mais elle ne respectait pas l’accord et elle imposait la Constitution espagnole qui nie les droits nationaux et fondamentaux du peuple basque. Droits qui, pour tous les peuples sont reconnus par l’Organisation des Nations Unies.
Pourquoi le processus de négociation de 2005 – 2007 à t’il échoué? Pour une raison aussi bien terrible et simple qu’indécente et indigne. Parce que les pouvoirs de l’état espagnol, le gouvernement espagnol, n’ont pas eu la volonté de reconnaitre Euskal Herria, le peuple qui a la plus ancienne langue d’Europe. Ils n’ont pas eu cette volonté et nous pouvons le constater avec les violations constantes de la part du gouvernement espagnol des accords pris librement entre les deux parties.
Le gouvernement espagnol a rompu dés le départ le processus de négociation qui aurait pu nous conduire à la résolution du conflit en Euskal Herria Sud.
L’un des acteurs de premier plan dans cette situation de sabotage a été l’état français. La preuve c’est ce procès. L’Etat français ne peut justifier ses agissements par la seule collaboration avec l’Etat espagnol puisque Euskal Herria se situe géographiquement et comme réalité socio politique et culturelle des deux côtés des Pyrénées. La France est tout aussi responsable que l’Espagne dans la répression et la négation des droits d’ Euskal Herria.
Aujourd’hui, en 2011, avec la même volonté de parvenir à la résolution du conflit politique par le dialogue et la négociation, nous connaissons une nouvelle situation sur le long chemin pris par Euskal Herria pour son émancipation. Nous voulons que cette autre situation permette de faire des avancées quantitatives et qualitatives en vue de la résolution du conflit politique.
Nous pourrions effectivement être aux portes d’un nouveau cycle. C’est ce que l’ensemble du Mouvement de Libération Nationale Basque souhaite. C’est dans ce but que l’ensemble du Mouvement de Libération Nationale Basque fait des propositions, des efforts immenses et des pas qualitatifs importants qui malheureusement n’ont pas de réciprocité de la part des deux Etats. A ce jour, la réponse des deux Etats est la répression.
Nous espérons que personne ne comprenne la résolution du conflit politique comme la fin de ETA. Le problème n’est pas ETA. ETA est une des conséquences de la négation d’Euskal Herria. Nous ne nous lasserons pas de dire que la question basque est bien antérieure à la création des Etats modernes.
En d’autres termes, le peuple basque n’a pas survécu jusqu’à nos jours, il n’est pas arrivé jusqu’au 21ème siècle depuis l’époque pré indo européenne, pour se voir fermer la fenêtre de son avenir. Comme le disent de remarquables hommes d’etat, politologues, sociologues, femmes et hommes d’horizons et d’idéologies diverses et même des amis qui ne partagent pas notre cause, faire semblant de régler le conflit basque serait une erreur irréparable, car la question basque est une question politique et une affaire de droits.
Nous lançons un appel, en particulier aux états impliqués, à ceux qui détiennent le pouvoir, aux médias, aux partis politiques de ne pas répéter les erreurs du passé. Soyons intelligents. Soyons sensés. Soyons courageux.
C’est pour cela qu’une fois de plus, nous exigeons les conditions qui permettent d’entamer et de construire un processus démocratique. Ce processus devra garantir que toutes les opinions politiques puissent se développer, l’opinion indépendantiste comprise et ce jusqu’à la fondation de l’Etat basque, il en va de soi.
Seules des conditions vraiment démocratiques, la reconnaissance de la Nation basque et de son droit à décider de son avenir sans ingérence permettront la mise en marche d’un processus qui aboutisse à une solution juste et définitive.