Es lucha de cla­ses…- Ando­ni Baserrigorri

Las imá­ge­nes que nos están lle­gan­do estos últi­mos días de Astu­ries y de León, impac­tan. Pero no impac­tan por­que sean espe­cial­men­te duras, sino por­que refle­jan el retorno de un fenó­meno que nun­ca se fué, pese a que más de uno y una nos anun­ció su muer­te hace 20 años.

Quie­nes anun­cia­ron el final de la his­to­ria y fes­te­ja­ron antes de tiem­po, el defi­ni­ti­vo triun­fo del capi­ta­lis­mo, no con­ta­ban, con lo apor­ta­do y expli­ca­do por Marx. El capi­ta­lis­mo tie­ne unas lógi­cas impla­ca­bles y es que cuan­do se explo­tan todos los mer­ca­dos, se expo­lian todos los recur­sos de los pue­blos y no que­dan luga­res don­de ven­der el pro­duc­to se crea un exce­den­te que pro­vo­ca inevi­ta­ble­men­te una cri­sis. Hay pro­duc­tos ela­bo­ra­dos, pero no hay a quien ven­der­los, por­que fal­ta dine­ro y si no hay com­pra­do­res, el capi­ta­lis­mo estalla.

Es una lógi­ca impla­ca­ble y hace 20 años ya se sabía que ven­dría. Hay muchos tex­tos en inter­net que así lo ates­ti­guan, inclu­so en la épo­ca de las vacas gor­das, cuan­do el buen vivir y el esta­do de bien­es­tar pare­cía que no iba a tener fin. Cual­quier obre­ro euro­peo, podía tener un piso, una casa en la sie­rra o en la pla­ya, y un par de coches. La men­ta­li­dad de nue­vos ricos se adue­ñó de las cla­ses medias, inclu­so de cier­tas cla­ses bajas y hablar­les de socia­lis­mo y revo­lu­ción era pre­di­car en el desier­to. Los comu­nis­tas éra­mos una espe­cie de nos­tál­gi­cos de otra épo­ca, con­de­na­dos a vivir de los cuen­tos del abue­lo o de la abue­la. Por­que muje­res que han escri­to pági­nas de glo­ria por el socia­lis­mo las hay por legión.

Pero hemos des­per­ta­do del sue­ño, al menos las men­ta­li­da­des que esta­ban dor­mi­das y nos encon­tra­mos con las dos carac­te­rís­ti­cas fun­da­men­ta­les del capitalismo.

Por una par­te su aris­ta más explo­ta­do­ra y caren­te de entra­ñas y el menor huma­nis­mo. Lo que plan­tean los ges­to­res de esta mal­di­ción lla­ma­da hoy día “eco­no­mía de mer­ca­do” es la explo­ta­ción del ser humano por el ser humano de la mane­ra más des­car­na­da. Hay que tra­ba­jar has­ta cum­plir los 70 años, bus­car­se la vida en dere­chos bási­cos como la edu­ca­ción, sani­dad, vivien­da, y bus­car­se la vida, en una jun­gla impla­ca­ble en la que tu mejor ami­go te pue­de devorar.

El dere­cho al tra­ba­jo es una uto­pía y los que tra­ba­jan, deben hacer­se a la idea de hacer­lo sin ape­nas dere­chos. La empre­sa es tu Dios y el encar­ga­do su pro­fe­ta al cual debes seguir en todas sus indi­ca­cio­nes, inclu­so a ries­go de que pue­das per­der la vida en el tajo.

La explo­ta­ción de otros pue­blos, se acre­cien­ta y sin más­ca­ras, res­ca­tan­do las prác­ti­cas más atro­ces del siglo XIX. Inva­sión pura y dura, así que en ape­nas 20 años con las mas estra­fa­la­rias excu­sas, el impe­rio ha inva­di­do y saquea­do varios pue­blos, Iraq, Afga­nis­tán, Libia y tie­ne en car­te­ra más inva­sio­nes, como la de Siria, Irán, Vene­zue­la. Pue­blos todos ellos dig­nos y que han ele­gi­do cami­nos dife­ren­tes de desa­rro­llo al pro­pues­to por las ban­das capitalistas.

En defi­ni­ti­va, la bar­ba­rie que nos dijo Rosa Luxem­bur­go era esta, y esto es lo que tene­mos en la actua­li­dad. 20 años des­pués de la caí­da del blo­que socia­lis­ta, el impe­ria­lis­mo ha desa­rro­lla­do mul­ti­tud de pla­nes, que antes no podía rea­li­zar por la pre­sión sovié­ti­ca y sobre todo por la pre­sión que ejer­cía su Ejer­ci­to Rojo y el con­tra­pe­so que ofre­cía a la ban­da cri­mi­nal OTAN.

La segun­da aris­ta con la que nos toca enfren­tar­nos y que algu­nos, en su enso­ña­ción de un capi­ta­lis­mo dul­ce, no acer­ta­ban a ver , es su carác­ter fas­cis­ta. El fas­cis­mo no es una ideo­lo­gía en sí mis­ma, El fas­cis­mo es un arma que uti­li­za el capi­tal en el mis­mo momen­to que le es preciso.

Por eso, en estos momen­tos en que el capi­tal se ve en difi­cul­ta­des, es cuan­do de nue­vo va a uti­li­zar for­mas y mane­ras no demo­crá­ti­cas. Las leyes, que nos anun­cia el esta­do espa­ñol, son la ante­sa­la de un esta­do auto­ri­ta­rio en el cual quie­ren que sea impo­si­ble tan­to la liber­tad de los pue­blos que nos toca pade­cer el poder de Madrid, como la posi­bi­li­dad de sali­das pro­gre­sis­tas ( no habla­mos ya de sali­das revo­lu­cio­na­rias..) a este esta­do, al cual nos con­de­na el capital.

Y son posi­bles sali­das en otros pará­me­tros, ahí tene­mos el caso de Islan­dia, pero pre­ci­sa­men­te para evi­tar más Islan­dias, nos plan­tean este con­glo­me­ra­do de leyes. Son fas­cis­tas y pun­to. Ni son huma­nos, ni tie­nen nin­gu­na ver­güen­za ni talan­te. Les da igual saber que la gen­te empie­za a pasar­lo real­men­te mal, inclu­so a pade­cer ham­bre. Son fas­cis­tas y defien­den sus pri­vi­le­gios que reco­ge la Cons­ti­tu­ción con­sa­gran­do la uni­dad del esta­do espa­ñol. Espa­ña es una uni­dad de mer­ca­dos y nada más.

El fenó­meno que hemos vis­to revi­vir estos últi­mios días en León, Anda­lu­cia y Astu­ries es lisa y lla­na­men­te la lucha de cla­ses. No ha muer­to, como dije­ron hace 20 años.

El pro­ble­ma pode­mos ser noso­tros mis­mos. ¿Inte­rio­ri­za­re­mos todo esto y actua­re­mos con­se­cuen­te­men­te? Por de pron­to, mis “ami­gos” de la izquier­da mema y su paci­fis­mo de pan­de­re­ta, sigue soñan­do con un capi­ta­lis­mo guay en el cual “demo­crá­ti­ca­men­te” y a gol­pe de tren­za y batu­ka­da, logra­re­mos cier­tas mejo­ras que nos hagan dor­mir a gus­to con nues­tra conciencia.

Pero la izquier­da real, la izquier­da com­ba­ti­va, tie­ne que empe­zar a poner­se las pilas, sino, la cla­se obre­ra le des­bor­da­rá por la izquier­da y Astu­ries y León es un buen ejem­plo. O Anda­lu­cía, don­de no cesa la repre­sión con­tra el movi­mien­to sin­di­cal con­se­cuen­te. La izquier­da debe estar a la altu­ra de lo que las cir­cuns­tan­cias le exi­ge y el hor dago que plan­tea el capi­tal. Y si no está a la altu­ra, sobra, así de claro.

Si un movi­mien­to polí­ti­co de izquier­da, mar­xis­ta y revo­lu­cio­na­rio, deja a un lado los aná­li­sis en cla­ve de cla­se y en cla­ve anti-capi­ta­lis­ta por el socia­lis­mo, si se des­po­ja de las herra­mien­tas míni­ma­men­te nece­sa­rias para lle­var al pue­blo a la vic­to­ria y que ese pue­blo pue­da comen­zar las tareas de cons­truc­ción del socia­lis­mo, ese movi­mien­to o par­ti­do polí­ti­co ha hecho deja­ción de su tarea histórica…la toma del poder y la tras­for­ma­ción de este por un poder revo­lu­cio­na­rio que libe­re a seres huma­nos y pue­blo de esta pes­te que es el capi­ta­lis­mo. Tomar el poder, pero para trans­for­mar­lo y crear el socia­lis­mo. Fini­qui­tar la explo­ta­ción y el fas­cis­mo que nos plan­tea hoy día el esta­do capi­ta­lis­ta. Esa es la tarea más urgente.

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