Entre­vis­ta a Asier Altu­na e Iker Urbi­na por “La Epo­ca” de Bolivia

Entre­vis­ta de Ani­bal Garzón

Entrevista a Asier Altuna e Iker Urbina por “La Epoca” de BoliviaAsier Altu­na, miem­bro de la izquier­da inde­pen­den­tis­ta vas­ca (izquier­da aber­tza­le) y res­pon­sa­ble de rela­cio­nes con Amé­ri­ca Lati­na, e Iker Urbi­na, dipu­tado con la for­ma­ción Amaiur, char­la­ron en su visi­ta a Boli­via sobre sus impre­sio­nes del país y la actua­li­dad vas­ca con Ani­bal Gar­zón. Esta es la entrevista:

En una cafe­te­ría en el cen­tro de la ciu­dad de La Paz esta­ban sen­ta­dos Asier Altu­na, miem­bro de la izquier­da inde­pen­den­tis­ta vas­ca (izquier­da aber­tza­le) y res­pon­sa­ble de rela­cio­nes con Amé­ri­ca Lati­na, y Iker Urbi­na, dipu­tado de la mis­ma orga­ni­za­ción polí­ti­ca con la for­ma­ción Amaiur, para char­lar sobre sus impre­sio­nes en Boli­via y de la actua­li­dad vas­ca. Altu­na y Urbi­na visi­ta­ron Boli­via para acu­dir al VIII Con­gre­so Nacio­nal del Movi­mien­to al Socia­lis­mo (MAS) lide­ra­do por Evo Mora­les y orga­ni­za­do en Cocha­bam­ba entre el 25 y 27 de marzo.

¿Cuál es el moti­vo de vues­tra visi­ta a Bolivia?
Hemos veni­do a Boli­via para cono­cer el Pro­ce­so de Cam­bio que vive. Lle­va­mos hacien­do esto con todos los paí­ses de Amé­ri­ca Lati­na des­de el naci­mien­to de un deba­te interno que ha naci­do en la Izquier­da Aber­tza­le (IA) des­de el año pasa­do. Fui­mos a Cuba, el Sal­va­dor, Nica­ra­gua, Méxi­co y aho­ra esta­mos en Boli­via. Esta­mos rea­li­zan­do nue­vos y dife­ren­tes con­tac­tos con orga­ni­za­cio­nes lati­no­ame­ri­ca­nas, inclu­so algu­nos con­tac­tos se aflo­ja­ron cuan­do hace 10 años el gobierno espa­ñol ile­ga­li­zó nues­tra for­ma­ción de la izquier­da inde­pen­den­tis­ta vas­ca. En el caso de Boli­via hemos esta­do en el Con­gre­so del MAS, mos­tran­do nues­tra soli­da­ri­dad y prac­ti­can­do el internacionalismo.

¿Qué les ha apor­ta­do el Con­gre­so del MAS?
Venía­mos con una idea de un con­gre­so clá­si­co euro­peo, que no quie­re decir que sea lo correc­to, pero sin lugar a dudas lo que más nos ha sor­pren­di­do gra­ta­men­te en el con­gre­so del MAS es que la dis­cu­sión de las ponen­cias era masi­fi­ca­da, no solo cuan­do estu­vo el Pre­si­den­te Evo Mora­les, sino en todo el deba­te. Mili­tan­tes que habían veni­do de todo el país a dis­cu­tir su pro­yec­to polí­ti­co es de envi­diar. Es una demos­tra­ción de la fuer­za popu­lar, garan­tía de futu­ro con cien­tos de per­so­nas que son repre­sen­tan­tes de miles de boli­via­nos. Ade­más el Con­gre­so fue algo pecu­liar, con mucha fies­ta, no solo eran deba­tes, sino tam­bién unión entre per­so­nas en momen­tos lúdi­cos. Este Con­gre­so del MAS es una cons­ta­ta­ción de que en la pri­me­ra inde­pen­den­cia de Boli­via no se lle­gó a los pue­blos ori­gi­na­rios en si, que fue­ron los gran­des olvi­da­dos y opri­mi­dos, y aho­ra hay un des­per­tar, una toma de con­cien­cia de estos pue­blos que fue vis­to en el Con­gre­so. Cual­quier movi­mien­to de izquier­das le gus­ta­ría tener ese res­pal­do popu­lar que posee el MAS. Había de todas las eda­des, muje­res y hom­bres, de dife­ren­tes luga­res, cul­tu­ras. En Euro­pa actual­men­te no hay un deba­te polí­ti­co y de par­ti­ci­pa­ción tan de moda como exis­te en Amé­ri­ca Lati­na, y en espe­cial el caso de Bolivia.

Con el cono­ci­mien­to qué estáis tenien­do de los pro­ce­sos de Amé­ri­ca Lati­na, ¿que o cómo vais a repli­car en el País Vasco?
A todos los sitios don­de vamos apren­de­mos cosas. Ade­más de mos­trar nues­tra soli­da­ri­dad tam­bién vemos como el MAS está en el gobierno, cómo fun­cio­na, y evi­den­te­men­te noso­tros tam­bién veni­mos con una labor de divul­gar lo nues­tro. Aque­llas expe­rien­cias que se pue­dan sacar de cual­quier sitio pues son pro­ve­cho­sas, aun­que se deben aco­mo­dar a nues­tra reali­dad. En gene­ral veni­mos a apren­der, repli­car y a expli­car. Posi­ble­men­te muchas cues­tio­nes que esta­mos vivien­do en Eus­kal Herria (País Vas­co, Nava­rro y tres pro­vin­cias vas­cas en Fran­cia) pue­den ser solu­cio­na­das con las reali­da­des de los pue­blos latinoamericanos.

¿Cómo se sitúa el con­flic­to vas­co y cómo se lo dan a cono­cer a los pue­blos lati­no­ame­ri­ca­nos que están muy des­in­for­ma­dos por las gran­des cor­po­ra­cio­nes mediáticas?
La cla­ve fun­da­men­tal en este momen­to es que hay un cam­bio de ciclo polí­ti­co en el País Vas­co. Hemos pasa­do en los 50 últi­mos años de un con­flic­to arma­do, con la nega­ción por par­te del esta­do fran­cés y espa­ñol de la reali­dad de con­si­de­rar a Eus­kal Herria como nación y fun­da­men­tal­men­te de dejar deci­dir nues­tro futu­ro – qué rela­ción que­re­mos tener con los demás esta­dos, en lo polí­ti­co y en lo eco­nó­mi­co, o qué mode­lo que­re­mos – a un con­flic­to polí­ti­co. Vivi­mos una reali­dad en el esta­do espa­ñol y fran­cés don­de nos tie­nen some­ti­dos a su man­da­to, como sub­yu­ga­dos a su pro­yec­to neo­li­be­ral abso­lu­ta­men­te arra­sa­dor que lide­ra la Unión Euro­pea. Nues­tro plan­tea­mien­to de libe­ra­ción nacio­nal es bas­tan­te seme­jan­te a lo que fue en Boli­via y que con­si­guió inde­pen­di­zar­se de los espa­ño­les hace 200 años, hecho que a noso­tros toda­vía nos tie­nen aga­rra­dos sobre la reali­dad de no dejar deci­dir nues­tro futu­ro. Para noso­tros esto es el núcleo del con­flic­to, don­de en los últi­mos 50 años ha esta­do mar­ca­do por un con­flic­to polí­ti­co pero tam­bién mili­tar median­te una resis­ten­cia arma­da o un plan­tea­mien­to de libe­ra­ción que era la orga­ni­za­ción ETA, la cual jus­ta­men­te hace año y medio deci­de poner fin a su lucha arma­da, efec­to que salió como con­se­cuen­cia de una refle­xión fun­da­men­tal­men­te den­tro de la izquier­da aber­za­le y de una pues­ta por una vía estric­ta­men­te median­te meca­nis­mos polí­ti­cos y no mili­ta­res. En esos pará­me­tros la apues­ta de la IA es abso­lu­ta, los pasos que a ese nivel se han ido dan­do este últi­mo año y medio tie­ne sus refle­jos en tres ele­men­tos fun­da­men­ta­les que han mar­ca­do lo que debe­ría ser un dise­ño de la reso­lu­ción del con­flic­to y sus consecuencias.

Uno es el lla­ma­do Acuer­do de Ger­ni­ka, que fue una hoja de ruta de la mayo­ría sin­di­cal, social y polí­ti­ca de Eus­kal Herria para solu­cio­nar un con­flic­to arma­do con unas con­se­cuen­cias duras como un gran núme­ro de pre­sos, víc­ti­mas a todos los nive­les, mili­ta­ri­za­ción por par­te de los esta­dos con apues­ta de incre­men­tar sus estruc­tu­ras béli­cas, pero evi­den­te­men­te exis­te toda­vía el con­flic­to, sin exis­tir un mar­co jurí­di­co en el que todas las posi­cio­nes polí­ti­cas pue­dan ser defen­di­das y pue­dan ser eje­cu­ta­das. Este acuer­do fue ava­la­do por auto­ri­da­des inter­na­cio­na­les, como con Kofi Annan, en el segun­do acuer­do de Aie­te, don­de se remar­có la hoja de ruta de Ger­ni­ka que con­si­de­ró bási­ca­men­te que un pri­mer paso ya se ha dado, el cese de la lucha arma­da por par­te de ETA. Pero toda­vía no se ha hecho visi­ble un segun­do paso que impli­ca­ría a los esta­dos espa­ñol y fran­cés poner vías de dia­lo­go con ETA para abor­dar la solu­ción de las con­se­cuen­cias del con­flic­to, y evi­den­te­men­te un diá­lo­go entre todos los agen­tes socia­les, par­ti­dos y sin­di­ca­tos, para encon­trar rea­li­zar ese acuer­do como mar­co inclu­yen­te en que todos encon­tre­mos un pun­to común don­de todos los pro­yec­tos polí­ti­cos pue­dan ser defen­di­dos en igual de con­di­cio­nes. El ter­ce­ro es la ini­cia­ti­va de la ban­da arma­da ETA al acep­tar de mane­ra direc­ta los dos acuer­dos, el de Ger­ni­ka y el de Aiete.

¿Es posi­ble hacer via­ble actual­men­te la inde­pen­den­cia de Eus­kal Herria?
No es posi­ble al día de hoy, en el mar­co que ofre­ce la cons­ti­tu­ción espa­ño­la y en el cam­po jurí­di­co fran­cés, hacer efec­ti­va la inde­pen­den­cia de Eus­kal Herria. Así lo que se rei­vin­di­ca como solu­ción polí­ti­ca es el reco­no­ci­mien­to de la exis­ten­cia polí­ti­ca de una nació pro­pia, Eus­kal Herria, y fun­da­men­tal­men­te el reco­no­ci­mien­to de deci­dir nues­tro futuro.

Lo que suce­de con el con­tex­to actual del con­flic­to es que actual­men­te la mayo­ría de noso­tros de la IA esta­mos vivien­do una reali­dad que no cono­cía­mos. Hay una cues­tión que es impor­tan­te remar­car, des­de nues­tro pun­to de vis­ta el ori­gen par­te de la refle­xión que hace la IA en una momen­to cla­ve y la apues­ta por supe­rar el esce­na­rio del con­flic­to arma­do y pasar a un nue­vo ciclo polí­ti­co y ade­más esto se hace des­de un pun­to de vis­ta uni­la­te­ral, es decir, sin espe­rar con­tra­po­si­ción de los estados.

Esto es nove­do­so a todos los ante­rio­res inten­tos de nego­cia­ción de un pro­ce­so de paz, que los había­mos vivi­do en tres inten­tos, don­de el pro­ce­so se ini­cia­ba con un acuer­do pre­vio entre el esta­do espa­ñol y la ban­da arma­da ETA y que esto se con­ver­tía pos­te­rior­men­te en un con­flic­to de con­tra­po­si­cio­nes. Hoy el plan­tea­mien­to es dife­ren­te, se hace des­de lo uni­la­te­ral, es una apues­ta polí­ti­ca de la IA. Esto no quie­re decir que los esta­dos fran­cés y espa­ñol no tie­nen que hacer nada, sino lo lógi­co de su acción es impul­sar todo el pro­ce­so pre­vio de la IA, en un momen­to de cam­bio de gobierno espa­ñol, del PSOE al PP, don­de la situa­ción del PP es inmo­vi­lis­mo fren­te a este pro­yec­to de paz y hemos recla­ma­do que se incor­po­re a un esque­ma de solu­ción. Como fue uni­la­te­ral somos cons­cien­tes que tan­to el esta­do espa­ñol como fran­cés son agen­tes polí­ti­cos impres­cin­di­bles en lo que es la reso­lu­ción del con­flic­to y no solo en el res­pec­to de los dere­chos de los pre­sos polí­ti­cos vas­cos o lo que es el reco­no­ci­mien­to de las víc­ti­mas pro­vo­ca­das por los esta­dos, sino en el apar­ta­do polí­ti­co don­de los esta­dos deben res­pe­tar tam­bién ese acuer­do inclu­yen­te unilateral.

Lo que ha con­se­gui­do poner fin a un ciclo y pasar a otro ha sido la apues­ta de la IA, rati­fi­ca­da des­pués por ETA. Esa situa­ción de mal enten­di­mien­to entre ETA y los esta­dos no lle­vó a nin­gún lado, así la IA bus­ca supe­rar ese esce­na­rio con sus accio­nes uni­la­te­ra­les. La IA en una situa­ción de ile­ga­li­dad de 10 años está con­si­guien­do man­te­ner las cla­ves de una solu­ción elec­to­ral para resol­ver el con­flic­to fren­te a un inmo­vi­lis­mo del estado.

¿Pero qué pro­yec­to polí­ti­co defen­déis, más allá de la inde­pen­den­cia de Eus­kal Herria?
Noso­tros siem­pre hemos acom­pa­ña­do la lucha de libe­ra­ción nacio­nal a la lucha de libe­ra­ción social, con otro mode­lo eco­nó­mi­co y de orga­ni­za­ción polí­ti­ca. Aho­ra tie­ne una tras­cen­den­cia mayor el salir de los pará­me­tros neo­li­be­ra­les – como se uti­li­za en Boli­via como el Buen Vivir – que es lo que se está per­dien­do del esta­do del bien­es­tar en Euro­pa, garan­ti­zar a todo el mun­do una vida dig­na. Para noso­tros solo es posi­ble con sobe­ra­nía pro­pia y sien­do capa­ces de deci­dir que polí­ti­cas socia­les apli­car. Por eso no se pue­de enten­der el cam­bio social sin el cam­bio polí­ti­co y vice­ver­sa. Los esta­dos fran­cés y espa­ñol nos dicen que hay Demo­cra­cia, pero bajo sus pará­me­tros, con un mode­lo social y polí­ti­co que defi­nen las eli­tes y no se pue­de salir de ahí. Por eso está esta­ble­ci­do en estos dos paí­ses un mode­lo capi­ta­lis­ta, neo­li­be­ral y enci­ma con tra­di­cio­nes imperialistas.

Noso­tros rei­vin­di­ca­mos que el esta­do nos está vul­ne­ran­do dere­chos polí­ti­cos y civi­les y fun­da­men­tal­men­te el dere­cho de poder deci­dir nues­tro futu­ro como pue­blo vasco.

¿Nos podéis pro­por­cio­nar algu­nos datos de las con­se­cuen­cias del con­flic­to arma­do vas­co y su impor­tan­cia en la nego­cia­ción de paz?
La hoja de ruta de la reso­lu­ción de con­flic­to y de las con­se­cuen­cias vie­ne mar­ca­da por estos pasos. Y el esta­do espa­ñol se man­tie­ne al mar­gen. Es difí­cil poner solu­ción a un con­flic­to polí­ti­co tenien­do 700 pre­sos vas­cos en las cár­ce­les. La apues­ta de la IA para dar solu­ción a esta situa­ción de pre­sos es prio­ri­ta­ria cuan­do muchos de ellos según los dere­chos que les corres­pon­den debe­rían estar en liber­tad, por que han cum­pli­do las con­de­nas, o las tres cuar­tas par­tes, o por que están enfer­mos. Hay una situa­ción gra­ve que es la dis­per­sión por cár­ce­les del esta­do que se tie­nen a los pre­sos a cien­tos de kiló­me­tros. Son situa­cio­nes que son sen­ci­llas el dar­le solu­ción. Exis­ten otras situa­cio­nes que si requie­ren de un acuer­do polí­ti­co den­tro del mar­co de solu­ción. La IA tam­bién ha valo­ra­do tocar un tema que siem­pre se ha uti­li­za­do por par­te del gobierno espa­ñol para no avan­zar, cri­mi­na­li­zar,… que es el tema de las víc­ti­mas de ETA. En la sede del kur­sal se hizo recien­te­men­te una decla­ra­ción reco­no­cien­do el sufri­mien­to que el con­flic­to arma­do ha pro­vo­ca­do inclu­so lle­gan­do a tér­mi­nos inde­bi­dos. Situán­do­se el tema de las vic­ti­mas des­de el ámbi­to inter­na­cio­nal en una situa­ción muy con­cre­ta, y noso­tros lo hemos cri­ti­ca­do por que pedi­mos que se ten­ga la reali­dad de todas las víc­ti­mas del con­flic­to no solo las de ETA, tam­bién las del esta­do. Reco­no­ci­mien­to des­de la recon­ci­lia­ción, y la repa­ra­ción, situán­do­lo en pará­me­tros inter­na­cio­na­les que es reco­no­cer la reali­dad de las víc­ti­mas de todo el con­flic­to, y una reali­dad es que ETA ha rei­vin­di­ca­do sus accio­nes y ha reco­no­ci­do lo que ha pro­du­ci­do mien­tras que por otra par­te no se da lo mis­mo por las víc­ti­mas del esta­do, tor­tu­ras, des­apa­re­ci­dos, muer­tos,… sin reco­no­ci­mien­to e investigación.

Ubi­can­do el País Vas­co, un terri­to­rio de no más de20000 kmcua­dra­dos, pare­ci­do a El Sal­va­dor, y con 3 millo­nes de habi­tan­tes, en 50 años, se cal­cu­la en esta pobla­ción más de 10.000 dete­ni­dos, 5000 tor­tu­ra­dos, y has­ta 800 pre­sos, ade­más de actos de repre­sión. Hay una fun­da­ción que se ha pues­to en mar­cha que se lla­ma Eus­kal Memo­riak que está reu­nien­do todos estos datos para tener esa memo­ria his­tó­ri­ca que en cier­ta medi­da en pleno con­flic­to se ha olvi­da­do, pero aho­ra en un pro­ce­so uni­la­te­ral de paz se exi­ge que sal­gan para abor­dar las con­se­cuen­cias. El sim­ple hecho de que 40.000 per­so­nas no poda­mos pre­sen­tar­nos a nin­gún car­go públi­co para las elec­cio­nes por que a par­tir de 1978 has­ta la ile­ga­li­za­ción de las orga­ni­za­cio­nes de la IA per­te­ne­cie­ron a algu­na de ellas, como Herri Bata­su­na, Bata­su­na, movi­mien­tos socia­les, orga­ni­za­cio­nes juve­ni­les, o eran tra­ba­ja­do­res de de perió­di­cos que se cerra­ron por denun­ciar la repre­sión del esta­do que lle­gó más o menos a 400 muer­tos por par­te del esta­do. Una reali­dad que se inten­ta ocultar.

Den­tro de repre­sión se debe sub­ra­yar, y eso tam­bién lo han pade­ci­do los pue­blos ori­gi­na­rios de Boli­via, las repre­sio­nes cul­tu­ra­les a las que hemos sido some­ti­dos. En 1978 nues­tra len­gua ori­gi­na­ria, el eus­ke­ra, esta­ba a pun­to de des­apa­re­cer y gra­cias al movi­mien­to popu­lar y nues­tras luchas se está recu­pe­ran­do, es una len­gua viva que va a más poco a poco. Un pue­blo que ha sido muy com­ba­ti­vo, como el boli­viano, que ha man­te­ni­do sus len­guas es cons­cien­te de su per­te­nen­cia nacional.

¿Los boli­via­nos no com­pa­ran erró­nea­men­te el suce­so de nacio­na­lis­mo peri­fé­ri­co de la Nación Cam­ba con la Nación Vasca?
Cuan­do estu­vo aquí en 2007 la dele­ga­ción de Aska­pe­na (Movi­mien­to de Soli­da­ri­dad Inter­na­cio­nal Vas­co) fue cons­tan­te com­pa­rar nues­tra reali­dad con la de San­ta Cruz. Decía­mos que el País Vas­co en los últi­mos 100 años ha teni­do una estra­te­gia cla­ra de sepa­rar­se del esta­do espa­ñol por que sobre todo en los últi­mos 200 años ha sufri­do una repre­sión estruc­tu­ral que ya los vas­cos no admi­ti­mos y pre­fe­ri­mos la inde­pen­den­cia. Ade­más noso­tros tene­mos una len­gua y una cul­tu­ra pro­pia que ha resis­ti­do y hay un deseo de inde­pen­di­zar­se. En el otro caso de San­ta Cruz, se reco­ge la impre­sión de que cuan­do gober­na­ba la dere­cha en Boli­via no recla­ma­ba la supues­ta Nación Cam­ba la inde­pen­den­cia pero resul­ta que cuan­do lle­ga Evo Mora­les al gobierno San­ta Cruz recla­ma esa inde­pen­den­cia con la Nación Cam­ba, una estra­te­gia polí­ti­ca para debi­li­tar al gobierno de izquier­das. Así, en el País vas­co, Cata­lu­ña y Gali­cia, nacio­nes den­tro del esta­do espa­ñol, no se va en ese sen­ti­do opor­tu­nis­ta y dere­choi­de, sino en ámbi­to de lucha his­tó­ri­ca. Tres nacio­nes his­tó­ri­cas que han lucha­do por sus dere­chos, y el esta­do los ha nega­do sis­te­má­ti­ca­men­te. La reali­dad de Boli­via en el siglo XVIII y has­ta que con­si­gue su inde­pen­den­cia en el siglo XIX es la que pode­mos tener actual­men­te en un con­tex­to de la Euro­pa actual. Espa­ña man­tie­ne a cier­tas nacio­nes que tie­ne recla­ma­ción his­tó­ri­ca sobre una impo­si­ción pro­pia en base a su Cons­ti­tu­ción. La cla­ve fun­da­men­tal es que noso­tros no soli­ci­ta­mos la inde­pen­den­cia por una cues­tión egoís­ta de man­te­ner nues­tros recur­sos, como la Nación Cam­ba, y afec­tar la rique­za espa­ño­la sino que es una cues­tión de com­po­nen­tes cul­tu­ra­les, defen­de­mos un pro­yec­to polí­ti­co socia­lis­ta de vincu­lo entre nacio­nes her­ma­nas. Y otro dato obje­ti­vo es que no esta­mos con los cru­ce­ños y su dema­go­gia inde­pen­den­tis­ta, sino que esta­mos con el MAS, con la izquier­da y su pro­yec­to de cambio.

¿Qué men­sa­je envia­ríais al pue­blo boli­viano como misión repre­sen­ta­ti­va de la izquier­da abertzale?
La IA siem­pre en la rela­ción con otros esta­dos nos hemos rei­vin­di­ca­do como inter­na­cio­na­lis­tas, que­re­mos deci­dir qué tipo de rela­ción y de soli­da­ri­dad que­re­mos y con qué país. Esto es fun­da­men­tal para noso­tros. Por la opre­sión en la que vivi­mos en tér­mi­nos nacio­na­les y socia­les hemos abier­to una pers­pec­ti­va de inter­na­cio­na­lis­mo. Esto expli­ca mucho por que esta­mos aquí en Boli­via y estu­vi­mos en el con­gre­so del MAS y nos sen­ti­mos iden­ti­fi­ca­mos con estos movi­mien­tos. Espa­ña inten­ta mar­car­nos qué rela­ción tener y con quién, pero noso­tros como pue­blos que­re­mos tener sobe­ra­nía en ello, y somos un pue­blo soli­da­rio, ya no solo la IA.

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