El desas­tre que sí se podía haber evitado-Rebelion.

CRONOLOGÍA DE UNA CATÁSTROFE

Se cum­plen ya más de quin­ce días des­de que Japón sufrie­ra un terre­mo­to de pro­por­cio­nes colo­sa­les (8’9 en la esca­la de Rich­ter, pos­te­rior­men­te ele­va­do a 9 gra­dos), el vier­nes 11 de mar­zo, segui­do de un pos­te­rior tsu­na­mi que arra­só más de 500 kiló­me­tros de cos­ta que pro­vo­ca­ron enor­mes tra­ge­dias per­so­na­les y materiales.

La cifra de víc­ti­mas y des­apa­re­ci­dos pro­vo­ca­da direc­ta­men­te por ambos cata­clis­mos, en cons­tan­te alza aún hoy en día, supera ya la cifra de 27.000 per­so­nas. 240.000 per­so­nas con­ti­núan alo­ja­das en cen­tros socia­les o depor­ti­vos. Otras pade­cen cor­tes de luz y cale­fac­ción, en una de las prin­ci­pa­les poten­cias eco­nó­mi­cas del globo.

Lógi­ca­men­te, hay desas­tres natu­ra­les que son difí­ci­les de pre­ver, si bien Japón es pro­ba­ble­men­te el lugar don­de la espe­cie huma­na acu­mu­la más saber sobre este tipo de tra­ge­dias mer­ced a su pro­pio deve­nir geo­ló­gi­co. El país está asen­ta­do en la unión de dos pla­cas oceá­ni­cas, lo que con­lle­va que sea una de las zonas sís­mi­cas más acti­vas del pla­ne­ta. La pala­bra ‘tsu­na­mi’ (mare­mo­to) es una pala­bra japo­ne­sa exten­di­da inter­na­cio­nal­men­te en su uso. Para los japo­ne­ses, des­de hace cen­tu­rias cuan­do menos, es cono­ci­do que a un fuer­te terre­mo­to le sigue un maremoto.

¿Qué pasó real­men­te aquel día?

Aun­que se ha gas­ta­do mucha tin­ta ase­gu­ran­do que la cen­tral resis­tió bas­tan­te bien el terre­mo­to, cada vez sur­gen más dudas al res­pec­to. Según la pro­pie­ta­ria de la cen­tral nuclear, la eléc­tri­ca TEPCO, y el Gobierno, las medi­das de segu­ri­dad de la cen­tral se pusie­ron en mar­cha para lle­var a cabo la para­da pro­gre­si­va de la mis­ma. La cues­tión es que lle­gó el tsu­na­mi ¡Y tenía que haber lle­ga­do el tsu­na­mi! Des­pués de un fuer­te terre­mo­to, siem­pre vie­ne un tsunami.

El lobby nuclear no ha deja­do de decir des­de ese día que ‘nadie podía espe­rar que lle­ga­se un terre­mo­to tan fuer­te’. En pri­mer lugar, a lo lar­go del siglo XX ha habi­do terre­mo­tos aún más fuertes:

- Chi­le, 1960: 9,5 gra­dos en la esca­la de Richter

- Alas­ka, 1964: 9,2 gra­dos en la esca­la de Richter

- Suma­tra, 1960: 9,1 gra­dos en la esca­la de Richter

- Kam­chat­ka, 1952: 9 gra­dos en la esca­la de Richter

La cien­cia, y el cono­ci­mien­to en gene­ral, supo­nen el domi­nio sobre el saber pasa­do para anti­ci­par­se a pro­ble­mas y sor­pre­sas de este cali­bre. Y sí, eran de espe­rar, son de espe­rar de hecho en el futu­ro, terre­mo­tos inclu­so aún más fuer­tes que el de hace un par de sema­nas. Y es segu­ro que segui­rán afec­tan­do a Japón, zona sís­mi­ca de pri­mer orden ¿Qué geó­lo­go serio no diría eso?

Pare­ce que una vez que el gol­pe de mar impre­sio­nan­te gol­peó a la cen­tral, ésta se que­dó defi­ni­ti­va­men­te sin elec­tri­ci­dad, por lo que el sis­te­ma de refri­ge­ra­ción de los reac­to­res dejó de fun­cio­nar y el com­ple­jo empe­zó a con­ver­tir­se en una amenaza.

Pasa­ron cin­co horas des­pués del terre­mo­to fren­te al Pací­fi­co, pero menos de cua­tro des­de el tsu­na­mi. En TEPCO, la com­pa­ñía eléc­tri­ca pro­pie­ta­ria de la cen­tral, ya saben que los sis­te­mas de refri­ge­ra­ción de los tres reac­to­res de la cen­tral que esta­ban en fun­cio­na­mien­to (otros tres esta­ban en para­da por revi­sión), los reac­to­res 1, 2 y 3 de Fukushi­ma, están fue­ra de con­trol. TEPCO cono­ce el ries­go aso­cia­do a una pro­lon­ga­da para­da, con el sobre­ca­len­ta­mien­to apa­re­ja­do sobre su com­bus­ti­ble, pero la empre­sa ocul­ta irres­pon­sa­ble­men­te duran­te un tiem­po pre­cio­so el peligro.

Aho­ra bien, mate­rial­men­te, sí sabe­mos que había recur­sos muy cer­ca­nos que podían haber­se abier­to paso en horas para ini­ciar las labo­res pre­vias de cone­xión eléc­tri­ca que, pos­te­rior­men­te, tuvie­ron que tar­dar más de una sema­na en ini­ciar­se. La VII Flo­ta esta­dou­ni­den­se, a la que el por­ta­avio­nes Ronald Reagan per­te­ne­ce, se encon­tra­ba a esca­sos 160km de la cen­tral mar aden­tro, y podía sumi­nis­trar elec­tri­ci­dad a tra­vés de un cable des­de el mar.

Una vez lle­ga­dos a este pun­to, hay un oscu­ran­tis­mo que a día de hoy no se ha escla­re­ci­do. No se sabe qué con­di­cio­nes o nego­cia­cio­nes se lle­va­ron a cabo a tres ban­das entre la com­pa­ñía, el Gobierno de los EE.UU. y el Gobierno japo­nés. Pro­ba­ble­men­te ten­ga­mos que espe­rar a que haya otra nue­va fil­tra­ción futu­ra a tra­vés de Wiki­leaks.

En un con­tex­to en el que la tem­pe­ra­tu­ra de dife­ren­tes reac­to­res de la cen­tral aumen­ta­ba has­ta un pun­to crí­ti­co (aun­que la empre­sa pro­pie­ta­ria ocul­tó al públi­co esta infor­mar­ción todo lo que pudo), el tra­ba­jar cer­ca de la cen­tral con­lle­va­ba cier­tos ries­gos. La medi­da que se ha pre­sen­ta­do como ‘deses­pe­ra­da’, de bom­bear agua des­de el aire, y que se reali­zó días des­pués, se podía haber efec­tua­do el pri­mer día, y pro­ba­ble­men­te pudo ser pedi­da por el Gobierno nor­te­ame­ri­cano al japo­nés para que sus sol­da­dos tra­ba­ja­sen con mayor seguridad.

Un exeje­cu­ti­vo de TEPCO ha cues­tio­na­do en The Wall Street Jour­nal que la eléc­tri­ca tar­da­ra en inyec­tar agua de mar para refri­ge­rar los reac­to­res, y cri­ti­ca que duran­te el pri­mer día la empre­sa tra­ta­ra de sal­var los reac­to­res, con lo que per­dió unas horas cruciales.

Sabe­mos feha­cien­te­men­te, a tra­vés de los medios de comu­ni­ca­ción, que el Gobierno nor­te­ame­ri­cano, como publi­có la pren­sa espa­ño­la, lle­gó a man­dar avio­nes para cola­bo­rar en la refri­ge­ra­ción de la cen­tral des­de el aire. Esos avio­nes, en esas con­di­cio­nes de doble cata­clis­mo, nun­ca hubie­ran des­pe­ga­do sin el con­sen­ti­mien­to ini­cial del Gobierno japo­nés. Lo cier­to es que, pos­te­rior­men­te, el Gobierno japo­nés renun­ció a ese bom­beo de agua con refri­ge­ran­te, pode­mos supo­ner que por pre­sio­nes de la empre­sa, que tie­ne una lar­ga tra­di­ción de influen­cia sobre Gobier­nos y jue­ces en Japón.

Enton­ces, antes de las explo­sio­nes pos­te­rio­res, la empre­sa toda­vía aspi­ra­ba a con­tro­lar y reuti­li­zar los reac­to­res nuclea­res. No que­ría uti­li­zar agua de mar en la refri­ge­ra­ción de la cen­tral por­que aque­lla inu­ti­li­za los con­duc­tos eléc­tri­cos, dejan­do a los reac­to­res prác­ti­ca­men­te inservibles.

Inde­pen­dien­te­men­te de que muchos cien­tí­fi­cos se cues­tio­nan la uti­li­dad de estos bom­beos de agua des­de el aire, una vez que empie­za una reac­ción nuclear des­con­tro­la­da en cade­na en el núcleo de los reac­to­res (que es lo que pare­ce haber aho­ra en uno o más reac­to­res), en las pri­me­ras horas del acci­den­te toda­vía no se había ini­cia­do esa reac­ción debi­da al daño del núcleo.

El plan de la empre­sa era sol­tar vapor de los reac­to­res sobre­ca­len­ta­dos (¡Para ellos es un daño menor que se libe­re algo de radia­ción a la atmós­fe­ra!). Pero cuan­do suel­tan este vapor radiac­ti­vo ocu­rre un pro­ble­ma: en los tres reac­to­res que esta­ban en fun­cio­na­mien­to (en pri­mer lugar en el núme­ro 1) no se eva­cua ade­cua­da­men­te este vapor, que se des­com­po­ne en sus par­tes cons­ti­tu­yen­tes y se acu­mu­la entre el edi­fi­cio de con­ten­ción y el edi­fi­cio del reac­tor (que rodea al ante­rior y a par­te de las infra­es­truc­tu­ras ane­xas a éste).

Se libe­ra hidró­geno que explo­sio­na con el oxí­geno pero, debi­do al fallo de dise­ño de los reac­to­res y de la cen­tral (que lue­go expli­ca­re­mos más en deta­lle), lo hace den­tro del edi­fi­cio del reac­tor, con lo que se da un sal­to cua­li­ta­ti­vo: se dañan estruc­tu­ras bási­cas que pro­vo­can fugas recu­rren­tes del edi­fi­cio de con­ten­ción que, en teo­ría, era una cáma­ra inex­pug­na­ble de más de dos metros de hor­mi­gón y acero.

Lle­ga­dos a este pun­to, para enten­der cómo un pro­ble­ma de dise­ño bási­co (no de la Natu­ra­le­za), pue­de dar­se en la indus­tria más peli­gro­sa y deli­ca­da del pla­ne­ta, demos un sal­to atrás para mejor enten­der toda la esca­la­da de acon­te­ci­mien­tos pos­te­rio­res y por venir.

TEPCO, el Gobierno japo­nés y sus con­ti­nuas men­ti­ras duran­te años

TEPCO, la Tok­yo Elec­tric Power Co., pro­pie­ta­ria de la plan­ta en Fukushi­ma, es la pri­me­ra com­pa­ñía eléc­tri­ca en Asia y está entre las más gran­des del mun­do. Su capa­ci­dad de pro­duc­ción lle­ga a 64.487 mega­wa­tios MW). La mayor par­te de la pro­duc­ción está repre­sen­ta­da por cen­tra­les tér­mi­cas. TEPCO tie­ne 25 cen­tra­les de ese tipo, para una capa­ci­dad total de pro­duc­ción de 38.189 MW. La capa­ci­dad de pro­duc­ción de sus tres plan­tas de ener­gía nuclear (Kashi­wa­za­ki Kari­wa, Fukushi­ma Daii­chi y Fukushi­ma Dani) apor­tan 17.308 MW. En cam­bio, la cuo­ta de pro­duc­ción de ener­gías reno­va­bles de la mul­ti­na­cio­nal es insig­ni­fi­can­te, 4 MW.

A su vez, en el con­jun­to de Japón, hay 54 reac­to­res nuclea­res con­cen­tra­dos en 18 plan­tas, que pro­du­cen anual­men­te 47.000 MW, repre­sen­tan­do la ener­gía ató­mi­ca el 29% de la ener­gía pro­du­ci­da por el país. Como vemos, tan­to la ener­gía ató­mi­ca como TEPCO son muy impor­tan­tes en la cade­na de pro­duc­ción eco­nó­mi­ca japonesa.

El año 2010 vol­vió a obte­ner bene­fi­cios que tota­li­za­ron 115 millo­nes de yenes. Ante­rior­men­te, había sufri­do pér­di­das tan­to en 2009 (-84 millo­nes de yenes), como en 2008 (-150 millo­nes de yenes), fru­to, como vere­mos, de su ante­rior negli­gen­cia ante otro fallo en una cen­tral nuclear de su pro­pie­dad en el 2007.
El con­tex­to de aquel acci­den­te del 2007 recuer­da, a una esca­la menor, a lo ocu­rri­do aho­ra. Enton­ces, un terre­mo­to de mag­ni­tud 6,8 Rich­ter sacu­dió Japón cau­san­do daños a la plan­ta de Kashi­wa­za­ki Kari­wa, la más gran­de del mun­do. Hubo un incen­dio. Las imá­ge­nes de humo fue­ron vis­tas salien­do de la cen­tral en direc­to por tele­vi­sión duran­te una hora. El acci­den­te cau­só la dis­per­sión de más de 1000 litros de agua con­ta­mi­na­da con sus­tan­cias radiac­ti­vas en el mar, aun­que el Gobierno y la empre­sa en un pri­mer momen­to habla­ron solo de litro y medio.

Pare­ce que para TEPCO, como vere­mos, la dife­ren­cia entre 1’5 y 1.000 depen­de muchas veces del gri­te­río que se orga­ni­ce en la opi­nión públi­ca. Más ade­lan­te vere­mos como con cifras mucho mayo­res lle­va ade­lan­te lo que pare­ce que es este maca­bro juego.

TEPCO se jus­ti­fi­có dicien­do que, cuan­do la plan­ta fue cons­trui­da en los años 70, no esta­ba cons­ta­ta­da la pre­sen­cia de la falla. Ese des­co­no­ci­mien­to pue­de sus­ci­tar algu­nas dudas sobre la bue­na fe de los pro­pie­ta­rios de TEPCO. Pero estas dudas se disi­pan rápi­da­men­te cuan­do cono­ce­mos que TEPCO tie­ne una muy bien gana­da repu­tación de fal­ta de transparencia.

Sólo cin­co años antes, la alta geren­cia tuvo que admi­tir haber fal­si­fi­ca­do los infor­mes de segu­ri­dad de la ener­gía por un perío­do de más de 15 años, más de 200 infor­mes en total. El pre­si­den­te de la com­pa­ñía tuvo que dimi­tir enton­ces. Hoy sabe­mos que esta fue una prác­ti­ca habi­tual de todas las eléc­tri­cas japo­ne­sas: Hoko­ri­ku Elec­tric o Chu­go­ku Elec­tric. Pode­mos pre­gun­tar: ¿Esto solo suce­de en Japón?

El seís­mo superó las bases de dise­ño de la nuclear de Kashi­wa­za­ki-Kari­wa, la mayor del mun­do, de sie­te reac­to­res nuclea­res fren­te a la cos­ta. La ace­le­ra­ción medi­da en la tie­rra duran­te ese terre­mo­to de “solo 6,8 gra­dos” en la esca­la Rich­ter fue de 680 metros/​segundo. Las bases de dise­ño en el reac­tor 1, por ejem­plo, solo con­tem­pla­ban un terre­mo­to con una ace­le­ra­ción de 273 metros/​segundo.

Resul­tó que la plan­ta se había cons­trui­do cer­ca de una falla sís­mi­ca acti­va. Kashi­wa­za­ki Kari­wa fue cerra­da duran­te dos años. NISA, la agen­cia ofi­cial nuclear japo­ne­sa, man­tu­vo cerra­dos los reac­to­res dos años (han abier­to esca­lo­na­da­men­te) y pidió a TEPCO que revi­sa­ra la segu­ri­dad de sus nuclea­res con­tra terre­mo­tos. Una para­da que expli­ca el rojo inten­so de las cuen­tas de la com­pa­ñía en 2008 y 2009.

Hay más casos. The Guar­dian infor­mó que Wiki­Leaks había publi­ca­do un cable diplo­má­ti­co en el que un polí­ti­co japo­nés “de alto nivel” decía a los diplo­má­ti­cos esta­dou­ni­den­ses que el minis­te­rio res­pon­sa­ble de la ener­gía nuclear en los gobier­nos japo­ne­ses había “encu­bier­to los acci­den­tes nuclea­res y ocul­ta­do los ver­da­de­ros cos­tes y pro­ble­mas aso­cia­dos con la indus­tria nuclear”.

Más aún: según sabe­mos aho­ra, un repre­sen­tan­te del OIEA dijo que las guías de segu­ri­dad sís­mi­ca se habían revi­sa­do sólo tres veces en los últi­mos 35 años, y que el OIEA debe­ría de vol­ver­los a exa­mi­nar. El cable, tam­bién de Wiki­leaks, con­ti­núa: «Ade­más, el infor­man­te seña­ló que los recien­tes terre­mo­tos en algu­nos casos han supe­ra­do la base de dise­ño de algu­nas cen­tra­les nuclea­res, y que este un pro­ble­ma gra­ve que está afec­tan­do el tra­ba­jo de segu­ri­dad sísmica.»

La cen­tral acci­den­ta­da de Fukushi­ma esta­ba dise­ña­da (nos dicen) para resis­tir un terre­mo­to de mag­ni­tud 7 y un tsu­na­mi de olas de 5,7 metros. Sin embar­go, la cen­tral es más anti­gua que la ante­rior­men­te men­cio­na­da de Kashi­wa­za­ki Kari­wa, cons­trui­da entre 1980 y 1996, y acci­den­ta­da en el 2007 ¿El dise­ño de la cen­tral más anti­gua resis­te un terre­mo­to de más inten­si­dad que la más nue­va? Nue­va­men­te, nos tene­mos que creer lo que dice la empre­sa que, a estas altu­ras, no con­ser­va una gran credibilidad.

El dise­ño de este tipo de sis­te­mas de con­ten­ción fue deba­ti­do des­de su dise­ño en los años 60 por Gene­ral elec­tric. Fue pues­to en duda por un infor­me ofi­cial de los EE.UU. en 1972, un año des­pués de que abrie­ra el pri­mer reac­tor de Fukushi­ma. Pero, des­pués del pri­me­ro, el Fukushi­ma 1 (cons­trui­do en 1971), vinie­ron los demás: el Fukushi­ma 3 (1976) y el Fukushi­ma 4 (1976) y el Fukushi­ma 2 (1974).

Es decir, lisa y lla­na­men­te, la empre­sa TEPCO, con la com­pli­ci­dad del Gobierno japo­nés, obvió infor­mes cla­ros y con­tun­den­tes que afir­ma­ban que su dise­ño era inco­rrec­to. No es un olvi­do menor, tam­po­co será la pri­me­ra vez que actúe así esta empresa.

Vol­ve­mos a hace dos sema­nas: acci­den­tes en cadena

Des­pués de la pri­me­ra explo­sión del edi­fi­cio del reac­tor 1, en Vie­na, la agen­cia inter­na­cio­nal de la ener­gía ató­mi­ca (OIEA), en base a la infor­ma­ción pro­ce­den­te de Tokio, tran­qui­li­za al mun­do. En la noche del 12, cuan­do en Japón es la maña­na del 13, un comu­ni­ca­do de pren­sa anun­cia que se «ha cla­si­fi­ca­do el acci­den­te en el nivel 4 en la esca­la INES. Con con­se­cuen­cias locales.»

Pero la agen­cia nuclear fran­ce­sa repor­ta una con­tra­dic­ción obje­ti­va entre la segu­ri­dad que pre­ten­de tras­lu­cir el Gobierno de Tokio y las medi­das que el mis­mo Gobierno tie­ne adop­ta­das sobre el terreno, que res­pon­den a una alar­ma mucho mayor. El Gobierno fran­cés, par­ti­ci­pan­te de la prin­ci­pal mul­ti­na­cio­nal mun­dial nuclear, Are­va, con casi tres cuar­tas par­tes de la elec­tri­ci­dad gene­ra­da en Fran­cia por poten­cia nuclear, esta­ba par­ti­cu­lar­men­te intere­sa­do en apa­re­cer como ‘preo­cu­pa­do’.

Fren­te al secre­tis­mo tra­di­cio­nal del Gobierno japo­nés (e inclu­so, en el pasa­do, del Gobierno nor­te­ame­ri­cano en el acci­den­te de Cher­nobyl, en 1986), en este asun­to, como en el de la inter­ven­ción impe­rial en Libia días atrás, el peque­ño Napo­león que se con­si­de­ra Sar­cozy, ha inten­ta­do apa­re­cer con toda su dema­go­gia. En este caso, apa­re­cien­do como el cam­peón de la infor­ma­ción, para inten­tar que no se cum­plie­sen las pre­vi­sio­nes elec­to­ra­les que final­men­te se aca­ba­ron con­cre­tan­do hace 7 días, cuan­do su par­ti­do reci­bió un ridícu­lo 17% en las elec­cio­nes loca­les francesas.

El 13 de mar­zo, el área de eva­cua­ción se extien­de a 20 km y comien­za la dis­tri­bu­ción de píl­do­ras de yodo a la pobla­ción. Mien­tras, el 14 de mar­zo, otra nue­va explo­sión sacu­de el edi­fi­cio del reac­tor 3. Esto demues­tra que en Fukushi­ma, tres días des­pués, las ope­ra­cio­nes de enfria­mien­to de los reac­to­res no han pro­du­ci­do nin­gún efec­to. La agen­cia de noti­cias Kyo­do afir­mó enton­ces que se habían comen­za­do a fun­dir los dos reac­to­res afec­ta­dos. Inme­dia­ta­men­te, se supo que el com­bus­ti­ble del reac­tor núme­ro 2 que­dó al des­cu­bier­to. Es solo enton­ces, el 14 de mar­zo, cuan­do el Gobierno japo­nés pidió ayu­da a los orga­nis­mos inter­na­cio­na­les. Se per­die­ron tres días des­de el terre­mo­to (cuan­do pro­ba­ble­men­te la empre­sa dis­po­nía de datos sobre fallos estruc­tu­ra­les en los reac­to­res) y dos des­de la pri­me­ra explosión.

Des­de enton­ces, TEPCO, el Gobierno japo­nés y, aho­ra, la Agen­cia Inter­na­cio­nal de la Ener­gía ató­mi­ca (OIEA) han con­ti­nua­do, por ser gene­ro­sos, trans­mi­tien­do infor­ma­ción opa­ca y muy con­tra­dic­to­ria. Ya enton­ces, la auto­ri­dad nuclear fran­ce­sa habló de que el acci­den­te se encuen­tra en el nivel 6 en la esca­la INES, don­de el 7 es el máxi­mo, “más allá de Three Miles Island, sin lle­gar a Cher­nó­bil”, los ante­rio­res máxi­mos desas­tres nucleares.

La prue­ba de que la empre­sa está des­bor­da­da, y ha ocul­ta­do infor­ma­ción pre­cio­sa, es que al día siguien­te hay otra nue­va explo­sión de hidró­geno en el reac­tor núme­ro 2 y, de repen­te, se pro­du­ce un incen­dio en las pis­ci­nas (pro­du­ci­do por la eva­po­ra­ción de agua) de dese­chos radiac­ti­vos del reac­tor núme­ro 4, pis­ci­nas alo­ja­das irres­pon­sa­ble­men­te ¡¡Enci­ma! de los reac­to­res en esta cen­tral, para aho­rrar cos­tes! El incen­dio de la pis­ci­na se tras­la­da al reac­tor a las pocas horas.

De cómo el sacri­fi­cio de los ope­ra­rios no pue­de evi­tar el desas­tre pro­vo­ca­do por la compañía

La situa­ción enton­ces desem­bo­ca en el páni­co y la empre­sa reti­ra a casi todos sus ope­ra­rios, menos a un retén de 50 tra­ba­ja­do­res que hacen su labor a obs­cu­ras, con tra­jes espe­cia­les y pesa­dos, res­pi­ran­do por tubos, tra­ba­jan­do en tra­mos inun­da­dos para repa­rar cone­xio­nes eléc­tri­cas y labe­rín­ti­cas inu­ti­li­za­das por la mala pla­ni­fi­ca­ción y el afán de lucro…, En con­di­cio­nes pro­pias de gue­rra nuclear, se sacri­fi­can de mane­ra vale­ro­sa intu­yen­do (y en los días pos­te­rio­res con pleno cono­ci­mien­to) que van a reci­bir dosis radiac­ti­vas can­ce­rí­ge­nas o letales.

Las pis­ci­nas de los reac­to­res 5 y 6 comien­zan enton­ces a calen­tar­se, por la pér­di­da del agua que recu­bre al mate­rial radiac­ti­vo usa­do, por moti­vos que nadie expli­có exac­ta­men­te has­ta hoy. Estos últi­mos hechos arro­jan total­men­te por la bor­da la ver­sión dada tan­to por TEPCO, como por el Gobierno, como por par­te tam­bién de la OIEA, has­ta el día de hoy.

En pri­mer lugar, los reac­to­res 4, 5 y 6 esta­ban apa­ga­dos cuan­do se pro­du­jo el terre­mo­to debi­do a una revi­sión. En segun­do lugar, los reac­to­res 5 y 6 se encuen­tran rela­ti­va­men­te sepa­ra­dos y a dis­tan­cia de los otros 4.

Los rete­nes de 50 tra­ba­ja­do­res van cam­bián­do­se. Varios de ellos, antes de aca­bar su turno, sobre­lle­va­rán sobre su cuer­po dosis 10.000 veces a las reco­men­da­das. Hoy son ya más de 700 tra­ba­ja­do­res, la mayo­ría de ran­gos bajos (lo cual no es casua­li­dad), muchos de ellos jubi­la­dos que se han pre­sen­ta­do volun­ta­rios que, en el mejor de los casos, podrán morir de mane­ra natu­ral antes de desa­rro­llar el inevi­ta­ble cán­cer que les afectará.

Sufren “nive­les de radia­ción leta­les”, según Gre­gory Jac­zo, pre­si­den­te de la Comi­sión Regu­la­do­ra Nuclear de los EE.UU. Evi­den­te­men­te, ese tra­ba­jo no se hace por dine­ro (no hay nin­gu­na pri­ma espe­cial). Aquí, como vimos en Chi­le con los mine­ros hace meses, los valo­res huma­nos más nobles bro­tan en mitad de tan­to enga­ño y afán de mez­quin­dad: la abne­ga­ción, el sacri­fi­co desin­te­re­sa­do y el heroís­mo para sal­var al colec­ti­vo, que son los valo­res que jamás podrán ser supe­ra­dos por nin­guno de los otros par­tí­ci­pes en esta tragedia.

Nao­to Kan, pri­mer minis­tro, lle­gó a ame­na­zar sin nin­gún pudor a TEPCO con mul­tas y cas­ti­gos si los ope­ra­rios aban­do­na­ban la plan­ta de Fukushi­ma, que­rien­do con­ver­tir este sacri­fi­cio en algo pare­ci­do a una ejecución.

Para ayu­dar a ello, el Gobierno japo­nés deci­dió cam­biar los pasa­dos días la dosis máxi­ma per­mi­ti­da legal­men­te (ele­ván­do­la de 100 mili­sie­vert al año, a 250) que pue­den reci­bir los tra­ba­ja­do­res de una cen­tral nuclear. «Die­ci­sie­te tra­ba­ja­do­res han reci­bi­do dosis de entre 100 y 180 mili­sie­vert», según el OIEA. En una zona con agua en la que se con­ta­mi­na­ron tres emplea­dos, el OIEA midió dosis de «400 mili­sie­vert por hora», lo que impli­ca que en un cuar­to de hora un tra­ba­ja­dor reci­bi­ría la dosis de un año.

No hizo fal­ta obli­gar a los obre­ros. El pue­blo japo­nés encon­tra­rá una refe­ren­cia moral en sus obre­ros cua­li­ta­ti­va­men­te más ele­va­da que en sus gober­nan­tes eco­nó­mi­cos y políticos:

“Mi padre se fue a la plan­ta nuclear. Nun­ca había oído a mi madre llo­rar tan­to. Pero nun­ca había esta­do tan orgu­llo­sa de él. Por favor papá, vuel­ve vivo” (Públi­co, 26-03-2011).

El día 17 se pue­de por fin bom­bear agua por medio de heli­cóp­te­ros a los reac­to­res de la cen­tral y a las pis­ci­nas reca­len­ta­das. La cues­tión es que aho­ra, posi­ble­men­te, ya había empe­za­do una reac­ción en cade­na des­con­tro­la­da en uno o varios de los reac­to­res de la cen­tral nuclear. Ese méto­do hubie­ra ser­vi­do el pri­mer día para tra­tar de tra­ba­jar con más segu­ri­dad, enchu­fan­do corrien­te eléc­tri­ca a la cen­tral para apro­vi­sio­nar de ener­gía a ésta y res­ta­ble­cer sus sis­te­mas de refri­ge­ra­ción ins­ta­la­dos, hoy inser­vi­bles por suce­si­vas explo­sio­nes, o por la corro­sión pro­du­ci­da por la cris­ta­li­za­ción con­ti­nua­da de la sal mari­na des­pués de muchos días de acción de ésta.

Se empie­za a bom­bear agua en el reac­tor núme­ro 3 por­que este fun­cio­na con una mez­cla de ura­nio más plu­to­nio, mien­tras que el res­to de reac­to­res fun­cio­nan tan solo con ura­nio. El plu­to­nio es mucho más radiac­ti­vo que el ura­nio, por lo que este reac­tor por sí solo, poten­cial­men­te es mucho más peligroso.

El fin de sema­na del 19 y 20 de mar­zo la aten­ción mun­dial que­da des­pla­za­da por la inter­ven­ción impe­ria­lis­ta en Libia. Hay resú­me­nes y balan­ces domi­ni­ca­les pero las noti­cias, a par­tir del lunes siguien­te, des­cien­den en inten­si­dad a pesar de que posi­ble­men­te este­mos ante una reac­ción nuclear en cade­na des­con­tro­la­da en uno o más reac­to­res nuclea­res. La “tran­qui­li­dad” venía dada, según nos expli­can, por­que se enchu­fó un cable has­ta las bom­bas de refri­ge­ra­ción en los días siguien­tes, en todos los reac­to­res. La cues­tión es que, una sema­na jus­ta des­pués, como vere­mos, los resul­ta­dos son par­cos en este aspecto.

El sába­do 20, el Con­se­jo de segu­ri­dad nuclear espa­ñol infor­mó de que Fukushi­ma tenía otra pis­ci­na de com­bus­ti­ble, “enor­me”, que acu­mu­la­ba dese­chos con­jun­tos de los seis reac­to­res “sobre la que no se había sumi­nis­tra­do infor­ma­ción has­ta ahora”.

Se detec­ta con­ta­mi­na­ción de dife­ren­tes tipos de ali­men­tos en dife­ren­tes zonas cada vez más amplias, que aca­ban afec­tan­do a la región cen­tral don­de se sitúa Tokio. El mar­tes 22 la OMS dice que la con­ta­mi­na­ción de ali­men­tos es un pro­ble­ma “gra­ve”. La con­ta­mi­na­ción afec­ta tam­bién a un depó­si­to de agua de la capi­tal japonesa.

El jue­ves 24 y el vier­nes 25, con todo el mun­do con­cen­tra­do en Libia, la infor­ma­ción sobre Japón pasa a míni­mos en la pren­sa, una esca­sa pági­na en los prin­ci­pa­les medios, infor­man­do sobre la mejo­ra de los acon­te­ci­mien­tos y de la radiac­ti­vi­dad con efec­tos pasa­je­ros sobre algu­nos alimentos.

Súbi­ta­men­te, en este últi­mo fin de sema­na, todo cam­bia: se infor­man de incre­men­tos sus­tan­cia­les en los nive­les de radiac­ti­vi­dad. Tres tra­ba­ja­do­res pisan char­cos de agua radiac­ti­va de 30 cm de altu­ra en el reac­tor 3 (el que con­tie­ne plu­to­nio ade­más de ura­nio), que con­tie­nen 10.000 veces más radi­ca­ción de lo habi­tual. “Un nivel tan alto de radia­ción podría sig­ni­fi­car bien que la vasi­ja de con­ten­ción del reac­tor núme­ro 3 está daña­da, bien que las barras de com­bus­ti­ble están par­cial­men­te fun­di­das. En cual­quier caso, una tra­ge­dia” (Públi­co, 26-03-2011). Fue Hidehi­ko Nishi­ya­ma, por­ta­voz de la agen­cia de segu­ri­dad nuclear japo­ne­sa, NISA, quien bara­jó en públi­co ambas posi­bi­li­da­des, con lo que hizo sal­tar todas las luces de alarmas.

Horas más tar­de, como vie­ne sien­do habi­tual, rec­ti­fi­có en sen­ti­do contrario.

El pri­mer minis­tro, Nao­to Kan cali­fi­có enton­ces el esta­do de Fukushi­ma de “muy gra­ve” y su evo­lu­ción de “impre­de­ci­ble”. La espo­sa de Nao­to Kan publi­có el año pasa­do un libro titu­la­do ¿Qué demo­nios va a cam­biar en Japón aho­ra que tú eres pri­mer minis­tro? Sin que­rer entrar en elu­cu­bra­cio­nes catas­tro­fis­tas, pero sim­ple­men­te tenien­do en cuen­ta la opa­ci­dad y fal­ta de cre­di­bi­li­dad del per­so­na­je que uti­li­za seme­jan­tes expre­sio­nes, la situa­ción actual pare­ce pro­nos­ti­car una situa­ción don­de pue­de haber un impre­vi­si­ble dra­ma, mayor del vivi­do has­ta ahora.

El peli­gro de la radiación

Para aumen­tar la con­fu­sión, el Gobierno japo­nés, que has­ta enton­ces había eva­cua­do tan solo un perí­me­tro de 20 kiló­me­tros alre­de­dor de la cen­tral, crean­do otro perí­me­tro de 30 kiló­me­tros don­de sí se podía resi­dir volun­ta­ria­men­te, ani­mó a las dece­nas de miles de per­so­nas que toda­vía sobre­vi­vían entre los 20 y 30 kiló­me­tros “ence­rra­dos en sus casas”, a irse defi­ni­ti­va­men­te. La Agen­cia de Segu­ri­dad Nuclear Japo­ne­sa (NISA) ha avi­sa­do de que pasa­rán meses, e inclu­so años, antes de que estas per­so­nas eva­cua­das pue­den regre­sar a sus hogares.

El Gobierno nor­te­ame­ri­cano pro­pu­so des­po­blar un área mayor, de 80 kiló­me­tros alre­de­dor de Fukushima.

El día 15 de mar­zo se pro­por­cio­na­ron cifras ofi­cia­les por pri­me­ra vez sobre el nivel de radia­ción regis­tra­dos en la cen­tral: 400 mili­sie­verts por hora. La can­ti­dad que una per­so­na pro­me­dio absor­be en un año de expo­si­ción a la radiac­ti­vi­dad natu­ral es de 2,4 mili­sie­verts. El resul­ta­do ordi­na­rio de rayos X para un pacien­te ordi­na­rio es de una absor­ción de 1 milisievert.

En los últi­mos días ha cun­di­do la des­in­for­ma­ción sobre lo que sig­ni­fi­ca real­men­te el peli­gro de la radia­ción. Se habla de expo­si­ción “segu­ra”, “ino­fen­si­va” o “menos que peli­gro­sa”. La ver­dad es que no hay nin­gún nivel de expo­si­ción a la radia­ción, por peque­ño que sea, que resul­te ino­fen­si­vo. Toda agen­cia cien­tí­fi­ca que regu­la la con­ta­mi­na­ción radio­ac­ti­va está de acuer­do en este pun­to. Es decir, cual­quier tipo de aumen­to de la radia­ción sobre lo ordi­na­rio es un cri­men para la salud.

Evi­den­te­men­te tam­bién hay una dife­ren­cia entre estar afec­ta­do inter­mi­ten­te­men­te por una fuen­te de baja radia­ción (o alta), que es gra­ve, a que en tu cuer­po entre una par­tí­cu­la radiac­ti­va (o muchas), que son ellas mis­mas fuen­tes de radia­ción. La dema­go­gia, por no hablar de con­ti­nua fala­cia, que en este sen­ti­do se está uti­li­zan­do por par­te de algu­nos res­pon­sa­bles de deter­mi­na­das agen­cias nuclea­res raya en lo cri­mi­nal, mini­mi­zan­do el que se incre­men­ten los nive­les de radiación.

Las auto­ri­da­des fran­ce­sas esti­ma­ron hace unos días, el 23 de mar­zo, que Fukushi­ma había libe­ra­do ya una déci­ma par­te de radiac­ti­vi­dad de la que se libe­ró en Cher­nobyl, Estos datos no incluían las pis­ci­nas de com­bus­ti­ble gastado.

Pos­te­rior­men­te, el Gobierno japo­nés, para con­tra­rres­tar el efec­to del infor­me fran­cés, ha esti­ma­do que las emi­sio­nes radiac­ti­vas de Fukushi­ma supo­nen alre­de­dor del 1% de las emi­sio­nes de Cher­nóbyl. Aun­que estas cifras son difí­cil­men­te com­pa­ra­bles por varias razo­nes: en Fukushi­ma, una par­te de la radia­ción se ha ori­gi­na­do en las pis­ci­nas de com­bus­ti­ble gas­ta­do, lo que sig­ni­fi­ca según los exper­tos que los ele­men­tos radiac­ti­vos libe­ra­dos son sig­ni­fi­ca­ti­va­men­te de más lar­ga dura­ción y más peli­gro­sos para la salud que los de Chernóbyl.

La últi­ma valo­ra­ción com­pa­ra­ti­va con Cher­nóbyl corrió a car­go del Ins­ti­tu­to Cen­tral de Meteo­ro­lo­gía y Geo­di­ná­mi­ca de Aus­tria, una ins­ti­tu­ción ofi­cial. Esti­ma en este estu­dio que las emi­sio­nes de Fukushi­ma ascien­den “al 20% de Cher­nóbyl en yodo-131 y entre el 20 y el 60% en cesio-137″, uti­li­zan­do datos de esta­cio­nes de medi­da en Cali­for­nia y Japón.

Gros­si, sub­di­rec­tor gene­ral adjun­to de la OEIA, dijo el sába­do 26 que no se pro­du­ci­rá un nue­vo Cher­nóbyl, por­que allí «la libe­ra­ción estu­vo agra­va­da por una explo­sión que libe­ró a la atmós­fe­ra una nube radiac­ti­va monstruosa».

Aho­ra bien, aun­que nun­ca ha habi­do un estu­dio serio sobre las con­se­cuen­cias de Cher­nóbyl, fun­da­men­tal­men­te debi­do a la fal­ta de recur­sos des­ti­na­dos a ello por la OEIA y la OMS, allí la libe­ra­ción de ener­gía radiac­ti­va al espa­cio se paró cuan­do se ver­tió sufi­cien­te hor­mi­gón como para cons­truir un sar­có­fa­go que ence­rra­se al núcleo ató­mi­co de la central.

Dife­ren­tes exper­tos han recla­ma­do ya esa solu­ción para Fukushi­ma. La cues­tión es que ¿Haría fal­ta hacer eso con un reac­tor, con dos…? No se sabe. La com­pa­ñía eléc­tri­ca calla y el Gobierno también.

Por su par­te, Green­pea­ce publi­có este fin de sema­na un infor­me en el que ele­va a nivel 7 el desas­tre de Fukushi­ma, el mis­mo ran­go que Cher­nóbyl. Según el exper­to en segu­ri­dad nuclear Hel­mut Hirsch, la cen­tral japo­ne­sa ya ha libe­ra­do la sufi­cien­te can­ti­dad de radiac­ti­vi­dad como para ser cali­fi­ca­do al máxi­mo nivel según la Esca­la Inter­na­cio­nal de Suce­sos Nuclea­res (INES).

Toman­do el estu­dio aus­tría­co solo como aproximado:

- Aun­que adop­te­mos el por­cen­ta­je más bajo de ver­ti­dos radiac­ti­vos que ha calculado,

- Toman­do como base que esto va a seguir así (libe­ra­ción inter­mi­ten­te de radiac­ti­vi­dad como la que hemos teni­do), en el mejor de los casos, duran­te unas pocas sema­nas: la físi­ca teó­ri­ca esta­ble­ce que una ‘reac­ción en cade­na’, tar­da en con­tro­lar­se sema­nas o meses,

- Espe­ran­do ¡Oja­lá! que se empie­ce a con­tro­lar la reac­ción que se haya podi­do gene­rar y que empie­ce cuan­to antes a enfriar­se todos los reac­to­res y todas las pis­ci­nas; entonces,…

… Al final, ten­dre­mos un nivel de radia­ción gene­ra­da que, como míni­mo, se va a acer­car bas­tan­te al de Chernobyl.

Últi­mas y preo­cu­pan­tes noti­cias: se incre­men­ta dra­má­ti­ca­men­te la radiación

Se han publi­ca­do los pri­me­ros aná­li­sis de con­ta­mi­na­ción radiac­ti­va del sue­lo: A 40km de Fukushi­ma se han medi­do 163,000 Bq/​kg de cesio-137 y 1.170.000 Bq/​kg de yodo. La NISA (Agen­cia de Segu­ri­dad Nuclear Japo­ne­sa) esti­ma que el sue­lo tie­ne que ser “reem­pla­za­do”.

La con­ta­mi­na­ción de la tie­rra en la región, con nive­les del isó­to­po can­ce­rí­geno cesio 137, que tie­ne una vida media de 30 años, es com­pa­ra­ble con Cher­nóbyl, según Tetsu­ji Ima­na­ka, del Ins­ti­tu­to de Inves­ti­ga­ción de reac­to­res en Osaka.

El OIEA afir­mó el sába­do 26 que es pro­ba­ble que esté daña­da la con­ten­ción del reac­tor 3, el que usa ura­nio y plu­to­nio como com­bus­ti­ble, lo que lo con­vier­te en poten­cial­men­te mucho más radiac­ti­vo que el resto.

TEPCO pre­fie­re una expli­ca­ción más alam­bi­ca­da: “la fuga radiac­ti­va detec­ta­da en el agua es mayor de lo espe­ra­do”, lo que pue­de demo­rar el enfria­mien­to de rec­tor nume­ro tres, ya que el pro­ble­ma pare­ce pro­ce­der de la pis­ci­na de refri­ge­ra­ción (según la empre­sa, esto es lo que nos tene­mos que creer).

Los nive­les de radia­ción en el mar, en las cer­ca­nías de la cos­ta, faci­li­ta­dos por TEPCO, se han incre­men­ta­do dramáticamente:

- El mar­tes 22 de mar­zo: el nivel de yodo 131 fue 126 veces el del tope legal

- El 24 de mar­zo: 145 veces más alto que el del tope legal.

- El 26 de mar­zo fue de 1.250 veces más alto que el del tope legal.

- El 27 de mar­zo fue de 1.850 veces más alto que el del tope legal.

Los nive­les increí­bles alcan­za­dos el sába­do fue­ron valo­ra­dos por TEPCO sim­ple­men­te como «rela­ti­va­men­te altos». De hecho, hoy ya no ha sido TEPCO, sino la Agen­cia de Segu­ri­dad Nuclear e Indus­trial japo­ne­sa, NISA (orga­nis­mo ofi­cial liga­do a la indus­tria nuclear japo­ne­sa) quien ha infor­ma­do, aun­que, como lue­go vere­mos, ha sido des­men­ti­da pos­te­rior­men­te por la pro­pia TEPCO.

El por­ta­voz de la Agen­cia cita­da, NISA, Hidehi­ko Nishi­ya­ma, afir­mó hoy domin­go que beber medio litro de agua dul­ce con el actual nivel de radiac­ti­vi­dad expon­dría a una per­so­na a la dosis máxi­ma per­mi­ti­da en un año. Cla­ra­men­te, no pue­den negar la evi­den­cia de los ries­gos para la salud huma­na, que han sido públi­ca­men­te dados a cono­cer en el públi­co por otros medios cien­tí­fi­cos. Aho­ra bien, inten­tan mini­mi­zar y des­viar ries­gos a lar­go pla­zo en otros ámbitos:

“Nishi­ya­ma des­car­tó que la con­ta­mi­na­ción supon­ga una ame­na­za para la vida mari­na y la segu­ri­dad en el con­su­mo de pes­ca­do. ‘Hablan­do en gene­ral, el mate­rial radiac­ti­vo sol­ta­do al mar será dis­per­sa­do por las corrien­tes, así que haría fal­ta mucho más para que las algas y la vida mari­na lo absor­bie­ran’ «(web El País, 27-03-2011).

Las medi­cio­nes apor­ta­das ante­rior­men­te están basa­das en yodo radiac­ti­vo, cuya radiac­ti­vi­dad se redu­ce a la mitad en ocho días. TEPCO afir­mó ante­ayer: «para cuan­do la gen­te coma pro­duc­tos del mar, las can­ti­da­des habrán dis­mi­nui­do pro­ba­ble­men­te de for­ma sig­ni­fi­ca­ti­va». Al pare­cer, para la gen­te de Japón, la que más pes­ca­do con­su­me del mun­do y que más sabe de su arte culi­na­rio, el comer el pes­ca­do ¡¡A los 8 días de ser pes­ca­do para reci­bir sólo la mitad de la radia­ción 1850 veces per­mi­ti­da para la salud, es algo posi­ble y natural!!

Lo que hay que decir tam­bién es que, según las medi­cio­nes de TEPCO del sába­do (no del domin­go, cuan­do debie­ron de aumen­tar mucho más), los nive­les de cesio 137, que tie­ne un ciclo de reduc­ción de su vida de unos 30 años, mul­ti­pli­ca­ban por 79,6 veces el máxi­mo legal.

Hoy, domin­go 27, el OIEA ha comu­ni­ca­do que se ha detec­ta­do la pre­sen­cia de yodo 131, cesio 137 y cesio 134 a nive­les como los de la zona del reac­tor 3, don­de tres tra­ba­ja­do­res resul­ta­ron heri­dos el jue­ves cuan­do entra­ron en con­tac­to con agua radiac­ti­va a un nivel 10.000 veces supe­rior al normal.

Des­pués de los esfuer­zos y los sacri­fi­cios sobre­hu­ma­nos de los tra­ba­ja­do­res, la web de El País infor­ma hoy domin­go de resul­ta­dos des­alen­ta­do­res y muy preocupantes:

“Des­de hace más de dos sema­nas, Japón tra­ta de res­ta­ble­cer el sumi­nis­tro eléc­tri­co, sin que ayer lo hubie­ra con­se­gui­do total­men­te en cua­tro de los seis reac­to­res. Sí logró lle­var líneas eléc­tri­cas, pero con las tres explo­sio­nes regis­tra­das, los equi­pos están daña­dos. Esas explo­sio­nes se pro­du­je­ron por la sali­da de hidró­geno ‑un gas explo­si­vo- des­de el reac­tor. El OIEA afir­mó ayer que es pro­ba­ble que esté daña­da la con­ten­ción del reac­tor 3, el que usa ura­nio y plu­to­nio como com­bus­ti­ble, lo que lo con­vier­te en mucho más radiac­ti­vo que el ura­nio del resto.

“El humo negro que apa­re­ce oca­sio­nal­men­te de los reac­to­res pro­ce­de pre­su­mi­ble­men­te de cor­to­cir­cui­tos al inten­tar encen­der las bom­bas. Des­pués de dos sema­nas, ya tie­nen luz dos de las salas de con­trol, lo bási­co, pero en esta situa­ción se con­si­de­ra una gran noti­cia. Ade­más, ya hay inyec­ción de agua dul­ce y comien­za a usar el sis­te­ma nor­mal de refri­ge­ra­ción. Aun­que ya no se recu­rre a la deses­pe­ra­da solu­ción de lan­zar agua des­de heli­cóp­te­ros, más de dos sema­nas des­pués nadie es capaz de pre­de­cir la evo­lu­ción y aún que­da una lar­ga tarea por delan­te. Las pis­ci­nas de com­bus­ti­ble gas­ta­do, alta­men­te radiac­ti­vo, se han vis­to dañadas.”

“En la cen­tral, los téc­ni­cos con­ti­nua­ron tra­ba­jan­do para esta­bi­li­zar los reac­to­res, tras las sos­pe­chas sur­gi­das el vier­nes pasa­do de que la uni­dad 3 ‑de un total de seis- podría haber sufri­do una grieta.

En el reac­tor 2 han sido detec­ta­dos nive­les de radia­ción 10 millo­nes de veces supe­rio­res a los nor­ma­les, según infor­ma TEPCO , la com­pa­ñía que ope­ra la plan­ta, lo que ha obli­ga­do a eva­cuar a los téc­ni­cos que tra­ba­ja­ban para inten­tar repa­rar­lo. TEPCO seña­la que estos nive­les se han detec­ta­do en el agua acu­mu­la­da en el edi­fi­cio en que se encuen­tra la tur­bi­na del reactor.

“TEPCO ha detec­ta­do has­ta 400 mili­sie­vert en la super­fi­cie del agua acu­mu­la­da en el edi­fi­cio que alber­ga la tur­bi­na del reac­tor 3, un nivel que pue­de pro­vo­car daños a la salud si se reci­be en un inter­va­lo cor­to. Tam­bién preo­cu­pan las gran­des can­ti­da­des de líqui­do irra­dia­do en los reac­to­res 2 y 4 (…)

“En el reac­tor 1, la pro­fun­di­dad del agua tóxi­ca era de 40 cen­tí­me­tros, mien­tras que en el 3, el lugar don­de sufrie­ron que­ma­du­ras dos ope­ra­rios, alcan­za­ba 1,5 metros.”

Según la agen­cia local Kyo­do, en los edi­fi­cios de tur­bi­nas hay zonas inun­da­das con agua alta­men­te con­ta­mi­na­da, que en algu­nos luga­res alcan­za una pro­fun­di­dad de has­ta 1,8 metros.

Siguien­do el ritual que lle­va prac­ti­can­do des­de hace tiem­po, TEPCO infor­mó en una rue­da de pren­sa pos­te­rior que se ha erra­do en las medi­cio­nes hechas públi­cas horas antes: «Se ha pro­du­ci­do una con­fu­sión entre el yodo 134 y el cobal­to 56», ha decla­ra­do Sakae Muto, vice­pre­si­den­te de la empresa.

TEPCO vol­ve­rá a rea­li­zar un aná­li­sis de los nive­les de radia­ción. No obs­tan­te, se man­tie­ne la eva­cua­ción de los trabajadores.

¿Cuál es la situa­ción actual?

Resu­mien­do, a pesar de la des­in­for­ma­ción o no, tene­mos, disec­cio­nan­do los datos opa­cos que lan­zan la OIEA, el Gobierno japo­nés y TEPCO:

- Pis­ci­nas de dese­chos tóxi­cos dañadas

- Reac­tor núme­ro 2 don­de pue­de haber habi­do fusión par­cial del núcleo

- Reac­tor núme­ro 3 que pare­ce agrie­ta­do (y con decla­ra­cio­nes ante­rio­res don­de se sos­pe­cha­ba que tam­bién había fusión par­cial del núcleo)

Rafael Gros­si, sub­di­rec­tor gene­ral adjun­to de la OIEA, decía el sába­do 26 a El País que “la situa­ción en la cen­tral de Fukushi­ma es gra­ve” y que «en cual­quier momen­to» pue­de degra­dar­se ¿Qué sig­ni­fi­ca esto a estas altu­ras? Espe­ra­mos que no lo que imaginamos.

Has­ta aho­ra, la estra­te­gia ha sido res­ta­ble­cer la cone­xión eléc­tri­ca (seria­men­te daña­da por los pro­ble­mas que hemos men­cio­na­do) para refri­ge­rar de esta mane­ra a los reac­to­res, los cua­les no sabe­mos con exac­ti­tud has­ta qué pun­to están daña­dos, aun­que los nive­les altí­si­mos de radia­ción de los dos últi­mos días sugie­ren un daño estruc­tu­ral en algún lado.

Hiro­se Takashi es un exper­to en ener­gía nuclear que con­ce­dió una entre­vis­ta, par­te de la cual apa­re­ció en REBELIÓN (http://​www​.rebe​lion​.org/​n​o​t​i​c​i​a​.​p​h​p​?​i​d​=​1​2​4​946 ). En ella ofre­ce su testimonio:

“Si se quie­re enfriar un reac­tor con agua, hay que hacer cir­cu­lar el agua por den­tro para sacar el calor, cual­quier otra cosa no tie­ne sen­ti­do. La úni­ca solu­ción es el res­ta­ble­ci­mien­to del sumi­nis­tro eléc­tri­co. Lo otro [ver­ter agua enci­ma del reac­tor] es como vol­car agua en la lava (…) Duran­te una sema­na han esta­do vol­can­do agua allí. Y el agua es sala­da. Si pones agua sala­da en un horno calien­te, ¿qué pasa? Pro­du­ces sal. La sal entra en las vál­vu­las y las paraliza (…)”

Esta entre­vis­ta es de ¡Hace más de una sema­na!… Pare­ce que, aho­ra, se ha empe­za­do con agua des­ti­la­da a vol­ver a enfriar dos de los cua­tro reac­to­res afec­ta­dos por explo­sio­nes. Pero, inde­pen­dien­te­men­te de eso, la situa­ción en los reac­to­res 1,2 y 3 es pro­ble­má­ti­ca, con altí­si­mos nive­les de radiactividad.

Si esto no fun­cio­na, pue­den hacer fal­ta medi­das más drás­ti­cas como ente­rrar la cen­tral en are­na y hor­mi­gón. Nue­va­men­te, pare­ce haber un pro­ble­ma de pres­ti­gio de la com­pa­ñía, del Gobierno, y has­ta de la OIEA para resis­tir­se a esta opción ¡Sería la solu­ción Cher­nóbyl! ¡Y Japón no es Cher­nóbyl! ¡Ni la OIEA es igual que la agen­cia nacio­nal de segu­ri­dad nuclear sovié­ti­ca! Más ade­lan­te, vere­mos que no sólo es una cues­tión de prestigio.

Sí hay otra ver­sión sobre lo suce­di­do. Sí hay otras alternativas

En un artícu­lo apa­re­ci­do en la web REBELIÓN de Ale­jan­dro Nadal, apa­re­ci­do ori­gi­nal­men­te en el mexi­cano La Jor­na­da, encon­tra­mos el siguien­te análisis:

“Las foto­gra­fías, videos e imá­ge­nes de saté­li­tes (por ejem­plo en la pági­na www​.isis​-onli​ne​.org) no con­tie­nen la evi­den­cia de los des­tro­zos que pro­vo­có el tsu­na­mi en la cos­ta al nor­te de Fukushi­ma. Ni los árbo­les en los esta­cio­na­mien­tos, ni los patios de la plan­ta tie­nen la hue­lla del tsu­na­mi. Los escom­bros que apa­re­cen se deben a las vio­len­tas explo­sio­nes de hidró­geno que des­tru­ye­ron los edi­fi­cios de los reac­to­res 1 y 3.

“Una bue­na par­te de la pro­pa­gan­da del lobby nuclear des­can­sa sobre esta ver­sión de los hechos. Pero la evi­den­cia reve­la que si hubo un tsu­na­mi en Fukushi­ma, tuvo que ser mucho más débil que en Mina­mi­so­ma o Sen­dai (dis­tan­tes unos seten­ta kiló­me­tros al nor­te de la plan­ta). Por lo tan­to, se abren dos hipó­te­sis inquie­tan­tes. Pri­me­ro, es posi­ble que un tsu­na­mi de menor fuer­za efec­ti­va­men­te inun­dó los sis­te­mas de enfria­mien­to y los depó­si­tos de com­bus­ti­ble de los moto­res die­sel (res­pal­do del sis­te­ma prin­ci­pal). Pero eso sig­ni­fi­ca que las plan­tas eran mucho más frá­gi­les de lo que nos quie­re hacer creer el lobby nuclear. En este caso, TEPCO que­da­ría (otra vez) mal para­da por su negli­gen­cia. Nada nue­vo para TEPCO.

“La segun­da hipó­te­sis es que el colap­so en los sis­te­mas de refri­ge­ra­ción fue pro­vo­ca­do por el terre­mo­to. En ambos casos, que­da expues­ta la fala­cia del lobby nuclear. Las plan­tas no son robus­tas y no fun­cio­na­ron como se supo­ne que deben hacer­lo en caso de un terremoto”.

Cada vez cobra más fuer­za la idea de que el terre­mo­to jugó un papel muy impor­tan­te a la hora de dañar la estruc­tu­ra bási­ca de la cen­tral, tan­to de sus reac­to­res acti­vos como apa­ga­dos, jun­to con sus pis­ci­nas de dese­chos radiac­ti­vos. El mare­mo­to, posi­ble­men­te, tuvo los efec­tos ori­gi­nal­men­te expli­ca­dos. Pero lo que hay que inves­ti­gar has­ta el final es si la empre­sa sabía que el terre­mo­to había afec­ta­do de mane­ra vital a la plan­ta antes.

Noso­tros acusamos…al capitalismo

En cual­quier caso, la actua­ción de la empre­sa (como de otras tan­tas de su ramo) está pro­ba­da como cri­mi­nal des­de hace déca­das, y como tal debe ser juzgada.

Hay más casos. Cons­truir una cen­tral nuclear en una falla ató­mi­ca, tenien­do en con­si­de­ra­ción el nivel de cono­ci­mien­tos téc­ni­cos actua­les, es una mues­tra de la negli­gen­cia que reco­rre el sis­te­ma de explo­ta­ción eco­nó­mi­co en que vivi­mos. La plan­ta nuclear de Tokai, a mitad de camino de Tokio y Fukushi­ma, está en la unión de dos fallas loca­les, al igual que la men­cio­na­da antes y acci­den­ta­da en el 2007 de Kashi­wa­za­ki Kari­na. Lógi­ca­men­te, con la sabi­du­ría actual, el peli­gro de que haya un desas­tre toda­vía mayor que el de Fukushi­ma es mayor en estas dos plan­tas. Supo­ne un acto de irres­pon­sa­bi­li­dad no cerrar­las de inmediato.

Cons­truir una cen­tral nuclear a pie de pla­ya, en el lugar mis­mo de don­de pro­vie­ne la pala­bra ‘tsu­na­mi’ ¿Cómo es posi­ble? ¿Por qué se han ubi­ca­do en Japón tan­tos reac­to­res al lado del mar en una zona pro­pen­sa a mare­mo­tos? La Union of Con­cer­ned Scien­tists lo ha docu­men­ta­do con pre­ci­sión: por razo­nes eco­nó­mi­cas. No hay que pagar por el agua del mar, sale muy bara­ta, reba­ja cos­tes y aumen­ta bene­fi­cios, espe­cial­men­te en un país sin ríos de cau­dal importante.

La negli­gen­cia y fal­ta de pre­vi­sión es escan­da­lo­sa y solo pue­de ser atri­bui­ble racio­nal­men­te al ocul­ta­mien­to de infor­ma­ción bási­ca por moti­vos de pres­ti­gio que ponen en cues­tión el dise­ño bási­co de esta cen­tral (es decir, de otras muchas en todo Japón), que debe­rían así ser cerra­das de inme­dia­to, lo que pon­dría en la pico­ta a casi todas las gran­des eléc­tri­cas japo­ne­sas, con con­se­cuen­cias impor­tan­tes para el res­to de mul­ti­na­cio­na­les expor­ta­do­ras japo­ne­sas. Esto, a su vez, tam­bién afec­ta­ría a esta indus­tria a nivel mun­dial, y a la pro­duc­ción mun­dial a cor­to pla­zo. No hace fal­ta expli­car que la mayo­ría de cen­tra­les nuclea­res del mun­do no cuen­tan con las medi­das de segu­ri­dad que exis­ten en Japón, ni las más gene­ra­les, ni las más par­ti­cu­la­res con­tra los seísmos.

La situa­ción gene­ra­da por la locu­ra de la pro­duc­ción capi­ta­lis­ta, que lle­va a la bús­que­da mez­qui­na del máxi­mo de bene­fi­cios por par­te de las mul­ti­na­cio­na­les, ha lle­va­do a una con­fa­bu­la­ción enor­me de ocul­ta­ción de la reali­dad, que afec­ta al con­jun­to del poder esta­ble­ci­do en Japón y que, tal como reve­lan los cables de Wiki­leaks, no es nue­va en absoluto.

Para el Esta­do japo­nés, a su vez, con una Deu­da públi­ca que lle­ga ya al 204% del PIB, con daños que repa­rar por el doble cata­clis­mo natu­ral que pue­de que ascien­dan al 8% de su PIB, el tener que hacer fren­te a una fac­tu­ra suple­men­ta­ria para lim­piar y hacer fren­te al cie­rre de las cen­tra­les japo­ne­sas va a supo­ner una dolo­ro­sa carga.

El mode­lo japo­nés entró pro­ba­ble­men­te en una nue­va cri­sis. Varias cen­tra­les nuclea­res deben ser cerra­das ya y eso plan­tea un cos­te deci­si­vo sobre los cos­tes ener­gé­ti­cos de las indus­trias ins­ta­la­das allí, bue­na par­te de las cuá­les pue­den pen­sar en des­lo­ca­li­zar par­te de la pro­duc­ción. Evi­den­te­men­te, va a haber resis­ten­cias a admi­tir esta situación.

Con los datos en la mano, todos los orga­nis­mos inter­na­cio­na­les y bue­na par­te de los nacio­na­les de segu­ri­dad nuclear, han per­di­do toda cre­di­bi­li­dad por su liga­zón mate­rial a los intere­ses de los capi­ta­lis­tas del sec­tor. En la indus­tria más deli­ca­da y peli­gro­sa; en el país que tec­no­ló­gi­ca­men­te más nos mara­vi­lló en los últi­mos 50 años; en el país don­de, con todas estas con­di­cio­nes jun­to con su ries­go geo­ló­gi­co, más segu­ros tenían que haber sido los pro­to­co­los de segu­ri­dad, éstos han falla­do una y otra vez ¡Y hubo avi­sos! ¡Vaya si los hubo!

¿Cómo pode­mos con­fiar en este sis­te­ma? ¿Qué indus­tria es segu­ra? ¿Qué ali­men­ta­ción es sana y segu­ra? Pre­gun­té­mo­nos a noso­tros mis­mos lo que impli­ca la lógi­ca de la domi­na­ción del capi­tal finan­cie­ro, de las gran­des empre­sas y com­pa­ñías de segu­ros, que solo bus­can sus resul­ta­dos a cor­to pla­zo. Hoy en día, la cali­dad de muchos pro­duc­tos se resien­te en dema­sía, debi­do a la pre­sión del cor­to pla­zo del capi­tal finan­cie­ro, ni siquie­ra los anta­ño pres­ti­gio­sos gru­pos indus­tria­les rea­li­zan una inver­sión de recur­sos con visión a lar­go pla­zo. La pro­pia cri­sis del capi­tal finan­cie­ro, cuyos valo­res fic­ti­cios son sos­te­ni­dos por los Gobier­nos cues­te lo que cues­te, ame­na­za con devo­rar y arras­trar tras de sí a muchos gru­pos indus­tria­les. Este es el capi­ta­lis­mo senil en todo su apogeo.

La cues­tión es que, bajo el capi­ta­lis­mo, ni siquie­ra la indus­tria con­ce­bi­da y pla­ni­fi­ca­da a más lar­go pla­zo, se libra de que está con­ce­bi­da “para bus­car bene­fi­cios” y “más bene­fi­cios que la competencia”.

Todo está en cues­tión para estos gran­des pro­pie­ta­rios que quie­ren más y más. Si mira­mos a nues­tro alre­de­dor, des­de la ener­gía, has­ta la salud, la jubi­la­ción, el ocio… Y, final­men­te, el medio ambien­te y, con él, el futu­ro físi­co de nues­tros hijos. El capi­ta­lis­mo nos lle­va a un calle­jón sin sali­da y, en defi­ni­ti­va, a la cri­sis del planeta.

Fuen­te: http://​www​.corrien​te​mar​xis​ta​.org/​i​n​t​e​r​n​a​c​i​o​n​a​l​/​a​s​i​a​/​4​7​1​-​e​l​-​d​e​s​a​s​t​r​e​-​q​u​e​-​s​i​-​s​e​-​p​o​d​i​a​-​h​a​b​e​r​-​e​v​i​t​a​d​o​.​h​tml

Corrien­te Mar­xis­ta Internacional


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