Car­ta de Karl Marx a Sig­frid Meyer y August Vog

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Lon­dres, 9 de abril de 1870

[…] Pasa­do maña­na (11 de abril) les envia­ré los docu­men­tos de la Inter­na­cio­nal que ten­ga a mano. (Es dema­sia­do tar­de para enviar­los por correo hoy). Igual­men­te, envia­ré un poco más de los [infor­mes] de Basilea.

Entre el envia­do tam­bién encon­tra­rán algu­nas de las reso­lu­cio­nes del Con­se­jo Gene­ral del 30 de noviem­bre sobre la amnis­tía irlan­de­sa, que yo mis­mo escri­bí, al igual que un folle­to irlan­dés sobre el tra­ta­mien­to de los con­vic­tos fenianos.

Tenía la inten­ción de intro­du­cir nue­vas reso­lu­cio­nes sobre la nece­sa­ria trans­for­ma­ción de la actual Unión (es decir, la escla­vi­tud de Irlan­da) a una fede­ra­ción libre e igua­li­ta­ria con Gran Bre­ta­ña. El pro­gre­so de este asun­to ha sido sus­pen­di­do por el momen­to, en lo que res­pec­ta a las reso­lu­cio­nes públi­cas, debi­do a mi for­za­da ausen­cia del Con­se­jo Gene­ral. Nin­gún otro miem­bro del Con­se­jo Gene­ral tie­ne sufi­cien­te cono­ci­mien­to sobre los asun­tos irlan­de­ses ni sufi­cien­te auto­ri­dad entre los miem­bros ingle­ses del Con­se­jo Gene­ral como para reem­pla­zar­me en esto.

Sin embar­go, el tiem­po no ha sido des­per­di­cia­do, y les pido que pres­ten espe­cial aten­ción a lo siguiente:

Des­pués de años de tra­tar la cues­tión irlan­de­sa, he lle­ga­do a la con­clu­sión de que el gol­pe deci­si­vo con­tra las cla­ses domi­nan­tes en Ingla­te­rra (y este es deci­si­vo para el movi­mien­to obre­ro en todo el mun­do) no pue­de ser tra­ta­do en Ingla­te­rra, sino sólo en Irlan­da.

El 1 de enero de 1870, el Con­se­jo Gene­ral publi­có una cir­cu­lar secre­ta escri­ta por mí en fran­cés –[sólo los perió­di­cos fran­ce­ses, no los ale­ma­nes, pro­du­cen impor­tan­tes reper­cu­sio­nes sobre Ingla­te­rra]– sobre la rela­ción de la lucha nacio­nal irlan­de­sa con la eman­ci­pa­ción de la cla­se obre­ra y, por lo tan­to, sobre la posi­ción que la Aso­cia­ción Inter­na­cio­nal tie­ne que adop­tar res­pec­to a la cues­tión irlandesa.

Les diré de for­ma bre­ve los pun­tos deci­si­vos. Irlan­da es el baluar­te de la aris­to­cra­cia ingle­sa. La explo­ta­ción de esta tie­rra no es sólo una fuen­te impor­tan­te de su rique­za mate­rial; es su mayor poder moral. Repre­sen­tan de hecho el domi­nio de Ingla­te­rra sobre Irlan­da. Irlan­da es, por lo tan­to, el gran medio a tra­vés del cual la aris­to­cra­cia ingle­sa man­tie­ne su domi­nio en la pro­pia Ingla­te­rra.

Por otro lado: si maña­na se reti­ra­ran el ejér­ci­to y la poli­cía ingle­sa de Irlan­da, ten­dría­mos inme­dia­ta­men­te una revo­lu­ción agra­ria en Irlan­da. La caí­da de la aris­to­cra­cia ingle­sa en Irlan­da, sin embar­go, sig­ni­fi­ca­ría y nece­sa­ria­men­te cau­sa­ría su caí­da en Ingla­te­rra. Esto últi­mo cum­pli­ría la con­di­ción pre­via para una revo­lu­ción pro­le­ta­ria en Ingla­te­rra. La ani­qui­la­ción de la aris­to­cra­cia ingle­sa en Irlan­da es una ope­ra­ción infi­ni­ta­men­te más fácil que en la pro­pia Ingla­te­rra dado que en Irlan­da la cues­tión de la tie­rra ha sido has­ta aho­ra la for­ma exclu­si­va en que se ha pre­sen­ta­do la cues­tión social, ya que es una pre­gun­ta exis­ten­cial, una cues­tión de vida o muer­te para la inmen­sa mayo­ría del pue­blo irlan­dés, y por­que es al mis­mo tiem­po inse­pa­ra­ble de la cues­tión nacio­nal. Apar­te de que el carác­ter irlan­dés es más apa­sio­na­do y revo­lu­cio­na­rio que el de los ingle­ses. En cuan­to a la bur­gue­sía ingle­sa, ella tie­ne en común con la aris­to­cra­cia ingle­sa pri­me­ro el inte­rés de con­ver­tir a Irlan­da en un mero pas­ti­zal, para sumi­nis­trar al mer­ca­do inglés con car­ne y lana a los pre­cios más bajos posi­bles. Tie­ne ade­más el mis­mo inte­rés en redu­cir la pobla­ción irlan­de­sa a un núme­ro tan peque­ño a tra­vés del des­alo­jo y la emi­gra­ción for­za­da para que el capi­tal inglés (capi­tal inver­ti­do en terre­nos arren­da­dos para la agri­cul­tu­ra) pue­da fun­cio­nar con “segu­ri­dad” en este país. Ella tie­ne el mis­mo inte­rés en remo­ver los bie­nes de Irlan­da así como lo tuvo en la remo­ción de los dis­tri­tos agrí­co­las de Ingla­te­rra y Esco­cia. Las 6.000−10.000 libras ester­li­nas de ingre­sos por ausen­tis­mo y otros ingre­sos irlan­de­ses que aho­ra flu­yen a Lon­dres cada año tam­bién deben ser considerados.

Pero la bur­gue­sía ingle­sa tie­ne intere­ses aún más impor­tan­tes en la actual eco­no­mía irlan­de­sa. Irlan­da está entre­gan­do cons­tan­te­men­te exce­den­tes al mer­ca­do labo­ral inglés dada la cre­cien­te con­cen­tra­ción de alqui­le­res, redu­cien­do así los sala­rios y la posi­ción mate­rial y moral de la cla­se obre­ra inglesa.

Y ¡lo más impor­tan­te! Todos los cen­tros indus­tria­les y comer­cia­les de Ingla­te­rra poseen aho­ra una cla­se obre­ra divi­di­da en dos cam­pos enemi­gos, pro­le­ta­rios ingle­ses y pro­le­ta­rios irlan­de­ses. El tra­ba­ja­dor inglés común odia al tra­ba­ja­dor irlan­dés como com­pe­ti­dor que redu­ce el nivel de vida. Se sien­te hacia él como un miem­bro de la nación domi­nan­te y por lo tan­to se con­vier­te a sí mis­mo en la herra­mien­ta de sus aris­tó­cra­tas y capi­ta­lis­tas con­tra Irlan­da, y for­ta­le­ce así el domi­nio de aque­llos sobre él. Tie­ne pre­jui­cios reli­gio­sos, socia­les y nacio­na­les con­tra él [tra­ba­ja­dor irlan­dés]. Se com­por­ta con él como el blan­co pobre con los negros de las anti­guas hacien­das de escla­vos de la Unión Ame­ri­ca­na. El irlan­dés le paga con la mis­ma mone­da. Ve en el tra­ba­ja­dor inglés tan­to un cóm­pli­ce como al estú­pi­do ins­tru­men­to del domi­nio inglés en Irlan­da.

Este anta­go­nis­mo se man­tie­ne arti­fi­cial­men­te des­pier­to y se ve acen­tua­do por la pren­sa, el púl­pi­to, las revis­tas cómi­cas, o sea, por todos los medios a dis­po­si­ción de las cla­ses domi­nan­tes. Este anta­go­nis­mo es el secre­to de la impo­ten­cia de la cla­se obre­ra ingle­sa, a pesar de su orga­ni­za­ción. Es el secre­to por el cual la cla­se capi­ta­lis­ta man­tie­ne su poder. Y esta últi­ma es ple­na­men­te cons­cien­te de ello.

El mal no se detie­ne ahí. Atra­vie­sa el océano. El anta­go­nis­mo entre ingle­ses e irlan­de­ses es la base secre­ta del con­flic­to entre Esta­dos Uni­dos e Ingla­te­rra. Hace impo­si­ble cual­quier coope­ra­ción seria y sin­ce­ra entre las cla­ses tra­ba­ja­do­ras de ambos paí­ses. Le per­mi­te a los gobier­nos de ambos paí­ses, tan­tas veces lo con­si­de­ren opor­tuno, rom­per la línea de fue­go del con­flic­to social median­te la difa­ma­ción mutua y, en caso de nece­si­dad, median­te la gue­rra entre ambos países.

Ingla­te­rra, como metró­po­li del capi­tal, como poten­cia que domi­na el mer­ca­do mun­dial actual, es por el momen­to el país más impor­tan­te para la revo­lu­ción obre­ra, y el úni­co país don­de las con­di­cio­nes mate­ria­les de esta revo­lu­ción se encuen­tran desa­rro­lla­das has­ta cier­to gra­do de madu­rez. Ace­le­rar la revo­lu­ción social en Ingla­te­rra, por lo tan­to, es el obje­ti­vo prin­ci­pal de la Aso­cia­ción Inter­na­cio­nal de los Tra­ba­ja­do­res. La úni­ca for­ma de ace­le­rar­la es con­se­guir la inde­pen­den­cia de Irlan­da. De ahí la tarea de la “Inter­na­cio­nal” de poner el con­flic­to entre Ingla­te­rra e Irlan­da en pri­mer plano en todas par­tes, de tomar par­ti­do abier­ta­men­te por Irlan­da en todas par­tes. La tarea espe­cial del Con­se­jo Cen­tral de Lon­dres es des­per­tar la con­cien­cia de la cla­se obre­ra ingle­sa de que la eman­ci­pa­ción nacio­nal de Irlan­da no es para ellos una cues­tión de jus­ti­cia abs­trac­ta o de sen­ti­mien­to huma­ni­ta­rio, sino la pri­me­ra con­di­ción de su pro­pia eman­ci­pa­ción social.

Estos son más o menos los pun­tos prin­ci­pa­les de la cir­cu­lar, que al mis­mo tiem­po dan las razo­nes de ser de las deci­sio­nes del Con­se­jo Cen­tral sobre la amnis­tía irlan­de­sa. Poco des­pués envié un artícu­lo anó­ni­mo y vehe­men­te a la Inter­na­cio­nal (órgano de nues­tro comi­té cen­tral bel­ga en Bru­se­las) sobre el tra­to de los ingle­ses a los fenia­nos, etc., ata­can­do a Glads­to­ne, etc. En ella tam­bién acu­sa­ba a los repu­bli­ca­nos fran­ce­ses -(la Mar­sei­llai­se había impre­so cosas estú­pi­das sobre Irlan­da del mise­ra­ble Talan­dier)- de su egoís­mo nacio­nal y de guar­dar toda su rabia para el Imperio.

Esto fun­cio­nó. Mi hija Jenny escri­bió como J. Williams (se lla­ma­ba a sí mis­ma Jenny Williams en su corres­pon­den­cia con los edi­to­res) una serie de artícu­los para la Mar­sei­llai­se, inclu­yen­do la car­ta de O’Donovan Ros­sa. De ahí el inmen­so albo­ro­to. Des­pués de muchos años de cíni­cas nega­ti­vas, Glads­to­ne, se vio final­men­te obli­ga­do a con­ce­der una inves­ti­ga­ción par­la­men­ta­ria sobre el tra­to a los pri­sio­ne­ros fenia­nos. Ella es aho­ra una corres­pon­sal regu­lar para la Mar­sei­llai­se sobre los asun­tos irlan­de­ses. (Esto, por supues­to, es un secre­to entre noso­tros.) El gobierno bri­tá­ni­co y la pren­sa están furio­sos ya que la cues­tión irlan­de­sa se encuen­tra aho­ra a la orden del día en Fran­cia y por­que aho­ra estos cana­llas están sien­do moni­to­rea­dos y expues­tos en todo el con­ti­nen­te a tra­vés de París.

Logra­mos matar dos pája­ros de un tiro. Hemos obli­ga­do de esta for­ma a los diri­gen­tes irlan­de­ses, a los perio­dis­tas, etc. de Dublín, a que se pusie­ran en con­tac­to con noso­tros, cosa que el Con­se­jo Gene­ral no había logra­do con anterioridad!

Uste­des tie­nen un gran cam­po en Amé­ri­ca para tra­ba­jar en el mis­mo sen­ti­do. Una coa­li­ción de los tra­ba­ja­do­res ale­ma­nes con los tra­ba­ja­do­res irlan­de­ses (por supues­to tam­bién con los tra­ba­ja­do­res ingle­ses y ame­ri­ca­nos que quie­ran par­ti­ci­par) es aho­ra el logro más gran­de que se podría rea­li­zar. Esto debe hacer­se en nom­bre de la Inter­na­cio­nal. La impor­tan­cia social de la cues­tión irlan­de­sa debe que­dar clara.

La pró­xi­ma vez ven­drán algu­nas obser­va­cio­nes par­ti­cu­lar­men­te sobre la posi­ción de los tra­ba­ja­do­res ingleses.

¡Salu­dos y fraternidad!

Karl Marx

[Tra­duc­ción de Nico­le Kleinheis­ter­kamp González.]

Fuen­te: https://​mar​xis​mo​cri​ti​co​.com/​2​0​1​9​/​0​3​/​0​5​/​c​a​r​t​a​-​d​e​-​k​a​r​l​-​m​a​rx/

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