Bacar­dí: la gue­rra no tan «ocul­ta» con­tra Cuba

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El siguien­te tex­to fue publi­ca­do en el dia­rio cubano Juven­tud Rebel­de. Es un frag­men­to de la nue­va edi­ción, revi­sa­da y actua­li­za­da, del libro Ron Bacar­dí: la gue­rra «ocul­ta», de Her­nan­do Cal­vo Ospi­na, obra coedi­ta­da por la Casa Edi­to­ra Abril y Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, que se pre­sen­tó en la pasa­da Feria Inter­na­cio­nal del Libro de La Haba­na, febre­ro 2020.

La Bacar­dí ha esta­do detrás de bue­na par­te de los pla­nes con­ce­bi­dos o apo­ya­dos por el Gobierno de Esta­dos Uni­dos para des­truir la Revo­lu­ción cuba­na. En el libro apa­re­cen muchos de ellos y se reve­lan, ade­más, las cla­ves que per­mi­ten com­pren­der esta afirmación.

Un lec­tor fami­lia­ri­za­do con los temas abor­da­dos o que ten­ga refe­ren­cia de ellos debe saber que esta «gue­rra» de la Bacar­dí, que ha con­ti­nua­do has­ta hoy, en reali­dad ya no es tan ocul­ta como pudie­ra haber­lo sido cuan­do se ter­mi­nó, hace casi vein­te años, la pri­me­ra edi­ción de esta obra —lo que jus­ti­fi­có enton­ces su títu­lo: Ron Bacar­dí: la gue­rra ocul­ta—, a lo que modes­ta­men­te con­tri­bu­yó su publicación.

Las cau­sas del enfren­ta­mien­to tam­po­co son un secre­to y pue­den resu­mir­se fácilmente.

La trans­na­cio­nal no aban­do­na­rá el obce­ca­do sue­ño de recu­pe­rar las pro­pie­da­des que le fue­ron nacio­na­li­za­das por el Gobierno cubano —según con­si­de­ra este, con toda razón, en un acto legí­ti­mo, sobe­rano y con­for­me al Dere­cho Inter­na­cio­nal— ni a desem­pe­ñar un rol de pri­mer orden en una Cuba res­truc­tu­ra­da como neo­co­lo­nia a la medi­da de los intere­ses del Gobierno esta­dou­ni­den­se, lo que le garan­ti­za­ría su acce­so al poder.

Si exis­tie­ran dudas, pon­go a con­si­de­ra­ción del lec­tor las pala­bras de Eduar­do Sar­di­na, pri­mer eje­cu­ti­vo de Bacar­dí U.S.A. Inc. has­ta 2006: «Si Esta­dos Uni­dos reco­no­ce a Cuba, y las con­di­cio­nes para los nego­cios son favo­ra­bles, enton­ces Bacar­dí pue­de con­si­de­rar seria­men­te el vol­ver a Cuba»1. Sin comen­ta­rios. Los cuba­nos, por su par­te, harán has­ta lo impo­si­ble por impe­dir que el sue­ño de la Bacar­dí se haga reali­dad, como lo deja­ron cla­ro, una vez más, el 24 de febre­ro de este 2019, al apro­bar mayo­ri­ta­ria­men­te (el 78,3 por cien­to de quie­nes tenían dere­cho al voto), en refe­ren­do, la nue­va Cons­ti­tu­ción de la Repú­bli­ca, que en su pri­mer artícu­lo esta­ble­ce que «Cuba es un Esta­do socia­lis­ta de dere­cho y jus­ti­cia social, demo­crá­ti­co, inde­pen­dien­te y sobe­rano», y en el cuar­to, que «los ciu­da­da­nos tie­nen el dere­cho de com­ba­tir por todos los medios, inclu­yen­do la lucha arma­da, cuan­do no fue­ra posi­ble otro recur­so, con­tra cual­quie­ra que inten­te derri­bar el orden polí­ti­co, social y eco­nó­mi­co esta­ble­ci­do por esta Constitución».

Bacar­dí-Mar­ti­ni tam­po­co renun­cia­rá al mer­ca­do esta­dou­ni­den­se, pero el levan­ta­mien­to del blo­queo a la Isla podría poner en ries­go su abso­lu­to con­trol del mis­mo, si esta últi­ma pudie­ra ven­der allí su mun­dial­men­te reco­no­ci­do Hava­na Club.

Es por ello que, pro­ba­ble­men­te, segui­rá apos­tan­do por la línea «dura» de la polí­ti­ca exte­rior esta­dou­ni­den­se hacia Cuba, que vie­ne de la mano con la rigu­ro­sa apli­ca­ción de la ley Helms-Bur­ton, la cual con­tri­bu­yó deci­si­va­men­te a ela­bo­rar y apro­bar, con lo cual garan­ti­za ambos objetivos.

Debe haber cau­sa­do rego­ci­jo entre los direc­ti­vos y accio­nis­tas de la Bacar­dí-Mar­ti­ni la acti­va­ción, en mayo de 2019, por Donald Trump, del con­tro­ver­ti­do Títu­lo III de la ley, cuya apli­ca­ción fue­ra sus­pen­di­da por suce­si­vos pre­si­den­tes esta­dou­ni­den­ses. «Res­pal­da­mos el dere­cho y la capa­ci­dad de los afec­ta­dos para bus­car jus­ti­cia y evi­tar un mayor trá­fi­co de pro­pie­da­des roba­das», expre­sa un comu­ni­ca­do de la com­pa­ñía al cono­cer la deci­sión2.

De algo sí hay abso­lu­ta cer­te­za: en corres­pon­den­cia con sus intere­ses, la trans­na­cio­nal con­ti­nua­rá pro­cu­ran­do des­po­jar a Cuba de la mar­ca Hava­na Club, y si no pudie­ra, no ceja­rá en su empe­ño de obs­ta­cu­li­zar su regis­tro en terri­to­rio de Esta­dos Uni­dos por par­te de algu­na empre­sa mix­ta con par­ti­ci­pa­ción cuba­na y extran­je­ra, como es hoy Hava­na Club Hol­ding, o por algu­na empre­sa de la Isla.

La Bacar­dí pudo lograr una vez más su pro­pó­si­to en 2006, cuan­do la Ofi­ci­na de Con­trol de Acti­vos Extran­je­ros del Depar­ta­men­to del Teso­ro dene­gó la licen­cia a Cubaex­port para rea­li­zar el pago del regis­tro de la mar­ca. Pos­te­rior­men­te, en el pro­ce­so judi­cial pro­mo­vi­do por la empre­sa cuba­na no fue posi­ble lograr un fallo favo­ra­ble, que reco­no­cie­ra su legí­ti­mo dere­cho a hacer­lo, por­que tan­to la OFAC como las cor­tes esta­dou­ni­den­ses se para­pe­ta­ron tras lo esta­ble­ci­do en la Sec­ción 211 de la «Ley para la Apro­ba­ción del Pre­su­pues­to y las Asig­na­cio­nes Suple­men­ta­rias de Emer­gen­cia para el Año Fis­cal 1999, y otros pro­pó­si­tos» (Divi­sión A, Sec­ción II, de la Ley Omni­bus de Asig­na­cio­nes Con­so­li­da­das Suple­men­ta­rias y de Emer­gen­cia de los Esta­dos Uni­dos de 1999).

Sin embar­go, en 2016, cuan­do corres­pon­día la reno­va­ción del regis­tro de la mar­ca Hava­na Club en Esta­dos Uni­dos, Cubaex­port sí logró obte­ner una licen­cia espe­cí­fi­ca de la OFAC para hacer­lo, a pesar de cuan­to recur­so empleó la Bacar­dí para impe­dir­lo. El orga­nis­mo de con­trol finan­cie­ro había con­sul­ta­do al Depar­ta­men­to de Esta­do al res­pec­to, y este reco­men­dó su otor­ga­mien­to3, en un con­tex­to en que ya se habían res­ta­ble­ci­do las rela­cio­nes diplo­má­ti­cas entre Cuba y Esta­dos Uni­dos, y se habían dado algu­nos otros pasos en el camino de la nor­ma­li­za­ción de los víncu­los bila­te­ra­les, muchos de ellos rever­ti­dos a par­tir de que Donald Trump asu­mie­ra la pre­si­den­cia en enero de 2017.

Bacar­dí reac­cio­nó de inme­dia­to y soli­ci­tó a la Ofi­ci­na de Con­trol de Acti­vos Extran­je­ros que die­ra mar­cha atrás al otor­ga­mien­to de la licen­cia. Eduar­do Sán­chez, vice­pre­si­den­te sénior y ase­sor legal prin­ci­pal de Bacar­dí Limi­ted, seña­ló que la OFAC al revo­car su deci­sión ante­rior de negar esa mis­ma licen­cia «con­tra­di­ce su pro­pia defen­sa de esa deci­sión en varias cor­tes de Esta­dos Uni­dos»4. La com­pa­ñía tam­bién soli­ci­tó a la Ofi­ci­na de Paten­tes y Mar­cas que can­ce­la­ra el registro.

Es solo el comien­zo de otro capí­tu­lo de final impre­de­ci­ble. En febre­ro de 2016, Ana­yan­si Rodrí­guez, en aquel momen­to emba­ja­do­ra de Cuba ante la Ofi­ci­na de las Nacio­nes Uni­das en Gine­bra y otros Orga­nis­mos Inter­na­cio­na­les con sede en Sui­za, seña­ló que el peli­gro de can­ce­la­ción del regis­tro de la mar­ca seguía laten­te, ya que la Sec­ción 211 se man­te­nía vigen­te, sin cam­bio alguno5. Y esto suce­de, a pesar de que en 2002, al fina­li­zar en el Órgano de Solu­ción de Dife­ren­cias (OSD) de la OMC el pro­ce­so para cono­cer de la recla­ma­ción pre­sen­ta­da por las Comu­ni­da­des Euro­peas6 en repre­sen­ta­ción de los intere­ses de la empre­sa mix­ta Hava­na Club Hol­ding, este órgano cons­ta­tó que la Sec­ción infrin­gía dife­ren­tes dis­po­si­cio­nes esta­ble­ci­das en el Acuer­do sobre los ADPIC y en el Con­ve­nio de París para la Pro­tec­ción de la Pro­pie­dad Indus­trial, y en corres­pon­den­cia, soli­ci­tó que Esta­dos Uni­dos refor­ma­ra la mis­ma para ade­cuar­la a las obli­ga­cio­nes jurí­di­cas deri­va­das de los men­cio­na­dos acuer­dos internacionales.

El peli­gro de que el regis­tro de la mar­ca pue­da ser can­ce­la­do es real, no solo por­que Esta­dos Uni­dos man­ten­ga intac­ta la Sec­ción 211, lo que ha sido sis­te­má­ti­ca­men­te denun­cia­do por Cuba en las reunio­nes del OSD, sino, al menos, por otros dos moti­vos: pri­me­ro, el con­tex­to actual no es el mis­mo que aquel en que la OFAC otor­gó la licen­cia auto­ri­zan­do que se efec­tua­ra el pago del mis­mo, y segun­do, la trans­na­cio­nal nun­ca va a acep­tar que la mar­ca que­de en poder de la empre­sa cuba­na, pues esta sería, según su lógi­ca, una puer­ta que habría que cerrar, en pre­vi­sión de un posi­ble levan­ta­mien­to del blo­queo, máxi­me cuan­do cono­ce que hay sig­ni­fi­ca­ti­vas fuer­zas al inte­rior del impe­rio que con­si­de­ran que este no ha sido efi­caz para con­se­guir sus pro­pó­si­tos, y otras que con­si­de­ran que per­ju­di­ca sus intere­ses. De hecho, Facun­do Bacar­dí, quien diri­ge la trans­na­cio­nal des­de 2005, en una entre­vis­ta con­ce­di­da en 2014 a la revis­ta Cigar Afi­cio­na­do, admi­tió que algu­nos miem­bros de la fami­lia esta­ban a favor del «embar­go» —en reali­dad blo­queo— y otros en con­tra7.

Aho­ra bien, pue­de ser que la Bacar­dí en su «gue­rra» con la Cuba revo­lu­cio­na­ria emplee, para lograr sus obje­ti­vos, méto­dos más o menos suti­les, más o menos agre­si­vos, en depen­den­cia de los con­tex­tos y las coyun­tu­ras, pero las con­tra­dic­cio­nes entre las par­tes en con­flic­to son, en esen­cia, anta­gó­ni­cas. Es por ello que esa con­fron­ta­ción ten­drá, con segu­ri­dad, nue­vos capí­tu­los, muchos más, en una saga que pare­ce ser interminable…

Juven­tud Rebelde

24 de febre­ro de 2020

Fuen­te: Fuen­te: http://​www​.juven​tu​dre​bel​de​.cu/​c​u​b​a​/​2​020 – 02-24/­ba­car­di-la-gue­rra-ocul­ta

  1. Benes, Ale­jan­dro: «The Spi­rit of the Bat», Cigar Afi­cio­na­do, Washing­ton, 1996.
  2. Alon­so Fal­cón, Randy, y Edil­ber­to Car­mo­na Tama­yo. «El Títu­lo III y el amar­go tra­go de Bacar­dí», Cuba, Cuba­de­ba­te, 26 de junio de 2019.
  3. Gámez Torres, Nora. «Depar­ta­men­to de Esta­do reco­men­dó per­mi­tir a Cuba regis­tro de Hava­na Club», El Nue­vo Herald, 12 de febre­ro de 2016.
  4. Ídem.
  5. «Cuba denun­cia incum­pli­mien­to de EE. UU. de reso­lu­cio­nes de OMC», Pren­sa Lati­na, 26 de febre­ro de 2016, en CubaSí.cu.
  6. Las Comu­ni­da­des Euro­peas son dos orga­ni­za­cio­nes inter­na­cio­na­les (fue­ron tres con la extin­ta Comu­ni­dad Euro­pea del Car­bón y del Ace­ro) de coope­ra­ción eco­nó­mi­ca, infra­es­truc­tu­ra jurí­di­ca y fun­cio­nal de la Unión Euro­pea: la Comu­ni­dad Euro­pea (anti­gua Comu­ni­dad Eco­nó­mi­ca Euro­pea) y la Comu­ni­dad Euro­pea de la Ener­gía Ató­mi­ca. Estas comu­ni­da­des sur­gie­ron para crear una fuer­te unión eco­nó­mi­ca entre sus paí­ses miembros.
  7. Shan­ken, Mar­vin R. «A Con­ver­sa­tion with Facun­do Bacar­dí», Cigar Afi­cio­na­do. julio/​agosto 2014.

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