Apun­tes sobre el Mani­fies­to de la Comi­sión K17

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Este 2017 se cum­ple el cen­te­na­rio de la revo­lu­ción rusa de febre­ro y el de la revo­lu­ción bol­che­vi­que de octu­bre (noviem­bre). Pen­sa­mos que debe­ría abrir­se un deba­te sobre las apor­ta­cio­nes de estas dos revo­lu­cio­nes y de cómo apli­car­las a la situa­ción con­cre­ta de Eus­kal Herria.

El Mani­fies­to de la Comi­sión K17 ha sido publi­ca­do y se ha pre­sen­ta­do para reco­ger fir­mas y rea­li­zar algu­nas acti­vi­da­des en con­me­mo­ra­ción de la revo­lu­ción rusa. Dada la ambi­güe­dad del tex­to, pen­sa­mos que debe­mos seña­lar algu­nos pun­tos que este tex­to olvi­da y dejar com­ple­ta­men­te de lado.

Lo pri­me­ro que lla­ma des­agra­da­ble e inquie­tan­te­men­te la aten­ción es su espí­ri­tu anti leni­nis­ta: se dice bus­car un deba­te sobre la URSS pero se crea una estruc­tu­ra cerra­da y buro­crá­ti­ca. Debié­ra­mos saber que Lenin y el gru­po que esta­ba de acuer­do con la mayo­ría de sus tesis defen­die­ron siem­pre el deba­te públi­co, excep­to una sola vez en la que bajo las aplas­tan­tes pre­sio­nes de la con­tra­rre­vo­lu­ción, la ham­bru­na y la enfer­me­dad que pudría al país, anu­la­ron el dere­cho de frac­cio­nes en el X Con­gre­so en 1921, pero aún y todo así, en la prác­ti­ca se siguió dis­cu­tien­do públi­ca­men­te varios años más, den­tro y fue­ra del par­ti­do, has­ta que se impu­so defi­ni­ti­va­men­te la buro­cra­cia des­de 1928 – 1938, sin mayo­res pre­ci­sio­nes ahora.

Las con­di­cio­nes de par­ti­ci­pa­ción en el deba­te son inacep­ta­bles no solo para cual­quier leni­nis­ta sino tam­bién para demó­cra­tas radi­ca­les que en estos momen­tos com­pren­den la nece­si­dad de trans­pa­ren­cia, crí­ti­ca hori­zon­tal y abier­ta, que saben que las exi­gen­cias de dis­cre­ción, decli­na­ción de par­ti­ci­pa­ción, difu­sión limi­ta­da, orga­ni­za­ción, cola­bo­ra­ción y par­ti­ci­pa­ción son típi­cas de un sane­drín de sabios que deci­den en su cenácu­lo lo que fue el Octu­bre Rojo, y lo que se pue­de o no se pue­de saber de sus dis­cu­sio­nes. Seme­jan­te con­ci­lium secre­to que deci­de median­te el dicho de Roma locu­ta, cau­sa fini­ta nos recuer­da mucho al méto­do emplea­do por la izquier­da aber­tza­le ofi­cial para impo­ner sus tesis. 

Otra de las cosas que sobre­sa­le del tex­to es que no inten­ta en nin­gún momen­to apren­der las lec­cio­nes con­cre­tas de la revo­lu­ción rusa (¿bol­che­vi­que?) para apli­car­las a Eus­kal Herria en gene­ral y a la izquier­da aber­tza­le en con­cre­to. Todo el tex­to es una apo­lo­gía hue­ca de la URSS.

Cons­tru­ye un espa­cio vacío, un muro, entre el aná­li­sis de la revo­lu­ción bol­che­vi­que y la situa­ción en Eus­kal Herria. El Mani­fies­to de la Comi­sión K17 huye de com­pa­rar la expe­rien­cia de las dos revo­lu­cio­nes rusas con la situa­ción con­cre­ta vas­ca, en gene­ral, y de la situa­ción en la izquier­da aber­tza­le (papel de Sor­tu, de EH Bil­du, de LAB), en con­cre­to. Huye total­men­te de com­pa­rar las pos­tu­ras de los social­re­vo­lu­cio­na­rios y de otros refor­mis­tas de la épo­ca con las tesis de la «nue­va estra­te­gia» del sec­tor ofi­cial de la izquier­da abertzale.

No pode­mos hablar de las ense­ñan­zas de la revo­lu­ción rusa sin hablar de la revo­lu­ción vas­ca, es decir, en tér­mi­nos mar­xis­tas, de un lar­go pro­ce­so en el que se suce­den avan­ces y retro­ce­sos, vic­to­rias y derro­tas en una diná­mi­ca de acu­mu­la­ción de fuer­zas que, lle­ga­do el momen­to, pue­den inten­tar con­quis­tar el cie­lo por asal­to. El Mani­fies­to de la Comi­sión K17 no habla de eso: es un tex­to que pue­de ser fir­ma­do sin repa­ros por los «anti­ca­pis» de Pode­mos si se le reto­ca un poqui­to con color rojo, como por la «izquier­da» inter­na de Sor­tu si no se cita a la bur­gue­sía vas­ca: la pre­me­di­ta­da abs­trac­ción del Mani­fies­to de la Comi­sión K17 per­mi­te un arco iris de opi­nio­nes que, al final, coin­ci­den en no pisar la reali­dad vas­ca, ni siquie­ra la reali­dad his­tó­ri­ca de la revo­lu­ción rusa, la que nie­gan cons­tan­te­men­te a lo lar­go del texto.

El apren­di­za­je que se extrae de las derro­tas es, con fre­cuen­cia, más impor­tan­te que el que se obtie­ne de las vic­to­rias. Es por esto que expon­dre­mos algu­nas refle­xio­nes actua­les que sur­gen de la toma por las armas del Pala­cio de Invierno: 

  1. Vea­mos las dife­ren­cias y coin­ci­den­cias entre el 1917 ruso y el 2017 vas­co: por un lado tene­mos un impe­rio tar­do­feu­dal deca­den­te y por otro una peque­ña nación capi­ta­lis­ta opri­mi­da por dos Esta­dos. ¿Qué com­po­si­ción de cla­se, diná­mi­ca de explo­ta­ción, opre­sión y domi­na­ción; fuer­zas socio­cul­tu­ra­les, pri­va­das, reli­gio­sas y/​o edu­ca­ti­vas, indus­tria cul­tu­ral y polí­ti­co-mediá­ti­ca, etc., que sus­ten­tan al capi­ta­lis­mo vas­co y a la domi­na­ción fran­co-espa­ño­la, exis­ten aho­ra en com­pa­ra­ción a las de 1917 en Rusia?

  2. El capi­ta­lis­mo mun­dial en 1917 y en 2017: los impac­tos de las cri­sis de 1929, 1967 – 1973 y 2007, las nue­vas for­mas de las con­tra­dic­cio­nes esen­cia­les del capi­tal y las nue­vas con­tra­dic­cio­nes del capi­tal hacen que la deu­da mun­dial sea impa­ga­ble. La cri­sis de 1914 – 1916 lle­vó a la revo­lu­ción de 1917: ¿hace fal­ta una cri­sis simi­lar aho­ra para hacer esta­llar las con­tra­dic­cio­nes gene­ra­les que ace­le­ren la cri­sis fran­co­es­pa­ño­la y vas­ca, como ocu­rrió en la Euro­pa de enton­ces? ¿qué cam­bios han intro­du­ci­do las cri­sis de 1929, 1967 – 1973 y 2007 en el con­tex­to vasco?

  3. Las pri­me­ras medi­das socio­eco­nó­mi­cas que los bol­che­vi­ques toma­ron y los inten­tos ini­cia­les de lle­var­se bien con el grue­so de la bur­gue­sía para evi­tar su paso a la con­tra­rre­vo­lu­ción, para inten­tar retra­sar el esta­lli­do de la con­tra­rre­vo­lu­ción no lle­va­ron a nada y fra­ca­sa­ron ¿Sería posi­ble que algo pare­ci­do suce­die­ra en Eus­kal Herria? La cla­se capi­ta­lis­ta tam­bién aprende.

  4. La inexis­ten­cia del sin­di­ca­lis­mo refor­mis­ta y de demo­cra­cia bur­gue­sa, faci­li­tó la apa­ri­ción de los soviets y de la demo­cra­cia direc­ta en 1917; aho­ra la far­sa auto­no­mis­ta, demo­crá­ti­ca y sin­di­cal divi­de a la cla­se obre­ra y alie­na a una par­te de ella: ¿qué demo­cra­cia direc­ta, comu­nal y sovié­ti­ca pode­mos impul­sar y cómo? El capi­ta­lis­mo actual tie­ne, por aho­ra, bas­tan­te más poder alie­na­dor, inte­gra­dor y repre­sor que el ruso de 1917.

  5. Com­pa­ra­da con la actual, la peque­ña bur­gue­sía era débil y toda­vía más débi­les eran las lla­ma­das «cla­ses medias» mien­tras que el cam­pe­si­na­do era gigan­tes­co con una mayo­ría empo­bre­ci­da. La alian­za obre­ro-cam­pe­si­na faci­li­tó la vic­to­ria de la revo­lu­ción y la ase­gu­ró inclu­so has­ta poco des­pués de haber­se pues­to en mar­cha la NEP, debi­li­tán­do­se des­pués. ¿Qué alian­zas son posi­bles aho­ra con la peque­ña bur­gue­sía y las mal lla­ma­das «cla­ses medias»? ¿Qué con­cep­to de hege­mo­nía pode­mos desa­rro­llar: el bol­che­vi­que y el con­se­jis­ta del Grams­ci de Turín, que coin­ci­den en lo deci­si­vo, o el de la ver­sión euro­co­mu­nis­ta que ha ter­gi­ver­sa­do al Grams­ci de los con­se­jos y recha­za el bolchevique?

  6. La revo­lu­ción bol­che­vi­que se negó a pagar la deu­da zaris­ta y bur­gue­sa, e hizo públi­cos los docu­men­tos secre­tos que ata­ban los pue­blos de Rusia a los impe­ria­lis­mos: ¿Cómo hacer lo mis­mo aho­ra, ante la Unión Euro­pea, el capi­tal finan­cie­ro mun­dial, las trans­na­cio­na­les, el euro y el dólar, la OTAN, etc.?

  7. El pro­gra­ma bol­che­vi­que reco­gía el dere­cho a la inde­pen­den­cia y lo puso en prác­ti­ca de for­ma con­se­cuen­te en los pri­me­ros años, refor­zan­do la revo­lu­ción. ¿Qué tene­mos que hacer para con­ven­cer a los «bol­che­vi­ques» esta­ta­les que hagan lo mis­mo? ¿Cómo pre­pa­rar­nos des­de aho­ra, tenien­do en cuen­ta que estos «bol­che­vi­ques» esta­ta­les lle­van años sin acep­tar el dere­cho a la inde­pen­den­cia de las nacio­nes opri­mi­das por los Esta­dos espa­ñol y fran­cés y que, pen­sa­mos, que cuan­do se pre­sen­te el momen­to tam­po­co lo harán?

  8. Empe­zó la revo­lu­ción y el des­gas­te y la con­tra hicie­ron que se apli­ca­se el «comu­nis­mo de gue­rra» y des­pués la nue­va polí­ti­ca eco­nó­mi­ca (NEP). Sur­gió enton­ces con fuer­za el deba­te sobre la rela­ción entre plan y mer­ca­do. Aho­ra la reali­dad y el deba­te es sobre la ley del valor, el capi­tal y el mer­ca­do mun­dia­li­za­dos, sobre el socia­lis­mo de mer­ca­do, o la pla­ni­fi­ca­ción socia­lis­ta de la eco­no­mía: ¿qué inde­pen­den­cia y qué sis­te­ma de direc­ción eco­nó­mi­co-polí­ti­ca pode­mos tener en este con­tex­to dife­ren­te al de 1917? ¿Cómo avan­zar en este deba­te hoy mis­mo en la izquier­da aber­tza­le y qué impli­ca­cio­nes prác­ti­cas conlleva?

  9. Apren­dien­do de la pro­fun­di­dad del lla­ma­do «Gran Deba­te» en la URSS sobre la estra­te­gia eco­nó­mi­ca, lue­go reini­cia­do varias veces allí mis­mo, y en todos los paí­ses en trán­si­to al socia­lis­mo, des­de los de Euro­pa del Este has­ta la Chi­na Popu­lar de comien­zos de la déca­da de 1980, pasan­do por la Cuba de comien­zos de la de 1960, por citar los «deba­tes ofi­cia­les»: ¿Cómo hay que argu­men­tar sobre la nuli­dad del «socia­lis­mo del siglo XXI» y sobre el lla­ma­do «socia­lis­mo identitario».

  10. Esta­lló en octu­bre de 1917 una revo­lu­ción anti­pa­triar­cal, sexual, edu­ca­ti­va, cul­tu­ral y artís­ti­ca impre­sio­nan­te que rápi­da­men­te empe­zó a sufrir crí­ti­cas des­de den­tro mis­mo de sec­to­res bol­che­vi­ques, al igual que suce­dió en verano de 1936 en las zonas de Eus­kal Herria que ven­cie­ron al fas­cis­mo, sobre todo en los dos meses que duró la Comu­na de Donos­tia. Tenien­do en cuen­ta la opre­sión lin­güís­ti­co-cul­tu­ral que sufri­mos y el retro­ce­so de nues­tra len­gua ¿Qué polí­ti­ca de libe­ra­ción cul­tu­ral glo­bal debe­mos lan­zar des­de aho­ra? ¿Cómo ha de sufra­gar­se, qué cla­se social ha de pagar el grue­so del gas­to urgen­te e impres­cin­di­ble para la eus­kal­du­ni­za­ción, la libe­ra­ción de la mujer, la peda­go­gía sexual, la crea­ti­vi­dad artístico-cultural?

  11. La insu­rrec­ción de octu­bre resul­tó vic­to­rio­sa por­que los bol­che­vi­ques se habían pre­pa­ra­do teó­ri­ca, éti­ca, polí­ti­ca y orga­ni­za­ti­va­men­te des­de siem­pre y en espe­cial des­de 1905 para la insu­rrec­ción. La nue­va mili­tan­cia apren­día des­de el pri­mer minu­to que la con­quis­ta del poder, del Esta­do obre­ro, y la des­truc­ción del Esta­do bur­gués, serían impo­si­ble sin una dosis de vio­len­cia revo­lu­cio­na­ria; sabía que cuan­to mejor se pre­pa­ra­se para ello, menor sería esa dosis de nece­sa­ria vio­len­cia y más segu­ra, rápi­da y pro­fun­da la vic­to­ria. El «arte de la insu­rrec­ción», en gene­ral, es bási­co en el bol­che­vis­mo, en el mar­xis­mo. ¿Pode­mos des­pre­ciar no solo la expe­rien­cia bol­che­vi­que sino la esen­cia mis­ma de la lucha revo­lu­cio­na­ria? ¿Qué lec­cio­nes siguen sien­do actua­les e inclu­so se han hecho más vigentes?

  12. En la URSS de la gue­rra con­tra­rre­vo­lu­cio­na­ria de 1918 – 1921, la demo­cra­cia sovié­ti­ca tuvo que cen­tra­li­zar­se median­te el Esta­do obre­ro, muy des­cen­tra­li­za­do al prin­ci­pio. La gue­rra con­tra la inva­sión impe­ria­lis­ta exi­gió cen­tra­li­zar el esfuer­zo béli­co y crear un Ejér­ci­to Rojo muy dis­ci­pli­na­do, pero tam­bién las mili­cias obre­ras y las gue­rri­llas detrás del fren­te impe­ria­lis­ta: la dis­ci­pli­na roja era cons­cien­te, opues­ta en todo a la dis­ci­pli­na obli­ga­to­ria de los ejér­ci­tos capi­ta­lis­tas, al menos has­ta la segun­da mitad de los años 30. ¿Qué for­ma de auto­de­fen­sa nece­si­ta­re­mos: pue­blo en armas…? ¿Qué justicia…?

  13. Des­pués, en la revo­lu­ción ale­ma­na de 1918 – 1919 la inmen­sa mayo­ría de los con­se­jos obre­ros, excep­to el de la Repú­bli­ca Roja de Bavie­ra y pocas zonas más, die­ron el poder polí­ti­co y arma­do a la reac­ción diri­gi­da por la social­de­mo­cra­cia. En Rusia exis­tía el par­ti­do bol­che­vi­que con mucha expe­rien­cia, pero en Ale­ma­nia el par­ti­do espar­ta­kis­ta era muy peque­ño e inex­per­to, obs­tácu­lo que tam­bién se sufrió en Ita­lia, Hun­gría, Fin­lan­dia, etc. La refle­xión que debe­mos hacer­nos es ¿cómo tie­ne que ser aquí y aho­ra la nece­sa­ria orga­ni­za­ción revo­lu­cio­na­ria? ¿Qué orga­ni­za­ción inter­na­cio­nal tene­mos que ir cons­tru­yen­do según la lec­ción de la Inter­na­cio­nal Comu­nis­ta de 1919?

Solo hemos cita­do algu­nas de las cues­tio­nes vita­les que nos plan­tea la revo­lu­ción bol­che­vi­que. Otras irán salien­do más tar­de, como, por ejem­plo, ¿tene­mos que copiar la polí­ti­ca buja­ri­nis­ta de «¡Enri­que­ceos!»? ¿Tene­mos que apli­car el esta­ja­no­vis­mo esta­li­nis­ta? ¿Tene­mos que repe­tir el error del cre­ci­mien­to cuan­ti­ta­ti­vo y desa­rro­llis­ta en vez del cua­li­ta­ti­vo? ¿Tene­mos que apli­car las ideas del últi­mo Lenin sobre el coope­ra­ti­vis­mo socia­lis­ta, sobre la eco­no­mía social, sobre la demo­cra­ti­za­ción direc­ta, obre­ra y popu­lar para com­ba­tir la buro­cra­cia cre­cien­te? ¿En qué medi­da podre­mos adap­tar estas y otras cues­tio­nes a nues­tras necesidades?

Como ya hemos comen­ta­do el Mani­fies­to de la Comi­sión K17 evi­ta por todos los medios rozar la reali­dad vas­ca. En esta cues­tión deci­si­va, el Mani­fies­to no es en abso­lu­to leni­nis­ta: si en algo se carac­te­ri­za Lenin es en, al menos, tres cosas: el aná­li­sis con­cre­to de la reali­dad con­cre­ta, la nece­si­dad de tomar el poder par­tien­do de lo con­cre­to y la nece­si­dad de la orga­ni­za­ción de van­guar­dia con­cre­ta para tomar el poder con­cre­to en una situa­ción con­cre­ta. Nada de esto apa­re­ce en el Mani­fies­to: pode­mos decir que es un tex­to de «char­la y diá­lo­go» acep­ta­ble por la cas­ta aca­dé­mi­ca que tan­to influ­ye en la izquier­da aber­tza­le oficial.

El párra­fo 2 es ambi­guo y por ello peli­gro­so por­que no dice si se quie­re estu­diar 1917 para extraer cosas posi­ti­vas para Eus­kal Herria o si solo se pre­ten­de estu­diar la situa­ción de los comu­nis­tas en Eus­kal Herria, aun­que lue­go se dice algo sobre extraer lec­cio­nes para el pre­sen­te en el párra­fo 6, si bien, como vere­mos, a lo lar­go del todo el Mani­fies­to no se sugie­re abso­lu­ta­men­te nada.

El párra­fo 5, sobre el Esta­do socia­lis­ta, es inco­rrec­to si no se expli­ca el pro­ce­so hacia el socia­lis­mo des­de el capi­ta­lis­mo, si no se dice que duran­te este perío­do de tran­si­ción revo­lu­cio­na­ria al socia­lis­mo debe ir des­apa­re­cien­do la ley del valor, debe des­apa­re­cer el mer­ca­do regi­do por ella y por el valor de cam­bio, debe ir des­apa­re­cien­do el Esta­do y el mer­ca­do, etc. En todo el tex­to no se cita ni una sola vez la ley del valor, ni la irre­con­ci­lia­bi­li­dad entre el mer­ca­do y la pla­ni­fi­ca­ción socia­lis­ta de la eco­no­mía, etc. No se cita la rela­ción que une al mer­ca­do con el Esta­do. No plan­tean nin­guno de estos pro­ble­mas que cau­san pavor en la bur­gue­sía vasca.

En este sen­ti­do, hay una per­ma­nen­te con­fu­sión en el Mani­fies­to en la uti­li­za­ción de defi­ni­cio­nes –que no de con­cep­tos– faci­lo­nas, mecá­ni­cas y está­ti­cas: Esta­do socia­lis­ta, socia­lis­mo, trans­for­ma­ción revo­lu­cio­na­ria, etc., que per­mi­ten toda serie de elu­cu­bra­cio­nes por­que no se enfren­tan al movi­mien­to de las con­tra­dic­cio­nes y por­que no pro­fun­di­zan en lo concreto-vasco. 

En los tex­tos «clásicos»,prácticamente has­ta Lenin, no se hace mucha dis­tin­ción entre la fase socia­lis­ta, o fase infe­rior del comu­nis­mo, y la fase comu­nis­ta ple­na­men­te desa­rro­lla­da. Pero en estos tex­tos, el comu­nis­mo es con­cep­tua­li­za­do dia­léc­ti­ca­men­te: un obje­ti­vo his­tó­ri­co al que lle­gar y sobre el cual tene­mos aho­ra mis­mo rela­ti­va­men­te pocos datos con­cre­tos –aun­que más que en 1917 – 1924, y bas­tan­tes más que en 1843 – 1883 – ; y una prác­ti­ca coti­dia­na –la pra­xis comu­nis­ta– que en la medi­da de lo posi­ble inten­ta pre­fi­gu­rar par­te de ese obje­ti­vo his­tó­ri­co. En este sen­ti­do dia­léc­ti­co, debe hablar­se de socie­dad capi­ta­lis­ta en tran­si­ción al socia­lis­mo y comu­nis­mo, Esta­do socia­lis­ta, etc., es decir, en el pri­mer con­te­ni­do del con­cep­to, y a la vez debe y pue­de hablar­se de Esta­do socia­lis­ta, demo­cra­cia socia­lis­ta, pra­xis socia­lis­ta, etc., como el avan­ce dia­rio hacia esa socie­dad comu­nis­ta mundial. 

La cri­sis del mode­lo de acu­mu­la­ción de los párra­fos 78 es correc­ta pero no dice nada sobre las res­pon­sa­bi­li­da­des de la URSS des­de la segun­da mitad de los años 30 y sobre todo des­de 1944, en la gene­ra­ción de las con­di­cio­nes pre­vias para que el capi­ta­lis­mo avan­za­se en ese sen­ti­do. Pare­cie­ra que la deri­va de la URSS hacia la buro­cra­cia no tuvie­ra nada que ver con el des­pres­ti­gio cre­cien­te del ideal comu­nis­ta des­de fina­les de la déca­da de los años 60 en Euro­pa. Pare­ce como si la prác­ti­ca inter­cla­sis­ta de los par­ti­dos comu­nis­tas fie­les a Mos­cú no fue­ran res­pon­sa­bles en par­te de esa evo­lu­ción, sin olvi­dar las enor­mes fuer­zas mani­pu­la­do­ras inhe­ren­tes al capitalismo.

En el párra­fo 9, sobre algu­nas demo­cra­cias bur­gue­sas «avan­za­das» no se dice nada sobre la res­pon­sa­bi­li­dad de la URSS y de los par­ti­dos comu­nis­tas de obe­dien­cia esta­li­nis­ta en parar en seco las fuer­tes luchas que que­rían avan­zar hacia el socia­lis­mo por­que sus bur­gue­sías esta­ban muy debi­li­ta­das debi­do a la cola­bo­ra­ción con el ocu­pan­te nazi. En Ita­lia, Esta­do fran­cés, Gre­cia y zonas indus­tria­les de Euro­pa occi­den­tal se daba una situa­ción de doble poder entre la gue­rri­lla comu­nis­ta y el ejér­ci­to alia­do que no con­ta­ba toda­vía con la legi­ti­mi­dad de una bur­gue­sía des­pres­ti­gia­da. La URSS obli­gó a los esta­li­nis­tas a sacri­fi­car la revo­lu­ción en esas zonas para cum­plir los acuer­dos secre­tos fir­ma­dos con los alia­dos bur­gue­ses al mar­gen de los pueblos. 

En los párra­fos 1112 esta­ría bien reco­no­cer que pron­to sur­gie­ron crí­ti­cas y adver­ten­cias sobre los ries­gos buro­crá­ti­cos: la opo­si­ción obre­ra, Kolon­tay, etc., el mis­mo Lenin, mucho antes que Trotsky. No se dice nada de las rela­cio­nes entre los con­se­jos y los soviets con el par­ti­do, nada de las rela­cio­nes del par­ti­do bol­che­vi­que con otros par­ti­dos, de sus rela­cio­nes con los sin­di­ca­tos, es decir, no se dice nada de uno de los pro­ble­mas cla­ves de la tran­si­ción al socia­lis­mo: qué sis­te­ma de demo­cra­cia socia­lis­ta y de dic­ta­du­ra del proletariado.

El párra­fo 13 se que­da cor­to: es cier­to que hay que rom­per con la Unión Euro­pea, la Troi­ca, etc. ¿pero ello no impli­ca una rup­tu­ra con la bur­gue­sía vas­ca? ¿Por qué no se dice ni siquie­ra una sola fra­se sobre eso? Esta ausen­cia de las con­tra­dic­cio­nes actua­les es tan­to más lla­ma­ti­va cuan­to que en los pun­tos siguien­tes, 18, 19, 20, 2122, una y otra vez se plan­tea en abs­trac­to el pro­ble­ma del poder.

El párra­fo 19 es total­men­te erró­neo: no fue­ron «erro­res» sino cho­ques fron­ta­les de líneas estra­té­gi­cas opues­tas, la revo­lu­ción rusa tam­po­co «fene­ce pre­ma­tu­ra­men­te» en 1991, sino que ya esta­ba podri­da antes por­que habían fra­ca­sa­do todos los inten­tos de refor­ma inter­na. Si bien en el párra­fo 28 se vuel­ve a hablar con algo más de deta­lle de los «erro­res» y se reco­no­cen las con­tra­dic­cio­nes inter­nas, no se ofre­ce un peque­ño lis­ta­do de ellas y menos aún qué hacer para no repe­tir­las aho­ra en Eus­kal Herria. 

En los párra­fos 20, 21, 2223 se debe­ría, al menos, ofre­cer algu­nas fases: por ejem­plo, la eman­ci­pa­ción de la mujer fue recor­ta­da pau­la­ti­na­men­te des­de la mitad de los años 20 has­ta lle­gar a limi­tar­se mucho el dere­cho de abor­to en 1937, pasó otro tan­to con la revo­lu­ción sexual y los dere­chos poli­se­xua­les, lo mis­mo que con la revo­lu­ción cul­tu­ral y con los avan­ces en la libe­ra­ción de los pue­blos opri­mi­dos. Sobre los dere­chos labo­ra­les y sin­di­ca­les hay que decir que fue­ron recor­ta­dos en los años 30, etc. El repu­dio de la deu­da exter­na, la publi­ci­ta­ción de los acuer­dos secre­tos inter­na­cio­na­les del zaris­mo y de Kerensky, etc., es un gran logro de la épo­ca de Lenin y duran­te poco tiem­po des­pués, pero que fue­ron aban­do­na­dos cuan­do la URSS nego­cia­ba en secre­to con el nazis­mo y el impe­ria­lis­mo, cuan­do empe­zó a endeu­dar­se con el capi­tal finan­cie­ro en los años 60, etc. ¿Y de las pur­gas? El peor favor que pue­de hacer­se a las impre­sio­nan­tes lec­cio­nes nece­sa­rias para nues­tro pre­sen­te que nos apor­ta la URSS es ocul­tar sus con­tra­dic­cio­nes internas.

En los párra­fos 24, 2526 se dice la ver­dad, pero de for­ma abs­trac­ta e intem­po­ral por­que el pro­ble­ma con­cre­to y actual es ¿cómo apli­car esta lec­ción a Eus­kal Herria? La res­pues­ta es el silencio. 

El párra­fo 28 es peli­gro­sa­men­te ambi­guo y da pie a varias inter­pre­ta­cio­nes: un error fue prohi­bir las frac­cio­nes en el X Con­gre­so de 1921, como hemos dicho. Otro fue no pres­tar aten­ción al cre­cien­te poder del car­go de secre­ta­rio gene­ral: en un prin­ci­pio era un car­go estric­ta­men­te téc­ni­co sin influen­cia polí­ti­ca algu­na por­que los vie­jos bol­che­vi­ques enten­dían con razón que lo deci­si­vo se juga­ba en los múl­ti­ples fren­tes de bata­lla, has­ta que Sta­lin se aga­rró a él como un pul­po a una roca. Otro error fue no sepa­rar el par­ti­do del Esta­do y no pre­ci­sar las tareas dife­ren­tes de par­ti­do y Esta­do por un lado y, por otro, sin­di­ca­tos, demo­cra­cia sovié­ti­ca, etc. Podría­mos citar más erro­res pero tam­bién hay que dis­cer­nir en qué medi­da esta­ban deter­mi­na­dos tan­to por las urgen­cias con­tex­tua­les como por la heren­cia teó­ri­co-polí­ti­ca, como por las limi­ta­cio­nes personales.

La impor­tan­cia de esta cues­tión es deci­si­va en la actua­li­dad por­que, de un modo u otro, los pro­ce­sos revo­lu­cio­na­rios tien­den a repe­tir esos mis­mos erro­res. Por esto es peli­gro­so no hacer nin­gu­na refe­ren­cia, por ejem­plo, a Chi­na, etc., y sobre todo a Eus­kal Herria con la buro­cra­ta­da del «deba­te Abian» y el ver­ti­ca­lis­mo dis­fra­za­do que encor­se­ta el actual «deba­te» en Sor­tu. Pero un ejem­plo inme­dia­to lo tene­mos aquí mis­mo, en el Mani­fies­to de la Comi­sión K17.

Como se huye de toda pers­pec­ti­va mate­ria­lis­ta, es com­pren­si­ble que en el párra­fo 30 se sos­ten­ga que la URSS y el res­to de paí­ses eran «Esta­dos socia­lis­tas». Hemos dicho más arri­ba que, has­ta Lenin, no se pre­ci­sa­ba mucho las fases en la tran­si­ción al comu­nis­mo y por tan­to el pro­ble­ma de la defi­ni­ción del Esta­do como «obre­ro», «obre­ro dege­ne­ra­do» que solía emplear el últi­mo Lenin o a secas «Esta­do socia­lis­ta» que empe­zó a emplear­se con el esta­li­nis­mo que con­tra­di­ce toda la teo­ría mar­xis­ta ante­rior. Más aún, según qué tra­duc­cio­nes y qué rigor teó­ri­co tie­nen los tex­tos, y hay que insis­tir en esto, es muy difí­cil y has­ta casi impo­si­ble encon­trar la defi­ni­ción de «Esta­do socia­lis­ta» en los docu­men­tos ante­rio­res a la vic­to­ria de la buro­cra­cia esta­li­nis­ta y es muy pro­ba­ble que la pri­me­ra san­ti­fi­ca­ción canó­ni­ca públi­ca de este tér­mino, su subi­da a los alta­res del dog­ma, la hicie­ra Sta­lin alre­de­dor de 1926 – 1927. Tras la expe­rien­cia acu­mu­la­da des­de enton­ces has­ta 1991 es impo­si­ble ase­gu­rar que los sis­te­mas que implo­sio­na­ron entre 1989 – 1991, que ya esta­ban podri­dos con mucha ante­la­ción, fue­ran «Esta­dos socialistas». 

Pero emplear esta pers­pec­ti­va his­tó­ri­ca, la de ir a la raíz de los pro­ble­mas, tie­ne un ries­go, hay que refe­rir­se a la lucha de cla­ses con­cre­ta en el país con­cre­to en el que vivi­mos, por­que es en ella en don­de se jue­ga el futu­ro de la revo­lu­ción vas­ca. Y hablar de revo­lu­ción vas­ca es hablar de la línea refor­mis­ta de Sor­tu y de cómo luchar con­tra esta línea que nos lle­va a la nada. 

En resu­men, el Mani­fies­to de la Comi­sión K17 elu­de la reali­dad. Da un res­pi­ro a quie­nes no quie­ren enfren­tar­se con la pre­sen­cia dia­ria de la his­to­ria de la lucha de cla­ses vas­ca y su con­te­ni­do de futu­ro. Hace des­apa­re­cer Eus­kal Herria como mar­co autó­no­mo de lucha de cla­ses nacio­nal­men­te dife­ren­cia­do del fran­co­es­pa­ñol, como el fin­lan­dés lo esta­ba del ruso, por poner un ejem­plo ilus­tra­ti­vo. El Mani­fies­to de la Comi­sión K17 aís­la el cen­te­na­rio bol­che­vi­que del 150 ani­ver­sa­rio de la publi­ca­ción de El Capi­tal, del 50 ani­ver­sa­rio del ase­si­na­to del Che, del 50 ani­ver­sa­rio de la deci­si­va segun­da par­te de la V Asam­blea… Peor aún, ni siquie­ra los cita. Hay que ana­li­zar el todo el pro­ce­so de la revo­lu­ción mun­dial y el lugar de Eus­kal Herria en él, y no solo una de sus par­tes. Aquí reapa­re­ce la dife­ren­cia del méto­do mar­xis­ta de Lenin y el méto­do del Mani­fies­to de la Comi­sión K17: ¿qué revo­lu­ción para qué Eus­kal Herria? Este hubie­ra sido el plan­tea­mien­to de Lenin y es el del inde­pen­den­tis­mo, pero no es el de este Mani­fies­to que aís­la la revo­lu­ción de 1917 del pro­ce­so, la aís­la da la reali­dad vas­ca y la escon­de en el sane­drín de los sabios. 

Con­si­guien­te­men­te, debe­mos avan­zar en los pro­yec­tos que empe­za­mos a ela­bo­rar hace dos o tres años sobre la impor­tan­cia de 2017 para la revo­lu­ción en Eus­kal Herria y en el mun­do, sin per­der el tiem­po en dis­trac­cio­nes vacuas y huecas. 

Boltxe Kolek­ti­boa

27 de mar­zo de 2017

[noti­ce]

Mani­fies­to de la Comi­sión K17

¡Salud Camaradas!

(1) Este año los comu­nis­tas y las comu­nis­tas cele­bra­mos el cen­te­na­rio de la Gran Revo­lu­ción Pro­le­ta­ria Socia­lis­ta de Octu­bre de 1917. La Revo­lu­ción de Octu­bre de 1917 es el mayor acon­te­ci­mien­to his­tó­ri­co del siglo XX para el pro­le­ta­ria­do de todas las nacio­nes del mun­do, pues fue la demos­tra­ción efec­ti­va de que otro mun­do es posi­ble, fren­te a la reali­dad opre­so­ra, explo­ta­do­ra y cri­mi­nal del capi­ta­lis­mo. No hay más alter­na­ti­va al capi­ta­lis­mo que el comu­nis­mo y su pri­me­ra fase de su cons­truc­ción el socia­lis­mo, ni en 1917, ni en el presente.

(2) En Eus­kalHe­rria, Un gru­po de comu­nis­tas hemos deci­di­do cons­ti­tuir una Comi­sión para desa­rro­llar dife­ren­tes acti­vi­da­des y even­tos, en torno al Cen­te­na­rio de la Revo­lu­ción de Octu­bre de 1917. Una Comi­sión que aspi­ra a lograr el mayor núme­ro de adhe­sio­nes y dar for­ma a una diná­mi­ca uni­ta­ria en torno al pro­ce­so revo­lu­cio­na­rio de 1917, sus con­se­cuen­cias y la situa­ción en la que el Movi­mien­to Comu­nis­ta en Eus­kalHe­rria prin­ci­pal­men­te, se haya en 2017.

(3) Los enemi­gos decla­ra­dos del comu­nis­mo, temen y odian por igual el sig­ni­fi­ca­do de 1917. No será raro encon­trar a lo lar­go de este año, su pro­pia con­me­mo­ra­ción del Cen­te­na­rio, mos­tran­do su fra­ca­so his­tó­ri­co y las recu­rren­tes fal­se­da­des con las que lle­van déca­das enve­ne­nan­do y des­vir­tuan­do al comu­nis­mo y al mar­xis­mo revo­lu­cio­na­rio. De igual for­ma, ten­dre­mos a las izquier­das post-moder­nas, sea en Eus­kal Herria o en otros paí­ses, tra­tan­do de fal­si­fi­car y rela­ti­vi­zar la cen­tra­li­dad de Octu­bre de 1917 y su lega­do. Estas izquier­das trans­ver­sa­les, buen­ro­llis­tas y eri­gi­das en supues­tas alter­na­ti­vas de cam­bio, son las que de mane­ra más efi­caz, debi­do a sus cone­xio­nes polí­ti­cas e ideo­ló­gi­cas con los sec­to­res popu­la­res, desem­pe­ñan una fun­ción esen­cial para negar cual­quier alter­na­ti­va al capi­ta­lis­mo, al man­te­ner un des­pre­cio típi­ca­men­te peque­ño-bur­gués por la cla­se obrera.

(4) La Revo­lu­ción de 1917 es una Revo­lu­ción que debe escri­bir­se en mayús­cu­la. En unos tiem­pos don­de la pala­bra revo­lu­ción se uti­li­za y se reuti­li­za con tal asi­dui­dad, debe­mos poner en valor la impor­tan­cia que una Revo­lu­ción como esta tuvo, y el alda­bo­na­zo que supu­so. Debi­do a que en la actua­li­dad se usa la pala­bra revo­lu­ción para anun­ciar un nue­vo tipo de tapón, una dis­co­te­ca, una tác­ti­ca de fút­bol o en el terreno de la polí­ti­ca com­pro­me­ti­da, un nue­vo hábi­to de con­su­mo, hacer una per­for­man­ce o a la polí­ti­ca de las son­ri­sas; la impor­tan­cia y la influen­cia que tuvo aque­lla Revo­lu­ción, una Revo­lu­ción ver­da­de­ra se nos pre­sen­ta difuminada.

(5) La Revo­lu­ción de 1917 no fue una micro-revo­lu­ción sec­to­rial de esas que tan de moda se ha pues­to, con­sis­ten­te en un mero cam­bio en la coti­dia­nei­dad, sino que fue una Revo­lu­ción que cons­ti­tu­yo por pri­me­ra vez (de modo con­ti­nuo y esta­ble) un Esta­do Socia­lis­ta. Se quie­ra o no se quie­ra, 1917 fue y es una refe­ren­cia nece­sa­ria para los movi­mien­tos de eman­ci­pa­ción de los siglos XX y XXI; tan­to como mode­lo, como ins­pi­ra­ción, así como anti-mode­lo para los que pre­ten­dían supe­rar sus erro­res. En los siglos XX y XXI no ha habi­do nin­gún movi­mien­to eman­ci­pa­to­rio que no haya bebi­do en mayor o menor medi­da de 1917. Jun­to a esto no pode­mos olvi­dar que la cons­truc­cion del Esta­do Socia­lis­ta ini­cia­da tras la Revo­lu­cion de 1917 pon­dria las bases de la derro­ta del nazi-fas­cis­mo en la II Gue­rra Mun­dial. Tenien­do en cuen­ta la enor­me apor­ta­cion que para la dig­ni­dad de la Huma­ni­dad supu­so la vic­to­ria del pue­blo sovie­ti­co pode­mos decir que aquel pro­ce­so socia­lis­ta ini­cia­do en 1917 es el acon­te­ci­mien­to más impor­tan­te de la Historia.

(6) Por ello, es res­pon­sa­bi­li­dad nues­tra y sólo nues­tra, de los y las comu­nis­tas, tomar en con­si­de­ra­ción la tras­cen­den­cia y el sig­ni­fi­ca­do de este Cen­te­na­rio y, más allá de refle­xio­nes his­to­ri­cis­tas y épi­ca teñi­da de fol­clo­re, debe­mos res­pon­der: ¿Qué sig­ni­fi­có la Revo­lu­ción de 1917? ¿Qué impor­tan­cia tie­ne hoy en día? Es más ¿por qué es nece­sa­rio cele­brar hoy el cen­te­na­rio del 1917?

De 2017 hacia 1917: Cen­tran­do cuestiones

(7) Que el Movi­mien­to Comu­nis­ta se encuen­tra en una situa­ción de debi­li­dad polí­ti­ca, ideo­ló­gi­ca y orga­ni­za­ti­va en Eus­kal Herria es una evi­den­cia. Con la cri­sis que esta­lla­ra en el año 2008, las cla­ses domi­nan­tes tra­tan de recu­pe­rar el volu­men de las tasas de ganan­cia, de la úni­ca mane­ra que en esta épo­ca de decli­ve del capi­ta­lis­mo es posi­ble: aumen­tan­do la explo­ta­ción, la opre­sión y el saqueo impe­ria­lis­ta. Has­ta la fecha, les ha sido sen­ci­llo aco­me­ter este obje­ti­vo debi­do a la debi­li­dad del Movi­mien­to Comu­nis­ta. Lle­va­mos ya prác­ti­ca­men­te una déca­da, de recor­tes de dere­chos socia­les y labo­ra­les, empo­bre­ci­mien­to de la cla­se tra­ba­ja­do­ra y de los sec­to­res popu­la­res, des­em­pleo y pre­ca­ri­za­ción y polí­ti­cas en las que el sanea­mien­to del sec­tor ban­ca­rio, ha gene­ra­do un endeu­da­mien­to con las ins­ti­tu­cio­nes finan­cie­ras inter­na­cio­na­les, que impo­si­bi­li­tan la pro­pia via­bi­li­dad de los Esta­dos de Bien­es­tar. Desahu­cios, leyes mor­da­za, tra­ba­ja­do­res y tra­ba­ja­do­ras con sala­rios por deba­jo de los umbra­les de pobre­za, repun­te del auto­ri­ta­ris­mo y del fas­cis­mo, gue­ras impe­ria­lis­tas… y la cla­se tra­ba­ja­do­ra y los sec­to­res popu­la­res, en una situa­ción de pos­tra­ción, des­mo­vi­li­za­ción y frag­men­ta­ción, al no tener una alter­na­ti­va real, efi­caz y nece­sa­ria­men­te revo­lu­cio­na­ria en el horizonte.

(8) En 2017, casi una déca­da des­pués de la cri­sis, la valo­ra­ción que debe­mos rea­li­zar, es que ya no esta­mos inmer­sos, ni en una cri­sis, ni en una fase de depre­sión eco­nó­mi­ca, sino en la ins­tau­ra­ción de un nue­vo mode­lo de valo­ri­za­ción del capi­tal en el seno del mar­co impe­ria­lis­ta euro­peo y que el Esta­do de bien­es­tar ha muer­to. El des­em­pleo, la pre­ca­rie­dad y la depau­pe­ri­za­ción rela­ti­va y abso­lu­ta de los pue­blos tra­ba­ja­do­res, no es ya una ano­ma­lía, sino la nor­ma de un nue­vo mode­lo, en el que ni siquie­ra las bien­in­ten­cio­na­das izquier­das de orien­ta­ción social­de­mó­cra­ta, pue­den dotar al capi­ta­lis­mo de cual­quier ras­go progresista.

(9) Tras la II Gue­rra Mun­dial, en algu­nos paí­ses se esta­ble­cie­ron demo­cra­cias bur­gue­sas avan­za­das (gra­cias a las super­ga­nan­cias obte­ni­das a cos­ta de los pue­blos tra­ba­ja­do­res de las nacio­nes opri­mi­das de Asia Áfri­ca y Amé­ri­ca Lati­na). Sin embar­go, los ciu­da­da­nos de estas demo­cra­cias escla­vis­tas moder­nas están per­dien­do los dere­chos y liber­ta­des que tuvie­ron. Es más, los dere­chos y liber­ta­des for­ma­les gana­ti­za­dos por los Esta­dos bur­gués-libe­ra­les de Dere­cho tam­bién se están reduciendo.

(10) La rup­tu­ra revo­lu­cio­na­ria, es decir, la cons­truc­ción de las con­di­cio­nes polí­ti­cas e ideo­ló­gi­cas, orga­ni­za­ti­vas y social­men­te movi­li­za­do­ras, para gene­rar una supera­ción del actual mar­co de capi­ta­lis­mo cri­mi­nal, explo­ta­dor y opre­si­vo, se con­vier­te en la úni­ca alter­na­ti­va al actual calle­jón sin sali­da al que nos ha con­du­ci­do el capi­ta­lis­mo. Una revo­lu­ción, cual­quier revo­lu­ción que quie­ra ser dura­de­ra, es sim­ple­men­te la des­truc­ción de un apa­ra­to de Esta­do y su sus­ti­tu­ción por otro. No es sólo el derro­ca­mien­to del sec­tor que diri­ge el apa­ra­to de Esta­do. Si los opri­mi­dos no sus­ti­tu­yen el vacío de poder resul­tan­te del derro­ca­mien­to del poder ante­rior con su pro­pio poder, enton­ces los opre­so­res recons­trui­rán su poder. Eso lo enten­die­ron a la per­fec­ción los bol­che­vi­ques: para hacer la Revo­lu­ción fue nece­sa­rio enten­der que las asam­bleas de tra­ba­ja­do­res, los soviets, como embrión del poder del pro­le­ta­ria­do y con­ver­tir­los en órga­nos de poder, sus­ti­tu­yen­do a las ins­ti­tu­cio­nes de la bur­gue­sía. Órga­nos de poder, no de par­ti­ci­pa­ción o de refle­xión. Esto es, sus­ti­tu­ye­ron la dic­ta­du­ra de la bur­gue­sía con la dic­ta­du­ra del pro­le­ta­ria­do (pues­to que enten­die­ron la ver­dad uni­ver­sal de que cual­quier Esta­do es la dic­ta­du­ra de una clase).

(11) El poder fue con­quis­ta­do por órga­nos crea­dos por tra­ba­ja­do­res, por asam­bleas que repre­sen­ta­ban a obre­ros, cam­pe­si­nos y sol­da­dos. Por tan­to fue la mate­ria­li­za­ción total de la lucha obre­ra, esto es, 1917 demos­tró que la lucha de cla­ses pue­de con­du­cir a la vic­to­ria del pro­le­ta­ria­do (y no a su per­pe­tua­ción como cla­se subor­di­na­da, limi­ta­da a mejo­rar esta situa­ción). Eso es lo que garan­ti­zó la con­ver­sión de los órga­nos repre­sen­ta­ti­vos de los tra­ba­ja­do­res en órga­nos de poder proletario.

(12) Y de ahí nues­tra rei­vin­di­ca­ción, como comu­nis­tas, de 1917 como refe­ren­te inelu­di­ble de rup­tu­ra revo­lu­cio­na­ria y cons­truc­ción de una nue­va socie­dad, en la que la eman­ci­pa­ción socia­lis­ta, nece­sa­ria­men­te impli­ca el aplas­ta­mien­to de las cla­ses domi­nan­tes y cons­truir un Nue­vo Poder basa­do en el poder obrero.

Octu­bre de 1917-La prue­ba de que otro mun­do era posible

(13) La reso­lu­ción de los pro­ble­mas que la cla­se tra­ba­ja­do­ra y los sec­to­res popu­la­res viven de mane­ra coti­dia­na ‑des­em­pleo, empo­bre­ci­mien­to, pre­ca­ri­za­ción, explo­ta­ción, opre­sión, patriar­ca­do…- requie­re de una toma de con­cien­cia de dichas pro­ble­má­ti­cas, algo rela­ti­va­men­te sen­ci­llo como pri­mer paso. Lo com­pli­ca­do, es asu­mir las con­se­cuen­cias de una ver­da­de­ra reso­lu­ción de dichos pro­ble­mas, con una alter­na­ti­va al sis­te­ma capi­ta­lis­ta que las gene­ra, eli­mi­nan­do las fal­sas espe­ran­zas de refor­mas, mejo­ras y miga­jas que ofre­cen las izquier­das refor­mis­tas. En 2017, como en 1917, la eman­ci­pa­ción no es un camino fácil; la res­pues­ta del impe­ria­lis­mo y de las cla­ses domi­nan­tes rusas en 1917, con una inter­ven­ción mili­tar extran­je­ra y una gue­rra civil devas­ta­do­ra con el obje­ti­vo de aplas­tar al poder sovié­ti­co, demues­tra la bes­tia­li­dad con la que es res­pon­di­do cual­quier inten­to de cons­truir un socie­dad ple­na­men­te basa­da en la demo­cra­cia de los tra­ba­ja­do­res. De igual for­ma, en nues­tro con­tex­to, la alter­na­ti­va al actual régi­men de opre­sión y explo­ta­ción capi­ta­lis­ta, impli­ca nece­sa­ria­men­te una rup­tu­ra con el mar­co impe­ria­lis­ta de la Unión Euro­pea, el euro y la hege­mo­nía de la deno­mi­na­da Troi­ka, lo que con­lle­va ries­gos e incer­ti­dum­bres que debe­mos ser capa­ces de ges­tio­nar, cla­ri­fi­car y resol­ver los y las comunistas.

(14) Octu­bre de 1917, es una lec­ción his­tó­ri­ca sobre la capa­ci­dad del Movi­mien­to Comu­nis­ta para eri­gir­se en la pun­ta de lan­za de la trans­for­ma­ción social y, median­te una tác­ti­ca y una estra­te­gia ade­cua­das, con­fi­gu­rar un blo­que social revo­lu­cio­na­rio, en el que la cla­se obre­ra cons­ti­tu­ye el vec­tor más cons­cien­te, orga­ni­za­do y con­se­cuen­te de la ins­tau­ra­ción de un nue­vo poder, con capa­ci­dad de ins­tau­rar un nue­vo sis­te­ma eco­nó­mi­co, polí­ti­co e ideológico-cultural.

(15) Esto ocu­rrió de esta mane­ra por­que el pro­pio pro­le­ta­ria­do tuvo capa­ci­dad para defen­der su poder, uti­li­zar­lo en su bene­fi­cio, para cam­biar la for­ma de pro­duc­ción y desa­rro­llar las fuer­zas pro­duc­ti­vas para aumen­tar el nivel de pro­duc­ción en una mag­ni­tud sin precedentes.

(16) Esto es cons­truir el Socia­lis­mo, sin renun­ciar al poder revo­lu­cio­na­rio, uti­li­zar­lo como ins­tru­men­to para la lucha de cla­ses y la libe­ra­ción de la cla­se obre­ra. La lucha de cla­ses no aca­ba con el derro­ca­mien­to de la bur­gue­sía, que hace todos lo posi­ble para recu­pe­rar el poder. Cuan­do se deja de usar el poder con­tra la bur­gue­sía, se abre el camino para que ésta res­tau­re su poder de cla­se, algo que ocu­rrió tam­bién en las expe­rien­cias socia­lis­tas que fra­ca­sa­ron. El poder no es un espa­cio vacío, lo deten­ta una u otra cla­se. Por eso para la cons­truc­ción del socia­lis­mo es nece­sa­ria la dic­ta­du­ra del proletariado.

(17) Debi­do a ello, los revo­lu­cio­na­rios del 1917 tenían bien cla­ro que el poder es un ins­tru­men­to nece­sa­rio; esto es, que todo poder tie­ne un suje­to y un obje­to, y que el pro­le­ta­ria­do, como cual­quier otro suje­to revo­lu­cio­na­rio, nece­si­ta el poder para cons­truir su Esta­do. La nue­va izquier­da actual no tie­ne cla­ro esto, y basa su polí­ti­ca en la con­de­na del poder y de la con­quis­ta del poder; sin enten­der que el poder es un ins­tru­men­to, como si fue­se un obs­tácu­lo para una lucha moral que aban­de­ra. Si los revo­lu­cio­na­rios rusos hubie­sen actua­do como la nue­va izquier­da actual, la revo­lu­ción hubie­se que­da­do en la fase de derro­ca­mien­to y nun­ca hubie­sen cons­trui­do el socia­lis­mo; o peor, los soviets de los tra­ba­ja­do­res jamás se hubie­sen cons­ti­tui­do en órga­nos de poder.

(18) Des­de lue­go, lo que está cla­ro, es que no serán las post-moder­nas y mediá­ti­cas izquier­das las que pue­dan con­du­cir­nos a la cla­se tra­ba­ja­do­ra y a los sec­to­res popu­la­res, a una eman­ci­pa­ción, que nece­sa­ria­men­te pasa por la rup­tu­ra con el mar­co impe­ria­lis­ta de la Unión Europea.

Octu­bre de 1917-Sus consecuencias 

(19) Octu­bre de 1917, como hito que mar­ca, en reali­dad, el ini­cio de un siglo XX tar­dío y que fene­ce pre­ma­tu­ra­men­te en 1991, mar­có un con­tex­to his­tó­ri­co en el que la alter­na­ti­va a la bar­ba­rie capi­ta­lis­ta, tenía bases reales. Por­que más allá de los erro­res que pudie­ran come­ter­se en el pro­ce­so de con­so­li­da­ción de la URSS y su con­di­ción de pri­mer Esta­do socia­lis­ta de la his­to­ria, lo cier­to es que sus acier­tos fue­ron tales, que inclu­so el pro­pio capi­ta­lis­mo tuvo que recons­truir­se en fun­ción de Octu­bre de 1917. La Revo­lu­ción Socia­lis­ta de Octu­bre par­tió el mun­do en dos, entre par­ti­da­rios y con­tra­rios de la Revo­lu­ción, entre los opri­mi­dos que lo veían como su mayor espe­ran­za y los opre­so­res que lo veían como un peli­gro que pon­dría patas arri­ba la civi­li­za­ción. El pro­pio Esta­do de Bien­es­tar, con las mejo­ras que en tér­mi­nos de dere­chos labo­ra­les y socia­les y de liber­ta­des demo­crá­ti­cas, supu­so para las socie­da­des capi­ta­lis­tas cen­tra­les ‑nun­ca olvi­de­mos que exis­tían For­ma­cio­nes Eco­nó­mi­co-Socia­les sub­de­sa­rro­lla­das capi­ta­lis­tas que nun­ca cono­cie­ron esa realidad‑, hubie­ra sido impen­sa­ble sin la exis­ten­cia del lega­do de Octubre.

(20) La URSS, de las ceni­zas de la Gue­rra Civil, some­ti­da a un cer­co polí­ti­co, eco­nó­mi­co e ideo­ló­gi­co, con una eco­no­mía pre­do­mi­nan­te­men­te pre­ca­pi­ta­lis­ta, fue capaz de con­du­cir un pro­ce­so ace­le­ra­do de indus­tria­li­za­ción en menos de 25 años, demos­tran­do la efi­ca­cia de la pla­ni­fi­ca­ción racio­nal de la eco­no­mía. El pro­ce­so de moder­ni­za­ción eco­nó­mi­ca, fue acom­pa­ña­do de una legis­la­ción que, en tér­mi­nos de dere­chos socia­les y labo­ra­les y de eman­ci­pa­ción de la mujer bajo el socia­lis­mo, superó con cre­ces los exis­ten­tes en los esta­dos capi­ta­lis­tas más avan­za­dos. De un país mayo­ri­ta­ria­men­te anal­fa­be­to, en el que la cul­tu­ra era patri­mo­nio exclu­si­vo de las cla­ses domi­nan­tes, se alcan­zó una demo­cra­ti­za­ción de la edu­ca­ción y se gene­ra­ron las bases para un desa­rro­llo téc­ni­co-tec­no­ló­gi­co y cien­tí­fi­co, al ser­vi­cio del desa­rro­llo del socialismo.

(21) Entre las pri­me­ras deci­sio­nes toma­das por la Revo­lu­ción, está la publi­ca­ción y el repu­dio de los pac­tos impe­ria­lis­tas-expan­sio­nis­tas fir­ma­dos por los ante­rio­res Gobier­nos rusos (tan­to zaris­tas como libe­ra­les) con otros Esta­dos a cos­ta de ter­ce­ros Esta­dos. Así pues, denun­cia­ron intere­ses impe­ria­lis­tas con­cre­tos (de Rusia, como de los alia­dos en la I Gue­rra Mun­dial: Fran­cia e Ingla­te­rra) y esta­ble­cie­ron un nue­vo modo con­cre­to de polí­ti­ca exterior.

(22) Ade­más de eso, la Revo­lu­ción Sovié­ti­ca supu­so la libe­ra­ción de las nacio­nes opri­mi­das por el Impe­rio Ruso y el reco­no­ci­mien­to de la ple­na igual­dad de dere­chos entre todas ellas; reali­zó el desa­rro­llo cul­tu­ral de dichas nacio­nes, ofi­cia­li­zó sus idio­mas y las hizo Repú­bli­cas via­bles; y siguien­do ese ejem­plo, los Par­ti­dos Comu­nis­tas de otros Esta­dos hicie­ron suyo la defen­sa de la auto­de­ter­mi­na­ción. Ade­más de ellos, la III Inter­na­cio­nal esta­ble­ció des­de su fun­da­ción, que la libe­ra­ción de las colo­nias de las poten­cias euro­peas y de EEUU era su obje­ti­vo político.

(23) Eran muchos los refor­mis­tas que opi­na­ban que en Rusia era impo­si­ble hacer nin­gu­na revo­lu­ción socia­lis­ta, ya que como Rusia era un país atra­sa­do, no pre­sen­ta­ba las con­di­cio­nes obje­ti­vas. Lenin y los bol­che­vi­ques die­ron la vuel­ta a ese plan­tea­mien­to, sobre todo tenien­do en cuen­ta dos con­di­cio­nes: el desa­rro­llo del movi­mien­to revo­lu­cio­na­rio ruso en dicho momen­to, y el aná­li­sis con­cre­to. Tenien­do en cuen­ta la situa­ción de Rusia, con­tra los dog­má­ti­cos que afir­ma­ban que la revo­lu­ción se dará en un país eco­nó­mi­ca­men­te avan­za­do, apli­ca­ron el aná­li­sis que afir­ma­ba que Rusia es el esla­bón débil de la cade­na del impe­ria­lis­mo e hicie­ron la revo­lu­ción ahí, demos­tran­do que las con­di­cio­nes no se crean solas, sino que hay que gene­rar­las, median­te la lucha polí­ti­ca e ideológica.

Octu­bre de 1917-Su universalidad

(24) Octu­bre de 1917, indu­da­ble­men­te man­tie­ne unas carac­te­rís­ti­cas rusas, liga­das al desa­rro­llo de la lucha de cla­ses en su con­tex­to. Sin embar­go, lo pecu­liar, lo con­cre­to, no pue­de abs­traer­se de un ele­men­to cen­tral que daría for­ma a cual­quier pro­ce­so revo­lu­cio­na­rio pos­te­rior, que es el de la impe­ra­ti­va nece­si­dad de aplas­tar el régi­men polí­ti­co pre-exis­ten­te, y de eri­gir un nue­vo poder basa­do en el poder arma­do de las masas opri­mi­das. La expe­rien­cia de la Revo­lu­ción de Octu­bre es de una impor­tan­cia extra­or­di­na­ria y sus ense­ñan­zas habrán de ser teni­das en cuen­ta en cual­quier futu­ra revo­lu­ción, que debe­rá extraer lec­cio­nes de la misma.

(25) No hay alter­na­ti­va de eman­ci­pa­ción den­tro del mar­co capi­ta­lis­ta, no hay alter­na­ti­va socia­lis­ta sin que el pro­le­ta­ria­do lide­re la rup­tu­ra revo­lu­cio­na­ria. Otra cues­tión será la diná­mi­ca con­cre­ta de lucha de cla­ses, las alian­zas nece­sa­rias o el mode­lo de socia­lis­mo con­cre­to en el que pue­da desem­bo­car la revo­lu­ción. ¿Por qué tan­tos movi­mien­tos de tan­tos paí­ses toma­ron como refe­ren­cia la Revo­lu­ción de 1917 y no cual­quier otra revo­lu­ción? Si bien en 1917 ope­ra­ron par­ti­cu­la­ri­da­des loca­les (que no se repi­ten en otros luga­res), su base es uni­ver­sal: por­que es resul­ta­do de la lucha de cla­ses (y la lucha de cla­ses es una reali­dad uni­ver­sal), por­que derro­có a la bur­gue­sía (una nece­si­dad uni­ver­sal), y por­que fren­te a las excu­sas refor­mis­mo demos­tró que es posi­ble cons­truir un poder obre­ro y aco­me­ter una trans­for­ma­ción social bajo la direc­ción del pro­le­ta­ria­do, fren­te a la dic­ta­du­ra cri­mi­nal de la bur­gue­sía (una ver­dad uni­ver­sal de la política).

(26) Una rup­tu­ra revo­lu­cio­na­ria, asu­me un carác­ter nece­sa­ria­men­te holís­ti­co, glo­bal. Pre­ci­sa­men­te el con­cep­to cla­ve es el de ‑ruptura‑, en el que todos los ámbi­tos de la lucha de cla­ses, se con­vier­ten en fren­tes de gue­rra polí­ti­ca e ideo­ló­gi­ca con­tra el poder de las cla­ses dominantes.

(27) Des­de Eus­kalHe­rria, afir­ma­mos la vigen­cia del socia­lis­mo como úni­ca alter­na­ti­va de eman­ci­pa­ción y supera­ción del capi­ta­lis­mo, con el inter­na­cio­na­lis­mo pro­le­ta­rio como ban­de­ra de uni­dad entre las nacio­nes, y con el mar­xis­mo revo­lu­cio­na­rio como guía, En reali­dad Socia­lis­mo solo hay uno, siem­pre adap­ta­do a cada reali­dad con­cre­ta. Y en él son indis­pen­sa­bles, el poder de la cla­se tra­ba­ja­do­ra y la socia­li­za­ción de los medios de producción.Octubre de 1917, como expe­rien­cia de un poder obre­ro cons­ti­tui­do, con capa­ci­dad de impul­sar un pro­gra­ma de trans­for­ma­ción revo­lu­cio­na­ria, sigue vigen­te cien años des­pués, como vía uni­ver­sal de emancipación.

Octu­bre de 1917-Sus lec­cio­nes com­pren­den su acier­tos y sus errores 

(28) Octu­bre de 1917 ni su lega­do están exen­tos de erro­res. Pen­sar lo con­tra­rio, impli­ca­ría asig­nar a los bol­che­vi­ques cua­li­da­des sobre­hu­ma­nas que, ni ellos mis­mos hubie­ran acep­ta­do. La lucha de cla­ses, per­sis­tió tras la revo­lu­ción. La dege­ne­ra­ción buro­crá­ti­ca, el agos­ta­mien­to polí­ti­co, eco­nó­mi­co e ideo­ló­gi­co es pro­duc­to de una recom­po­si­ción de fuer­zas reac­cio­na­rias inter­nas, que comen­za­rían a ero­sio­nar las bases del poder socia­lis­ta has­ta el colap­so final de fina­les de los 80 y prin­ci­pios de los 90 del pasa­do siglo. Son ele­men­tos que el Movi­mien­to Comu­nis­ta actual debe tener en cuen­ta en su pro­ce­so de recons­truc­ción, por supuesto.

¡Recu­pe­re­mos 1917!

(29) Los tra­ba­ja­do­res y las tra­ba­ja­do­ras, no pode­mos con­sen­tir que algo que sig­ni­fi­ca tan­to para noso­tros sea des­pre­cia­do de ese modo por enemi­gos o alia­dos. Aquí hemos expli­ca­do que la Revo­lu­ción de 1917 es un fenó­meno que tuvo una impor­tan­cia total para la cla­se obre­ra; la mayor vic­to­ria de la cla­se obre­ra. Se demos­tró que el fan­tas­ma que reco­rría Euro­pa era verdadero.

(30) Algu­nos argu­yen que la derro­ta de la mayo­ría de los Esta­dos Socia­lis­tas demues­tra que 1917 fue un error. Así pre­ten­den derro­tar polí­ti­ca­men­te a la cla­se obre­ra o sus­ti­tuir­la median­te nue­vos suje­tos. Cuan­do se va a cele­brar el cen­te­na­rio de la Revo­lu­ción de 1917, los obre­ros y las obre­ras de Eus­kal Herria no pode­mos dejar que esta fecha pase sin tras­cen­den­cia, o que se hagan cele­bra­cio­nes intere­sa­das o mani­pu­la­das que tra­ten de rele­gar­nos. Con­sen­tir esto sería admi­tir la derro­ta polí­ti­ca de la cla­se obre­ra, sería aban­do­nar el patri­mo­nio pro­pio. Enten­dién­do­lo así, K17, comi­sión de tra­ba­jo plu­ral y abier­ta, sur­ge con un úni­co come­ti­do: RECUPERAR 1917.

Fuen­te: http://​k17​.eus/​m​a​n​i​f​i​e​s​t​o​/​?​l​a​n​g​=eshttp://​k17​.eus/​m​a​n​i​f​e​s​t​ua/
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3 comentarios

  1. Salu­dos: no ten­go los cono­ci­mien­tos nece­sa­rios para valo­rar tan exhaus­ti­va­men­te ni el mani­fies­to K17 ni la por­me­no­ri­za­da crí­ti­ca que aquí se le ha hecho pero me pare­ce una abe­rra­ción que en las con­di­cio­nes en las que esta­mos en Eus­kal Herria se lle­ve el deba­te a nivel La Vida de Brian. Una cosa es com­ba­tir la asep­sia con­cep­tual y otra muy dis­tin­ta bus­car y sub­ra­yar lo que nos pue­de sepa­rar sobre los que nos pue­de unir. No soy más que un mili­tan­te de base que recién se acer­ca al mar­xis­mo-leni­nis­mo y, la ver­dad, encon­trar­me con estas cosas es bas­tan­te desolador.

    1. Más que una cues­tión de «La vida de Brian» es una cues­tión sobre el obje­ti­vo de cele­brar el 100 ani­ver­sa­rio de octu­bre, la mera reme­mo­ra­ción asép­ti­ca, con un mani­fies­to que vale para cual­quier sitio y a la vez para nin­gu­na ya que no está ancla­do con la reali­dad con­cre­ta, el caso del pro­ce­so revo­lu­cio­na­rio vas­co más aún. Vemos que hay un inten­to de supe­rar las con­tra­dic­cio­nes median­te una ini­cia­ti­va más bien mediá­ti­ca y super­fi­cial, tapan­do el giro men­che­vi­que de la Izquier­da Aber­tza­le Ofi­cial sin traer la rique­za teó­ri­ca de la Izquier­da Aber­tza­le his­tó­ri­ca y la rela­ción direc­ta con aque­lla revo­lu­ción de octu­bre. Res­pec­to a la ato­mi­za­ción del comu­nis­mo vas­co pue­de ir en dos ver­tien­tes prin­ci­pal­men­te, por un lado los sec­to­res que nos iden­ti­fi­ca­mos con el mar­xis­mo vas­co teó­ri­za­do des­de el comien­zo de la V asam­blea de ETA has­ta des­pués de la muer­te de Arga­la y basa­do en el desa­rro­llo de un pro­ce­so revo­lu­cio­na­rio según las con­di­cio­nes de Eus­kal Herria y por otro los sec­to­res que se inte­gran mas en la pers­pec­ti­va de un pro­ce­so esta­tal reco­no­cien­do el dere­cho de auto­de­te­mi­na­ción aun­que a nues­tro enten­der con la boca peque­ña. Por otro lado otra ten­den­cia es la que jun­to al giro dado por Sor­tu y la lla­ma­da Izquier­da Aber­tza­le Ofi­cial hacia el refor­mis­mo y el cen­tris­mo polí­ti­co aun­que con un len­gua­je míni­ma­men­te radi­cal sue­ña con que algún día pue­da tener una influen­cia y con­fia en una línea pri­me­ra­men­te ins­ti­tu­cio­nal y por otro lado la línea revo­lu­cio­na­ria que se iden­ti­fi­ca con la Izquier­da Aber­tza­le His­tó­ri­ca que plan­tea que tie­ne que haber un pro­ce­so de carac­ter revo­lu­cio­na­rio, basa­do en el con­tra­po­der, la con­jun­ción de los meto­dos de lucha, basa­do en las deci­sio­nes y diná­mi­cas del movi­mien­to popu­lar sien­do esta línea la más iden­ti­fi­ca­ble con la línea boltxe­bi­ke de hace 100 años.
      La abe­rra­ción supon­dría no hacer la crí­ti­ca, callar­la y escon­der­la en las gra­ves cri­sis del pro­ce­so de libe­ra­ción nacio­nal y de cla­se, dejar que nos con­vir­ta­mos en un pue­blo des­ar­ma­do ideo­ló­gi­ca­men­te ade­más de mili­tar­men­te lo que nos ale­ja de cual­quier obje­ti­vo libertador.
      Osa­su­na eta askatasuna!

  2. Pues a mi que pue­do estar de acuer­do en par­te con lo que dice el tex­to de Boltxe, me pare­ce que lo que pre­ten­den en K17 es poner en valor aquel hito que supu­so la Revo­lu­cion socia­lis­ta de 1917, vamos asi lo entien­do yo al leer el mani­fies­to. Recor­dar y hon­rar aquel acon­te­ci­mien­to, apar­te de que en una fecha tan seña­la­da como el cen­te­na­rio debe­ria de ser una tarea his­tó­ri­ca de quien se con­si­de­re comu­nis­ta, es en defi­ni­ti­va rei­vin­di­car en la actua­li­dad la vigen­cia del socia­lis­mo fren­te a la bar­ba­rie capi­ta­lis­ta. Lo veo posi­ti­vo como ini­cia­ti­va vis­ta la cri­mi­na­li­za­ción que sufre el ideal socia­lis­ta y el revi­sio­nis­mo his­tó­ri­co que lo aso­la en todas par­tes. Habra que espe­rar haber que plan­tean en K17 me pare­ce a mi…
    En el tex­to de Boltxe dicen que es un mani­fies­to ambi­guo pero lue­go se le cri­ti­ca que no tie­ne en cuen­ta la reali­dad vas­ca ¿en que que­da­mos, no era ambi­guo? La cri­ti­ca de que es poco menos que una espe­cie de sec­ta de sabios me pare­ce injus­ta cuan­do es sabi­do, me cons­ta, (el pro­pio mani­fies­to dice que es un espa­cio plu­ral abier­to a la par­ti­ci­pa­ción de todas las que se con­si­de­ren comu­nis­tas) que ha sido una ini­cia­ti­va a la que mucha gen­te a sido invi­ta­da a par­ti­ci­par (¿aca­so no fue invi­ta­do Boltxe o sus militantes?)…y aho­ra pues serán los que son, con sus limi­ta­cio­nes, menos enci­ma tras aban­do­nar el bar­co Herri Gorri, gkb… y segui­rán como bue­na­men­te pue­dan; y pese a los ataques.
    Hubo en 2016 un inten­to de crear una comi­sión entre todas las frac­cio­nes comu­nis­tas en EH y fra­ca­so estre­pi­to­sa­men­te, tam­bién me cons­ta, y aho­ra se con­si­gue levan­tar algo y ala a des­truir­lo. Al menos dia­léc­ti­ca­men­te eso si, pero rezu­man­do una nega­ti­vi­dad que fran­ca­men­te me pare­ce gratuita.
    Al final este tex­to que­da, en mi opi­nión, como una cri­ti­ca exa­ge­ra­da, poco obje­ti­va, exce­si­va, nega­ti­va has­ta decir bas­ta y la demos­tra­ción pal­pa­ble de que lo mas fácil es aca­bar con el que tie­nes al lado. Como tra­ba­ja­dor vas­co que soy y con­ven­ci­do socia­lis­ta, otra decep­cion mas del movi­mien­to comu­nis­ta de Eus­kal Herria
    Salud

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