La Cum­bre Tri­la­te­ral en Tehe­rán: expan­sión de la coope­ra­ción, ais­la­mien­to de Occi­den­te y gue­rra prolongada

Tras la cum­bre de Yeda, que hizo énfa­sis en la nece­si­dad de los paí­ses de Medio Orien­te de lle­gar a un enten­di­mien­to mutuo, de arre­glar sus dife­ren­cias y encon­trar una solu­ción al caso de Pales­ti­na, la cum­bre ira­ní-tur­ca-rusa en Tehe­rán con­fir­mó obje­ti­vos simi­la­res. A pesar de las dife­ren­cias entre Irán y Tur­quía res­pec­to a Siria, ade­más de la insis­ten­cia de Anka­ra sobre su posi­ción de man­te­ner ocu­pa­das par­tes del país levan­tino, la tri­la­te­ral regis­tró y demos­tró un nue­vo eje estratégico.

Esto indi­ca la deter­mi­na­ción de los paí­ses de la rebel­de alian­za anti-Esta­dos Uni­dos (Rusia e Irán) de mudar­se lejos de occi­den­te: de unir fuer­zas para supe­rar dife­ren­cias, encon­trar intere­ses comu­nes y adhe­rir­se a una mejor coope­ra­ción y enten­di­mien­to. Tan­to la cum­bre de Tehe­rán, como la de Yeda, resul­ta­ron en un éxi­to para todas las par­tes y demos­tra­ron la volun­tad de ellos de rom­per el ais­la­mien­to falli­do que Esta­dos Uni­dos ejer­ce sobre sus opo­nen­tes y enemi­gos, sin men­cio­nar su alia­do nece­sa­rio (Tur­quía).

Sin duda algu­na, la situa­ción en Siria fue uno de los prin­ci­pa­les temas dis­cu­ti­dos en la cum­bre que reu­nió a los pre­si­den­tes Ebrahim Rai­sí, Vla­dí­mir Putin y Recep Tay­yip Erdo­gan. Es pri­mor­dial men­cio­nar que Rusia e Irán son los paí­ses suje­tos a las san­cio­nes más estric­tas por par­te de occi­den­te y se han uni­do alre­de­dor de varios obje­ti­vos estra­té­gi­cos. Los obje­ti­vos más impor­tan­tes son expan­dir el hori­zon­te de coope­ra­ción en ener­gía, indus­tria mili­tar, comer­cio y el empleo de divi­sas loca­les para el inter­cam­bio y el cre­ci­mien­to eco­nó­mi­co. Por lo tan­to, la des­do­la­ri­za­ción es una de las metas más sig­ni­fi­ca­ti­vas para todos los paí­ses que ansían sepa­rar­se de la domi­na­ción polí­ti­co-finan­cie­ra de Esta­dos Unidos.

En la cum­bre en Tehe­rán sí hubo dis­cu­sión sobre el tema Siria y la impor­tan­cia de su sobe­ra­nía, pero tam­bién se dis­cu­tie­ron pro­ble­mas no menos impor­tan­tes. Cier­ta­men­te, Rusia e Irán son expor­ta­do­res de gas y petró­leo que deci­die­ron coope­rar con Anka­ra en el cam­po ener­gé­ti­co, entre otros obje­ti­vos que ten­gan mayor prio­ri­dad para Tur­quía. Esta manio­bra coope­ra­ti­va per­mi­ti­ría al pre­si­den­te Erdo­gan ofre­cer su país como una fuen­te pri­ma­ria esen­cial para redis­tri­buir la ener­gía ruso-ira­ní al con­ti­nen­te euro­peo cer­cano a Tur­quía. Dicha nación repre­sen­ta­ría la solu­ción más ade­cua­da y cer­ca­na de no poder el vie­jo con­ti­nen­te obte­ner de otro modo la can­ti­dad (155 billo­nes de metros cúbi­cos de gas y 2.5 millo­nes de b/​d) nece­sa­ria para redu­cir la depen­den­cia del gas ruso. La gaso­li­na y el gas arge­lino, emi­ra­tí y aze­rí pudie­ran no ser sufi­cien­tes para cum­plir con las nece­si­da­des de sumi­nis­tro de ener­gía de la Unión Euro­pea (UE).

De hecho, Anka­ra podría bene­fi­ciar­se de pasar a ser un cen­tro de ener­gía y ascen­der a una posi­ción estra­té­gi­ca impor­tan­te para apo­yar a Euro­pa en mate­ria ener­gé­ti­ca. A cam­bio, la Unión Euro­pea podría revi­sar la soli­ci­tud de Anka­ra de unir­se a Euro­pa, pre­sen­ta­da en 1999 sin éxito.

Otro pun­to impor­tan­te de dis­cu­sión duran­te la cum­bre fue la coope­ra­ción y el memo­ran­do de enten­di­mien­to por valor de 40 mil millo­nes de dóla­res entre la Com­pa­ñía Nacio­nal de Petró­leo de Irán (NIOC) y la com­pa­ñía rusa Gaz­prom. Este paso estra­té­gi­co seña­la las inten­cio­nes de estos paí­ses pro­duc­to­res de petró­leo de pres­cin­dir de las com­pa­ñías esta­dou­ni­den­ses y euro­peas, que por mucho tiem­po han mono­po­li­za­do los mer­ca­dos glo­ba­les de la indus­tria del petró­leo con sus capa­ci­da­des en la fabri­ca­ción de pro­duc­tos aso­cia­dos a la per­fo­ra­ción, extrac­ción y la cons­truc­ción de las refi­ne­rías de gas y petró­leo. Rusia reem­pla­za­ría a com­pa­ñías trans­na­cio­na­les tales como BP, Total, Shell, Che­vron, Exxon­Mo­bil y RDSA, las cua­les están ya ins­ta­la­das en Asia occi­den­tal (y alre­de­dor del mundo).

Muchas com­pa­ñías petro­le­ras occi­den­ta­les que fir­ma­ron con­tra­tos con Tehe­rán se reti­ra­ron en 2018 cuan­do el pre­si­den­te Donald Trump hizo añi­cos el acuer­do nuclear e impu­so san­cio­nes seve­ras con­tra Irán. Este paso seña­la y con­fir­ma el giro radi­cal de Irán hacia el orien­te, tal y como lo pro­me­tió el pre­si­den­te Ebrahim Rai­sí cuan­do asu­mió el poder. Eso prue­ba la deter­mi­na­ción de la Repú­bli­ca Islá­mi­ca de incre­men­tar su extrac­ción de petró­leo en medio de un mer­ca­do sedien­to, como fue mos­tra­do por los recien­tes acon­te­ci­mien­tos inter­na­cio­na­les y las con­se­cuen­cias que aca­rrea­rá la gue­rra en Ucrania.

No hay dudas de que la pre­sen­cia de un país (Tur­quía), que osten­ta el mayor núme­ro de tro­pas des­pués de Esta­dos Uni­dos en la OTAN, en la mis­ma mesa que los pre­si­den­tes Putin y Rai­sí, es un paso cru­cial en rela­ción al con­tex­to de la impo­si­ción de san­cio­nes de Esta­dos Uni­dos y el ais­la­mien­to de Mos­cú y Teherán.

Ambos pre­si­den­tes, Rai­sí y Putin, acor­da­ron desa­rro­llar una rela­ción con Erdo­gan y con­ven­cer­lo de apa­ci­guar la situa­ción en el Levan­te, don­de con­ver­gen los tres paí­ses. Mos­cú y Tehe­rán gozan de una fuer­te influen­cia y soli­da­ri­dad con el gobierno de Damas­co en su bús­que­da de cal­mar las cosas en el Medio Orien­te, y pre­sen­tar las exi­gen­cias reque­ri­das una sema­na antes por los pre­si­den­tes, reyes y prín­ci­pes ára­bes en la cum­bre de Yeda. La esta­bi­li­dad en el suroc­ci­den­te asiá­ti­co, par­ti­cu­lar­men­te en Siria, se encuen­tra en la lis­ta de prio­ri­da­des de los líde­res de Ara­bia y del Medio Oriente.

En estos últi­mos meses, con la inten­ción de com­ba­tir el terro­ris­mo, el pre­si­den­te tur­co ha expre­sa­do su inten­ción de lle­var sus fuer­zas mili­ta­res 30 kiló­me­tros al nores­te de Siria como una zona de amor­ti­gua­mien­to a la que Irán, Rusia e inclu­so Esta­dos Uni­dos no habían reac­cio­na­do o recha­za­do. Irán y Rusia res­pon­die­ron que apo­ya­ban la lucha con­tra el terro­ris­mo y que la segu­ri­dad de Siria y Tur­quía es tam­bién la segu­ri­dad de los dos pri­me­ros. Por eso, la coope­ra­ción debe per­se­guir las metas comu­nes, de ahí la nece­si­dad de coor­di­nar con Tur­quía, debi­do a la cons­cien­cia de Rusia e Irán de que el pre­si­den­te Erdo­gan podría acep­tar dete­ner sus pla­nes de mover sus fuer­zas para tomar más terri­to­rio sirio.

En la cum­bre hubo dife­ren­cias sobre la defi­ni­ción de terro­ris­mo y cuá­les son las orga­ni­za­cio­nes terro­ris­tas en Siria que todas las par­tes qui­sie­ran erra­di­car. Erdo­gan con­si­de­ra terro­ris­tas a los kur­dos alia­dos de Esta­dos Uni­dos, a dife­ren­cia de Putin y Rai­sí, quie­nes creen que las orga­ni­za­cio­nes yiha­dis­tas en Idlib (bajo el con­trol tur­co) son las enti­da­des terro­ris­tas. Tam­bién emer­gie­ron otros des­acuer­dos res­pec­to al expe­dien­te de los des­pla­za­dos y el retorno de refu­gia­dos a Siria. Erdo­gan quie­re que regre­sen a Idlib, bajo el con­trol de sus fuer­zas y mili­cias proxy.

Mos­cú y Tehe­rán no alber­gan ilu­sio­nes de que el pre­si­den­te Erdo­gan deje Siria com­ple­ta­men­te, en par­ti­cu­lar el área de Idlib y sus alre­de­do­res, don­de pre­do­mi­nan la mone­da jun­to al len­gua­je tur­co y el currícu­lo esco­lar ha cam­bia­do. Todo lo rela­cio­na­do con la vida dia­ria en la pro­vin­cia noroc­ci­den­tal de Idlib ha sido modi­fi­ca­do para cum­plir con los patro­nes turcos.

Enton­ces, mien­tras Erdo­gan esté en el poder, las fuer­zas tur­cas per­ma­ne­ce­rán ocu­pan­do par­te de Siria. Esto es algo que ni Rusia ni Irán pue­den alte­rar en la actua­li­dad, debi­do al deseo de ambos paí­ses de evi­tar cual­quier cho­que mili­tar direc­to con Tur­quía. Ade­más, la prio­ri­dad actual es la con­ver­gen­cia de múl­ti­ples intere­ses estra­té­gi­cos entre los tres paí­ses y la nece­si­dad de paci­fi­car la región para enfren­tar a la uni­la­te­ra­li­dad de Esta­dos Uni­dos y su con­trol sobre el mun­do. Pro­vo­car a Erdo­gan en esta eta­pa es, por lo tan­to, incon­ce­bi­ble. Sin embar­go, Tehe­rán y Mos­cú están tra­tan­do de acer­car sus pun­tos de vis­ta a los de Anka­ra y de coope­rar para pro­mo­ver el Tra­ta­do de Asta­ná y la nue­va cons­ti­tu­ción siria para ali­viar el estan­ca­mien­to polí­ti­co y evi­tar más conflictos.

Pero más allá de lo que acuer­den las par­tes en Tehe­rán, la ocu­pa­ción esta­dou­ni­den­se del nores­te de Siria per­ma­ne­ce­rá y el robo de petró­leo por las fue­ras de Washing­ton con­ti­nua­rá, como lo decla­ró el pre­si­den­te Donald Trump des­ver­gon­za­da­men­te hace algu­nos años atrás. Y bajo la admi­nis­tra­ción Biden, no se espe­ra que Esta­dos Uni­dos aban­do­ne el Medio Orien­te por el momen­to o que ten­ga algu­na polí­ti­ca cla­ra para la región. En con­se­cuen­cia, Damas­co, Tehe­rán y Mos­cú están inten­tan­do pre­ser­var los terri­to­rios sirios, evi­tan­do per­der más terri­to­rios ante su alia­do tur­co. La cum­bre de Tehe­rán se refle­ja­rá posi­ti­va­men­te en Siria. Las con­ver­sa­cio­nes se cen­tra­ron en impe­dir que Tur­quía lle­ve a cabo una nue­va ope­ra­ción mili­tar y en con­ge­lar la situa­ción para un momen­to más apropiado.

Tur­quía tie­ne un pie pues­to en occi­den­te y el otro pues­to en orien­te, sin for­mar par­te de un eje con­tra el otro. En cam­bio, Erdo­gan está tra­ba­jan­do para man­te­ner todas sus opcio­nes abier­tas mien­tras le sir­van en las siguien­tes elec­cio­nes el pró­xi­mo año. Por con­si­guien­te, no duda en anun­ciar futu­ros pasos para la coope­ra­ción con Irán (que atra­vie­sa seve­ras san­cio­nes occi­den­ta­les) en el cam­po ener­gé­ti­co y de la indus­tria mili­tar para desa­rro­llar la eco­no­mía de Anka­ra y dar­le algo de ímpe­tu para encon­trar­le una sali­da a su cri­sis económica.

Ade­más, Tur­quía está actuan­do como media­dor en la situa­ción de la expor­ta­ción de cerea­les ucra­nia­nos entre Rusia y Ucra­nia. Sin embar­go, el éxi­to de este plan guar­da rela­ción con la fal­ta de cual­quier deseo de Washing­ton de reti­rar sus ale­ga­tos y su pro­pa­gan­da en cur­so con­tra Rusia. Esta­dos Uni­dos res­pon­sa­bi­li­za a Rusia por la cri­sis ali­men­ta­ria mun­dial, mien­tras que fue el pro­pio Washing­ton el que impu­so san­cio­nes con­tra 68 com­pa­ñías navie­ras rusas y blo­quea­ron el pago de los ban­cos rusos den­tro del sis­te­ma SWIFT, para que así ya no pudie­ran ven­der y cobrar el pre­cio de su tri­go si se expor­ta­ba. Mos­cú es el prin­ci­pal expor­ta­dor de tri­go en el pla­ne­ta (24%) con el doble de la capa­ci­dad de Cana­dá y Esta­dos Uni­dos (segun­do y ter­ce­ro), mien­tras que Ucra­nia es ape­nas el quin­to (8%) des­pués de Fran­cia (10%).

Es natu­ral que Israel esté preo­cu­pa­do por el acer­ca­mien­to ruso-ira­ní y los resul­ta­dos de la cum­bre de Tehe­rán, en espe­cial des­pués de que Rusia empe­za­ra a tomar posi­cio­nes infle­xi­bles en rela­ción a los ata­ques israe­líes a Siria. Mos­cú acu­só a Tel Aviv de soca­var la sobe­ra­nía siria y con­vo­có al emba­ja­dor israe­lí con el telón de fon­do de sus ata­ques a un país sobe­rano. En adi­ción a eso, el lla­ma­do a una cum­bre en Irán para apo­yar a Siria y defen­der su uni­dad y sobe­ra­nía es la prue­ba más impor­tan­te de la pro­fun­da rela­ción que exis­te entre Tehe­rán y Damas­co, que más de mil 500 incur­sio­nes israe­líes no pudie­ron debilitar.

Tam­bién es legí­ti­mo que Esta­dos Uni­dos esté cons­ter­na­do por la posi­bi­li­dad de que Rusia com­pre dro­nes moder­nos lue­go de que Chi­na se rehu­sa­ra a ser el pro­vee­dor para evi­tar las san­cio­nes occi­den­ta­les. De este modo, Mos­cú fue hacia otro país alia­do que fabri­ca y pro­du­ce todo tipo de dro­nes: Irán. La gue­rra en Ucra­nia le ha deja­do gran­des lec­cio­nes al ejér­ci­to ruso para que pue­da adap­tar­se a las nue­vas nece­si­da­des de gue­rra y reno­var­se para enfren­tar los desa­fíos de nue­vo arma­men­to y exi­gen­cias de combate.

Ha sali­do a la luz la desa­fian­te alian­za en con­tra de la hege­mo­nía de Esta­dos Uni­dos. Poco a poco tra­ba­ja en for­ta­le­cer­se y reu­nir a paí­ses que retan al uni­la­te­ra­lis­mo glo­bal, lide­ra­do por Esta­dos Uni­dos. Para mejo­rar este fren­te emer­gen­te, el mun­do pudie­ra pre­sen­ciar la unión de Irán a la alian­za BRICS, que inclu­ye a Bra­sil, Rusia, Chi­na, India y Sudá­fri­ca, quie­nes gozan de un enor­me poder económico.

Es el ini­cio de la mul­ti­po­la­ri­dad, don­de se espe­ra que la bata­lla se vuel­va más vio­len­ta cuan­to más crea Esta­dos Uni­dos que los fren­tes pode­ro­sos van a desa­fiar­lo, enfren­tar­lo con alia­dos sóli­dos y qui­tar­le el poder. La cum­bre de Yeda demos­tró fuer­za y volun­tad, que ya no está por com­ple­to bajo el con­trol de occi­den­te y sin pro­du­cir ten­sión, pero con una deter­mi­na­ción para cons­truir una región más robus­ta del Medio Orien­te que no esté domi­na­da por cri­sis, gue­rras y pug­nas de poder duran­te déca­das sangrientas.

Se ave­ci­na una lar­ga gue­rra, pero es un tipo de gue­rra dis­tin­to, no menos inten­sa que una mili­tar violenta.

Eli­jah J. Magnier

4 de agos­to de 2022

Fuen­te: https://misionverdad.com/traducciones/la-cumbre-trilateral-en-teheran-expansion-de-la-cooperacion-aislamiento-de-occidente‑y

Artikulua gustoko al duzu? / ¿Te ha gustado este artículo?

Twitter
Facebook
Telegram

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *