Bre­ve lec­ción de eco­no­mía polí­ti­ca de Vla­di­mir Vla­di­mi­ro­vich Putin para los vul­ga­res eco­no­mis­tas occidentales

Entre­vis­ta de Ros­si­ya TV con Vla­di­mir Putin, tras la visi­ta de Macky Sall a Sochi, 3 de junio de 2022.

Zaru­bin: Vla­di­mir Vla­di­mi­ro­vich, aca­ba­mos de obser­var su reu­nión con el Pre­si­den­te de Sene­gal, que es tam­bién el líder de la Unión Africana.

Habló de ello y, en gene­ral, vemos, por supues­to, des­de la sema­na pasa­da, que muchos de estos paí­ses están extre­ma­da­men­te preo­cu­pa­dos no tan­to por la cri­sis ali­men­ta­ria, sino por­que temen una ham­bru­na a gran esca­la, por­que los pre­cios mun­dia­les de los ali­men­tos se están dis­pa­ran­do, los pre­cios del petró­leo y del gas se están dis­pa­ran­do. Todo está conec­ta­do, por supues­to, y Occi­den­te nos cul­pa. En reali­dad, ¿cuál es la situa­ción actual, cómo se acu­mu­lan estos factores?

¿Y qué cree que pasa­rá con los mer­ca­dos de ali­men­tos y energía?

Sí, por supues­to, hoy vemos inten­tos de trans­fe­rir la res­pon­sa­bi­li­dad de lo que está ocu­rrien­do en el mer­ca­do mun­dial de ali­men­tos, los pro­ble­mas emer­gen­tes en este mer­ca­do se atri­bu­yen a Rusia. Debo decir que se tra­ta de un inten­to, como deci­mos en casa, de tras­la­dar estos pro­ble­mas de una cabe­za enfer­ma a una cabe­za sana.

¿Por qué? Por­que, en pri­mer lugar, la situa­ción des­fa­vo­ra­ble en el mer­ca­do mun­dial de ali­men­tos no empe­zó a ges­tar­se ayer ni siquie­ra des­de el momen­to en que Rusia lan­zó su ope­ra­ción mili­tar espe­cial en el Don­bass y en Ucra­nia. Comen­zó a tomar esta for­ma ya en febre­ro de 2020 en el pro­ce­so de hacer fren­te a las con­se­cuen­cias de la pan­de­mia de coro­na­vi­rus, cuan­do el mun­do eco­nó­mi­co, la eco­no­mía glo­bal se hun­día y tenía que ser restaurada.

Las auto­ri­da­des finan­cie­ras y eco­nó­mi­cas de los pro­pios Esta­dos Uni­dos no encon­tra­ron otra cosa que tomar la opción de inyec­tar gran­des sumas de dine­ro a favor de la pobla­ción, de los indi­vi­duos, de las empre­sas y de otros sec­to­res de la economía.

En gene­ral, esto es tam­bién lo que hemos hecho noso­tros, pero les pue­do ase­gu­rar, y los resul­ta­dos están ahí para demos­trar­lo, que lo hemos hecho con mucha más racio­na­li­dad, lo hemos hecho pun­tual­men­te y con dis­cer­ni­mien­to, hemos con­se­gui­do el resul­ta­do desea­do, sin que todas estas medi­das afec­ten a indi­ca­do­res macro­eco­nó­mi­cos esen­cia­les, como la incon­men­su­ra­ble subi­da de la inflación.

La situa­ción era muy dife­ren­te en Esta­dos Uni­dos. Duran­te dos años, menos de dos años, des­de febre­ro de 2020 has­ta fina­les de 2021, la ofer­ta de dine­ro en Esta­dos Uni­dos cre­ció en 5,9 billo­nes de dóla­res. Se tra­ta de un «cre­ci­mien­to» sin pre­ce­den­tes de la impren­ta de dine­ro: la masa mone­ta­ria total aumen­tó repen­ti­na­men­te un 38,6%.

Al pare­cer, las auto­ri­da­des finan­cie­ras esta­dou­ni­den­ses asu­mie­ron que el dólar sigue sien­do la mone­da mun­dial y pen­sa­ron que, como siem­pre, como en el pasa­do, esta masa mone­ta­ria se disi­pa­ría en toda la eco­no­mía mun­dial, y que en Esta­dos Uni­dos sería imper­cep­ti­ble. Resul­tó que no ha sido así. De hecho, esta­ba cla­ro para todas las per­so­nas lúci­das y razo­na­bles, y tam­bién hay algu­nas en Esta­dos Uni­dos, como el Secre­ta­rio del Teso­ro que recien­te­men­te dijo que se habían equi­vo­ca­do. Así que fue un error finan­cie­ro, un error eco­nó­mi­co de las auto­ri­da­des esta­dou­ni­den­ses y no tuvo nada que ver con las accio­nes de Rusia en Ucra­nia, ni mucho menos.

Y esto fue solo el pri­mer paso, un paso deci­si­vo hacia el desa­rro­llo de una situa­ción des­fa­vo­ra­ble en el mer­ca­do de ali­men­tos, por­que en pri­mer lugar vimos que los pre­cios de los ali­men­tos subían, subían. Ese es el pri­mer punto.

La segun­da razón es la polí­ti­ca mio­pe de los paí­ses euro­peos, y espe­cial­men­te de la Comi­sión Euro­pea, en mate­ria de ener­gía. Vemos lo que está suce­dien­do allí. Per­so­nal­men­te creo que muchas fuer­zas polí­ti­cas, tan­to en Esta­dos Uni­dos como en Euro­pa, empe­za­ron a espe­cu­lar con la com­pren­si­ble preo­cu­pa­ción, exten­di­da entre los pue­blos del mun­do, por el cam­bio cli­má­ti­co, empe­za­ron a pro­mo­ver su «agen­da ver­de», inclu­so y espe­cial­men­te en el sec­tor energético.

Esto podría con­si­de­rar­se razo­na­ble, pero no solo… cuan­do se daban reco­men­da­cio­nes no cali­fi­ca­das e infun­da­das sobre lo que debía hacer­se en el sec­tor ener­gé­ti­co, se sobres­ti­ma­ban deli­be­ra­da­men­te las posi­bi­li­da­des de las ener­gías alter­na­ti­vas: solar, eóli­ca, o lo que sea, el hidró­geno –es una pers­pec­ti­va, pro­ba­ble­men­te, pero hoy no es rele­van­te ni en volu­men, ni en cali­dad, ni en cos­te y pre­cio. Y al mis­mo tiem­po, empe­za­ron a qui­tar impor­tan­cia a las ener­gías tra­di­cio­na­les, inclui­dos y espe­cial­men­te los hidrocarburos.

¿A qué ha con­du­ci­do esto? Los ban­cos deja­ron de pres­tar, por la pre­sión «cli­má­ti­ca». Las com­pa­ñías de segu­ros deja­ron de ase­gu­rar las tran­sac­cio­nes corres­pon­dien­tes. Deja­ron de con­ce­der par­ce­las a las auto­ri­da­des loca­les para aumen­tar la pro­duc­ción, redu­je­ron la cons­truc­ción de una logís­ti­ca ade­cua­da, inclui­dos los oleoductos.

Todo esto ha pro­vo­ca­do una fal­ta de inver­sión en el sec­tor ener­gé­ti­co mun­dial y el resul­ta­do es un aumen­to de los pre­cios. Por ejem­plo: el año pasa­do no hubo sufi­cien­te «vien­to», el vien­to «decep­cio­nó», el invierno se pro­lon­gó… e inme­dia­ta­men­te subie­ron los precios.

Ade­más, los euro­peos no acep­ta­ron nues­tras opor­tu­nas pro­pues­tas de man­te­ner los con­tra­tos a lar­go pla­zo para el sumi­nis­tro de gas natu­ral a los paí­ses euro­peos, inclu­so empe­za­ron a ocul­tar­los. Muchos siguen tra­ba­jan­do en ello, pero «a escon­di­das». Todo esto tuvo con­se­cuen­cias nega­ti­vas para Euro­pa y su mer­ca­do ener­gé­ti­co: los pre­cios subie­ron. Pero está cla­ro que Rusia no tuvo nada que ver.

En cuan­to el pre­cio del gas, por ejem­plo, subió, los pre­cios de los fer­ti­li­zan­tes subie­ron inme­dia­ta­men­te, por­que algu­nos de estos fer­ti­li­zan­tes se pro­du­cen, entre otras cosas, «a cos­ta» del gas. Todo está inter­co­nec­ta­do. En cuan­to subie­ron los pre­cios de los fer­ti­li­zan­tes, muchas empre­sas, inclui­das las de los paí­ses euro­peos, deja­ron de ser ren­ta­bles y empe­za­ron a cerrar por com­ple­to, con lo que el volu­men de fer­ti­li­zan­tes en el mer­ca­do mun­dial cayó brus­ca­men­te y los pre­cios, simé­tri­ca­men­te, subie­ron. Se podría decir que los pre­cios inclu­so subie­ron de for­ma espec­ta­cu­lar, ya que fue bas­tan­te «ines­pe­ra­do» para muchos polí­ti­cos europeos.

Sin embar­go, les había­mos adver­ti­do de ello, por lo que no tenía nada que ver con la ope­ra­ción mili­tar espe­cial de Rusia en el Don­bass, ¡nada que ver!

Lue­go vimos en la siguien­te eta­pa, cuan­do empe­zó nues­tra ope­ra­ción, a socios euro­peos, ame­ri­ca­nos, que supues­ta­men­te empe­za­ron a tomar medi­das, pero estas solo empeo­ra­ron la situa­ción, tan­to en el sec­tor de los ali­men­tos como en el de los fer­ti­li­zan­tes. Por cier­to, en mate­ria de abo­nos, Rusia tie­ne el 25% del mer­ca­do mun­dial y, recor­de­mos que, en abo­nos potá­si­cos, como me dijo Ale­xan­der Gri­gor­ye­vich Lukashen­ka –por supues­to, hay que com­pro­bar­lo, pero creo que esto se corres­pon­de con la reali­dad– para los abo­nos potá­si­cos Rusia y Bie­lo­rru­sia– el 45% del mer­ca­do mun­dial. Este es un volu­men enorme.

Pero el ren­di­mien­to depen­de de la can­ti­dad de abono inver­ti­do en el sue­lo. Una vez que que­dó cla­ro que no habría más de nues­tros fer­ti­li­zan­tes en el mer­ca­do mun­dial, los pre­cios de los fer­ti­li­zan­tes como de los ali­men­tos subie­ron inme­dia­ta­men­te tan­to, por­que si no hay fer­ti­li­zan­tes, no hay la pro­duc­ción agrí­co­la nece­sa­ria. Una cosa lle­va a la otra, pero Rusia no tie­ne abso­lu­ta­men­te nada que ver. Nues­tros pro­pios «socios» han come­ti­do muchos erro­res, y aho­ra bus­can un chi­vo expia­to­rio, y por supues­to en este sen­ti­do Rusia es el can­di­da­to más conveniente.

Ante­rior­men­te, por cier­to, la infor­ma­ción «cayó» que en el nue­vo paque­te de san­cio­nes euro­peas –inclu­ye la espo­sa del jefe de una de nues­tras mayo­res empre­sas de fer­ti­li­zan­tes. ¿A qué cree que con­du­ci­rá esto?

Esto es lo que hay: la situa­ción empeorará.

Al fin y al cabo, los bri­tá­ni­cos y lue­go los esta­dou­ni­den­ses –los anglo­sa­jo­nes– impu­sie­ron san­cio­nes a nues­tros fer­ti­li­zan­tes. Enton­ces, al dar­se cuen­ta de lo que ocu­rría, los esta­dou­ni­den­ses levan­ta­ron las san­cio­nes… pero no los europeos.

En sus con­tac­tos con­mi­go, ellos mis­mos dicen: sí, sí, tene­mos que pen­sar en ello, tene­mos que hacer algo al res­pec­to, pero hoy veo que solo han empeo­ra­do esta situa­ción, en los mer­ca­dos mun­dia­les de fer­ti­li­zan­tes, y por lo tan­to las pers­pec­ti­vas de cose­cha son mucho más modes­tas, lo que sig­ni­fi­ca que los pre­cios subirán, eso es todo. Es abso­lu­ta­men­te mio­pe, erró­neo, por lo que yo diría… sim­ple­men­te una polí­ti­ca estú­pi­da que lle­va a un calle­jón sin salida.

Pero se acu­sa a Rusia des­de las altas esfe­ras de que en reali­dad hay grano, pero… en los puer­tos ucra­nia­nos, y Rusia no per­mi­ti­ría la expor­ta­ción de este grano.

Es un farol. Y he aquí por qué.

En pri­mer lugar, hay cosas obje­ti­vas, de las que habla­ré aho­ra. En el mun­do se pro­du­cen anual­men­te unos 800 millo­nes de tone­la­das de cerea­les y tri­go. Aho­ra nos dicen que Ucra­nia está dis­pues­ta a expor­tar 20 millo­nes de tone­la­das. 20 millo­nes de tone­la­das en rela­ción con lo que se pro­du­ce en el mun­do, 800 millo­nes de tone­la­das es el 2,5%. Pero si par­ti­mos de la base de que en la can­ti­dad total de ali­men­tos en el mun­do, el tri­go repre­sen­ta solo el 20% –y no son «nues­tros» datos, sino los de la ONU – , sig­ni­fi­ca que estos 20 millo­nes de tone­la­das de tri­go ucra­niano repre­sen­tan el 0,5%, nada. Este es el pri­mer «hecho testaduro».

En segun­do lugar, 20 millo­nes de tone­la­das de tri­go ucra­niano es una esti­ma­ción de las expor­ta­cio­nes poten­cia­les. A día de hoy, las pro­pias auto­ri­da­des nor­te­ame­ri­ca­nas dicen que hoy Ucra­nia podría expor­tar seis millo­nes de tone­la­das de tri­go –según nues­tro Minis­te­rio de Agri­cul­tu­ra, no son seis, sino unos cin­co millo­nes de tone­la­das, pero diga­mos seis– y, estos son los datos de nues­tro Minis­te­rio de Agri­cul­tu­ra, sie­te millo­nes de tone­la­das de tri­go. Pode­mos con­cluir que no es mucho.

En la actual cam­pa­ña agrí­co­la −2021−2022− los rusos expor­ta­re­mos 37 millo­nes, y para 2022 – 2023, creo que aumen­ta­re­mos esta expor­ta­ción has­ta 50 millo­nes de tone­la­das… sea dicho de paso.

Pero vol­vien­do a la expor­ta­ción de grano ucra­niano, no lo impe­di­mos. Hay muchas for­mas de expor­tar grano…

Ya he dicho muchas veces a todos nues­tros cole­gas: ¡que lo acla­ren! Y, por favor, dejen que los bar­cos de grano sal­gan de los puer­tos. Garan­ti­za­mos su paso pací­fi­co, segu­ro y sin pro­ble­mas por aguas inter­na­cio­na­les. No hay pro­ble­ma, así que por favor, depen­de de ustedes.

Para noso­tros, esto sig­ni­fi­ca des­pe­jar los pasos y dra­gar el fon­do del Mar Negro de los bar­cos hun­di­dos por el ejér­ci­to ucra­niano para impe­dir el acce­so a los puer­tos del sur de Ucra­nia y del Don­bass. Esta­mos dis­pues­tos a hacer­lo, no apro­ve­cha­re­mos nues­tras ope­ra­cio­nes de des­mi­na­do para rea­li­zar ata­ques des­de el mar, como ya he dicho al res­pec­to. Este es el pri­mer punto.

En segun­do lugar, exis­te otra posi­bi­li­dad: los puer­tos del Mar de Azov –Ber­diansk, Mariu­pol– están bajo nues­tro con­trol, esta­mos dis­pues­tos a per­mi­tir la expor­ta­ción sin pro­ble­mas de estas can­ti­da­des de grano ucra­niano que tran­si­tan por estos puer­tos. Así que, ¡por favor! Noso­tros… ya hemos empe­za­do, esta­mos ter­mi­nan­do el tra­ba­jo de des­mi­na­do –las tro­pas ucra­nia­nas han mina­do tres veces, pero el tra­ba­jo está lle­gan­do a su fin. Esta­mos dis­pues­tos a pro­por­cio­nar la logís­ti­ca necesaria.

Ten­ga la segu­ri­dad de que lo haremos.

Este es el segun­do punto.

Ter­cer pun­to: es posi­ble expor­tar grano des­de Ucra­nia a tra­vés del Danu­bio y Rumanía.

Cuar­to: Es posi­ble hacer­lo a tra­vés de Hungría.

Quin­to: Es posi­ble hacer­lo a tra­vés de Polo­nia. Sí, hay pro­ble­mas téc­ni­cos espe­cí­fi­cos, por­que el ancho de vía es dife­ren­te, por lo que es nece­sa­rio cam­biar los bogies de los vago­nes. Pero es cues­tión de unas pocas horas, eso es todo.

Por supues­to, para ello es nece­sa­rio levan­tar las san­cio­nes a Bie­lo­rru­sia… Pero ese no es nues­tro pro­ble­ma. En cada caso, el Pre­si­den­te de Bie­lo­rru­sia Ale­xan­der Gri­gor­ye­vich [Lukashen­ko] plan­tea la cues­tión, es cier­to: si alguien quie­re resol­ver un pro­ble­ma, si lo hay, ¡expor­te grano ucra­niano, por favor! El camino más fácil es a tra­vés de Bielorrusia.

Por nues­tra par­te, nadie interferirá.

Así que en eso con­sis­te el «pro­ble­ma» de la expor­ta­ción de la pro­duc­ción de cerea­les de Ucrania.

¿Cuál podría ser la con­di­ción para garan­ti­zar la logís­ti­ca de expor­ta­ción des­de los puer­tos que están bajo nues­tro con­trol? ¿Cuá­les serían los posi­bles términos?

Nin­gu­na, nin­gu­na condición.

Entien­dan que garan­ti­za­re­mos el trans­por­te pací­fi­co, garan­ti­za­re­mos la segu­ri­dad de los acce­sos a estos puer­tos, garan­ti­za­re­mos la entra­da de buques extran­je­ros y su cir­cu­la­ción por el Mar de Azov y el Mar Negro en todas las direc­cio­nes. Don­de, por cier­to, muchos bar­cos están atas­ca­dos hoy en los puer­tos ucra­nia­nos bogies­bar­cos extran­je­ros, doce­nas de bar­cos. Están sim­ple­men­te ence­rra­dos allí y, por cier­to, las tri­pu­la­cio­nes con­ti­núan estan­do rete­ni­das como rehenes.

Entre­vis­ta rea­li­za­da el 3 de junio de 2022

Fuen­te: https://arretsurinfo.ch/entretien-de-poutine-avec-pavel-zaroubin-de-russia‑1/

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