La reha­bi­li­ta­ción del nazismo

Como pro­fe­sor de his­to­ria, el tema de la Ale­ma­nia nazi siem­pre sus­ci­ta muchas pre­gun­tas entre los alum­nos. ¿Cómo con­si­guie­ron los nazis con­ven­cer a la pobla­ción para que les vota­ra? ¿Cómo con­ven­cie­ron a la gen­te para que acep­ta­ra su pro­gra­ma fas­cis­ta y sus polí­ti­cas bár­ba­ras? ¿Cómo se pro­du­jo el Holocausto?

Aun­que se ha dis­cu­ti­do el papel de la pro­pa­gan­da y la cen­su­ra, y el mie­do a opo­ner­se al régi­men nazi, los estu­dian­tes sue­len encon­trar­se algo des­con­cer­ta­dos. Ade­más, muchos sos­tie­nen inva­ria­ble­men­te que hoy en día, gra­cias a las redes socia­les, inter­net y otros méto­dos de comu­ni­ca­ción, los males del nazis­mo no podrían vol­ver a florecer.

Sin embar­go, esto está a pun­to de cam­biar. No hay más que ver cómo el Bata­llón Azov, una mili­cia nazi ucra­nia­na de pleno dere­cho y con gran influen­cia, ha sido blan­quea­do en el espa­cio de diez sema­nas. Mien­tras que antes del 24 de febre­ro de 2022 se les reco­no­cía como un bata­llón neo­na­zi, estos fas­cis­tas se pre­sen­tan aho­ra como valien­tes defen­so­res de un pue­blo opri­mi­do, que luchan valien­te­men­te con­tra obs­tácu­los insuperables.

En el pasa­do, hemos sido dema­sia­do cons­cien­tes del papel que desem­pe­ñan los medios de comu­ni­ca­ción y las gran­des tec­no­lo­gías en la pro­pa­gan­da y la fabri­ca­ción del con­sen­ti­mien­to. Ya sea que los prin­ci­pa­les medios de comu­ni­ca­ción repi­tan como loros los temas de con­ver­sa­ción del esta­blish­ment, que face­book, twit­ter y you­tu­be cen­su­ren las opi­nio­nes disi­den­tes, o que pay­pal nie­gue a los medios de comu­ni­ca­ción el acce­so a sus pro­pias cuen­tas apa­ren­te­men­te debi­do a sus posi­cio­nes polí­ti­cas, el domi­nio occi­den­tal de la des­in­for­ma­ción pare­ce estar en su cenit.

Sin embar­go, los eter­nos pro­vee­do­res occi­den­ta­les de noti­cias fal­sas, como el New York Times, la CNN y la BBC, pre­ten­den ser los guar­dia­nes de la ver­dad, la inte­gri­dad y la mora­li­dad. Y ello a pesar de que sus men­ti­ras faci­li­ta­ron la matan­za y muer­te de más de un millón de hom­bres, muje­res y niños duran­te la inva­sión y ocu­pa­ción de Irak.

Pero con­ti­núa, has­ta el día de hoy. Des­de el fan­tas­ma de Kiev has­ta la Isla de las Ser­pien­tes, los medios de comu­ni­ca­ción colec­ti­vos occi­den­ta­les han actua­do como taquí­gra­fos de los regí­me­nes occi­den­tal y ucra­niano. Los ejem­plos son dema­sia­do nume­ro­sos para men­cio­nar­los, pero la cober­tu­ra mediá­ti­ca del ata­que aéreo a una esta­ción de tren en Kra­ma­torsk pro­por­cio­nó un ejem­plo sor­pren­den­te del papel pro­pa­gan­dís­ti­co abier­to y cíni­co que los medios de comu­ni­ca­ción occi­den­ta­les han desem­pe­ña­do a lo lar­go de este conflicto.

Los ata­ques con misi­les que mata­ron a más de cin­cuen­ta per­so­nas e hirie­ron a más de cien reci­bie­ron ini­cial­men­te una amplia cober­tu­ra, con imá­ge­nes en las por­ta­das de todos los medios de comu­ni­ca­ción occi­den­ta­les. Sin embar­go, en cua­ren­ta y ocho horas, la his­to­ria des­apa­re­ció y ape­nas se men­cio­nó. Esto se debió a que un equi­po de perio­dis­tas ita­lia­nos iden­ti­fi­có uno de los misi­les como el tipo uti­li­za­do por las fuer­zas ucra­nia­nas. La his­to­ria de los ucra­nia­nos matan­do a civi­les no enca­ja­ba cla­ra­men­te en la pro­pa­gan­da colec­ti­va de Occi­den­te y, en con­se­cuen­cia, los muer­tos y heri­dos pasa­ron a ser ins­tan­tá­nea­men­te irrelevantes.

Los medios de comu­ni­ca­ción occi­den­ta­les han vol­ca­do aho­ra su mali­cio­sa mito­lo­gía en el bata­llón nazi Azov de Ucra­nia. Esta for­ma­ción abier­ta­men­te nazi, des­cen­dien­te de los ban­di­dos fas­cis­tas de la Segun­da Gue­rra Mun­dial, es aho­ra defen­di­da feroz­men­te por el colec­ti­vo occidental.

Curio­sa­men­te, los Azov fue­ron acep­ta­dos ante­rior­men­te como una mili­cia nazi de extre­ma dere­cha y su pre­sen­cia e influen­cia se con­si­de­ra­ba una fuer­za oscu­ra en Ucra­nia. Sus ritua­les e insig­nias fas­cis­tas, su cul­to al fas­cis­ta Ste­pan Ban­de­ra y su adhe­sión a la ideo­lo­gía nazi no deja­ban lugar a dudas de que eran fas­cis­tas com­pro­me­ti­dos, y en muchos medios de comu­ni­ca­ción occi­den­ta­les se les des­cri­bía habi­tual­men­te como neonazis.

Sin embar­go, des­de el 24 de febre­ro se pro­du­jo un cam­bio sorprendente.

Aho­ra se igno­ra que el Bata­llón Azov es una orga­ni­za­ción nazi. La BBC, bra­zo pro­pa­gan­dís­ti­co del Esta­do bri­tá­ni­co, emi­tió un repor­ta­je de nue­ve minu­tos en el que argu­men­ta­ba, casi supli­can­do, que los com­ba­tien­tes de Azov no eran fas­cis­tas, sino sim­ple­men­te un bata­llón inte­gra­do en el ejér­ci­to ucra­niano. Mien­tras tan­to, la MSNBC entre­vis­tó a los nazis de Azov ense­ñan­do a las ancia­nas a usar las armas, y los perió­di­cos, des­de el Finan­cial Times has­ta el New York Times, pre­sen­tan aho­ra a los Azov como valien­tes defen­so­res de Ucrania.

El obje­ti­vo evi­den­te de esta des­ver­gon­za­da ope­ra­ción mediá­ti­ca es des­le­gi­ti­mar las pre­ten­sio­nes rusas de des­na­zi­fi­ca­ción, afir­man­do que no exis­te un pro­ble­ma nazi en Ucra­nia. Inclu­so en las raras oca­sio­nes en las que los medios de comu­ni­ca­ción se refie­ren a la ideo­lo­gía de las uni­da­des Azov y, de hecho, a la pre­sen­cia de otros gru­pos fas­cis­tas y de extre­ma dere­cha como el C14, Sec­tor Dere­cho y Svo­bo­da, afir­man que tie­nen un impac­to míni­mo en la polí­ti­ca ucra­nia­na, seña­lan­do sus esca­sos resul­ta­dos elec­to­ra­les. Lo que no seña­lan es que los par­ti­dos «mayo­ri­ta­rios» están apli­can­do polí­ti­cas que los fas­cis­tas apo­yan. Ade­más, la idea de que la repre­sen­ta­ción par­la­men­ta­ria es una medi­da de influen­cia es absur­da cuan­do se con­si­de­ran orga­ni­za­cio­nes como Al Qae­da e Isis.

De hecho, un líder del gru­po fas­cis­ta C14, Yevhen Karas, des­cri­bió el gol­pe de Mai­dan en 2014 como una «vic­to­ria de las ideas nacio­na­lis­tas». Con­ti­nuó dicien­do que sin la influen­cia de los gru­pos fas­cis­tas, Mai­dan no habría sido más que un «des­fi­le gay».

Pero esto es aho­ra una ver­dad incó­mo­da para el Occi­den­te colec­ti­vo. Por lo tan­to, Azov y sus com­pa­ñe­ros de via­je ya no son nazis ni fas­cis­tas. Solo son «patrio­tas incomprendidos».

Por supues­to, esto no es nada nue­vo. Cuan­do se tra­ta de hipo­cre­sía, el Occi­den­te colec­ti­vo la tie­ne a rau­da­les. Ya sea apo­yan­do a los muyahi­di­nes en Afga­nis­tán, al ISIS y a Al Nus­ra en Siria, o a los fas­cis­tas en Ucra­nia, el Occi­den­te colec­ti­vo ha demos­tra­do care­cer de toda moral cuan­do se tra­ta de ser­vir a sus pro­pios intereses.

Aho­ra, al igual que Isis y Al Nus­ra son «rebel­des mode­ra­dos», los fas­cis­tas de Azov son gue­rre­ros nacio­na­lis­tas bien intencionados.

Así que, según nues­tras supues­tas demo­cra­cias libe­ra­les, aun­que haya nazis malos, tam­bién hay fas­cis­tas bue­nos, cuya adhe­sión al nazis­mo no es más que un capri­cho ideo­ló­gi­co. Obvia­men­te, los que están de nues­tro lado son los nazis bue­nos. Y es el Occi­den­te colec­ti­vo el que siem­pre deci­de quién es quién.

Pero una cosa está cla­ra aho­ra: la for­ma des­ca­ra­da en que el nazis­mo se hizo acep­ta­ble a tra­vés de una cam­pa­ña de pro­pa­gan­da sis­te­má­ti­ca e impla­ca­ble res­pon­de­rá a las pre­gun­tas que los estu­dian­tes hacen sobre cómo los nazis ale­ma­nes lle­ga­ron al poder en 1933 y lue­go lle­va­ron a cabo las polí­ti­cas que hicieron.

Una vez me dije­ron hace muchos años: «Si se ras­ca a un libe­ral, san­gra un fascista».

Los acon­te­ci­mien­tos de los últi­mos meses han demos­tra­do lo cier­to que es ese vie­jo adagio.

Roddy Kee­nan

9 de mayo de 2022

Fuen­te: https://​arretsu​rin​fo​.ch/​r​e​d​o​r​e​r​-​l​e​-​b​l​a​s​o​n​-​d​u​-​n​a​z​i​s​m​e​/​?​u​t​m​_​s​o​u​r​c​e​=​r​s​s​&​u​t​m​_​m​e​d​i​u​m​=​r​s​s​&​u​t​m​_​c​a​m​p​a​i​g​n​=​r​e​d​o​r​e​r​-​l​e​-​b​l​a​s​o​n​-​d​u​-​n​a​z​i​sme

Artikulua gustoko al duzu? / ¿Te ha gustado este artículo?

Twitter
Facebook
Telegram

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *