Mili­tar sui­zo, exper­to de la ONU, ana­li­za con bis­tu­rí la gue­rra en Ucrania

Entre­vis­ta con Jac­ques Baud, coro­nel del ejer­ci­to sui­zo, exper­to en inte­li­gen­cia mili­tar y adjun­to en la OTAN y la ONU: «El enfo­que béli­co ruso es muy dife­ren­te al de Esta­dos Unidos»

Sr. Baud, usted cono­ce la región don­de aho­ra hay gue­rra. ¿Qué con­clu­sio­nes ha saca­do de lo que esta ocu­rrien­do en Ucrania?

Jac­ques Baud:

Usted es exper­to en la situa­ción en Ucra­nia. Su acti­vi­dad pro­fe­sio­nal le ha lle­va­do a la actual región de cri­sis. ¿Cómo per­ci­bes lo que está pasando?

Es una locu­ra, inclu­so pode­mos decir que hay una ver­da­de­ra his­te­ria. Lo que me sor­pren­de, y me moles­ta mucho, es que nadie se pre­gun­te por qué los rusos lan­za­ron esta ope­ra­ción. Nadie quie­re abo­gar por la gue­rra, y cier­ta­men­te yo tam­po­co. Pero como exje­fe de «Polí­ti­ca y Doc­tri­na» en el Depar­ta­men­to de Ope­ra­cio­nes de Man­te­ni­mien­to de la Paz de la ONU en Nue­va York duran­te dos años, siem­pre me hago la pre­gun­ta: ¿Cómo lle­ga­mos al pun­to de ini­ciar una guerra?

¿Cuál fue tu tarea en la ONU?

La ONU nece­si­ta­ba enten­der cómo ocu­rren las gue­rras, qué fac­to­res con­du­cen a la paz y qué se pue­de hacer para evi­tar bajas o cómo pre­ve­nir la gue­rra. Si no entien­des cómo suce­de la gue­rra, enton­ces no pue­des encon­trar una solu­ción. Esta­mos exac­ta­men­te en esta situa­ción. Cada país está impo­nien­do sus pro­pias san­cio­nes con­tra Rusia, y sabe­mos muy bien que esto no va a nin­gu­na par­te. Lo que me impac­tó par­ti­cu­lar­men­te fue la decla­ra­ción del Minis­tro de Eco­no­mía de Fran­cia de que quie­ren des­truir la eco­no­mía de Rusia con el obje­ti­vo de hacer sufrir al pue­blo ruso. Tal afir­ma­ción es indignante.

¿Cómo eva­lúa la ofen­si­va rusa?

Ata­car a otro Esta­do va en con­tra de los prin­ci­pios del dere­cho inter­na­cio­nal. Pero tam­bién se debe con­si­de­rar el tras­fon­do de tal deci­sión. En pri­mer lugar, hay que dejar cla­ro que Putin ni está loco ni ha per­di­do el con­tac­to con la reali­dad. Es una per­so­na metó­di­ca y sis­te­má­ti­ca, es decir, muy rusa. Creo que era cons­cien­te de las con­se­cuen­cias de su ope­ra­ción en Ucra­nia. Eva­luó, obvia­men­te con razón, que, si rea­li­za­ba una ope­ra­ción «peque­ña» para pro­te­ger a la pobla­ción de Don­bass o una ope­ra­ción «masi­va» a favor de la pobla­ción de Don­bas y de los intere­ses nacio­na­les de Rusia, las con­se­cuen­cias serían las mis­mas. Enton­ces, fue a por la solu­ción máxima.

¿Cuál es el obje­ti­vo de Rusia?

Cier­ta­men­te no está diri­gi­do con­tra la pobla­ción ucra­nia­na. Putin lo ha dicho una y otra vez. Tam­bién se pue­de ver en los hechos. Rusia sigue sumi­nis­tran­do gas a Ucra­nia. Los rusos no han impe­di­do eso. No han cerra­do Inter­net. No han des­trui­do las plan­tas eléc­tri­cas y el sumi­nis­tro de agua. Aun­que, tales ser­vi­cios pue­den haber­se dete­ni­do en las áreas de com­ba­te. Pero el enfo­que béli­co ruso es muy dife­ren­te al de los esta­dou­ni­den­ses, están los ejem­plos en la exYu­gos­la­via, Irak y Libia. Cuan­do los paí­ses occi­den­ta­les ata­ca­ron a estas nacio­nes, pri­me­ro des­tru­ye­ron el sumi­nis­tro de agua y elec­tri­ci­dad y toda la infraestructura.

¿Por qué Occi­den­te actúa de esta manera?

El enfo­que occi­den­tal, es nece­sa­rio ana­li­zar­lo des­de el pun­to de vis­ta de su doc­tri­na ope­ra­ti­va, se basa en la idea de que si des­tru­yes la infra­es­truc­tu­ra, la pobla­ción se rebe­la­rá con­tra «el dic­ta­dor» y podrás des­ha­cer­te de él. Esta fue tam­bién la estra­te­gia duran­te la Segun­da Gue­rra Mun­dial, cuan­do ciu­da­des ale­ma­nas como Colo­nia, Ber­lín, Ham­bur­go, Dres­de, etc. fue­ron bom­bar­dea­das has­ta su des­truc­ción. Apun­ta­ron direc­ta­men­te a la pobla­ción civil para que hubie­ra un levan­ta­mien­to. El gobierno pier­de su poder a cau­sa de un levan­ta­mien­to y ganas la gue­rra sin poner en peli­gro a tus pro­pias tro­pas. Esa es la teo­ría [la prác­ti­ca es muy distinta].

¿Cuál es el enfo­que ruso?

Es com­ple­ta­men­te dife­ren­te. Han anun­cia­do cla­ra­men­te su obje­ti­vo. Quie­ren la «des­mi­li­ta­ri­za­ción» y «des­na­zi­fi­ca­ción» de Ucra­nia. Si sigues hones­ta­men­te la situa­ción, eso es exac­ta­men­te lo que están hacien­do. Por supues­to, una gue­rra es una gue­rra y, lamen­ta­ble­men­te, siem­pre hay muer­tes en el pro­ce­so, pero es intere­san­te ver qué dicen los núme­ros. El vier­nes 4 de mar­zo, la ONU infor­mó de 265 civi­les ucra­nia­nos muer­tos. Por la noche, el Minis­te­rio de Defen­sa ruso cal­cu­ló el núme­ro de sol­da­dos muer­tos en 498. Esto sig­ni­fi­ca que hay más víc­ti­mas entre los mili­ta­res rusos que entre los civi­les del lado ucra­niano. Si aho­ra com­pa­ra esto con Irak o Libia, enton­ces es exac­ta­men­te lo con­tra­rio con las gue­rras que des­ata occidente.

¿Los medios occi­den­ta­les no están mos­tran­do la verdad?

No. Nues­tros medios afir­man que los rusos quie­ren des­truir­lo todo, pero eso obvia­men­te no es cier­to. Tam­bién me preo­cu­pa la for­ma en que nues­tros medios retra­tan a Putin, hablan como si de repen­te el «tirano» deci­dió ata­car y con­quis­tar Ucra­nia. Esta­dos Uni­dos advir­tió duran­te varios meses que habría un ata­que sor­pre­sa, pero no pasó nada.

Por cier­to, los ser­vi­cios de inte­li­gen­cia y los líde­res ucra­nia­nos han nega­do repe­ti­da­men­te esas adver­ten­cias esta­dou­ni­den­ses. Si se obser­va dete­ni­da­men­te los infor­mes mili­ta­res y los pre­pa­ra­ti­vos sobre el terreno, uno pue­de com­pro­bar con bas­tan­te cla­ri­dad que Putin no tenía inten­ción de ata­car Ucra­nia has­ta media­dos de febrero.

¿Por qué cam­bió eso? ¿Que ha sucedido?

Hay que saber algu­nas cosas pri­me­ro, de lo con­tra­rio no se entien­de. El 24 de mar­zo de 2021, el pre­si­den­te ucra­niano Zelensky emi­tió un decre­to pre­si­den­cial para recu­pe­rar Cri­mea. Lue­go comen­zó a mover al ejér­ci­to ucra­niano al sur y sur­es­te, hacia Don­bass. Des­de hace un año, hay una gran con­cen­tra­ción de tro­pas ucra­nia­nas en la fron­te­ra sur de Ucra­nia. Zelensky siem­pre sos­tu­vo que los rusos no ata­ca­rían Ucra­nia. El minis­tro de Defen­sa de Ucra­nia tam­bién lo con­fir­mó en repe­ti­das oca­sio­nes. Del mis­mo modo, el jefe del Con­se­jo de Segu­ri­dad de Ucra­nia decla­ró en diciem­bre y enero que no había seña­les de un ata­que ruso con­tra Ucrania.

¿Era un truco?

No, y estoy segu­ro que Putin no que­ría ata­car Ucra­nia, dijo esto repe­ti­da­men­te. Obvia­men­te, hubo pre­sión de Esta­dos Uni­dos para empe­zar la gue­rra. Esta­dos Uni­dos tie­ne poco inte­rés en la pro­pia Ucra­nia. Lo que que­rían era aumen­tar la pre­sión sobre Ale­ma­nia para cerrar Nord Stream II. Que­rían que Ucra­nia pro­vo­ca­ra a Rusia y, si Rusia reac­cio­na­ba, el Nord Stream II se congelaría.

Se alu­dió a tal esce­na­rio cuan­do Olaf Scholz visi­tó Washing­ton, y Scholz cla­ra­men­te no que­ría acep­tar­lo. Esa no es solo mi opi­nión, hay muchos diplo­má­ti­cos esta­dou­ni­den­ses que lo enten­die­ron así: uno de los obje­ti­vos prin­ci­pa­les era Nord Stream II, y no hay que olvi­dar que este gaso­duc­to se cons­tru­yó a pedi­do de los ale­ma­nes. Es fun­da­men­tal­men­te un pro­yec­to ale­mán. Por­que Ale­ma­nia nece­si­ta más gas para lograr sus obje­ti­vos ener­gé­ti­cos y climáticos.

¿Por qué Esta­dos Uni­dos esta intere­sa­da en el conflicto?

Des­de la Segun­da Gue­rra Mun­dial, la polí­ti­ca esta­dou­ni­den­se siem­pre ha sido evi­tar que Ale­ma­nia y Rusia (o la URSS) tra­ba­jen más estre­cha­men­te. Esto es a pesar del hecho de que los ale­ma­nes tie­nen un mie­do his­tó­ri­co a los rusos. Pero estos dos paí­ses son las dos mayo­res poten­cias de Euro­pa. His­tó­ri­ca­men­te, siem­pre ha habi­do rela­cio­nes eco­nó­mi­cas entre Ale­ma­nia y Rusia. Y Esta­dos Uni­dos siem­pre ha tra­ta­do de evi­tar eso.

No hay que olvi­dar que, en una gue­rra nuclear, Euro­pa sería el cam­po de bata­lla. Eso sig­ni­fi­ca que, en tal caso, los intere­ses de Euro­pa y Esta­dos Uni­dos no serían nece­sa­ria­men­te los mis­mos. Esto expli­ca por qué en la déca­da de 1980 la Unión Sovié­ti­ca apo­yó los movi­mien­tos paci­fis­tas en Ale­ma­nia. Una rela­ción más estre­cha entre Ale­ma­nia y Rusia haría inú­til la estra­te­gia nuclear estadounidense.

¿Por qué Esta­dos Uni­dos cri­ti­ca la depen­den­cia ener­gé­ti­ca de Alemania?

Es iró­ni­co que Esta­dos Uni­dos cri­ti­que la depen­den­cia ener­gé­ti­ca de Ale­ma­nia o euro­pea de Rusia. Rusia es el segun­do mayor pro­vee­dor de petró­leo del mun­do. Esta­dos Uni­dos com­pra su petró­leo prin­ci­pal­men­te a Cana­dá, lue­go a Rusia, Méxi­co y Ara­bia Sau­di­ta. Esto sig­ni­fi­ca que Esta­dos Uni­dos depen­de en par­te de Rusia. Esto tam­bién es cier­to para los moto­res de sus cohe­tes, por ejem­plo. Eso no moles­ta a Esta­dos Uni­dos. Pero sí le moles­ta que los euro­peos depen­dan de Rusia.

Duran­te la Gue­rra Fría, Rusia, más bien, la Unión Sovié­ti­ca, siem­pre res­pe­tó todos los con­tra­tos de gas. La for­ma de pen­sar rusa a este res­pec­to es muy simi­lar a la sui­za. Rusia tie­ne una men­ta­li­dad res­pe­tuo­sa de la ley; se sien­te obli­ga­do por las reglas al igual que Sui­za. No sig­ni­fi­ca que no ten­gan emo­cio­nes, pero cuan­do se esta­ble­cen reglas, las cum­plen. Duran­te la Gue­rra Fría, la Unión Sovié­ti­ca nun­ca hizo una cone­xión entre el comer­cio y la polí­ti­ca. En este sen­ti­do la dispu­ta rela­cio­na­da con Ucra­nia es prin­ci­pal­men­te política.

Según Brze­zins­ki, Ucra­nia sería cla­ve para domi­nar Eura­sia ¿Que papel jue­ga esta teo­ría en esta guerra?

Brze­zins­ki fue sin duda un gran pen­sa­dor y toda­vía influ­ye en el pen­sa­mien­to estra­té­gi­co de Esta­dos Uni­dos. Pero no creo que este aspec­to sea cla­ve en esta cri­sis en par­ti­cu­lar. Ucra­nia es cier­ta­men­te impor­tan­te. Pero la cues­tión de quién domi­na o con­tro­la Ucra­nia no es el pun­to prin­ci­pal aquí. Los rusos no pre­ten­den con­tro­lar Ucra­nia. El pro­ble­ma de Ucra­nia para Rusia, como para otros paí­ses, es estratégico.

¿Que sig­ni­fi­ca eso?

En toda la dis­cu­sión que se está lle­van­do a cabo en todas par­tes se están igno­ran­do cues­tio­nes cru­cia­les. La gen­te está hablan­do de armas nuclea­res, pero es como si estu­vie­ran vien­do una pelí­cu­la. La reali­dad es algo dife­ren­te. Los rusos quie­ren esta­ble­cer una dis­tan­cia entre las fuer­zas mili­ta­res de la OTAN y Rusia. El poder de la OTAN no es otro que el poder nuclear esta­dou­ni­den­se. Esa es la esen­cia de la OTAN. Cuan­do tra­ba­ja­ba en la OTAN, Jens Stol­ten­berg ‑enton­ces mi jefe- solía decir: «La OTAN es una poten­cia nuclear». Hoy, Esta­dos Uni­dos ha des­ple­ga­do sus sis­te­mas de misi­les en Polo­nia y Ruma­nia, que inclu­yen los sis­te­mas de lan­za­mien­to MK-41.

¿Son estas armas defensivas?

Esta­dos Uni­dos, por supues­to, dice que son pura­men­te defen­si­vos. De hecho, pue­des dis­pa­rar misi­les anti­ba­lís­ti­cos des­de estos lan­za­do­res. Pero tam­bién pue­des lan­zar misi­les nuclea­res con el mis­mo sis­te­ma. Estas ram­pas están a pocos minu­tos de Mos­cú. Si en una situa­ción de mayor ten­sión en Euro­pa los rusos detec­tan, con imá­ge­nes sate­li­ta­les o inte­li­gen­cia, acti­vi­da­des en estas pla­ta­for­mas que indi­quen pre­pa­ra­ti­vos para un lan­za­mien­to, ¿espe­ra­rán has­ta que se lan­cen misi­les nuclea­res hacia Moscú?

Por supues­to que no. Inme­dia­ta­men­te lan­za­rían un ata­que pre­ven­ti­vo. Toda esta situa­ción se agra­vó des­pués que Esta­dos Uni­dos se reti­ra­ra del Tra­ta­do ABM [Tra­ta­do de Misi­les Anti­ba­lís­ti­cos]. Según este Tra­ta­do, no se podían imple­men­tar sis­te­mas de este tipo en Euro­pa. La idea era pre­ci­sa­men­te man­te­ner un cier­to tiem­po de reac­ción en caso de enfren­ta­mien­to. Eso fue por­que pue­den ocu­rrir erro­res no intencionados.

Tuvi­mos algo así duran­te la Gue­rra Fría. Cuan­to mayor sea la dis­tan­cia entre los misi­les nuclea­res, más tiem­po tie­nes para reac­cio­nar. Si los misi­les se des­plie­gan dema­sia­do cer­ca del terri­to­rio ruso, Rusia no ten­drá tiem­po para reac­cio­nar en caso de un ata­que y se corre el ries­go de entrar en una gue­rra nuclear mucho más rápi­do. Esto afec­ta a todos los paí­ses veci­nos. Los sovié­ti­cos, en su épo­ca, se die­ron cuen­ta de esto, por eso crea­ron el Pac­to de Varsovia.

Pri­me­ro fue la OTAN… La OTAN se fun­dó en 1949 y el Pac­to de Var­so­via solo seis años des­pués. La razón fue el rear­me de la RFA y su ingre­so en la OTAN en 1955. Si miras el mapa de 1949, pue­des ver una bre­cha muy gran­de entre el poder nuclear de la OTAN y el de la URSS. Mien­tras la OTAN avan­za­ba hacia la fron­te­ra rusa, al incluir a Ale­ma­nia, Rusia reac­cio­nó con el Pac­to de Var­so­via. En ese momen­to, los paí­ses de Euro­pa del Este ya eran todos comu­nis­tas y esta­ban bajo con­trol de sus pro­pios par­ti­dos comu­nis­tas. La URSS que­ría tener un cin­tu­rón de segu­ri­dad a su alre­de­dor, por lo que creó el Pac­to de Var­so­via. Que­ría man­te­ner un «gla­cis» (defen­sa for­ti­fi­ca­da) para poder librar una gue­rra con­ven­cio­nal duran­te el mayor tiem­po posi­ble. Esa era la idea: hacer una gue­rra con­ven­cio­nal el mayor tiem­po posi­ble y evi­tar meter­se en la nuclear.

¿Sigue sien­do así hoy en día?

Des­pués de la Gue­rra Fría, la estra­te­gia nuclear que­dó algo olvi­da­da. La segu­ri­dad ya no era una cues­tión de armas nuclea­res. La gue­rra de Irak, la gue­rra de Afga­nis­tán fue­ron gue­rras con armas con­ven­cio­na­les, y la dimen­sión nuclear esta­ba fue­ra de la vis­ta. Pero los rusos no lo han olvi­da­do. Pien­san estra­té­gi­ca­men­te. En ese momen­to, visi­té el Esta­do Mayor de la Aca­de­mia Voroshi­lov en Mos­cú. Allí se podía ver cómo pien­sa la gen­te. Pien­san estra­té­gi­ca­men­te, tal como se debe pen­sar en tiem­pos de guerra.

¿Ocu­rre eso hoy?

Hoy se pue­de ver muy cla­ra­men­te. La gen­te de Putin pien­sa estra­té­gi­ca­men­te. Los rusos tie­nen un pen­sa­mien­to estra­té­gi­co, un pen­sa­mien­to ope­ra­ti­vo y un pen­sa­mien­to tác­ti­co. Los paí­ses occi­den­ta­les, como hemos vis­to en Afga­nis­tán o Irak, no tie­nen estrategia.

Este es exac­ta­men­te el pro­ble­ma que tie­nen los fran­ce­ses en Malí. Malí aho­ra ha exi­gi­do que aban­do­nen el país, por­que los fran­ce­ses están matan­do gen­te sin una estra­te­gia y sin un obje­ti­vo estra­té­gi­co. Con los rusos es com­ple­ta­men­te dife­ren­te, pien­san estra­té­gi­ca­men­te. Tie­nen un obje­ti­vo. Es lo mis­mo con Putin.

En nues­tros medios se nos dice que Putin ha pues­to en jue­go armas nuclea­res. ¿Tam­bién ha oído eso?

Sí, Vla­di­mir Putin puso sus fuer­zas nuclea­res en aler­ta de nivel 1 el 27 de febre­ro. Pero, esto es solo la mitad de la his­to­ria. Los días 11 y 12 de febre­ro se cele­bró en Múnich la con­fe­ren­cia sobre segu­ri­dad. Zelensky esta­ba allí. Indi­có que que­ría adqui­rir armas nuclea­res. Esto se inter­pre­tó como una ame­na­za poten­cial y se encen­dió la luz roja en el Kremlin.

Para enten­der­lo, tene­mos que recor­dar el Acuer­do de Buda­pest de 1994. Se tra­ta­ba de des­truir los misi­les nuclea­res en el terri­to­rio de las exre­pú­bli­cas sovié­ti­cas, dejan­do solo a Rusia como poten­cia nuclear. Ucra­nia tam­bién entre­gó las armas nuclea­res a Rusia a cam­bio de la invio­la­bi­li­dad de sus fron­te­ras. Cuan­do Cri­mea vol­vió a Rusia, en 2014, Ucra­nia dijo que no cum­pli­ría con el acuer­do de 1994.

Vol­va­mos a las armas nuclea­res. ¿Qué dijo real­men­te Putin?

Si Zelensky qui­sie­ra recu­pe­rar las armas nuclea­res, eso sin duda sería inacep­ta­ble para Putin. Si tie­ne armas nuclea­res jus­to en la fron­te­ra, hay muy poco tiem­po de adver­ten­cia. Duran­te la con­fe­ren­cia de pren­sa pos­te­rior a la visi­ta de Macron, Putin dejó en cla­ro que si la dis­tan­cia entre la OTAN y Rusia era peque­ña, esto podría gene­rar com­pli­ca­cio­nes sin que nos dié­ra­mos cuenta.

Pero el ele­men­to deci­si­vo estu­vo en el ini­cio de la ope­ra­ción con­tra Ucra­nia, cuan­do el minis­tro de Exte­rio­res fran­cés ame­na­zó a Putin decla­ran­do que la OTAN era una poten­cia nuclear. Putin reac­cio­nó ele­van­do el nivel de aler­ta de sus fuer­zas nuclea­res. Nues­tros medios, por supues­to, no men­cio­na­ron esto. Putin es rea­lis­ta; tie­ne los pies en la tie­rra y tie­ne un propósito.

¿Qué lle­vó a Putin a inter­ve­nir mili­tar­men­te ahora?

El 24 de mar­zo de 2021, Zelensky emi­tió un decre­to pre­si­den­cial para recon­quis­tar Cri­mea por la fuer­za. Comen­zó los pre­pa­ra­ti­vos para hacer­lo. Si esa fue su ver­da­de­ra inten­ción o sim­ple­men­te una manio­bra polí­ti­ca, no lo sabe­mos. Lo que hemos vis­to, sin embar­go, es que refor­zó masi­va­men­te el ejér­ci­to ucra­niano en la región de Don­bass y en el sur hacia Crimea.

Por supues­to, los rusos se die­ron cuen­ta de esta con­cen­tra­ción de tro­pas. Al mis­mo tiem­po, la OTAN reali­zó gran­des ejer­ci­cios entre el Bál­ti­co y el Mar Negro. Com­pren­si­ble­men­te, esto lle­vó a los rusos a reac­cio­nar. Rea­li­za­ron ejer­ci­cios en el dis­tri­to mili­tar sur. Las cosas se cal­ma­ron des­pués de eso y, en sep­tiem­bre, Rusia lle­vó a cabo los ejer­ci­cios «Zapad 21» pla­nea­dos des­de hacía mucho tiem­po. Estos ejer­ci­cios se rea­li­zan cada cua­tro años. Al final de los ejer­ci­cios, algu­nas tro­pas per­ma­ne­cie­ron cer­ca de Bie­lo­rru­sia. Estas eran uni­da­des del Dis­tri­to Mili­tar del Este. La mayor par­te del equi­po que que­dó allí se guar­dó para una gran manio­bra pla­nea­da con Bie­lo­rru­sia para prin­ci­pios de este año.

¿Cómo reac­cio­nó Occi­den­te ante esto?

Euro­pa y espe­cial­men­te Esta­dos Uni­dos inter­pre­ta­ron esto como un refuer­zo de las capa­ci­da­des ofen­si­vas con­tra Ucra­nia. Exper­tos mili­ta­res inde­pen­dien­tes, pero tam­bién el jefe del Con­se­jo de Segu­ri­dad de Ucra­nia, dije­ron que en ese momen­to no se esta­ban rea­li­zan­do pre­pa­ra­ti­vos para la gue­rra. El equi­po deja­do por Rusia en octu­bre no esta­ba des­ti­na­do a una ope­ra­ción ofensiva.

Sin embar­go, los lla­ma­dos exper­tos mili­ta­res occi­den­ta­les, espe­cial­men­te en Fran­cia, inter­pre­ta­ron esto como pre­pa­ra­ti­vos para la gue­rra y comen­za­ron a desig­nar a Putin como un loco. Así evo­lu­cio­nó la situa­ción des­de fina­les de octu­bre de 2021 has­ta prin­ci­pios de este año. La for­ma en que Esta­dos Uni­dos y Ucra­nia se comu­ni­ca­ron sobre este tema fue muy con­tra­dic­to­ria. Esta­dos Uni­dos adver­tía sobre una ofen­si­va pla­ni­fi­ca­da, mien­tras que Ucra­nia la nega­ba. Fue un ida y vuel­ta permanente.

La OSCE infor­mó que se bom­bar­deó el Don­bass en febre­ro de este año ¿Qué pasó en febrero?

A fines de enero, la situa­ción pare­cía evo­lu­cio­nar. Esta­dos Uni­dos habló con Zelensky y se obser­va­ron lige­ros cam­bios. Des­de prin­ci­pios de febre­ro, Esta­dos Uni­dos habla de un ata­que ruso inmi­nen­te y comien­za a difun­dir esce­na­rios de ata­que. Anto­nio Blin­ken, en el Con­se­jo de Segu­ri­dad de la ONU, expli­ca cómo se desa­rro­lla­ría un ata­que ruso según la inte­li­gen­cia estadounidense.

Esto nos recuer­da la situa­ción de 2002/​2003 antes del ata­que a Irak. Allí, tam­bién, las expli­ca­cio­nes que dio Esta­dos Uni­dos supues­ta­men­te se basa­ron en aná­li­sis de inte­li­gen­cia. Como sabe­mos eso no era cier­to, Irak no tenía armas de des­truc­ción masi­vas. De hecho, la CIA no con­fir­mó esa hipó­te­sis. Como resul­ta­do, Donald Rums­feld no se basó en la CIA, sino en un peque­ño gru­po con­fi­den­cial den­tro del Depar­ta­men­to de Defen­sa, que había sido espe­cial­men­te crea­do para elu­dir los aná­li­sis de la CIA.

¿De dón­de vie­ne esa información?

En el con­tex­to de Ucra­nia, Blin­ken hizo exac­ta­men­te lo mis­mo. En toda la dis­cu­sión que pre­ce­dió a la ofen­si­va rusa se apre­cia la ausen­cia total de los aná­li­sis de la CIA y de las agen­cias de inte­li­gen­cia occi­den­ta­les. Todo lo que Blin­ken nos con­tó pro­ce­día de un equi­po que él mis­mo mon­tó, el «Tiger Team». Los esce­na­rios que se nos pre­sen­ta­ron no pro­ve­nían de un aná­li­sis de inte­li­gen­cia, sino de unos auto­de­no­mi­na­dos exper­tos que inven­ta­ron un esce­na­rio con agen­da política.

Así nació el rumor de que los rusos esta­ban a pun­to de ata­car. Enton­ces, el 16 de febre­ro, Joe Biden dijo que sabía que los rusos esta­ban a pun­to de ata­car. Pero cuan­do se le pre­gun­tó cómo sabía eso, res­pon­dió que Esta­dos Uni­dos tenía muy bue­nas capa­ci­da­des de inte­li­gen­cia, sin men­cio­nar a la CIA o la Ofi­ci­na de Inte­li­gen­cia Nacional.

Enton­ces, ¿pasó algo el 16 de febrero?

Ese día, hubo un aumen­to exa­ge­ra­do en las vio­la­cio­nes del alto el fue­go por par­te del ejér­ci­to ucra­niano a lo lar­go de la línea de alto el fue­go, la lla­ma­da «línea de con­tac­to». Siem­pre ha habi­do vio­la­cio­nes en los últi­mos ocho años, pero des­de el 12 de febre­ro, el aumen­to fue des­co­mu­nal, inclui­das las explo­sio­nes, espe­cial­men­te en las regio­nes de Donetsk y Lugansk. Lo sabe­mos por­que lo infor­mó la misión de la OSCE en el Don­bass. Estos infor­mes se pue­den leer en los Infor­mes dia­rios de la OSCE.

¿Cuál era el obje­ti­vo del ejér­ci­to ucraniano?

Esta era sin duda la fase ini­cial de una ofen­si­va con­tra el Don­bass. Cuan­do el fue­go de arti­lle­ría se inten­si­fi­có, las auto­ri­da­des de ambas repú­bli­cas comen­za­ron a eva­cuar a la pobla­ción civil hacia Rusia. En una entre­vis­ta, Ser­gei Lavrov men­cio­nó más de 100.000 refu­gia­dos. En Rusia, esto fue vis­to como el ini­cio de una ope­ra­ción a gran escala.

¿Cuá­les fue­ron las consecuencias?

Esta acción del ejér­ci­to ucra­niano des­en­ca­de­nó todo. A par­tir de ese momen­to, para Putin que­da­ba cla­ro que Ucra­nia iba a lle­var a cabo una ofen­si­va con­tra las dos repú­bli­cas. El 15 de febre­ro, el par­la­men­to ruso, la Duma, había adop­ta­do una reso­lu­ción pro­po­nien­do el reco­no­ci­mien­to de la inde­pen­den­cia de estas repú­bli­cas. Al prin­ci­pio Putin no reac­cio­nó, pero a medi­da que se inten­si­fi­ca­ban los ata­ques, deci­dió el 21 de febre­ro res­pon­der posi­ti­va­men­te a la peti­ción parlamentaria.

¿Por qué Putin dio este paso?

En esa situa­ción, no tuvo más reme­dio que hacer­lo, por­que el pue­blo ruso no habría enten­di­do que no hicie­ra nada para pro­te­ger a la pobla­ción de habla rusa del Don­bass. Para Putin esta­ba cla­ro que, inter­vi­nie­ra solo para ayu­dar a las repú­bli­cas popu­la­res o para inva­dir toda Ucra­nia, Occi­den­te reac­cio­na­ría igual­men­te con san­cio­nes masi­vas. En un pri­mer paso, reco­no­ció la inde­pen­den­cia de las dos repú­bli­cas, lue­go, el mis­mo día, con­clu­yó tra­ta­dos de amis­tad y coope­ra­ción con cada una de ellas. A par­tir de enton­ces, podría invo­car el artícu­lo 51 de la Car­ta de las Nacio­nes Uni­das, que le per­mi­tía inter­ve­nir para asis­tir a las dos repú­bli­cas en el mar­co de la defen­sa colec­ti­va y la legí­ti­ma defen­sa. Así creó la base legal para su inter­ven­ción militar.

¿Pero no solo ayu­dó a las repú­bli­cas, tam­bién ata­có a toda Ucrania?

Putin tenía dos opcio­nes: pri­me­ro, sim­ple­men­te ayu­dar al Don­bass de habla rusa con­tra la ofen­si­va mili­tar ucra­nia­na; segun­do, lle­var a cabo un ata­que más pro­fun­do en toda Ucra­nia para neu­tra­li­zar sus capa­ci­da­des mili­ta­res. Tam­bién tuvo en cuen­ta que, hicie­ra lo que hicie­ra, le llo­ve­rían las san­cio­nes. Por eso ha apos­ta­do cla­ra­men­te por la varian­te máxi­ma; sin embar­go, debe seña­lar­se que Putin nun­ca ha dicho que quie­ra apo­de­rar­se de Ucra­nia. Sus obje­ti­vos son cla­ros: des­mi­li­ta­ri­za­ción y desnazificación.

¿Cuál es el tras­fon­do de esos objetivos?

La des­mi­li­ta­ri­za­ción es com­pren­si­ble, ya que Ucra­nia había reu­ni­do a todo su ejér­ci­to en el sur, entre Don­bass y Cri­mea. Una ope­ra­ción rápi­da le per­mi­ti­ría rodear a estas tro­pas. Esto es lo que suce­dió, y gran par­te del ejér­ci­to ucra­niano se encuen­tra actual­men­te rodea­do en un gran bol­són en la región del Don­bass, entre Slav­yansk, Kra­ma­torsk y Seve­ro­do­netsk. Los rusos lo han rodea­do y están en pro­ce­so de neutralizarlo.

Aho­ra, en cuan­to a la lla­ma­da des­na­zi­fi­ca­ción, cuan­do los rusos dicen esto no es una fra­se vacía. Para com­pen­sar la fal­ta de fia­bi­li­dad del ejér­ci­to ucra­niano, este país ha desa­rro­lla­do pode­ro­sas fuer­zas para­mi­li­ta­res des­de 2014, inclui­do, por ejem­plo, el famo­so regi­mien­to Azov. Pero hay muchos más. Hay una gran can­ti­dad de estos gru­pos que están bajo el man­do de Ucra­nia, pero no están com­pues­tos exclu­si­va­men­te por ucra­nia­nos. El regi­mien­to Azov, por ejem­plo, com­pren­de 19 nacio­na­li­da­des, entre ellas fran­ce­sa, sui­za, etc. Es una ver­da­de­ra legión extran­je­ra. En total, estos gru­pos de extre­ma dere­cha cuen­tan con unos 100.000 com­ba­tien­tes, según Reuters.

¿Por qué hay tan­tas orga­ni­za­cio­nes para­mi­li­ta­res en Ucrania?

En 2015/​2016 estu­ve en Ucra­nia con la OTAN. Ucra­nia tenía un gran pro­ble­ma, se esta­ban que­dan­do sin sol­da­dos, por­que el ejér­ci­to ucra­niano tenía muchas bajas debi­do a accio­nes que no eran de com­ba­te. Tuvie­ron bajas por sui­ci­dios y pro­ble­mas con el alcohol. Tenían difi­cul­ta­des para encon­trar reclu­tas. Me pidie­ron que ayu­da­ra debi­do a mi expe­rien­cia con la ONU. Enton­ces, fui a Ucra­nia varias veces. El pun­to prin­ci­pal era que el ejér­ci­to no tenía cre­di­bi­li­dad entre la pobla­ción y tam­po­co den­tro de las fuer­zas arma­das. Es por eso que Ucra­nia ha fomen­ta­do y desa­rro­lla­do cada vez más las fuer­zas para­mi­li­ta­res. Son faná­ti­cos impul­sa­dos por el extre­mis­mo de derecha.

¿De dón­de vie­ne ese extre­mis­mo de derecha?

Sus orí­ge­nes se remon­tan a la déca­da de 1930. Des­pués de los años de ham­bru­na extre­ma, que pasa­ron a la his­to­ria como el Holo­do­mor, sur­gió una resis­ten­cia al poder sovié­ti­co. Para finan­ciar la moder­ni­za­ción de la URSS, Sta­lin había con­fis­ca­do las cose­chas, pro­vo­can­do ham­bru­nas. El NKVD, el pre­cur­sor de la KGB (que era al mis­mo tiem­po el Minis­te­rio del Inte­rior y Segu­ri­dad), imple­men­tó esta polí­ti­ca. La NKVD esta­ba orga­ni­za­da sobre una base terri­to­rial y en Ucra­nia había muchos judíos en los pues­tos de man­do superiores.

Como resul­ta­do, todo se con­fun­dió en una sola ideo­lo­gía: odio a los comu­nis­tas, odio a los rusos y odio a los judíos. Los pri­me­ros gru­pos de extre­ma dere­cha datan de esta épo­ca y aún exis­ten. Duran­te la Segun­da Gue­rra Mun­dial, los ale­ma­nes nece­si­ta­ban estos gru­pos, como la OUN (Orga­ni­za­ción Ucra­nia­na Nacio­na­lis­ta) de Stephan Ban­de­ra y el Ejér­ci­to Insur­gen­te Ucra­niano. Los nazis usa­ron a estas orga­ni­za­cio­nes para luchar en la reta­guar­dia soviética.

En ese momen­to, las fuer­zas del Ter­cer Reich eran vis­tas como liber­ta­do­ras, como la 2ª divi­sión blin­da­da de las SS, «Das Reich», que había libe­ra­do Jár­kov de los sovié­ti­cos en 1943 y que toda­vía hoy se cele­bra en Ucra­nia. El epi­cen­tro geo­grá­fi­co de esta resis­ten­cia de extre­ma dere­cha esta­ba en Lvov, hoy Lviv, en la anti­gua Galitzia. Esta región inclu­so tenía su «pro­pia» 14ª Divi­sión Pan­zer Gre­na­dier SS Galitzia, una divi­sión de las SS com­pues­ta en su tota­li­dad por ucranianos.

¿La OUN se for­mó duran­te la Segun­da Gue­rra Mun­dial y sobre­vi­vió al perío­do soviético?

Des­pués de la Segun­da Gue­rra Mun­dial, el enemi­go era la Unión Sovié­ti­ca. La URSS no había logra­do eli­mi­nar por com­ple­to estos movi­mien­tos anti­so­vié­ti­cos duran­te la gue­rra. Esta­dos Uni­dos, Fran­cia y Gran Bre­ta­ña se die­ron cuen­ta de que la OUN podía ser útil y la apo­ya­ron para luchar con­tra la URSS con sabo­ta­jes y armas. Has­ta prin­ci­pios de la déca­da de 1960, los insur­gen­tes ucra­nia­nos fue­ron apo­ya­dos por Occi­den­te a tra­vés de ope­ra­cio­nes clan­des­ti­nas como Aerody­na­mic, Valua­ble, Minos, Capa­cho y otras.

Des­de enton­ces, Ucra­nia ha man­te­ni­do una estre­cha rela­ción con Occi­den­te y la OTAN. Hoy, es la debi­li­dad del ejér­ci­to ucra­niano lo que ha lle­va­do al uso de tro­pas faná­ti­cas de ultra­de­re­cha. Creo que el tér­mino neo­na­zis no es del todo exac­to, aun­que tie­nen ideas muy pare­ci­das, lle­van sus sím­bo­los, son vio­len­tos y antisemitas.

Des­pués de 2014, se sus­cri­bie­ron dos acuer­dos para paci­fi­car la situa­ción en Ucra­nia. ¿Cuál es el sig­ni­fi­ca­do de los acuer­dos en el con­tex­to de la dispu­ta actual?

Sí, es impor­tan­te enten­der esto, por­que el incum­pli­mien­to de estos dos acuer­dos bási­ca­men­te con­du­jo a la gue­rra de hoy. Des­de 2014, supues­ta­men­te había una solu­ción para el con­flic­to, esta solu­ción esta­ba en los acuer­dos de Minsk. En sep­tiem­bre de 2014, el ejér­ci­to ucra­niano ya no podía mane­jar el con­flic­to, a pesar de que fue ase­so­ra­do por la OTAN. Esta­ba fallan­do regu­lar­men­te. Por eso tuvo que com­pro­me­ter­se con los acuer­dos de Minsk I en sep­tiem­bre de 2014. Se tra­ta­ba de un acuer­do entre el gobierno ucra­niano y repre­sen­tan­tes de las dos auto­pro­cla­ma­das repú­bli­cas de Donetsk y Lugansk, con garan­tes euro­peos y rusos.

¿Cómo se pro­du­jo el naci­mien­to de estas dos repúblicas?

Para enten­der, nece­si­ta­mos retro­ce­der un poco en esta his­to­ria. En oto­ño de 2013, la Unión Euro­pea que­ría con­cluir un acuer­do comer­cial y eco­nó­mi­co con Ucra­nia. La Unión Euro­pea esta­ba ofre­cien­do a Ucra­nia una garan­tía de desa­rro­llo con sub­si­dios, con expor­ta­cio­nes e impor­ta­cio­nes, etc. Las auto­ri­da­des ucra­nia­nas que­rían cerrar el tra­to. Pero esto tenían un gra­ve pro­ble­ma, la indus­tria y la agri­cul­tu­ra ucra­nia­nas esta­ban orien­ta­das hacia Rusia. Por ejem­plo, los ucra­nia­nos desa­rro­lla­ban moto­res para avio­nes rusos, no para avio­nes euro­peos o esta­dou­ni­den­ses. Enton­ces, la orien­ta­ción gene­ral de la indus­tria era hacia el Este, no hacia el Oes­te. En tér­mi­nos de cali­dad, Ucra­nia difí­cil­men­te podría com­pe­tir con el mer­ca­do euro­peo. Por lo tan­to, las auto­ri­da­des que­rían coope­rar con la Unión Euro­pea man­te­nien­do rela­cio­nes eco­nó­mi­cas con Rusia.

¿Habría sido eso posible?

Por su par­te, Rusia no tuvo nin­gún pro­ble­ma con los pla­nes de Ucra­nia. Pero tam­bién que­ría man­te­ner sus rela­cio­nes eco­nó­mi­cas con Ucra­nia. Por lo tan­to, pro­pu­so esta­ble­cer un gru­po de tra­ba­jo tri­par­ti­to para ela­bo­rar dos acuer­dos: uno entre Ucra­nia y la Unión Euro­pea y otro entre Ucra­nia y Rusia. El obje­ti­vo era cubrir los intere­ses de todas las par­tes. Pero fue la Unión Euro­pea, a tra­vés de Barro­so, la que pidió a Ucra­nia que eli­gie­ra entre Rusia y la Unión Euro­pea. Ucra­nia pidió tiem­po para pen­sar en una solu­ción. Des­pués de eso, la Unión Euro­pea y los Esta­dos Uni­dos no juga­ron limpio.

¿Por qué?

La pren­sa occi­den­tal titu­ló: «Rusia pre­sio­na a Ucra­nia para que impi­da el tra­ta­do con la Unión Euro­pea». Eso no era cier­to. Este no era el caso. El gobierno ucra­niano siguió mos­tran­do inte­rés en el tra­ta­do con la Unión Euro­pea, pero sim­ple­men­te que­ría más tiem­po para con­si­de­rar solu­cio­nes a esta com­ple­ja situa­ción. Pero los medios euro­peos no lo dije­ron. Los días siguien­tes, extre­mis­tas de dere­cha del oes­te del país apa­re­cie­ron en el Mai­dan de Kiev. Todo lo que suce­dió allí con la apro­ba­ción y el apo­yo de Occi­den­te es real­men­te terri­ble. Pero deta­llar todo aquí es dema­sia­do para expli­car­lo en una entrevista.

¿Qué suce­dió des­pués que Yanu­ko­vich, el pre­si­den­te ele­gi­do demo­crá­ti­ca­men­te, fue­ra derrocado?

El nue­vo gobierno pro­vi­sio­nal ‑sur­gi­do del gol­pe nacio­na­lis­ta de extre­ma dere­cha- como pri­mer acto ofi­cial, cam­bió la ley de idio­mas en Ucra­nia. Esto demues­tra que el gol­pe no tuvo nada que ver con la demo­cra­cia, sino que fue pro­duc­to de los ultra­na­cio­na­lis­tas que orga­ni­za­ron el levantamiento.

Este cam­bio legal des­ató una tor­men­ta en las regio­nes de habla rusa. Se orga­ni­za­ron gran­des mani­fes­ta­cio­nes en todas las ciu­da­des del sur de habla rusa, en Odes­sa, Mariu­pol, Donetsk, Lugansk, Cri­mea, etc. Las auto­ri­da­des ucra­nia­nas reac­cio­na­ron de for­ma bru­tal, repri­mien­do con el ejér­ci­to. Se pro­cla­ma­ron bre­ve­men­te repú­bli­cas autó­no­mas en Odes­sa, Khar­kov, Dne­pro­pe­trovsk, Lugansk y Donetsk. Se com­ba­tió con extre­ma bru­ta­li­dad y final­men­te que­da­ron dos: Donetsk y Lugansk, que se auto­pro­cla­ma­ron repú­bli­cas autónomas.

¿Cómo legi­ti­ma­ron su estatus?

Hicie­ron refe­rén­dums en mayo de 2014, para tener auto­no­mía, y esto es muy, muy impor­tan­te. Si miras nues­tros medios en los últi­mos meses, solo hablan de «sepa­ra­tis­tas». Pero es una men­ti­ra: los medios occi­den­ta­les siem­pre habla­ron de sepa­ra­tis­tas, pero esto es fal­so, en los refe­rén­dums se men­cio­na­ba cla­ra­men­te la auto­no­mía den­tro de Ucra­nia. Estas repú­bli­cas que­rían algún tipo de solu­ción sui­za, por así decir­lo. Des­pués que el pue­blo voto favo­ra­ble­men­te la auto­no­mía, las auto­ri­da­des pidie­ron el reco­no­ci­mien­to de las repú­bli­cas por par­te de Rusia, pero el gobierno de Putin se negó.

¿Cri­mea no está tam­bién rela­cio­na­do con esto?

Habi­tual­men­te, olvi­da­mos que Cri­mea era inde­pen­dien­te, inclu­so antes de que Ucra­nia se inde­pen­di­za­ra. En enero de 1991, mien­tras aún exis­tía la Unión Sovié­ti­ca, Cri­mea cele­bró un refe­rén­dum que se ges­tio­nó des­de Mos­cú y no des­de Kiev. Así se con­vir­tió en una Repú­bli­ca Socia­lis­ta Sovié­ti­ca Autó­no­ma. Ucra­nia no hizo su pro­pio refe­rén­dum de inde­pen­den­cia has­ta seis meses des­pués, en agos­to de 1991. En ese momen­to, Cri­mea no se con­si­de­ra­ba par­te de Ucra­nia. Pero Ucra­nia no acep­tó esto.

Entre 1991 y 2014 fue una lucha cons­tan­te entre las dos enti­da­des. Cri­mea tenía su pro­pia cons­ti­tu­ción con sus pro­pias auto­ri­da­des. En 1995, ani­ma­da por el Memo­rán­dum de Buda­pest, Ucra­nia derro­có al gobierno de Cri­mea con fuer­zas mili­ta­res y dero­gó su cons­ti­tu­ción. Pero esto nun­ca se men­cio­na, ya que arro­ja­ría una luz com­ple­ta­men­te dife­ren­te sobre el desa­rro­llo actual.

¿Qué que­ría la gen­te de Crimea?

De hecho, los habi­tan­tes de Cri­mea se con­si­de­ra­ban inde­pen­dien­tes. Los decre­tos impues­tos des­de Kiev esta­ban en total con­tra­dic­ción con el refe­rén­dum de 1991 y expli­ca por qué Cri­mea cele­bró un nue­vo refe­rén­dum en 2014, des­pués de que el nue­vo gobierno ultra­na­cio­na­lis­ta lle­ga­ra al poder en Ucra­nia. Su resul­ta­do fue muy simi­lar al de trein­ta años antes.

Des­pués del refe­rén­dum, Cri­mea pidió unir­se a la Fede­ra­ción Rusa. No fue Rusia quien con­quis­tó Cri­mea, fue el pue­blo el que auto­ri­zó a sus auto­ri­da­des a pedir­le a Rusia que los aco­gie­ra. En el tra­ta­do de amis­tad entre Rusia y Ucra­nia fir­ma­do en 1997, Ucra­nia garan­ti­za­ba la diver­si­dad cul­tu­ral de las mino­rías en el país. Cuan­do el idio­ma ruso fue prohi­bi­do como idio­ma ofi­cial en febre­ro de 2014, se esta­ba vio­lan­do ese tratado.

¿Las per­so­nas que no cono­cen todo esto corren el ries­go de juz­gar mal la situación?

Eso me pare­ce, ade­más en los Acuer­dos de Minsk se garan­ti­za­ba la auto­no­mía de las repú­bli­cas del Don­bass. Fue­ron garan­tes, por el lado ucra­niano Ale­ma­nia y Fran­cia y Rusia del lado de las auto­pro­cla­ma­das repú­bli­cas de Donetsk y Lugansk. Este papel lo desem­pe­ña­ron en el mar­co de la OSCE. La Unión Euro­pea no esta­ba invo­lu­cra­da, era un asun­to de la OSCE. Inme­dia­ta­men­te des­pués de los Acuer­dos de Minsk I, Ucra­nia lan­zó una ope­ra­ción con­tra las dos repú­bli­cas autó­no­mas. El gobierno ucra­niano igno­ró por com­ple­to el acuer­do que aca­ba­ba de fir­mar. El ejér­ci­to ucra­niano sufrió otra derro­ta total en Debal­tse­vo. Fue una debacle.

¿Esto tam­bién tuvo lugar con el apo­yo de la OTAN?

Sí, y uno se pre­gun­ta qué hicie­ron los ase­so­res mili­ta­res de la OTAN por­que las fuer­zas arma­das de los rebel­des derro­ta­ron total­men­te al ejér­ci­to ucra­niano. Esto con­du­jo a un segun­do acuer­do, Minsk II, fir­ma­do en febre­ro de 2015, que fue la base para una reso­lu­ción del Con­se­jo de Segu­ri­dad de la ONU. Por lo tan­to, este acuer­do era vin­cu­lan­te según el dere­cho inter­na­cio­nal y debía implementarse.

¿Esto tam­bién ha sido moni­to­rea­do por la ONU?

No, a nadie le impor­ta­ba, y apar­te de Rusia, nadie exi­gió el cum­pli­mien­to del acuer­do de Minsk II. De repen­te, solo se habla­ba del for­ma­to de Nor­man­día. Pero eso no tenía sen­ti­do. Ese «for­ma­to» nació duran­te la cele­bra­ción del Día D en junio de 2014. Fue­ron invi­ta­dos anti­guos pro­ta­go­nis­tas de la Segun­da Gue­rra Mun­dial, jefes de Esta­do alia­dos, así como Ale­ma­nia y Ucra­nia. En el for­ma­to de Nor­man­día, solo esta­ban repre­sen­ta­dos los jefes de Esta­do, las repú­bli­cas autó­no­mas obvia­men­te no esta­ban pre­sen­tes. Ucra­nia nun­ca qui­so hablar con los repre­sen­tan­tes de Lugansk y Donetsk. Pero, si lees los acuer­dos de Minsk, com­prue­bas inme­dia­ta­men­te que debió haber­se rea­li­za­do un refe­rén­dum para que se pudie­ra modi­fi­car (en un sen­ti­do fede­ral) la cons­ti­tu­ción ucra­nia­na. Este pro­ce­so interno lo impi­dió el gobierno ucraniano.

Pero, los ucra­nia­nos tam­bién fir­ma­ron el acuerdo…

Sí, pero Ucra­nia deci­dió cul­par a Rusia de su pro­ble­ma interno. Los ucra­nia­nos afir­ma­ron que Rusia había ata­ca­do a Ucra­nia y que ese era el ori­gen de los pro­ble­mas. Pero, para todos los que visi­ta­mos el país, esta­ba cla­ro que era un pro­ble­ma domés­ti­co. Des­de 2014, los moni­to­res de la OSCE nun­ca han vis­to uni­da­des mili­ta­res rusas. Ambos Acuer­dos son muy cla­ros y pre­ci­sos: la solu­ción debe encon­trar­se den­tro de Ucra­nia. Se tra­ta­ba de otor­gor una cier­ta auto­no­mía den­tro del país, y solo Ucra­nia podía resol­ver ese pro­ble­ma. No tenía nada que ver con Rusia.

¿Para eso se nece­si­ta­ba un ajus­te a la constitución?

Sí, exac­ta­men­te, pero no se hizo. Ucra­nia no dio nin­gún paso al res­pec­to. Los miem­bros del Con­se­jo de Segu­ri­dad de la ONU tam­po­co se comprometieron.

¿Cómo se com­por­tó Rusia?

La posi­ción de Rusia siem­pre ha sido la mis­ma. Que­ría que se imple­men­ta­ran los Acuer­dos de Minsk. Nun­ca cam­bió su posi­ción duran­te ocho años. Duran­te esos ocho años ha habi­do varias vio­la­cio­nes de fron­te­ras, bom­bar­deos de arti­lle­ría, etc., pero Rusia nun­ca ha pues­to en duda el cum­pli­mien­to de los acuerdos.

¿Cómo pro­ce­dió Ucrania?

Ucra­nia pro­mul­gó una ley a prin­ci­pios de julio del año pasa­do. Era una ley que otor­ga dife­ren­tes dere­chos a los ciu­da­da­nos en fun­ción de su ori­gen étni­co. Esta legis­la­ción recuer­da mucho a las leyes racia­les de Nurem­berg de 1935. Solo los ver­da­de­ros ucra­nia­nos tie­nen ple­nos dere­chos, mien­tras que los demás solo tie­nen dere­chos limitados.

Jus­to des­pués de esto, Putin escri­bió un artícu­lo en el que expli­ca­ba la géne­sis his­tó­ri­ca de Ucra­nia. Cri­ti­có el hecho de que se pudie­ra hacer una dis­tin­ción entre ucra­nia­nos étni­cos y rusos. Escri­bió el artícu­lo en res­pues­ta a esa ley. Pero, en Euro­pa esto se inter­pre­tó como que no reco­no­cía a Ucra­nia como Esta­do, y que su artícu­lo bus­ca­ba jus­ti­fi­car una posi­ble ane­xión de Ucra­nia. En Occi­den­te, la gen­te cree esto, y son con­ta­dos con los dedos de una mano los que han leí­do el artícu­lo de Putin. Es obvio que en Occi­den­te el obje­ti­vo era dar una ima­gen de Putin lo más nega­ti­va posi­ble. He leí­do el artícu­lo; tie­ne per­fec­to sentido.

¿Qué espe­ra­ban los rusos de Putin?

Hay muchos rusos en Ucra­nia. Putin tenía que decir algo. No hubie­ra sido correc­to para su pue­blo (tam­bién des­de el pun­to de vis­ta del dere­cho inter­na­cio­nal) no decir nada ante una ley dis­cri­mi­na­to­ria con los rusos ucra­nia­nos. Todos estos peque­ños deta­lles son par­te impor­tan­te del con­flic­to, de lo con­tra­rio no enten­de­mos lo que está pasan­do. Esta es la úni­ca mane­ra de poner en pers­pec­ti­va el com­por­ta­mien­to de Putin y ver los meca­nis­mos que pro­vo­ca­ron la gue­rra. No pue­do decir si Putin es bueno o malo. Pero el jui­cio que hace­mos de él en Occi­den­te está cla­ra­men­te basa­do en ele­men­tos falsos.

¿Qué opi­na de la reac­ción de Sui­za, con el fin de la neutralidad?

Es un desas­tre. Rusia ha ela­bo­ra­do una lis­ta de 48 «Esta­dos hos­ti­les» y Sui­za tam­bién está en ella. Este es ver­da­de­ra­men­te un cam­bio de épo­ca, pero del que la pro­pia Sui­za es res­pon­sa­ble. Sui­za siem­pre ha sido «el per­so­na­je en el medio». Hemos faci­li­ta­do el diá­lo­go con todos los Esta­dos y hemos teni­do el cora­je de estar «en el medio». Hay his­te­ria con res­pec­to a las san­cio­nes. Rusia está muy bien pre­pa­ra­da para esta situa­ción, sufri­rá, pero está pre­pa­ra­da para sopor­tar su impac­to. Sin embar­go, el prin­ci­pio de las san­cio­nes es total­men­te erró­neo. Hoy, las san­cio­nes han reem­pla­za­do a la diplomacia.

Lo hemos vis­to con Vene­zue­la, con Cuba, Irak, Irán, etc. Estos Esta­dos no han hecho más que tener una polí­ti­ca que no agra­da a Esta­dos Uni­dos. Ese ha sido su «fatal» error. Cuan­do veo que los atle­tas dis­ca­pa­ci­ta­dos han sido sus­pen­di­dos de los Jue­gos Para­lím­pi­cos me fal­tan las pala­bras. Es total­men­te inapro­pia­do. Afec­ta a per­so­nas indi­vi­dua­les, es sim­ple­men­te per­ver­so. Es tan cruel como cuan­do el Minis­tro de Rela­cio­nes Exte­rio­res de Fran­cia dice que el pue­blo ruso debe sufrir san­cio­nes. Quien diga esto no tie­ne honor a mis ojos. No hay nada posi­ti­vo en comen­zar una gue­rra, pero reac­cio­nar así es sim­ple­men­te vergonzoso.

¿Qué pien­sa cuan­do hay gen­te que sale a la calle con­tra la gue­rra en Ucrania?

Me pre­gun­to: ¿qué hace que la gue­rra en Ucra­nia sea peor que la gue­rra con­tra Irak, Yemen, Siria o Libia? En estos casos sabe­mos que no hubo san­cio­nes con­tra el agre­sor, Esta­dos Uni­dos. ¿Quién se mani­fies­ta por Yemen? ¿Quién se mani­fes­tó por Libia, quién se mani­fes­tó por Afga­nis­tán? No sabe­mos por qué Esta­dos Uni­dos esta­ba en Afga­nis­tán. Sé por fuen­tes de inte­li­gen­cia que nun­ca hubo una indi­ca­ción cla­ra de que Afga­nis­tán u Osa­ma bin Laden estu­vie­ran invo­lu­cra­dos en los ata­ques del 11 de sep­tiem­bre, pero de todos modos fui­mos a la gue­rra en Afganistán.

¿Por qué?

El 12 de sep­tiem­bre de 2001, jus­to des­pués de los ata­ques terro­ris­tas, Esta­dos Uni­dos deci­dió tomar repre­sa­lias y bom­bar­deó Afga­nis­tán. El Jefe de Esta­do Mayor de la Fuer­za Aérea de Esta­dos Uni­dos dijo que no había sufi­cien­tes obje­ti­vos en Afga­nis­tán. A lo que el Secre­ta­rio de Defen­sa res­pon­dió: «Si no tene­mos sufi­cien­tes obje­ti­vos en Afga­nis­tán, bom­bar­dea­re­mos Irak». Esto no lo inven­té yo, hay fuen­tes, docu­men­tos y gen­te que estu­vo ahí. Esta es la reali­dad, pero la pro­pa­gan­da y la mani­pu­la­ción nos incli­na per­ma­nen­te­men­te hacia el lado «correc­to».

Por sus res­pues­tas pien­sa que Occi­den­te lle­va mucho tiem­po echan­do leña al fue­go y pro­vo­can­do a Rusia. ¿Sin embar­go, estas pro­vo­ca­cio­nes rara vez se infor­man en nues­tros medios y Putin es pre­sen­ta­do como un beli­cis­ta, un monstruo?

Mi abue­lo era fran­cés, fue sol­da­do en la Pri­me­ra Gue­rra Mun­dial. A menu­do me con­ta­ba como empe­zó esta gue­rra, fue pro­duc­to de la esti­mu­la­ción de una his­te­ria colec­ti­va. La his­te­ria, la mani­pu­la­ción y el com­por­ta­mien­to irre­fle­xi­vo de los polí­ti­cos occi­den­ta­les se pare­cen mucho a lo que ocu­rría en 1914 y eso me preo­cu­pa mucho. Cuan­do veo cómo nues­tro país neu­tral ya no es capaz de tomar una posi­ción inde­pen­dien­te de la Unión Euro­pea y de Esta­dos Uni­dos, me aver­güen­zo. Nece­si­ta­mos tener la cabe­za des­pe­ja­da, racio­nal y cono­cer los hechos que hay detrás del tin­gla­do de los medios.

Entre­vis­ta rea­li­za­da por Zeit­ges­chehen im Fokus

15 de mar­zo de 2022

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