Pro­pa­gan­da mediá­ti­ca y gue­rra psi­co­ló­gi­ca al ser­vi­cio de Esta­dos Uni­dos y la OTAN (y II)

El 5 de abril de 2010, la web Wiki­Leaks dio a cono­cer al mun­do un vídeo en el cual sol­da­dos del ejér­ci­to de Esta­dos Uni­dos, el 12 de julio de 2007, des­de un heli­cóp­te­ro Apa­che, dis­pa­ra­ron con­tra per­so­nas ino­cen­tes en un barrio de Bag­dad con el pre­tex­to de que se tra­ta­ban de terro­ris­tas ira­quíes que iban a per­pe­trar un ata­que. Esta acción pro­vo­có la muer­te de 11 per­so­nas, entre las que se encon­tra­ba el fotó­gra­fo de Reuters, Namir Noor-Eldeen y su con­duc­tor, Saeed Chmag. Dos niños tam­bién resul­ta­ron heri­dos. Los res­pon­sa­bles de ese cri­men exte­rio­ri­za­ron su rego­ci­jo por lo acon­te­ci­do en las gra­ba­cio­nes publi­ca­das: «Le hemos dado como a unos ocho indi­vi­duos. Hay uno que se está arras­tran­do. Esta­mos dis­pa­ran­do a unos más. Oh sí, mira a esos hijos de puta muer­tos. Pre­cio­so», fue­ron las pala­bras de los mili­ta­res que fil­ma­ron lo ocu­rri­do des­de la aeronave.

Fun­da­da por Julian Assan­ge en 2006, Wiki­leaks ha fil­tra­do infor­ma­ción con­fi­den­cial de Esta­dos Uni­dos a tra­vés de la cual se ha pues­to en evi­den­cia prác­ti­cas bru­ta­les y crí­me­nes come­ti­dos por el ejér­ci­to de ese país y sus alia­dos en Irak, en Afga­nis­tán y en la cár­cel de Guan­tá­na­mo, lugar este últi­mo don­de se per­pe­tra­ron crue­les tor­tu­ras con­tra per­so­nas cap­tu­ra­das en dis­tin­tos luga­res de Medio Orien­te, acu­sa­das de estar invo­lu­cra­das en actos terro­ris­tas o en los aten­ta­dos del 11 de sep­tiem­bre de 2001 con­tra las Torres Geme­las en Nue­va York. Pri­va­ción per­ma­nen­te del sue­ño, ali­men­ta­ción for­zo­sa a tra­vés de las fosas nasa­les, la apli­ca­ción del water­boar­ding, que con­sis­te en la colo­ca­ción de un paño en la cara de una per­so­na, mien­tras se vier­te agua por la boca y la nariz para así gene­rar una sen­sa­ción de aho­ga­mien­to, son algu­nos ejem­plos del mar­ti­rio que vivie­ron quie­nes pasa­ron por ese cen­tro de torturas.

Igua­les pro­ce­di­mien­tos reali­zó la CIA en innu­me­ra­bles cár­ce­les clan­des­ti­nas rega­das por algu­nos paí­ses del mun­do, espe­cial­men­te de Euro­pa, como es el caso de Polo­nia, hoy alia­da incon­di­cio­nal del régi­men de Ucrania.

En Abu Ghraib, en Irak, los sol­da­dos esta­dou­ni­den­ses ator­men­ta­ron con perros a los pri­sio­ne­ros ira­quíes, ade­más de prac­ti­car­les tor­tu­ras físi­cas, psi­co­ló­gi­cas y mal­tra­tos sexua­les de todo tipo, inclu­yen­do vio­la­cio­nes gru­pa­les y sexo oral a mujeres.

El Perió­di­co de Cata­lun­ya, el 10 de mayo de 2018, publi­có el tes­ti­mo­nio de Ali al-Qai­si, uno de los pri­sio­ne­ros tor­tu­ra­dos en Abu Ghraib. Alí con­tó que le «ata­ban las manos en el sue­lo en posi­cio­nes incó­mo­das duran­te unas 10 o 15 horas (…) Siem­pre había muje­res sol­da­do que nos ense­ña­ban los pechos o se toca­ban delan­te nues­tro duran­te el inte­rro­ga­to­rio. Era enfer­mi­zo. Una vez inclu­so tra­je­ron un perro negro que me mor­dió y me arran­có un tro­zo del cue­llo. Otras veces nos col­ga­ban fren­te a nues­tra cel­da duran­te días, sin comi­da, ni agua, delan­te de todos los pre­sos. Veías a otros morir.» En su rela­to dijo ade­más que se «ori­na­ban en su cara» y «que le intro­du­je­ron esco­bas y la pun­ta de sus armas por el ano». A Alí le que­ma­ron la piel con quí­mi­cos y lo some­tie­ron a des­car­gas eléctricas.

La lucha con­tra el terro­ris­mo fue uno de los argu­men­tos de Esta­dos Uni­dos para inva­dir paí­ses como Irak y Afga­nis­tán. La prác­ti­ca de «malos tra­tos», eufe­mis­mo uti­li­za­do para reem­pla­zar a tor­tu­ras, se jus­ti­fi­có en la nece­si­dad de obte­ner infor­ma­ción de pri­sio­ne­ros, muchos de ellos civi­les, entre los cua­les tam­bién había muje­res, para así evi­tar atentados.

Estas atro­ci­da­des come­ti­das por sol­da­dos esta­dou­ni­den­ses y bri­tá­ni­cos no son el resul­ta­do de com­por­ta­mien­tos de indi­vi­duos tras­tor­na­dos. Son par­te de la estra­te­gia mili­tar para lle­var ade­lan­te la gue­rra y la repre­sión con­tra las pobla­cio­nes con­si­de­ra­das enemi­gas por par­te de los Esta­dos Uni­dos y Gran Bretaña.

El impe­ria­lis­mo esta­dou­ni­den­se, al igual que lo hizo el nazis­mo y lo hace el sio­nis­mo, pre­ten­de encu­brir sus accio­nes cri­mi­na­les y jus­ti­fi­car­las median­te dis­cur­sos pro­pa­gan­dís­ti­cos en los que se decla­ra como defen­sor de la paz, la liber­tad y la demo­cra­cia, ima­gi­nán­do­se a sí mis­mo como una poten­cia posee­do­ra de una supe­rio­ri­dad moral fren­te a sus con­ten­dien­tes u opositores.

Para Esta­dos Uni­dos, sus gue­rras (léa­se inva­sio­nes mili­ta­res) tie­nen cau­sas jus­tas y lo que han hecho, pese a los miles de crí­me­nes que han come­ti­do, tie­ne nobles pro­pó­si­tos. Inclu­so, cuan­do se tra­ta de hablar de las bes­tia­li­da­des come­ti­das como el ase­si­na­to de civi­les, la apli­ca­ción de la tor­tu­ra, los bom­bar­deos indis­cri­mi­na­dos, la res­pon­sa­bi­li­dad recae en el otro que, por su con­di­ción bru­tal, ha pro­vo­ca­do que se reali­cen actos des­pre­cia­bles. Es el enemi­go cruel el que con­lle­va a Esta­dos Uni­dos a res­pon­der de for­ma atroz. Los niños que resul­ta­ron heri­dos el 12 de julio de 2007 por los dis­pa­ros efec­tua­dos des­de el heli­cóp­te­ro Apa­che, fue res­pon­sa­bi­li­dad de quie­nes esta­ban con esos infan­tes en aquel lugar: «Bueno, es cul­pa de ellos por lle­var niños a la bata­lla», mani­fes­tó uno de los sol­da­dos estadounidenses.

Donald Rums­feld, «el car­ni­ce­ro de Bag­dad», jus­ti­fi­có el secues­tro de per­so­nas en dis­tin­tos luga­res en Medio Orien­te y su pos­te­rior encar­ce­la­mien­to y tor­tu­ra en Guan­tá­na­mo, por­que se tra­ta­ban de indi­vi­duos de «lo peor de lo peor», pese a que a la gran mayo­ría de quie­nes pasa­ron por eso, no se les pudo demos­trar nin­gu­na acti­vi­dad criminal.

Sus actos atro­ces tam­bién pre­ten­den tapar­los median­te arti­ma­ñas lin­güís­ti­cas que ocul­tan la reali­dad de lo suce­di­do: los crí­me­nes pre­me­di­ta­dos con­tra civi­les se los pre­sen­ta como erro­res no inten­cio­na­les, los ase­si­na­tos de per­so­nas como daños cola­te­ra­les. El bom­bar­deo efec­tua­do en 1999 por un avión F‑16 con­tra un con­voy de civi­les alba­ne­ses que via­ja­ban entre Priz­ren y Dja­ko­vi­ca, en Koso­vo, se asu­mió como un error por la OTAN, mien­tras el por­ta­voz civil de esa orga­ni­za­ción, Jamie Patrick Shea, expre­sa­ba en ese momen­to que «el pilo­to ata­có lo que le pare­ció que era un con­voy de vehícu­los mili­ta­res (del ejér­ci­to de la extin­ta Yugos­la­via). Esta­ba con­ven­ci­do de que era un obje­ti­vo legí­ti­mo. Lan­zó sus bom­bas de bue­na fe». La mis­ma bue­na fe con la que avio­nes esta­dou­ni­den­ses tipo B‑2 bom­bar­dea­ron la emba­ja­da de Chi­na en Belgrado.

Acci­den­te, error, bue­na fe, noble obje­ti­vo, así jus­ti­fi­can sus crí­me­nes Esta­dos Uni­dos y sus socios.

El 8 de abril de 2003 en Bag­dad, el perio­dis­ta de la cade­na espa­ño­la Tele­cin­co, Javier Couso fue ase­si­na­do por el dis­pa­ro efec­tua­do des­de un tan­que esta­dou­ni­den­se Abrams con­tra el Hotel Pales­ti­na, don­de esta­ban ubi­ca­dos perio­dis­tas de dis­tin­tos medios extran­je­ros. El ata­que injus­ti­fi­ca­do tam­bién pro­vo­có la muer­te del repor­te­ro Taras Prots­yuk, de la agen­cia Reuters. El coro­nel Bufort Blount argu­men­tó que, des­de el hotel men­cio­na­do, fran­co­ti­ra­do­res habían hecho dis­pa­ros de cohe­tes RPG y armas de peque­ño cali­bre. La cul­pa, como se des­pren­de de esas decla­ra­cio­nes, no era de los sol­da­dos esta­dou­ni­den­ses, sino de los ira­quíes. Lo que no con­si­guió expli­car es como los sol­da­dos pro­vis­tos de viso­res tér­mi­cos en los tan­ques, que pue­den detec­tar obje­ti­vos a cua­tro kiló­me­tros de dis­tan­cia, no dis­tin­guie­ron que quie­nes se encon­tra­ban en el piso 15 del hotel no eran francotiradores.

El Depar­ta­men­to de Defen­sa de los Esta­dos Uni­dos con­clu­yó que los mili­ta­res que dis­pa­ra­ron lo hicie­ron en legí­ti­ma defen­sa. El 30 de octu­bre de 2005, en el perió­di­co El País, Elsa Gran­da, en un artícu­lo titu­la­do «¿Has hecho un jodi­do dis­pa­ro con­tra el hotel Pales­ti­na?», cita una decla­ra­ción del coro­nel Phi­lip de Camp que en una entre­vis­ta en Los Ange­les Times dijo: «Sien­to decir­lo, pero soy el tipo que ha mata­do a los perio­dis­tas. Me sien­to mal, pero no tenía opción. Mis sol­da­dos esta­ban en peli­gro». Vic­to­ria Clar­ke, por­ta­voz del Depar­ta­men­to de Defen­sa de los Esta­dos Uni­dos en ese enton­ces, decla­ró que lo ocu­rri­do se tra­tó de «un acto de defen­sa pro­pia» y que «los sol­da­dos no solo esta­ban en su dere­cho al dis­pa­rar, sino que era su res­pon­sa­bi­li­dad». La vic­ti­mi­za­ción del vic­ti­ma­rio como meca­nis­mo para jus­ti­fi­car el ataque.

Las tro­pas de la coa­li­ción que inva­dió Irak, lide­ra­da por Esta­dos Uni­dos con Geor­ge W. Bush a la cabe­za y el apo­yo de Ingla­te­rra con Tony Blair y de Espa­ña con José María Aznar, tam­bién ata­có las sedes de las cade­nas de tele­vi­sión Abu Dha­bi y Al Jaz­ze­ra en la que cayó ase­si­na­do el corres­pon­sal Tareq Ayoub.

Pese a esto, muchos perio­dis­tas de las cade­nas occi­den­ta­les actua­ron como pro­pa­gan­dis­tas de Esta­dos Uni­dos e Ingla­te­rra. En el docu­men­tal La Gue­rra que no se ve, John Pil­ger expo­ne que en Gran Bre­ta­ña algu­nos perio­dis­tas aplau­die­ron la inva­sión de Blair y Bush, mien­tras se ensal­za­ba y elo­gia­ba su estra­te­gia. Andrew Marr, quien fue­ra edi­tor polí­ti­co de la BBC News el 9 de abril de 2003 decía unas pala­bras en home­na­je al pri­mer minis­tro bri­tá­ni­co, Tony Blair: «dijo que toma­rían Bag­dad sin pro­vo­car un baño de san­gre y que los ira­quíes cele­bra­rían esa ocu­pa­ción. Se ha demos­tra­do que ambas afir­ma­cio­nes eran abso­lu­ta­men­te cer­te­ras. Sería una des­cor­te­sía, inclu­so por par­te de sus crí­ti­cos, no reco­no­cer que esta noche ha demos­tra­do ser un gran hom­bre y un pri­mer minis­tro sólido».

Perio­dis­tas de la Fox News acon­se­jan­do que armas usar, otros ena­mo­ra­dos de avio­nes de gue­rra o con­fe­san­do sus pre­fe­ren­cias por esos mis­mos apa­ra­tos que lue­go ser­vi­rían para aca­bar con la vida de civi­les ira­quíes y des­truir al país. Para ellos, la gue­rra no era más que un espec­tácu­lo en el que cada bom­ba lan­za­da duran­te horas de la noche, se ase­me­ja­ba a un fes­ti­val de luces y fue­gos artificiales.

Mien­tras Esta­dos Uni­dos y sus alia­dos ase­si­na­ban a perio­dis­tas inde­pen­dien­tes, no suje­tos a las direc­tri­ces del Pen­tá­gono, los perio­dis­tas empo­tra­dos jus­ti­fi­ca­ban la inva­sión, por supues­to sin deno­mi­nar­la así, actuan­do como repro­duc­to­res de la pro­pa­gan­da impe­ria­lis­ta, para de esa mane­ra «ganar la men­te y los cora­zo­nes» del públi­co, el cual con­sen­ti­ría las agre­sio­nes mili­ta­res de los Esta­dos Uni­dos en for­ma acrítica.

En 2007, Pil­ger, en una con­fe­ren­cia titu­la­da «Geo­po­lí­ti­ca y con­cen­tra­ción mediá­ti­ca», hizo refe­ren­cia a la perio­dis­ta del New York Times, Judith Miller, como una pie­za cla­ve al ser­vi­cio del Pen­tá­gono para la pre­pa­ra­ción de la inva­sión mili­tar con­tra Irak en 2003.

Ernes­to Car­mo­na, en un artícu­lo publi­ca­do en Vol​tai​re​net​.org el 14 de octu­bre de 2004, expu­so que «Miller tuvo un rol impor­tan­te pro­mo­vien­do la agen­da del equi­po pre­si­den­cial [el de Bush] en Irak. Fue la auto­ra del pri­mer artícu­lo que se publi­có sobre un supues­to pro­gra­ma de Armas de Des­truc­ción Masi­va (WMD, en inglés) que supues­ta­men­te desa­rro­lla­ba Sad­dam. Bajo el títu­lo «Ame­na­zas y Res­pues­tas: Los ira­quíes; EE.UU. dice que Hus­sein inten­si­fi­ca la deman­da de pie­zas para la bom­ba ató­mi­ca», la perio­dis­ta afir­mó que Irak tra­tó de impor­tar miles de tubos de alu­mi­nio para obte­ner ura­nio enri­que­ci­do des­ti­na­do a fabri­car armas nuclea­res. Todas sus men­ti­ras refor­za­ron los argu­men­tos de la admi­nis­tra­ción Bush para legi­ti­mar la inva­sión». Judith Miller, la perio­dis­ta del Pen­tá­gono, reci­bió por par­te de la Socie­dad de Perio­dis­tas Pro­fe­sio­na­les el pre­mio a la liber­tad de expresión.

Nada de ello debe sor­pren­der. Las cor­po­ra­cio­nes mediá­ti­cas están al ser­vi­cio de los pode­res fác­ti­cos. La mani­pu­la­ción de la men­te de las per­so­nas es su obje­ti­vo, para lo cual no tie­nen pro­ble­ma en enga­ñar, men­tir, estig­ma­ti­zar, ocul­tar y ter­gi­ver­sar la reali­dad y, por supues­to, ensal­zar las accio­nes de las poten­cias capi­ta­lis­tas, de los gru­pos oli­gár­qui­cos, de las estruc­tu­ras arma­das del impe­ria­lis­mo, así como de polí­ti­cos, hom­bres de nego­cio o mili­ta­res que for­man par­te del esta­blish­ment.

Des­de el 24 de febre­ro de 2022, nin­gu­na de las cor­po­ra­cio­nes mediá­ti­cas al ser­vi­cio de Esta­dos Uni­dos y la OTAN ha deja­do de lla­mar «inva­sión» a la ope­ra­ción mili­tar rusa en Ucra­nia. Sin eufe­mis­mos y al uní­sono, los medios occi­den­ta­les decla­ra­ron ese día que Rusia había inva­di­do Ucra­nia, vio­lan­do su sobe­ra­nía y que Putin es un enemi­go de la paz, con men­ta­li­dad impe­ria­lis­ta. De igual mane­ra, el apa­ra­to de pro­pa­gan­da ota­nis­ta no ha deja­do de hacer refe­ren­cia a las víc­ti­mas civi­les pro­vo­ca­das por la agre­sión mili­tar rusa al pue­blo ucra­niano. Por supues­to, para pro­te­ger las espal­das del pre­si­den­te Zelensky, se han cui­da­do mucho de hablar de las otras víc­ti­mas civi­les, cau­sa­das por los bom­bar­deos del ejér­ci­to de Ucra­nia y los bata­llo­nes neo­na­zis adjun­tos a él en la región de Donbass.

El uso del len­gua­je está con­di­cio­na­do por los intere­ses a los que res­pon­den los medios de comu­ni­ca­ción y sus perio­dis­tas, repor­te­ros, así como de la ideo­lo­gía o iden­ti­fi­ca­ción polí­ti­ca de quie­nes cons­tru­yen las infor­ma­cio­nes, las noti­cias, los repor­ta­jes. No hay neu­tra­li­dad en el uso de las pala­bras, las mis­mas que, en deter­mi­na­dos con­tex­tos, pue­den con­ver­tir­se en herra­mien­tas fun­da­men­ta­les para la pro­pa­gan­da y gue­rra psi­co­ló­gi­ca den­tro de los con­flic­tos socia­les y bélicos.

La hipo­cre­sía que hoy domi­na a par­tir de la inter­ven­ción mili­tar rusa con­tra Ucra­nia, cuyas cau­sas las igno­ran, las ocul­tan o las mini­mi­zan los medios de comu­ni­ca­ción occi­den­ta­les, se pone en evi­den­cia en la for­ma como las gran­des cor­po­ra­cio­nes mediá­ti­cas cons­tru­yen el dis­cur­so infor­ma­ti­vo para dar a cono­cer al públi­co lo que acon­te­ce en la zona de conflicto.

Esta­dos Uni­dos y sus alia­dos euro­peos han sido res­pon­sa­bles de crí­me­nes atro­ces como resul­ta­do de las diver­sas inva­sio­nes mili­ta­res que han eje­cu­ta­do con­tra pue­blos en el mun­do ente­ro, uti­li­zan­do siem­pre argu­men­tos basa­dos en men­ti­ras y enga­ños. Sin embar­go, esto no ha sido impe­di­men­to para que el apa­ra­to de pro­pa­gan­da impe­ria­lis­ta difun­da la idea de que ellos luchan por la liber­tad y la paz mundial.

Jon Pie­chows­ki, ase­sor senior del Depar­ta­men­to de Esta­do de los Esta­dos Uni­dos, con total cinis­mo ha expre­sa­do que «Rusia pro­pa­ga la des­in­for­ma­ción, pero que a pesar de esto no ha podi­do silen­ciar la ver­dad de la inva­sión mili­tar a Ucra­nia, don­de ha come­ti­do atro­ci­da­des, mien­tras ata­ca a perio­dis­tas, blo­quea medios de comu­ni­ca­ción y res­trin­ge las redes sociales».

Este fun­cio­na­rio pare­ce igno­rar que Esta­dos Uni­dos y sus socios euro­peos han cen­su­ra­do, blo­quea­do e impe­di­do que Rusia Today y Sput­nik Novos­ti den a cono­cer al mun­do la otra ver­sión de lo que pasa en Ucra­nia, medi­das que corro­bo­ran que Esta­dos Uni­dos y la Unión Euro­pea úni­ca­men­te defien­den la liber­tad de expre­sión de sus cor­po­ra­cio­nes y los dis­cur­sos que les son favo­ra­bles a sus intereses.

You­tu­be cerró defi­ni­ti­va­men­te los cana­les de Rusia Today en el mun­do ente­ro. En Amé­ri­ca Lati­na con­ta­ba con 6 millo­nes de sus­crip­to­res, sien­do uno de los cana­les más vis­tos en la región. El canal ¡Ahí les va!, de la perio­dis­ta Inna Afi­no­ge­no­va, con un millón de sus­cri­to­res, tam­bién ha sido cen­su­ra­do por esta plataforma.

En Ecua­dor, el medio de comu­ni­ca­ción «La Pos­ta» fes­te­jó a tra­vés de un tuit, publi­ca­do el 27 de febre­ro de 2022, la cen­su­ra de Rusia Today: «¡Por fin una bue­na noti­cia! Para ali­vio de los euro­peos, la cade­na infor­ma­ti­va rusa RT sal­drá del aire». El mis­mo día la revis­ta colom­bia­na Sema­na publi­có una noti­cia con el títu­lo «Medio de comu­ni­ca­ción que apo­ya al inva­sor Putin pro­vo­ca una ola de indig­na­ción» en la cual seña­la que Rusia Today tie­ne «un tin­te benigno y abier­ta­men­te pro-ruso» sobre el con­flic­to con Ucra­nia. Sema­na cita al dia­rio esta­dou­ni­den­se The Washign­ton Post que cali­fi­ca a RT como «el megá­fono de pro­pa­gan­da de Rusia al mun­do». Lo para­dó­ji­co es que perio­dis­tas de estos medios como Luis Vivan­co o Vicky Dávi­la se han eri­gi­do como ada­li­des de la lucha en defen­sa de la liber­tad de expre­sión. El 22 de mar­zo de 2013 Vivan­co escri­bió en un tuit: «(…) La liber­tad de expre­sión es el pun­to car­di­nal de los dere­chos, es la base insus­ti­tui­ble para la demo­cra­cia», mien­tras que Dávi­la tui­teó el 8 de sep­tiem­bre de 2020 que «(…) La liber­tad de expre­sión es un dere­cho humano fundamental».

La doblez de perio­dis­tas pues­tos al ser­vi­cio de los intere­ses del imperialismo.

El 23 de enero de 2015 la cade­na Tele­sur, que tam­bién ha sido obje­ti­vo de los ata­ques del gobierno de Esta­dos Uni­dos, publi­có que «la BBG, agen­cia encar­ga­da de super­vi­sar todas las trans­mi­sio­nes de radio y tele­vi­sión no mili­ta­res del gobierno fede­ral, com­pa­ró las acti­vi­da­des del canal de noti­cias Rus­sia Today (RT), con las desa­rro­lla­das por el Esta­do Islá­mi­co». En 2019 el Minis­te­rio de Rela­cio­nes Exte­rio­res y de la Man­co­mu­ni­dad de Nacio­nes del Rei­no Uni­do prohi­bió a RT y Sput­nik asis­tir a una con­fe­ren­cia sobre la liber­tad de los medios en Londres.

Como se evi­den­cia, la ofen­si­va con­tra Rusia Today y Sput­nik no es de recién. Esta­dos Uni­dos y Rei­no Uni­do des­de tiem­po atrás han mani­fes­ta­do su preo­cu­pa­ción ante la pre­sen­cia de los medios rusos, debi­do a que ellos cons­ti­tu­yen un con­tra­pe­so para con­fron­tar las infor­ma­cio­nes ali­nea­das con las polí­ti­cas de Washing­ton y Lon­dres, las cua­les se trans­mi­ten a tra­vés de las gran­des cor­po­ra­cio­nes mediá­ti­cas pues­tas al ser­vi­cio de las poten­cias imperialistas.

Ned Pri­ce, por­ta­voz del Depar­ta­men­to de Esta­do de los Esta­dos Uni­dos ha dicho que el «ata­que al dere­cho a la infor­ma­ción debe parar» ante la deci­sión de un tri­bu­nal de Mos­cú de desig­nar a Meta, inclui­do Face­book e Ins­ta­gram, como «extre­mis­tas». Días antes Face­book había auto­ri­za­do difun­dir en algu­nos paí­ses men­sa­jes con lla­ma­dos como «muer­te de los inva­so­res rusos» o publi­ca­cio­nes en las que se pide la muer­te de Putin y del pre­si­den­te bie­lo­rru­so Lukashen­ko. Algo impen­sa­ble para los ciu­da­da­nos de Irak o Libia que han sufri­do la inva­sión de tro­pas estadounidenses.

El mun­do vis­to al revés por Esta­dos Uni­dos, la OTAN, la Unión Euro­pea, sus gran­des cor­po­ra­cio­nes mediá­ti­cas y sus alia­dos en otros rin­co­nes del mundo.

Mien­tras, el apa­ra­to de pro­pa­gan­da y gue­rra psi­co­ló­gi­ca pues­to a las órde­nes del régi­men ucra­niano, diri­gi­do por la CIA y la Open Society Foun­da­tions, de Geor­ge Soros, no cesa un solo ins­tan­te la difu­sión al mun­do de lo que cali­fi­ca­do como «la bar­ba­rie rusa» en Ucra­nia. Su obje­ti­vo es lograr que a nivel inter­na­cio­nal la ima­gen de Putin y del ejér­ci­to ruso esté rela­cio­na­da con crí­me­nes de lesa huma­ni­dad, bom­bar­deos a pobla­cio­nes, des­truc­ción de infra­es­truc­tu­ra civil y muer­te de per­so­nas inocentes.

El perio­dis­ta Dan Cohen ha pues­to en evi­den­cia la exis­ten­cia de una red de ase­so­res extran­je­ros, exper­tos en rela­cio­nes públi­cas y mane­jo de pro­pa­gan­da, cabil­de­ros, millo­na­rios, fun­cio­na­rios esta­dou­ni­den­ses, la CIA y sus orga­ni­za­cio­nes facha­das, medios de comu­ni­ca­ción, redes socia­les como Face­book para lle­var ade­lan­te la cam­pa­ña de rela­cio­nes públi­cas y pro­pa­gan­dís­ti­ca a favor de Ucra­nia. En la inves­ti­ga­ción de Cohen, publi­ca­da en la pági­na web de la orga­ni­za­ción Mint­Press News bajo el títu­lo «La gue­rra de pro­pa­gan­da de Ucra­nia: empre­sas inter­na­cio­na­les de rela­cio­nes públi­cas, cabil­de­ros de DC y recor­tes de la CIA», el autor deve­la los víncu­los del régi­men de Zelensky con «una legión inter­na­cio­nal de empre­sas de rela­cio­nes públi­cas que tra­ba­jan direc­ta­men­te con el Minis­te­rio de Rela­cio­nes Exte­rio­res de Ucra­nia para librar una gue­rra de infor­ma­ción.» La estra­te­gia pro­pa­gan­dís­ti­ca hace refe­ren­cia a uso del len­gua­je, difu­sión de noti­cias fal­sas, con con­te­ni­dos impac­tan­tes y de men­sa­jes con len­gua­je xenó­fo­bo, racis­ta y con sim­bo­lo­gía nazi en los que se exal­ta ade­más la figu­ra del cola­bo­ra­dor de las SS, Ste­pán Bandera.

Entre las men­ti­ras difun­di­das está la publi­ca­ción de un vídeo de la Islas de las Ser­pien­tes en el cual unos guar­dias fron­te­ri­zos ucra­nia­nos dicen a unos sol­da­dos rusos que se «vayan a la mier­da» cuan­do les indu­cen a ren­dir­se, lue­go de lo cual fue­ron ase­si­na­dos. Zelensky habló en una con­fe­ren­cia en la que dijo que los con­de­co­ra­ría con la meda­lla Héroes de Ucra­nia. Los sol­da­dos en reali­dad esta­ban vivos y bien, pero a nivel inter­na­cio­nal se dijo otra cosa.

Otro ejem­plo que expo­ne Cohen es el de un supues­to ata­que ruso con­tra el tea­tro de Mariú­pol, el 16 de mar­zo de 2022, don­de se refu­gia­ban cer­ca de 1.300 civi­les. Los medios occi­den­ta­les han acu­sa­do a Rusia de haber efec­tua­do un bom­bar­deo con­tra esa ins­ta­la­ción, sin plan­tear­se otra posi­bi­li­dad. Los Ange­les Times publi­có ese día la noti­cia bajo el títu­lo «Lo últi­mo: Rusia bom­bar­dea tea­tro de Mariú­pol», la agen­cia EFE tam­bién difun­dió al mun­do la infor­ma­ción con el títu­lo «Rusia bom­bar­dea un tea­tro de Mariú­pol don­de había cien­tos de refugiados».

¿Fue Rusia la res­pon­sa­ble de ese ataque?

David Cohen men­cio­na al perio­dis­ta esta­dou­ni­den­se Max Blu­menthal quien puso en duda la ver­sión ofi­cial, pues­to que la explo­sión habría sido resul­ta­do de una ope­ra­ción de fal­sa ban­de­ra lle­va­da a cabo por el bata­llón neo­na­zi Azov. Blu­menthal escri­bió en Monthly Review onli­ne que «el supues­to bom­bar­deo tuvo lugar jus­to cuan­do el pre­si­den­te ucra­niano, Volodymyr Zelensky, ape­ló al Con­gre­so de Esta­dos Uni­dos por una zona de exclu­sión aérea, ali­men­tan­do el coro para la con­fron­ta­ción mili­tar direc­ta con Rusia y apa­ren­te­men­te ins­pi­ran­do al pre­si­den­te Joe Biden a cali­fi­car a Vla­di­mir Putin, el pre­si­den­te ruso, como un “cri­mi­nal de guerra”».

El 12 de mar­zo de 2022 el Minis­te­rio de Rela­cio­nes Exte­rio­res de Ucra­nia acu­sa­ba a Rusia de haber per­pe­tra­do un ata­que con­tra la mez­qui­ta del sul­tán Sulei­man el Mag­ní­fi­co, don­de se encon­tra­ban 80 refu­gia­dos, entre ellos ciu­da­da­nos tur­cos. El minis­tro de Rela­cio­nes Exte­rio­res de Tur­quía, Mevlut Cavu­so­glu, des­min­tió la noti­cia sobre el bom­bar­deo. No obs­tan­te, diver­sos medios en el mun­do se hicie­ron eco de la infor­ma­ción difun­di­da por el régi­men ucra­niano. La revis­ta Vis­ta­zo de Ecua­dor publi­có el 13 de mar­zo un tuit con una ima­gen en la que se lee: «Rusia bom­bar­dea una mez­qui­ta en la que había 80 civi­les en Mariú­pol. “la peor catás­tro­fe huma­ni­ta­ria del planeta”».

Los prin­ci­pios de orques­ta­ción y exa­ge­ra­ción de Joseph Goeb­bels, uti­li­za­dos con pre­ci­sión por el apa­ra­to de pro­pa­gan­da de Zelensky. Men­tir sobre las accio­nes del ejér­ci­to ruso, crear una comu­ni­dad entre las per­so­nas que con­ven­ci­das de las men­ti­ras que se repi­ten una y otra vez, sien­ten recha­zo hacia quie­nes con­si­de­ran están masa­cran­do al pue­blo ucra­niano, mien­tras se con­ti­núa difun­dien­do un sin­nú­me­ro de ideas nega­ti­vas que, ampli­fi­ca­das, pro­vo­can una cons­tan­te indig­na­ción con­tra Rusia.

Hablar de lo que pasa en Ucra­nia como «la peor catás­tro­fe huma­ni­ta­ria del pla­ne­ta» deja de lado, ya sea por cues­tio­nes pro­pa­gan­dís­ti­cas y tam­bién ideo­ló­gi­cas, racis­tas, los crí­me­nes del impe­ria­lis­mo esta­dou­ni­den­se y sus alia­dos en otros luga­res del mun­do don­de se viven situa­cio­nes más gra­ves y dolo­ro­sas que en la pro­pia Ucra­nia, como la que se vive en Yemen some­ti­da a una cruen­ta inva­sión mili­tar por par­te de Ara­bia Sau­di­ta, con arma­men­to sumi­nis­tra­do por Esta­dos Uni­dos, situa­ción que los medios occi­den­ta­les callan. Las Nacio­nes Uni­das seña­lan que 17,4 millo­nes de per­so­nas nece­si­tan asis­ten­cia ali­men­ta­ria en Yemen, mien­tras 7,3 millo­nes están en situa­ción de emer­gen­cia alimentaria.

Pero ¿por qué debe­ría impor­tar Yemen? En fin de cuen­tas, no está en Europa.

Las agre­sio­nes mili­ta­res de Esta­dos Uni­dos con­tra Irak, Afga­nis­tán, Libia, Siria han pro­vo­ca­do millo­nes de per­so­nas des­pla­za­das en el mun­do. Igual suce­de con el pue­blo pales­tino ata­ca­do per­ma­nen­te­men­te por régi­men cri­mi­nal sio­nis­ta de Israel.

A la Euro­pa del capi­tal solo le intere­san los migran­tes, cuan­do nece­si­ta mano de obra escla­va o bara­ta. Euro­pa prac­ti­ca un huma­ni­ta­ris­mo bara­to e hipó­cri­ta, tal como dice Basem Tajel­di­ne, por­que a más de ser res­pon­sa­ble de los con­flic­tos que se dan en Áfri­ca y Medio Orien­te con el finan­cia­mien­to a gru­pos terro­ris­tas que han des­ata­do con­flic­tos mili­ta­res en bene­fi­cio de las trans­na­cio­na­les capi­ta­lis­tas, impi­de el ingre­so a sus terri­to­rios o expul­sa a miles de migran­tes, refu­gia­dos que pro­vie­nen de esas regio­nes mien­tras no les sean nece­sa­rios para sus fines económicos.

Esta hipo­cre­sía, acom­pa­ña­da de racis­mo, ha que­da­do en evi­den­cia con los men­sa­jes emi­ti­dos por repor­te­ros de varias cade­nas occi­den­ta­les indig­na­dos ante la situa­ción que viven los refu­gia­dos ucra­nia­nos de ojos azu­les y que no for­man par­te de esos paí­ses sub­de­sa­rro­lla­dos que poco o nada les impor­ta: «Lo impen­sa­ble ha suce­di­do… Esta no es una nación en desa­rro­llo, del ter­cer mun­do. ¡Esto es Euro­pa!» (Lucy Watson, ITV News), «Solo para decir­lo sin rodeos: estos no son refu­gia­dos de Siria. Son refu­gia­dos de la veci­na Ucra­nia. Y eso, fran­ca­men­te, es par­te de ello. Estos son cris­tia­nos, son blan­cos. Son muy simi­la­res a las gen­tes que viven en Polo­nia» (Kelly Cobie­lla, NBC News); «Esto no es un lugar, con todo res­pe­to, como Irak o Afga­nis­tán que tie­nen con­flic­tos déca­das, este es un país rela­ti­va­men­te civi­li­za­do y rela­ti­va­men­te euro­peo, debo ele­gir las pala­bras con cui­da­do» (Char­lie D’Agata, CBS News); «No esta­mos hablan­do aquí de sirios que huyen de los bom­bar­deos del régi­men sirio res­pal­da­do por Putin, esta­mos hablan­do de euro­peos que se van en autos que se pare­cen a los nues­tros para sal­var sus vidas» (Phi­lip­pe Cor­be, BFM TV); «Es gen­te como tú y como yo. He vis­to bol­sos de Dol­ce y Gab­ba­na, ropa de Louis Vuit­ton. Gen­te que podría estar en Madrid per­fec­ta­men­te, como noso­tros. Y vive en con­di­cio­nes deplo­ra­bles. Haci­na­dos en cen­tros comer­cia­les que se con­vier­ten en cam­pos de refu­gia­dos» (Íñi­go Palo­mar, 13tv).

La polí­ti­ca racis­ta del régi­men de Ucra­nia y sus alia­dos tam­bién ha que­da­do de mani­fies­to con las decla­ra­cio­nes del fis­cal adjun­to jefe de ese país, David Sak­va­re­lid­ze a la cade­na BBC News: «Esto es muy emo­cio­nal para mí por­que veo a gen­te euro­pea con ojos azu­les y cabe­llo rubio sien­do ase­si­na­dos, niños ase­si­na­dos todos los días con los misi­les de Putin».

Nadi­ne Whi­te, en el «Inde­pen­dent en espa­ñol», en un artícu­lo publi­ca­do el 21 de mar­zo de 2022 expo­ne la polí­ti­ca selec­ti­va, dis­cri­mi­na­to­ria y racis­ta por par­te de Ucra­nia y Polo­nia con las per­so­nas negras que huyen del conflicto.

Esta es la doble moral de Euro­pa y del régi­men ucra­niano, la cual tam­bién se evi­den­cia en las infor­ma­cio­nes sobre las accio­nes mili­ta­res rusas.

Los medios occi­den­ta­les difun­die­ron el lunes 21 de mar­zo de 2022 la noti­cia sobre un bom­bar­deo per­pe­tra­do por Rusia con­tra un cen­tro comer­cial en Kiev. DW publi­có: «Ata­que ruso con­tra cen­tro comer­cial deja 8 muer­tos en Kiev», RTVE hizo lo mis­mo: «Rusia inten­si­fi­ca los ata­ques a civi­les con el bom­bar­deo a un cen­tro comer­cial en Kiev». Nóte­se que en este últi­mo titu­lar el sen­ti­do que se trans­mi­te es el de que el ejér­ci­to ruso ata­ca per­ma­nen­te­men­te a civiles.

¿Qué sen­ti­do ten­dría ata­car un cen­tro comer­cial? Las infor­ma­cio­nes divul­ga­das tie­nen como pro­pó­si­to gene­rar en la men­te de las per­so­nas un recha­zo a las accio­nes de Rusia que esta­ría lan­zan­do ata­ques con­tra ins­ta­la­cio­nes civi­les, lo cual demos­tra­ría su cruel­dad. La reali­dad es que el cen­tro comer­cial había sido con­ver­ti­do en una ins­ta­la­ción mili­tar, en cuyo esta­cio­na­mien­to, como lo evi­den­cian imá­ge­nes difun­di­das a tra­vés de las redes socia­les, se encon­tra­ban vehícu­los mili­ta­res y en sus inme­dia­cio­nes sis­te­mas de lanzacohetes.

El pasa­do 12 de mar­zo de 2022 Rusia des­tru­yó con armas de alta pre­ci­sión un cen­tro de capa­ci­ta­ción de las Fuer­zas Arma­das de Ucra­nia ubi­ca­do en la pro­vin­cia de Leó­po­lis, cer­ca­na a la fron­te­ra con Polo­nia, en el cual don­de se entre­na­ban mer­ce­na­rios de dis­tin­tos paí­ses. Según infor­ma­cio­nes del Minis­te­rio de Defen­sa Ruso, 180 mer­ce­na­rios fue­ron aba­ti­dos en esta acción. Los medios al ser­vi­cio de Kiev habla­ron de la des­truc­ción de un «Cen­tro Inter­na­cio­nal para el Man­te­ni­mien­to de la Paz y la Segu­ri­dad» don­de se encon­tra­ban «ins­truc­to­res extran­je­ros» y no mercenarios.

Negar la muer­te de civi­les en Ucra­nia como resul­ta­do de las ope­ra­cio­nes mili­ta­res de ambos ban­dos, sería fal­tar a la ver­dad. Sin embar­go, los medios occi­den­ta­les, ali­nea­dos con el régi­men de Zelensky, a más de que úni­ca­men­te difun­den las ver­sio­nes ofi­cia­les de Kiev, pre­ten­den ins­ta­lar en la men­te de las per­so­nas la idea de que solo el ejér­ci­to ruso ha pro­vo­ca­do crí­me­nes con­tra el pue­blo ucraniano.

Eli­za­beth Thros­sell, por­ta­voz de la Ofi­ci­na de Dere­chos Huma­nos de la ONU, se ha hecho eco de las acu­sa­cio­nes de Kiev y la pro­pa­gan­da ota­nis­ta con­tra Rusia. «Los ata­ques de Rusia a los civi­les en Ucra­nia pue­den cons­ti­tuir crí­me­nes de gue­rra», ha dicho. La ONU seña­la que exis­ten 564 civi­les muer­tos y 982 heri­dos, aun­que la cifra podría ser mayor. «Recor­da­mos a las auto­ri­da­des rusas que diri­gir ata­ques con­tra civi­les y obje­tos civi­les, así como los lla­ma­dos bom­bar­deos de área en pue­blos y aldeas y otras for­mas de ata­ques indis­cri­mi­na­dos están prohi­bi­dos bajo el dere­cho inter­na­cio­nal y pue­den cons­ti­tuir crí­me­nes de gue­rra», expu­so Throssell.

Lo extra­ño es que dicha fun­cio­na­ria no haya expre­sa­do preo­cu­pa­ción algu­na por los crí­me­nes docu­men­ta­dos del ejér­ci­to ucra­niano y los bata­llo­nes neo­na­zis con­tra Don­bass, la uti­li­za­ción de civi­les como escu­dos huma­nos y de ins­ta­la­cio­nes médi­cas, edi­fi­cios de apar­ta­men­tos, escue­las, como cen­tros de ope­ra­cio­nes mili­ta­res para lan­zar ata­ques con­tra las tro­pas rusas, ponien­do en ries­go la vida de las per­so­nas que per­ma­ne­cen rete­ni­das en esos lugares.

Una vez más, el doble rase­ro. Mien­tras se cul­pa­bi­li­za a Rusia de crí­me­nes de gue­rra, se silen­cian los come­ti­dos por Ucra­nia. El apa­ra­to de pro­pa­gan­da al ser­vi­cio de Esta­dos Uni­dos, la OTAN y el régi­men ucra­niano no cesa­rá en afir­mar que el ejér­ci­to ruso mata a civi­les ino­cen­tes, lo cual lo repe­ti­rá una y otra vez para de esa mane­ra pene­trar en el sub­cons­cien­te de las per­so­nas que ter­mi­na­rán con­ven­ci­das de la afir­ma­ción hecha, aun­que no exis­tan ele­men­tos pro­ba­to­rios cer­te­ros que per­mi­tan corro­bo­rar que hay una polí­ti­ca deli­be­ra­da para matar a civi­les por par­te de Rusia en Ucrania.

En 2016 la perio­dis­ta y docu­men­ta­lis­ta fran­ce­sa, Anne-Lau­re Bon­nel, estre­nó el docu­men­tal Don­bass. En el fil­me la rea­li­za­do­ra expo­ne la vida de los habi­tan­tes de esa región some­ti­da a los ata­ques del ejér­ci­to ucra­niano y las fuer­zas ultra­na­cio­na­lis­tas, inten­si­fi­ca­dos des­de el gol­pe de Esta­do eje­cu­ta­do en 2014 con­tra el pre­si­den­te Vík­tor Yanu­kó­vich, cono­ci­do como el Euromaidán.

El 1 de mar­zo de 2022, en la cade­na de tele­vi­sión fran­ce­sa, CNews, Anne-Lau­re seña­ló que el ejér­ci­to ucra­niano había lan­za­do ata­ques con­tra la pobla­ción civil en Don­bass. «Ayer estu­ve en una escue­la don­de dos maes­tras fue­ron cor­ta­das en dos por una bom­ba», dijo la perio­dis­ta fran­ce­sa que ha sido cen­su­ra­da por el perió­di­co Le Figa­ro, mien­tras el dia­rio Libé­ra­tion la acu­só de «ape­gar­se a los argu­men­tos de las auto­ri­da­des rusas».

La des­ca­li­fi­ca­ción como un arma para des­acre­di­tar a quien ha mos­tra­do el ver­da­de­ro ros­tro del ejér­ci­to ucra­niano y los bata­llo­nes de neo­na­zis en Don­bass, cons­ti­tu­ye un ins­tru­men­to de quie­nes se ponen del lado del régi­men ucra­niano y de la OTAN.

Des­de 2014 el régi­men ucra­niano ha pro­vo­ca­do la muer­te de civi­les en Donetsk y Lugansk. En mayo de ese año, estas regio­nes, ubi­ca­das al este de Ucra­nia, pro­cla­ma­ron su inde­pen­den­cia, tras apro­bar­se en un refe­rén­dum la sepa­ra­ción de Ucra­nia. La mayo­ría de la pobla­ción habla ruso y son zonas mine­ras e indus­tria­les fron­te­ri­zas con Rusia. La res­pues­ta de Kiev ha sido la de lle­var ade­lan­te bom­bar­deos indis­cri­mi­na­dos, el ase­dio y blo­queo de las ciu­da­des, la pri­va­ción del sumi­nis­tro de agua, así como el ase­si­na­to de civi­les y com­ba­tien­tes que han sido tor­tu­ra­dos y lue­go eje­cu­ta­dos. Tan­to en Donetsk como en Lugansk se han encon­tra­do fosas comu­nes con los cuer­pos de per­so­nas ase­si­na­das por el ejér­ci­to ucra­niano y los bata­llo­nes neonazis.

A 14.000 ascien­de el núme­ro de víc­ti­mas en Don­bass, mien­tras 1,5 millo­nes de per­so­nas han sido des­pla­za­das des­de el ini­cio del con­flic­to hace 8 años.

En 2016 se dio a cono­cer que miem­bros del bata­llón Tor­na­do, un gru­po ultra­na­cio­na­lis­ta liga­do al Minis­te­rio del Inte­rior ucra­niano, habían gra­ba­do en sus telé­fo­nos celu­la­res las vio­la­cio­nes come­ti­das con­tra muje­res, niñas e inclu­so bebés en la región de Don­bass. La infor­ma­ción fue publi­ca­da ini­cial­men­te el 8 de agos­to de 2016 por el dia­rio espa­ñol ABC, que la ha eli­mi­na­do de su pági­na web para no ensu­ciar la ima­gen del régi­men ucra­niano. No se debe olvi­dar que Zelensky con­ce­dió liber­tad a pre­sos con expe­rien­cia mili­tar, muchos de ellos neo­na­zis, para que com­ba­tan al ejér­ci­to ruso.

En el dis­tri­to de Kali­ninsky, en el bule­var Shev­chen­ko, en Donetsk, en home­na­je a los niños ase­si­na­dos por el ejér­ci­to ucra­niano y los ultra­na­cio­na­lis­tas se colo­có una pla­ca con­me­mo­ra­ti­va. El lugar se cono­ce como «El Calle­jón de los Ángeles».

El 15 de mar­zo de 2022 el pre­sen­ta­dor del canal ucra­niano, «24 Chan­nel», Faj­ru­din Sha­raf­mal, hizo un lla­ma­do a matar a todos los niños rusos, citan­do una fra­se del cri­mi­nal de gue­rra nazi, Adolf Eich­mann: «Si ya nos están lla­man­do nazis y fas­cis­tas en Rusia, enton­ces me tomo la liber­tad de citar a Adolf Eich­mann. Dijo que tie­nes que matar a los niños para des­truir una nación. Por­que si solo matas a los adul­tos, los niños cre­ce­rán y se ven­ga­rán. Si los niños fue­ran ase­si­na­dos, nun­ca cre­ce­rían y la nación pere­ce­ría», manifestó.

En 2014 el perio­dis­ta ucra­niano, Bog­dán But­ké­vich, en un men­sa­je car­ga­do de odio, de cor­te filo­na­zi, expre­só en «hro​mads​ke​.tv» que «en Don­bass exis­ten 1,5 millo­nes de per­so­nas abso­lu­ta­men­te inú­ti­les» y que «lo prin­ci­pal que hay que hacer, por cruel que sue­ne, es que exis­te una cier­ta cate­go­ría de per­so­nas que, sen­ci­lla­men­te, deben ser asesinadas».

Zelensky pare­ce haber toma­do nota de estas decla­ra­cio­nes pues­to que el 14 de mar­zo de 2022 el ejér­ci­to ucra­niano lan­zó un misil balís­ti­co tác­ti­co Tochka‑U con­tra un área resi­den­cial de la ciu­dad de Donetsk, pro­vo­can­do la muer­te de 21 civi­les y 37 per­so­nas heridas.

Des­na­zi­fi­car Ucra­nia es una nece­si­dad impres­cin­di­ble, pero Esta­dos Uni­dos y la OTAN pre­fie­ren man­te­ner a un régi­men ampa­ra­do por gru­pos neo­na­zis, envian­do millo­nes de dóla­res en ayu­da mili­tar para alar­gar el con­flic­to y que su apa­ra­to mili­tar indus­trial seguir obte­nien­do ganancias.

Dax Tos­cano Segovia

27 de mar­zo de 2022

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