El expan­sio­nis­mo de la OTAN en Europa

«La amplia­ción de la OTAN en estas últi­mas déca­das ha sido un gran éxi­to y ha abier­to ade­más el camino a la amplia­ción de la Unión Euro­pea.» Eso afir­ma­ba, el pasa­do sába­do, el secre­ta­rio gene­ral de la OTAN, Jens Stol­ten­berg, en Munich, duran­te la Con­fe­ren­cia sobre la Segu­ri­dad. Para una com­ple­ta com­pren­sión de sus pala­bras, es impor­tan­te recons­truir los prin­ci­pa­les ele­men­tos de ese «gran éxito».

Esa his­to­ria comien­za en 1999, pre­ci­sa­men­te el año en que la OTAN des­tru­yó Yugos­la­via hacién­do­le la gue­rra, des­pués de haber anun­cia­do –en la cum­bre de Washing­ton– la inten­ción de rea­li­zar «ope­ra­cio­nes de res­pues­ta a las cri­sis, no pre­vis­tas en el artícu­lo 5, fue­ra del terri­to­rio de la alian­za». Olvi­dan­do que se había com­pro­me­ti­do con Rusia a «no exten­der­se ni una pul­ga­da hacia el este», la OTAN comien­za su expan­sión… hacia el este. Así absor­be los 3 pri­me­ros paí­ses del ya des­apa­re­ci­do Pac­to de Var­so­via: Polo­nia, la Repú­bli­ca Che­ca y Hungría.

Pos­te­rior­men­te, en 2004, la OTAN se extien­de a otros 7 paí­ses: Esto­nia, Leto­nia, Litua­nia (3 repú­bli­cas ex sovié­ti­cas), Bul­ga­ria, Ruma­nia, Eslo­va­quia (3 exmiem­bros del Pac­to de Var­so­via) y Eslo­ve­nia (que había sido par­te de Yugoslavia).

En 2009, la OTAN absor­be tam­bién Alba­nia (que tam­bién había sido miem­bro del Pac­to de Var­so­via) y Croa­cia (que había sido par­te de Yugos­la­via). En 2017, se extien­de a Mon­te­ne­gro (anti­gua­men­te par­te de Yugos­la­via) y en 2020 abar­ca tam­bién Mace­do­nia del Nor­te (que tam­bién había sido par­te de Yugoslavia).

En resu­men, en 20 años la OTAN, que antes con­ta­ba 16 Esta­dos miem­bros, se extien­de a 30 países.

Washing­ton obtie­ne así un tri­ple resultado.

  1. Extien­de has­ta las puer­tas de Rusia –y den­tro del terri­to­rio de la anti­gua URSS– la alian­za mili­tar que obe­de­ce a las órde­nes de Esta­dos Uni­dos: el Coman­dan­te Supre­mo de las fuer­zas alia­das en Euro­pa siem­pre es «por tra­di­ción» un gene­ral esta­dou­ni­den­se nom­bra­do direc­ta­men­te por el pre­si­den­te de Esta­dos Uni­dos, y los demás pues­tos de man­do fun­da­men­ta­les tam­bién están en manos de mili­ta­res estadounidenses.

  2. Al mis­mo tiem­po, Washing­ton pone los paí­ses del este de Euro­pa no tan­to al ser­vi­cio de la OTAN como direc­ta­men­te al ser­vi­cio de Esta­dos Uni­dos: des­de el momen­to mis­mo de su entra­da en el blo­que mili­tar, Ruma­nia y Bul­ga­ria ponen a la dis­po­si­ción de Esta­dos Uni­dos las impor­tan­tes bases mili­ta­res de Cons­tan­za y de Bur­gas, en el Mar Negro.

  3. Con la amplia­ción de la OTAN hacia el este, Esta­dos Uni­dos refuer­za su pro­pia influen­cia sobre Euro­pa. Entre 2004 y 2007, 7 de los 10 paí­ses del cen­tro y del este de Euro­pa se con­vier­ten tam­bién en miem­bros de la Unión Euro­pea. O sea, la OTAN se amplía hacia el este y sus nue­vos miem­bros pasan a ser tam­bién miem­bros de la Unión Euro­pea. De los 27 paí­ses miem­bros de la Unión Euro­pea, hoy 21 son tam­bién miem­bros de la OTAN, la cual sigue las órde­nes de Esta­dos Unidos.

El Con­se­jo del Atlán­ti­co Nor­te, que es el órgano polí­ti­co de la OTAN no toma sus deci­sio­nes por mayo­ría sino «por una­ni­mi­dad y de común acuer­do», o sea de acuer­do con lo que se deci­de en Washing­ton. La par­ti­ci­pa­ción de las prin­ci­pa­les poten­cias euro­peas en tales deci­sio­nes –menos la de Ita­lia, que siem­pre obe­de­ce en silen­cio– es siem­pre obje­to de con­ci­liá­bu­los secre­tos con Washing­ton en bus­ca de con­ce­sio­nes mutuas. Esto impli­ca un debi­li­ta­mien­to de los par­la­men­tos euro­peos –como en el caso de Ita­lia – , ya pri­va­dos en este momen­to de ver­da­de­ro poder de deci­sión en el sec­tor mili­tar y en mate­ria de polí­ti­ca exterior.

En tal con­tex­to, Euro­pa se ve hoy en una situa­ción toda­vía más peli­gro­sa que la de la gue­rra fría. Tres paí­ses más –Bos­nia-Her­ze­go­vi­na (que fue par­te de Yugos­la­via), Geor­gia y Ucra­nia (otras dos repú­bli­cas exso­vie­ti­cas)– son can­di­da­tos a entrar en la OTAN. Jens Stol­ten­berg, más por­ta­voz de Esta­dos Uni­dos que de la alian­za atlán­ti­ca, decla­ra: «Man­te­ne­mos la puer­ta abier­ta y, si el obje­ti­vo del Krem­lin es tener menos OTAN en las fron­te­ras de Rusia, sólo obten­drá más OTAN».

En la esca­la­da Esta­dos Uni­dos-OTAN, cla­ra­men­te des­ti­na­da a hacer esta­llar una gue­rra en medio de Euro­pa, entran en jue­go las armas nuclea­res. En 3 meses Esta­dos Uni­dos comien­za la pro­duc­ción en serie de sus nue­vas bom­bas nuclea­res B61-12. Ese arma­men­to ató­mi­co será des­ple­ga­do –bajo las órde­nes de Esta­dos Uni­dos– en Ita­lia y en otros paí­ses de Euro­pa, pro­ba­ble­men­te tam­bién en el este.

Ade­más de esas nue­vas bom­bas ató­mi­cas, Esta­dos Uni­dos tie­ne aho­ra en el este de Euro­pa dos bases terres­tres, en Ruma­nia y en Polo­nia, y 4 buques de gue­rra dota­dos del sis­te­ma de misi­les Aegis, capaz de lan­zar tan­to misi­les anti­mi­si­les como misi­les del tipo cru­ce­ro por­ta­do­res de car­gas nuclea­res. Y tam­bién está pre­pa­ran­do misi­les nuclea­res de alcan­ce inter­me­dio que serían des­ple­ga­dos en Euro­pa apun­tan­do a Rusia, un enemi­go inven­ta­do pero que si es ata­ca­do pue­de res­pon­der de mane­ra alta­men­te destructiva.

A todo eso se agre­ga el impac­to eco­nó­mi­co y social del ince­san­te incre­men­to de los gas­tos mili­ta­res. En la reu­nión de los minis­tros de Defen­sa de la OTAN, Stol­ten­berg anun­ció en tono triun­fal que «este año es el sép­ti­mo año con­se­cu­ti­vo de aumen­to del gas­to de defen­sa de los alia­dos euro­peos, que se ele­vó en 270 000 millo­nes de dóla­res des­de 2014». Se tra­ta siem­pre de fon­dos públi­cos sus­traí­dos a los gas­tos socia­les y a las inver­sio­nes pro­duc­ti­vas, a pesar de que los paí­ses euro­peos toda­vía tie­nen que recu­pe­rar­se del con­fi­na­mien­to eco­nó­mi­co de 2020 – 2021.

En Ita­lia, los gas­tos mili­ta­res han sobre­pa­sa­do los 70 millo­nes de euros al día, pero toda­vía no es sufi­cien­te. El pri­mer minis­tro Mario Draghi ya anun­ció que:

Tene­mos que dotar­nos de una defen­sa más sig­ni­fi­ca­ti­va. Es muy evi­den­te que habrá que gas­tar mucho más de lo que gas­tá­ba­mos has­ta ahora.

24 de febre­ro de 2022

El men­sa­je es muy cla­ro: Apre­té­mo­nos el cin­tu­rón para que la OTAN pue­da ampliarse.

Man­lio Dinucci

Fuen­te: Il Mani­fes­to (Ita­lia)

Tra­du­ci­do al espa­ñol por Red Vol­tai­re a par­tir de la ver­sión al fran­cés de Marie Ange Patrizio.

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