Tesis sobre el con­tex­to y las estra­te­gias (I)

  1. En este «esce­na­rio de pesa­di­lla» se cele­bró el Con­gre­so de Sor­tu con estos resultados: 
    Cen­so de par­ti­ci­pan­tes 7.936
    Votan­tes 4.164 → 52,5%
    Abs­ten­ción 3.772 → 47,5%
    Votos a favor de la ponen­cia ofi­cial 2.948 → 71% de los votantes
    Votos a favor de la ponen­cia alter­na­ti­va 919 → 22% de los votan­tes
    Votos blan­cos 297 → 7% de los votantes

  2. La direc­ción del refor­mis­mo sobe­ra­nis­ta com­pren­dió al ins­tan­te que debía dar una inter­pre­ta­ción posi­ti­va de los resul­ta­dos tan nega­ti­vos, obte­ni­dos tras una inten­sa cam­pa­ña a favor de la ponen­cia ofi­cial en la que todo sir­vió para des­acre­di­tar a la ponen­cia crí­ti­ca así como para com­ba­tir la alta abs­ten­ción pre­vi­si­ble. Naiz-Gara, en gran medi­da res­pon­sa­ble del dete­rio­ro polí­ti­co y teó­ri­co, hizo mala­ba­ris­mos a modo de «inge­nie­ría con­ta­ble» para sua­vi­zar los resul­ta­dos abs­tra­yén­do­los del con­tex­to actual que ape­nas tie­ne nada que ver con el de otros debates.

  3. A dife­ren­cia de los deba­tes ante­rio­res, el actual se pro­du­ce en un con­tex­to socio­po­lí­ti­co interno al sobe­ra­nis­mo cua­li­ta­ti­va­men­te dife­ren­te al de los ante­rio­res: la «nue­va estra­te­gia» es «nue­va» por­que ha roto del todo con la man­te­ni­da des­de la crea­ción de la izquier­da aber­tza­le. La insis­ten­cia macha­co­na de la direc­ción refor­mis­ta en rom­per los lazos con la ante­rior des­de hace inclu­so más de una déca­da así lo con­fir­ma, y la suce­sión de cesio­nes y acep­ta­cio­nes de las exi­gen­cias del capi­tal espa­ñol tam­bién lo con­fir­ma, sien­do la acep­ta­ción de las leyes repre­si­vas una mues­tra inape­la­ble sobre todo las carcelarias.

  4. Hay que par­tir de aquí y no de las mani­pu­la­cio­nes de la direc­ción para poder valo­rar en su gra­ve alcan­ce la impre­sio­nan­te abs­ten­ción habi­da en el con­gre­so de Sor­tu: por un lado, se han abs­te­ni­do abier­ta­men­te 3.772 per­so­nas cen­sa­das, el 47,5% del total; y por otro lado, ha habi­do 297 votos en blan­co, el 3,7% del cen­so. Suman­do ambas tene­mos una mayo­ría del 51,2% del cen­so, es decir 4.089 per­so­nas apun­ta­das al Con­gre­so que no han dado su opi­nión bien de for­ma direc­ta y explí­ci­ta, bien de for­ma edu­ca­da e indi­rec­ta del voto en blan­co, que tam­bién es abs­te­ner­se. Quie­re esto decir que la mayo­ría del cen­so se ha abs­te­ni­do y solo ha vota­do la mino­ría, el 48,7%.

  5. En este «esce­na­rio de pesa­di­lla», los 297 votos blan­cos, el 7% de los votos emi­ti­dos y el 3,74% del cen­so, demues­tran la mis­ma indi­fe­ren­cia polí­ti­ca que los abs­ten­cio­nis­tas explí­ci­tos por­que tam­bién acep­tan pasi­va­men­te que ven­za un sec­tor u otro. En reali­dad no se dife­ren­cian en nada prác­ti­co de los 4.772 mili­tan­tes que se abs­te­ni­do de votar. El voto en blan­co tam­bién es abs­ten­cio­nis­mo polí­ti­co prác­ti­co, por­que, en la pesa­di­lla actual, no defen­der lo que se pien­sa sobre la estra­te­gia del pro­pio colec­ti­vo es cola­bo­rar con la pos­tu­ra ven­ce­do­ra, la más reformista.

  6. Des­de siem­pre se ha deba­ti­do y se deba­ti­rá el sen­ti­do y el sig­ni­fi­ca­do de la abs­ten­ción, que debe ser ana­li­za­da den­tro de la coyun­tu­ra y con­tex­to de cada vota­ción, nun­ca en la mani­pu­la­do­ra abs­trac­ción de la inge­nie­ría elec­to­ra­lis­ta de cada opción polí­ti­ca. En este caso y como esta­mos vien­do, el «esce­na­rio de pesa­di­lla» mun­dial y vas­co, uni­do a la dife­ren­cia cua­li­ta­ti­va en los hechos y en los dichos de la «nue­va estra­te­gia», más las pre­sio­nes de la direc­ción para incen­ti­var el voto, todo esto debie­ra haber sido sufi­cien­te para una alta defen­sa explí­ci­ta, optan­do por una u otra ponen­cia, de las per­so­nas censadas.

  7. Se supo­ne que una per­so­na con la sufi­cien­te con­cien­cia polí­ti­ca como para ser miem­bro de Sor­tu o para par­ti­ci­par cum­pli­men­tan­do la docu­men­ta­ción nece­sa­ria para reci­bir las ponen­cias, deba­tir­las y votar, esta per­so­na tie­ne un nivel medio de con­cien­cia polí­ti­ca supe­rior al de quien no par­ti­ci­pa. Por tan­to su abs­ten­ción tie­ne un sig­ni­fi­ca­do polí­ti­co nega­ti­vo o crí­ti­co mucho más fuer­te que el de cual­quier otra per­so­na en elec­cio­nes «nor­ma­les», no «de par­ti­do» y menos aún «de izquier­da». La ponen­cia ofi­cial renie­ga del con­cep­to comu­nis­ta de mili­tan­cia y retro­ce­de al men­che­vi­que, pero el pro­ble­ma no des­apa­re­ce del todo por­que aun con este retro­ce­so se man­tie­ne una exi­gen­cia polí­ti­ca míni­ma para participar.

  8. Pre­ci­sa­men­te por­que aho­ra el con­tex­to es cua­li­ta­ti­va­men­te más gra­ve que los de las elec­cio­nes ante­rio­res, era de espe­rar que la mili­tan­cia de Sor­tu se vol­ca­se masi­va­men­te en defen­der su opi­nión sobre la «nue­va estra­te­gia» tras una déca­da de des­mo­vi­li­za­ción y fra­ca­sos tenien­do en cuen­ta lo que se había pro­me­ti­do hace diez o doce años. Recor­de­mos que inclu­so se hizo correr la espe­ran­za de que en «pocos años» habría un lehen­da­ka­ri aber­tza­le por­que, al «dejar la vio­len­cia y venir la paz», mucho abs­ten­cio­nis­mo pro­gre, des­en­can­ta­dos de EA, sec­to­res del sin­di­ca­lis­mo y algu­nas bases del PNV vota­rían a EH Bil­du lle­ván­do­le a Aju­ria Enea.

  9. Ade­más, el arrai­go cre­cien­te de orga­ni­za­cio­nes revo­lu­cio­na­rias aber­tza­les a la izquier­da de Sor­tu debie­ra pro­vo­car un deba­te más crí­ti­co en el Con­gre­so siquie­ra para man­te­ner el orgu­lli­to, pero no ha sido así. Com­pa­ra­do este cli­ma de apa­tía con la efer­ves­cen­cia mili­tan­te en el MLNV cuan­do la esci­sión de EIA-Eus­ka­di­ko Eske­rra, se cons­ta­ta un indi­fe­ren­cia des­es­pe­ran­za­da por bus­car la dis­cu­sión teó­ri­ca rigu­ro­sa con las nue­vas izquier­das inde­pen­den­tis­tas, excep­tuan­do el des­pre­cio engreí­do, a la vez que una impa­ra­ble acep­ta­ción del orden del capital.

  10. Y este es el pro­ble­ma: ¿Por qué el 51,2%, la mayo­ría, ha per­ma­ne­ci­do muda con la que está cayen­do? La expli­ca­ción fun­da­men­tal es que, tras una déca­da de retro­ce­sos y aún más de aban­dono de la for­ma­ción teó­ri­ca mar­xis­ta, la mem­bre­cía ha debi­li­ta­do su con­cien­cia has­ta caer en una indi­fe­ren­cia apá­ti­ca por el deba­te, por el estu­dio de la teo­ría impres­cin­di­ble para todo buen deba­te, más en las con­di­cio­nes en las que mal­vi­vi­mos. Los y las cen­sa­das han asu­mi­do una a una las cesio­nes del sobe­ra­nis­mo refor­mis­ta, inclui­da la ponen­cia a la tota­li­dad que sigue –has­ta la fir­ma de este tex­to– den­tro de Sor­tu. La mili­tan­cia que no aguan­ta­ba la deri­va a la nada, lo fue dejan­do y mucha de ella crean­do orga­ni­za­cio­nes revo­lu­cio­na­rias. Depen­den­cias y ata­du­ras afec­ti­vas, sim­bó­li­cas, emo­cio­na­les refor­za­das por el debi­li­ta­mien­to teó­ri­co, han faci­li­ta­do tan­to la pasi­va abs­ten­ción de la mayo­ría como la vic­to­ria de la mino­ría ofi­cial y el redu­ci­do apo­yo a la ponen­cia alternativa.

  11. La mili­tan­cia actual de Sor­tu y EH Bil­du –en otro tex­to habla­re­mos de la de LAB y Ernai– no tie­ne nada que ver con la del MLNV de hace dos déca­das. Hemos vis­to la dia­léc­ti­ca entre pobre­za abso­lu­ta y rela­ti­va inser­ta a su vez en la dia­léc­ti­ca supe­rior de la lucha de cla­ses, pues bien, exis­te otra dia­léc­ti­ca entre retro­ce­so mili­tan­te abso­lu­to y rela­ti­vo. Se ha sufri­do un retro­ce­so abso­lu­to en la capa­ci­dad mili­tan­te por­que, de un lado, se han agu­di­za­do y com­ple­ji­za­do las con­tra­dic­cio­nes capi­ta­lis­tas, pero de otro lado, la mili­tan­cia ha debi­li­ta­do mucho su for­ma­ción, con lo que aumen­ta abso­lu­ta­men­te la dis­tan­cia entre la nece­si­dad teó­ri­ca al alza y la capa­ci­dad crí­ti­ca en abier­to retro­ce­so como se ha vuel­to a demos­trar en el con­gre­so de Sortu.

  12. Es impo­si­ble recu­pe­rar la capa­ci­dad mili­tan­te man­te­nien­do el sis­te­ma orga­ni­za­ti­vo y la direc­ción polí­ti­ca que la han deva­lua­do has­ta el nivel vis­to. Exis­te una irrom­pi­ble depen­den­cia mutua entre bases acrí­ti­cas, direc­ción refor­mis­ta y sis­te­ma orga­ni­za­ti­vo social­de­mó­cra­ta o men­che­vi­que que no vamos a deta­llar aquí por­que es obvia: para­fra­sean­do al Che, no se pue­de cons­truir la inde­pen­den­cia socia­lis­ta con las armas mella­das del capitalismo.

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Un comentario

  1. Sin cla­ri­dad ni orden en la ideo­lo­gía, decía alguien, no pue­de haber ni cla­ri­dad ni orden en la orga­ni­za­ción, el refor­mis­mo es confusión.

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