Cuba. Unión de Hecho Afec­ti­va: otra for­ma de cons­ti­tuir una fami­lia en pareja

Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 13 de octu­bre de 2021. 

El Títu­lo VI del Ante­pro­yec­to del Códi­go de las Fami­lias reco­ge todas las dis­po­si­cio­nes sobre la Unión de Hecho Afectiva.

Entre sus aspec­tos posi­ti­vos, pue­den resal­tar­se que otor­ga reco­no­ci­mien­to judi­cial y, por ende, pro­tec­ción legal, a las unio­nes entre dos per­so­nas que com­par­ten un pro­yec­to de vida en común sin esta­ble­cer víncu­lo matri­mo­nial. Tam­bién inclu­ye a las unio­nes ya disuel­tas, aun­que estas no se hayan ins­tru­men­ta­do por vía nota­rial, siem­pre que cual­quie­ra de sus ex miem­bros lo soli­ci­te en un pla­zo no mayor de 5 años de extin­gui­da la unión.

La pare­ja que for­ma una Unión de Hecho Afec­ti­va acre­di­ta­da por acta de noto­rie­dad, pue­de deter­mi­nar libre­men­te y de común acuer­do, el esta­tus jurí­di­co que regi­rá las rela­cio­nes eco­nó­mi­cas, bases y reglas de su con­vi­ven­cia, o fijar otros pac­tos sobre su pro­yec­to de vida en común a tra­vés de escri­tu­ra públi­ca nota­rial, que podrán ser modi­fi­ca­dos en cual­quier momento.

Al igual que en el caso del Matri­mo­nio, se esta­ble­ce que, en sus rela­cio­nes per­so­na­les, los miem­bros de la pare­ja se deben asis­ten­cia, soli­da­ri­dad, leal­tad, con­si­de­ra­ción y res­pe­to mien­tras dure su pro­yec­to de vida en común que debe ser, ade­más, libre del empleo de la vio­len­cia en cual­quie­ra de sus manifestaciones.

Estos deben ser soli­da­ria­men­te res­pon­sa­bles por las deu­das que uno de ellos con­trai­ga para sol­ven­tar las nece­si­da­des del hogar y la fami­lia. Tam­bién tie­nen res­pon­sa­bi­li­dad com­par­ti­da sobre hijas e hijos meno­res de edad, ya sean comu­nes o no, y de la des­cen­den­cia mayor de edad u otros fami­lia­res en situa­ción de dis­ca­pa­ci­dad que con­lle­ve una vul­ne­ra­bi­li­dad económica.

Otro ele­men­to resal­ta­ble del nue­vo Códi­go, es que con­si­de­ra bie­nes adqui­ri­dos en común a aque­llos obte­ni­dos a nom­bre de uno de los miem­bros de la pare­ja con poder adqui­si­ti­vo para ello, cuan­do el otro brin­da su apor­ta­ción eco­nó­mi­ca con tra­ba­jo en el hogar o cuan­do, por su edad, dis­ca­pa­ci­dad, enfer­me­dad u otro impe­di­men­to insu­pe­ra­ble, esté impo­si­bi­li­ta­do de tra­ba­jar y carez­ca de otros medios de subsistencia.

El Tri­bu­nal pue­de dis­po­ner, como caso de com­pen­sa­ción eco­nó­mi­ca por tra­ba­jo en el hogar, que quien se haya dedi­ca­do a esta labor tie­ne dere­cho a con­ti­nuar usan­do y dis­fru­tan­do los bie­nes comu­nes has­ta que se aprue­ben judi­cial­men­te las ope­ra­cio­nes de la liqui­da­ción; así como pue­de deter­mi­nar una pen­sión ali­men­ti­cia a la ex pare­ja vulnerable.

Entre los aspec­tos que pue­den ser moti­vo de preo­cu­pa­ción está el artícu­lo 191, refe­ri­do a la dis­tri­bu­ción de bie­nes, que esti­pu­la que: «A fal­ta de pac­to, los bie­nes adqui­ri­dos duran­te la exis­ten­cia de la unión de hecho afec­ti­va per­te­ne­cen al miem­bro de la pare­ja a cuyo nom­bre se adqui­rie­ron estos, sin per­jui­cio de la apli­ca­ción de los prin­ci­pios rela­ti­vos a la soli­da­ri­dad, la pros­crip­ción del enri­que­ci­mien­to inde­bi­do y de la inter­po­si­ción de personas.»

Esto impli­ca que la ausen­cia de un pac­to pre­vio de con­vi­ven­cia nota­ria­do, podría dejar en esta­do de des­pro­tec­ción al miem­bro más vul­ne­ra­ble eco­nó­mi­ca­men­te o, por ejem­plo, a las muje­res que duran­te la con­vi­ven­cia estu­vie­sen dedi­ca­das al tra­ba­jo en el hogar o al cui­da­do de algún fami­liar (situa­ción común en la dis­tri­bu­ción de los roles de géne­ro patriar­ca­les). Pues, la «apli­ca­ción de los prin­ci­pios rela­ti­vos a la soli­da­ri­dad», que se enun­cia como con­di­cio­nan­te, es ambi­gua y no inclu­ye obli­ga­to­rie­dad ni defi­ne el sig­ni­fi­ca­do y peso real que tal soli­da­ri­dad ten­dría de exis­tir una situa­ción de des­ven­ta­ja social para uno los miem­bros de la pare­ja. Por ello, sería per­ti­nen­te pre­ci­sar tal pro­tec­ción en dicho artículo.

Fuen­te: Telegra

Itu­rria /​Fuen­te

Artikulua gustoko al duzu? / ¿Te ha gustado este artículo?

Twitter
Facebook
Telegram

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *