Bra­sil. Los poli­cías mili­ta­res son res­pon­sa­bles del 85,6% de los ata­ques a pre­sos en Río, dice Defensoría

Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, Bra­sil de Fato, 17 de sep­tiem­bre de 2021.

Infor­me infor­ma que las denun­cias de tor­tu­ra y malos tra­tos ante un juez tien­den a ser irre­le­van­tes en el proceso

Un infor­me publi­ca­do este vier­nes (17) por la Defen­so­ría Públi­ca de Río de Janei­ro mues­tra que la mayo­ría de los ata­ques físi­cos y /​o psi­co­ló­gi­cos a los pre­sos en el esta­do pro­vie­nen de poli­cías mili­ta­res. Según el docu­men­to, agen­tes del PM res­pon­den al 85,6% de las 1.250 denun­cias de tor­tu­ra y malos tra­tos que lle­ga­ron al Núcleo de Defen­sa de los Dere­chos Huma­nos (Nudedh).

Si bien nue­ve de cada diez víc­ti­mas afir­man poder iden­ti­fi­car a los auto­res y el 35% de ellas han sufri­do apa­ren­tes lesio­nes, solo el 20% deci­dió tomar medi­das admi­nis­tra­ti­vas o judi­cia­les con­tra el Esta­do o quie­nes los agre­die­ron. Los datos for­man par­te del segun­do infor­me del DP-RJ des­de la crea­ción del Pro­to­co­lo para Pre­ve­nir y Com­ba­tir la Tor­tu­ra y Otros Tra­tos o Penas Crue­les, Inhu­ma­nos o Degradantes.

La encues­ta tam­bién mues­tra que la gran mayo­ría de las víc­ti­mas son hom­bres (96%), casi siem­pre negros o more­nos (alre­de­dor del 80%), más de la mitad de entre 18 y 40 años y que no han lle­ga­do a la escue­la secun­da­ria (71%).

El infor­me, que ana­li­zó el per­fil de las víc­ti­mas y las cir­cuns­tan­cias de la vio­len­cia a la que fue­ron some­ti­das, inves­ti­gó el pro­ce­so penal en el que estos pre­sos fue­ron impu­tados, con el fin de iden­ti­fi­car si y cómo, en la sen­ten­cia, se toma­ron denun­cias de agre­sión. en cuenta.

Jus­ti­cia

Con­si­de­ran­do los casos en los que no hay men­ción de agre­sio­nes ni en la audien­cia de cus­to­dia, ni en el inte­rro­ga­to­rio ni en la fun­da­men­ta­ción de la sen­ten­cia, en 378 (70,8% del total) se cons­ta­tó que, en algu­nos de estos momen­tos, el el juez (a) se ente­ró de la acu­sa­ción for­mu­la­da por el acusado.

De estos 378, en 175 la res­pues­ta a la pre­gun­ta «Si hubo agre­sión físi­ca /​tor­tu­ra, ¿hay una lesión apa­ren­te?» sí, es decir, el 46,3% del total. De este uni­ver­so, en 16 hay men­ción de agre­sión en la sen­ten­cia (9,1%), sien­do tres abso­lu­to­rios y 13 con­de­na­to­rios. Esto sig­ni­fi­ca que en alre­de­dor del 80% de los casos en los que exis­te un daño visi­ble deri­va­do de la agre­sión denun­cia­da, el juez ni siquie­ra men­cio­na la agre­sión en la sentencia.

La Defen­so­ría tam­bién seña­ló que inclu­so en los casos en los que se tie­ne cons­tan­cia del infor­me de agre­sión para ase­gu­rar­se de que el juez efec­ti­va­men­te tuvo cono­ci­mien­to de este hecho, lo que se advier­te es que este infor­me des­apa­re­ce duran­te todo el pro­ce­so y ter­mi­na sien­do con­si­de­ra­do irre­le­van­te. para el jui­cio, sin que se tomen más medi­das concretas.

Como deta­lla un extrac­to del infor­me, “se veri­fi­có si, en la fun­da­men­ta­ción de la sen­ten­cia, el juez con­si­de­ra el infor­me de agre­sión, habién­do­se iden­ti­fi­ca­do 28 casos; sin embar­go, en prác­ti­ca­men­te todos ellos, solo para des­ca­li­fi­car la ver­sión del impu­tado o afir­mar que el infor­me no con­fir­ma­ba las pre­sun­tas agresiones.

«Una per­so­na dete­ni­da en fla­gran­te deli­to por nar­co­trá­fi­co, aun­que nie­gue haber come­ti­do el deli­to o ale­gue haber sido some­ti­da a agre­sión o tor­tu­ra en el momen­to de la deten­ción, sufre vio­la­cio­nes de sus dere­chos al no tener en cuen­ta sus decla­ra­cio­nes, en la mayo­ría de los casos. Casos. Es un gran esfuer­zo de la defen­sa dar cre­di­bi­li­dad a las denun­cias de mal­tra­to ”, resu­me la coor­di­na­do­ra de Defen­sa Penal, Lucía Hele­na de Oliveira.

Esta­dís­ti­cas

Apro­xi­ma­da­men­te el 93% de todos los infor­mes de agre­sio­nes se envia­ron a la Ofi­ci­na del Defen­sor Públi­co. La mayo­ría de los regis­tros datan de mar­zo de 2020, cuan­do, debi­do a la pan­de­mia del covid-19, se sus­pen­die­ron las audien­cias de cus­to­dia y los jue­ces comen­za­ron a ana­li­zar la deten­ción en fla­gran­te deli­to sin la pre­sen­cia del cus­to­dio, impo­si­bi­li­tan­do la posi­bi­li­dad de una entre­vis­ta. pri­va­do con el defen­sor publico.

Pata­das (477) y puñe­ta­zos (438) fue­ron los tipos de agre­sión más men­cio­na­dos por los pre­sos. Las medi­das, admi­nis­tra­ti­vas o judi­cia­les, con­tra los agre­so­res toma­das con el con­sen­ti­mien­to de la víc­ti­ma o su repre­sen­tan­te legal fue­ron, prin­ci­pal­men­te, soli­ci­tud de ini­cio de inves­ti­ga­ción (227), inter­po­si­ción de acción de indem­ni­za­ción (185) y repre­sen­ta­ción por falla fun­cio­nal ( 155).

Fuen­te: BdF Rio de Janeiro

Edi­ción: Eduar­do Miranda

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