El Sal­va­dor. El pue­blo humil­de le dio el últi­mo adiós al Padre Tilo, sacer­do­te gue­rri­lle­ro y revolucionario

Por nues­tro corres­pon­sal Ramón El Sui­zo, Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 7 de sep­tiem­bre de 2021.

La Crip­ta de la Cate­dral de San Sal­va­dor se lle­nó este pasa­do domin­go con la gen­te del pue­blo pobre quie­nes que­ría­mos ren­dir nues­tro tri­bu­to al com­pa­ñe­ro Padre Tilo Sán­chez, quién en las pri­me­ras horas del día del sába­do par­tió a la Eter­ni­dad, deján­do­nos un lega­do insu­pe­ra­ble de lucha­dor revo­lu­cio­na­rio de toda la vida, dig­na de un fiel segui­dor de San Rome­ro de América.

UN POEMA PARA EL PADRE TILO

Ni la tor­tu­ra
ni la per­se­cu­ción
ni la infa­mia de la noche oscu­ra
ni la bota abo­mi­na­ble del laca­yo del explo­ta­dor
ni el impe­rio y sus ten­tácu­los de opro­bio
ni el hom­bro frío del cle­ro de la bur­gue­sía
ni la len­gua vipe­ri­na del espía trai­dor
ni la indo­len­te almoha­da de pie­dra de la mon­ta­ña
ni las masa­cres,
ni las voces de las cria­tu­ras de pecho arran­ca­das a sus madres por los enemi­gos de la auro­ra
ni las som­bras de los árbo­les, per­se­gui­dos por la luna en las noches de guin­da
ni el rugi­do del vien­tre recla­man­do por pan
ni el dolor en el ros­tro de tus cam­pe­si­nos
ni la calum­nia, ni la exco­mu­nión
ni el sabo­ta­je ras­tre­ro
ni la noche más lar­ga con la vida pen­dien­do de un hilo
ni la bala ase­si­na de la eter­na dic­ta­du­ra
nada,
abso­lu­ta­men­te nada
pudo cor­tar­le las alas a tu amor
a tu sue­ño de gue­rre­ro exten­so
en la visión y la pala­bra
a tus manos lim­pias y abun­dan­tes de bál­sa­mo y de pan.
Tus pobres te recla­man, no te deja­rán ir
la muer­te nos ha heri­do hoy, Tilo.
Nos ha heri­do a todos los que amas­te, a todos los que te ama­mos pero no podrá arran­car­te de noso­tros.
Padre Com­pa­ñe­ro, no te deja­mos ir.
Tu voz y tu evan­ge­lio de amor reso­na­rán por siem­pre en las Ara­di­tas y en la Ber­mu­da,
En las calles de pol­vo y pie­dra,
en el eco de la noche de los sobre­vi­vien­tes.
Gra­cias, Tilo, Com­pa­ñe­ro.
Inmen­so hom­bre de fé, mi Padre gue­rri­lle­ro.
Gra­cias y por favor, aún no te vayas
Aún que­dan albo­ra­das para arre­ba­tar­le sue­ños a la muer­te.
Aún que­dan guin­das para can­tar el himno de la vida.

Luz­Mar.
4 de sep­tiem­bre de 2021.

EL PADRE TILO, MUY JOVEN, JUNTO A MONSEÑOR ROMERO, ASESINADO POR PATRIOTA

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