Colom­bia. Ex gue­rri­lle­ra Yaritza Pania­gua: De la gue­rra a la bús­que­da de desaparecidxs

Por Vio­le­ta Fore­ro*, Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 30 de agos­to de 2021.

Foto: Yaritza Pania­gua. Cré­di­to: Simón Palacio

VOZ habló con la exgue­rri­lle­ra Yaritza Pania­gua, coor­di­na­do­ra en el orien­te del país de la Comi­sión de Bús­que­da de Per­so­nas Des­apa­re­ci­das – Com­po­nen­te FARC

¿Cuál fue tu expec­ta­ti­va al fir­mar un acuer­do de paz?

-Cuan­do ini­ció el pro­ce­so de paz yo esta­ba en la cár­cel, enton­ces cono­cía poco de lo que esta­ba pasan­do. A veces tenía infor­ma­ción a la mano, pero no era com­ple­ta, lo úni­co que sabía es que ahí tenía que parar la gue­rra. Des­de que se fun­da­ron las FARC se sabía que la úni­ca for­ma de ter­mi­nar con ella era median­te un pro­ce­so polí­ti­co. En ese momen­to fue la úni­ca sali­da que encon­tra­mos, pero sabía­mos que tenía­mos que dejar el arma y tran­si­tar a un momen­to que tenía que ser político.

Cuan­do yo leí los seis pun­tos que se cons­tru­ye­ron en La Haba­na sen­tía algo dife­ren­te y es que estos pun­tos tam­bién incluían a la socie­dad. Yo siem­pre enten­día que hacer un pro­ce­so de paz no es solo era entre el Esta­do y el gru­po arma­do, tie­ne que ser con la socie­dad y sus dife­ren­tes sec­to­res. Nues­tra expec­ta­ti­va era vin­cu­lar a todo el pue­blo colom­biano por­que este pue­blo es quien ha sen­ti­do el ver­da­de­ro peso de la vio­len­cia. Siem­pre creí que íba­mos a cons­truir paz como una uni­dad, pero el camino se fue desconfigurando.

Pis­ta 1: Yaritza Buscadora

Yaritza y Fabián Pania­gua fue­ron dos her­ma­nos que estu­vie­ron jun­tos has­ta el últi­mo momen­to. Ambos se vin­cu­la­ron a la gue­rri­lla al mis­mo tiem­po, su amis­tad y su her­man­dad hizo que cada segun­do de su vida lo com­par­tie­ran jun­tos, sin embar­go, en un enfren­ta­mien­to con el Ejér­ci­to, Fabián fue ase­si­na­do. Aún des­pués de 20 años no se sabe dón­de está su cuerpo.

¿Qué sig­ni­fi­ca ser bus­ca­do­ra de un hermano?

-Esto ha sido mi motor de arran­que para estar vin­cu­la­da en la Comi­sión. Éra­mos ocho her­ma­nos, ter­mi­na­mos cin­co en la gue­rri­lla, pero de esos cin­co Fabián y yo éra­mos los más uni­dos. Enton­ces cuan­do a mí me lla­man para par­ti­ci­par en esta comi­sión, yo no lo dudé ni un segun­do. Como te dije, era mi pun­to de par­ti­da para poder empe­zar a bus­car a mi her­mano, eso me for­ta­le­ció como per­so­na y me ha hecho dar­la toda en este equi­po de búsqueda.

-¿Te has sen­ti­do des­fa­lle­cer en la bús­que­da de Fabián?

No. Ni un segun­do. Si no lo encuen­tro antes de morir­me me voy con ese sen­ti­mien­to a la tum­ba por­que él es par­te de mi for­ta­le­za dia­ria. Cada per­so­na que encuen­tro es como si encon­tra­ra a mi her­mano, yo sien­to esa satis­fac­ción de la fami­lia de la per­so­na des­apa­re­ci­da como pro­pia. Como no des­fa­llez­co bus­can­do a otras per­so­nas que no son fami­lia­res míos, tam­po­co des­fa­llez­co bus­can­do a mi her­mano. Ese sen­tir me hace seguir bus­can­do. Yo sé que algún día voy a encon­trar su cuer­po así mi fami­lia diga lo contrario.

Pis­ta 2: Yaritza coordinadora

¿Cómo lle­gas a ser la coor­di­na­do­ra del Blo­que Noro­rien­tal de la Comi­sión Nacio­nal de Bús­que­da de Per­so­nas dadas por Des­apa­re­ci­das de FARC?

-A mí siem­pre me ha gus­ta­do la inves­ti­ga­ción, enton­ces hici­mos un com­pro­mi­so y nos eli­gie­ron como las per­so­nas que ini­cial­men­te íba­mos a estar ahí bus­can­do. Ini­cial­men­te no sabía­mos bien qué íba­mos a hacer, enton­ces empe­za­mos a hacer una “mesa téc­ni­ca” don­de había dife­ren­tes per­so­nas y gru­pos, esta­ba por ejem­plo Asfad­des, que es la Aso­cia­ción de fami­lia­res de dete­ni­dos des­apa­re­ci­dos y por ahí comen­za­mos a coor­di­nar tareas.

No pen­sá­ba­mos que fué­ra­mos a tener tan­tas soli­ci­tu­des, sino que, si las orga­ni­za­cio­nes nos pedían ayu­da, se las dába­mos. Pero cuan­do nos fui­mos dan­do cuen­ta, ya eran cien­tos de soli­ci­tu­des a nivel nacio­nal y muchas per­so­nas des­apa­re­ci­das que son NN, otras per­so­nas que nun­ca han podi­do hacer su soli­ci­tud por temo­res, ame­na­zas y que su fami­liar se des­apa­re­ció hace 30 años.

El reto siem­pre ha sido difí­cil, pero eso es lo que nos moti­va a echar­le ganas y fue así como empe­za­mos hacien­do talle­res inter­nos. Sabía­mos que íba­mos a encon­trar per­so­nas, pero no sabía­mos cómo íba­mos a hacer para encon­trar­las. Enton­ces yo hice la pro­pues­ta de hacer gru­pos tal y como ope­rá­ba­mos en los fren­tes, por­que cuan­do hici­mos los pla­nes pilo­to y lle­gá­ba­mos a los terri­to­rios, pues nadie nos cono­cía, enton­ces, por ejem­plo, si yo ope­ra­ba en Nari­ño y lle­ga­ba a la cos­ta pues no iba a haber tan­ta afi­ni­dad con el terri­to­rio y la gen­te, y así nos empe­za­mos a divi­dir, depen­dien­do de don­de hubié­ra­mos esta­do y comen­za­mos a armar redes de apo­yo territorial.

Pis­ta 3: El paso a paso de la Comisión

¿Cuál es el papel de la Comi­sión y cómo es el proceso?

-Lle­va­mos seis eta­pas: La cons­truc­ción del equi­po, el pro­ce­so de capa­ci­ta­ción, la cons­truc­ción de la herra­mien­ta y de los for­ma­tos de soli­ci­tud, los pla­nes pilo­to y documentación.

La comi­sión bus­ca la infor­ma­ción y se la pasa a la Uni­dad de Bús­que­da de Per­so­nas Dadas por Des­apa­re­ci­das, UBPD. Has­ta el momen­to hemos entre­ga­do entre 600 y 700 casos de per­so­nas dadas por des­apa­re­ci­das en 10 entre­gas que hemos hecho. Y lue­go de esa entre­ga, hace­mos la retro­ali­men­ta­ción de esos casos. Todo esto per­te­ne­ce al comu­ni­ca­do 062 del acuer­do de paz don­de las par­tes se com­pro­me­te a apo­yar la bús­que­da y FARC a dar infor­ma­ción que con­du­je­ra a encon­trar a las per­so­nas desaparecidas.

La Uni­dad en el estu­dio de caso a caso nos dice qué les hace fal­ta y les ayu­da­mos a bus­car más infor­ma­ción. En este momen­to esta­mos en este pun­to, hacien­do segui­mien­to a los casos que le hemos entre­ga­do a la Uni­dad y dan­do res­pues­tas a los reque­ri­mien­tos a la JEP. Y por supues­to entre­ga­mos infor­ma­ción sobre los cuer­pos que sepa­mos. Por ejem­plo, don­de haya una per­so­na que tuvo que que­dar por heri­da o por muer­te, pues deci­mos dón­de está y con los equi­pos terri­to­ria­les se hace la bús­que­da y si no tie­ne recla­man­te, pues se archi­va has­ta que lle­gue una per­so­na por el cuerpo.

Pis­ta 4: El muer­to del enemi­go se respeta

¿Estas soli­ci­tu­des sólo son de excombatientes? 

-No, son de per­so­nal civil, Fuer­za Públi­ca, para­mi­li­ta­res, gue­rri­lle­ros, etc. No tene­mos dis­tin­ción ni racial, ni étni­ca, ni polí­ti­ca. Caso que vaya lle­gan­do, caso que vamos tra­mi­tan­do. No recha­za­mos nin­gún caso por dig­ni­dad, huma­ni­dad y res­pe­to a las víc­ti­mas. Ade­más, todas las per­so­nas que hace­mos esto es por­que tene­mos fami­lia­res des­apa­re­ci­dos y que­re­mos encon­trar­los. Quien acu­da a la Comi­sión, bien­ve­ni­do sea.

¿Qué hace que una per­so­na sea dada por desaparecida?

-Para la Ley tie­ne que haber un tiem­po. Para la Comi­sión no. Una vez una per­so­na sale de su casa y no lle­ga según lo esti­ma­do, para la fami­lia ya está des­apa­re­ci­da. Por ejem­plo, si una per­so­na sale de acá y dura cin­co o seis horas sin lle­gar a su casa y no se sabe de su para­de­ro, ya es una per­so­na desaparecida.

De hecho, en teo­ría sólo debe­ría­mos actuar y bus­car todas las des­apa­ri­cio­nes en el mar­co del con­flic­to, pero eso no nos hace ausen­tes de la reali­dad del momen­to. Sabe­mos que en el paro nacio­nal de este año des­apa­re­cie­ron muchas per­so­nas e inme­dia­ta­men­te íba­mos sabien­do de los casos, acti­vá­ba­mos las alar­mas y ayu­da­mos a encon­trar muchas personas.

Pis­ta 5: Las muje­res somos más berracas

¿Por qué hay tan­tas muje­res en la Comi­sión Nacio­nal de FARC?

-En este tra­ba­jo se intere­san más las muje­res por­que las muje­res somos más huma­nas, más intere­sa­das en bus­car, nos da menos pena meter­nos a don­de toque, tene­mos más sen­si­ble el sen­tir de la des­apa­ri­ción. En la his­to­ria las muje­res hemos sido más afec­ta­das, hemos per­di­do hijos, espo­sos, her­ma­nos y por eso siem­pre esta­mos más acti­vas en el tema de la des­apa­ri­ción. Una como mujer no se que­da quie­ta, va, bus­ca, habla, pre­gun­ta. Nos ren­di­mos menos, en cam­bio los hom­bres siem­pre con pena. Noso­tras somos más berracas.

Itu­rria /​Fuen­te

Artikulua gustoko al duzu? / ¿Te ha gustado este artículo?

Twitter
Facebook
Telegram

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *