Chi­le. Explo­ta­ción sexual infan­til en el Ser­vi­cion Nacio­nal del Menor (SENAME)

Por Cami­la De la Maza, Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 23 de agos­to de 2021.

Ser niñas

foto: Agen­cia Uno

En mate­ria de explo­ta­ción sexual infan­til, el avan­ce inte­gral en su tra­ta­mien­to ha sido insu­fi­cien­te. En el mes de junio, ingre­só un pro­yec­to de ley que, aun­que aco­ta­do, al menos cam­bia la tipi­fi­ca­ción del deli­to de “pros­ti­tu­ción infan­til” a lo que ver­da­de­ra­men­te es: una explo­ta­ción a la infan­cia, prin­ci­pal­men­te niñas. Sin embar­go, ni siquie­ra ha sido pues­to en tabla para su discusión.

Hace 20 años, el país se con­mo­cio­nó por el caso de un gru­po de niñas que habían sido secues­tra­das, vio­la­das y ase­si­na­das por un hom­bre en Alto Hos­pi­cio que, según lo dic­ta­mi­na­do por la jus­ti­cia, actua­ba en soli­ta­rio. Las inves­ti­ga­cio­nes poli­cia­les, duran­te dos años, no logra­ron deter­mi­nar qué ocu­rría con las ado­les­cen­tes, ya que, ante las denun­cias de sus fami­lia­res, la res­pues­ta siem­pre fue que se habían ido de sus casas a ejer­cer la “pros­ti­tu­ción” a paí­ses fron­te­ri­zos. Nada de ello fue cier­to. Sólo había pre­jui­cios y estigmatización.

Hace unas sema­nas, la jue­za Móni­ca Jel­drez denun­ció ante la Comi­sión Inter­ame­ri­ca­na de Dere­chos Huma­nos (CIDH) la situa­ción de niñas que están sien­do víc­ti­mas de explo­ta­ción sexual en el sis­te­ma resi­den­cial de Sena­me, fren­te a la inac­ción de los órga­nos esta­ta­les. Simi­lar situa­ción se exhi­bió en el repor­ta­je de Infor­me Espe­cial (de Tele­vi­sión Nacio­nal), que dio cuen­ta de las redes de explo­ta­ción sexual infan­til que afec­tan a niñas que, debien­do ser pro­te­gi­das por el Esta­do, han sufri­do de este fla­ge­lo; y pese a las denun­cias de quie­nes tra­ba­ja­ban con ellas, la inves­ti­ga­ción penal ha sido len­ta y la acción poli­cial col­ma­da de pre­jui­cios y cul­pa­bi­li­za­ción a las víc­ti­mas. ¿Qué tie­nen en común todos estos casos? Ser niñas, ado­les­cen­tes, en situa­ción de vulnerabilidad.

En mate­ria de explo­ta­ción sexual infan­til, el avan­ce inte­gral en su tra­ta­mien­to ha sido insu­fi­cien­te. En el mes de junio, ingre­só un pro­yec­to de ley que, aun­que aco­ta­do, al menos cam­bia la tipi­fi­ca­ción del deli­to de “pros­ti­tu­ción infan­til” a lo que ver­da­de­ra­men­te es: una explo­ta­ción a la infan­cia, prin­ci­pal­men­te niñas. Sin embar­go, ni siquie­ra ha sido pues­to en tabla para su discusión.

Es de espe­rar, que nues­tra reac­ción fren­te a este horror sea pron­ta y sus­tan­ti­va. Las niñas y ado­les­cen­tes que están en explo­ta­ción sexual, no pue­den seguir sien­do víc­ti­mas, ade­más, de nues­tro silen­cio, de nues­tra desidia, de nues­tros pre­jui­cios ni de nues­tro desprecio.

fuen­te: El Desconcierto

Itu­rria /​Fuen­te

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