Argen­ti­na. Advier­ten que la bajan­te del Río Para­ná es un «holo­caus­to ambiental»

Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 22 de julio de 2021.

Ambien­ta­lis­tas advir­tie­ron que la actual bajan­te del Río Para­ná, que supera los nive­les his­tó­ri­cos, «es un autén­ti­co holo­caus­to ambien­tal», con­se­cuen­cia de la acción huma­na aso­cia­da a la expan­sión del mode­lo agro­in­dus­trial, suma­do a los efec­tos del cam­bio climático.

«Lo que está ocu­rrien­do en el Río Para­ná es un autén­ti­co holo­caus­to ambien­tal y es el resul­ta­do direc­to de una serie com­ple­ja de inter­ven­cio­nes antró­pi­cas aso­cia­das a la expan­sión del extrac­ti­vis­mo agro­in­dus­trial, gana­de­ro, fores­tal, flu­vial y mine­ro», ase­gu­ró Rafael Colom­bo, miem­bro de la Aso­cia­ción Argen­ti­na de Abo­ga­dos Ambientalistas.

En este sen­ti­do, deta­lló que la bajan­te «está liga­da al mode­lo agro­pro­duc­ti­vo argen­tino de expan­sión de la fron­te­ra agro­pe­cua­ria, el incre­men­to de super­fi­cies de cul­ti­vo como la soja, el maíz o el tri­go, que son al mis­mo tiem­po par­te de un mode­lo agro­in­dus­trial que trae muchí­si­mos impac­tos sobre la tie­rra a par­tir del uso de millo­nes de litros de insec­ti­ci­das agrotóxicos».

Asi­mis­mo, Colom­bo des­ta­có, en diá­lo­go con Radio Urba­na, que «la hidro­vía Para­ná-Para­guay es el cau­ce de sali­da del 80 por cien­to de las expor­ta­cio­nes argen­ti­nas» por lo que «nave­gan miles de embar­ca­cio­nes que trans­por­tan millo­nes de tone­la­das de mer­ca­de­ría año tras año».

«Eso gene­ra mucha pre­sión y mucho hos­ti­ga­mien­to sobre el río Para­ná y, por supues­to, tam­bién está liga­do a la pér­di­da y a la con­ser­va­ción del sue­lo fru­to del dete­rio­ro de bos­ques, de la sel­va y los mon­tes nati­vos que han gene­ra­do que los sue­los hayan per­di­do la capa­ci­dad de absor­ber el agua de las llu­vias para poder pre­ser­var­la y pos­te­rior­men­te deri­var­la a ver­tien­tes, arro­yos», detalló.

Sobre esto, expli­có ade­más que «son muchas las cau­sas que han inci­di­do en las últi­mas déca­das para que ten­ga­mos una situa­ción de estrés hídri­co como la que atra­vie­sa el Río Para­ná. Entre ellas, el cam­bio cli­má­ti­co y la ocu­rren­cia de even­tos cli­ma­to­ló­gi­cos extremos».

Por esta razón, ase­gu­ró que se da cada vez más una alter­nan­cia entre sequías y llu­vias con­cen­tra­das y pro­lon­ga­das, lo cual con­tri­bu­ye a la inten­si­fi­ca­ción de la bajante.

En cuan­to a las imá­ge­nes que cir­cu­la­ron recien­te­men­te don­de se ven ban­cos de are­na pro­duc­to de la bajan­te del Río Para­ná, el abo­ga­do dijo que es una situa­ción «que se está regis­tran­do en casi todo el Río Para­ná que com­pren­de varias pro­vin­cias: Corrien­tes, Misio­nes, San­ta Fe, Entre Ríos, Bue­nos Aires».

Y aler­tó: «se han regis­tra­do nive­les de bajan­te his­tó­ri­cos que supe­ran las esta­dís­ti­cas de por lo menos los últi­mos 50 años».

Sobre las con­se­cuen­cias de esta situa­ción, Colom­bo sos­tu­vo que «esta­mos yen­do hacia un pro­ce­so de saba­ni­za­ción de nues­tros eco­sis­te­mas, es decir, se vuel­ven saba­nas, que son eco­sis­te­mas secos, ári­dos, típi­cos de zonas tro­pi­ca­les y subtropicales»

Itu­rria /​Fuen­te

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