Vene­zue­la. «Fies­ta de Cara­cas» y mag­ni­ci­dio: Volun­tad Popu­lar al fren­te del terrorismo

Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 14 de julio de 2021.

En rue­da de pren­sa, en la sede del Pala­cio Fede­ral Legis­la­ti­vo (Cara­cas), el pre­si­den­te de la Asam­blea Nacio­nal (AN), dipu­tado Jor­ge Rodrí­guez, exhi­bió una serie de prue­bas que conec­tan los pla­nes y finan­cia­mien­to de los gru­pos arma­dos irre­gu­la­res en los barrios de Cara­cas con ope­ra­do­res de Volun­tad Popu­lar (VP) y el gobierno colom­biano, auna­do a un nue­vo inten­to frus­tra­do de mag­ni­ci­dio con­tra el pre­si­den­te Nico­lás Maduro.

En la tra­ma pro­fun­da geo­po­lí­ti­ca se encuen­tra el gobierno de Iván Duque en el cen­tro de la denun­cia, quien da luz ver­de al domi­nio colom­biano de las rutas del nar­co­trá­fi­co, los gru­pos irre­gu­la­res que se sos­tie­nen en las eco­no­mías ile­ga­les y la expor­ta­ción de mer­ce­na­rios paramilitarizados.

La Ope­ra­ción Gedeón, inva­sión arma­da frus­tra­da en mayo de 2020, fue un deri­va­do de esa diná­mi­ca cri­mi­nal trans­na­cio­nal, pla­ni­fi­ca­do por miem­bros del fra­ca­sa­do «pro­yec­to Guai­dó» y con la cola­bo­ra­ción, al menos táci­ta e implí­ci­ta, del gobierno colom­biano. El país es con­si­de­ra­do, debi­do a los últi­mos acon­te­ci­mien­tos en el Cari­be, cuna de mer­ce­na­rios y sica­rios de con­fian­za para con­tra­tos de mag­ni­ci­dio y des­es­ta­bi­li­za­ción terrorista.

Antes, con el inten­to de ase­si­nar al pre­si­den­te Madu­ro y par­te del alto man­do mili­tar y polí­ti­co de Vene­zue­la en agos­to de 2018, se denun­ció la loca­li­za­ción de los cam­pa­men­tos don­de fue­ron entre­na­dos los eje­cu­to­res de los dro­nes explo­si­vos uti­li­za­dos duran­te la ope­ra­ción. Las prue­bas vol­vie­ron a mos­trar­se duran­te la rue­da de pren­sa de Rodrí­guez para mos­trar un hilo con­duc­tor de agre­sio­nes sis­te­má­ti­cas des­de el vecino país.

Pero tam­bién Mia­mi está invo­lu­cra­do en el eje cri­mi­nal jun­to a Bogo­tá, pues­to que se des­cu­brie­ron los nexos exis­ten­tes entre la Pre­si­den­cia de Colom­bia, la empre­sa de mer­ce­na­rios CTU Secu­rity (radi­ca­da en la men­cio­na­da ciu­dad del sur de Flo­ri­da) y el inten­to de mag­ni­ci­dio en 2018 con­tra el Jefe del Esta­do venezolano.

En la pren­sa colom­bia­na deve­la­ron las rela­cio­nes del pre­si­den­te Duque con Anto­nio «Tony» Intria­go, el con­tra­tis­ta que reclu­tó a los mag­ni­ci­das de Jove­nel Moï­se en Hai­tí, al menos des­de 2018.

Ade­más, Rodrí­guez pre­gun­ta duran­te su inter­ven­ción si la recien­te visi­ta de William Burns, el jefe de la CIA, a Bogo­tá ten­dría que ver con los recien­tes suce­sos en la región, toman­do en cuen­ta las decla­ra­cio­nes del emba­ja­dor de Colom­bia en Esta­dos Uni­dos, Fran­cis­co San­tos, quien dijo en una entre­vis­ta que la inte­li­gen­cia esta­dou­ni­den­se esta­ba invo­lu­cran­do en «una ope­ra­ción deli­ca­da e impor­tan­te» días antes de los even­tos en Vene­zue­la. Ya esto lo había denun­cia­do el pre­si­den­te Madu­ro duran­te el balan­ce de la Ope­ra­ción Gran Caci­que Guaicaipuro.

De esta mane­ra pue­de ver­se que el actual pre­si­den­te colom­biano se ha con­ver­ti­do en una ver­da­de­ra ame­na­za para la paz de la región.

Nue­va ten­ta­ti­va de magnicidio

El pre­si­den­te de la AN anun­ció anun­ció que cua­tro dro­nes fue­ron des­ac­ti­va­dos el pasa­do 22 de junio en la acti­vi­dad de inau­gu­ra­ción del nue­vo monu­men­to en el Cam­po de Cara­bo­bo, del que se darán pró­xi­ma­men­te más deta­lles. Tam­bién mos­tró prue­bas de que pla­nea­ban ata­car direc­ta­men­te al pri­mer man­da­ta­rio vene­zo­lano en Cara­cas des­de El Valle a la tari­ma pre­si­den­cial en los actos con­me­mo­ra­ti­vos del 5 de julio con un francotirador.

Las fechas patrias pare­cen los pre­fe­ri­dos momen­tos ele­gi­dos por la dere­cha extre­mis­ta para sus gol­pes vio­len­tos: el 12 de febre­ro de 2014 fue con­vo­ca­da La Sali­da (gol­pe frus­tra­do de color); el 5 de julio de 2018 iban a inten­tar ase­si­nar una vez más al Pre­si­den­te vene­zo­lano, así como el 4 de agos­to de 2018 (dro­nes explo­si­vos); el des­em­bar­co de la Ope­ra­ción Gedeón esta­ba pre­vis­to para el 1° de mayo de 2020; y aho­ra los últi­mos pla­nes des­ac­ti­va­dos por los cuer­pos de seguridad.

La razón por la que se eli­gen días de fies­ta nacio­nal para per­pe­trar cons­pi­ra­cio­nes pue­den rela­cio­nar­se a los inten­tos de VP y sus socios cri­mi­na­les de crear hechos de con­mo­ción tan­to mate­ria­les como sim­bó­li­cos, de gran impac­to para la pobla­ción vene­zo­la­na que pudie­ra gene­rar un esta­do supe­rior de per­tur­ba­ción del orden público.

De acuer­do a las inves­ti­ga­cio­nes guber­na­men­ta­les, el arma­men­to de gue­rra usa­dos por los gru­pos arma­dos de la Cota 905 y otras zonas de Cara­cas fue­ron pro­vis­tos por el régi­men colom­biano. Jun­to a la logís­ti­ca e infra­es­truc­tu­ra cons­trui­da por los Gru­pos Estruc­tu­ra­dos de Delin­cuen­cia Orga­ni­za­da (GEDO), pla­ni­fi­ca­ban pri­me­ro con­cre­tar el mag­ni­ci­dio con­tra el pre­si­den­te Madu­ro el día 5 de julio para lue­go crear vio­len­cia calle­je­ra, una espe­cie de caos cons­truc­ti­vo a los intere­ses anti­cha­vis­tas, los días 6 y 7 de julio, que sí con­cre­ta­ron, con el fin de «incen­diar la pradera».

A tra­vés de gari­tas y trin­che­ras en las zonas ale­da­ñas a la Cota 905, los GEDO se pro­po­nían con­cre­tar ope­ra­cio­nes direc­tas con­tra el direc­to­rio revo­lu­cio­na­rio de Vene­zue­la. En espe­cí­fi­co, des­de una mon­ta­ña en El Valle tenían una visión com­ple­ta del Patio de Honor de la Aca­de­mia Mili­tar y de la tari­ma del Paseo Monu­men­tal, sien­do ideal para un obje­ti­vo de francotirador.

Rodrí­guez mos­tró el video de un celu­lar de uno de los apre­sa­dos duran­te la Ope­ra­ción Gran Caci­que Guai­cai­pu­ro don­de mos­tra­ba dichos obje­ti­vos. Se supo­ne que el 5 de julio era la fecha indi­ca­da para que ocu­rrie­ra la eje­cu­ción fran­co­ti­ra­do­ra con­tra el Pre­si­den­te, de acuer­do a las inves­ti­ga­cio­nes poli­cia­les y de inteligencia.

Las manos de VP en el nue­vo capí­tu­lo de vio­len­cia terrorista

A con­ti­nua­ción, el pre­si­den­te de la AN pre­sen­tó cap­tu­ras de pan­ta­lla que demos­tra­ban que VP pre­pa­ró, armó y finan­ció a los GEDO de la Cota 905 y La Vega con pro­pó­si­tos des­ti­tu­yen­tes, para lle­var a cabo ope­ra­cio­nes terro­ris­tas con­tra la pobla­ción civil.

Las cap­tu­ras de pan­ta­lla que pre­sen­tó Jor­ge Rodrí­guez fue­ron obte­ni­das del telé­fono de Freddy Gue­va­ra, tras ser dete­ni­do por orden del Minis­te­rio Públi­co por su «vin­cu­la­ción con gru­pos extre­mis­tas y para­mi­li­ta­res aso­cia­dos al gobierno colom­biano». Todas las men­cio­nes acer­ca de los «pan­ta­lla­zos» deja cla­ro que debían ser borra­dos. El jefe del Par­la­men­to expli­có que las evi­den­cias fue­ron res­tau­ra­das con un sen­ci­llo pro­gra­ma de recu­pe­ra­ción de datos.

No es una sor­pre­sa que VP esté al fren­te de la gue­rra difu­sa en Vene­zue­la, el pron­tua­rio habla por sí solo y da mues­tras de que no debe con­si­de­rar­se como un par­ti­do polí­ti­co sino más bien como una agen­cia terrorista.

Enu­me­re­mos rápi­da­men­te el con­te­ni­do de los chats, en don­de mues­tran que la lla­ma­da «Fies­ta de Cara­cas» (los suce­sos del 7 de julio en ade­lan­te) fue impul­sa­da por Leo­pol­do López des­de Madrid a tra­vés de ins­truc­cio­nes a Gil­ber Caro, Freddy Gue­va­ra, Has­ler Igle­sias, Luis Soma­za, Alfre­do Jimeno, Yon Goi­coe­chea y Emi­lio Gra­te­rón, todos miem­bros de VP.

Gra­te­rón le dice a López que se reu­nió con per­so­nas de La Vega y la Cota 905 para acti­var el plan en los barrios. Estos son «El Ori­gi­nal», «El Gocho», «Pedro», Igle­sias y «El Pelón de La Vega».

Gue­va­ra le comu­ni­ca a Caro que la «Fies­ta de Cara­cas» «va enca­mi­na­da» y que habla­ra con Igle­sias «para cua­drar acti­vis­tas» (facha­das civi­les en protesta).

López ins­tru­ye a Igle­sias acti­var a la juven­tud del par­ti­do y «tener­los pro­tes­tan­do duran­te la fies­ta de Caracas».

Asi­mis­mo, López orde­na al «Gocho Javier» (bus­ca­do por las fuer­zas poli­cia­les) que coor­di­ne jun­to a Caro «los acti­vis­tas» que pro­tes­ta­rían en La Vega, San­ta Rosa­lía y El Valle.

Gra­te­rón le pre­gun­ta a Soma­za (direc­tor de des­pa­cho fake de Juan Guai­dó) por «los dul­ces» (dóla­res en efec­ti­vo) para la ope­ra­ción, éste res­pon­de: «Le pre­gun­to al Pre­si­den­te por el tema y te avi­so», seña­lan­do que Guai­dó esta­ba al tan­to de los pla­nes terroristas.

Gra­te­rón pre­gun­ta a Caro si ya había «cua­dra­do» «la par­te de comu­ni­ca­ción que va [a] acom­pa­ñar la Fies­ta de Cara­cas» con Gue­va­ra. De esta mane­ra dela­ta que VP tie­ne ínti­mas cone­xio­nes con medios abier­ta­men­te anti­cha­vis­tas y que es capaz de con­cre­tar una cam­pa­ña de rela­cio­nes públi­cas para sus accio­nes, Rodrí­guez men­cio­nó que tie­nen apo­yo de Efec­to Cocu­yo y Alber­to News.

Igle­sias le comu­ni­ca a Gra­te­rón que man­tie­ne con­tac­to con alias «Gocho» y con alias «Cati­re», pre­sun­tos enla­ces de los ope­ra­do­res de VP con los de los gru­pos arma­dos en los barrios caraqueños.

López le orde­na a Gue­va­ra que debe estar in situ en las pro­tes­tas fabri­ca­das en el mar­co de la «Fies­ta de Cara­cas» para «lograr el des­equi­li­brio social».

Gra­te­rón le expli­ca a Caro que espe­ran por que «[Yon] Goi­coe­chea pase los dulces».

Por últi­mo, en con­ver­sa­ción entre Jimeno y Caro se anun­cia que «los malan­dros quie­ren mues­tras de fe», es decir, dóla­res, ya que «sin eso no avanzamos».

Con estas evi­den­cias pue­de con­cluir­se que VP repar­te dine­ro «a gru­pos de nar­co­tra­fi­can­tes y para­mi­li­ta­res para que siem­bren zozo­bra», dijo Rodríguez.

En cuan­to a los finan­cis­tas, el dipu­tado cha­vis­ta indi­có que el dine­ro lle­ga a tra­vés de ONG y otras facha­das por medio de crip­to­mo­ne­das y dóla­res, deta­lles que anun­ció serán publi­ca­dos en una pró­xi­ma ocasión.

Los ase­si­na­tos a man­sal­va por par­te de los GEDO en zonas popu­la­res de Cara­cas los días pre­vios a la Ope­ra­ción Gran Caci­que Guai­cai­pu­ro, las tác­ti­cas de gue­rra urba­na y logís­ti­ca para crear hechos de con­mo­ción (mag­ni­ci­dio) y el sos­te­ni­mien­to de eco­no­mías ile­ga­les (nar­co­trá­fi­co y otros deli­tos) dela­tan «un modus ope­ran­di colombiano».

La «com­bi­na­ción de todas las for­mas de lucha» a la usan­za nar­co­pa­ra­mi­li­tar por par­te de los ope­ra­do­res anti­cha­vis­tas expo­ne una car­ta de nave­ga­ción: la del terro­ris­mo como prin­ci­pal baluar­te de VP para lograr un cam­bio de régi­men, tan ansia­do como apo­ya­do en Mia­mi, Bogo­tá y Madrid, eje fun­da­men­tal de la gue­rra híbri­da con­tra Venezuela.

Foto de por­ta­da: Leo­nar­do Fer­nán­dez Vilo­ria (Reuters)

Fuen­te: Misión Verdad

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