Memo­ria. El ensa­yo de bom­bar­deo con­tra una «raza infe­rior» en 1921

Por Jor­ge Maj­fud. Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 3 de junio de 2021.

Casi cien hom­bres, muje­res y niños, la mayo­ría negros, murie­ron en la masacre

Tul­sa, Oklaho­ma, 30 de mayo de 1921 —A las 4:05 de la tar­de, Dick Row­land, un lus­tra­bo­tas huér­fano de 19 años, se diri­ge al baño para negros ubi­ca­do en el edi­fi­cio Dre­xel, en el 319 de la calle Main Street. El baño que­da en el últi­mo piso, por lo cual el joven debe usar las esca­le­ras o el ascen­sor. Esta vez se deci­de por el camino más rápi­do, el ascen­sor, don­de tra­ba­ja una joven blan­ca de nom­bre Sarah Page. Según su pro­pia ver­sión, Dick (que en inglés sue­le usar­se como nom­bre popu­lar de pene), al entrar en el ascen­sor se tro­pie­za y, en el refle­jo de aga­rrar­se de algo, se aga­rra del bra­zo de la ope­ra­do­ra. Un emplea­do que lo ve a tra­vés de las deco­ra­das rejas entien­de que se tra­ta de una vio­la­ción y corre has­ta el telé­fono para repor­tar­lo a la poli­cía. El tema favo­ri­to de la ima­gi­na­ción por­no­grá­fi­ca (la bes­tia infe­rior pro­vo­can­do pla­cer a la bella supe­rior; la inver­sión de roles entre los de aba­jo y los de arri­ba, como for­ma de catar­sis del poder teme­ro­so de sus pro­pias fan­ta­sías) ante­ce­de a la indus­tria por­no­grá­fi­ca en varias déca­das, pro­ba­ble­men­te en siglos.

Al día siguien­te, el Tul­sa Tri­bu­ne titu­la: “Arres­tan al negro que asal­tó a una joven en un ascen­sor”. El dia­rio agre­ga que el ata­can­te le sacó el ves­ti­do a la joven Page y, más aba­jo, se hace eco del cla­mor popu­lar: “A lin­char el negro esta noche”. Los dia­rios no infor­man de la per­ma­nen­te acti­vi­dad del Ku Klux Klan que no tole­ra la inex­pli­ca­ble pros­pe­ri­dad de los negros de Tul­sa.[1]

Por algu­na razón que sólo Dios sabe, la joven Sarah se nie­ga a denun­ciar al ata­can­te, pero de todas for­mas Dick es acu­sa­do de vio­la­ción. Ense­gui­da, hor­das de indig­na­dos blan­cos ata­can y van­da­li­zan el ele­gan­te barrio negro de Tul­sa. Al día siguien­te, el 31 de mayo de 1921, avio­nes pri­va­dos bom­bar­dean el área para cal­mar las pro­tes­tas de negros gene­ra­das por el ata­que de tur­bas de otros vecin­da­rios. Cien­tos de edi­fi­cios del dis­tri­to son des­trui­dos por el fue­go de los indig­na­dos blan­cos y más de nue­ve mil resi­den­tes pier­den sus casas. Casi cien hom­bres, muje­res y niños, la mayo­ría negros, mue­ren en la masa­cre. Seis mil del mis­mo color ter­mi­nan en prisión.

Dos años atrás, el bueno de Wins­ton Chur­chill, ante las crí­ti­cas por los bom­bar­deos ingle­ses con gas letal en Afga­nis­tán, Pales­ti­na y con­tra los cur­dos en Medio Orien­te, había res­pon­di­do: “no entien­do tan­tas crí­ti­cas de los huma­nis­tas por el bom­bar­deo con gas vene­no­so; yo estoy de acuer­do con el uso de este gas con­tra los pue­blos inci­vi­li­za­dos; de esa for­ma se pre­ser­van los edi­fi­cios y la infra­es­truc­tu­ra de esos paí­ses”.[2]

El 11 de junio, la joven Sarah Page insis­te, esta vez en el popu­lar dia­rio Appeal to Reason: “cuan­do me aga­rró del bra­zo, yo gri­té y él se fue ense­gui­da”.[3] Pero nada más vano que inten­tar sacar a un cre­yen­te de su con­vic­ción. Si la reali­dad no se adap­ta a los deseos, peor para ella. En las déca­das por venir, los pla­nes de desa­rro­llo de infra­es­truc­tu­ra en Esta­dos Uni­dos cru­za­rán el país y las gran­des ciu­da­des con dece­nas de nue­vas y monu­men­ta­les auto­pis­tas. Muchas de ellas, por gra­cia de la casua­li­dad, rea­li­za­rán des­víos téc­ni­cos, sepa­ran­do los barrios y las comu­ni­da­des negras de las blan­cas y sir­vien­do para el desa­rro­llo de los cen­tros con mayo­ría de pobla­ción blan­ca. Tul­sa no será la excep­ción y, de esta for­ma, lue­go de ser arra­sa­da por el fue­go y el odio, que­da­rá mor­tal­men­te segre­ga­da y des­co­nec­ta­da por la nue­va auto­pis­ta norte.

Efec­ti­va­men­te borra­da de la memo­ria popu­lar y de los libros de las escue­las, la masa­cre de Tul­sa en Oklaho­ma es el pri­mer bom­bar­deo aéreo regis­tra­do en sue­lo esta­dou­ni­den­se, aun­que toda­vía no se tra­ta del pri­mer bom­bar­deo mili­tar a una pobla­ción civil, estu­dia­do y orga­ni­za­do con múl­ti­ples inno­va­cio­nes cien­tí­fi­cas, como ocu­rri­rá seis años más tar­de en Oco­tal, Nica­ra­gua, para rever­tir la vic­to­ria de un rebel­de lla­ma­do Augus­to San­dino, quien había arrin­co­na­do a los mari­nes en un edi­fi­cio del pue­blo. Este es un bom­bar­deo pri­va­do. El de Nica­ra­gua será un expe­ri­men­to del gobierno. Hay algu­nas diferencias.

Pero se pare­cen mucho.

Notas:

[1] Este mis­mo año, en Bir­minham, Ala­ba­ma, el recien­te­men­te elec­to pre­si­den­te Warren Har­ding dice que los negros deben obte­ner “una ciu­da­da­nía com­ple­ta”. La poli­cía y la pren­sa se indig­nan y el sena­dor por Mis­sis­sip­pi Byron Pat Harri­son pro­tes­ta que “si acep­ta­mos la teo­ría del pre­si­den­te… ten­dría­mos que acep­tar la posi­bi­li­dad de que un día este país pue­da tener un pre­si­den­te negro”.

[2] Ante la toma Pales­ti­na por el nue­vo Esta­do de Israel, el mis­mo Chur­chill decla­ra­rá: “No pue­do dis­cul­par­me por esta toma de terri­to­rio de la mis­ma for­ma que nadie pue­de que­jar­se que los hom­bres blan­cos hayan toma­do las tie­rras de los indios piel roja en Amé­ri­ca; es algo natu­ral que las razas supe­rio­res domi­nen a las razas infe­rio­res”.

[3] El Appeal to Reason es un influ­yen­te dia­rio del Par­ti­do Socia­lis­ta de Esta­dos Uni­dos con más de medio millón de sus­crip­to­res. Lue­go de varias déca­das de pro­fu­sa acti­vi­dad, será cerra­do abrup­ta­men­te en 1922.

JM. De La fron­te­ra sal­va­je: 200 años de fana­tis­mo anglo­sa­jón en Amé­ri­ca lati­na . Índi­ce de La fron­te­ra sal­va­je: 200 años de fana­tis­mo anglo­sa­jón en Amé­ri­ca latina

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