Esta­dos Uni­dos. Sobre­vi­vien­tes de masa­cre racial de 1921 piden jus­ti­cia en el Congreso

Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 21 de mayo de 2021.

En el ani­ver­sa­rio núme­ro 100 de la masa­cre de Tul­sa, uno de los peo­res ata­ques terro­ris­tas con moti­vos racia­les en la his­to­ria de Esta­dos Uni­dos, tres sobre­vi­vien­tes de la tra­ge­dia tes­ti­fi­ca­ron el miér­co­les ante el Con­gre­so de Esta­dos Uni­dos a favor de otor­gar com­pen­sa­cio­nes a los super­vi­vien­tes de esa masa­cre y a sus des­cen­dien­tes. Duran­te los dos días siguien­tes al 31 de mayo de 1921, una mul­ti­tud vio­len­ta de per­so­nas blan­cas racis­tas pren­die­ron fue­go a vivien­das, nego­cios e igle­sias en Green­wood, un prós­pe­ro dis­tri­to comer­cial afro­es­ta­dou­ni­den­se cono­ci­do como el “Wall Street negro” ubi­ca­do en la ciu­dad de Tul­sa, esta­do de Oklahoma.

Tres ciu­da­da­nos negros cen­te­na­rios que sobre­vi­vie­ron a una de las masa­cres racia­les más mor­tí­fe­ras de Esta­dos Uni­dos pidie­ron jus­ti­cia el miér­co­les al Con­gre­so des­pués de una vida de dolor des­en­ca­de­na­do por una tra­ge­dia que muchos esta­dou­ni­den­ses igno­ra­ban has­ta ahora.

En un tes­ti­mo­nio apa­sio­nan­te, Vio­la Flet­cher, de 107 años, la sobre­vi­vien­te de más edad de la masa­cre de 1921 en Tul­sa, Oklaho­ma, recor­dó los horro­res del ata­que y cómo ella y otros fue­ron aban­do­na­dos por una nación a la que acu­só de ente­rrar su pasa­do y seguir adelante.

«Nadie se preo­cu­pó por noso­tros duran­te casi 100 años. Noso­tros y nues­tra his­to­ria hemos sido olvi­da­dos, borra­dos», dijo en una audien­cia en el Comi­té Judi­cial de la Cáma­ra de Representantes.

«Este Con­gre­so debe reco­no­cer­nos a noso­tros y a nues­tra his­to­ria», reclamó.

Flet­cher, quien aban­do­nó la escue­la pri­ma­ria y sufrió déca­das de pobre­za, dijo que ha «vivi­do la masa­cre todos los días» duran­te un siglo.

«Toda­vía veo dis­pa­ros a hom­bres negros, cuer­pos de negros tira­dos en la calle… Toda­vía veo que se que­man nego­cios de negros. Toda­vía escu­cho los gri­tos», recor­dó, en un tes­ti­mo­nio conmovedor.

«Nues­tro país pue­de olvi­dar esta his­to­ria, pero yo no. Yo no lo haré, y otros sobre­vi­vien­tes no, y nues­tros des­cen­dien­tes no», añadió.

La masa­cre de Tul­sa, en la que murie­ron has­ta 300 afro­es­ta­dou­ni­den­ses cuan­do tur­bas blan­cas incen­dia­ron un barrio negro, sigue sien­do un tema deli­ca­do. Nun­ca se paga­ron repa­ra­cio­nes a las fami­lias que per­die­ron sus hoga­res o nego­cios, y los vio­len­tos nun­ca fue­ron acusados.

– 100 años espe­ran­do justicia –

Cien años des­pués, la ciu­dad de 400.000 habi­tan­tes, que tie­ne apro­xi­ma­da­men­te un 15% de pobla­ción de raza negra, toda­vía está dividida.

El año pasa­do, el enton­ces pre­si­den­te Donald Trump encen­dió las ten­sio­nes cuan­do reali­zó un mitin de cam­pa­ña en la ciu­dad el 16 de junio, feria­do no ofi­cial que mar­ca el fin de la escla­vi­tud en Esta­dos Unidos.

El her­mano de Flet­cher, Hughes Van Ellis, hoy de 100 años y quien era un bebé cuan­do ocu­rrie­ron los ata­ques, dijo que las fami­lias negras sobre­vi­vien­tes se que­da­ron sin nada, expul­sa­dos como refu­gia­dos en su pro­pio país.

«Esta­mos pidien­do jus­ti­cia por toda una vida de daño per­sis­ten­te», dijo Van Ellis. «Den­nos la opor­tu­ni­dad de estar com­ple­tos», agre­gó. «Por favor, no nos dejen irnos de esta Tie­rra sin justicia».

A pocos días de cum­plir­se 100 años de la masa­cre, repre­sen­tan­tes demó­cra­tas revi­vie­ron los pedi­dos de repa­ra­ción a las víctimas

El con­gre­sis­ta Hank John­son anun­ció la pre­sen­ta­ción de un pro­yec­to de ley para aten­der deman­das rela­cio­na­das con la masa­cre de Tulsa.

«Si no apren­de­mos de la his­to­ria, esta­mos con­de­na­dos a repe­tir­la», dijo Ste­ve Cohen, pre­si­den­te del panel de la Cáma­ra. «Tris­te­men­te» muchos esta­dou­ni­den­ses des­co­no­cen lo ocu­rri­do, añadió.

Les­sie Ben­ning­field Rand­le, de 106 años, dijo recor­dar cuan­do «lle­ga­ron hom­bres blan­cos arma­dos y des­tru­ye­ron mi comu­ni­dad» un siglo atrás.

«Espe­ré mucho por jus­ti­cia», afir­mó en su inter­ven­cion. «Esta­mos can­sa­dos». «Hoy les estoy pidien­do que nos den algo de paz», añadió.

Itu­rria /​Fuen­te

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