Cuba. A 62 años del naci­mien­to de una Casa para la difu­sión de la Revolución

A sólo cua­tro meses del triun­fo de la Revo­lu­ción Cuba­na, el Gobierno Revo­lu­cio­na­rio, por Ley 299 el 28 de abril de 1959, creó la Casa de las Amé­ri­cas, ins­ti­tu­ción con per­so­na­li­dad jurí­di­ca pro­pia, que rea­li­za acti­vi­da­des de carác­ter no guber­na­men­tal, enca­mi­na­das a desa­rro­llar y ampliar las rela­cio­nes socio­cul­tu­ra­les con los pue­blos de la Amé­ri­ca Lati­na, el Cari­be y el res­to del mundo.

La Casa fue inau­gu­ra­da el 4 de julio de 1959 en un acto pre­si­di­do por el minis­tro de Edu­ca­ción, Arman­do Hart Dáva­los en el edi­fi­cio de la anti­gua Casa Con­ti­nen­tal de la Cultura.

Cuan­do todos los gobier­nos de la Amé­ri­ca Lati­na, con la excep­ción del de Méxi­co, rom­pie­ron rela­cio­nes con Cuba, la ins­ti­tu­ción con­tri­bu­yó a impe­dir que los lazos cul­tu­ra­les entre la Isla y el res­to del con­ti­nen­te se cor­ta­ran en for­ma total. La Casa difun­dió la obra de la Revo­lu­ción y pro­pi­ció la visi­ta a Cuba de muchos inte­lec­tua­les que se pusie­ron en con­tac­to con la nue­va reali­dad del país. Hay­dee San­ta­ma­ría, heroí­na de la lucha revo­lu­cio­na­ria, pre­si­dió la Casa de las Amé­ri­cas des­de su fun­da­ción has­ta 1980, año en que falle­ció. A su cla­ra visión inte­gra­do­ra y lati­no­ame­ri­ca­nis­ta, a su sen­si­bi­li­dad y talen­to, a su gene­ro­si­dad y com­pren­sión debe la Casa de las Amé­ri­cas ser lo que es en la actualidad.

A par­tir de 1980 la Casa de las Amé­ri­cas fue pre­si­di­da por el pin­tor Mariano Rodrí­guez Álva­rez y des­de 1986, por el poe­ta y ensa­yis­ta Rober­to Fer­nán­dez Reta­mar. Actual­men­te su direc­tor es Abel Prie­to Jiménez.

La Casa de las Amé­ri­cas tie­ne su sede en un edi­fi­cio de esti­lo Art Deco tar­dío, cons­trui­do para la Socie­dad Colom­bis­ta Pan­ame­ri­ca­na en la déca­da de 1940 y que fue cono­ci­do en la Repú­bli­ca como Casa Con­ti­nen­tal de la Cultura.

En los días ini­cia­les de la Revo­lu­ción Cuba­na, las nue­vas auto­ri­da­des inter­vi­nie­ron el edi­fi­cio. En un pri­mer momen­to se ads­cri­bió al Minis­te­rio de Esta­do y el doc­tor Raúl Roa, al ser desig­na­do Can­ci­ller, des­pa­chó allí los asun­tos de su car­te­ra antes de ocu­par ofi­ci­na pro­pia en la Can­ci­lle­ría. El pri­mer inter­ven­tor, desig­na­do por el Minis­te­rio de Edu­ca­ción fue el estu­dian­te uni­ver­si­ta­rio Luis de la Cues­ta, miem­bro del Direc­to­rio Revo­lu­cio­na­rio, quien asu­mió poco des­pués la direc­ción de la nue­va Casa. Tam­bién inte­gra­ron la direc­ción Manuel Corra­les, Elías Entral­go y Delia Echevarría.

Depar­ta­men­tos

Cen­tro de inves­ti­ga­cio­nes literarias

Fun­da­do en 1967, tie­ne dos líneas de tra­ba­jo fun­da­men­ta­les: la orga­ni­za­ción del Pre­mio Lite­ra­rio Casa de las Amé­ri­cas y el estu­dio crí­ti­co y divul­ga­ción de la lite­ra­tu­ras del continente.

El cen­tro orga­ni­za ciclos de con­fe­ren­cias, cur­sos de post­gra­do y colo­quios inter­na­cio­na­les, así como la lla­ma­da «Sema­na de autor», que cada año se dedi­ca a un escri­tor o escri­to­ra rele­van­te de Amé­ri­ca. Al mis­mo tiem­po ela­bo­ra anto­lo­gías, pano­ra­mas y reco­pi­la­cio­nes de tex­tos crí­ti­cos; ase­so­ra a la Revis­ta Casa de las Amé­ri­cas y al fon­do edi­to­rial de la pro­pia Casa. Coedi­ta, con la Unión de Escri­to­res y Artis­tas de Cuba, la revis­ta de teo­ría de la cul­tu­ra Criterios.

Tie­ne a su car­go el Archi­vo de la Pala­bra, que ate­so­ra las gra­ba­cio­nes de más de mil voces de per­so­na­li­da­des de las letras, las artes y la polí­ti­ca, así como la colec­ción «Pala­bra de esta Amé­ri­ca», que en sopor­te de dis­cos, case­tes y CD ha publi­ca­do más de cien de ellas. Den­tro del pro­gra­ma de acti­vi­da­des cul­tu­ra­les de la Casa, el cen­tro orga­ni­za encuen­tros con escri­to­res, pre­sen­ta­cio­nes de libros y esti­mu­la deba­tes sobre temas literarios.

Tea­tro

En 1961 se orga­ni­zó el Pri­mer Fes­ti­val de Tea­tro Lati­no­ame­ri­cano para dar a cono­cer en Cuba, con pues­tas en esce­na de gru­pos de tea­tro nacio­na­les, los auto­res más repre­sen­ta­ti­vos del tea­tro latinoamericano.

El fes­ti­val tomó carác­ter inter­na­cio­nal a par­tir de su cuar­ta edi­ción cele­bra­da en 1964, cuan­do se con­vo­có para­le­la­men­te a un encuen­tro de dra­ma­tur­gos, acto­res, direc­to­res y crí­ti­cos de otros paí­ses. Des­de enton­ces y has­ta el año 1987, La Haba­na se con­vir­tió en la sede bie­nal de los Encuen­tros Inter­na­cio­na­les de Teatristas.

En el mis­mo 1964, por inter­ven­ción de Manuel Galich, fue cons­ti­tui­do el Depar­ta­men­to de Tea­tro de la Casa y se edi­tó el pri­mer núme­ro de la Revis­ta Con­jun­to, espe­cia­li­za­da en tea­tro lati­no­ame­ri­cano y cari­be­ño con­tem­po­rá­neo. Actual­men­te «Con­jun­to» es una de las revis­tas más anti­guas del con­ti­nen­te. Sus pági­nas reco­gen crí­ti­cas, estu­dios teó­ri­cos, aná­li­sis his­tó­ri­cos e infor­ma­cio­nes acer­ca del movi­mien­to tea­tral en todo el mun­do, así como tex­tos com­ple­tos de obras teatrales.

En el deve­nir del tea­tro den­tro de la Casa no se pue­den obviar los «Encuen­tros de Tea­tris­tas de la Amé­ri­ca Lati­na y el Cari­be» que se cele­bra­ron des­de 1981 con el aus­pi­cio de la Direc­ción de Teatro.

Des­de 1998, se han reedi­ta­do los fes­ti­va­les de Tea­tro de los años 60 con la tem­po­ra­da de tea­tro lati­no­ame­ri­cano y cari­be­ño Mayo Teatral.

Artes plás­ti­cas

En 1961 se creó el Depar­ta­men­to de Artes Plás­ti­cas, cuya labor ha posi­bi­li­ta­do un mayor acer­ca­mien­to entre los crea­do­res lati­no­ame­ri­ca­nos y cari­be­ños, y fomen­ta­do el reco­no­ci­mien­to y la pro­mo­ción tan­to de los artis­tas, como de las más con­tem­po­rá­neas y nove­do­sas expre­sio­nes de la plás­ti­ca den­tro y fue­ra de las fron­te­ras cuba­nas. Este depar­ta­men­to con­vo­ca a cer­tá­me­nes y orga­ni­za espa­cios de deba­te. Otras aris­tas del tra­ba­jo son la docu­men­ta­ción e infor­ma­ción sobre el arte lati­no­ame­ri­cano y cari­be­ño, y la orga­ni­za­ción y cura­du­ría de exposiciones.

Como resul­ta­do de esta sos­te­ni­da preo­cu­pa­ción por las artes plás­ti­cas, y la dona­ción de artis­tas, colec­cio­nis­tas e ins­ti­tu­cio­nes, la Casa reúne en la Colec­ción Arte de Nues­tra Amé­ri­ca Hay­dee San­ta­ma­ría, un patri­mo­nio visual cons­ti­tui­do por más de 10 000 obras. Par­te de estos fon­dos se exhi­ben per­ma­nen­te­men­te, tan­to en los salo­nes del edi­fi­cio cen­tral de la ins­ti­tu­ción, como en las Gale­ría Hay­dee Santamaría|galerías Hay­dee San­ta­ma­ría y Mariano.

Des­de el año 2000, con la crea­ción de la Sala con­tem­po­rá­nea y la subas­ta huma­ni­ta­ria de arte con­tem­po­rá­neo cubano, esta ins­ti­tu­ción ha fomen­ta­do su par­ti­ci­pa­ción en los cir­cui­tos más impor­tan­tes del mer­ca­do del arte. La revis­ta digi­tal Artea­mé­ri­ca, cuyo pri­mer núme­ro apa­re­ció en 2003, es otra de las labo­res empren­di­das por este depar­ta­men­to. Reco­no­ci­dos crea­do­res de la plás­ti­ca como Mariano Rodrí­guez y Les­bia Vent Dumois diri­gie­ron este departamento.

Músi­ca

La Direc­ción de Músi­ca de la Casa de las Amé­ri­cas se creó en 1965, con el inte­rés de difun­dir y esti­mu­lar el pen­sa­mien­to y la crea­ción musi­cal lati­no­ame­ri­ca­na y cari­be­ña, des­de lo fol­kló­ri­co y popu­lar has­ta lo aca­dé­mi­co y expe­ri­men­tal. Esta amplia pers­pec­ti­va se ha con­cre­ta­do en la rea­li­za­ción de con­cier­tos, con­fe­ren­cias, talle­res y even­tos inter­na­cio­na­les que pro­pi­cian la pre­sen­cia de impor­tan­tes intér­pre­tes, crea­do­res e inves­ti­ga­do­res, que han resul­ta­do momen­tos memo­ra­bles para la his­to­ria de la Casa.

Den­tro del pro­gra­ma Cul­tu­ral de la Casa, resul­tan pro­pues­tas habi­tua­les: «Músi­ca en Casa», «Espa­cio sono­ro», «De tro­va­do­res y tro­ve­ros», «Via­je a la gui­ta­rra» y «Voces y raíces».

El estí­mu­lo al cono­ci­mien­to y la inves­ti­ga­ción cien­tí­fi­ca se cris­ta­li­za en el Pre­mio de Musi­co­lo­gía Casa de las Amé­ri­cas, fun­da­do en 1979 con el pro­pó­si­to de pro­mo­ver obras que con­tri­bu­yan a una com­pren­sión más inte­gral de la músi­ca y la cul­tu­ra de Amé­ri­ca Lati­na y el Cari­be, y que ha dado lugar a una colec­ción edi­to­rial. Des­de 1999 el pre­mio está acom­pa­ña­do por el Colo­quio Inter­na­cio­nal de Musi­co­lo­gía, que apues­ta por el desa­rro­llo de los más diver­sos cam­pos de cono­ci­mien­to de la musi­co­lo­gía contemporánea.

El inte­rés por la crea­ción aca­dé­mi­ca se vali­dó en las edi­cio­nes del «Con­cur­so de Com­po­si­ción» (1966−1967), ini­cia­ti­va reto­ma­da des­de el año 2004 con el Pre­mio de Com­po­si­ción Casa de las Amé­ri­cas, que en su edi­ción de 2009 pro­mo­vió el I Taller Lati­no­ame­ri­cano de Com­po­si­ción, en cola­bo­ra­ción con la Aso­cia­ción de Músi­cos de la UNEAC. Las obras pre­mia­das inte­gran la colec­ción mul­ti­me­dia Pre­mio de Composición.

Esta direc­ción des­de 1970 edi­ta su revis­ta espe­cia­li­za­da en músi­ca y musi­co­lo­gía lati­no­ame­ri­ca­na Bole­tín Músi­ca, de fre­cuen­cia tri­mes­tral, que inclu­ye artícu­los, con­vo­ca­to­rias, noti­cias, y la obra más recien­te de los músi­cos, musi­có­lo­gos e inves­ti­ga­do­res del continente.

Por otra par­te, ate­so­ra la Colec­ción de Músi­ca inte­gra­da por un fon­do de par­ti­tu­ras y sopor­tes fono­grá­fi­cos dona­dos por ins­ti­tu­cio­nes y per­so­na­li­da­des lati­no­ame­ri­ca­nas, así como por un valio­so archi­vo fono­grá­fi­co que regis­tra y con­ser­va las pre­sen­ta­cio­nes y con­cier­tos gra­ba­dos en vivo en la Casa. Bajo el Sello dis­co­grá­fi­co Casa pro­du­ce los dis­cos de la colec­ción Músi­ca de esta América.

Biblio­te­ca

La Biblio­te­ca José Anto­nio Eche­ve­rría de la Casa de las Amé­ri­cas se fun­da en sep­tiem­bre de 1959 con la con­fe­ren­cia “Polí­ti­ca cul­tu­ral de la Revo­lu­ción Cuba­na” impar­ti­da por el can­ci­ller cubano Raúl Roa Gar­cía. Es una de las más abar­ca­do­ras en su géne­ro (ámbi­to lati­no­ame­ri­cano y cari­be­ño), sobre todo en lo que con­cier­ne a la pro­duc­ción lite­ra­ria de la segun­da mitad del siglo XX, perío­do para el cual es eva­lua­da como la más com­ple­ta. La amplia y diver­sa cola­bo­ra­ción de inte­lec­tua­les y aca­dé­mi­cos, ins­ti­tu­cio­nes y uni­ver­si­da­des, ha con­tri­bui­do al desa­rro­llo de sus colecciones.

Entre sus colec­cio­nes se encuen­tran más de 126 000 volú­me­nes de libros, 136 000 fas­cícu­los de publi­ca­cio­nes perió­di­cas par­ti­cu­lar­men­te de la segun­da mitad del siglo XX y un archi­vo ver­ti­cal que sobre­pa­sa las 3.000 car­pe­tas sobre per­so­na­li­da­des y temas rela­cio­na­dos con Amé­ri­ca Lati­na y el Cari­be. Posee ade­más, infor­ma­ción muy valio­sa en otros sopor­tes como micro­fi­chas, micro­fil­mes, dia­po­si­ti­vas, cin­tas, dis­cos, case­tes, videos y dis­cos compactos.

Sus salas se uti­li­zan como áreas de expo­si­cio­nes biblio­grá­fi­cas sobre nove­da­des lite­ra­rias y temas afi­nes a su per­fil. En ellas tam­bién se cele­bran con­fe­ren­cias, pre­sen­ta­cio­nes de revis­tas y espa­cios de deba­te; estos últi­mos se cele­bran tri­mes­tral­men­te con el títu­lo de «Café conversatorio».

Tie­ne, como uno de sus prin­ci­pa­les obje­ti­vos la con­se­cu­ción de un pro­yec­to para la cons­truc­ción y moder­ni­za­ción de una amplia y muy moder­na biblio­te­ca en la que que­da­rán reu­ni­dos los fon­dos de la pre­sen­te con el patri­mo­nio epis­to­lar, foto­grá­fi­co y sono­ro de la Casa. Dicho pro­yec­to impli­ca la reor­ga­ni­za­ción de los ser­vi­cios que brin­da la biblio­te­ca y el fomen­to de otros, así como la crea­ción de las con­di­cio­nes idó­neas para pre­ser­var los fon­dos que se guar­da­rían en ella.

Cen­tro de Estu­dios del Caribe

La Casa de las Amé­ri­cas creó en 1979 el Cen­tro de Estu­dios del Caribe(CEC), al con­vo­car por vez pri­me­ra, en su Pre­mio Lite­ra­rio, a las lite­ra­tu­ras cari­be­ñas. El Cen­tro pro­pi­cia la inves­ti­ga­ción y la pro­mo­ción sobre la diver­si­dad cul­tu­ral del Cari­be y sus corres­pon­dien­tes diás­po­ras, des­de una mira­da mul­ti­dis­ci­pli­na­ria y a tra­vés de un acti­vo diá­lo­go con impor­tan­tes crea­do­res, aca­dé­mi­cos, inves­ti­ga­do­res y pro­mo­to­res cul­tu­ra­les de la región.

Edi­ta, des­de 1981, los Ana­les del Cari­be, cuyos tex­tos, que apa­re­cen en sus len­guas ori­gi­na­les, refle­jan la com­ple­ji­dad de la iden­ti­dad cari­be­ña y las múl­ti­ples pers­pec­ti­vas de su aná­li­sis des­de lo con­tem­po­rá­neo. Entre sus más sig­ni­fi­ca­ti­vos even­tos cuen­tan: Semi­na­rios sobre la cul­tu­ra afro­ame­ri­ca­na (cele­bra­dos anual­men­te entre 1993 y 1998), Colo­quios sobre el Cari­be continental(1997, 1998, 1999), Encuen­tro Inter­na­cio­nal Mitos en el Caribe](2000), Colo­quio Inter­na­cio­nal La diver­si­dad cul­tu­ral en el Cari­be (2004).

El CEC ha con­ta­do con la cola­bo­ra­ción de rele­van­tes figu­ras de la cul­tu­ra cari­be­ña, como: Geor­ge Lam­ming (Bar­ba­dos), Jan Carew (Guya­na), Edouard Glis­sant (Mar­ti­ni­ca), Ernest Pépin (Gua­da­lu­pe), Laën­nec Hur­bon (Hai­tí), Ricar­do Ale­gría (Puer­to Rico) y Rubén Silié (Repú­bli­ca Dominicana).

Revis­ta

Es una revis­ta de letras e ideas fun­da­da en 1960 por Hay­dee San­ta­ma­ría como órgano de la ins­ti­tu­ción homó­ni­ma, es una de las publi­ca­cio­nes perió­di­cas de su tipo que más lar­ga vida ha logra­do en el con­ti­nen­te y en el ámbi­to de la len­gua. De acuer­do con los pro­pó­si­tos y la orien­ta­ción de la Casa, fiel a la línea y a los afa­nes eman­ci­pa­to­rios de Amé­ri­ca, brin­da una espe­cial aten­ción a la cul­tu­ra, a la vida de estos pue­blos, y a sus nexos con el res­to del hemis­fe­rio y del planeta.

La han dis­tin­gui­do cola­bo­ra­cio­nes de auto­res y auto­ras de pri­me­ra línea, tan­to de Amé­ri­ca como de otras par­tes del mun­do, y ha coad­yu­va­do al cono­ci­mien­to inter­na­cio­nal de no pocos de ellos. Agra­de­ce las asi­duas expre­sio­nes de apre­cio que la rati­fi­can como impres­cin­di­ble fuen­te de con­sul­ta para el estu­dio de los temas tra­ta­dos en sus pági­nas, y ella mis­ma ha sido obje­to de no pocas inves­ti­ga­cio­nes académicas.

Pro­gra­ma de estu­dios de la mujer

Crea­do en 1994, está des­ti­na­do a pro­mo­ver un acer­ca­mien­to crí­ti­co a la his­to­ria y la cul­tu­ra de las muje­res lati­no­ame­ri­ca­nas y cari­be­ñas des­de el siglo XVI has­ta la actua­li­dad y, a res­ca­tar y dar a cono­cer su pro­duc­ción cul­tu­ral, para lo que desa­rro­lla colo­quios, con­fe­ren­cias, cur­sos, expo­si­cio­nes y publi­ca­ción de libros.

Des­de prin­ci­pios de los noven­ta se cele­bra­ron en la Casa diver­sas acti­vi­da­des inter­na­cio­na­les rela­cio­na­das con los estu­dios de la mujer, las que a par­tir del gran con­gre­so con­vo­ca­do en 1994, con moti­vo de la fun­da­ción del Pro­gra­ma de Estu­dio de la Mujer (PEM), se orga­ni­zan con carác­ter anual y un dise­ño temá­ti­co muy estric­to. Así, entre 1995 y 1997 se abor­da­ron suce­si­va­men­te la his­to­ria y cul­tu­ra de las muje­res lati­no­ame­ri­ca­nas y cari­be­ñas en la Colo­nia, el siglo XIX y el siglo XX. Pos­te­rior­men­te se han tra­ta­do cues­tio­nes teó­ri­cas como crí­ti­ca femi­nis­ta o las rela­cio­nes de géne­ro, raza y cla­se; así como aspec­tos más espe­cí­fi­cos como rees­cri­tu­ras de pen­sa­mien­to, his­to­ria y mito en torno a lo feme­nino; ero­tis­mo y repre­sen­ta­ción de la mujer; cul­tu­ra popu­lar y cul­tu­ra de masas; ciclos de vida, eda­des y gene­ra­cio­nes; repre­sen­ta­cio­nes cul­tu­ra­les de via­jes, exi­lios y migraciones.

En ellos han pre­sen­ta­do tra­ba­jos cer­ca de medio millar de espe­cia­lis­tas de tres con­ti­nen­tes. En cola­bo­ra­ción con dis­tin­tas uni­ver­si­da­des de la Amé­ri­ca Lati­na y Cana­dá, el PEM se ocu­pa de la pre­pa­ra­ción y edi­ción de las actas de sus colo­quios, así como de impor­tan­tes anto­lo­gías. En el mar­co de las acti­vi­da­des men­sua­les de la Casa, el pro­gra­ma desa­rro­lla en su espa­cio Muje­res en Líne@, con­cu­rri­dos encuen­tros en los que se abor­dan, por espe­cia­lis­tas cuba­nas o de otros paí­ses, muy varia­dos temas y pro­duc­cio­nes de la cul­tu­ra y de las cien­cias socia­les des­de una pers­pec­ti­va de género.

Fon­do editorial

La nece­si­dad de publi­car las obras gana­do­ras del Pre­mio Lite­ra­rio Casa de las Amé­ri­cas moti­vó la crea­ción de la Edi­to­rial en 1960. Pos­te­rior­men­te, sus obje­ti­vos se fue­ron amplian­do hacia la pro­mo­ción de la lite­ra­tu­ra más impor­tan­te y repre­sen­ta­ti­va de la Amé­ri­ca Lati­na y el Cari­be. El nom­bre actual de Fon­do Edi­to­rial Casa de las Amé­ri­cas, lo asu­mió en 1997.

En 1962 exis­tían las colec­cio­nes «Pre­mio» y «Cua­der­nos Casa», la nove­la El des­can­so, de Abe­lar­do Piñei­ro Serra mere­ció voto par­ti­cu­lar en el Con­cur­so Casa de las Amé­ri­cas de este año

En 1963, apa­re­ce Lite­ra­tu­ra Lati­no­ame­ri­ca­na, dedi­ca­da a los clá­si­cos, y al año siguien­te Estu­dios Mono­grá­fi­cos y Nues­tros Países.

En 1967 se intro­du­ce La Hon­da, des­ti­na­da a las obras lite­ra­rias de más recien­te crea­ción, y dos años des­pués, Valo­ra­ción Múl­ti­ple, que reco­ge tex­tos crí­ti­cos sobre auto­res, movi­mien­tos o ten­den­cias de las letras del Continente;en 1971 apa­re­ce Pen­sa­mien­to de nues­tra Amé­ri­ca; en 1979, Inves­ti­ga­cio­nes; en 1981, Pre­mio de Musi­co­lo­gía; Pre­mio de Foto­gra­fía, en 1983; Coli­brí, de lite­ra­tu­ra infan­til, en 1985; los Cua­der­nos de La Hon­da, en 1988; los Cua­der­nos del Pre­mio se ini­cian en 1989. La colec­ción más recien­te, Pasa­ma­nos, que se estre­nó en el 2001, publi­ca tex­tos bre­ves de auto­res inter­na­cio­nal­men­te reconocidos.

El Fon­do Edi­to­rial cuen­ta con un total de die­ci­sie­te colec­cio­nes y cer­ca de nove­cien­tos títu­los publi­ca­dos. Des­de 1961 se han rea­li­za­do coedi­cio­nes con ins­ti­tu­cio­nes nacio­na­les y, des­de 1994, con extranjeras.

Per­so­na­li­da­des como Eze­quiel Mar­tí­nez Estra­da, Manuel Galich y Cami­la Hen­rí­quez Ure­ña pres­ta­ron su valio­sa cola­bo­ra­ción al tra­za­do y con­te­ni­do de las pri­me­ras colec­cio­nes (sobre todo lite­ra­tu­ra latinoamericana).

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