Bra­sil. Bol­so­na­ro cul­pa­ble: Récord de muer­tos por coro­na­vi­rus y más de 10 millo­nes de contagios

Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 4 de mar­zo de 2021.

Con una ocu­pa­ción de más del 80 por cien­to de camas en tera­pia inten­si­va en 19 de los 27 esta­dos bra­si­le­ños, el sis­te­ma de salud se encuen­tra al bor­de del colapso.

Con una campaña de vacunación en cámara lenta, Brasil vive la fase más mortífera de la pandemia. 

Con una cam­pa­ña de vacu­na­ción en cáma­ra len­ta, Bra­sil vive la fase más mor­tí­fe­ra de la pandemia. 


Con récords de muer­tos, hos­pi­ta­les al bor­de del colap­so y una cam­pa­ña de vacu­na­ción en cáma­ra len­ta, Bra­sil vive la fase más mor­tí­fe­ra de la pan­de­mia de coro­na­vi­rus sin una estra­te­gia nacio­nal para contenerla.

El gigan­te sud­ame­ri­cano regis­tró 1.641 muer­tos por coro­na­vi­rus el mar­tes y 1.910 el miér­co­les, dos récords con­se­cu­ti­vos des­de el pri­mer caso repor­ta­do en febre­ro de 2020. El total de víc­ti­mas de la enfer­me­dad roza los 260.000, un balan­ce supe­ra­do solo por Esta­dos Uni­dos, y los 10,7 millo­nes de contagios.

«Por pri­me­ra vez des­de el ini­cio de la pan­de­mia, se veri­fi­ca en todo el país un agra­va­mien­to simul­tá­neo de diver­sos indi­ca­do­res», seña­ló esta sema­na la pres­ti­gio­sa Fun­da­ción Fio­cruz, del Minis­te­rio de Salud. Se tra­ta de un «esce­na­rio alar­man­te» con un aumen­to de casos y muer­tes, altos nive­les de sín­dro­mes res­pi­ra­to­rios agu­dos gra­ves (SRAG) y una ocu­pa­ción de más del 80 por cien­to de camas en las uni­da­des de cui­da­dos inten­si­vos (UCI) en 19 de los 27 esta­dos bra­si­le­ños, expli­có la institución.

En los últi­mos sie­te días el pro­me­dio ha sido de 1.331 dece­sos dia­rios, una cifra que has­ta febre­ro se man­te­nía cer­ca de los 1.100. Des­de enero, el país no ha logra­do bajar de los 1.000 falle­ci­dos al día, como ocu­rrió entre junio y agos­to del año pasa­do, duran­te la pri­me­ra ola. El núme­ro de víc­ti­mas demues­tra que las res­tric­cio­nes a la cir­cu­la­ción orde­na­das en recien­tes sema­nas por alcal­des y gober­na­do­res ‑y cri­ti­ca­das por el pre­si­den­te Jair Bol­so­na­ro- han sido insu­fi­cien­tes para fre­nar la pandemia.

El preo­cu­pan­te repun­te resul­ta, según los exper­tos, de la fal­ta de dis­tan­cia­mien­to social duran­te las fies­tas de fin de año y de las aglo­me­ra­cio­nes del verano aus­tral y el Car­na­val, pese a que estas últi­mas esta­ban for­mal­men­te prohi­bi­das. Algu­nos estu­dios apun­tan igual­men­te a la nue­va varian­te de coro­na­vi­rus pro­ce­den­te de la Ama­zo­nia, deno­mi­na­da P.1, dos veces más con­ta­gio­sa, detec­ta­da ya en 17 esta­dos y que cau­sa alar­ma mundial.

«La pun­ta del iceberg» 

Bra­sil, un país de 212 millo­nes de habi­tan­tes, lle­va un mes y medio de len­ta vacu­na­ción con­tra el covid, debi­do a una fal­ta de dosis: has­ta aho­ra, 7,4 millo­nes de bra­si­le­ños fue­ron vacu­na­dos y solo 2,3 millo­nes de ellos con la segun­da dosis. «Esta emer­gen­cia no es una sor­pre­sa: se debe a no haber­nos pre­pa­ra­do, por­que este esce­na­rio esta­ba pre­vis­to. Sabía­mos que había una nue­va varian­te y debió haber un lock­down», dijo la vice­pre­si­den­ta de la Socie­dad Bra­si­le­ña de Inmu­no­lo­gía (SBIM), Isa­be­lla Ballalai.

Este jue­ves, Río de Janei­ro reim­pu­so res­tric­cio­nes en bares, res­tau­ran­tes y pla­yas a par­tir del vier­nes para, según su alcal­de Eduar­do Paes, «evi­tar que se repi­ta el geno­ci­dio» de 2020 en la capi­tal cario­ca. El esta­do Sao Pau­lo, el más rico y pobla­do, regre­sa­rá el sába­do, por dos sema­nas, a la «fase roja» de res­tric­cio­nes, que per­mi­te el fun­cio­na­mien­to de ser­vi­cios de salud, ali­men­ta­ción, trans­por­tes públi­cos y escue­las, pero prohí­be la aper­tu­ra de cen­tros comer­cia­les, res­tau­ran­tes y salas de espectáculo.

En Bra­si­lia y en los esta­dos de Mato Gros­so, Per­nam­bu­co, Ron­do­nia y Acre, entre más de una dece­na, la acti­vi­dad ya se redu­jo a los ser­vi­cios esen­cia­les o se limi­ta­ron los hora­rios de aper­tu­ra de los comer­cios, con even­tua­les toques de que­da noc­tur­nos. Inclu­so los esta­dos más ricos y con más infra­es­truc­tu­ra como Para­ná y San­ta Cata­ri­na (sur) están en «aler­ta crí­ti­ca» de ocu­pa­ción de camas UCI. Fio­cruz advir­tió sin embar­go que el esce­na­rio actual «repre­sen­ta solo la pun­ta del ice­berg de un nivel de trans­mi­sión inten­sa» del coronavirus.

Auto­ges­tión 

La emer­gen­cia y la fal­ta de coor­di­na­ción por par­te del gobierno fede­ral empu­jó a alcal­des y gober­na­do­res a arti­cu­lar­se por su cuen­ta para com­prar vacu­nas. Los secre­ta­rios de Salud de los esta­dos pidie­ron el lunes imple­men­tar un toque de que­da noc­turno a nivel nacio­nal y un «lock­down» en las zonas más críticas.

Pero esa pos­tu­ra cho­ca con la de Bol­so­na­ro, quien pro­mue­ve aglo­me­ra­cio­nes con sus segui­do­res, cues­tio­na el uso de mas­ca­ri­llas y la efi­ca­cia de las vacu­nas y cri­ti­ca a las auto­ri­da­des que apli­can medi­das de ais­la­mien­to social por su impac­to eco­nó­mi­co. Aho­ra, el país enfren­ta simul­tá­nea­men­te una agra­va­ción de la pan­de­mia y una nue­va y fuer­te ralen­ti­za­ción de su economía.

El man­da­ta­rio ultra­de­re­chis­ta, con la mira­da pues­ta en las elec­cio­nes de 2022, afir­mó la sema­na pasa­da que los gober­na­do­res que decre­ten cie­rres de acti­vi­da­des «debe­rán pagar» con sus pro­pios pre­su­pues­tos las ayu­das eco­nó­mi­cas a la pobla­ción más pobre. «Esa dis­cor­dan­cia entre lo fede­ral y lo esta­tal ha sido uno de los gran­des pro­ble­mas, con mucha poli­ti­za­ción del tema, y sin duda eso con­vir­tió al país en uno de los peo­res luga­res de ges­tión de la pan­de­mia», dijo Ballalai.

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