Argen­ti­na. En menos de dos meses hubo 59 femi­ci­dios en el país

Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 28 de febre­ro de 2021 

En lo que va del año, 59 muje­res fue­ron ase­si­na­das en el país, según el Obser­va­to­rio Lucía Pérez. En la mayo­ría de los casos exis­tían denun­cias pre­vias con­tra el femi­ci­da, lo que expo­ne una vez más las fallas en las polí­ti­cas públi­cas de pre­ven­ción y su insu­fi­cien­cia, a pesar de los avan­ces de los últi­mos años.

En menos de dos meses hubo 59 femicidios en el país

En menos de dos meses hubo 59 femi­ci­dios en el país

Si bien este fenó­meno no es nue­vo, en los recien­tes casos que se hicie­ron públi­cos como el de Úrsu­la Bahi­llo, en la ciu­dad de Rojas, o el de Gua­da­lu­pe Carual, en Villa la Angos­tu­ra, sus fami­lias cues­tio­na­ron la pasi­vi­dad de la Jus­ti­cia y de las comi­sa­rías para evi­tar los femi­ci­dios, ya que exis­tían varias denun­cias en con­tra de los asesinos.

«Todos los femi­ci­dios come­ti­dos duran­te 2021 fue­ron cla­ra­men­te evi­ta­bles. Hace varios años que que­dó demos­tra­do que el femi­ci­da es una per­so­na cono­ci­da por las víc­ti­mas, que es o fue la pare­ja o que en algún momen­to inten­tó ser­lo a tra­vés de innu­me­ra­bles aco­sos», sos­tu­vo la abo­ga­da Raquel Her­mi­da Leyen­da, quien se dedi­ca prin­ci­pal­men­te a defen­der casos de vio­len­cia de géne­ro y abu­so sexual.

La letra­da hizo hin­ca­pié en que la ame­na­za ya es un aler­ta de femi­ci­dio. «Hoy una ame­na­za es un avi­so de femi­ci­dio, pero pare­ce que las ame­na­zas agra­va­das por el víncu­lo por el con­tex­to de vio­len­cia de géne­ro no son sufi­cien­tes para los jue­ces que no las regis­tran como un ver­da­de­ro avi­so de femicidio».

La abo­ga­da seña­ló que des­de el pun­to de vis­ta judi­cial y legis­la­ti­vo son varias las medi­das que se ten­drían que tomar para pre­ve­nir los femi­ci­dios: el urgen­te sis­te­ma de tobi­lle­ras elec­tró­ni­cas; una ley para que se con­de­ne a quien vio­la las medi­das peri­me­tra­les; que exis­ta un pro­ce­di­mien­to sim­pli­fi­ca­do de denun­cias; que se uni­fi­quen los expe­dien­tes y que los fun­cio­na­rios poli­cia­les y judi­cia­les sean con­de­na­dos por incum­pli­mien­to en los debe­res de fun­cio­na­rio público.

«El año pasa­do la pro­fe­so­ra de inglés que había hecho 14 denun­cias en Tucu­mán fue bru­tal­men­te ase­si­na­da por su aco­sa­dor y tam­bién por quien per­mi­tió que ese femi­ci­dio suce­da, que en este caso fue el fis­cal que no hizo nada», afir­mó la abogada.

«En el femi­ci­dio de Úrsu­la, en el de Gua­da­lu­pe, o en el de muchí­si­mas muje­res que no pode­mos recor­dar sus nom­bres, había exis­ti­do un aler­ta, un anun­cio, una pro­me­sa, una ame­na­za de muer­te. Y el poder poli­cial, cóm­pli­ce y encu­bri­dor, y el poder judi­cial inac­ti­vo, se con­vier­ten en homi­ci­das cul­po­sos por­que debi­do a su impe­ri­cia y negli­gen­cia esas muje­res hoy están muer­tas», agregó.

El papel de la Justicia.

La minis­tra de las Muje­res, Géne­ros y Diver­si­dad, Eli­za­beth Gómez Alcor­ta, se refi­rió en su cuen­ta de Twit­ter al papel de la Jus­ti­cia y de la Poli­cía tras los femi­ci­dios de Úrsu­la y Gua­da­lu­pe. «Cada femi­ci­dio es un dolor irre­pa­ra­ble. Segui­mos exi­gien­do a los Pode­res Judi­cia­les que no haya más impu­ni­dad ni admi­nis­tra­ción de jus­ti­cia ni fuer­zas de segu­ri­dad sin pers­pec­ti­va de géne­ro. Tra­ba­ja­mos todos los días y alza­mos la voz para que no haya ni una menos, nun­ca más», manifestó.

Esta sema­na y en decla­ra­cio­nes a la pren­sa, la fun­cio­na­ria ase­gu­ró que «la inter­ven­ción del Esta­do no alcan­za, pero que des­de Nación se hace lo posi­ble para que la coor­di­na­ción con los esta­dos nacio­na­les y pro­vin­cia­les se fortalezcan».

Las denun­cias por vio­len­cia de géne­ro deben rea­li­zar­se en las comi­sa­rías y en las fis­ca­lías que depen­den de cada gobierno local en las 23 pro­vin­cias del país como así tam­bién en la Ciu­dad de Bue­nos Aires.

«Ha falla­do la protección».

En tan­to, Ada Rico, pre­si­den­ta de la Aso­cia­ción Civil La Casa del Encuen­tro, coin­ci­de en que la mayo­ría de los femi­ci­dios se podrían haber evi­ta­do. «Cree­mos que lo que ha falla­do es la pro­tec­ción efec­ti­va de Úrsu­la Bahi­llo, de Gua­da­lu­pe Curual como de todas las muje­res que acu­den a la Jus­ti­cia a denun­ciar al agre­sor», indicó.

En esa línea, recor­dó que «his­tó­ri­ca­men­te des­de La Casa del Encuen­tro sos­te­ne­mos que la vio­len­cia de géne­ro debe tener un abor­da­je inte­gral y fede­ral que pro­te­ja en for­ma efec­ti­va a una mujer o com­pa­ñe­ra trans en situa­ción de violencia».

Rico, que es tam­bién pre­si­den­ta del Obser­va­to­rio de Femi­ci­dios en Argen­ti­na Adria­na Mari­sel Zam­brano, seña­ló que «es impor­tan­te que ante una medi­da cau­te­lar dic­ta­da, se pro­te­ja a la mujer. Y si se le otor­ga un botón anti­pá­ni­co hay que apli­car en para­le­lo una tobi­lle­ra elec­tró­ni­ca al agre­sor que será efec­ti­va sólo si exis­te un moni­to­reo res­pon­sa­ble de par­te de la Justicia». 

Fuen­te: Dia­rio femenino

Itu­rria /​Fuen­te

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