Argen­ti­na. Obser­va­to­rio gre­mial. La pan­de­mia calien­te y los años que vivi­re­mos en peli­gro: des­em­pleo, des­igual­dad y fosilización/​Lock out agro­pe­cua­rio, la buro­cra­cia sin­di­cal y la nece­si­dad de recu­pe­rar el man­do de la polí­ti­ca … (+info)

Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 18 de enero de 2021.

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La pan­de­mia calien­te y los años que vivi­re­mos en peli­gro: des­em­pleo, des­igual­dad y fosilización

El 2020 se aca­ba de ir, pero que­da­rá en el recuer­do como el año en que la pan­de­mia puso en ries­go al mun­do ente­ro. 2021 empe­zó, pero no deja muchas cer­te­zas de avan­zar en una direc­ción opues­ta. Se agra­vó la cri­sis eco­nó­mi­ca mun­dial, subió el des­em­pleo, aumen­tó la pobre­za y se pro­fun­di­zó la des­igual­dad. Todas las segu­ri­da­des médi­cas y cien­tí­fi­cas que se tenían comen­za­ron a tam­ba­lear. Las úni­cas herra­mien­tas cer­te­ras para enfren­tar al virus ter­mi­na­ron sien­do un peda­zo de tela como tapa­bo­ca y la dis­tan­cia al bor­de del indi­vi­dua­lis­mo extre­mo. Los paí­ses bus­can salir de la pará­li­sis pla­ne­ta­ria con más ener­gías fósi­les, se ale­ja la recon­ver­sión a las reno­va­bles y el cam­bio cli­má­ti­co se poten­cia al extre­mo. Por Mar­ce­lo Gar­cía /​El Extre­mo Sur.


El año de la pan­de­mia le legó incer­ti­dum­bre a 2021, y habrá que ver cómo se recon­vier­te a par­tir de la apa­ri­ción de algu­nas vacu­nas. Lo cier­to es que el mun­do ingre­só de lleno en el año que se fue en una pro­fun­di­za­ción de su cri­sis capi­ta­lis­ta de con­su­mo, pre­sa­gian­do la pro­pa­ga­ción de pla­gas que vie­nen de la mano del Coronavirus.

Más allá de que se logre ami­no­rar, con­tro­lar o fra­ca­sar fren­te al avan­ce del COVID-19, el mun­do ingre­só de lleno en un nue­vo pro­ce­so de rece­sión que trae­rá con­si­go más cri­sis, des­em­pleo, des­igual­dad y don­de los gran­des paí­ses indus­tria­li­za­dos tie­nen en la mira pro­fun­di­zar la uti­li­za­ción de ener­gías fósi­les como posi­bi­li­dad de vol­ver a inun­dar al pla­ne­ta de mer­can­cías ‑muchas de ellas inne­ce­sa­rias- para su consumo.

Si 2020 fue el año de la pan­de­mia que gol­peó a la huma­ni­dad des­pre­ve­ni­da y sin cla­ri­dad de cómo res­pon­der, el 2021 podrá ser el año de la con­ti­nui­dad de ese des­con­cier­to o el de la bús­que­da de una sali­da don­de el capi­ta­lis­mo tie­ne casi siem­pre las mis­mas recetas.

En mate­ria cien­tí­fi­ca y de cono­ci­mien­to en pos de la salud, las falen­cias son enor­mes. Los avan­ces tec­no­ló­gi­cos en mate­ria sani­ta­ria esta­lla­ron por los aires fren­te al COVID-19 y, más allá de tan­tas idas y vuel­tas, la úni­ca res­pues­ta que ter­mi­nó sien­do efec­ti­va fue el uso del tapa­bo­cas, el dis­tan­cia­mien­to social y los con­fi­na­mien­tos entre las gran­des muche­dum­bres. Esas res­pues­tas que la huma­ni­dad ya cono­cía des­de hace más de un siglo, cuan­do se pre­sen­tó la gri­pe española.

El ser humano nece­si­ta de espe­ran­zas para seguir cre­yen­do que tie­ne sen­ti­do la vida, aun­que al mis­mo tiem­po sabe que tar­de o tem­prano la exis­ten­cia es fini­ta. Por eso, este fin de año muchas copas se levan­ta­ron en el mun­do ente­ro desean­do un 2021 mejor.

Qui­zás sea tan solo un anhe­lo, como los que se pre­anun­cia­ban cuan­do arran­có la pan­de­mia y pre­sa­gia­ban el mun­do podía cam­biar, mejo­rar y trans­for­mar en una socie­dad más jus­ta, igua­li­ta­ria y fraternal.

Un año des­pués de aque­llos anhe­los nihi­lis­tas casi nada de eso suce­dió y todo pare­ce enca­mi­nar­se, a pesar de que el SARS-CoV‑2 pue­da ser con­tro­la­do o inmu­ni­za­do por una vacu­na, en un pano­ra­ma que no trae bue­nas noti­cias para el futu­ro cer­cano; tam­po­co pro­fe­ti­za un mun­do mejor que al de la pan­de­mia o al de la pre pan­de­mia y todo hace pen­sar que el ser humano ‑en espe­cial los pode­ro­sos y los ricos- se han vuel­to peo­res que los albo­res de este virus.

Pan­de­mia de cri­sis y desempleo

Todos los paí­ses del mun­do ingre­sa­ron de lleno en un nue­vo pro­ce­so rece­si­vo. La eco­no­mía mun­dial cayó abrup­ta­men­te como con­se­cuen­cia de la pan­de­mia y los confinamientos.

El pro­pio Fon­do Mone­ta­rio Inter­na­cio­nal (FMI) pro­yec­tó que para 2020 la eco­no­mía pla­ne­ta­ria se con­trae­rá en pro­me­dio un 4,4%, asen­tan­do su mayor gol­pe en los paí­ses avan­za­dos (-5,8%) que en los emer­gen­tes (-3,3%).

Espa­ña (-12,8%), Ita­lia (-10,6%), jun­to al Rei­no Uni­do y Fran­cia (-9,8%) serán el foco de la catás­tro­fe eco­nó­mi­ca del mun­do pan­dé­mi­co desa­rro­lla­do; mien­tras que entre en los que están en vías de desa­rro­lló el gol­pe más duro del año pasa­do se lle­va­rían India (-10,3%), Méxi­co (-9%) y Sudá­fri­ca (-8%).

A esa caí­da mun­dial del 4,4% del 2020, el FMI le con­tra­po­ne una recu­pe­ra­ción del 5,2% en todo el pla­ne­ta para el 2021, trac­cio­na­da por los paí­ses emer­gen­tes. Las nacio­nes desa­rro­lla­das cre­ce­rían ape­nas un 3,9% y las sub­de­sa­rro­lla­das un 6%; con Chi­na (8,2%) e India (8,8%) como loco­mo­to­ras del pro­ce­so de repun­te económico.

Los cos­tos eco­nó­mi­cos y socia­les de la pan­de­mia inclui­rán un fuer­te impac­to por el empleo mun­dial, gene­ran­do enor­mes masas de tra­ba­ja­do­res que no podrán ingre­sar el mer­ca­do labo­ral en bue­na par­te del planeta.

El des­em­pleo segui­rá cre­cien­do de mane­ra galo­pan­te, así lo advier­te la Orga­ni­za­ción Inter­na­cio­nal del Tra­ba­jo (OIT). En el 2018, la can­ti­dad de des­em­plea­dos mun­dia­les alcan­zó los 185,8 millo­nes de tra­ba­ja­do­res y en el 2019 subió a 187,7 millo­nes; para este para se pro­yec­ta­ron 190,3 millo­nes de des­ocu­pa­dos y para el 2021 la cifra ascen­de­ría a los 193,7 millo­nes de per­so­nas. Pero los már­ge­nes esta­ble­ci­dos como techo y como piso para este 2021 serán de 234 y 162 millo­nes de emplea­dos sin tra­ba­jo; para el 2023 la OIT pre­vé que la des­ocu­pa­ción abar­que a casi 200 millo­nes de per­so­nas en el mun­do entero.

La suba de 3 millo­nes nue­vos de des­ocu­pa­dos para este 2021 es impac­tan­te, pero peor resul­ta si se la com­pa­ra con las últi­mas déca­das. Los 193,7 millo­nes de des­em­plea­dos pre­vis­tos para este año son 7,7 millo­nes más que los de 2011; 29,2 millo­nes más que los exis­ten­tes en 2001 y 80,5 millo­nes más de des­ocu­pa­dos que los que había en 1991. Des­de 2008 la can­ti­dad de tra­ba­ja­do­res sin empleo en el mun­do no baja de los 186 millo­nes de personas.

Fuen­te: OIT

El des­em­pleo duran­te 2021 en los paí­ses desa­rro­lla­dos está pre­vis­to que lle­gue a 30,4 millo­nes de per­so­nas y que en los paí­ses en desa­rro­llo ascien­da a los 12,4 millo­nes de per­so­nas. Para los paí­ses con ingre­sos media­nos y altos ascen­de­ría a 85,6 millo­nes de per­so­nas y para los de ingre­sos mediano-bajos a 65,2 millones.

Muchos de esos empleos per­di­dos en 2020 fue­ron de algu­na mane­ra con­te­ni­dos con los sub­si­dios que imple­men­ta­ron los Esta­dos, pero de la for­ma en que se extien­den las dife­ren­tes olea­das de Covid las nacio­nes han ido recor­tan­do dichos fon­dos y los que se que­da­ron sin tra­ba­jo tam­bién se que­da­ron sin ingresos.

Fuen­te: OIT

Vul­ne­ra­bi­li­dad extre­ma y más desigualdad

La tasa de par­ti­ci­pa­ción de la fuer­za de tra­ba­jo, según la OIT, lle­ga­rá en 2021 a su pun­to más bajo en déca­das y ahon­da­rá ese pro­ce­so con vis­tas a los pró­xi­mos años. Los jóve­nes y las muje­res ten­drán cada vez menos posi­bi­li­da­des de inser­tar­se en el mer­ca­do labo­ral; mien­tras que la tasa de los «Ni-Nis» ‑los jóve­nes que no tra­ba­jan ni estu­dian- segui­rá cre­cien­do por enci­ma de +22% y englo­ba­rá a 280,1 millo­nes en el pla­ne­ta. Serán 13 millo­nes más que los con­ta­bi­li­za­dos en 2019.

El COVID-19 ha pro­fun­di­za­do las des­igual­da­des para la OIT y es por eso que afir­mó que 2.000 millo­nes de tra­ba­ja­do­res del sec­tor infor­mal son espe­cial­men­te vulnerables.

«Las muje­res son las más afec­ta­das por la cri­sis del COVID-19, ya que tie­nen más pro­ba­bi­li­da­des de per­der su fuen­te de ingre­sos y menos pro­ba­bi­li­da­des de estar cubier­tas por medi­das de pro­tec­ción social», ase­ve­ró Achim Stei­ner, titu­lar del Pro­gra­ma de la ONU para el Desa­rro­llo (PNUD).

En un infor­me difun­di­do en noviem­bre reve­ló que la tasa de pobre­za entre las muje­res aumen­tó más de un 9%, lo que equi­va­le a unos 47 millo­nes de muje­res. El dato repre­sen­ta el retro­ce­so más sig­ni­fi­ca­ti­vo en las últi­mas décadas.

Fuen­te: OIT

La des­igual­dad se poten­ció en tiem­pos de pan­de­mia, no sólo entre per­so­nas ricas y pobres, sino tam­bién entre paí­ses de esas dos cate­go­rías. Como expre­sa el tra­ba­jo de Manuel Valen­ti Ran­di (CLACSO), «en todos los nive­les los débi­les son cada vez más débi­les y los fuer­tes cada vez más fuer­tes. El orden injus­to y caó­ti­co que rige a nivel glo­bal es cada vez más con­flic­ti­vo y volá­til, y nues­tra región es una de las más afectadas».

Para el cita­do ana­lis­ta, «la pan­de­mia de COVID-19 ace­le­ró las ten­den­cias mun­dia­les que se venían dan­do des­de la cri­sis del 2008: aumen­to de la des­igual­dad, con­cen­tra­ción de la rique­za y des­truc­ción de empleos; mayor endeu­da­mien­to de los Esta­dos y pri­va­dos; mayor ten­sión geo­po­lí­ti­ca y geo­eco­nó­mi­ca; aumen­to del pro­tec­cio­nis­mo en las poten­cias; cre­ci­mien­to eco­nó­mi­co mun­dial empu­ja­do por Asia ‑par­ti­cu­lar­men­te Chi­na- y estan­ca­mien­to o caí­da de EE.UU. y Europa».

Ran­di agre­ga que «mien­tras que cer­ca de mil millo­nes de per­so­nas corren ries­go de per­der su tra­ba­jo o caer en la pobre­za, o ambas cosas simul­tá­nea­men­te, hay un peque­ño gru­po de billo­na­rios que se están vien­do bene­fi­cia­dos de la pan­de­mia y la cri­sis. De acuer­do con los datos de Bloom­berg, los 5 hom­bres (si, son todos hom­bres y 4 de ellos son blan­cos y esta­dou­ni­den­ses) más ricos del mun­do han aumen­ta­do su patri­mo­nio per­so­nal en lo que va del año en 201.000 millo­nes de dóla­res. Jeff Bezos, el hom­bre más rico del mun­do, aumen­tó su rique­za par­ti­cu­lar en 72.000 millo­nes de dóla­res. Cua­tro de estos cin­co empre­sa­rios están liga­dos a las indus­trias tec­no­ló­gi­cas y el comer­cio elec­tró­ni­co, gran­des bene­fi­cia­rios de la pan­de­mia. Para com­pren­der cuán colo­sal es la con­cen­tra­ción de la rique­za en el con­tex­to de la pan­de­mia, las 50 per­so­nas más ricas del mun­do aumen­ta­ron sus ingre­sos este año en 413.000 millo­nes de dóla­res, prác­ti­ca­men­te el PBI de Argen­ti­na en 2019 (449.663 millones)».

El pro­pio FMI aler­tó que en la medi­da que se extien­da la pan­de­mia se irá ensan­chan­do la bre­cha entre ricos y pobres en el mun­do, así lo refle­jó al ana­li­zar las últi­mas cin­co pan­de­mias ya exis­ten­tes ‑SRAS (2003), H1N1 (2009), MERS (2012), ébo­la (2014) y Zika (2016)-; por lo que habría de espe­rar que la del Covid poten­cie expo­nen­cial­men­te las desigualdades.

A pesar de los datos más que con­tun­den­tes, los sec­to­res enri­que­ci­dos y bene­fi­cia­dos con la pan­de­mia se han nega­do sis­te­má­ti­ca­men­te en todo el mun­do y tam­bién en la Argen­ti­na a que se apli­que un impues­to a las gran­des for­tu­nas; por­que ni siquie­ra miga­jas están dis­pues­tos a regar sobre un mun­do empo­bre­ci­do. Para ellos, la ambi­ción y la acu­mu­la­ción pue­den más que cual­quier valor de la vida humana.

El otro con­ta­gio: La olea­da de pobreza

Avan­za de mane­ra tan silen­cio­sa como el pro­pio Covid, pero es mucho menos invi­si­ble que la enfer­me­dad cuan­do gol­pea a la socie­dad. El otro virus que cir­cu­la de la mano del Coro­na­vi­rus y que acre­cien­ta su impac­to es el de la pobre­za. A cau­sa de la pan­de­mia el 1,2% de toda la pobla­ción mun­dial se hun­dió en la mise­ria que inun­da a los pobres.

El Ban­co Mun­dial espe­cu­la que en el 2020 la pobre­za extre­ma mun­dial aumen­tó por pri­me­ra vez en más que lo que había cre­ci­do en 20 años, como con­se­cuen­cia de los efec­tos de la pan­de­mia. Vale acla­rar que se tra­ta de pobres que no alcan­zan a jun­tar 1,9 dóla­res dia­rios para vivir, es decir 285 pesos por día o 8.550 pesos mensuales.

Se esti­ma que la pan­de­mia de COVID-19 empu­jó a entre 88 millo­nes y 115 millo­nes de per­so­nas a la pobre­za extre­ma el año pasa­do, pero sus efec­tos devas­ta­do­res se segui­rán sin­tien­do en el 2021 cuan­do la cifra total lle­gue a los 150 millo­nes para 2021.

La pobre­za extre­ma, defi­ni­da como la situa­ción de quie­nes viven con menos de USD 1,90 al día, pro­ba­ble­men­te afec­te a entre un 9,1% y un 9,4% de la pobla­ción mun­dial en 2020, de acuer­do con el tra­ba­jo «Poverty and Sha­red Pros­pe­rity Report» (Infor­me sobre pobre­za y pros­pe­ri­dad com­par­ti­da), que se publi­ca cada dos años.

Esa tasa repre­sen­ta­ría una regre­sión a la regis­tra­da en 2017, que fue del 9,2%. Si la pan­de­mia no hubie­ra con­vul­sio­na­do el mun­do, se pro­yec­ta­ba que la tasa de pobre­za habría des­cen­di­do al 7,9% en 2020.

Las zonas del mun­do más afec­ta­das por la pobre­za Covid son Asia meri­dio­nal y Áfri­ca del sur. En la región asiá­ti­ca inte­gra­da por India, Pakis­tán, Afga­nis­tán, Ban­gla­desh, Nepal y Sri Lan­ka la suma­to­ria de pobres ron­da entre los 49,3 y 56,5 millo­nes de nue­vas per­so­nas empo­bre­ci­das. Mien­tras que en los paí­ses afri­ca­nos loca­li­za­dos al sur del Saha­ra se pro­yec­ta­ba el ingre­so a la pobre­za en el 2020 de entre 26,2 y 40 millo­nes de personas.

La ter­ce­ra región del mun­do más gol­pea­da ha sido la de Asia orien­tal y pací­fi­co (com­pues­ta por Chi­na, Indo­ne­sia, Fili­pi­nas, Corea, Mala­sia, Mon­go­lia, Sin­ga­pur, Viet­nam, Cam­bo­ya y Lao) con la caí­da en el empo­bre­ci­mien­to de entre 5,3 y 9 millo­nes de personas.

Amé­ri­ca Lati­na y el Cari­be osci­la­rán en la suma­to­ria de entre 3,6 y 4,8 millo­nes de nue­vos pobres en la región. Por detrás se ubi­ca­rán los paí­ses de Medio Orien­te y el nor­te de Áfri­ca con otros 2,8 a 3,4 millo­nes de pobres más que en tiem­pos de pre pandemia.

Según los nive­les de ingre­sos con que cuen­te la pobla­ción que se encuen­tra el lími­te de la pobre­za, el Ban­co Mun­dial esti­mó que para los que con­si­gan obte­ner 3,2 dóla­res dia­rios (480 pesos por día y 14.400 al mes) la nue­va can­ti­dad pobres que se suma­ría en tiem­pos de pan­de­mia lle­ga­ría a entre los 175 y los 223 millo­nes de personas.

Si se toma como base un ingre­so dia­rio de 5,5 dóla­res (825 pesos por día y 24.750 al mes) lo valo­res de los nue­vos empo­bre­ci­dos en el mun­do se dis­pa­ran entre 172 y 226 millo­nes de per­so­nas arras­tra­das por el Covid a la pobre­za duran­te el 2020.

La sali­da fosilizada

Mucho se ha habla­do duran­te el año pasa­do del úni­co efec­to posi­ti­vo que habría teni­do la pan­de­mia de Coro­na­vi­rus en el mun­do, hacien­do refe­ren­cia a la baja de los nive­les de emi­sión de CO2 y el efec­to con­ta­mi­nan­te sobre el planeta.

Si bien eso fue cier­to como pro­duc­to de la vir­tual para­li­za­ción de la pro­duc­ción y el comer­cio mun­dial dis­mi­nu­yó la con­ta­mi­na­ción ambien­tal en 2020, no menos cier­to es que el mun­do se pre­pa­ra a reto­mar sus rit­mos pro­duc­ti­vos y de con­su­mo basán­do­se más que nun­ca en la uti­li­za­ción de la ener­gía fósi­les como el petró­leo, el car­bón y el gas natural.

La dis­mi­nu­ción de los gases del efec­to inver­na­de­ro fue noto­ria­men­te mar­ca­da en el 2020 como con­se­cuen­cia de la casi para­li­za­ción del mun­do, pero a cien­cia cier­ta no lle­vó la con­ta­mi­na­ción pro­vo­ca­da por el CO2 por deba­jo de los nive­les de la cri­sis eco­nó­mi­ca del 2008.

Más allá de que habrá que espe­rar el deve­nir de la pan­de­mia y el con­su­mo mun­dial, lo cier­to es que la eco­no­mía capi­ta­lis­ta glo­ba­li­za­da se encuen­tra lejí­si­mo de la tan decla­ma­da recon­ver­sión ener­gé­ti­ca hacia las ener­gías reno­va­bles; por el con­tra­rio, sigue fuer­te­men­te ata­da a los recur­sos natu­ra­les fósi­les que mue­ven y segui­rán movien­do al mun­do por varias déca­das más.

Este pro­ce­so indu­da­ble­men­te no es nue­vo. Lle­va casi un siglo de cons­tan­te desa­rro­llo des­de el ini­cio de la era moder­na vin­cu­la­da a la indus­tria­li­za­ción; pero ade­más no ha dado mues­tras sig­ni­fi­ca­ti­vas de cam­bios en los últi­mos 50 años. Mucho se habla de la recon­ver­sión ener­gé­ti­ca y las ener­gías lim­pias, pero el mun­do sigue fun­cio­nan­do esen­cial­men­te a com­bus­ti­bles fósi­les y no hay indi­cios de que vaya a cam­biar en un lar­go tiempo.

Hoy en día ‑a 2019- 0084,31% de toda la ener­gía que se con­su­me en el mun­do es apor­ta­da por el petró­leo (33,1%); el car­bón (27%) y el gas natu­ral (24,2%).

Esa rela­ción ha teni­do cam­bios abso­lu­ta­men­te míni­mos en los últi­mos 30 años, ya que en el 2010 las fósi­les repre­sen­ta­ban el 86,6% de toda la ener­gía con­su­mi­da, en el 2000 el 86,1% y en 1990 el 87,4% del total.

Hay que remon­tar­se 50 años atrás para encon­trar en 1970 un peque­ño pun­to de cam­bio en esa matriz ener­gé­ti­ca mun­dial com­ple­ta­men­te fósil. En aque­lla déca­da, el petró­leo, el car­bón y el gas repre­sen­ta­ban el 93,7% del total; un 10% más que en la actualidad.

Ela­bo­ra­ción pro­pia sobre datos de BP Sta­tis­ti­cal Review 2019.

Las ener­gías reno­va­bles han teni­do un incre­men­to en los últi­mos 20 años, pero su inci­den­cia sigue sien­do com­ple­ta­men­te mar­gi­nal y ape­nas lle­ga­ron a repre­sen­tar en el 2019 un 5% de toda la ener­gía que con­su­me el capi­ta­lis­mo en el pla­ne­ta. A ese rit­mo de cam­bio, qui­zás hagan fal­ta 100 años para que el mun­do se recon­vier­ta ener­gé­ti­ca­men­te para pre­ser­var a la huma­ni­dad y evi­tar el colap­so anun­cia­do del cam­bio climático.

Es por eso que resul­ta falaz hacer­le a creer a los pue­blos y a las per­so­nas de bue­na volun­tad e inten­cio­nes que la lucha con­tra el cam­bio cli­má­ti­co esta en sus manos. Más allá que sepa­rar los resi­duos, no tirar coli­llas de ciga­rri­llos a las calles, reuti­li­zar los reci­cla­bles, lim­piar las pla­yas son con­duc­tas correc­tas, eso no alcan­za ni impac­ta fuer­te­men­te para rever­tir el cam­bio climático.

A pesar de los com­pro­mi­sos de las gran­des poten­cias por fir­mar acuer­dos para defen­der el ambien­te; el mun­do sigue sien­do voraz­men­te fósil y allí radi­ca la madre de todos los pro­ble­mas de una con­ta­mi­na­ción poten­cia­da por un capi­ta­lis­mo inne­ce­sa­ria­men­te con­su­mis­ta y codi­cio­sa­men­te despreciativo/​destructivo de la natu­ra­le­za. Se fir­man pape­les que lue­go no se con­di­cen con las accio­nes de las nacio­nes y las industrias.

Para salir de esta nue­va cri­sis gene­ra­da por la pan­de­mia de Coro­na­vi­rus no se vis­lum­bra al capi­ta­lis­mo apro­ve­chan­do la opor­tu­ni­dad para inver­tir y desa­rro­llar una tran­si­ción ener­gé­ti­ca de mane­ra seria y sos­te­ni­da; sino que por el con­tra­rio todo hace pen­sar que se segui­rá ali­men­tan­do de los recur­sos natu­ra­les fósi­les para rein­ven­tar­se y seguir deten­tan­do la ren­ta­bi­li­dad que poten­cia las des­igual­da­des en el mundo.

Sólo el paso del tiem­po y las ten­sio­nes socia­les, polí­ti­cas y eco­nó­mi­cas irán res­pon­dien­do las pre­gun­tas que ace­chan en un mun­do que cada vez se hun­de más en su pro­pia cri­sis, aho­ra poten­cia­da por el virus que puso a la huma­ni­dad en peligro.

Fuen­te: El Extre­mo Sur

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EL COVID-19, ENFERMEDAD PROFESIONAL

Las ART se des­en­tien­den de su res­pon­sa­bi­li­dad con la com­pli­ci­dad de la Super­in­ten­den­cia de Ries­gos del Trabajo

POR BETO PIANELLI Y LILIAN CAPONE

La Orga­ni­za­ción Inter­na­cio­nal del Tra­ba­jo (OIT) es un orga­nis­mo espe­cia­li­za­do de las Nacio­nes Uni­das que se ocu­pa de los asun­tos rela­ti­vos al tra­ba­jo y las rela­cio­nes laborales.

El Minis­te­rio de Tra­ba­jo, Empleo y Segu­ri­dad Social de la Argen­ti­na está a car­go de la ges­tión de las polí­ti­cas del Poder Eje­cu­ti­vo Nacio­nal en mate­ria de rela­cio­nes labo­ra­les, empleo y segu­ri­dad social. Fue crea­do en 1949 por deci­sión del pre­si­den­te Juan Domin­go Perón.

Un com­bo de contradicciones

La dis­cre­cio­na­li­dad con que las empre­sas deci­den los pro­to­co­los con­tra­di­ce las reco­men­da­cio­nes de la OIT sobre for­mar Comi­tés Mix­tos de Salud y Segu­ri­dad al no con­si­de­rar­los obli­ga­to­rios. Un esti­ma­do del fra­ca­so de los pro­to­co­los arma­dos por las pro­pias empre­sas pue­de cons­ta­tar­se en cifras ofi­cia­les, que reco­no­cen el gra­dien­te de con­ta­gios en la indus­tria en un 15% en las gran­des empre­sas. En las pymes es peor aún, por­que la deses­pe­ra­ción por con­ser­var el tra­ba­jo expo­ne exa­ge­ra­da­men­te a los ope­ra­rios, que son pri­sio­ne­ros de su pro­pio des­tino en luga­res don­de hay gran can­ti­dad de emplea­dos informales.

La eva­sión de res­pon­sa­bi­li­dad médi­ca y fun­da­men­tal­men­te eco­nó­mi­ca de las ART está demos­tra­da por sus inmen­sos aho­rros que se pro­du­cen por el des­vío de la aten­ción inte­gral de los tra­ba­ja­do­res infec­ta­dos a las obras socia­les sin­di­ca­les y los hos­pi­ta­les públi­cos. Des­de que se pasó de ASPO a DISPO (ais­la­mien­to a dis­tan­cia­mien­to) las ART deja­ron de rea­li­zar cober­tu­ras. ¿Cómo expli­can que en las esta­dís­ti­cas haya más casos pero menos coberturas?

¿Los fun­cio­na­rios de la Super­in­ten­den­cia a car­go nece­si­tan que las orga­ni­za­cio­nes sin­di­ca­les le recuer­den ele­men­ta­les dere­chos de los tra­ba­ja­do­res? La inac­ción de la Super­in­ten­den­cia de Ries­gos del Tra­ba­jo a car­go del macris­ta todo terreno Gus­ta­vo Morón la colo­có en la zona gris de las ges­tio­nes de “fun­cio­na­rios que no fun­cio­nan”. Lle­gó al final de su reco­rri­do en el Minis­te­rio de Tra­ba­jo. La nue­va ges­tión de la SRT debe­ría incor­po­rar como una de sus pri­me­ras reso­lu­cio­nes el Covid-19 al lis­ta­do de enfer­me­da­des profesionales.

El Espa­cio Inter­sin­di­cal Salud, Tra­ba­jo y Par­ti­ci­pa­ción de los Tra­ba­ja­do­res, con­for­ma­do por orga­ni­za­cio­nes sin­di­ca­les del ámbi­to públi­co y pri­va­do de la CGT, la Corrien­te Fede­ral y la CTA de los Tra­ba­ja­do­res para la defen­sa de la salud de las y los tra­ba­ja­do­res, expre­só la nece­si­dad de incor­po­rar al Covid-19 al Lis­ta­do de Enfer­me­da­des Pro­fe­sio­na­les de la Ley 24.557 de Ries­gos del Trabajo.

Una línea rec­ta, no de derecha

Es de dere­cha una línea con­tra los intere­ses de las mayo­rías des­po­seí­das y más des­guar­ne­ci­das ante enfer­me­da­des y caren­cias socia­les de todo tipo. Se debe tener en cuen­ta que alre­de­dor del 35% de la pobla­ción tra­ba­ja­do­ra es infor­mal, no está inclui­da en el Sis­te­ma de Ries­gos del Tra­ba­jo y no cuen­ta con nin­gún tipo de cobertura.

El Covid-19 cum­ple con los requi­si­tos nece­sa­rios para ser con­si­de­ra­da enfer­me­dad pro­fe­sio­nal según la Ley de Ries­go del Tra­ba­jo. Los datos epi­de­mio­ló­gi­cos ofi­cia­les han demos­tra­do que el incre­men­to de tra­ba­ja­do­res con­ta­gia­dos se pro­du­jo tan­to en ASPO como en DISPO, al momen­to de libe­rar dife­ren­tes acti­vi­da­des. El cos­to eco­nó­mi­co del impac­to sani­ta­rio del Covid-19 debe ser absor­bi­do por las Ase­gu­ra­do­res del Ries­gos del Tra­ba­jo para que no recai­ga en el Sis­te­ma Públi­co ni de las obras Sociales.

El incre­men­to de las enfer­me­da­des pro­fe­sio­na­les a cau­sa del Covid-19 demues­tra la rela­ción de cau­sa­li­dad entre los dis­tin­tos tipos de acti­vi­da­des labo­ra­les de los tra­ba­ja­do­res afec­ta­dos. Los datos de la mor­ta­li­dad (75% de las muer­tes labo­ra­les fue­ron por Covid-19) y las inca­pa­ci­da­des subeva­lua­das demues­tran que es nece­sa­rio evi­tar ins­tan­cias admi­nis­tra­ti­vas que res­trin­jan y retar­den una jus­ta cober­tu­ra con repa­ra­ción de los daños ocasionados

No miren hacia otro lado

Las ART reci­ben las denun­cias de afec­ta­dos por el Covid-19 pero no reco­no­cen sus obli­ga­cio­nes lega­les en for­ma inte­gral al no ser incor­po­ra­da la enfer­me­dad como pro­fe­sio­nal ya que eso debe hacer­se en una segun­da ins­tan­cia ante las Comi­sio­nes Médi­cas de la SRT. De los 200.000 casos regis­tra­dos solo 400 fue­ron a dichas Comi­sio­nes. La dife­ren­cia entre denun­cias acep­ta­das y enfer­me­da­des reco­no­ci­das como pro­fe­sio­na­les se expli­ca por­que el 80% de los afec­ta­dos igno­ran que la denun­cia cons­ta de dos eta­pas para con­se­guir la cober­tu­ra de las secue­las (encues­ta sobre infor­ma­ción hacia los tra­ba­ja­do­res en con­tex­to Covid-19 rea­li­za­da por el Espa­cio Inter­sin­di­cal Salud y Tra­ba­jo, noviem­bre de 2020).

Estu­dios recien­tes han cons­ta­ta­do a nivel mun­dial que no son pocos los daños resi­dua­les: neu­ro­ló­gi­cos, car­día­cos, res­pi­ra­to­rios y gra­ves afec­cio­nes psi­co­ló­gi­cas. ¿Quien se hará car­go de las secue­las post Covid-19 en los tra­ba­ja­do­res con­ta­gia­dos en sus luga­res de tra­ba­jo si no son reconocidos?

Es nece­sa­rio y urgen­te que el Covid-19 sea reco­no­ci­da e inclui­da en el Lis­ta­do de Enfer­me­da­des pro­fe­sio­na­les para que las y los tra­ba­ja­do­res ten­gan su res­guar­do sani­ta­rio y legal des­de el momen­to del con­ta­gio has­ta su rein­ser­cion laboral.

* El autor es secre­ta­rio gene­ral de la Aso­cia­ción Gre­mial de los Tra­ba­ja­do­res del Sub­te y Pre­me­tro (Metro­de­le­ga­dos).

** La auto­ra es secre­ta­ria de Salud Labo­ral de la CTA pro­vin­cia de Bue­nos Aires y coor­di­na­do­ra del Espa­cio Inter­sin­di­cal Salud, Tra­ba­jo y Par­ti­ci­pa­ción de los Trabajadores.

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EL AÑO QUE VIVIMOS SIN EL INCAA

Aso­cia­cio­nes y colec­ti­vos del cam­po audio­vi­sual cues­tio­nan a la nue­va ges­tión del Ins­ti­tu­to de Cine

POR COLECTIVOS DEL CAMPO AUDIOVISUAL

Acto fren­te al INCAA, el 14 de diciem­bre pasado.

Lue­go de cua­tro años de polí­ti­cas regre­si­vas ten­dien­tes a favo­re­cer a los núcleos más con­cen­tra­dos de la pro­duc­ción audio­vi­sual argen­ti­na, la ges­tión de Luis Puen­zo comen­zó con un amplio apo­yo de todo el sec­tor y pro­me­sas de diá­lo­go. Un año des­pués, la situa­ción no pue­de ser más dis­tan­te a esa realidad.

La pan­de­mia obli­gó a inte­rrum­pir roda­jes, cerrar salas de cine y dejó a miles de tra­ba­ja­do­res y tra­ba­ja­do­ras sin empleo, agra­van­do la situa­ción del sec­tor que, ante seme­jan­te pano­ra­ma, reque­ría la inter­ven­ción esta­tal para miti­gar los efec­tos de la cri­sis. Sin embar­go, el INCAA no impul­só polí­ti­cas de emer­gen­cia y cerró muchos cana­les de diá­lo­go y otros que abrió no tuvie­ron corre­la­to con las deci­sio­nes toma­das por la ges­tión. En los momen­tos en que más se reque­ría del Esta­do, nues­tro Ins­ti­tu­to se ausen­tó con fal­ta de ges­tión y demos­tran­do tam­bién su fal­ta de sensibilidad.

El cie­rre de salas de cine reper­cu­tió sig­ni­fi­ca­ti­va­men­te en los ingre­sos del fon­do de fomen­to cine­ma­to­grá­fi­co, ponien­do en ries­go la posi­bi­li­dad de una rápi­da reac­ti­va­ción cuan­do las con­di­cio­nes sani­ta­rias per­mi­tan retor­nar a la acti­vi­dad. Pese a la insis­ten­cia y al tra­ba­jo de gran par­te de la comu­ni­dad, y pese a exis­tir un pro­yec­to en el Con­gre­so, no se gra­vó a las OTT (Over The Top, las pla­ta­for­mas) para garan­ti­zar los recur­sos para la pro­duc­ción audio­vi­sual en el mediano plazo.

Igno­ran­do las diver­sas pro­pues­tas ela­bo­ra­das por dis­tin­tas aso­cia­cio­nes, la ges­tión lan­zó, tar­día­men­te, con­cur­sos insu­fi­cien­tes en can­ti­dad y deva­lua­dos en sus mon­tos, de los cua­les aún no se cono­cen los resul­ta­dos. En estas con­vo­ca­to­rias se nega­ron a esta­ble­cer cupos que con­tem­plen equi­dad de géne­ros en los pro­yec­tos gana­do­res, des­oyen­do nue­va­men­te múl­ti­ples recla­mos y des­li­gán­do­se de la res­pon­sa­bi­li­dad del Esta­do en impul­sar polí­ti­cas para ampliar dere­chos y supe­rar des­igual­da­des de géne­ro, cla­se y territorio.

En tér­mi­nos de exhi­bi­ción, su polí­ti­ca más visi­ble fue poner en ries­go los fes­ti­va­les nacio­na­les, cla­ves para el acce­so a un cine diver­so en todo el país y para el inter­cam­bio pro­fe­sio­nal en las regio­nes. Ante la cri­sis sani­ta­ria, sal­vo la publi­ci­dad de la pla­ta­for­ma Cine​.Ar, nues­tro Ins­ti­tu­to no impul­só polí­ti­cas de exhi­bi­ción, no arti­cu­ló con los Espa­cios INCAA, ni pen­só polí­ti­cas para el mediano pla­zo ten­dien­tes a impul­sar la pre­sen­cia de cine nacio­nal en las salas cuan­do se supere la situa­ción de pandemia.

La ges­tión demo­ró ocho meses en con­vo­car a la Asam­blea Fede­ral, entre otras cosas para apro­bar el últi­mo balan­ce de la ges­tión anterior.

Ade­más, a un año de asu­mi­da la admi­nis­tra­ción, no se ha nom­bra­do aún al Con­se­jo Ase­sor que reúne a repre­sen­tan­tes de todos los sec­to­res de la indus­tria y de las cin­co regio­nes del país, cuya tarea es, entre otras, desig­nar los comi­tés de eva­lua­ción de proyectos.

En sín­te­sis, la ges­tión del INCAA aban­do­nó a la comu­ni­dad cine­ma­to­grá­fi­ca en gene­ral y al cine inde­pen­dien­te en par­ti­cu­lar en su peor momen­to. No acom­pa­ñó al sec­tor en la cri­sis, no se pagó o se pagó con retra­so lo adeu­da­do a las pelí­cu­las, no pen­só polí­ti­cas urgen­tes para la reac­ti­va­ción, no impul­só el pedi­do por la reaper­tu­ra de salas ni el pedi­do para gra­var a las OTT y ni siquie­ra tuvo la sen­si­bi­li­dad de reci­bir a sus representantes.

Esto no pue­de seguir así.

Que­re­mos una ges­tión del INCAA que se com­pro­me­ta a:

  • Impul­sar un pro­yec­to de ley que engro­se el Fon­do de Fomen­to Cine­ma­to­grá­fi­co (FFC) a tra­vés de apor­tes pro­ve­nien­tes de las pla­ta­for­mas de strea­ming.
  • Esta­ble­cer un nue­vo sis­te­ma de acce­so a los fon­dos públi­cos que supere las res­tric­cio­nes e inequi­da­des del actual sis­te­ma de puntajes.
  • Garan­ti­zar la dis­tri­bu­ción Fede­ral del fomen­to del INCAA a tra­vés de, por ejem­plo, la cons­ti­tu­ción de una ven­ta­ni­lla con­ti­nua fede­ral, con­cur­sos espe­cí­fi­cos por región, cupos pro­vin­cia­les en con­cur­sos y en la con­for­ma­ción de los jurados.
  • Garan­ti­zar la equi­dad de géne­ros en los pro­yec­tos selec­cio­na­dos en todos los con­cur­sos y jura­dos. Que reali­ce con­cur­sos espe­cí­fi­cos (ata­dos a un por­cen­ta­je del cos­to medio y con pre­su­pues­tos seme­jan­tes a las ven­ta­ni­llas con­ti­nuas medias) para muje­res y diversidades.
  • Esta­ble­cer incen­ti­vos eco­nó­mi­cos para las pro­duc­cio­nes de ven­ta­ni­lla con­ti­nua que ten­gan equi­dad de géne­ros en equi­po téc­ni­co, cabe­zas de equi­po y aprendices.
  • Esta­ble­cer herra­mien­tas de finan­cia­ción para las pro­duc­cio­nes equi­va­len­tes a la Audien­cia Media actual.
  • Actua­li­zar semes­tral y auto­má­ti­ca­men­te el Cos­to Medio de una Pelí­cu­la Nacio­nal (CMPN) ata­do al aumen­to de la infla­ción según el INDEC, per­mi­tien­do así sus­ten­ta­bi­li­dad y pre­vi­sión a las producciones.
  • Esta­ble­cer el sub­si­dio de Vía Digi­tal como el 10% del CMPN, y actua­li­zar las moda­li­da­des de Desa­rro­llo al 1% del CMPN y de Post-pro­duc­ción al 3% del CMPN, sin ajus­tar su producción.
  • Esta­ble­cer una línea de sub­si­dio para el lan­za­mien­to y la dis­tri­bu­ción de las Vías Digi­ta­les del 1,5 % del CMPN.
  • Crear una vía de fomen­to de fic­ción del 27% del CMPN, para pro­duc­cio­nes con esque­mas alter­na­ti­vos de pro­duc­ción, que atien­da las siguien­tes par­ti­cu­la­ri­da­des: equi­pos de roda­je acor­de a las con­di­cio­nes espe­cí­fi­cas de pro­duc­ción y a las nor­ma­ti­vas sin­di­ca­les; roda­jes dis­con­ti­nuos y narra­ti­vas no convencionales.
  • For­ta­le­cer los Espa­cios INCAA exis­ten­tes a tra­vés de recur­sos eco­nó­mi­cos, equi­pa­mien­to y con­so­li­dar­los como sedes cul­tu­ra­les, espa­cios de encuen­tro, for­ma­ción y refe­ren­cia del INCAA en los diver­sos terri­to­rios. Impul­sar un pro­gra­ma de amplia­ción de la red inclu­yen­do a los gran­des cen­tros urbanos.
  • Esta­ble­cer un máxi­mo de 20% de las pan­ta­llas exis­ten­tes en el terri­to­rio nacio­nal a la can­ti­dad de copias con las que pue­de lan­zar­se una pelí­cu­la con­tra­rres­tan­do la cre­cien­te ten­den­cia a la con­cen­tra­ción y garan­ti­zan­do al públi­co una ofer­ta cine­ma­to­grá­fi­ca diversa.
  • Esta­ble­cer una cuo­ta de pan­ta­lla del 25% de cine nacio­nal por sala por tri­mes­tre calen­da­rio y con­tro­les nece­sa­rios para cum­pli­men­tar­la. De igual modo para emi­sio­nes tele­vi­si­vas y en pla­ta­for­mas web (strea­ming), exten­dien­do el reco­no­ci­mien­to de estre­nos a esas ventanas.
  • Rea­li­zar con­cur­sos a pro­yec­tos de exhi­bi­ción, dis­tri­bu­ción y con­ser­va­ción de cine nacio­nal que incen­ti­ven, pro­mue­van y apo­yen pro­yec­tos gene­ra­dos des­de los Espa­cios INCAA y alien­ten el com­pro­mi­so de pri­va­dos en la gene­ra­ción de públi­cos para nues­tro cine.
  • Man­te­ner en la órbi­ta del INCAA a los fes­ti­va­les nacio­na­les garan­ti­zan­do su exis­ten­cia y su valio­so tra­ba­jo de for­ma­ción de audien­cias crí­ti­cas y difu­sión en nues­tro terri­to­rio de un cine diverso.
  • Impul­sar a la Cine­ma­te­ca y Archi­vo de la Ima­gen Nacio­nal (CINAIN) para la pre­ser­va­ción y con­ser­va­ción del Cine Argen­tino y que pon­ga en mar­cha el pro­yec­to de Cinemateca.

ACCIÓN – Muje­res de Cine
ACCOR – Aso­cia­ción de Cineas­tas de Cór­do­ba
ADN – Aso­cia­ción Argen­ti­na de Direc­to­res y Pro­duc­to­res de Cine Docu­men­tal
APIMA – Aso­cia­ción de Pro­duc­to­res Inde­pen­dien­tes de Medios Audio­vi­sua­les
APPAS – Aso­cia­ción de pro­duc­to­ras y pro­duc­to­res audio­vi­sua­les de San­ta Fe
ASA – Aso­cia­ción Argen­ti­na de Soni­dis­tas Audio­vi­sua­les
APAC – Aso­cia­ción de Pro­duc­to­res Audio­vi­sua­les de Cór­do­ba
CAF – Coor­di­na­ción Audio­vi­sual Fede­ral
CAAR – Corre­dor Audio­vi­sual Argen­tino
CAIC – Cáma­ra Argen­ti­na de la Indus­tria Cine­ma­to­grá­fi­ca
CIAT – Cáma­ra de la Indus­tria Audio­vi­sual de Tucu­mán
CPA – Cineas­tas Pata­gó­nicxs Auto­con­vo­cadxs
CDC – Colec­ti­vo de Cineas­tas
Colec­ti­vo de Cineas­tas Cór­do­ba
Colec­ti­vo de Cineas­tas de Neu­quén
Colec­ti­vo de Téc­ni­cas de Cine y Publi­ci­dad
DOCA, Docu­men­ta­lis­tas de Argen­ti­na
DIC – Direc­to­res Inde­pen­dien­tes de Cine
FAVA – Fede­ra­ción Audio­vi­sual Argen­ti­na
FILMANDES Clus­ter Audio­vi­sual Men­do­za
FOA Fren­te de Orga­ni­za­cio­nes de la Ani­ma­ción (Inte­gra­do por APA, RAMA, AOBA y RAR)
Gana­dorxs Con­cur­so Incu­ba­do­ra INCAA Auto­con­vo­cadxs
Mesa Audio­vi­sual NOA
RAD – Red Argen­ti­na de Docu­men­ta­lis­tas
RAFMA – Red Argen­ti­na de Fes­ti­va­les y Mues­tras Audio­vi­sua­les
Rea­li­za­do­res audio­vi­sua­les pam­pea­nos
Red de Exhi­bi­do­res del Cine Argen­tino
Red de Rea­li­za­do­res de Misio­nes
RDI – Rea­li­za­do­res Inte­gra­les de Cine Docu­men­tal.
TASJ – Tra­ba­ja­dorxs Audio­vi­sua­les de San Juan
Tucu­mán Audio­vi­sual – Aso­cia­ción Civil de Tra­ba­ja­dorxs Audio­vi­sua­les de Tucumán

* Este docu­men­to se leyó duran­te la movi­li­za­ción que se reali­zó el INCAA el 14 de diciem­bre pasado.

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UNIVERSIDAD Y PANDEMIA

Apor­tes aca­dé­mi­cos para enten­der los efec­tos de la pandemia

POR ALBERTO MOYA

Las uni­ver­si­da­des de Argen­ti­na han juga­do un rol tan deci­di­do como acti­vo ante la pan­de­mia. Ya en la quin­ce­na que siguió al 20 de mar­zo en que comen­zó la cua­ren­te­na obli­ga­to­ria el Ins­ti­tu­to del Conur­bano (ICO) de la Uni­ver­si­dad Nacio­nal de Gene­ral Sar­mien­to (UNGS) había medi­do la evo­lu­ción del “ais­la­mien­to social pre­ven­ti­vo obli­ga­to­rio” en los cor­do­nes que rodean a la Ciu­dad Autó­no­ma, tra­ba­jo que los lec­to­res de El Cohe­te pudie­ron cono­cer el 5 de abril.

En este 2021 en que se dis­cu­ten medi­das ante el rela­ja­mien­to social y el con­si­guien­te rebro­te de con­ta­gios, la UNGS apor­ta un resu­men pre­vio a tres exten­sos tra­ba­jos –que suman casi tres­cien­tas hojas– que des­me­nu­zan el pri­mer año de pan­de­mia en lo que cons­ti­tu­ye la segun­da eta­pa de su inves­ti­ga­ción.

La inves­ti­ga­ción “Pre­ven­ción y moni­to­reo del COVID-19 en muni­ci­pios del Conur­bano Bonae­ren­se des­de una pers­pec­ti­va mul­ti­di­men­sio­nal” fue rea­li­za­da con el apo­yo Agen­cia Nacio­nal de Pro­mo­ción de la Inves­ti­ga­ción, el Desa­rro­llo Tec­no­ló­gi­co y la Inno­va­ción (Agen­cia I+D+i) en el mar­co de un estu­dio mar­co que invo­lu­cra a uni­ver­si­da­des e ins­ti­tu­cio­nes del país.

Más de 30 inves­ti­ga­do­res e inves­ti­ga­do­ras del Ins­ti­tu­to del Conur­bano (ICO) y del Ins­ti­tu­to de Cien­cias (ICI) de la UNGS reca­ban infor­ma­ción y ana­li­zan estra­te­gias e inter­ven­cio­nes duran­te la cri­sis sani­ta­ria con una mira­da que, en algu­nos de los ejes, se expan­de a muni­ci­pios de la Región Metro­po­li­ta­na de Bue­nos Aires.

El mate­rial pro­fun­di­za el moni­to­reo ini­cial con rela­ción a la vida hoga­re­ña; las con­di­cio­nes eco­nó­mi­cas, pro­duc­ti­vas y labo­ra­les; y las capa­ci­da­des esta­ta­les fren­te a la cri­sis. Los avan­ces se sus­ten­tan con entre­vis­tas a refe­ren­tes barria­les, sin­di­ca­les, empre­sa­ria­les, de la eco­no­mía social y fun­cio­na­rios guber­na­men­ta­les, más el aná­li­sis de fuen­tes secun­da­rias, docu­men­ta­les y perio­dís­ti­cas, a fin de enten­der los efec­tos de la pan­de­mia en sus múl­ti­ples aspectos.

El res­pon­sa­ble del pro­yec­to, Rodri­go Car­mo­na, seña­ló que esta eta­pa pro­fun­di­za el aná­li­sis “de modo de tener un diag­nós­ti­co pre­ci­so y actua­li­za­do de lo acon­te­ci­do con la pan­de­mia en el Conur­bano Bonae­ren­se, jun­to a un recor­te en regio­nes seleccionadas”.

El estu­dio se exten­de­rá has­ta julio del 2021. A par­tir de los avan­ces “se podrán gene­rar indi­ca­do­res y pro­pues­tas para arti­cu­lar con los acto­res socia­les, pro­duc­ti­vos e institucionales”.

Jun­to con los infor­mes, el equi­po de la UNGS con­ti­nuó el desa­rro­llo de un “table­ro de con­trol” para brin­dar infor­ma­ción pro­ce­sa­da sobre la situa­ción sani­ta­ria, el haci­na­mien­to crí­ti­co y el impac­to del COVID-19 en los barrios popu­la­res del Área Metro­po­li­ta­na de Bue­nos Aires, a la vez que actua­li­zó la car­to­gra­fía inter­ac­ti­va sobre empleo y pro­duc­ción ade­más de gene­rar otro mapa inter­ac­ti­vo de la asis­ten­cia social y ali­men­ta­ria.

Prin­ci­pa­les conclusiones

Según Car­mo­na “la pan­de­mia del COVID-19 pro­fun­di­zó ten­den­cias, agu­di­zó el cua­dro en tér­mi­nos socia­les y eco­nó­mi­cos en el Conur­bano”. La infor­ma­ción mues­tra cam­bios en “la inten­si­dad, las carac­te­rís­ti­cas y las diná­mi­cas del con­flic­to socio-terri­to­rial” entre el pri­mer y el segun­do cua­tri­mes­tre del Ais­la­mien­to Social, Pre­ven­ti­vo y Obli­ga­to­rio (ASPO).

Los recla­mos por asis­ten­cia ali­men­ta­ria (más rele­van­tes en la pri­me­ra eta­pa del ASPO) “per­die­ron sig­ni­fi­ca­ción en con­cor­dan­cia con la reac­ti­va­ción de fuen­tes de ingre­sos mone­ta­rios de los hoga­res y el mayor gra­do de estruc­tu­ra­ción que toma la asistencia”.

Aumen­ta­ron los recla­mos y las pro­tes­tas rela­cio­na­das al dere­cho a la vivien­da, las pro­ble­má­ti­cas socio ambien­ta­les y –en menor medi­da– las vin­cu­la­das al sumi­nis­tro de los ser­vi­cios públi­cos o por vio­len­cia ins­ti­tu­cio­nal que ya eran significativas.

Se pro­fun­di­zó el estu­dio de la diná­mi­ca de ocu­pa­ción del terri­to­rio, el acce­so a ser­vi­cios urba­nos y el rol de espa­cios comu­ni­ta­rios físi­cos y vir­tua­les en los muni­ci­pios selec­cio­na­dos. Se abor­da la “reor­ga­ni­za­ción” de la pres­ta­ción de ser­vi­cios de salud en el pri­mer nivel de aten­ción y los hos­pi­ta­les y la “(re)captación” de pacien­tes y se ana­li­za el des­plie­gue de dis­po­si­ti­vos de inter­ven­ción esta­tal en los casos de vio­len­cia de género.

Hubo un repun­te de la con­flic­ti­vi­dad labo­ral, en espe­cial des­de el sec­tor pri­va­do a medi­da que se fle­xi­bi­li­zó el ASPO y se reanu­dó la acti­vi­dad eco­nó­mi­ca. Hacia el ter­cer tri­mes­tre del 2020 ganó peso el con­flic­to por rama y reapa­re­ció la deman­da sala­rial como eje de con­flic­to. (VerCon­di­cio­nes de la pro­duc­ción y el empleo fren­te al COVID-19”).

El tra­ba­jo y el acce­so a alimentos

En rela­ción a la con­di­cio­nes de la indus­tria manu­fac­tu­re­ra en el terri­to­rio, se cons­ta­ta que la emer­gen­cia sani­ta­ria pro­fun­di­zó ten­den­cias, lo que agu­di­zó el cua­dro. Car­mo­na des­ta­có que, lue­go de una pri­me­ra eta­pa de cua­ren­te­na con un ter­cio de la acti­vi­dad de las empre­sas fun­cio­nan­do (vin­cu­la­das a ali­men­tos y salud), se pasó en for­ma gra­dual a una ope­ra­to­ria que com­pren­de, con res­tric­cio­nes, a más de las dos ter­ce­ras par­tes de las firmas.

“Las accio­nes en los muni­ci­pios han sido múl­ti­ples; ade­más de la imple­men­ta­ción de los pro­to­co­los y de via­bi­li­zar los ins­tru­men­tos cre­di­ti­cios y de asis­ten­cia pro­duc­ti­va nacio­nal y pro­vin­cial, se han desa­rro­lla­do accio­nes de arti­cu­la­ción ins­ti­tu­cio­nal con cáma­ras, sin­di­ca­tos, uni­ver­si­da­des y otros acto­res del sis­te­ma cien­tí­fi­co-tec­no­ló­gi­co, ini­cia­ti­vas de capa­ci­ta­ción labo­ral, digi­tal y comer­cia­li­za­ción a pymes, y apo­yos espe­cí­fi­cos para sec­to­res afec­ta­dos”, amplió.

La com­pren­sión del pano­ra­ma vin­cu­la­do al empleo y el acce­so a ali­men­tos requie­re la con­so­li­da­ción y sur­gi­mien­to de ini­cia­ti­vas de com­pras públi­cas por par­te del Esta­do a las orga­ni­za­cio­nes de la Eco­no­mía Social y Soli­da­ria (ESS) y de expe­rien­cias de este sec­tor y del ámbi­to esta­tal ten­dien­tes a for­ta­le­cer la pro­duc­ción coope­ra­ti­va de ali­men­tos agroecológicos.

El equi­po de inves­ti­ga­ción inda­gó sobre la ins­ta­la­ción públi­ca de la pro­ble­má­ti­ca del acce­so a la tie­rra en el periur­bano de Bue­nos Aires para la pro­duc­ción de ali­men­tos, que se hizo más intensa.

Con res­pec­to a la ges­tión de los mer­ca­dos fru­tihor­tí­co­las del GBA, los infor­mes reco­no­cen la mejo­ra de están­da­res sani­ta­rios y pro­ce­di­mien­tos de mani­pu­la­ción de ali­men­tos, nue­vas e iné­di­tas arti­cu­la­cio­nes entre acto­res socia­les, y enfa­ti­zan la frag­men­ta­ción que aún carac­te­ri­za al sis­te­ma de abas­to metropolitano.

El Esta­do

“El rol del Esta­do ha cobra­do par­ti­cu­lar rele­van­cia en el esce­na­rio de pan­de­mia”, según deta­llan los infor­mes “Capa­ci­da­des esta­ta­les: La asis­ten­cia social, la salud y la segu­ri­dad fren­te al COVID-19” y “Con­di­cio­nes de la pro­duc­ción y el empleo fren­te al COVID-19”.

Des­de el ICO com­ple­tan: “Las polí­ti­cas asis­ten­cia­les jue­gan un papel cen­tral de con­ten­ción, pero requie­ren de dis­cu­sio­nes más amplias en torno a la dis­tri­bu­ción de la rique­za, más sobre el régi­men impo­si­ti­vo y la nece­si­dad de avan­zar en esque­mas pro­gre­si­vos en tér­mi­nos tributarios”.

Fren­te a las pro­ble­má­ti­cas pro­duc­ti­vas y tec­no­ló­gi­cas, Car­mo­na con­clu­yó que “la pan­de­mia ha indu­ci­do un con­jun­to de dis­po­si­ti­vos de arti­cu­la­ción-coor­di­na­ción y polí­ti­cas de pro­mo­ción que per­mi­tie­ron enca­rar la emer­gen­cia y gene­rar mejo­ras, pero que requie­ren apo­yo sos­te­ni­do en el tiem­po y fuer­te arti­cu­la­ción ins­ti­tu­cio­nal para impul­sar ini­cia­ti­vas entre el sec­tor públi­co y pri­va­do, don­de las uni­ver­si­da­des públi­cas deben jugar un rol protagónico”.

Des­de la UNGS se des­ta­ca que, fren­te a la com­ple­ji­dad de los pro­ble­mas que enfren­ta el Conur­bano con mucha den­si­dad de pobla­ción y pobre­za estruc­tu­ral, el rol de los muni­ci­pios es cla­ve. Es nece­sa­rio “pen­sar des­de lo ins­ti­tu­cio­nal mayo­res com­pe­ten­cias y már­ge­nes de acción de los gobier­nos loca­les del Conur­bano, vis a vis el nivel pro­vin­cial y nacio­nal, jun­to a la reva­lo­ri­za­ción de la polí­ti­ca local como ámbi­to de ges­tión y cons­truc­ción política”.

Acce­da aquí a todos los infor­mes de la inves­ti­ga­ción Pre­ven­ción y moni­to­reo del COVID-19 en muni­ci­pios del Conur­bano Bonae­ren­se des­de una pers­pec­ti­va multidimensional.

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EL MANDO DE LA POLÍTICA

Lock out agro­pe­cua­rio, la buro­cra­cia sin­di­cal y la nece­si­dad de recu­pe­rar el man­do de la política

POR VICTORIO PAULÓN

La ira pue­de con­ver­tir­se en ale­gría, y la cóle­ra pue­de con­ver­tir­se en pla­cer. Pero una nación jamás pue­de ser recons­trui­da, y una vida no pue­de vol­ver a nacer.

(Sun Tzu, El arte de la gue­rra)

Jine­te­ros de las 4×4

El men­sa­je se hace explí­ci­to debi­do a las cir­cuns­tan­cias en las que se emi­te antes que por el mis­mo con­te­ni­do que encie­rra. Jor­ge Che­mes, pre­si­den­te de Con­fe­de­ra­cio­nes Rura­les Argen­ti­nas, y Daniel Pele­gri­na de la Socie­dad Rural Argen­ti­na expli­ca­ron el moti­vo del lock out agro­pe­cua­rio en el pro­gra­ma “Des­de el Llano” que con­du­ce Joa­quín Mora­les Solá. El “paro” patro­nal se debe al mal humor de los “pro­duc­to­res agro­pe­cua­rios” ante el anun­cio, final­men­te desis­ti­do, de prohi­bir las expor­ta­cio­nes de maíz. No con­for­me con la jus­ti­fi­ca­ción, Pele­gri­na ase­gu­ró que el áni­mo del sec­tor es con­ti­nuar con el boi­cot por­que el gobierno des­de que asu­mió se metió con el cam­po recrean­do el cli­ma de la pelea por la 125. A ello suma­ron la reso­lu­ción del Ban­co Nación que orde­nó como requi­si­to para pres­tar dine­ro a la acti­vi­dad haber liqui­da­do la cose­cha ante­rior, y sus pro­pias que­jas por “haber­se meti­do” (sic) en el caso Vicentin.

El entre­vis­ta­dor, lejos de poner en evi­den­cia la ale­vo­sía de las ame­na­zas, ani­mó a los rura­lis­tas para seguir ade­lan­te en la pelea. La hege­mó­ni­ca pren­sa y los pode­ro­sos hom­bres de nego­cios pre­ten­den que el poder polí­ti­co no avan­ce sobre el sta­tu quo que con­sa­gró el macris­mo y se limi­te a solu­cio­nar los desa­gui­sa­dos del gobierno ante­rior so pena de enfren­tar­se a las mili­cias cam­pe­ras y a 4×4 mon­ta­das por jine­tes jus­ti­cie­ros que dicen repre­sen­tar­las. Duras res­pues­tas para la con­vo­ca­to­ria al diá­lo­go que está per­ge­ñan­do Alber­to Fernández.

De aque­llos fue­gos, estos incen­dios. En la vere­da de enfren­te, el secre­ta­rio gene­ral del sin­di­ca­to de Cani­lli­tas, Omar Plai­ni, recla­mó al gobierno “replan­tear el comer­cio exte­rior y vol­ver a con­tro­lar­lo” y recor­dó que el país “algu­na vez tuvo una Jun­ta Nacio­nal de Gra­nos”. En decla­ra­cio­nes radia­les el diri­gen­te moya­nis­ta sos­tu­vo: “Tene­mos que repen­sar el Esta­do para lle­gar a la soña­da Jus­ti­cia Social.”

Que todo que­de como está

Coin­ci­den­te en el tiem­po y el espa­cio la CGT con­vo­có a una reu­nión de urgen­cia “en defen­sa de las Obras Socia­les” en res­pues­ta al comen­ta­rio de la vice­pre­si­den­ta Cris­ti­na Fer­nán­dez sobre la nece­si­dad de poner en agen­da una refor­ma al sis­te­ma de salud para racio­na­li­zar el gas­to per cápi­ta en el rubro de nues­tro país, uno de los más impor­tan­tes de la región. El comen­ta­rio de CFK no fue más allá de una sim­ple men­ción que seña­la­ba una nece­si­dad y plan­tea­ba un dere­cho, pero la oca­sión de la res­pues­ta de la vetus­ta buro­cra­cia sin­di­cal y los gol­pis­tas agro­ex­por­ta­do­res cons­tru­ye un fren­te de tor­men­ta per­fec­ta que bus­ca ame­dren­tar al gobierno en defen­sa del sta­tu quo. Héc­tor Daer, su adjun­to Andrés Rodrí­guez, José Luis Lin­ge­ri (Obras Sani­ta­rias y prin­ci­pal ope­ra­dor en la mate­ria den­tro de la cen­tral obre­ra), Arman­do Cava­lie­ri (comer­cio), Anto­nio Caló (meta­lúr­gi­cos) y Jor­ge Solá (segu­ros) die­ron el pre­sen­te. Todos tie­nen mejor diá­lo­go con la Mesa de Enla­ce cam­pe­ra que con el kirchnerismo.

Un vete­rano diri­gen­te de la UOM que fue­ra miem­bro del secre­ta­ria­do se que­ja­ba amar­ga­men­te de una reali­dad que cono­ce a fon­do: “Ellos están cui­dan­do su quin­ta por­que inter­pre­tan que Cris­ti­na se quie­re meter. Quie­ren seguir mane­jan­do cada uno su obra social de acuer­do a las socie­da­des que ten­gan esta­ble­ci­das. Vos como secre­ta­rio gene­ral si que­rés mane­jar tu obra social no nece­si­tas un socio capi­ta­lis­ta, nece­si­tas un buen equi­po de pro­fe­sio­na­les que garan­ti­cen lo mejor como bene­fi­cio para los afi­lia­dos, ade­más de alguien capa­ci­ta­do en el tema de la Admi­nis­tra­ción de Pro­gra­mas Espe­cia­les del Esta­do. Pero no nece­si­tás un socio capi­ta­lis­ta como tie­ne Anto­nio Caló, que aho­ra dice que es Alber­to el pre­si­den­te y que Cris­ti­na se tie­ne que dedi­car al Senado.

Anto­nio Caló: un alber­tis­ta sin con­vic­ción que odia a CFK mien­tras hace nego­cios en la UOM.

“Caló es ape­nas el voce­ro de otros que son mucho más inte­li­gen­tes que él: Lin­ge­ri, Rodrí­guez, Cava­lie­ri, son todos avio­nes al lado del ton­to que tene­mos noso­tros en la UOM, y lo uti­li­zan para decla­rar por­que le gus­ta figu­rar y siem­pre la odió a Cris­ti­na. La prue­ba fue aque­lla encues­ta en el con­gre­so nacio­nal de dele­ga­dos don­de la inmen­sa mayo­ría ter­mi­nó apo­yan­do a Cris­ti­na cuan­do él apo­ya­ba a Daniel Scio­li. Vol­vien­do al tema: ¿por qué lo tie­ne Caló a Olmos? Por­que es su socio, jue­gan a que se pelean pero son socios indes­truc­ti­bles por­que lo son en los nego­cios. ¿De dón­de sacó Olmos a Cró­ni­ca, las clí­ni­cas pri­va­das que tie­ne por todo el país? Lo hizo con los fon­dos de los apor­tes de los tra­ba­ja­do­res meta­lúr­gi­cos que mane­ja Caló”, fina­li­zó el entre­vis­ta­do meta­lúr­gi­co sin delicadeza.

Tren­zas y tran­sas del juego

Los diri­gen­tes sin­di­ca­les que con­fron­ta­ron con Macri, en sus dis­tin­tas ver­tien­tes, des­de el Fre­si­mo­na capi­ta­nea­do por los Moyano, pasan­do por la Corrien­te Fede­ral de Tra­ba­ja­do­res, ambas CTA y las regio­na­les de la pro­pia CGT en el inte­rior del país aspi­ran a un sin­di­ca­lis­mo uni­ta­rio para defen­der el pro­yec­to nacio­nal, pero tam­po­co acier­tan en la línea a seguir para lograrlo.

No sola­men­te la pan­de­mia des­nu­da las con­tra­dic­cio­nes que fre­nan el desa­rro­llo social del país sino las alian­zas pre­exis­ten­tes teji­das en la déca­da del noven­ta con el des­gua­ce bru­tal del Esta­do y los nego­cios entre­la­za­dos entre gran­des empre­sa­rios y la cúpu­la sin­di­cal que des­de esa épo­ca ha deve­ni­do en una suer­te de sin­di­ca­lis­mo empre­sa­rio. La caja de las obras socia­les ha sido des­de la recu­pe­ra­ción de la demo­cra­cia la prin­ci­pal fuen­te de finan­cia­ción de la polí­ti­ca con el duo­po­lio bipar­ti­dis­ta que la admi­nis­tró, con hom­bres y con­duc­ción del Coti Nosi­glia por el radi­ca­lis­mo y el pejo­tis­ta Luis Barrio­nue­vo. Es la expli­ca­ción de por qué el míni­mo comen­ta­rio sobre posi­bles cam­bios en el rubro obras socia­les irri­ta tan­to a la con­duc­ción cege­tis­ta. Tan­to como el anun­cio de la expro­pia­ción de la falli­da Vicen­tin exas­pe­ra a la Mesa de Enla­ce. Y ambos a sus man­dan­tes y a sus mandados.

Har­tos, exhaus­tos, castigados

Los tra­ba­ja­do­res de la salud, con su áni­mo aba­ti­do por tan­ta negli­gen­cia social, ampa­ra­da y fomen­ta­da por la opo­si­ción polí­ti­ca y los gran­des medios, sien­ten la sole­dad ante un sin­di­ca­lis­mo más ocu­pa­do en sus pro­pios nego­cios que en repre­sen­tar sus recla­mos sala­ria­les y de con­di­cio­nes de tra­ba­jo. La vacu­na­ción, un pro­ce­so más len­to de lo que se pien­sa, está dan­do sus pri­me­ros pasos y mues­tra una sali­da estre­cha y difi­cul­to­sa para la pan­de­mia. Pese a los esfuer­zos ofi­cia­les por el rápi­do acce­so a las vacu­nas, la inmu­ni­za­ción de reba­ño como estra­te­gia glo­bal está aún lejos de concretarse.

La bata­lla por el sen­ti­do común está entran­do en un cono de som­bra. Por un lado, un dis­cur­so triun­fa­lis­ta segui­do de la des­ca­li­fi­ca­ción bara­ta qui­ta toda posi­bi­li­dad de cons­truir una épi­ca colec­ti­va que le dé sen­ti­do al sacri­fi­cio. Los jóve­nes son des­acre­di­ta­dos como res­pon­sa­bles del con­ta­gio de sus abue­los y la trans­gre­sión con­de­na­da como una tra­ve­su­ra del día del estu­dian­te. ¿Será nece­sa­rio un ges­to de auto­ri­dad que orde­ne el des­bor­de? La mues­tra coti­dia­na de las con­se­cuen­cias de la segun­da ola no está gene­ran­do por sí mis­ma nin­gu­na res­pues­ta colectiva.

Chan­tas del odio y de la muerte

Para Lilian Capo­ne, secre­ta­ria de Salud Labo­ral de la CTA pro­vin­cia de Bue­nos Aires, “la vacu­na es una herra­mien­ta de carác­ter colec­ti­vo que dará un ali­vio en esta pan­de­mia que tie­ne al mun­do en jaque. Exis­ten varios tipos de vacu­na con méto­dos nue­vos y cono­ci­dos, pero la esqui­zo­fre­nia mez­qui­na de una par­te de la opo­si­ción polí­ti­ca ape­la y fomen­ta al des­co­no­ci­mien­to y a la con­fu­sión, que es lo que mejor les sale en este con­tex­to. Antes eran infec­tó­lo­gos, lue­go epi­de­mió­lo­gos y aho­ra son espe­cia­lis­tas en vacu­nas, o sea nada saben y sólo ofre­cen odio y muer­te. Pero gran par­te de la comu­ni­dad en gene­ral y la sani­ta­ria en par­ti­cu­lar defien­den el Plan Estra­té­gi­co para la vacu­na­ción con­tra la COVID-19”, dise­ña­do por el Minis­te­rio de Salud.

La segun­da olea­da sin cui­da­dos es la ante­sa­la de la tra­ge­dia con el per­so­nal agotado.

“En nues­tro país la vacu­na, el plas­ma de con­va­le­cien­tes y el sue­ro equino son estra­te­gias colec­ti­vas que dan cuen­ta de la bata­lla que esta­mos dan­do al coro­na­vi­rus. Estas dos últi­mas estra­te­gias de ori­gen nacio­nal ya cuen­tan con el aval cien­tí­fi­co inter­na­cio­nal. Esto debe ser un orgu­llo, pues par­tien­do de una deva­lua­da ‘Secre­ta­ría de Salud’, de inves­ti­ga­do­res des­pre­cia­dos, tra­ba­ja­do­res nin­gu­nea­dos y vacu­nas ven­ci­das se ha logra­do poner un sis­te­ma de salud de pie y estar a la altu­ra de las cir­cuns­tan­cias cuyo eje es la pobla­ción y no la con­cen­tra­ción finan­cie­ra y son plan­tea­das por el gobierno como dere­cho humano y no como bien de mer­ca­do, es decir que nue­va­men­te ejer­ce­mos dere­chos con igual­dad y equi­dad”, expli­ca Capone.

Para la coor­di­na­do­ra del Espa­cio Inter­sin­di­cal Salud, Tra­ba­jo y Par­ti­ci­pa­ción de los Tra­ba­ja­do­res, con­for­ma­do por la CGT, Corrien­te Fede­ral y CTA (T), “lo ideal es que la mayor par­te de la pobla­ción esté vacu­na­da (más del 60%) para lograr una con­ten­ción epi­de­mio­ló­gi­ca que per­mi­ti­rá menor hos­pi­ta­li­za­ción y muer­te con dis­mi­nu­ción de la cir­cu­la­ción viru­len­ta del coro­na­vi­rus, pero segui­re­mos aler­ta en las reco­men­da­cio­nes pila­res de pre­ven­ción: man­te­ner la dis­tan­cia, uso de cubre nariz-boca, lava­do de manos fre­cuen­te y ven­ti­la­ción de los ambien­tes. Esto segui­rá igual has­ta que este ger­men dimi­nu­to que nadie ve ni hue­le sea ven­ci­do por las socie­da­des bien infor­ma­das, orga­ni­za­das y vacunadas”.

No es que cual­quie­ra decida

La des­co­ne­xión entre los anun­cios que se piden y la evo­lu­ción de la pan­de­mia es asom­bro­sa. Se pre­ten­de garan­ti­zar el comien­zo de las cla­ses pre­sen­cia­les para comien­zos de mar­zo cuan­do todo seña­la que esta­re­mos en un nivel muy alto de con­ta­gios. Para Sonia Ales­so, secre­ta­ria gene­ral de la CTERA, “las y los docen­tes que­re­mos vol­ver a la pre­sen­cia­li­dad. Esto debe dar­se en con­di­cio­nes segu­ras. Garan­ti­zan­do la vacu­na­ción de docen­tes y per­so­nal de apo­yo en las escue­las. Tam­bién deben garan­ti­zar­se el cum­pli­mien­to de los pro­to­co­los de salud, segu­ri­dad y con­di­cio­nes de infra­es­truc­tu­ra ade­cua­das. Lla­ma­mos tam­bién la aten­ción a los gobier­nos pro­vin­cia­les que no han con­vo­ca­do a pari­ta­rias sala­ria­les, ni tra­ba­ja­do sobre la infraestructura”.

El gobierno de Hora­cio Rodrí­guez Larre­ta con­fir­mó que las cla­ses pre­sen­cia­les comen­za­rán el 17 de febre­ro y el inci­ne­ra­do Minis­te­rio de Edu­ca­ción de Sole­dad Acu­ña con­vo­có a los gre­mios docen­tes a una reu­nión para defi­nir cómo será el regre­so a las aulas. Fue lue­go de que Eduar­do López, secre­ta­rio gene­ral de CTA y adjun­to del gre­mio docen­te por­te­ños, anti­ci­pa­ra que por el aumen­to de con­ta­gios no comen­za­rían las cla­ses pre­sen­cia­les. Des­de el larre­tis­mo se baja­ron del caba­llo mar­ke­ti­ne­ro y aho­ra pro­yec­tan un “ini­cio de cla­ses con la mayor pre­sen­cia­li­dad posible”.

Man­te­ros, ven­de­do­res y migran­tes. Deses­pe­ra­ción ante la fal­ta de ayu­da ofi­cial de Ciudad.

Con el apo­yo de la Con­fe­de­ra­ción de Tra­ba­ja­do­res de la Eco­no­mía Popu­lar (CTEP) se sin­tió la pro­tes­ta de los “Man­te­ros de Flo­res”, que cor­ta­ron las vías del Sar­mien­to por más de tres horas con el apo­yo de ven­de­do­res ambu­lan­tes y orga­ni­za­cio­nes socia­les y polí­ti­cas en un sóli­do fren­te con­tra el ecléc­ti­co con­jun­to cla­se­me­die­ro de seño­ras incó­mo­das para mirar las vidrie­ras, comer­cian­tes y poli­cías que no recau­dan. Fue en recha­zo a los ope­ra­ti­vos poli­cia­les que des­plie­ga Ciu­dad para impe­dir la ins­ta­la­ción de pues­tos ambu­lan­tes de ropa, jugue­tes y otros obje­tos. La sola idea de super­vi­ven­cia gana sim­pa­tía para migran­tes y pobres de todo tipo que bus­can el man­go a fal­ta de cual­quier ayu­da porteña.

Sub­si­dia­me o me voy

Irri­ta la noción de Patria la polí­ti­ca de los inten­den­tes man­da­dos por Gerar­do Mora­les en Jujuy a rea­li­zar des­pi­dos masi­vos de per­so­nal. El con­jun­to de muni­ci­pa­les cesan­tea­dos en cada muni­ci­pio son pre­ca­ri­za­dos (jor­na­li­za­dos y pla­nes en negro) que cobran entre 2.500 y 10.000 pesos men­sua­les, que cum­plen tareas de ser­vi­cios esen­cia­les (como reco­lec­ción de resi­duos) y son en su mayo­ría muje­res, úni­co sos­tén de fami­lia. Des­de el SEOM afir­man que están vio­lan­do decre­tos nacio­na­les que prohí­ben des­pi­dos en el mar­co de la decla­ra­ción de Emer­gen­cia Sani­ta­ria y que con­si­de­ran inacep­ta­ble que enci­ma de que les pagan sala­rios de indi­gen­cia los dejen sin tra­ba­jo en la pan­de­mia. Rea­li­za­ron un nue­vo paro acti­vo en las loca­li­da­des afec­ta­das con movi­li­za­ción a las rutas.

Se con­cre­tó la audien­cia entre los repre­sen­tan­tes de los tra­ba­ja­do­res de Mina El Agui­lar, la patro­nal y el gober­na­dor Mora­les. La mul­ti­na­cio­nal Glen­co­re reali­zó una nue­va ofer­ta en la que reco­no­ce la doble indem­ni­za­ción, acce­de a man­te­ner el hos­pi­tal de la loca­li­dad duran­te seis meses has­ta que se haga car­go la pro­vin­cia, y el gober­na­dor se com­pro­me­tió a lle­var sus equi­pos de gobierno para ana­li­zar los pro­yec­tos pro­duc­ti­vos posi­bles y tam­bién hacer­se car­go del tema de vivien­da de los tra­ba­ja­do­res no resi­den­tes en la loca­li­dad y ges­tio­nar la jubi­la­ción para quie­nes no ten­gan los requi­si­tos de edad o de apor­tes ante el ANSES. La reu­nión estu­vo pre­ce­di­da de una nue­va mar­cha has­ta la capi­tal de la pro­vin­cia. La abo­ga­da de HIJOS, Palo­ma Álva­rez Carre­ras, que lle­va ade­lan­te la cau­sa por vio­la­ción a los dere­chos huma­nos en la déca­da del ‘70 con­tra la mine­ra, comen­tó al final de la audien­cia: “A esta pelí­cu­la ya la vi en el cie­rre de Altos Hor­nos Zapla”. Glen­co­re tie­ne en su haber el cie­rre de Sul­fa­cid, en la san­ta­fe­si­na Fray Luis Bel­trán, para tras­la­dar la pro­duc­ción a Brasil.

El sin­di­ca­to acep­tó el acuer­do. El 95% del pue­blo depen­de de la mul­ti­na­cio­nal Glencore.

El cie­rre de empre­sas emble­má­ti­cas es par­te de la estra­te­gia de las mul­ti­na­cio­na­les que van adap­tan­do su esque­ma de pro­duc­ción a la polí­ti­ca de sub­si­dios que van obte­nien­do de los gobier­nos loca­les. El cie­rre de la Ford de Bra­sil, con sus plan­tas de Bahía y de Tau­ba­té, está en línea con esta polí­ti­ca y el impac­to en el mun­do sin­di­cal es muy fuer­te. La pro­duc­ción de la auto­mo­triz en Pache­co abas­te­ce­ría al mer­ca­do de ese país. Ford en Bra­sil nun­ca fue mar­ca domi­nan­te. Y está por detrás de GM y de Volks­wa­gen en ese mer­ca­do. El gobierno de Bol­so­na­ro eli­mi­nó una serie de sub­si­dios y esto ter­mi­nó por defi­nir la decisión.

Ansias de libertad

El cono­ci­do equi­li­brio inter­na­cio­nal va dan­do lugar a un des­co­no­ci­do mun­do de incer­ti­dum­bres. Los nue­vos fas­cis­tas del siglo XXI aca­ban de ata­car el Capi­to­lio y la supues­ta demo­cra­cia per­fec­ta está empan­ta­na­da bus­can­do res­pues­tas. El coro­na­vi­rus sigue hacien­do estra­gos y la cri­sis mun­dial pro­gre­sa rau­da­men­te. El escan­da­lo­so law­fa­re, herra­mien­ta de exce­len­cia para chan­ta­jear la demo­cra­cia, goza de muy bue­na salud y la impu­ni­dad una vez más ame­na­za con borrar el pasa­do. Mila­gro Sala (¡lle­va cin­co años dete­ni­da arbi­tra­ria­men­te!) y Ama­do Bou­dou son emble­mas de la liber­tad y la demo­cra­cia que debe­re­mos recon­quis­tar. No es amnis­tía o indul­to. Es sí o sí recu­pe­rar el man­do de la política.

Son momen­tos de fuer­tes defi­ni­cio­nes y de pocos lamen­tos. El movi­mien­to obre­ro debe reac­cio­nar hacia la uni­dad con un pro­gra­ma que garan­ti­ce sus dere­chos. Pro­du­cir lo nece­sa­rio y redis­tri­buir todo. Tra­ba­jar menos para que tra­ba­je­mos todos por un sala­rio digno y con­di­cio­nes de tra­ba­jo decentes.

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Fuen­tes: ANRed /​/​El Cohe­te a la Luna



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