Pales­ti­na. ‘Con la cons­truc­ción del muro empe­cé a sen­tir la des­co­ne­xión con mi familia’

Por SARA ORTEGA, Resu­men Medio Orien­te, 17 de enero de 2021-.

En la pelí­cu­la ’200 Metros’, el cineas­ta pales­tino Ameen Nay­feh des­ve­la las pro­fun­das rela­cio­nes huma­nas que encie­rran las fron­te­ras, refle­jo de mul­ti­tud de dra­mas per­so­na­les. Lo ha vivi­do en pri­me­ra per­so­na: “No pude vol­ver nun­ca más”

200 Metros es la pelí­cu­la del debu­tan­te direc­tor pales­tino Ameen Nay­feh (Pales­ti­na, 1988), cono­ci­do por cor­tos y docu­men­ta­les como El Paso (2017) o El rega­lo de El Eid (2012). Pero tam­bién es la dis­tan­cia entre la fami­lia pro­ta­go­nis­ta que vive divi­di­da por un muro: el de Cis­jor­da­nia. El mis­mo muro que empu­ja­rá al padre, Mus­ta­fá, a con­tac­tar con tra­fi­can­tes de per­so­nas para poder cru­zar la fron­te­ra y lle­gar al lado israe­lí para ver a su hijo. Y el mis­mo muro que ha obli­ga­do a que la pelí­cu­la que está ambien­ta­da en los dos lados el pales­tino y el israe­lí, solo haya podi­do rodar­se en uno de ellos.

La cin­ta mues­tra la deses­pe­ra­ción de la fami­lia que vive bajo la losa del sis­te­ma fron­te­ri­zo y buro­crá­ti­co que rige su vida, sus deci­sio­nes y posi­bi­li­da­des. Ha gana­do ocho pre­mios en cer­tá­me­nes inter­na­cio­na­les, como el Fes­ti­val de Cine Euro­peo de Sevi­lla, en el que ha obte­ni­do el pre­mio de mejor pelí­cu­la en la sec­ción His­to­rias Extra­or­di­na­rias. Char­la­mos por video­lla­ma­da con su direc­tor, Ameen Nay­feh, sobre este tra­ba­jo, la reali­dad de las fron­te­ras y cómo ope­ra el trá­fi­co de per­so­nas en Cisjordania.

Pre­gun­ta: Usted es pales­tino. ¿Cómo ha sido vivir en un país con un con­flic­to abier­to con Israel? ¿Ha teni­do expe­rien­cias simi­la­res a las que el pro­ta­go­nis­ta, Mus­ta­fá, y su fami­lia tie­nen en la película?

Res­pues­ta: Sí, exac­to, por eso tam­bién es una his­to­ria per­so­nal para mí. Yo cre­cí duran­te la Segun­da Inti­fa­da, en el año 2000 tenía 12 años y fue una expe­rien­cia muy inten­sa. Cuan­do el muro se empe­zó a cons­truir comen­cé a sen­tir la des­co­ne­xión con mi fami­lia [que vive en] el otro lado y des­pués, [la des­co­ne­xión] fue com­ple­ta. Cuan­do era peque­ño sufrí esa sepa­ra­ción por­que mi madre venía de un pue­blo de Pales­ti­na, en el que me crié, don­de vivían mis tíos y abue­los. Y de repen­te, no pude vol­ver nun­ca más. Así que viví con esos sen­ti­mien­tos y, con el tiem­po, se suma­ron otros recuer­dos tris­tes debi­do a esta sepa­ra­ción. Tam­bién cre­cí escu­chan­do otras his­to­rias simi­la­res, por eso deci­dí hablar de ello.

P: ¿Cuá­les han sido las difi­cul­ta­des a las que se ha enfren­ta­do hacien­do y dis­tri­bu­yen­do la película?

R: Lo más difí­cil fue con­se­guir finan­cia­ción por­que en Pales­ti­na, como en muchos otros paí­ses ára­bes, no exis­ten ayu­das del Esta­do, así que tene­mos que bus­car dine­ro en otro sitio. Para hacer cine en Pales­ti­na una de las opcio­nes que más se rea­li­zan es median­te una co-pro­duc­ción euro­pea. Noso­tros empe­za­mos en esta línea, pero no es sen­ci­llo: pri­me­ro por­que nadie sabe quién soy, y tam­bién por­que el tema no es nue­vo. En los pri­me­ros tres años no fue nada fácil, no tuvi­mos suerte.

P: ¿La pelí­cu­la se rodó a ambos lados del muro? ¿Tuvie­ron algún pro­ble­ma para obte­ner los permisos?

R: Gra­ba­mos toda la pelí­cu­la en Cis­jor­da­nia, inclu­so cuan­do la his­to­ria se ambien­ta en el otro lado. Se pue­de gra­bar en ambos, pero es muy difí­cil para la mayo­ría del equi­po de pro­duc­ción, inclui­do yo mis­mo, por­que no pode­mos cru­zar el muro excep­to con el per­mi­so y no se pue­den soli­ci­tar para cam­biar el roda­je de sitio. Así que la posi­bi­li­dad es tener otro equi­po en el otro lado. Final­men­te, noso­tros deci­di­mos no hacer­lo y gra­bar todo en Cisjordania.

P: 200 Metros cuen­ta una his­to­ria que es la reali­dad para muchas per­so­nas hoy en día, con el núme­ro más ele­va­do de muros fron­te­ri­zos des­de la caí­da del de Ber­lín. ¿Cómo nació esta his­to­ria? ¿Cuán­to tiem­po le ha lle­va­do construirla?

R: La idea sur­gió hace al menos 10 años, mien­tras esta­ba en la escue­la de cine. La pro­fe­so­ra nos dijo que eli­gié­ra­mos una idea o un pro­yec­to que pudié­ra­mos con­ti­nuar cuan­do aca­bá­ra­mos la for­ma­ción. Su con­se­jo fue que eli­gié­ra­mos algo de lo que real­men­te qui­sié­ra­mos hablar. Enton­ces, sur­gió la idea de hacer 200 Metros; pen­sé en el mis­mo títu­lo des­de el prin­ci­pio. For­ma par­te de mi vida y es algo que me afec­ta per­so­nal­men­te. Escri­bí el pri­mer borra­dor hace sie­te años, en 2013.

Car­tel de la pelí­cu­la ‘200 metros’.AMEEN NAYHEF

P: Para rea­li­zar la pelí­cu­la ha inves­ti­ga­do sobre los gru­pos de tra­fi­can­tes de per­so­nas. ¿Cómo ope­ran estos gru­pos en Cisjordania?

R: No quie­ro des­tri­par­te la pelí­cu­la si no la has vis­to (ríe). Hay varias for­mas. En el sur de Hebrón está el desier­to, don­de no hay muro por­que saben que nadie pasa por allí, pero exis­ten con­duc­to­res bedui­nos que se encar­gan de rea­li­zar este trá­fi­co, sobre todo para las per­so­nas que viven en esa área. En otras par­tes, el muro no es una pared, sino una valla elec­tri­fi­ca­da con sen­so­res y patru­llas vigi­lan­do. En este tipo de tra­mos, los tra­fi­can­tes cor­tan las alam­bra­das. Otro: en Jeru­sa­lén abun­da el tra­ba­jo de dos, en el que cada uno de los tra­fi­can­tes está a un lado del muro. Ambos lle­gan a la vez, y creo que tie­nen más gen­te vigi­lan­do para ellos. Lo vi muchas veces: la gen­te sube esca­lan­do, pero tie­nes que ser muy joven y muy rápido.

P: ¿Diría que es muy común que la gen­te con­tac­te con tra­fi­can­tes para pasar al otro lado?

R: Sí, recu­rrir a los tra­fi­can­tes para ir a tra­ba­jar al otro lado es muy común. Pero si quie­res hacer el via­je no podrás vol­ver el mis­mo día. Muchas per­so­nas están dos o tres meses allí, dur­mien­do en las cons­truc­cio­nes don­de tra­ba­jan. Lue­go regre­san por una sema­na y vuel­ven a hacer­lo. Es muy caro y muy peligroso.

P: Decía que en su fami­lia ha vivi­do his­to­rias simi­la­res. ¿Han teni­do que recu­rrir algu­na vez a los tra­fi­can­tes para poder pasar?

R: Sí, a un pri­mo mío le cogie­ron una vez, yen­do a tra­ba­jar a una zona resi­den­cial de una ciu­dad israe­lí. Vol­vía [a reu­nir­se] con los tra­fi­can­tes al ter­mi­nar de tra­ba­jar cuan­do la poli­cía israe­lí le apre­só a él y a los demás tipos. En la comi­sa­ría le hicie­ron fir­mar un papel en el que ase­gu­ra no vol­ver a hacer­lo. Si no, ten­drá que pagar una mul­ta de 10.000 sequels (alre­de­dor de 2.500 euros). Conoz­co his­to­rias de ami­gos que han ido al hos­pi­tal de la zona israe­lí a visi­tar a algu­na per­so­na, sal­tan­do el muro. (…) [Algu­nos polí­ti­cos] creen que un muro es una solu­ción fácil, pero no es así.

P: A este res­pec­to quie­ro pre­gun­tar­le sobre las expec­ta­ti­vas que tie­ne acer­ca del nue­vo Gobierno esta­dou­ni­den­se de Joe Biden.

R: Cuan­do Trump esta­ba en el poder, creo que mucha gen­te esta­ba con­ten­ta en Pales­ti­na. Por supues­to, es una mala opción, pero la gen­te esta­ba con­ten­ta por­que era trans­pa­ren­te: está hacien­do lo que ha dicho que haría. Sin embar­go, diría que Biden va a ser como vol­ver a Oba­ma o algo pare­ci­do. No espe­ra­mos una solu­ción real.

P: Recien­te­men­te se ha cono­ci­do la pre­sen­ta­ción de la pelí­cu­la en los Óscar. ¿Qué espe­ra de este certamen?

R: Estoy muy con­ten­to, cla­ro, por­que [los Óscar] tie­nen una gran audien­cia en todo el mun­do y eso me hace real­men­te feliz por­que esa es mi inten­ción: hacer la pelí­cu­la para la audiencia.

Fuen­te: PALES​TI​NA​LI​BRE​.org

Itu­rria /​Fuen­te

Artikulua gustoko al duzu? / ¿Te ha gustado este artículo?

Twitter
Facebook
Telegram

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *