Bra­sil. Jair Bol­so­na­ro reco­rre pla­yas con aren­gas con­tra el dis­tan­cia­mien­to social

Por Dario Pig­not­ti. Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 4 de enero de 2021.

«Está lle­van­do a la gen­te al mata­de­ro, dicién­do­le que no se cui­de, que se aglo­me­re», seña­ló la soció­lo­ga Eleo­no­ra Meni­cuc­ci, exmi­nis­tra de Dil­ma Rous­seff. Bra­sil es el segun­do país con más muer­tos por el coronavirus.

Yen­do al mata­de­ro. Jair Bol­so­na­ro pasó los pri­me­ros tres días del año en las pla­yas de San Pablo aren­gan­do a los bañis­tas con­tra el dis­tan­cia­mien­to social y des­de­ñan­do el coro­na­vi­rus. Rodea­do de un núme­ro sobre­ac­tua­do de cus­to­dios el mili­tar reti­ra­do estre­chó la mano de sim­pa­ti­zan­tes, se sacó sel­fies y aupó niños. Siem­pre sin tapa­bo­ca por­que se con­si­de­ra «inmu­ni­za­do» debi­do a que ya con­tra­jo el covid-19, pese que el Minis­te­rio de Salud infor­mó haber detec­ta­do más de qui­nien­tos pacien­tes que se habrían infec­ta­do dos veces.

En varios de los encuen­tros a la vera del mar fue reci­bi­do por nume­ro­so públi­co, a veces al gri­to de «Mito», si bien algu­nos tes­ti­gos denun­cia­ron que una cla­que apa­ren­te­men­te for­ma­da por poli­cías cor­pu­len­tos se infil­tra­ba entre el gen­tío para vivar al líder crean­do una eufo­ria artificial.

«Lo que está hacien­do Bol­so­na­ro no me sor­pren­de, por­que lo conoz­co bien, pero me cau­sa una gran indig­na­ción», decla­ró la soció­lo­ga Eleo­no­ra Meni­cuc­ci, pro­fe­so­ra de la Uni­ver­si­dad Fede­ral Pau­lis­ta y exmi­nis­tra duran­te el gobierno de Dil­ma Rousseff.

«Tene­mos a un geno­ci­da al fren­te del gobierno, cuan­do apa­re­ció el virus dijo que era una gri­pe­ci­ta y aho­ra está reco­rrien­do las pla­yas con un men­sa­je terri­ble, está enga­ñan­do a las per­so­nas, está lle­van­do a la gen­te al mata­de­ro, dicién­do­le que no se cui­de, que se aglo­me­re», con­ti­nuó Meni­cuc­ci una expre­sa polí­ti­ca duran­te la dic­ta­du­ra, con una lar­ga mili­tan­cia en la defen­sa de los dere­chos huma­nos y la cau­sa feminista.

Des­de las vís­pe­ra de Navi­dad cuan­do arri­bó al lito­ral atlán­ti­co Bol­so­na­ro reali­zó varios pro­nun­cia­mien­tos ante adic­tos o en las redes socia­les: insi­nuó que Chi­na creó el coro­na­vi­rus, pro­nos­ti­có el «caos y ata­có al gober­na­dor pau­lis­ta Joao Doria (un exbol­so­na­ris­ta) por decre­tar la fase roja de la cua­ren­te­na a par­tir del 1 de enero para evi­tar los contagios.

Eso sí, omi­tió men­cio­nar la detec­ción, por par­te del labo­ra­to­rio pri­va­do DASA, de cua­tro pacien­tes pau­lis­tas que se habrían infec­ta­do con la cepa sur­gi­da en el Rei­no Uni­do, la B 1.1.7„ con­si­de­ra­da más trans­mi­si­ble que la del lina­je original.

Tras­cen­dió que al menos uno de los afec­ta­dos habría lle­ga­do a Bra­sil pro­ce­den­te de Lon­dres posi­ble­men­te gra­cias a que Bol­so­na­ro pos­ter­gó el cie­rre de las fron­te­ras aéreas con los británicos.

Los aná­li­sis de los cua­tro infec­ta­dos fue­ron entre­ga­dos al ins­ti­tu­to esta­tal Adol­fo Lutz que dará a cono­cer su pare­cer este lunes. Si este lina­je más con­ta­gia­ble ya estu­vie­ra cir­cu­lan­do en San Pablo, el esta­do más pobla­do con 46 millo­nes de habi­tan­tes y miles de per­so­nas aglo­me­ra­das en las pla­yas, es posi­ble que a media­dos de enero se des­ate una «tra­ge­dia» con una dis­pa­ra­da de casos, obser­vó la infec­tó­lo­ga Ho Yeh Li, del Hos­pi­tal de Clínicas.

Bra­sil es el segun­do país en el ran­king mun­dial de falle­ci­mien­tos, con más 196 mil y una cur­va en ascen­so: en diciem­bre hubo el 40 % más de víc­ti­mas fata­les que en noviem­bre a nivel nacio­nal. En San Pablo ese cua­dro es peor, con un cre­ci­mien­to del 57 % de dece­sos en diciembre.

Meu ami­go Neymar

El vier­nes pasa­do Bol­so­na­ro hizo caso omi­so a las adver­ten­cias de los espe­cia­lis­tas sobre la ame­na­za de incre­men­to ace­le­ra­do de las infec­cio­nes al visi­tar la popu­lar Pla­ya Gran­de a la que lle­gó en una lan­cha pro­ce­den­te de la base mili­tar don­de está hos­pe­da­do. Se zam­bu­lló a unos 100 metros de la cos­ta a la que lle­gó nadan­do. Las imá­ge­nes fue­ron edi­ta­das antes de ser divul­ga­das por las redes socia­les. La per­fo­man­ce tuvo gran impac­to nacio­nal y reper­cu­tió en el exterior.

Un inter­nau­ta encon­tró en los archi­vos una foto de hace casi un siglo con Beni­to Mus­so­li­ni, de tor­so des­cu­bier­to, nadan­do ante sus segui­do­res. No sería la pri­me­ra vez que el bol­so­na­ris­mo se ins­pi­ra en la pro­pa­gan­da de los regí­me­nes fas­cis­ta o nazi. O en las pie­zas publi­ci­ta­rias de la dic­ta­du­ra bra­si­le­ña que sacó pro­ve­cho del fút­bol en los años de glo­ria de la selec­ción tri­cam­peo­na del mun­do y el «rey» Pelé.

El lunes pasa­do el pre­si­den­te jugó un par­ti­do amis­to­so en el club San­tos con la casa­ca «10», el mis­mo núme­ro que lució en ese club Pelé. Des­pués del par­ti­do hizo comen­ta­rios crí­ti­cos sobre la vacu­na con­tra el coro­na­vi­rus y ata­có a una perio­dis­ta que qui­so saber por qué Bra­sil aún no comen­zó a inmu­ni­zar, ni lo hará has­ta fines de enero, en la mejor hipótesis.

En su pré­di­ca a favor de las aglo­me­ra­cio­nes tuvo el apo­yo del actual astro de la selec­ción Ney­mar, que patro­ci­nó una supues­ta (nun­ca se con­fir­mó si se hizo) fies­ta para para unas qui­nien­tas per­so­nas duran­te varios días en su man­sión de la pla­ya de Man­ga­ra­ti­ba, en el lito­ral de Río de Janeiro.

El juga­dor del Paris Saint-Ger­main (que tam­bién bri­lló en el San­tos de Pelé) gus­ta de cola­bo­rar con el gobierno (algu­nos dicen que a cam­bio del per­dón o la dis­mi­nu­ción de sus millo­na­rias deu­das fis­ca­les). Antes de reto­nar a París este fin de sema­na el juga­dor ofi­cia­lis­ta se tomó una foto con el sena­dor de ultrra­de­re­cha Fla­vio Bol­so­na­ro, hijo del presidente.

«Machis­ta y negacionista»

La exmi­nis­tra de la car­te­ra de la Mujer duran­te la ges­tión dil­mis­ta, Eleo­no­ra Meni­cuc­ci entien­de que el «machis­mo y el nega­cio­nis­mo» son dos face­tas de la per­so­na­li­dad de Bol­so­na­ro: su exhi­bi­cio­nis­mo atlé­ti­co ante el públi­co que vera­nea en la cos­ta está en armo­nía con su nega­cio­nis­mo y su rece­lo a la vacu­na­ción obli­ga­to­ria. Sos­tie­ne que la resis­ten­cia al gobierno cre­ce­rá jun­to con el for­ta­le­ci­mien­to del movi­mien­to femi­nis­ta que ya en la cam­pa­ña elec­to­ral de 2018 se le plan­tó en uno de los actos más con­cu­rri­do con la con­sig­na «él (Bol­so­na­ro), no».

La sema­na pasa­da el man­da­ta­rio ata­có la apro­ba­ción de la ley de abor­to volun­ta­rio en Argen­ti­na duran­te la mis­ma trans­mi­sión en vivo en las redes socials que dedi­có a pro­fe­ti­zar que «el caos y el infierno» se aba­ti­rán sobre su país si se pro­lon­gan los decre­tos de ais­la­mien­to ante el avan­ce de la covid-19.

Duran­te una entre­vis­ta a la TV 247 Meni­cuc­ci pro­pu­so tomar como refe­ren­cia la mili­tan­cia argen­ti­na que logró cons­truir un con­sen­so y con­quis­tar la mayo­ría par­la­men­ta­ria que posi­bi­li­tó lega­li­zar la inte­rrump­ción del emba­jar­zo. «Quie­ro home­na­jear a las femi­nis­tas argen­ti­nas, ellas fue­ron efi­cien­tí­si­mas, no me can­so de elo­giar­las», cele­bró Menicucci.

Itu­rria /​Fuen­te

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