Bra­sil. Cami­la Marins: «La rebe­lión es nues­tra agen­da de futu­ro, la Cáma­ra y el femi­nis­mo como política»

Por Cami­la Marins. Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 1 de enero de 2021.

En estas elec­cio­nes a Cáma­ra reafir­ma­mos nues­tra polí­ti­ca de izquier­da, LGBTI, femi­nis­ta y negra con­tra el neoliberalismo.

En febre­ro de 2021, la Cáma­ra Fede­ral de Dipu­tados ele­gi­rá a su nue­vo pre­si­den­te. En esta oca­sión, sin posi­bi­li­dad de reelec­ción según lo defi­ne el Tri­bu­nal Supre­mo Fede­ral (STF), Rodri­go Maia arti­cu­la un blo­que con el obje­ti­vo de supues­ta­men­te derro­tar al can­di­da­to de la Pre­si­den­cia de la Repú­bli­ca, Jair Bol­so­na­ro. Este blo­que, inte­gra­do por par­ti­dos de izquier­da y dere­cha, se habría lla­ma­do «Fren­te Demo­crá­ti­co» para derro­tar al can­di­da­to de Bol­so­na­ro, Arthur Lira. Ante esta situa­ción tene­mos muchas pre­gun­tas que plantear.

En pri­mer lugar, es impor­tan­te dejar de usar la pala­bra “cen­tro” como cam­po polí­ti­co, por­que repre­sen­ta una for­ma de hacer “menos peor”, y muy malo, como ape­te­ci­ble, al neo­li­be­ra­lis­mo natu­ra­li­za­dor. Pero des­pués de todo, ¿qué es esto? El neo­li­be­ra­lis­mo es un sis­te­ma eco­nó­mi­co que prio­ri­za la lógi­ca del mer­ca­do, es decir, el lucro y la con­cen­tra­ción, redu­cien­do el papel del Esta­do en las polí­ti­cas públi­cas. En nues­tro día a día, sig­ni­fi­ca cuan­do ven­den la empre­sa públi­ca de agua y nues­tra fac­tu­ra aumen­ta mien­tras cier­tos terri­to­rios ni siquie­ra tie­nen acce­so al agua ni al alcan­ta­ri­lla­do por­que no gene­ra ganan­cias para las empre­sas. El neo­li­be­ra­lis­mo tam­bién sig­ni­fi­ca un empre­sa­rio que pre­fie­re pagar la mise­ria por el “pico”, el tra­ba­jo infor­mal, que fir­mar la car­te­ra de tra­ba­ja­do­res con todos los dere­chos garan­ti­za­dos, como vaca­cio­nes, 13º sala­rio y jubi­la­ción. O cuan­do un paque­te de arroz cues­ta más de R $ 30 en los estan­tes de los super­mer­ca­dos y bra­si­le­ños y bra­si­le­ños se que­dan sin comi­da en casa.

Otro dis­po­si­ti­vo retó­ri­co que mere­ce ser mejor con­si­de­ra­do es el uso de la expre­sión “Fren­te Demo­crá­ti­co” para nom­brar la alian­za con par­ti­dos de dere­cha com­pro­me­ti­dos públi­ca­men­te con el neo­li­be­ra­lis­mo. El neo­li­be­ra­lis­mo no es demo­crá­ti­co, es un ope­ra­dor del fas­cis­mo. Según Wendy Brown, auto­ra de In Ruins of Neo­li­be­ra­lism: The Rise of Anti-Demo­cra­tic Poli­tics in the West, “es un signo del triun­fo de la razón neo­li­be­ral que, en las últi­mas déca­das, la gra­má­ti­ca de lo social, inclui­da su impor­tan­cia para la demo­cra­cia, ha des­apa­re­ci­do en gran medi­da de las opi­nio­nes de la izquier­da (y no solo de la dere­cha) para el futuro ”.

De nue­vo, ¿qué sig­ni­fi­ca esto en nues­tro día a día? Este año se apro­bó la pri­va­ti­za­ción del sanea­mien­to bra­si­le­ño, que per­mi­tió la ven­ta de empre­sas públi­cas de dis­tri­bu­ción y tra­ta­mien­to de agua. En la Cáma­ra Fede­ral, el prin­ci­pal par­ti­do arti­cu­la­dor fue la DEM, que asu­mió el car­go de rela­tor indi­can­do que la ven­ta “faci­li­ta­ría” la uni­ver­sa­li­za­ción del sanea­mien­to. En el Sena­do, el rela­tor del PSDB tam­bién actuó como prin­ci­pal cabil­de­ro del pro­yec­to de ley que se con­vir­tió en ley.

La ven­ta de empre­sas de sanea­mien­to al sec­tor pri­va­do colo­ca el agua, esen­cial para la vida, como un bien. Las per­so­nas con dine­ro y terri­to­rios pri­vi­le­gia­dos ten­drán acce­so a los ser­vi­cios y podrán pagar los altos pre­cios, ¿y qué pasa con quie­nes no tie­nen esta posi­bi­li­dad? En Bra­sil, la pri­va­ti­za­ción del sanea­mien­to se pro­du­ce duran­te una pan­de­mia de Covid-19, cuyo prin­ci­pal méto­do de con­trol impli­ca el sanea­mien­to y, por lo tan­to, pre­su­po­ne el acce­so al agua. ¿Qué demo­cra­cia es esta que no lle­ga a los barrios mar­gi­na­les, peri­fe­rias, hin­ter­lands y terri­to­rios más pobres?

Malun­guinho es la pri­me­ra mujer trans de la his­to­ria en asu­mir el car­go en la Asam­blea Legis­la­ti­va de São Pau­lo – Foto: Juca Guimarães

La agen­da eco­nó­mi­ca de Maia es la mis­ma que la del gobierno. Lo que está en dispu­ta entre ellos es el pro­ta­go­nis­mo. O más bien, para los que se que­dan con el balan­ce del des­gas­te con una cri­sis eco­nó­mi­ca ava­sa­lla­do­ra por esta polí­ti­ca eco­nó­mi­ca fun­da­men­ta­lis­ta en el mer­ca­do que apro­bó, por ejem­plo, la Enmien­da Cons­ti­tu­cio­nal 95 que con­ge­la las inver­sio­nes en salud y edu­ca­ción duran­te 20 años.

Bajo un dis­cur­so de que no hay alter­na­ti­va o que la com­po­si­ción de este blo­que es la posi­bi­li­dad de la derro­ta de Bol­so­na­ro, estos gru­pos prohí­ben el deba­te públi­co en nom­bre de lo que lla­man «demo­cra­cia», espe­cial­men­te cuan­do for­mu­lan el con­cep­to de arri­ba aba­jo en salas aba­rro­ta­das. de hom­bres, blan­cos, cis y ricos. El neo­li­be­ra­lis­mo se basa en la defen­sa de la pro­pie­dad, las nor­mas de géne­ro y la injus­ti­cia. ¿Has­ta qué pun­to podría­mos enten­der esto como una ver­da­de­ra derro­ta del bol­so­na­ris­mo? Y sin embar­go, ¿con qué oídos serán reci­bi­dos por la pobla­ción incré­du­la de la polí­ti­ca ins­ti­tu­cio­nal, cuyos intere­ses nun­ca han sido con­si­de­ra­dos por los gru­pos que con­cen­tran el poder polí­ti­co en Bra­sil, las pro­pues­tas de una izquier­da que se alía con ellos solo para no salir del jue­go? ¿O cómo for­ta­le­ce­rá esta alian­za la nega­ción de la política?

Vivi­mos una cri­sis polí­ti­ca que es éti­ca y esté­ti­ca. Por un lado, una cri­sis éti­ca que uti­li­za un dis­cur­so auto­ri­ta­rio neo­li­be­ral que impo­ne, a toda cos­ta, for­mas miti­ga­das de demo­cra­cia y par­ti­ci­pa­ción como con­tra­par­te que debe­mos con­si­de­rar sufi­cien­te ante los absur­dos meca­nis­mos de exclu­sión y segre­ga­ción que mar­can los pro­ce­sos de colo­ni­za­ción en paí­ses de la peri­fe­ria del capi­ta­lis­mo. glo­bal, como es el caso de Bra­sil. Bueno, bueno, no cree­mos que sea sufi­cien­te. Como dice la con­gre­sis­ta Eri­ca Malun­guinho (SP), ha lle­ga­do el momen­to de la recu­pe­ra­ción. Es tam­bién una cri­sis esté­ti­ca con los mis­mos que están ahí y pro­mue­ven acuer­dos den­tro de una mas­cu­li­ni­dad hete­ro cis blan­ca heri­da y resen­ti­da que se ve refor­za­da por el neoliberalismo.

Nues­tros dis­cur­sos y prác­ti­cas son rebel­des al neo­li­be­ra­lis­mo. En estas elec­cio­nes para la Cáma­ra de Dipu­tados (y en todas las oca­sio­nes de dispu­ta del deba­te públi­co que tene­mos has­ta el 2022), nece­si­ta­mos reafir­mar nues­tra polí­ti­ca de izquier­da, LGBTI, femi­nis­ta y negra para com­ba­tir el neo­li­be­ra­lis­mo. Nues­tra rebe­lión es nues­tra agen­da para el futuro.

Fuen­te: Bra­sil de Fato

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