Argen­ti­na. En una jor­na­da his­tó­ri­ca, el Sena­do san­cio­nó la lega­li­za­ción del abor­to por 38 votos a favor y 29 en con­tra /​/​Fes­te­jos y emo­ción en las calles

Por Sole­dad Valle­jos. Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 30 de diciem­bre de 2020.

La ley de Inte­rrup­ción Volun­ta­ria del Emba­ra­zo fue apro­ba­da por 38 votos a favor, 29 en con­tra y 1 abs­ten­ción. La ini­cia­ti­va impul­sa­da por el Gobierno que trans­for­ma el abor­to clan­des­tino en segu­ro, legal y gra­tui­to fue apro­ba­do en una sesión his­tó­ri­ca. La vota­ción tuvo lugar tras un lar­go deba­te segui­do por miles de mani­fes­tan­tes en todo el país. La marea ver­de que hizo el aguan­te fue­ra del Con­gre­so cele­bró con abra­zos, gri­tos y llan­tos de emo­ción su aprobación.

A las 4.12 de la madru­ga­da, el Sena­do dio el paso his­tó­ri­co: el table­ro del recin­to indi­có que la inte­rrup­ción volun­ta­ria del emba­ra­zo (IVE) obtu­vo 38 votos en favor para con­ver­tir­se en ley, fren­te a 29 votos que se opu­sie­ron. El table­ro regis­tró tam­bién 1 abs­ten­cio­nes y 4 ausen­tes. «Resul­ta apro­ba­do», dijo entre aplau­sos la pre­si­den­ta del cuer­po, Cris­ti­na Fer­nán­dez de Kirch­ner, al cabo de una jor­na­da de vér­ti­go, duran­te la cual el correr de las horas acre­cen­tó la bre­cha entre quie­nes apo­ya­ron el dere­cho de las muje­res a acce­der a la IVE y quie­nes pro­cu­ra­ron man­te­ner la prác­ti­ca en la clandestinidad. 

La ampli­tud del res­pal­do a la ley, que la Cam­pa­ña por el Dere­cho al Abor­to recla­ma hace 15 años, esta­ba fue­ra de los cálcu­los más opti­mis­tas al comien­zo de la sesión, y se fue cons­tru­yen­do con el correr de las horas, con las reve­la­cio­nes pro­gre­si­vas de los votos de sena­do­ras y sena­do­res que per­ma­ne­cían como inde­ci­sos (Luci­la Cre­xell, Oscar Cas­ti­llo, Ste­lla Ola­lla, Edgar­do Kuei­der, Ser­gio Leavy) y que ter­mi­na­ron incli­nán­do­se por la afir­ma­ti­va. Como había suce­di­do vein­te días antes en Dipu­tados, el aire en el Sena­do sopló abru­ma­do­ra­men­te ver­de. La mayo­ría de los votos posi­ti­vos fue apor­ta­da por sena­do­ras, en un apo­yo trans­ver­sal, de todo el espec­tro par­ti­da­rio, que cris­ta­li­zó lo que suce­dió con el pro­yec­to des­de que comen­zó su trá­mi­te par­la­men­ta­rio este año.r

La hora señalada

Los cie­rres de los blo­ques habían comen­za­do poco antes de las 2 de la maña­na, cuan­do Alber­to Were­til­neck deve­ló, final­men­te, que había resuel­to acom­pa­ñar el pro­yec­to envia­do al Con­gre­so por el Poder Eje­cu­ti­vo, días des­pués de que advir­tie­ra que acom­pa­ña­ba el dic­ta­men del ple­na­rio de comi­sio­nes en disi­den­cia, por­que cues­tio­na­ba los pla­zos que admi­tía el tex­to para rea­li­zar la prác­ti­ca. “Esta­mos dis­cu­tien­do esto por­que es abso­lu­ta­men­te inevi­ta­ble” hacer­lo, seña­ló el rio­ne­grino. “Tene­mos un sis­te­ma demo­crá­ti­co don­de las polí­ti­cas públi­cas las deci­de el pue­blo (…) no esta­mos gober­na­dos por monar­quías” y “no tene­mos reli­gio­nes úni­cas ni par­ti­dos polí­ti­cos úni­cos”, dijo. “Cada tan­to las socie­da­des ponen en cri­sis sus cos­tum­bres, sus valo­res y su moral”, obser­vó en una inter­ven­ción en la que habló de la vasec­to­mía que se prac­ti­có y citó a Durkheim.

Agra­de­ció, ade­más, al Poder Eje­cu­ti­vo el com­pro­mi­so de vetar “el con­cep­to de salud inte­gral” del tex­to, a la hora de regla­men­tar la ley, por­que eso “per­mi­te tener una ley viable”.

Alre­de­dor de las 3 de la maña­na, el for­mo­se­ño Luis Nai­de­noff anun­ció que, como en 2018, acom­pa­ña­ba con deci­sión el pro­yec­to de IVE. Nai­de­noff había adver­ti­do que podría decir “ven­go a repre­sen­tar a mi con­cien­cia” pero que no que­ría refu­giar­se en eso, por­que sería trai­cio­nar­se a sí mis­mo. “La esen­cia de la repú­bli­ca es la repre­sen­ta­ción”, deta­lló, y habló en nom­bre de ciu­da­da­nas y ciu­da­da­nas en un deba­te sobre “el rol del Esta­do ante la reali­dad” y no dog­mas. “Son cien años de un Esta­do no resuel­ve, dejan­do hacer”, sub­ra­yó. «Si de amplia­ción de dere­chos se tra­ta, solo hay dos pará­me­tros: la liber­tad y la igual­dad», dijo y reite­ró la nece­si­dad de «rom­per en serio con desigualdades».

«Mi pro­vin­cia es la pri­me­ra del país con mayor tasa de emba­ra­zo de niñas de 10 a 14 años. Mi pro­vin­cia es la que el 75 por cien­to de los emba­ra­zos de las ado­les­cen­tes son no desea­dos», recor­dó; «sin embar­go, a pesar de eso, todos los legis­la­do­res de esa pro­vin­cia (…) vota­ron en con­tra». Por eso, aña­dió, esta­ba en el recin­to para repre­sen­tar «la mayo­ría silen­cio­sa (que) es de dolor, vio­len­cia, mar­ca­da de pre­jui­cios. Es la mayo­ría de muje­res mar­ca­das por la hipo­cre­sía social. A esa mayo­ría silen­cio­sa ven­go a hon­rar­las con mi voto».

“Hoy va a ser una bisa­gra en Argen­ti­na”, deta­lló la men­do­ci­na Ana­bel Fer­nán­dez Sagas­ti en su cie­rre, en el que recor­dó que hubo pio­ne­ras antes y habrá nue­vas luchas a con­ti­nua­ción. «Maña­na la socie­dad no va a ser la mis­ma, el Esta­do no va a ser el mis­mo por­que ya no nos va a empu­jar más a la clan­des­ti­ni­dad y ade­más habre­mos con­quis­ta­do el poder de deci­dir». Las muje­res «abor­ta­mos». «Aho­ra con los deba­tes nos ente­ra­mos que nues­tras madres abor­ta­ban, que nues­tras madres abor­ta­ron. Y que gra­cias al deba­te deja­ron la sole­dad», hiló, al reto­mar qué impac­to tuvo el deba­te social y el trá­mi­te par­la­men­ta­rio de 2018.

«Este sta­tus quo no resis­te más», dijo tras deta­llar lar­ga­men­te las des­igual­da­des que las muje­res pade­cen en Men­do­za: prohi­bi­ción de acce­so al miso­pros­tol («como en San Juan»), obs­tácu­los para chi­cas y chi­cos ten­gan ESI, vio­len­cia de géne­ro. Quie­nes cri­ti­car que la comi­sión cabe­ce­ra del pro­yec­to de IVE fue­ra la Ban­ca de la Mujer, advi­ri­tó, es «en el fon­do cues­tio­nar nues­tro poder de deci­dir». Por­que «el abor­to es pro­duc­to de un cumu­lo de vio­len­cias que las mujue­res vivi­mos todos los días de nues­tra vida», aña­dió, «quie­ro que las muje­res viva­mos libres, sin mie­do y con el poder de decidir».

“Toda vida vale”, lamen­tó Sil­via Elías de Pérez, una de las arti­cu­la­do­ras de que en 2018 el pro­yec­to de IVE que­da­ra fre­na­do en el Sena­do. “Sin que impor­te si se tra­ta de una per­so­na del inte­rior o de la capi­tal, toda vida vale”, seña­ló. “Sig­ni­fi­ca que el Esta­do ha tira­do la toa­lla en esta pelea or la vida”, aña­dió al eva­luar que esta­ba cer­ca la lega­li­za­ción y refle­xio­nar que “si esta­ría­mos en la épo­ca de Sócra­tes” la ini­cia­ti­va no sería obje­to de deba­te. Insis­tió, ade­más, con ase­gu­rar que el abor­to legal sería incons­ti­tu­cio­nal, algo que días pre­vios había sos­te­ni­do en entre­vis­tas perio­dís­ti­cas en las que augu­ró judi­cia­li­za­cio­nes per­ma­nen­tes para evi­tar la apli­ca­ción de la ley. “¿Qué pen­sa­rá un feto de la sema­na 13 si cru­za la fron­te­ra de un país a otro país”, refle­xio­nó, poco antes de rei­vin­di­car al gine­có­lo­go Lean­dro Rodrí­guez Las­tra, con­de­na­do a un año y dos meses de inha­bi­li­ta­ción por haber obs­ta­cu­li­za­do un abor­to legal a una joven violada.

«Obvia­men­te que es un tema muy pro­fun­do y que tene­mos visio­nes dis­tin­tas», dijo José Mayans al comien­zo de su cie­rre, la últi­ma inter­ven­ción antes del momen­to de votar. Aña­dió que creía «estar repre­sen­tan­do a millo­nes de muje­res argen­ti­nas” y reite­ró el argu­men­to que dis­cu­te cuál es el momen­to de comien­zo de la vida («en la con­cep­ción»). «El niño le sal­va la vida a la mujer», ase­gu­ró el for­mo­se­ño, que días atrás, duran­te las audien­cias infor­ma­ti­vas ante el ple­na­rio de comi­sio­nes, se había opues­to a que una expo­si­to­ra repro­du­je­ra el audio de una entre­vis­ta a Belén, la joven tucu­ma­na que estu­vo pre­sa por haber pade­ci­do un abor­to espontáneo.

Minu­tos des­pués, Fer­nán­dez de Kirch­ner indi­ca­ba que había lle­ga­do la hora de hacer historia.

El opti­mis­mo de la noche

Pasa­das las diez de la noche, cuan­do casi la mitad de la lis­ta de ora­do­res ya había hecho uso de la pala­bra, el Sena­do de la Nación deba­tía el pro­yec­to de inte­rrup­ción volun­ta­ria del emba­ra­zo (IVE) en medio de opti­mis­mo y reve­la­cio­nes de votos que –por inde­ci­sión o medi­ta­ción– habían per­ma­ne­ci­do como incóg­ni­tas duran­te sema­nas. Tres de esos votos (los de Ste­lla Maris Ola­lla, Luci­la Cre­xell y Ser­gio Leavy, ambas con dis­cur­sos ) resul­ta­ron afir­ma­ti­vos, por lo que la dife­ren­cia a favor del abor­to legal se incre­men­ta­ba con el correr de las horas. 

Al cie­rre de esta edi­ción, ese núme­ro se esti­ma­ba en por lo menos 5 votos favo­ra­bles para la ini­cia­ti­va, una cifra que al comien­zo de la sesión nadie se ani­ma­ba a afir­mar en voz alta. Fuen­tes legis­la­ti­vas inter­pre­ta­ban que la balan­za se habría ter­mi­na­do de incli­nar defi­ni­ti­va­men­te lue­go de que Nor­ma Duran­go anun­cia­ra, al pre­sen­tar el pro­yec­to, que el Poder Eje­cu­ti­vo se com­pro­me­tió a modi­fi­car el tex­to de la ley al momen­to de regla­men­tar­la, para «vetar par­cial­men­te la pala­bra ‘inte­gral’” en el inci­so B del artícu­lo 4 del tex­to apro­ba­do en Dipu­tados, que refie­re la “salud inte­gral” de las muje­res como posi­ble cau­sal de la inte­rrup­ción legal del emba­ra­zo (ILE).

Camino a la media­no­che, con (pocas, por pro­to­co­lo sani­ta­rio) fun­cio­na­rias nacio­na­les, con Vil­ma Iba­rra a la cabe­za, y dipu­tadas pre­sen­cian­do la sesión des­de gale­rías, los poro­teos más con­ser­va­do­res empe­za­ban a dejar paso a un opti­mis­mo más sóli­do. Has­ta el atrio y el Salón de las Pro­vin­cias, que la Cáma­ra había des­ti­na­do al perio­dis­mo, lle­ga­ban los soni­dos de la calle, con los cán­ti­cos de la vigi­lia con­vo­ca­da por la Cam­pa­ña por el Dere­cho al Abor­to, algu­nas de cuyas pio­ne­ras (Mar­ta Ala­nis, Nelly Min­yersky) habían ingre­sa­do tem­prano al Con­gre­so, mien­tras que otras (Nina Bru­go, Mar­ta Rosen­berg), al ano­che­cer, ele­gían el calor de la calle y la mul­ti­tud. Del lado sur de la valla dis­pues­ta ante el Con­gre­so, unos pocos acti­vis­tas opues­tos a la lega­li­za­ción ani­ma­ban la movi­li­za­ción con ban­de­ras celes­tes, el feto gigan­te de car­ta­pes­ta y con­fe­sio­nes al paso.

El anun­cio sorpresa

La sesión comen­zó a las 16.08, con 67 sena­do­ras y sena­do­res pre­sen­tes, cuan­do Cris­ti­na Fer­nán­dez de Kirch­ner dio ini­cio for­mal a la jor­na­da. Muy pocos de ellos esta­ban en el recin­to, por el pro­to­co­lo sani­ta­rio que la Cáma­ra dis­pu­so has­ta mar­zo para sesio­nar en pan­de­mia. En total, 34 se encon­tra­ban en la Ciu­dad de Bue­nos Aires para par­ti­ci­par del deba­te; algu­nos de ellos lo hacían des­de sus des­pa­chos, ubi­ca­dos den­tro del pala­cio legis­la­ti­vo y anexos.

Poco antes, habían lle­ga­do al edi­fi­cio mili­tan­tes his­tó­ri­cas, como Min­yersky (ente­ra­men­te de blan­co), Ala­nis, y la tam­bién ase­so­ra pre­si­den­cial Dora Barran­cos, que lue­go seguía la sesión en com­pa­ñía de la Secre­ta­ria Legal y Téc­ni­ca de la Pre­si­den­cia, Vil­ma Iba­rra; la minis­tra de las Muje­res, Eli­za­beth Gómez Alcor­ta, y la vice­mi­nis­tra de Salud, Car­la Viz­zot­ti. El pro­to­co­lo en el Pala­cio era estric­to, por lo que has­ta entra­da la sesión algu­nas dipu­tadas sono­ras (Móni­ca Macha, Ceci­lia Moreau) duda­ron acer­ca de si podrían acer­car­se al área de Sena­do, cosa que final­men­te sucedió.

En un recin­to toda­vía carac­te­ri­za­do por el dis­tan­cia­mien­to social y las pan­ta­llas que per­mi­ten la inter­ven­ción remo­ta de sena­do­ras y sena­do­res, con un salón enor­me des­ti­na­do a fun­cio­na­rios de Rena­per, que garan­ti­za­ban la correc­ta veri­fi­ca­ción de iden­ti­dad de quie­nes se conec­ta­ban a dis­tan­cia, la sesión comen­zó con mode­ra­do opti­mis­mo para quie­nes ava­lan el proyecto.

«Hoy es un día de espe­ran­za, vamos a deba­tir un pro­yec­to que evi­ta­rá más muer­tes injus­tas”, dijo al pre­sen­tar la ini­cia­ti­va al pleno Nor­ma Duran­go, quien como pre­si­den­ta de la Ban­ca de la Mujer había pre­si­di­do, tam­bién, el ple­na­rio ante quien expu­sie­ron exper­tos en las audien­cias infor­ma­ti­vas, y advir­tió que quie­nes se opo­nen a la lega­li­za­ción “no quie­ren escu­char”. “Mien­tras tan­to, el abor­to, que es una tra­ge­dia emo­cio­nal, sigue suce­dien­do y las muje­res siguen murien­do”, seña­ló, y poco des­pués defi­nió algo que resul­tó un ele­men­to común con nume­ro­sas inter­ven­cio­nes a lo lar­go de la tar­de y la noche: “La mater­ni­dad no pue­de ser for­za­da, una mater­ni­dad obli­ga­da no es una bue­na maternidad”.

Poco des­pués, Duran­go dio a cono­cer la sor­pre­sa a la que fuen­tes del Con­gre­so atri­bu­ye­ron el cre­cien­te res­pal­do: el Poder Eje­cu­ti­vo se com­pro­me­tió a modi­fi­car el tex­to de la ley al momen­to de regla­men­tar­la. Se va a «vetar par­cial­men­te la pala­bra ‘inte­gral”» en el inci­so inci­so B del artícu­lo 4 (del tex­to apro­ba­do en Dipu­tados), que refie­re la “salud inte­gral” de las muje­res como posi­ble cau­sal de la inte­rrup­ción legal del emba­ra­zo (ILE).

El anun­cio, poco des­pués, fue eje casi exclu­yen­te de la ron­da de pre­gun­tas de perio­dis­tas de la que par­ti­ci­pó bre­ve­men­te la sena­do­ra, antes de vol­ver al recinto.

El poder (joven) del consenso

Fren­te a las fra­ses repe­ti­das acer­ca de la fal­ta de opor­tu­ni­dad del momen­to para tra­tar el pro­yec­to (la pan­de­mia, la cri­sis, el fin de año, fue­ron luga­res recu­rren­tes), el pre­sun­to rol de la volun­tad divi­na en las vidas indi­vi­dua­les (“Dios tie­ne un pro­yec­to de vida para cada uno de noso­tros y noso­tros tene­mos que hon­rar­la”, ase­gu­ró el cha­que­ño Anto­nio Rodas antes de leer un tuit del Papa; “los ojos de Dios están miran­do el cora­zón de cada uno de los sena­do­res”, ase­gu­ró la san­ta­cru­ce­ña María Belén Tapia), quie­nes apo­ya­ban el pro­yec­to des­ple­ga­ban un aba­ni­co de moti­vos de todos los colo­res, por­que, como indi­có a su turno a tucu­ma­na Bea­triz Mir­kin, “hay muchos colo­res entre las mujeres”.

El dere­cho a ele­gir la mater­ni­dad, el dere­cho al goce (una pala­bra que una y otra vez tra­jo a las inter­ven­cio­nes de sena­do­ras y sena­do­res el recuer­do de su par Pino Sola­nas, falle­ci­do hace poco más de un mes), la res­pon­sa­bi­li­dad his­tó­ri­ca, vol­vie­ron una y otra vez a acom­pa­sar el cre­ci­mien­to de los votos favo­ra­bles. Tam­bién, la men­ción de la juven­tud, cuya pre­sión, pre­sen­cia, mili­tan­cia, se con­vir­tió en un fac­tor de peso.

La pun­ta­da María Euge­nia Catal­fa­mo, que en 2018 no pudo votar por­que cur­sa­ba un emba­ra­zo de ries­go y debió per­ma­ne­cer, en repo­so, en su pro­vin­cia, lo dijo con la cla­ri­dad los núme­ros. “Los dipu­tados millen­nials, que son 42, en más de un 75 por cien­to estu­vie­ron a favor” del pro­yec­to a la hora de dar­le la media san­ción. “En esta Cáma­ra de Sena­do­res, está bien, no somos muchas. Somos 4, 5 muje­res meno­res de 40: esta­mos todas a favor de esta ini­cia­ti­va. Creo que esto no es casual, que tene­mos que seguir bre­gan­do por más jóve­nes en espa­cios de repre­sen­ta­ción polí­ti­ca por amplia­ción de dere­chos”, seña­ló en su expo­si­ción. Agre­gó: “como dijo Sola­nas, no quie­ro una juven­tud con páni­co que le tema al mun­do y a los mayores”.

En el mis­mo sen­ti­do se expla­yó la sal­te­ña Nora Gimé­nez, quien rela­tó que en su pro­vin­cia las posi­cio­nes ante la IVE “están divi­di­das”. “En la legis­la­tu­ra de mi pro­vin­cia hay una gran can­ti­dad de jóve­nes que están acom­pa­ñán­do­nos y recla­man­do para que el IVE sea ley”, seña­ló antes de expli­car que su voto “es un voto para el futu­ro”, por­que defi­nió su posi­ción “a favor de esos miles de jóve­nes nos recla­man con res­pon­sa­bi­li­dad que apo­ye­mos esta ley”.

“Las guri­sas son obli­ga­das a parir a los 10, 11 y 12 años”, recor­dó la corren­to­na Ana Almi­rón, quien dio uno de los dis­cur­sos más emo­ti­vos del pri­mer tra­mo de la sesión. Como la por­te­ña Gua­da­lu­pe Taglia­fe­rri horas más tar­de, sub­ra­yó la impor­tan­cia que el deba­te de 2018 tuvo en la esce­na polí­ti­ca, a fuer­za de una opi­nión públi­ca que sacó del clo­set un tabú. A la polí­ti­ca, coin­ci­die­ron ambas, no le que­dó más alter­na­ti­va que res­pon­sa­bi­li­zar­se por el tema que ya no vol­vió a las sombras. 

“De 2018 a esta par­te ni la socie­dad ni los legis­la­do­res somos los mis­mos, per­di­mos el mie­do a defen­der esta pro­pues­ta”, dijo Almi­rón, que tam­bién dio cuen­ta del pai­sa­je ins­ti­tu­cio­nal pro­fun­da­men­te machis­ta y des­igual que rei­na en su pro­vin­cia, don­de las deci­sio­nes las “toman los hom­bres y las muje­res y disi­den­cias no tene­mos par­ti­ci­pa­ción”, mien­tras que el 18 por cien­to de los naci­dos vivos tie­nen madres meno­res de 19 años.

En el recin­to, poco antes, el fue­guino Matías Rodrí­guez había pedi­do a sus cole­gas varo­nes que “como míni­mo se abs­ten­gan de votar en con­tra de las muje­res”. El abor­to “es un tema sen­si­ble, pero es un tema espe­cial­men­te sen­si­ble para las muje­res. Pare­ce un absur­do acla­rar­lo pero tene­mos que acla­rar­lo por­que he escu­cha­do sena­do­res opi­nar de los sen­ti­mien­tos de las muje­res, de qué les pasa a las muje­res, opi­nar con tan­to deta­lle que pare­ce­ría que tuvie­sen útero. 

Los hom­bres tene­mos la obli­ga­ción de acom­pa­ñar, bajo nin­gún pun­to de vis­ta pue­do con­si­de­rar que los varo­nes vote­mos en con­tra de los dere­chos de las muje­res. (…) Son muje­res las que sufren, son per­se­gui­das, son tor­tu­ra­ras. No somos los varo­nes. A noso­tros no nos pasa ni nos va a pasar. No os pasa que vaya­mos a un sis­te­ma de salud deses­pe­ra­das, pidien­do ayu­da y encuen­tren más dolo­res, tor­tu­ra”. Momen­tos des­pués, María Inés Pilat­ti Ver­ga­ra, del Fren­te de Todos, esgri­mía el mis­mo argu­men­to «Los varo­nes son con­vi­da­dos de pie­dra en este deba­te», remató.

Foto: Ber­nar­dino Avila

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