Colom­bia. Sena­dor Anto­nio San­guino: “El exfis­cal Mar­tí­nez vio­ló la sobe­ra­nía nacional”

Por Ceci­lia Oroz­co Tas­cón. Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 29 de noviem­bre de 2020.

El sena­dor habla sobre el duro deba­te que rea­li­za­ron esta sema­na él y tres con­gre­sis­tas más: Petro, Cepe­da y Barre­ras, sobre la ope­ra­ción de entram­pa­mien­to entre la Fis­ca­lía y la DEA con­tra Jesús San­trich para denun­ciar­lo por nar­co­trá­fi­co y pedir su extra­di­ción a Esta­dos Uni­dos. Los cua­tro par­la­men­ta­rios acu­sa­ron al exfis­cal Mar­tí­nez Nei­ra de trai­cio­nar la patria y pres­tar­se a crear con agen­tes extran­je­ros, un pre­sun­to fal­so proceso. 

¿Cuá­les fue­ron los aspec­tos cen­tra­les del deba­te de nue­ve horas que los sena­do­res Petro, Cepe­da, Barre­ras y usted le hicie­ron al exfis­cal Mar­tí­nez Nei­ra por el “entram­pa­mien­to” a “Jesús San­trich”, ope­ra­ti­vo en el que se habría demos­tra­do que la Fis­ca­lía y agen­tes de la DEA urdie­ron un mon­ta­je para poder jus­ti­fi­car la extra­di­ción de un líder de las Farc que se había aco­gi­do al Acuer­do de Paz?

A par­tir de las reve­la­cio­nes hechas por El Espec­ta­dor, espe­cí­fi­ca­men­te, de los 24.000 audios que repo­san en el expe­dien­te San­trich, que el exfis­cal Nés­tor Hum­ber­to Mar­tí­nez le ocul­tó a la JEP, pudi­mos docu­men­tar que él, median­te la Fis­ca­lía, alte­ró prue­bas, actuó a espal­das del enton­ces pre­si­den­te San­tos y lo enga­ñó; per­mi­tió que agen­tes de la DEA entram­pa­ran a los exne­go­cia­do­res de las Farc en el pro­ce­so de paz: Iván Már­quez y Jesús San­trich; y qui­so, ade­más, enre­dar judi­cial­men­te al sena­dor Cepe­da, a los reco­no­ci­dos faci­li­ta­do­res de pro­ce­sos de paz Pie­dad Cór­do­ba y Álva­ro Ley­va, a magis­tra­dos de la JEP y has­ta al vice­pre­si­den­te en ejer­ci­cio, gene­ral Óscar Naran­jo. En resu­men, una actua­ción pér­fi­da y trai­do­ra con­tra el Acuer­do de Paz y el Esta­do de derecho.

¿En cuá­les pun­tos pre­ci­sos le cabe res­pon­sa­bi­li­dad al fis­cal Mar­tí­nez Nei­ra en esos hechos tan gra­ves que usted enumera?

-A nues­tro jui­cio, Nés­tor Hum­ber­to Mar­tí­nez es res­pon­sa­ble direc­to de todos estos hechos: él, como jefe de la Fis­ca­lía, y a par­tir de las inter­cep­ta­cio­nes a Mar­lon Marín (pre­sun­to miem­bro de las Farc y sobrino de Már­quez), y de que la enti­dad a su car­go des­cu­brió la con­duc­ta ile­gal y el per­fil de ese per­so­na­je, fue quien puso en mar­cha el entra­ma­do para ata­car el Acuer­do de Paz median­te el entram­pa­mien­to a varios de sus pro­ta­go­nis­tas del más alto nivel. Acu­dió, enton­ces, a agen­tes de la DEA, vio­ló los pro­to­co­los de coope­ra­ción judi­cial para ata­car a la JEP y des­co­no­ció el prin­ci­pio de coope­ra­ción armó­ni­ca entre los pode­res públicos.

El exfis­cal lo nie­ga. En pri­mer lugar, dice que él no era quien lle­va­ba el caso y que, por eso, tam­po­co sabía de la exis­ten­cia de los 24.000 audios. Solo admi­te que cono­cía los segui­mien­tos a Marín por un pre­sun­to inten­to de este de robar dine­ro de la salud, moti­vo por el cual la Fis­ca­lía habría des­cu­bier­to, al azar, la supues­ta cons­pi­ra­ción para tra­fi­car cocaí­na, de “San­trich”. ¿Cómo prue­ban uste­des lo contrario?

-Tra­tan­do de demos­trar que sí le había infor­ma­do al pre­si­den­te, él mis­mo exhi­bió, duran­te el deba­te, una car­ta diri­gi­da a Juan Manuel San­tos en la que se refie­re a irre­gu­la­ri­da­des de miem­bros de las Farc. Enton­ces, entre­gó la prue­ba de que sí sabía lo que esta­ba pasan­do. Lo que no expli­ca es por qué no le habló al jefe de Esta­do de la exis­ten­cia de nume­ro­sos audios de Mar­lon Marín y de su cola­bo­ra­ción con la DEA para extra­di­tar a San­trich. Aho­ra, si el fis­cal gene­ral no esta­ba ente­ra­do de seme­jan­te ope­ra­ción, cosa que des­car­to, ¿en cabe­za de quién esta­ba el ente inves­ti­ga­dor? Pero, ade­más, ¿quién le cree, cono­cién­do­lo como lo cono­ce el país?

Según sus deduc­cio­nes, ¿cuál era el obje­ti­vo de Mar­tí­nez cuan­do ini­ció el ope­ra­ti­vo con­tra “San­trich”: tener argu­men­tos para extra­di­tar­lo, dar­le un gol­pe a la JEP o matar el Acuer­do de una vez por todas?

-El pro­pó­si­to era des­ba­ra­tar el Acuer­do de Paz y afec­tar la JEP, el cora­zón del sis­te­ma de jus­ti­cia, ver­dad, repa­ra­ción y garan­tía de no repe­ti­ción deri­va­do de este. Afir­ma­mos que hay una cons­pi­ra­ción con­tra este tri­bu­nal por el papel que tie­ne, que está desa­rro­llan­do en el cono­ci­mien­to de la ver­dad del con­flic­to arma­do que com­pro­me­tió a las Farc, a los agen­tes del Esta­do y a los ter­ce­ros civi­les. Y que el camino esco­gi­do fue entram­par a San­trich y Már­quez para extra­di­tar­los, así como enre­dar judi­cial­men­te a otros pro­ta­go­nis­tas del pro­ce­so de paz.

Pues si fue así, el exfis­cal pue­de can­tar vic­to­ria por­que el Acuer­do sufrió un duro gol­pe en su cre­di­bi­li­dad. Pero, ade­más, “San­trich” y “Már­quez” caye­ron en la tram­pa y reto­ma­ron las armas. ¿Cree que el reti­ro del Acuer­do de este par de gue­rri­lle­ros rear­ma­dos y su regre­so a la clan­des­ti­ni­dad es un triun­fo de Martínez?

-Por supues­to. Es un triun­fo de Mar­tí­nez Nei­ra. Por for­tu­na, y a pesar de la tram­pa en que caye­ron San­trich y Már­quez, la mayo­ría de los exgue­rri­lle­ros de las Farc y su par­ti­do man­tie­nen su com­pro­mi­so con el pac­to. En cuan­to a Mar­tí­nez, logró un triun­fo pero fla­co y pere­ce­de­ro, por­que reve­ló su per­fi­dia, se invo­lu­cró en un lío que pue­de tener con­se­cuen­cias pena­les para él y aumen­tó su des­pres­ti­gio nacio­nal e inter­na­cio­nal. Mire lo que está pasan­do con la pre­sun­ta emba­ja­da que le ofrecieron.

La demos­tra­ción de Petro sobre la edi­ción que habría sufri­do el video que se exhi­bió como prue­ba rei­na con­tra “San­trich”, que, según el rela­to del sena­dor, no se entre­gó com­ple­to y se le sobre­im­pu­sie­ron voces para hacer sos­pe­cho­sa la con­ver­sa­ción gra­ba­da, es uno de los pun­tos más gra­ves tra­ta­dos en el deba­te. ¿Esa pie­za será una de las prue­bas que usted y el sena­dor Cepe­da entre­ga­rán cuan­do denun­cien al exfis­cal tal como lo advirtieron?

-Des­pués de un deba­te simi­lar que ade­lan­ta­mos con el sena­dor Iván Cepe­da, el 5 de junio del año pasa­do, en la Comi­sión Segun­da del Sena­do, denun­cia­mos penal­men­te a Mar­tí­nez Nei­ra por estos hechos ante la Comi­sión de Acu­sa­cio­nes de la Cáma­ra. Tam­bién denun­cia­mos en la pro­pia Fis­ca­lía a Brian Witek, agen­te de la DEA (quien está en el video edi­ta­do), y a otros agen­tes por deter­mi­nar que par­ti­ci­pa­ron en ese operativo. 

Aho­ra, amplia­re­mos la denun­cia con los audios reve­la­dos por El Espec­ta­dor, las con­tra­dic­to­rias decla­ra­cio­nes del exfis­cal, las decla­ra­cio­nes de Mar­lon Marín ante la jus­ti­cia colom­bia­na y nor­te­ame­ri­ca­na y todos los demás sopor­tes que pre­sen­ta­mos en el deba­te. Y como lo adver­ti­mos, acu­di­re­mos a ins­tan­cias inter­na­cio­na­les: al Con­gre­so de Esta­dos Uni­dos y a la Cor­te Penal Internacional.

En su expo­si­ción usted y el sena­dor Cepe­da ase­gu­ra­ron que uno de los deli­tos por los que denun­cia­rán a Mar­tí­nez en Colom­bia es el de trai­ción a la patria. ¿Por qué cree que él incu­rrió en esa fal­ta penal por la que no ha sido con­de­na­do nadie en Colombia?

-Es evi­den­te que Nés­tor Hum­ber­to Mar­tí­nez, en su pro­pó­si­to de des­tro­zar el Acuer­do de Paz y aten­tar con­tra la JEP, se alió o per­mi­tió la actua­ción de agen­tes extran­je­ros, vio­lan­do la sobe­ra­nía y la segu­ri­dad nacio­nal. Esta trai­ción a la patria está tipi­fi­ca­da en el artícu­lo 455 del Códi­go Penal como “menos­ca­bo de la inte­gri­dad nacio­nal” y en el artícu­lo 457 como “trai­ción diplo­má­ti­ca” (ver par­te supe­rior de la pág.). Pre­ten­der invo­lu­crar penal­men­te al vice­pre­si­den­te de la repú­bli­ca en deli­tos de nar­co­trá­fi­co con el apo­yo de una agen­cia extran­je­ra es un aten­ta­do a la inte­gri­dad del Esta­do que no se pue­de admi­tir en nin­gu­na democracia.

¿Qué expli­ca­ción le da usted al hecho, cier­ta­men­te deli­ca­do para la segu­ri­dad nacio­nal, de invo­lu­crar fal­sa­men­te al vice­pre­si­den­te, un gene­ral de la Poli­cía que, ade­más de su pres­ti­gio interno, man­tie­ne exce­len­tes rela­cio­nes con Esta­dos Unidos?

-Creo que se pre­ten­día enlo­dar a un nego­cia­dor del pro­ce­so de paz en La Haba­na, una de las per­so­nas que jugó un mayor papel de lide­raz­go duran­te esa nego­cia­ción. Con ello tam­bién se logra­ba ases­tar­le un duro gol­pe al Acuer­do y afec­tar gra­ve­men­te la legi­ti­mi­dad del gobierno del pre­si­den­te Santos.

Tam­bién pre­ten­die­ron invo­lu­crar a otros per­so­na­jes colom­bia­nos, como usted seña­la. ¿Se podría tra­tar, enton­ces, más que de un com­plot con­tra el Acuer­do, de una cons­pi­ra­ción con­tra el gobierno Santos?

-No lo pue­do afir­mar tajan­te­men­te, pero sí que­dan dudas al res­pec­to. Lo para­dó­ji­co es que Mar­tí­nez Nei­ra lle­ga a ser fis­cal gene­ral por­que el pro­pio pre­si­den­te San­tos lo inclu­yó en la ter­na. Mala juga­da de póquer del man­da­ta­rio por­que ade­más de la hos­ti­li­dad de Mar­tí­nez con­tra el Acuer­do y su encar­go de hacer­lo tri­zas, lo lle­vó a inten­tar lle­var­se de calle a otros pro­ta­go­nis­tas de ese pro­ce­so: Pie­dad Cór­do­ba, Álva­ro Ley­va y altos fun­cio­na­rios del Gobierno.

A pro­pó­si­to de Mar­lon Marín, hoy en Esta­dos Uni­dos, uste­des coin­ci­die­ron en men­cio­nar­lo como un hom­bre que tra­ba­ja­ba para la DEA. ¿Con­fir­ma esa apre­cia­ción? Real­men­te, ¿quién es ese extra­ño personaje?

-Ten­go la impre­sión de que Mar­lon Marín, una vez des­cu­bier­to en sus andan­zas ile­ga­les por la Fis­ca­lía de Mar­tí­nez Nei­ra, fue lle­va­do a ser cola­bo­ra­dor, infor­man­te o agen­te infil­tra­do de la Fis­ca­lía y de la DEA a cam­bio de bene­fi­cios y pro­tec­ción. Su rela­ción fami­liar con Iván Már­quez y su invo­lu­cra­mien­to en asun­tos rela­cio­na­dos con la rein­te­gra­ción civil de las Farc faci­li­ta­ban la misión de entram­pa­mien­to que se le encomendó. 

Petro demos­tró en el deba­te que Arman­do Gómez Espa­ña, otro per­so­na­je de esa tra­ma de la Fis­ca­lía y la DEA, exmiem­bro del car­tel de Cali, tra­ba­ja­ba, des­de antes, con agen­tes de Esta­dos Uni­dos. De Fabio Simón You­nes, el ter­cer per­so­na­je, solo sabe­mos que pre­ten­dió acce­der a la garan­tía de no extra­di­ción ante la JEP, pre­vis­ta en el Acuer­do de Paz; peti­ción que le fue nega­da por no haber sido miem­bro de las Farc.

En su dis­cur­so de defen­sa, el exfis­cal Mar­tí­nez dijo que uste­des habían hecho “un libre­to mal ela­bo­ra­do” y aun­que admi­tió que sí dijo que “hubo una ope­ra­ción de entre­ga con­tro­la­da” por par­te de la Fis­ca­lía, agre­gó que nun­ca seña­ló que esa entre­ga fue­ra de cocaí­na. ¿Qué comen­ta al res­pec­to, un pun­to álgi­do en el caso, pues­to que hay una fron­te­ra legal que él pudo haber traspasado?

-Las expli­ca­cio­nes de Mar­tí­nez son un mano­jo de con­tra­dic­cio­nes. Unas veces dice que reci­bie­ron una soli­ci­tud de coope­ra­ción judi­cial inter­na­cio­nal para una entre­ga con­tro­la­da de cocaí­na; pero su direc­to­ra de Asun­tos Inter­na­cio­na­les reco­no­ció, ante la JEP, que nun­ca hubo y que tam­po­co era nece­sa­ria una soli­ci­tud de la DEA para que agen­tes suyos actua­ran en Colombia. 

Des­pués, Mar­tí­nez dijo que no era una entre­ga con­tro­la­da de la Fis­ca­lía, sino que el ente acu­sa­dor asis­tió a la mis­ma en cali­dad de “vee­dor”. Y así, suce­si­va­men­te. A todas luces, para noso­tros está demos­tra­da la vio­la­ción del artícu­lo 243 del Códi­go de Pro­ce­di­mien­to Penal, que limi­ta la actua­ción de los agen­tes encu­bier­tos y prohí­be el entram­pa­mien­to (ver par­te supe­rior de la pág.). En el deba­te demos­tró que los famo­sos cin­co kilos de cocaí­na que se habrían entre­ga­do en esa ope­ra­ción, fue­ron dados y reci­bi­dos por per­so­nas que cola­bo­ra­ban o tra­ba­ja­ban con la Fis­ca­lía y la DEA y que, extra­ña­men­te, no deja­ron nin­gún regis­tro en video o audio de dicha entre­ga, como se sue­le hacer en esos casos, para tener prue­bas de que la ope­ra­ción era controlada.

¿Por qué cree que no les intere­sa­ba, a quie­nes par­ti­ci­pa­ban en el ope­ra­ti­vo, que que­da­ra regis­tro visual de la entre­ga de la cocaína?

-No lo sé, pero el solo hecho de que no haya que­da­do regis­tro fíl­mi­co de esa entre­ga ya es muy sos­pe­cho­so. Ade­más, como se hizo notar en el deba­te, la cifra de cin­co kilos tam­po­co pare­ce pues­ta al azar: Petro hizo caer en cuen­ta que es a par­tir de la cifra cin­co que se hace via­ble la soli­ci­tud de extra­di­ción de quien tra­fi­que, para la jus­ti­cia nor­te­ame­ri­ca­na. Es decir, si son cua­tro kilos no es posi­ble la extra­di­ción. Por esto es toda­vía más extra­ña la fal­ta del regis­tro visual.

En su res­pues­ta a uste­des, Mar­tí­nez lan­zó ata­ques per­so­na­les con­tra todos. Fue des­pec­ti­vo al refe­rir­se a usted. ¿Cómo cali­fi­ca esta par­te de la inter­ven­ción del exfiscal?

-Cuan­to más inten­ta Mar­tí­nez Nei­ra expli­car su con­duc­ta, más se reve­la que su actua­ción fue oscu­ra. Sus teme­ri­da­des no le alcan­za­rán para eva­dir sus res­pon­sa­bi­li­da­des. A mí me tie­ne sin cui­da­do su sober­bia y su irres­pe­to con quie­nes tene­mos la cali­dad de sena­do­res. No voy a ocu­par­me en con­tes­tar­le cuan­do el deba­te se tra­ta de él y de que res­pon­da por sus actos que, insis­to, pue­den tener con­se­cuen­cias pena­les y polí­ti­cas en su contra.

La par­te más sono­ra de la defen­sa de Mar­tí­nez fue cuan­do dijo que uste­des “se están inven­tan­do una tra­ma en defen­sa de nar­co­tra­fi­can­tes”, fra­se que repi­tió, en su esen­cia, el pre­si­den­te Duque el vier­nes pasa­do. ¿Estas afir­ma­cio­nes pue­den tener reper­cu­sio­nes con­tra uste­des en EE. UU.?

-Se tra­ta de afir­ma­cio­nes reite­ra­das con que los enemi­gos del Acuer­do de Paz tra­tan de seña­lar a quie­nes lo defen­de­mos. Cla­ro que San­trich, Már­quez y com­pa­ñía trai­cio­na­ron el Acuer­do del Tea­tro Colón cuan­do vol­vie­ron a las armas y, por ello, deben asu­mir las con­se­cuen­cias. Pero eso no sos­la­ya el hecho de que el exfis­cal con­tri­bu­yó de mane­ra gra­ve a que ello ocu­rrie­ra por su perfidia. 

Con­tra­rio a lo que pre­ten­de Nés­tor Hum­ber­to Mar­tí­nez con esa infa­mia en con­tra nues­tra, él ten­drá que dar­les expli­ca­cio­nes a las auto­ri­da­des judi­cia­les de Esta­dos Uni­dos, por­que, al pare­cer, tam­bién fue­ron enga­ña­das por él. Mien­tras el exfis­cal nos acu­sa, él no ha podi­do pre­sen­tar prue­ba de la entre­ga de un solo gra­mo de cocaí­na por par­te de San­trich o Már­quez en este epi­so­dio. Al pre­si­den­te Duque no le que­da bien hacer de defen­sor de ofi­cio de Nés­tor Hum­ber­to Martínez.

¿A este enre­do que invo­lu­cró un asun­to vital para Colom­bia, es decir, el Acuer­do de Paz, no debe­ría seguir otro deba­te sobre la coope­ra­ción judi­cial inter­na­cio­nal y sobre el equi­li­brio entre lo que damos y los que nos dan?

-Sin duda. Es es un deba­te inapla­za­ble. Colom­bia, así lo quie­ran en sec­to­res de las éli­tes y del Gobierno, no es el patio tra­se­ro de nin­gún otro país. La glo­ba­li­za­ción de la jus­ti­cia no eli­mi­na la sobe­ra­nía nacio­nal y sí obli­ga a rela­cio­nes de mutuo res­pe­to y cooperación.

“Ata­que a la pren­sa poco democrático”

Un tema que no fue cen­tral en el deba­te pero que es rele­van­te: Mar­tí­nez Nei­ra, en su inter­ven­ción, ata­có de nue­vo, pues pare­ce que tie­ne la cos­tum­bre de hacer­lo, a los perio­dis­tas y medios que tra­ta­ron este asun­to. Lo hizo ponien­do un man­to de duda sobre la tarea de El Espec­ta­dor, del repor­te­ro de este perió­di­co Édin­son Bola­ños que escri­bió el artícu­lo en que se reve­la la exis­ten­cia de los 24 mil audios, y sobre la colum­nis­ta Duzán. En la amplia­ción de denun­cia que usted y el sena­dor Cepe­da harán con­tra el exfis­cal ¿men­cio­na­rán este punto?

-Sí. El ata­que a la pren­sa de Nés­tor Hum­ber­to Mar­tí­nez reve­la su talan­te poco demo­crá­ti­co. Sus fra­ses, en el deba­te, con­tra El Espec­ta­dor, su repor­te­ro y María Jime­na Duzán es una afren­ta inacep­ta­ble sobre la que deben pro­nun­ciar­se los gre­mios perio­dís­ti­cos. Noso­tros, des­de el Con­gre­so, segui­re­mos defen­dien­do el ejer­ci­cio libre e inde­pen­dien­te del perio­dis­mo y le insis­ti­re­mos al Gobierno que garan­ti­ce estas con­di­cio­nes. Sin lo reve­la­do por El Espec­ta­dor no hubie­ra sido posi­ble el deba­te que, con deta­lles, des­nu­dó el tipo de fis­cal gene­ral que tuvi­mos. Una per­so­na como Nés­tor Hum­ber­to Mar­tí­nez no es dig­na de repre­sen­tar­nos ni antes ni aho­ra, en Espa­ña o en cual­quier país del mundo.

Deli­tos de trai­ción a la patria y de actos de agen­te extranjero

Los deli­tos de trai­ción a la patria que habría come­ti­do el exfis­cal Mar­tí­nez por per­mi­tir la extra­li­mi­ta­ción de actos de agen­tes de la DEA, según la denun­cia que con­tra él pre­sen­ta­rán los sena­do­res Cepe­da y San­guino son: “Menos­ca­bo de la inte­gri­dad nacio­nal (art. 455 del Códi­go Penal) … el que reali­ce actos que tien­dan a… some­ter (a Colom­bia) en todo o en par­te a domi­nio extran­je­ro, a afec­tar su natu­ra­le­za de Esta­do sobe­rano… incu­rri­rá en pri­sión de 160 a 360 meses”. Y “Trai­ción diplo­má­ti­ca (art. 457). El que, encar­ga­do por el Gobierno colom­biano de ges­tio­nar algún asun­to de Esta­do con gobierno extran­je­ro… actúe en per­jui­cio de los intere­ses de la Repú­bli­ca, incu­rri­rá en pri­sión de 80 a 270 meses”. 

Al exfis­cal tam­bién se le acu­sa de haber per­mi­ti­do que los agen­tes extran­je­ros actua­ran en con­tra de lo esta­ble­ci­do en la ley. La figu­ra de agen­te encu­bier­to está regu­la­da en el Códi­go de Pro­ce­di­mien­to Penal y le per­mi­te a este actuar copar­ti­ci­pan­do en con­duc­tas puni­bles cuan­do se sos­pe­cha de la comi­sión de un deli­to. Pero está prohi­bi­do que sea deter­mi­na­dor del deli­to, es decir, que ins­ti­gue a otra per­so­na a come­ter­lo. Esto habría sido, pre­ci­sa­men­te, lo que hicie­ron los miem­bros de la DEA en el caso San­trich, según los cua­tro senadores.

Fuen­te: El Espectador

Foto: Gus­ta­vo Torrijos

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