Bra­sil. Otro comen­ta­rio homo­fó­bi­co del pre­si­den­te: «Bra­sil tie­ne que dejar de ser un país de maricones»

Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 11 de noviem­bre de 2020.

El man­da­ta­rio bra­si­le­ño ata­có a quie­nes lo cri­ti­can por sus dis­cur­sos de odio, recor­dó la derro­ta elec­to­ral de Macri e insis­tió en que se deje de hablar del coronavirus.

El pre­si­den­te Jair Bol­so­na­ro pro­ta­go­ni­zó este mar­tes un nue­vo escán­da­lo al afir­mar que Bra­sil «tie­ne que dejar de ser un país de mari­co­nes», en rela­ción a los cui­da­dos que asu­me la pobla­ción para pro­te­ger­se del coro­na­vi­rus. Ade­más, el man­da­ta­rio fus­ti­gó a quie­nes le piden que gobier­ne «sin odio» y com­pa­ró su pér­di­da de popu­la­ri­dad con la derro­ta elec­to­ral del expre­si­den­te Mau­ri­cio Macri.

«Todo aho­ra es pan­de­mia, hay que ter­mi­nar con eso. Lamen­to por los muer­tos. Todos vamos a morir algún día, aquí todo el mun­do mori­rá. No sir­ve esca­par­le a la reali­dad. Hay que dejar de ser un país de mari­co­nes. Tene­mos que enfren­tar a la pan­de­mia de pecho abier­to, luchar», afir­mó el man­da­ta­rio, quien no asu­me nin­gún tipo de res­pon­sa­bi­li­dad por los 163 mil bra­si­le­ños muer­tos por la Covid-19.

El man­da­ta­rio for­mu­ló estas polé­mi­cas decla­ra­cio­nes en el Pala­cio del Pla­nal­to duran­te un acto para el relan­za­mien­to de polí­ti­cas de turis­mo fren­te a la tem­po­ra­da de verano. «Uste­des se fue­ron a la lona en esta pan­de­mia que fue super­di­men­sio­na­da», les seña­ló a los empre­sa­rios del sec­tor turístico.

«Maña­na los dia­rios dirán ‘ah, no tie­ne cari­ño, no tie­ne sen­ti­mien­to con quien murió’. Sien­to mucho por los que murie­ron pero fue super­di­men­sio­na­da (la pan­de­mia)», enfa­ti­zó el pre­si­den­te, quien había afir­ma­do en mar­zo que se tra­ta­ba de una «gri­pe­ci­ta» o un «res­fria­di­to» que podía matar a máxi­mo 800 personas.

El exca­pi­tán del Ejér­ci­to y ultra­de­re­chis­ta tam­bién cri­ti­có las alian­zas polí­ti­cas de cen­tro­de­re­cha que bus­can com­pe­tir­le en 2022 y com­pa­ró su situa­ción con la estre­pi­to­sa derro­ta elec­to­ral del expre­si­den­te argentino.

«Macri no logró imple­men­tar sus polí­ti­cas. Comen­zó a reci­bir zan­ca­di­llas de sus segui­do­res, como me pasa a mi aho­ra. Y lo que ocu­rrió es el regre­so del gru­po de Cris­ti­na Kirch­ner, Dil­ma Rous­seff, (Nico­lás) Madu­ro y Evo (Mora­les)».

En ese mar­co, apun­tó que si sus segui­do­res lo aban­do­nan no podrá eje­cu­tar las polí­ti­cas por las cua­les fue ele­gi­do en 2018. «Aho­ra vie­nen que­rien­do un cen­tro, sin odio para allá, sin odio para allá. Odio es cosa de mari­cón. En mi épo­ca, el bull­ying en la escue­la ter­mi­na­ba en pelea. Aho­ra, decir­le gor­do a alguien es bull­ying. Tene­mos cómo cam­biar el des­tino del país», sub­ra­yó con su carac­te­rís­ti­co tono homofóbico.

Fuen­te: Pági­na 12

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