Perú. El Con­gre­so des­ti­tu­yó al pre­si­den­te Mar­tín Viz­ca­rra /​Asume el pre­si­den­te del Sena­do, Manuel Marino

Por Car­los Norie­ga, Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 9 de noviem­bre 2020.

Acu­sa­do de “inca­pa­ci­dad moral per­ma­nen­te”, una figu­ra cons­ti­tu­cio­nal ambigua

Una mayo­ría de legis­la­do­res votó a favor de la sali­da del man­da­ta­rio, cuan­do le fal­ta­ban ocho meses de ges­tión. Es acu­sa­do de haber reci­bi­do sobor­nos años atrás cuan­do era gober­na­dor; una inves­ti­ga­ción aún en curso.

Ima­gen: EFE

Des­de LimaCayó el pre­si­den­te Mar­tín Viz­ca­rra. Menos de dos meses des­pués de haber­se libra­do de un pri­mer inten­to de des­ti­tu­ción, Viz­ca­rra fue des­ti­tui­do esta noche por el Con­gre­so, que lo ha acu­sa­do de “inca­pa­ci­dad moral per­ma­nen­te”, una figu­ra cons­ti­tu­cio­nal ambi­gua que deja un amplio mar­gen de inter­pre­ta­ción. Es acu­sa­do de haber reci­bi­do sobor­nos años atrás cuan­do era gober­na­dor. Una acu­sa­ción basa­da en unos tes­ti­mo­nios toda­vía en pro­ce­so de inves­ti­ga­ción, pero que para un Con­gre­so enfren­ta­do al jefe de Esta­do ha sido sufi­cien­te para sacar­lo del car­go. La derro­ta de Viz­ca­rra fue amplia. Hubo 105 votos, de los 130 miem­bros del Con­gre­so uni­ca­me­ral, a favor de la des­ti­tu­ción del pre­si­den­te, superan­do con hol­gu­ra los 87 que se nece­si­ta­ban. Sola­men­te 19 vota­ron por sal­var al man­da­ta­rio y hubo cua­tro abstenciones.

Ha sido un resul­ta­do ines­pe­ra­do. Había incer­ti­dum­bre si se alcan­za­rían los 87 votos, pero nadie espe­ra­ba un resul­ta­do tan amplio. Par­ti­dos que habían anun­cia­do su voto con­tra la des­ti­tu­ción del man­da­ta­rio, ter­mi­na­ron hacién­do­lo a favor. La sali­da del jefe de Esta­do se da en medio de la gra­ve cri­sis sani­ta­ria y eco­nó­mi­ca por la pan­de­mia del coro­na­vi­rus, y cuan­do a Viz­ca­rra le que­da­ban solo ocho meses de ges­tión y las elec­cio­nes ya han sido con­vo­ca­das para abril. Al momen­to del cie­rre de esta edi­ción, el pre­si­den­te Viz­ca­rra no se había pronunciado.

Viz­ca­rra, que asu­mió en mar­zo de 2018 lue­go que su ante­ce­sor, Pedro Pablo Kuczyns­ki renun­ció por car­gos de corrup­ción, levan­tó duran­te su bre­ve ges­tión las ban­de­ras de la lucha con­tra la corrup­ción. Aho­ra ha sido des­ti­tui­do por car­gos de corrup­ción. Se enfren­tó al ante­rior Con­gre­so de mayo­ría fuji­mo­ris­ta, que blin­da­ba la corrup­ción polí­ti­ca, el que disol­vió cons­ti­tu­cio­nal­men­te en sep­tiem­bre del año pasa­do y lla­mó a elec­cio­nes legis­la­ti­vas. El nue­vo Con­gre­so ele­gi­do en ese pro­ce­so que con­vo­có es el que aho­ra lo ha des­ti­tui­do acu­sán­do­lo de corrupción.

Con la sali­da de Viz­ca­rra asu­mi­rá la pre­si­den­cia el titu­lar del Con­gre­so, Manuel Merino, miem­bro del par­ti­do cen­tro­de­re­chis­ta Acción Popu­lar, la prin­ci­pal ban­ca­da del Con­gre­so, con 24 miem­bros. Duran­te el pri­mer inten­to frus­tra­do de des­ti­tuir a Viz­ca­rra, Merino, polí­ti­co poco cono­ci­do has­ta que asu­mió la pre­si­den­cia del Con­gre­so en mar­zo pasa­do y cues­tio­na­do por su labor en este car­go, tocó sin éxi­to la puer­ta de los cuar­te­les para pedir apo­yo de los mili­ta­res para que él asu­ma el poder. Asu­mi­rá la pre­si­den­cia este martes. 

El pri­mer pro­ce­so de des­ti­tu­ción con­tra Viz­ca­rra fue por la supues­ta con­tra­ta­ción irre­gu­lar de un fun­cio­na­rio de ter­cer nivel. En esta oca­sión, los car­gos son más gra­ves. Al pre­si­den­te se lo acu­sa de haber reci­bi­do sobor­nos de dos empre­sas cons­truc­to­ras por 2,3 millo­nes de soles (unos 660 mil dóla­res) cuan­do era gober­na­dor de la peque­ña región de Moque­gua, entre los años 2011 y 2014. Se seña­la que las coimas se habrían entre­ga­do por una obra de irri­ga­ción y por la cons­truc­ción de un hospital.

Tres empre­sa­rios de dos cons­truc­to­ras que son pro­ce­sa­dos en el caso del lla­ma­do “club de la cons­truc­ción”, un car­tel de empre­sas que se repar­tían obras públi­cas pagan­do sobor­nos, que bus­can un acuer­do con la fis­ca­lía para can­jear sus tes­ti­mo­nios por una reduc­ción de sus even­tua­les con­de­nas, ase­gu­ran haber­le paga­do sobor­nos a Viz­ca­rra para hacer­se con esas obras. Un exmi­nis­tro del gobierno de Pedro Pablo Kuczyns­ki (2016 – 2018), José Her­nán­dez, vie­jo ami­go de Viz­ca­rra des­de antes que éste fue­ra gober­na­dor y con quien com­par­tió gabi­ne­te minis­te­rial, ha decla­ra­do ante las auto­ri­da­des haber ser­vi­do de inter­me­dia­rio para el pago de esas coimas.

“Aquí estoy, no me corro”, comen­zó Viz­ca­rra su defen­sa de 51 minu­tos ante el Con­gre­so. Puso el énfa­sis en seña­lar que en este momen­to de cri­sis por la pan­de­mia, una eco­no­mía seve­ra­men­te gol­pea­da y las elec­cio­nes ya con­vo­ca­das, su des­ti­tu­ción gene­ra­ría una ines­ta­bi­li­dad que com­pli­ca­ría la gra­ve cri­sis sani­ta­ria y económica.

Sobre los car­gos que se le impu­tan, cali­fi­có de “fal­sas” esas acu­sa­cio­nes y las atri­bu­yó a una supues­ta ven­gan­za de empre­sa­rios del “club de la cons­truc­ción” por haber cor­ta­do sus bene­fi­cios ile­ga­les cuan­do lle­gó al gobierno. “Se tra­ta de hechos no pro­ba­dos. ¿Pue­de des­ti­tuir­se a un pre­si­den­te solo por dichos no corro­bo­ra­dos?”, argu­men­tó. Los votos le res­pon­die­ron que eso sí era posible.

Duran­te el lar­go deba­te par­la­men­ta­rio abun­da­ron los ata­ques con­tra el man­da­ta­rio. Inclu­so quie­nes vota­ron con­tra la des­ti­tu­ción del pre­si­den­te, por evi­tar un esce­na­rio de ines­ta­bi­li­dad, según argu­men­ta­ron, seña­la­ron que había “indi­cios razo­na­bles” que com­pli­can al jefe de Esta­do en el supues­to cobro de sobor­nos cuan­do era gober­na­dor y que éste debía ser inves­ti­ga­do y even­tual­men­te juz­ga­do cuan­do ter­mi­ne su gestión.

Jun­to a preo­cu­pa­cio­nes sin­ce­ras por la corrup­ción, legis­la­do­res con un pasa­do y un pre­sen­te, pro­pio o de sus par­ti­dos, liga­do a la corrup­ción, se dis­fra­za­ron de mora­li­za­do­res, y con impos­ta­da con­vic­ción, desa­fian­do la memo­ria y la inte­li­gen­cia de quie­nes los oían, se pro­di­ga­ron en dis­cur­sos anti­co­rrup­ción para exi­gir la des­ti­tu­ción de Vizcarra.

Entre quie­nes vota­ron por sacar al pre­si­den­te estu­vie­ron los legis­la­do­res del fuji­mo­ris­mo, con una lar­ga his­to­ria vin­cu­la­da a la corrup­ción, y que hoy sabo­rea­ron su ven­gan­za con­tra el hom­bre que les hizo per­der su mayo­ría en el Par­la­men­to y apo­yó los pro­ce­sos anti­co­rrup­ción que lle­va­ron a pri­sión a su jefa Kei­ko Fuji­mo­ri. Tam­bién lo hicie­ron legis­la­do­res del par­ti­do ultra­na­cio­na­lis­ta Unión por el Perú, cuyo prin­ci­pa­les par­la­men­ta­rios están acu­sa­dos de corrup­ción y que es diri­gi­do des­de la cár­cel por el ex mili­tar Antau­ro Huma­la ‑her­mano el expre­si­den­te Ollan­ta- en pri­sión des­de 2004 por la muer­te de cua­tro poli­cías duran­te la toma de una comi­sa­ría en un frus­tra­do inten­to de derro­car al expre­si­den­te Ale­jan­dro Tole­do; de Pode­mos Perú, par­ti­do diri­gi­do por un empre­sa­rio que se ha hecho millo­na­rio con el nego­cio de uni­ver­si­da­des de baja cali­dad y que hace dos días fue dete­ni­do acu­sa­do de haber sobor­na­do magis­tra­dos para lograr la irre­gu­lar ins­crip­ción de su par­ti­do; de un par­ti­do que res­pon­de a una sec­ta evan­gé­li­ca; la mayor par­te de los con­gre­sis­tas de Acción Popu­lar, la agru­pa­ción del reem­pla­zan­te de Viz­ca­rra; un sec­tor de la peque­ña ban­ca­da del izquier­dis­ta Fren­te Amplio, que solo tie­ne ocho inte­gran­tes, y algu­nos otros parlamentarios.

Entre los pocos que se opu­sie­ron a la des­ti­tu­ción de Viz­ca­rra estu­vie­ron legis­la­do­res del cen­tris­ta par­ti­do Mora­do y un par de legis­la­do­ras del Fren­te Amplio, entre algu­nos otros. Ellos recha­za­ron la des­ti­tu­ción por los ries­gos de ines­ta­bi­li­dad en esta difí­cil coyun­tu­ra, pero exi­gie­ron que la fis­ca­lía inves­ti­gue las acu­sa­cio­nes con­tra Viz­ca­rra, algo que ya está en curso.

Una encues­ta de Ipsos publi­ca­da hace unos días reve­la que el 79 por cien­to de la pobla­ción se opo­nía a cor­tar el man­da­to pre­si­den­cial en esta coyun­tu­ra. Viz­ca­rra tenía una acep­ta­ción de entre 54 y 57 por cien­to, mien­tras que su reem­pla­zan­te tie­ne una apro­ba­ción que ape­nas está entre 22 y 24 por cien­to, según recien­tes encues­tas de Ipsos y del Ins­ti­tu­to de Estu­dios Perua­nos, respectivamente.

Aho­ra a Viz­ca­rra le espe­ra enfren­tar las inves­ti­ga­cio­nes de la fis­ca­lía y pro­ba­ble­men­te los tri­bu­na­les. El mis­mo des­tino de los últi­mos pre­si­den­tes peruanos. 

Quién es Manuel Merino, el pró­xi­mo pre­si­den­te de Perú

Tras la des­ti­tu­ción del pre­si­den­te Mar­tín Viz­ca­rra por la ambi­gua figu­ra de «inca­pa­ci­dad moral per­ma­nen­te», el titu­lar del Con­gre­so uni­ca­me­ral de Perú, Manuel Merino, se con­ver­ti­rá este mar­tes en el pró­xi­mo man­da­ta­rio del país sud­ame­ri­cano

Y pese a que en pocas horas mane­ja­rá el Poder Eje­cu­ti­vo de Perú, Merino no es de las figu­ri­tas más cono­ci­das en la are­na polí­ti­ca local. Es que este inge­nie­ro agró­no­mo y gana­de­ro, de 59 años, fue un polí­ti­co de segun­da línea siem­pre liga­do a Acción Popu­lar (AP), el par­ti­do cen­tris­ta fun­da­do en 1956 por Fer­nan­do Belaun­de Terry. 

En el currí­cu­lum de Merino, ade­más de su pasa­do empre­sa­rial, se des­ta­ca la ban­ca ocu­pa­da en el Con­gre­so duran­te dos perío­dos: 2001 – 2006 y 2011 – 2016. Ambos car­gos fue­ron en repre­sen­ta­ción del depar­ta­men­to noroc­ci­den­tal de Tum­bes, tie­rra natal de Merino.

Merino vol­vió al Con­gre­so en enero de este año, cuan­do se rea­li­za­ron elec­cio­nes para esco­ger el Par­la­men­to lue­go de que Viz­ca­rra disol­vie­ra el ante­rior en sep­tiem­bre de 2019. La vic­to­ria de AP ‑la pri­me­ra mino­ría del par­la­men­to- lo pro­yec­tó a la Pre­si­den­cia del cuer­po. Pero los flashes final­men­te se posa­ron sobre él duran­te el pri­mer inten­to frus­tra­do de des­ti­tuir a Viz­ca­rra: el titu­lar del Par­la­men­to peruano había toca­do sin éxi­to la puer­ta de los cuar­te­les para pedir apo­yo de los mili­ta­res para que él asu­ma el poder. 

Lue­go, Merino pidió dis­cul­pas públi­cas. “Tal vez hacer una lla­ma­da en las cir­cuns­tan­cias de ese día pue­de haber sido inopor­tu­na, por eso yo le expre­so mis sin­ce­ras dis­cul­pas a las Fuer­zas Arma­das”, dijo lue­go de que dos altos jefes mili­ta­res infor­ma­ran al Minis­te­rio de Defen­sa que Merino los había lla­ma­do para pro­cu­rar el aval de ambos al pro­ce­so de vacan­cia que esta­ba por deba­tir el Congreso.

La pri­me­ra gran incóg­ni­ta que ten­drá que deci­dir el pró­xi­mo pre­si­den­te ‑pres­ta­rá jura­men­to el mar­tes a las 17 (hora local)- es resol­ver si con­vo­ca­rá a elec­cio­nes de inme­dia­to (tal como indi­ca la Cons­ti­tu­ción) o espe­ra­rá has­ta el 11 de abril, fecha que había pau­ta­do el aho­ra expre­si­den­te Viz­ca­rra para las pró­xi­ma vota­ción nacional.

Itu­rria /​Fuen­te

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