Bra­sil. Los olvi­da­dos del cri­men de Maria­na y la repa­ra­ción que nun­ca llega

Por Pedro Stro­pa­so­las. Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 9 de noviem­bre de 2020.

Cer­ca de la entra­da de Barra Lon­ga, un muni­ci­pio de cin­co mil habi­tan­tes en Minas Gerais, el barrio de Vol­ta da Cape­la vive con meta­les pesa­dos y casas con grie­tas en las pare­des des­de hace cin­co años, des­de que la ciu­dad fue toma­da por el lodo de la rup­tu­ra de la pre­sa Fun­dão da Samar­co, a unos 60 kiló­me­tros de allí, en Maria­na. Muchos resi­den­tes sobre­vi­ven gra­cias a medi­ca­men­tos para con­tro­lar las enfer­me­da­des mentales.

Barra Lon­ga fue el úni­co muni­ci­pio don­de el lodo cubrió las calles, la pla­za cen­tral y casas históricas.

Cin­co años des­pués del cri­men de Samarco/​Vale/​BHP, en noviem­bre de 2015, nin­gu­na de las 78 fami­lias del barrio de Vol­ta da Cape­la fue asis­ti­da por la Fun­da­ción Reno­va. Crea­da en mar­zo de 2016, la Fun­da­ción tie­ne entre sus res­pon­sa­bi­li­da­des, la mayo­ría de ellas no cum­pli­das, la eje­cu­ción de 42 pro­gra­mas de repa­ra­ción socio­eco­nó­mi­ca y ambien­tal y la recons­truc­ción de las comu­ni­da­des des­trui­das por el barro tóxico.

«Tenía­mos una obra para tra­ba­jar, un patio para des­hier­bar, un pas­ti­zal, un ensi­la­do, hoy debi­do al cri­men de Samar­co no tene­mos nada», dice Ricar­do do Nas­ci­men­to Macha­do, que actual­men­te está desempleado.

«Nadie ha sido reco­no­ci­do [como afec­ta­do] has­ta hoy, ¿entien­des? Lle­ga­mos allí [a la Fun­dação Reno­va] para regis­trar­nos, ellos hablan ¿afec­ta­dos de qué? Por­que antes del lodo, tenía­mos muchos tra­ba­jos, hoy no tene­mos nada, hoy lo que tene­mos es pol­vo en la cara», dice Machado.

Par­te del pro­ble­ma se debe a que la recons­truc­ción y la lim­pie­za, res­pon­sa­bi­li­da­des de la Fun­da­ción Reno­va, fue­ron rea­li­za­das sin eva­cuae a los habi­tan­tes, que aún hoy se que­jan del pol­vo de barro seco que inva­de las casas. Algu­nos luga­res fue­ron más afec­ta­dos, como el barrio Vol­ta da Cape­la, una comu­ni­dad ubi­ca­da fren­te a la cons­truc­ción del nue­vo Par­que de Expo­si­cio­nes, en la con­fluen­cia de los ríos Car­mo y Gua­la­xo do Nor­te. En este lugar, se depo­si­tó una gran par­te de los resi­duos mine­ros extraí­dos de la ciudad.

Hay grie­tas en todas las casas visi­ta­das por Bra­sil de Fato en el barrio de Vol­ta da Cape­la /​Pedro Stropasolas

El pol­vo en el barrio

En la comu­ni­dad, el pol­vo seco de las obras afec­tó direc­ta­men­te a las vivien­das, some­ti­das tam­bién a los efec­tos del barro y al inten­so flu­jo de vehícu­los debi­do a las obras para recons­truir la ciudad.

«Des­pués del derra­me de lodo, el camión pesa­do pasa por enci­ma y aba­jo. Lo ha des­tro­za­do todo y está hacien­do estas grie­tas allí. Dije­ron que no fui­mos afec­ta­dos. Que sólo las per­so­nas de aba­jo lo fue­ron. Creo que es absur­do, por­que fui­mos dam­ni­fi­ca­dos. Vivo fren­te al río y cuan­do se levan­ta­ba el pol­vo lle­ga­ba todo aquí arri­ba», recuer­da Car­men Lúcia, que era cor­ta­do­ra de caña antes de que el barro tóxi­co des­tru­ye­ra la hacien­da en la que trabajaba.

La situa­ción de las her­ma­nas que tra­ba­jan en el cor­te de caña de azú­car se agra­vó aún más con el recor­te de la Ayu­da de Emer­gen­cia, que corres­pon­de a un sala­rio míni­mo, por par­te de la Fun­da­ción Reno­va en 2019. Eran las úni­cas que reci­bían la ayu­da en la par­te más alta de la comunidad.

«Habrían teni­do que venir y ave­ri­guar si tenía­mos otro tra­ba­jo para que recor­ta­ran esta ayu­da, que paga­ban por­que des­tru­ye­ron Barra Lon­ga. Ni siquie­ra vinie­ron a decír­nos­lo, nos avi­sa­ron por telé­fono», dice Zil­da, que arre­gló las grie­tas cau­sa­das por los camio­nes con el dine­ro que reci­bió de Reno­va has­ta el año pasado.

Sin tra­ba­jo, su her­ma­na Car­men no pue­de arre­glar la casa, que está en el bor­de de un barran­co a pun­to de derrum­bar­se por las grie­tas en el suelo.

«Vivía­mos de nues­tro tra­ba­jo en el cam­po, y des­pués de que el lodo entró, per­di­mos nues­tro tra­ba­jo, no tene­mos ingre­sos. Todo la gen­te está sin tra­ba­jo, la casa se está rom­pien­do, lle­na de agu­je­ros, lle­na de grie­tas, no hay for­ma de que poda­mos arre­glar­la. Les expli­qué mi situa­ción, pero no me reco­no­cie­ron [como afec­ta­da]», dice Lucía.

Car­men Lucía tra­ba­ja­ba como cor­ta­do­ra de caña antes de que el barro tóxi­co des­tru­ye­ra la hacien­da don­de tra­ba­ja­ba. /​Pedro Stropasolas

En Vol­ta da Cape­la pre­do­mi­na la infor­ma­li­dad. Muchas de las fami­lias son des­cen­dien­tes de los pri­me­ros tra­ba­ja­do­res que cons­tru­ye­ron la aldea en bus­ca de tie­rras fér­ti­les para la agri­cul­tu­ra. Ade­más de su fra­gi­li­dad socio­eco­nó­mi­ca, las fami­lias del barrio están más expues­tas a la con­ta­mi­na­ción por meta­les pesados.

Sin embar­go, Reno­va man­tie­ne en sus comu­ni­ca­dos ofi­cia­les que los rela­ves fil­tra­dos no son tóxi­cos y pro­vie­nen esen­cial­men­te de ele­men­tos del suelo.

Pero eso no es lo que dice la pobla­ción. «Es tóxi­co, sí, y hace mal no sólo a los niños, sino tam­bién a noso­tros. Por mucho que digan que no lo es. Ten­go un niño de 6 años. Tie­ne bron­qui­tis, y des­pués de ese barro tóxi­co y pol­vo, la bron­qui­tis empeo­ró. Ten­go un bebé de cua­tro meses. Inclu­so en mi emba­ra­zo, este pol­vo era muy incó­mo­do», dice la resi­den­te Adria­na Mar­tins da Silva.

El sis­te­ma muni­ci­pal de salud está sobre­car­ga­do y la pobla­ción se ha enfer­ma­do más, como seña­lan diver­sos estu­dios (véa­se al final de este repor­ta­je las res­pues­tas envia­das por Reno­va a las pre­gun­tas de BdF).

Los medi­ca­men­tos de uso con­ti­nuo se han con­ver­ti­do en par­te de la ruti­na de las pobla­cio­nes afec­ta­das por el barro tóxi­co /​Pedro Stropasolas

La salud en Barra Longa

Un infor­me envia­do al Minis­te­rio Públi­co en mar­zo de 2018, rea­li­za­do por el Ins­ti­tu­to de Salud y Sos­te­ni­bi­li­dad (ISS) demos­tró la con­ta­mi­na­ción por meta­les pesa­dos de once habi­tan­tes de Barra Lon­ga. Todos tenían níquel en la sangre.

Sin embar­go, el estu­dio acer­ca de los mayo­res efec­tos y daños del derra­me de rela­ves solo se dio a cono­cer en 2019, cua­tro años des­pués del cri­men de Samar­co. El Estu­dio de Eva­lua­ción de Ries­gos para la Salud Huma­na (ARSH), rea­li­za­do por la empre­sa pri­va­da Ambios, tenía por obje­ti­vo pro­du­cir datos que sir­vie­ran de apo­yo a la pla­ni­fi­ca­ción de medi­das sani­ta­rias para la pobla­ción afectada.

Los resul­ta­dos cla­si­fi­ca­ron a Maria­na – lugar de la rup­tu­ra de la pre­sa – y Barra Lon­ga como «Cate­go­ría A: Peli­gro Urgen­te para la Salud Públi­ca», debi­do a la pre­sen­cia de meta­les pesa­dos en las casas y el sue­lo. La con­ta­mi­na­ción se pro­du­ci­ría por «inges­tión, inha­la­ción o absor­ción dér­mi­ca de par­tí­cu­las de la capa supe­rior del sue­lo con­ta­mi­na­das y/​o pol­vo doméstico».

En ese momen­to, el infor­me fue envia­do a la Fun­da­ción Reno­va y a la Secre­ta­ría de Salud del Esta­do de Minas Gerais, que no divul­ga­ron los resul­ta­dos públicamente.

Obra del nue­vo Par­que de Expo­si­cio­nes, en fren­te al bai­rro de Vol­ta da Cape­la, cer­ca del depó­si­to de rela­ves mine­ros /​Pedro Stropasolas

Racis­mo ambiental

En diciem­bre, la Fun­da­ción Reno­va pre­sen­tó el «Pro­yec­to de Ges­tión Inte­gra­da de la Salud y el Medio Ambien­te (GAISMA)», una meto­do­lo­gía dife­ren­te de la pre­sen­ta­da por la empre­sa pri­va­da Ambios, para que fue­ra uti­li­za­da en las eva­lua­cio­nes y accio­nes de salud. En el infor­me, la con­clu­sión es que «no hay meta­les resul­tan­tes de la pre­sa de Fun­dão que repre­sen­ten un ries­go toxi­co­ló­gi­co para la salud humana».

La pro­pues­ta del méto­do GAISMA, de Reno­va, sin embar­go, ha sido inten­sa­men­te recha­za­da por el Minis­te­rio de Salud, el Minis­te­rio Públi­co Fede­ral (MPF) y el Gru­po Inter­de­fen­so­rial de Rio Doce (for­ma­do por fis­ca­les), pero fue acep­ta­da por el juez Mário de Pau­la Fran­co Júnior, del Tri­bu­nal de la 12º Juris­dic­ción de Belo Hori­zon­te, encar­ga­do de ana­li­zar las meto­do­lo­gías váli­das para eva­luar la expo­si­ción de las comu­ni­da­des a los contaminantes.

En abril de este año, el magis­tra­do recha­zó el uso de los estu­dios de Ambios. En la deci­sión, Fran­co Júnior cla­si­fi­có el estu­dio, así como todos los demás rea­li­za­dos has­ta el momen­to de la deci­sión, como «inú­ti­les, inser­vi­bles, inade­cua­dos». En la deci­sión, el magis­tra­do tam­bién infor­ma que hubo «incon­sis­ten­cias téc­ni­cas y meto­do­ló­gi­cas» en la inves­ti­ga­ción, sin describirlas.

Fran­co Júnior tam­bién es el res­pon­sa­ble por la deci­sión de sus­pen­der el sumi­nis­tro de agua pota­ble a la Comu­ni­dad Qui­lom­bo­la [comu­ni­dad afro­des­cen­dien­te] de Degre­do, en el muni­ci­pio de Linha­res, Espí­ri­to San­to, tras una peti­ción de la Fun­da­ción Reno­va. Actual­men­te tam­bién deter­mi­na la peri­cia en las casas que pre­sen­tan grie­tas, lo que, según el MPF, no tie­ne una fecha prevista.

En los últi­mos cin­co años, el estu­dio pre­sen­ta­do por Ambios no fue el úni­co recha­za­do por medir los impac­tos físi­cos, eco­nó­mi­cos, ambien­ta­les y sim­bó­li­cos del barro tóxi­co. El año pasa­do, otros infor­mes fue­ron envia­dos al rela­tor espe­cial sobre sus­tan­cias y dese­chos peli­gro­sos (sus­tan­cias tóxi­cas) del Con­se­jo de Dere­chos Huma­nos de las Nacio­nes Uni­das, Bas­kut Tun­cak, duran­te su visi­ta a Belo Horizonte.

Dul­ce Maria Perei­ra, pro­fe­so­ra de Edu­ca­ción Ambien­tal de la Uni­ver­si­dad Fede­ral de Ouro Pre­to, con­si­de­ra que la inva­li­da­ción de los Estu­dios de Impac­to Ambien­tal es una expre­sión recu­rren­te de racis­mo ambien­tal.

Ella coor­di­na las inves­ti­ga­cio­nes sobre la con­ta­mi­na­ción de Maria­na y Barra Lon­ga, a tra­vés del Labo­ra­to­rio de Edu­ca­ción Ambien­tal, Arqui­tec­tu­ra, Urba­nis­mo, Inge­nie­ría e Inves­ti­ga­ción para la Sos­te­ni­bi­li­dad (LEA-AUEPAS), don­de iden­ti­fi­có la apa­ri­ción del Ade­no­vi­rus y los impac­tos socia­les y ambien­ta­les de la supre­sión de la vege­ta­ción debi­do a la depo­si­ción de resi­duos en Vol­ta da Capela.

«Hay una pro­fun­da prác­ti­ca de racis­mo ambien­tal allí. El empo­bre­ci­mien­to en ese pro­ce­so es inmen­so. Y es medi­ble. Se pue­de medir», dice María. Y ella sigue: «Va más allá de los lími­tes de la ley, va más allá de los lími­tes de la mora­li­dad. Y es pro­duc­to de un Apartheid, por­que Barra Lon­ga tie­ne una comu­ni­dad que vivía con mucho más equilibrio» . 

Y no sólo eso: según un infor­me ela­bo­ra­do para el MPF, por la con­sul­to­ra Ram­boll, el ingre­so pro­me­dio gene­ral de las fami­lias afec­ta­das por la cuen­ca del Río Doce pasó de R$ 2.014,60 [US$ 375.51, apro­xi­ma­da­men­te dos sala­rios míni­mos en Bra­sil] a R$ 826,00 [US$ 153.25], una caí­da del 59%. Para las fami­lias de bajos ingre­sos, la reduc­ción fue del 72%.

Nega­cio­nis­mo estratégico

Para Edmun­do Anto­nio Dias, fis­cal y miem­bro de la Fuer­za de Tarea del MPF en la región de Rio Doce, la dispu­ta judi­cial sobre la defi­ni­ción de los impac­tos en la salud de la pobla­ción es estra­té­gi­ca para que la Fun­da­ción Reno­va no reco­noz­ca a los afec­ta­dos y tam­po­co repa­re el medio ambiente.

«Fren­te a los estu­dios que apun­tan a la con­ta­mi­na­ción por meta­les pesa­dos, la pri­me­ra con­duc­ta de las empre­sas que tie­nen el míni­mo de res­pon­sa­bi­li­dad social, el míni­mo com­pro­mi­so con los dere­chos huma­nos, las empre­sas que tie­nen dine­ro para gas­tar en repa­ra­cio­nes, sería adop­tar todas las medi­das nece­sa­rias para pro­te­ger a la pobla­ción», dice Dias.

En Barra Lon­ga, al igual que en Maria­na, hay infor­mes acer­ca de los daños rea­li­za­dos por la Ase­so­ría Téc­ni­ca de los afec­ta­dos, pero que no se tie­nen en cuen­ta. De esta for­ma, los pro­ce­di­mien­tos indem­ni­za­to­rios son impues­tos por la Fun­da­ción Reno­va, con sus pro­pias metodologías.

Los ser­vi­cios de ase­so­ra­mien­to se acor­da­ron en los Tér­mi­nos de Tran­sac­ción y Ajus­te de Con­duc­ta (TTAC), con el obje­ti­vo de medir el daño cau­sa­do sin la par­ti­ci­pa­ción e influen­cia de Reno­va. A pesar de ello, sólo ope­ran en 5 de las 21 regio­nes afec­ta­das por la rup­tu­ra de la pre­sa en los muni­ci­pios de Minas Gerais y Espí­ri­to Santo.

Los argu­men­tos de la «iso­no­mía» de los cri­te­rios de «ele­gi­bi­li­dad» son las prin­ci­pa­les jus­ti­fi­ca­cio­nes para no reco­no­cer los daños gene­ra­dos a las familias. 

En agos­to de 2020, según un infor­me pre­sen­ta­do por Ram­boll al MPF, en toda la cuen­ca del Río Doce había 65.810 soli­ci­tu­des de regis­tro para reci­bir una indem­ni­za­ción o algún tipo de asis­ten­cia. Pero sólo 31.775 de ellas fue­ron inclui­das efec­ti­va­men­te en el sis­te­ma de la Fun­da­ción Reno­va en la con­di­ción de afectados.

«Este no reco­no­ci­mien­to no sólo se apli­ca a las fami­lias, a las per­so­nas que han sido espe­cí­fi­ca­men­te afec­ta­das, sino tam­bién al deber de res­tau­rar el medio ambien­te a con­di­cio­nes de vida ade­cua­das. Por­que eso es muy caro. Y la Fun­da­ción Reno­va demues­tra que fun­cio­na indu­da­ble­men­te como un ins­tru­men­to en el que las empre­sas impli­ca­das inten­tan limi­tar su pro­pia res­pon­sa­bi­li­dad», dice el fis­cal Dias.

Mien­tras tan­to, en el mun­do de los nego­cios, las com­pa­ñías mine­ras Vale y BHP, que con­tro­lan Samar­co, gana­ron apro­xi­ma­da­men­te 162.000 millo­nes de reales entre 2016 y 2019, según una encues­ta rea­li­za­da por el Obser­va­to­rio de la Mine­ría. Ambas son las mayo­res com­pa­ñías mine­ras del mun­do. En el segun­do tri­mes­tre de 2020 y en medio de una pan­de­mia, Vale regis­tró por sí sola bene­fi­cios netos de 5.300 millo­nes de reales (988 millo­nes de dólares).

El diag­nós­ti­co social y ambien­tal rea­li­za­do por el Ins­ti­tu­to Lac­tec, tras una soli­ci­tud del MPF, esti­ma una pobla­ción de alre­de­dor de 1,4 millo­nes de per­so­nas afec­ta­das. Ade­más de las 19 víc­ti­mas fata­les y las 860 hec­tá­reas del Bos­que Atlán­ti­co des­trui­das, el lodo tóxi­co de Samarco/​Vale/​BHP tam­bién afec­tó a 4 terri­to­rios indí­ge­nas, más de 43 muni­ci­pios, y con­ta­mi­nó el Río Doce y sus 113 afluen­tes. En total, se mata­ron 11 tone­la­das de peces.

El cri­men de Samar­co está lejos de encon­trar su capí­tu­lo final.

A con­ti­nua­ción repro­du­ci­mos ínte­gra­men­te las res­pues­tas de la Fun­dação Reno­va a las pre­gun­tas envia­das por Bra­sil de Fato:

-Rea­li­za­do por la empre­sa Ambios Engenha­ria e Pro­ces­sos a lo lar­go de 2018, el Estu­dio de Eva­lua­ción de Ries­gos a la Salud Huma­na (ARSH), indi­có que el pol­vo en las casas de los muni­ci­pios de Maria­na y Barra Lon­ga están con­ta­mi­na­dos con meta­les pesa­dos, así como el sue­lo de las loca­li­da­des. . En el estu­dio, que siguió la meto­do­lo­gía reco­men­da­da por el Minis­te­rio de Salud, las dos ciu­da­des fue­ron cla­si­fi­ca­das como «Ries­gos Urgen­tes para la Salud Públi­ca». ¿Por qué moti­vos la Fun­da­ción Reno­va cues­tio­na el estu­dio de Ambios Engenha­ria sobre los impac­tos en la salud a los que están expues­tas las pobla­cio­nes de Maria­na, Barra Lon­ga y Linhares?

-Fun­dação Reno­va: El Infor­me Con­so­li­da­do de Estu­dios de Eva­lua­ción de Ries­gos para la Salud Huma­na (ARSH) con­si­de­ra tan­to el estu­dio rea­li­za­do por la empre­sa Ambios como el estu­dio rea­li­za­do por la empre­sa Tec­no­hi­dro, con la inten­ción de eva­luar si exis­ten ries­gos para la salud huma­na en la región estu­dia­da como con­se­cuen­cia de la rup­tu­ra de la pre­sa de Fun­dão en noviem­bre de 2015.

Según ARSH, con base en una inves­ti­ga­ción rea­li­za­da en áreas rura­les de Maria­na y Barra Lon­ga y libe­ra­da en diciem­bre de 2019, no hay meta­les resul­tan­tes de la pre­sa de Fun­dão que repre­sen­ten un ries­go toxi­co­ló­gi­co para la salud huma­na. El tema de la salud es uno de los temas prio­ri­ta­rios en dis­cu­sión en el 12º Juz­ga­do Fede­ral, en Belo Horizonte.

Linha­res- La Fun­da­ción Reno­va pre­sen­tó ante el Comi­té Inter­fe­de­ra­ti­vo (CIF), el 23 de sep­tiem­bre de 2020, el Infor­me de Con­so­li­da­ción de Eva­lua­cio­nes de Ries­gos para la Salud Huma­na (SSRA), ela­bo­ra­do a par­tir de una inves­ti­ga­ción rea­li­za­da en el muni­ci­pio de Linha­res (ES). El infor­me pre­sen­ta­do indi­ca que no hay pre­sen­cia de meta­les aso­cia­dos a la rup­tu­ra de la pre­sa de Fun­dão que repre­sen­ten un ries­go toxi­co­ló­gi­co para la salud huma­na en las áreas estudiadas.

La con­clu­sión de los aná­li­sis está suje­ta a eva­lua­cio­nes téc­ni­cas por par­te de orga­nis­mos públi­cos. Tenien­do en cuen­ta los linea­mien­tos del Minis­te­rio de Salud y los CIF, los estu­dios deben divul­gar­se ade­cua­da­men­te tan pron­to como se com­ple­ten los pasos de eva­lua­ción técnica.

-Los resi­den­tes que viven en la par­te alta del barrio Vol­ta da Cape­la, en Barra Lon­ga, infor­man que aún no han sido reco­no­ci­dos como afec­ta­dos por la rup­tu­ra de la pre­sa Fun­dão, aun­que es una de las regio­nes más vul­ne­ra­bles del muni­ci­pio. La tota­li­dad de fami­lias que reci­bie­ron la visi­ta del infor­me no reci­ben la Ayu­da Finan­cie­ra de Emer­gen­cia (AFE) men­sual. ¿Cuál es la pre­ten­sión de Reno­va de no ser­vir a estas familias?

-La Fun­da­ción Reno­va infor­ma que, para el otor­ga­mien­to de Ayu­das Eco­nó­mi­cas de Emer­gen­cia (AFE), las cláu­su­las 137 y 138 del Pla­zo de Tran­sac­ción y Ajus­te de Con­duc­ta (TTAC) esta­ble­cen que se deben veri­fi­car los ingre­sos del afec­ta­do; que este com­pro­mi­so en los ingre­sos fue cau­sa­do por una inte­rrup­ción pro­ba­da de las acti­vi­da­des eco­nó­mi­cas o pro­duc­ti­vas; que esta pro­ba­da inte­rrup­ción se debe direc­ta­men­te al colap­so de la pre­sa Fun­dão; y que exis­te depen­den­cia eco­nó­mi­ca de la acti­vi­dad inte­rrum­pi­da. Así, has­ta el 31 de agos­to de 2020, se paga­ron R $ 30 millo­nes a 280 tene­do­res y 478 depen­dien­tes en Barra Lon­ga. Se indem­ni­zó a 252 fami­lias, tota­li­zan­do R $ 35,1 millones.

Si en todos los muni­ci­pios afec­ta­dos en el Vale do Rio Doce la esti­ma­ción es de alre­de­dor de 600 mil afec­ta­dos, por­que duran­te los 5 años de la rup­tu­ra de la pre­sa Fun­dão, sólo 33 mil per­so­nas son aten­di­das por la Ayu­da Finan­cie­ra de Emer­gen­cia (AFE)?

La Ayu­da Finan­cie­ra de Emer­gen­cia (AFE) es un pago men­sual para las per­so­nas que han sufri­do un impac­to direc­to en su acti­vi­dad eco­nó­mi­ca o pro­duc­ti­va debi­do al colap­so de la repre­sa de Fundão.

La Fun­da­ción Reno­va seña­la que has­ta el 31 de agos­to de 2020, se paga­ron R $ 2,6 mil millo­nes a 321 mil per­so­nas en indem­ni­za­cio­nes y ayu­das eco­nó­mi­cas en Minas Gerais y Espí­ri­to Santo.

-El perio­dis­ta visi­tó más de 15 casas en la comu­ni­dad de Vol­ta da Cape­la. Todos tenían grie­tas en las pare­des. Los veci­nos afir­man que los daños a las vivien­das fue­ron pro­vo­ca­dos por el cons­tan­te trán­si­to de camio­nes debi­do a las obras de recons­truc­ción y lim­pie­za de la ciu­dad duran­te estos 5 años. ¿Entien­de Reno­va que los daños repor­ta­dos por los veci­nos fue­ron pro­vo­ca­dos por camio­nes? ¿Por qué Reno­va aún no ha repa­ra­do las casas?

-La Fun­da­ción Reno­va des­ta­ca que, des­de que se hizo car­go de las accio­nes de repa­ra­ción en Barra Lon­ga, en 2016, se han entre­ga­do muchas obras y se han pues­to en prác­ti­ca ini­cia­ti­vas de apo­yo a los veci­nos. Entre las obras ter­mi­na­das, se encuen­tran las reno­va­cio­nes de 144 resi­den­cias; 93 pro­pie­da­des rura­les; 27 ofi­cios; tres escue­las, una de las cua­les fue recons­trui­da en una nue­va ubi­ca­ción; y 189 patios y sola­res renovados.

-La mis­ma comu­ni­dad en Vol­ta da Cape­la infor­ma pro­ble­mas de salud que pue­den haber sido cau­sa­dos​por el pol­vo del mine­ral de la rup­tu­ra de la pre­sa Fun­dão, tan­to por vivir fren­te a Rio do Car­mo, como por las obras del nue­vo Cen­tro de Expo­si­cio­nes. ¿Qué tie­ne que decir Reno­va sobre los pro­ble­mas de salud que plan­tean las familias?

-Según el Infor­me de Con­so­li­da­ción de Estu­dios de Eva­lua­ción de Ries­gos para la Salud Huma­na (ARSH), basa­do en una inves­ti­ga­ción rea­li­za­da en áreas rura­les de Maria­na y Barra Lon­ga y publi­ca­da en diciem­bre de 2019, no hay meta­les de la repre­sa Fun­dão que repre­sen­tan un ries­go toxi­co­ló­gi­co para la salud huma­na. El tema de la salud es uno de los temas prio­ri­ta­rios en dis­cu­sión en el 12º Juz­ga­do Fede­ral, en Belo Horizonte.

La cali­dad del aire medi­da en Barra Lon­ga se encuen­tra den­tro de los pará­me­tros exi­gi­dos por la ley. Des­de febre­ro de 2016, Barra Lon­ga (MG) cuen­ta con tres esta­cio­nes de moni­to­reo auto­má­ti­co de la cali­dad del aire, una ins­ta­la­da en el cen­tro de la ciu­dad, otra en la par­te alta y la ter­ce­ra en la comu­ni­dad de Ges­tei­ra. Las esta­cio­nes miden la cali­dad del aire en tiem­po real, así como las con­di­cio­nes cli­má­ti­cas de direc­ción del vien­to, velo­ci­dad del vien­to, tem­pe­ra­tu­ra del aire, pre­ci­pi­ta­ción y hume­dad rela­ti­va del aire. El moni­to­reo auto­má­ti­co pro­por­cio­na 24 resul­ta­dos por día, por pará­me­tro, con un total de 5.760 medi­cio­nes por mes.

-Espe­cia­lis­tas entre­vis­ta­dos por Bra­sil de Fato infor­man que exis­te Racis­mo Ambien­tal en los fren­tes de repa­ra­ción de la Fun­da­ción Reno­va a lo lar­go del Río Doce, debi­do a la fal­ta de reco­no­ci­mien­to de muchas comu­ni­da­des mayo­ri­ta­ria­men­te negras como afec­ta­das por la tra­ge­dia. Como ejem­plo, men­cio­nan el caso de Vol­ta da Cape­la y la dis­po­si­ción de rela­ves en áreas cer­ca­nas a la comu­ni­dad. ¿Cómo eva­lúa Reno­va estas afirmaciones?

-La Fun­da­ción Reno­va acla­ra que su labor se basa en el res­pe­to a los dere­chos huma­nos de todas las per­so­nas invo­lu­cra­das en el pro­ce­so de repa­ra­ción, sin tole­rar nin­gún tipo de dis­cri­mi­na­ción por ori­gen, raza, color, géne­ro, edad, orien­ta­ción sexual, reli­gión u opi­nión polí­ti­ca, entre otros en sus pro­gra­mas, pro­yec­tos y accio­nes. La Fun­da­ción reite­ra su com­pro­mi­so con la cons­truc­ción de medi­das que con­tri­bu­yan a la pro­mo­ción del pro­ce­so de repa­ra­ción. Por este moti­vo, Reno­va pone a dis­po­si­ción su equi­po de diá­lo­go, así como los cana­les de rela­ción, en el Defen­sor del Pue­blo lla­man­do al 0800 721 0717, vía e‑mail ouvidoria@​fundacaorenova.​org o vía web

Fuen­te: Bra­sil de Fato

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